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Las fabulosas joyas de Federica de Grecia que llevan la reina Sofía y Marie-Chantal Miller: tiaras de diamantes y broches compartidos con Letizia

Author: mujerhoy

Elena Castelló

A pesar de la salida precipitada hacia el exilio de Constantino de Grecia y su familia, a finales de 1967, el joven rey pudo rescatar la colección privada de joyas de la realeza griega que habían pasado de reina en reina.
El joyero de la reina Federica de Hannover que, a su muerte, heredaron su hijo el rey Constantino y su nuera Ana María y
sus hijas Sofía e Irene –aunque está última no ha lucido joyas en los últimos cincuenta años– fue uno de los más fabulosos de Europa, solo igualado por
el de la monarquía británica.

En él se encontraban
piezas de los Hannover y de las dotes de las reinas que precedieron a Federica, así como de las princesas prusianas, rusas, inglesas y alemanas, además de danesas y suecas que formaron parte de la familia. Muchas de estas fabulosas joyas, que han pasado al
joyero personal de doña Sofía, tienen un valor incalculable.

Pero, sobre todo, un gran valor sentimental para ella, al igual que lo tienen para la reina Ana María y, en un futuro, lo tendrán para su hija, la princesa Alexia, su nieta Olimpia y su nuera
Marie-Chantal Miller. La reina Letizia ha lucido, en alguna ocasión, algunas de las piezas de doña Sofía. Lo más probable es que
las hereden las infantas Elena y Cristina y sus nietas, Leonor y Sofía.

Repasamos algunas de
las piezas más espectaculares de esta colección, sin olvidar que, en el joyero de doña Sofía, hay también pulseras de oro, broches de diamantes, pendientes y collares que llevan tiempo guardados y que también pertenecieron a su madre, la reina Federica.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La tiara prusiana

Es, sin duda, una de las piezas más conocidas e importantes del ajuar que la reina Federica legó a su primogénita. Es
la tiara con la que se casó la reina Sofía y la que escogió también
doña Letizia para su boda. Perteneció a la familia Brunswick-Prusia, de la que descendía Federica.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Es un diseño de estilo neoclásico y estética griega, elaborado en 1913, en Berlín, por los joyeros Robert y Louis Koch, como regalo de boda del káiser Guillermo II a su hija Victoria Luisa, abuela de doña Sofía, por su boda con Ernesto Augusto III de Hannover. Victoria Luisa se la regaló a su hija Federica cuando ésta se casó con el rey Pablo I de Grecia. Y Federica se la pasó a Sofía por su matrimonio con Juan Carlos.
Es de diamantes y platino, con un diseño superior en forma de laurel e inferior evocando una greca griega. En el centro lleva una lágrima de diamante de gran tamaño. Durante años, ha sido
la favorita de la reina Sofía.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

La tiara de diamantes de la reina Sofía

El día de
su boda con el rey Pablo, que tuvo lugar el 9 de enero de 1938 en Atenas, Federica de Hannover eligió adornarse con una imponente tiara de diamantes que había pertenecido a su suegra, Sofía de Prusia: la corona nupcial de diamantes de los Hannover, que también podía convertirse en collar. Se creía perdida, pero
Marie Chantal de Grecia recuperó esta diadema, una de las favoritas de la reina Federica, en la celebración del decimoctavo cumpleaños del príncipe Christian de Dinamarca.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

La tiara destaca por sus grandes diamantes engastados y su diseño floral.
Federica la usó para su boda, para distintos retratos oficiales y la llevó consigo durante su exilio. Es una pieza de exquisita orfebrería, regalo para la futura reina Sofía, nacida princesa de Prusia y Alemania, por su boda, en 1889, con el heredero al trono griego Constantino I.

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

Colgante cabujón de rubí

Son numerosas las fotografías en las que la reina Federica lo luce, aunque de distintas maneras. La más habitual es la que imitó su hija doña Sofía, esto es,
enganchado a uno o varios hilos de perlas.

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

Se trata de un rubí cabujón (pulido, no tallado) de forma ovalada y con dos hileras de diamantes a los lados engastadas en platino.
Doña Sofía lo utilizó en la coronación de Felipe VI y en el 70º aniversario del rey emérito.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

Broche de las tres flores

Es una de las piezas más originales legadas a la reina por su madre. Está elaborado en jade de varios colores –amarillo, rosa y morado– y decorado con dos hojas verdes.
Doña Sofía lo lució en la boda de Pablo y Marie-Chantal Miller.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

El juego nupcial de pendientes y collar

Fue un regalo de Federica de Grecia a su hija con motivo de su boda con don Juan Carlos, en 1962. Ambas piezas combinan muy bien con la tiara prusiana, por su delicadeza y el diseño móvil de los pendientes.
Doña Sofía se los prestó a su nuera, doña Letizia, en 2008, para una cena oficial. El collar es de diamantes y de él cuelga un colgante en forma de flor. Los pendientes, también de diamantes, tienen un aire muy similar al adorno griego central en forma de lágrima de la tiara prusiana.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La tiara griega con aderezo de esmeraldas

Es una de
las piezas más espectaculares de la realeza europea. Se trata de una diadema de estilo «kokochnik» o ruso, adornada con esmeraldas y diamantes en talla cabujón, que se puede lucir como collar también. Fue un encargo de Elena de Rumanía, esposa del rey Jorge II de Grecia, a principios del siglo XX y se utilizaron piezas de la
colección personal de la reina Olga, su suegra, esposa de Jorge I. El aderezo consta de pendientes, gargantilla y broche «devant corsage».

