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Imperio ruso: origen, reinados, expansión y decadencia

Situado en medio de dos continentes Europa y Asia. Un Imperio gobernado por los Zares de forma absolutista, concentrando todo el poder en la figura del Zar. Un poder incuestionable, decidían sobre la guerra, las leyes, los cargos institucionales y la religión. Su poder era infinito y nada, ni nadie se podía interponer a su poder y mucho menos cuestionarlo. Hablamos del Imperio Ruso: Origen, reinados, expansión y decadencia, cómo surgió, quienes fueron sus mayores representantes y como desapareció, a continuación os lo explicamos todo.

Historia y origen del Imperio Ruso

No se puede entender el Imperio Ruso sin saber como surgió Rusia como nación, en definitiva su historia. Ésta historia comienza con la llegada de tribus eslavas orientales y finlandesas.

No fue hasta el año 882 cuando Oleg de Nóvgorod, perteneciente a la región de Nóvgorod, unificó el norte Nóvgorod con el sur Kiev. De esta unión parte el primer estado eslavo oriental, la llamada Rus de Kiev.

Rus de Kiev

En el año 944, el hijo de Oleg, Ígor de Kiev, intentó ocupar una parte de Constantinopla, su incursión no tuvo éxito. Apesar del fracaso, si consiguó un tratado comercial muy importante con el Imperio Bizantino. Como consecuencia de la influencia del Imperio, se propició la cristanización de la Rus de Kiev.

Este acercamiento consiguió fusionar ambas culturas, la eslava y la bizantina. Una unió que se mantuvo en el tiempo durante los siete siglos siguientes.

Sin embargo, la rivalidad entre los distintos principados por el predominio territorial de la Rus de Kiev, terminó por desintegrar dicha unificación. Ante esta debilidad, los tártaros mongoles aprovecharon para terminar dominando toda la región, dominio que perduraría hasta el siglo XVI.

Invasión Mongol de Rus de Kiev

En este periodo, mientras Europa avanzaba, los territorios rusos se habían convertido en unos territorios aislados y muy atrasados.

Sin embargo los territorios del norte Nóvgorod, continuaron prosperando. A pesar de sufrir dos terribles ataques mongoles que la debastaron, crearon una nueva entidad, Moscovia, que en el siglo XIII, pasó a llamarse, el gran Principado de Moscú, principado que siglos después daría lugar al Zarato Ruso.

Escultura Iván el Terrible

No seria hasta principios del siglo XVI, cuando surge una figura de vital importancia, Iván el Terrible (1533-1584) quien fuera jefe del Principado de Moscou.

Tras la separación de un ya desintegrado imperio Mongol, fundó el estado ruso de Moscovia, situando su capital en Moscou. Iván se hizo nombrar Zar o lo que es lo mismo Gran Rey de todo el Imperio Ruso.

Si quieres saber más sobre la persona de Iván el terrible, te recomendamos: Iván «El Terrible» – Biografía de Iván IV de Rusia

Un reinado marcado por el absolutismo que conseguiría ampliar el imperio ruso con la fuerza de sus armas. Con la muerte de Iván el Terrible, surgieron disputas internas, disputas que cesaron en 1613, cuando Miguel Romanoff tomo Moscú y donde se le proclamó nuevo zar. Se inicia así una nueva dinastía que perduraría hasta la caída de Nicolás II en 1917.

Pedro I El Grande

Pedro I El Grande

Pedro I, apodado El Grande, fue el Zar más importante y querido de la dinastía Romanoff. Consciente de las deficiencias de su país, no dudó en conseguir su propia flota aprendiendo de los grandes barcos Holandeses.

Éste trabajó de incógnito en un astillero holandés donde aprendió tanto la forma de contruir los mejores navíos comoel arte de navegar.

Una vez adquiridos los conocimientos necesarios, los trasladó a Rusia donde dirigió la construcción de muchas de sus embarcaciones.

Algo parecido hizo con el ejército, creando un batallón y participando como soldado en el. Así poco a poco fue creándose un gran prestigio en toda Europa. Pero entre los sucesos más significativos de su gobierno, sin duda fue la guerra que mantuvo con el Rey de Suecia, Carlos XII.

Suecia tenía la hegemonía del comercio entre los países del norte, por lo que Dinamarca, Polonia y Rusia decidieron formar una alianza aduanera que consiguiera arruina el comercio sueco.

El rey sueco Carlos XII, era un militar de impecable trayectoria y gran estratega que no dudó en atacar uno a uno a cada uno de los integrantes de esta nueva alianza.

