Los Induráin cabalgan de nuevo
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Ciclismo

Los Induráin cabalgan de nuevo

La última vez que los hermanos Induráin, Miguel y Pruden, compitieron juntos bajo el mismo maillot fue el 21 de julio de 1996, el fin de aquel fatídico Tour. Este sábado los dos ponen rumbo a Marruecos para hacer la Titan Desert con el Kosner

Ampliar 1996.  Pruden y Miguel Induráin ruedan juntos durante una etapa del Tour de Francia, el último de Miguel
1996. Pruden y Miguel Induráin ruedan juntos durante una etapa del Tour de Francia, el último de MiguelArchivo
Actualizado el 26/04/2024 a las 12:56
Todo comenzó en una cena con el grupo de la empresa Kosner que el año pasado hizo la Titan Desert, una exigente prueba de mountain bike de una semana por el Desierto del Atlas. Venga que repetimos. Y Miguel Induráin, que ya la hizo en 2023 y se había hecho a la idea de no volver, se vio en la situación de repetir la aventura en Marruecos. Esta vez le acompañarán también, su hermano Pruden -que nunca la ha hecho- y su cuñado Carmelo, el hermano de Marisa López de Goicoechea. Este viernes partirán con el resto de la expedición de Kosner rumbo a tierras marroquís, donde del 28 de abril al 3 de mayo se enfrentarán a más de 600 kilómetros y más de 6.000 metros de desnivel en seis días por las dunas, montañas y pistas del Atlas. Los Induráin cabalgan de nuevo con el mismo maillot y en una competición, aunque sea de mountain bike.
La diferencia entre 1996 y hoy no solo está en la edad, Miguel ya ha puesto rumbo a los 60 años y Pruden a los 55. Está en el modo. Ambos van al desierto de Marruecos y las montañas del Atlas a disfrutar y terminar la prueba.
“Las dos primeras etapas son las más duras. El resto es rodar y no caerse en la arena”, cuenta Miguel. “El año pasado me di cuenta que la gente rueda según sea el color de la arena por un sitio o por otro. O según haya vegetación. Si caes en la arena no que da otra que coger la bici y seguir pateando, y a la segunda terminas reventado”.
A Pruden Induráin le tira más la carretera que la bici de montaña, pero se lo toma como una aventura de la que quiere disfrutar. “No creo que pueda seguirle a Miguel. Yo voy a disfrutar y a intentar terminar la prueba sin ninguna lesión y a pasarlo bien”, dice el menor de los Induráin. “No tengo mucha experiencia, pero vamos en un gran grupo como es el de Kosner. Luego allí cada uno va a su vagón”.
La Titan Desert no solo es distinta por ser bici de montaña. Está también el medio, el desierto, con todo lo que conlleva en todos los sentidos. Desde la orografía, al clima, sin olvidar que la prueba se desarrolla en un modo vivac. Al término de cada jornada se pernocta en un campamento con jaimas y tiendas de campaña.
2024. Pruden y Miguel Induráin, con sus bicicletas la antevíspera de ir a Marruecos
2024. Pruden y Miguel Induráin, con sus bicicletas la antevíspera de ir a MarruecosJuan Pedro Urdíroz
“Lo que te engancha a esto es el medio en el que se corre. Ves y experimentas cosas que no ves aquí”, comenta Miguel. “Las etapas de las montañas del Atlas al desierto son muy diferentes. En cuanto entras en el desierto te enfrentas a una llanuras tremendas, allí hay que tener la cabeza fresca, porque son horas de rodar y rodar con temperaturas altas”.
COMPETIR DE OTRA FORMA
A la Titan Desert, donde hay más de 600 participantes, aterrizan todo tipo de ciclistas. Hay ex profesionales, hay ocasionales, y los hay que al segundo día se van para casa porque no llegan con la preparación suficiente. Tras su primera experiencia, Miguel Induráin reconoce que ir a rueda ahora compite con dorsal, pero de otra manera.
Los dos primeros días de la Titan a los primeros ni los ves, a partir del tercero las cosas ya cambian. Si te manejas técnicamente, te puedes asomar un poco. Vas 10 kilómetros con ellos, te revientan y vas a tu sitio”, cuenta el pentacampeón. “Lo interesante es poder seguir a alguien que navegue bien por las dunas y el desierto. La cosa es intentar sufrir lo menos posible”.
Pruden Induráin se lo toma con mucha tranquilidad. “A estas alturas de la vida ya no estamos para competir ahí adelante. A mí me gusta salir tres o cuatro horas con los amigos, algún día con Miguel e ir a algunas marchas. Pero yo me lo tomo más para disfrutar, aunque luego te ves ahí e intentas meterte a rueda y aguantar”.
EL GRUPO DE KOSNER
Los hermanos Induráin corren la Titan Desert con el equipo que, por segundo año consecutivo, ha hecho la compañía para prueba. Es un grupo de 62 ciclistas formado por trabajadores y proveedores de toda España, donde hay gente de todo nivel ciclista. Desde practicantes ocasionales, a ex profesionales como Pereiro, Luis León o Chavanel. El equipo tendrá este año una finalidad solidaria también. Donará a la Fundación Luzón para investigar contra la ELA 50 euros por corredor y etapa terminada.
Es un grupo muy diverso, de gremios muy diferentes, pero con la pasión común de la bici; la mayoría somos de Pamplona. Y el ambiente es muy bueno”, comenta Miguel. “El objetivo el año pasado era terminar todos, y lo conseguimos. Este año vamos a intentar repetir. Luego han hecho unos fichajes que van a disputar la general y a por una etapa. Es un grupo majo. Luego haremos mi marcha y algunas más. A todos nos gusta y nos une la bici y lo pasamos muy bien.
Pruden y Miguel tuvieron una concentración en marzo en Cambrils con el equipo, donde hicieron buenas migas. “Cada uno tiene su motivación. La de todos es terminar y aportar al fin solidario que tiene la participación en la carrera, que es ayudar a la investigación contra la ELA”, cuenta.

Las cinco horas de entrenamiento de Miguel

A la Titan Desert no se puede ir con lo puesto si no se quiere sufrir. Y en estos dos años Miguel Induráin ha reverdecido viejos tiempos, en enero ya se había puesto en marcha con los entrenamientos. Eso sí, con la premisa de que cuando hace mal tiempo (mucha agua) no se sale. Y que el factor determinante es el volumen. 
El pentacampeón ha hecho sesiones de cuatro y cinco horas. “Hago cuatro o cinco horas bien. El volumen a mi ritmo no me cuesta, lo que no hago son series. A mi edad ya no estamos para esas cosas”, comenta el pentacampeón. “Aunque sí que lo he pasado mal con el frío”.
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