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

Lo han lucido todas las reinas de Grecia, pero solo pueden hacerlo cuando ciñen la corona. El conjunto fue un regalo que recibió la gran duquesa Olga, nieta de Nicolás I de Rusia, por su matrimonio con el rey Jorge I de Grecia. La reina Federica de Grecia lució el conjunto en la boda de la princesa Isabel y el duque de Edimburgo en 1947 y, después,
se lo regaló a la princesa Ana María, por su compromiso con su hijo Constantino.

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo

Este es otro de
los diseños más bellos del ajuar de la reina Federica. Perteneció a la reina Olga. El rey Pablo I recuperó el aderezo para regalárselo a su esposa, que se lo legó a la princesa Ana María, su nuera. Se dice que, después de casarse con el rey Jorge I de Grecia en 1867, éste le regalaba cada año un rubí «sangre de paloma» por su aniversario a su esposa, la reina Olga. Con el tiempo pudo encargar un aderezo magnífico con un diseño de corona de laurel, símbolo de la antigua Grecia.

La reina Federica con los broches gemelos. /

Getty

Broches de rubíes

Esta es otra de las piezas más apreciadas por la reina Sofía. Se pusieron de moda en los años veinte y treinta y la madre de la reina dispuso de varias piezas gemelas de diamantes y rubíes de
estilo «Art Déco».

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

La reina Sofía lo has utilizado en numerosas cenas oficiales para sujetar las bandas condecorativas. Fue uno de estos juegos el que utilizó doña Letizia en su «presentación oficial» en la
boda de Federico y Mary de Dinamarca.

Author: mujerhoy

Elena Castelló

A pesar de la salida precipitada hacia el exilio de Constantino de Grecia y su familia, a finales de 1967, el joven rey pudo rescatar la colección privada de joyas de la realeza griega que habían pasado de reina en reina.
El joyero de la reina Federica de Hannover que, a su muerte, heredaron su hijo el rey Constantino y su nuera Ana María y
sus hijas Sofía e Irene –aunque está última no ha lucido joyas en los últimos cincuenta años– fue uno de los más fabulosos de Europa, solo igualado por
el de la monarquía británica.

En él se encontraban
piezas de los Hannover y de las dotes de las reinas que precedieron a Federica, así como de las princesas prusianas, rusas, inglesas y alemanas, además de danesas y suecas que formaron parte de la familia. Muchas de estas fabulosas joyas, que han pasado al
joyero personal de doña Sofía, tienen un valor incalculable.

Pero, sobre todo, un gran valor sentimental para ella, al igual que lo tienen para la reina Ana María y, en un futuro, lo tendrán para su hija, la princesa Alexia, su nieta Olimpia y su nuera
Marie-Chantal Miller. La reina Letizia ha lucido, en alguna ocasión, algunas de las piezas de doña Sofía. Lo más probable es que
las hereden las infantas Elena y Cristina y sus nietas, Leonor y Sofía.

Repasamos algunas de
las piezas más espectaculares de esta colección, sin olvidar que, en el joyero de doña Sofía, hay también pulseras de oro, broches de diamantes, pendientes y collares que llevan tiempo guardados y que también pertenecieron a su madre, la reina Federica.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La reina Sofía con la tiara Prusiana de la reina Federica el día de su boda con don Juan Carlos. Foto: Gtres.

La tiara prusiana

Es, sin duda, una de las piezas más conocidas e importantes del ajuar que la reina Federica legó a su primogénita. Es
la tiara con la que se casó la reina Sofía y la que escogió también
doña Letizia para su boda. Perteneció a la familia Brunswick-Prusia, de la que descendía Federica.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Doña Letizia con la tiara Prusiana el día de su boda.

Es un diseño de estilo neoclásico y estética griega, elaborado en 1913, en Berlín, por los joyeros Robert y Louis Koch, como regalo de boda del káiser Guillermo II a su hija Victoria Luisa, abuela de doña Sofía, por su boda con Ernesto Augusto III de Hannover. Victoria Luisa se la regaló a su hija Federica cuando ésta se casó con el rey Pablo I de Grecia. Y Federica se la pasó a Sofía por su matrimonio con Juan Carlos.
Es de diamantes y platino, con un diseño superior en forma de laurel e inferior evocando una greca griega. En el centro lleva una lágrima de diamante de gran tamaño. Durante años, ha sido
la favorita de la reina Sofía.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

Federica de Hannover el día de su boda con el rey Pablo. Foto: Getty.