Invasión de Rusia, Carlos XII de Suecia

Venció a Dinamarca, a quien despojó de parte de sus territorios, obligándoles a firmar la paz con unas condiciones consideradas humillantes. Después la emprendió con Polonia, apresando a su rey Augusto II. El tercer enfrentamiento lo tendría contra Pedro el Grande. Carlos XII invadió Rusia, pero esta Rusia era una Rusia renovada y moderna.

Lo que nadie se esperaba, ocurrió. Pedro el Grande le derrotó en la Batalla de Pultawa, obligando al rey sueco a huir hasta Turquía, donde herido, encontró refugio. Esta batalla supuso el final de la guerra y Pedro el Grande a partir de este momento se dedicó a gobernar y modernizar el país.

Si quires ampliar información sobre Carlos XII de Suecia, te recomendamos La impenetrable Rusia vs. Carlos XII

Modernizó el país y amplió las fronteras, donde:

  • Se crearon canales de regadio.
  • Se instauraron numerosos talleres y fábricas.
  • Se fundó una Escuela Naval, una Escuela de Cirugía y una Escuela de Ingenieros.
  • Se creó un Senado aristocrático con funciones legislativas y judiciales.
  • Se organizó los ejércitos, creando el escalafón militar, dando la oportunidad a las personas sin título nobiliario a ascender hasta el escalafón de oficiales
  • Se inició un Santo Sinodo, o sea un consejo de obispos encargados de los asuntos religiosos
  • Se mejoró la condición económica de los campesinos.
  • Trasladó la capital a una nueva ciudad llamada San Petersburgo, bautizada con su mismo nombre (Ciudad de Pedro)
  • Expandió las fronteras del Imperio:
    • Se expandió hacia el Mar Báltico, obteniendo territorio de los suecos, después de su derrota.
    • Hacia el Mar Negro, despojando a los turcos de los territorios que habían arrebatado al Imperio Romano de Oriente.
    • Hacia Polonia 

En 1721, oficialmente lo que había sido el Zarato Ruso, pasó a llamarse Imperio Ruso.

Catalina I

A la muerte de su esposo y sin haber dejado clara su sucesión, en 1724, Catalina fue coronada como Emperatriz de Rusia. Catalina fue un gran apoyo para su esposo, siendo además asesora de éste en cuestiones de estado.

Catalina I de Rusia

Tuvo mucha importancia en la reforma que Pedro I hizo sobre el ejército, acabando con el monopolio que tenían las clases nobles. También propició el nombramiento de cargos públicos atendiendo a su valía y no a sus títulos, lo que propició el apoyo de su pueblo.

Durante la reunión del Consejo que daría el nombre del sucesor, el estadista Ménshikov, mano derecha del fallecido Zar, apoyado por los regimientos de guardias afines a Catalina, dio un golpe. Así fue proclamada con el título de Emperatriz de Rusia. Pero no sólo fueron los regimientos y el secretario del Zar los que vieron con buenos ojos dicho nombramiento, también contó con el apoyo del obispo Pskov.

Podemos decir que Catalina contó con el apoyo de los «hombres nuevos», no pertenecientes a la aristocracia tradicional rusa. Sin embargo, el poder de Catalina se encontraba más cerca de Ménshikov, Pedro Tólstoi y otros miembros del Consejo Supremo, que de la propia Emperatriz.

Ménshikov

El reinado de Catalina se encontró con la oposición del clero tradicional y de los nobles terratenientes eslavos, principales perjudicados por las reformas llevadas a cabo por Pedro I. Además el pueblo llano no entendía como no se había seguido los derechos dinásticos que debían recalar en Pedro.

Pedro el Grande había estado casado previamente con Eudoxia Lopujina a quién rechazó en favor de Catalina. Sin embargo de esa primera unión había nacido un heredero Alexis Petróvich, a quién parece ser, mandó ejecutar. A su vez Alexis también había tenido descendecia, Pedro. Todos estos hechos propiciaron un periodo de contínuos golpes de Estado.

El reinado corto de Catalina, se caracterizó por continuar con la modernización iniciada por el Zar, aunque siempre asesorada por Ménshikov y otros consejeros favoritos. Se creó el Alto Consejo Secreto, atribuyéndole funciones que antes desempeñaba el Senado.

Pedro II

Este traspaso de poder generó una falta de acuerdo entre la nobleza, que terminó por dividirse en muchos partidos. Para solventar este malestar, Catalina nombró como heredero al Príncipe Pedro.

