El jueves 18 por la noche terminaba la visita de los Reyes de España a Países Bajo con un resultado muy positivo. Ambas Casas Reales han fortalecido los lazos ya existentes y han dejado grandes momentos para la posteridad, además de revelar algunos secretos. El viaje comenzaba el 16, cuando Letizia y Felipe VI llegaban a Ámsterdam y se reunían con la comunidad española en el país. Era el paso previo a lo que sería la visita institucional propiamente dicha que ha estado marcada por esa foto de la Reina sentada en el besamanos a causa de su dolencia de pies.

No ha sido la única, las tiaras del tradicional banquete de gala también han copado la atención y la presencia de Amalia en la cena, debutando en este tipo de eventos con total maestría. La princesa heredera ha tenido muchísimo protagonismo en este viaje, no solo por su presencia en dos de las citas, también por lo que su padre, Guillermo, desveló sobre ella. Era un secreto a voces, pero el Rey ha confirmado que su hija ha estado viviendo en Madrid, protegida por Felipe.

[El vestido con maxilazada de Máxima y el truco que la princesa Amalia comparte con Letizia: sus looks de despedida]

Muy cariñosa ha estado la Princesa con los Reyes de España y hay que resaltar también la reverencia absolutamente perfecta con la que los saludó a su llegada al museo STRAAT para el encuentro final del viaje.

Máxima y Letizia son dos de las reinas mejor vestidas de la monarquía europea, así que sus looks también han acaparado la atención. Pero también su especial sintonía y los intereses comunes de su agenda, como su preocupación por la salud mental de los jóvenes. Ambas fueron recibidas en sus apariciones con gritos de "guapas" y aplausos. Para terminar, otro de los grandes momentos de este viaje de Estado ha sido ver a Felipe VI, rendido a la elegancia de su esposa y muy cariñoso. Pasen y vean.

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    El tocado de Letizia

    De todos es sabido que a la Reina no le gustan los accesorios para el pelo, por eso verla con tocado siempre es noticia porque son contadas las ocasiones en las que los usa. Para su primer acto en Holanda eligió este tan original de Balel, la misma firma del que lució en la coronación de Carlos III.

    Para la bienvenida oficial que les dispensaron Guillermo y Máxima eligió este en color camel, con forma de onda y una rede encima, a juego con su capa de Carolina Herrera. Letizia prefiere tocados poco convencionales.
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    Baile de tiaras

    Siempre es lo más esperado en un viaje de Estado: las espectaculares joyas que lucen reinas y princesas. En esta ocasión, Letizia se decantó por la tiara Rusa, cuajada de perlas, y los pendientes de chatones de pasar. Amalia, en su debut en un banquete de gala, lució la tiara Pavo Real de rubíes con el collar, los pendientes y la pulsera a juego.

    Sin embargo, fue Máxima la que acaparó toda la atención con la majestuosa tiara de los Estuardo, coronada por un gran diamante, que hacía un lustro que no salía del joyero.
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    Besamanos sentada

    No hay duda, ha sido el gran momento del viaje. La esposa de Felipe VI no pudo permanecer de pie mientras saludaba a los invitados a la cena de gala debido a sus fuertes dolores en el pie producidos por el neuroma de Morton que padece. Tuvo que sentarse en un taburete y la imagen ha dado la vuelta el mundo.

    Solemne con su vestido azul cobalto de The 2nd Skin y sin mostrar sus sandalias de 12 cm de altura de Martinelli, Letizia cumplía con el protocolo sentada. Ha tenido que lidiar con las molestias durante todo el viaje, lo que ha hecho que en el resto de los actos oficiales luzca zapatos de tacón sensato, más cómodos.
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    Complicidad entre consortes

    La sintonía entre Máxima y Letizia ha sido evidente en todo momento. También sus intereses comunes en cuanto a los temas principales de sus agendas oficiales. El miércoles ambas visitaron el proyecto Lab6, dirigido a ayudar a adolescentes vulnerables con dificultades de adaptación a los que facilitan herramientas para su desarrollo social. En la iniciativa participa la fundación Mind Us, al ser los problemas de salud mental uno de los focos de preocupación crecientes, en especial, tras la pandemia.

    Es precisamente la salud mental una de las grandes preocupaciones de las consortes, pues ambas lo han vivido en sus propias familias con el suicidio de dos seres queridos para ellas.
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    El gesto más cariñoso

    El broche final a la visita la puso la Reina con un increíble vestido de Benchellal, un diseñador de origen marroquí, afincado Holanda que ha vestido en muchas ocasiones a Máxima y a Rania de Jordania. Letizia estaba elegante y sofisticada y hasta Felipe VI parecía atrapado por su belleza y nos regaló este cariñoso gesto cogiéndola de la cintura en el museo STRAAT de Ámsterdam.
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    Firma y recogido

    Otra de las fotos curiosas del viaje ha sido ver a Letizia firmando con un rotulador acrílico en el último acto oficial. Pero no sólo eso, también permitió ver su original peinado. Por primera vez desde que se cortó el pelo, lucía un recogido simulando el efecto de una trenza realizada con nudos en cascada. Cómodo y favorecedor, con parte de los mechones delanteros sueltos.