La tiara de diamantes de la reina Sofía

El día de
su boda con el rey Pablo, que tuvo lugar el 9 de enero de 1938 en Atenas, Federica de Hannover eligió adornarse con una imponente tiara de diamantes que había pertenecido a su suegra, Sofía de Prusia: la corona nupcial de diamantes de los Hannover, que también podía convertirse en collar. Se creía perdida, pero
Marie Chantal de Grecia recuperó esta diadema, una de las favoritas de la reina Federica, en la celebración del decimoctavo cumpleaños del príncipe Christian de Dinamarca.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

Marie-Chantal Miller en el cumpleaños de su hijo Christian.

La tiara destaca por sus grandes diamantes engastados y su diseño floral.
Federica la usó para su boda, para distintos retratos oficiales y la llevó consigo durante su exilio. Es una pieza de exquisita orfebrería, regalo para la futura reina Sofía, nacida princesa de Prusia y Alemania, por su boda, en 1889, con el heredero al trono griego Constantino I.

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

La reina Federica con el colgante cabujón de rubí. Foto: Gtres

Colgante cabujón de rubí

Son numerosas las fotografías en las que la reina Federica lo luce, aunque de distintas maneras. La más habitual es la que imitó su hija doña Sofía, esto es,
enganchado a uno o varios hilos de perlas.

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

La reina Sofía en la proclamación de Felipe VI. Foto: Gtres

Se trata de un rubí cabujón (pulido, no tallado) de forma ovalada y con dos hileras de diamantes a los lados engastadas en platino.
Doña Sofía lo utilizó en la coronación de Felipe VI y en el 70º aniversario del rey emérito.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

La reina Sofía con el broche de flores en la boda de Marie Chantal. Foto: Gtres.

Broche de las tres flores

Es una de las piezas más originales legadas a la reina por su madre. Está elaborado en jade de varios colores –amarillo, rosa y morado– y decorado con dos hojas verdes.
Doña Sofía lo lució en la boda de Pablo y Marie-Chantal Miller.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el conjunto de la reina Sofía. Foto: Gtres.

El juego nupcial de pendientes y collar

Fue un regalo de Federica de Grecia a su hija con motivo de su boda con don Juan Carlos, en 1962. Ambas piezas combinan muy bien con la tiara prusiana, por su delicadeza y el diseño móvil de los pendientes.
Doña Sofía se los prestó a su nuera, doña Letizia, en 2008, para una cena oficial. El collar es de diamantes y de él cuelga un colgante en forma de flor. Los pendientes, también de diamantes, tienen un aire muy similar al adorno griego central en forma de lágrima de la tiara prusiana.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La reina Federica con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Getty.

La tiara griega con aderezo de esmeraldas

Es una de
las piezas más espectaculares de la realeza europea. Se trata de una diadema de estilo «kokochnik» o ruso, adornada con esmeraldas y diamantes en talla cabujón, que se puede lucir como collar también. Fue un encargo de Elena de Rumanía, esposa del rey Jorge II de Grecia, a principios del siglo XX y se utilizaron piezas de la
colección personal de la reina Olga, su suegra, esposa de Jorge I. El aderezo consta de pendientes, gargantilla y broche «devant corsage».

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara griega con aderezo de esmeraldas. Foto: Gtres

Lo han lucido todas las reinas de Grecia, pero solo pueden hacerlo cuando ciñen la corona. El conjunto fue un regalo que recibió la gran duquesa Olga, nieta de Nicolás I de Rusia, por su matrimonio con el rey Jorge I de Grecia. La reina Federica de Grecia lució el conjunto en la boda de la princesa Isabel y el duque de Edimburgo en 1947 y, después,
se lo regaló a la princesa Ana María, por su compromiso con su hijo Constantino.

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La reina Ana María con la tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo. Foto: Gtres

La tiara de diamantes y rubíes con ramas de olivo

Este es otro de
los diseños más bellos del ajuar de la reina Federica. Perteneció a la reina Olga. El rey Pablo I recuperó el aderezo para regalárselo a su esposa, que se lo legó a la princesa Ana María, su nuera. Se dice que, después de casarse con el rey Jorge I de Grecia en 1867, éste le regalaba cada año un rubí «sangre de paloma» por su aniversario a su esposa, la reina Olga. Con el tiempo pudo encargar un aderezo magnífico con un diseño de corona de laurel, símbolo de la antigua Grecia.

La reina Federica con los broches gemelos.

La reina Federica con los broches gemelos. /

Getty

Broches de rubíes

Esta es otra de las piezas más apreciadas por la reina Sofía. Se pusieron de moda en los años veinte y treinta y la madre de la reina dispuso de varias piezas gemelas de diamantes y rubíes de
estilo «Art Déco».

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

Doña Letizia con los broches gemelos en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Foto: Gtres

La reina Sofía lo has utilizado en numerosas cenas oficiales para sujetar las bandas condecorativas. Fue uno de estos juegos el que utilizó doña Letizia en su «presentación oficial» en la
boda de Federico y Mary de Dinamarca.

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