Los grupos Trueno y Zarpazo “fueron creados para matar”
El teniente (r) Carlos Andrés Lora Cabrales reveló que el coronel (r) Publio Hernán Mejía le dio al orden para ir al sitio donde cometió su primer crimen en marzo de 2003.
En el último día de audiencia de reconocimiento por ‘falsos positivos’ en el Caribe, la JEP escuchó a otra parte de los comparecientes y víctimas de estos crímenes en esta región del país.
En la diligencia, se hablará del segundo patrón criminal identificado por la Sala de Reconocimiento que tiene que ver con la lógica en la que, para responder a la presión por resultados, los miliares mataron a personas en condición de vulnerabilidad, por cuyas muertes, creían que nadie reclamaría.
En su intervención, el teniente (r) Carlos Andrés Lora Cabrales señaló que fue excomandante del grupo especial Trueno, un “pelotón que fue creado para asesinar personas”.
“Estos dos pelotones (Zarpazo y Trueno) eran una máquina de guerra y se volvieron una maquinaria de muerte”. Y agregó que la presión por resultados se ejercía “a todos los niveles”, dijo el militar.
Lora relató que la primera vez que participó en el asesinato de un civil fue en marzo de 2003, en el sector de La Mesa, Cesar. Según dijo, el coronel (r) Publio Hernán Mejía “les dio la orden de dirigirse al sitio. Allí estaban Manuel Padilla, Efraín Andrade y el mayor (r) José Pastor Ruiz”.
En ese momento, según contó, los militares “simularon un” y en una choza encontraron a tres víctimas que presentaron como bajas. “Pero ahí no hubo combate”, explicó Lora. Y agregó: “Cuando llegamos al batallón hay una especie de agasajo, un asado y me felicitan. (...) Ahí empieza mi carrera de asesinatos”.
A su vez, el mayor Guillermo Gutiérrez Riveros, asumió que la presión que ejercía “alentaba a continuar con esta barbarie y a producir esos resultados operacionales que nos trajeron nefastas consecuencias”.
“Con el coronel Figueroa (Juan Carlos) se implementaron ‘los premios’ que consistían en permisos de 15 días a un mes y una remuneración de plata en efectivo”, dijo Gutiérrez y agregó que “toda la documentación se hacía de forma impecable para dar legalidad a las muertes fuera de combate”.
"Quiero pedirles perdón a las comunidades indígenas por haberle causado daño a su territorio, sus creencias y sus costumbres. Me comprometo a hacer lo que la JEP disponga. Su batallón La Popa, de la época, les falló. No cumplimos con nuestra misión”, les dijo Gutiérrez Riveros.