En la política exterior, Catalina apoyó la liga Austro-Española, para apoyar al Duque de Holstein. El Duque estaba casado con su hija, la Princesa Ana Petrovna y padres de quien llegaría a ser Zar con el nombre de Pedro III.

Otras políticas que llevó a cabo fue la de garantizar la seguridad del transporte marítimo del Atlántico formando la Liga de los Neutrales junto a los países escandinavos. Una liga que aisló internacionalmente a Inglaterra durante la guerra de la Independencia de los Estados Unidos.

Academia Rusa de las Ciencias

Siguió apoyando a la Academia de las Ciencias de San Petersburgo, fundada por su marido, contratando a matemáticos de gran renombre. Realizó y mejoró las infraestructuras, como son la construcción de numerosos puentes en San Petersburgo.

Catalina I murió dos años después del fallecimiento de su marido, a causa de la tuberculosis a los 43 años de edad.

Los Romanov

Tras la muerte de Iván IV, Iván el Terrible, como hemos visto al principio, surgieron diferentes disputas por alzarse con el poder. No fue hasta 1613, cuando una asamble formada por nobles acabó con las disputas, eligiendo como Zar a Miguel I de Rusia, sobrino nieto de Iván IV. Quien como hemos visto, inició la dinastía Romanov.

A la muerte de Miguel I, le sucede su hijo Alexis I de Rusia en el año 1645, después su nieto quien reinaría con el nobre de Teodoro III (Fiodor III ) de Rusia en 1676. A la muerte de éste sin descendencia, se inicia un periodo convulso por la sucesión al trono entre los distintos herederos. Los posibles herederos fueron Pedro y sus hermanastros Iván y Sofía.

Iván V de Rusia

El propio Iván se proclamó Rey en 1682 con el nombre de Iván V y bajo la regencia de su hermana Sofia. Sin embargo, Pedro se impuso en 1689 con el nombre de Pedro I El Grande. Con el se inicia un periodo de expansión y modernización de Rusia, siendo el primer rey en adoptar el título de Zar de todas las Rusias.

Fue el propio Pedro quien cambió las leyes sucesorias, dictaminando que sería el propio Zar quien designaría libremente a su sucesor.

Casualidades del destino, el Zar falleció sin establecer su sucesión. Los boyardos, nobles terratenientes eslavos, designaron como sucesora a su esposa Catalina I en 1725.

Ana I de Rusia

A la muerte de Catalina, sube al trono su nieto Pedro II en 1727. A la muerte de Pedro tres años después, le sucede Ana Ivanovna en 1730, quien reinaría con el nombre de Ana I.

Tras la muerte de Ana, el título de Zar recayó en el Alemán Iván VI en 1740, reinando tan sólo un año. Después el Trono volvió otra vez a la familia Romanov, subiendo al trono la Zarina Isabel I, nieta de Pedro I en 1741. Con la muerte de la Zarina Isabel se extigue el linaje.

A partir de ahora, la Casa que reinaría sería la de Holstein-Gottorp, aunque siguieron conservando el nombre de Romanov o Romanoff.

Pedro III de Rusia

A la muerte de Isabel, el trono es ocupado por su sobrino, Pedro III en 1761, éste llenó la corte de influencia Alemana. Su gran admiración por Federico II el Grande de Prusia, significó el fin de la Guerra de los Siete Años.

Sin embargo y dependiendo de los historiadores, una conspiración de la nobleza y del clero o bien de su mujer, obligó a Pedro III a abdicar. Alzándose en el trono su esposa Catalina II de Rusia en 1762 a pesar de que dinásticamente le tocaría reinar a su hijo Pablo I.

Pablo I de Rusia

Catalina, no obstante, le señaló como su sucesor al trono quien lo ocuparía en 1796 tras la muerte de su madre.

Pablo murió tras una conspiración en 1801, la conspiración estaba encabezada por su propio hijo el Príncipe Constantino quién renunció al trono. En 1801, accede al trono su el hijo mayor, quien reinaría con el nombre de Alejandro I, tras su muerte en 1825, le sucede su hermano Nicolás I.

Alejandro II

A partir de este momento, se vuelve al estilo de sucesión tradicional, pasando el título de Zar de padres a hijos. Así, a la muerte de Nicolás I, le sucede su hijo Alejandro II en 1855. Después en 1881, Alejandro III y en 1894 el último Zar, Nicolás II hasta 1917.

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