Berlín siguió siendo una ciudad pequeña, pacífica y virgen hasta 1415. No se sabe mucho sobre el Berlín de antes de esa época. Pero entonces llegaron los Hohenzollern. En 1415, la Casa de Hohenzollern recibió el margraviato del Electorado de Brandeburgo, en el que Berlín ocupaba una posición central. El primer elector fue Federico I (1371-1440).
Los Hohenzollern
Los Hohenzollern conservaron este estatus hasta el final de la Primera Guerra Mundial, primero como margraves, luego como electores de Brandeburgo, después como reyes de Prusia y finalmente como emperadores de Alemania.
En 1451, Berlín se convirtió en la residencia de los Hohenzollern.
Fue el relativamente brutal Federico II de Brandeburgo (1413-1471), también conocido como Dientes de Hierro, quien hizo de Berlín su capital. Berlín se convirtió en la capital del electorado de Brandeburgo, pero en la Edad Media tuvo una existencia relativamente insignificante en el noreste de Alemania, que entonces era la periferia del Sacro Imperio Romano Germánico.
En el siglo XVII, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), al igual que para el resto de Alemania, también tuvo consecuencias fatales para Berlín, y sin embargo, quizás fue precisamente la Guerra de los Treinta Años la que creó el lugar de Berlín en la historia mundial. Alrededor de un tercio de las casas de la ciudad fueron destruidas y su población se redujo a la mitad. Había espacio para la inmigración.
Federico I fue coronado rey de Prusia en 1701 y Berlín se convirtió en la capital del creciente Reino de Prusia. El cambio de elector a rey supuso un cambio en el prestigio del emperador romano alemán.
En el siglo XVIII.
Su hijo y sucesor, Federico Guillermo I de Prusia, que fue rey de 1713 a 1740, se centró en consolidar la base de poder de Prusia, lo que hizo construyendo un ejército impresionante para un país europeo tan pequeño. Tal vez por eso Prusia nunca fue atacada, y el apodo de Federico Guillermo I de «rey soldado» disimula el hecho de que nunca estuvo realmente en guerra.
El Imperio de los Habsburgo (Austria) ya no tenía la pretensión exclusiva de ser una gran potencia en el Sacro Imperio Romano Germánico. Federico el Grande hizo de la ciudad de Berlín una potencia intelectual en el norte de Alemania y, con su forma de pensar tan ilustrada, consiguió atraer a muchos grandes pensadores. Voltaire, por ejemplo, pasó por allí.
Con el colapso del Imperio Alemán en 1806 y la derrota final de Napoleón unos años más tarde, Prusia pudo ocupar una posición cada vez más fuerte en Alemania, y los numerosos estados pequeños del norte de Alemania pasaron a depender de Prusia para su protección.
Prusia era la potencia dominante en el territorio alemán, y su capital era Berlín. Salvo el detalle de que Napoleón lo había conquistado todo -de 1806 a 1813, fueron los franceses los que llevaron la batuta- también en Berlín.
Berlín siguió desarrollándose a pesar de la ocupación napoleónica del 24 de octubre de 1806 al 1 de diciembre de 1808. En la Guerra de Liberación de 1813, berlineses y cosacos rusos se ayudaron mutuamente para expulsar a los franceses.
Berlín recibió el alumbrado de gas en 1826 y el ferrocarril a Potsdam se inauguró en 1838. En 1840, Berlín tenía 329.000 habitantes, una ciudad mayor que la actual Aarhus. En 1858, la población había crecido hasta los 458.000 habitantes. Todos los berlineses seguían viviendo dentro de los muros de Berlín. El modelo se puede ver hoy en día por las puertas de la muralla estaban donde hoy se llama … tor. Por ejemplo, Brandenburger Tor, Oranienburger Tor, Wassertor, Kottbusser Tor, Görlitzer Tor, etc.
La Confederación de Alemania del Norte consolidó el poder de Prusia. Berlín creció en tamaño e importancia. Después de que los prusianos derrotaran a su principal competidor en territorio alemán, Austria, en 1866. El Rey de Prusia cambió su título a Emperador.
Berlín se convierte en la capital del segundo Reich alemán, la familia Hohenzollern se convierte en emperador y Otto von Bismarck es un dictador casi absoluto, aunque se permite que un parlamento pueda opinar. Fue Bismarck quien decidió.
Al mismo tiempo, la industrialización provocó un crecimiento espectacular de Berlín, que se convirtió en el centro económico de Alemania y en la ciudad de más rápido crecimiento del mundo. A finales de siglo, su población alcanzaba casi los dos millones de habitantes.
La Primera Guerra Mundial
En 1918, tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, se proclamó la República de Weimar en la capital alemana, Berlín. No más emperadores ni reyes prusianos. Había un ambiente revolucionario en la ciudad y luchas por el poder.
Pero Berlín se recuperó y durante la década de 1920 cada vez más suburbios se integraron en Berlín. Berlín es ahora una de las mayores ciudades del mundo, con unos 4 millones de habitantes.
Este crecimiento se refleja en la necesidad de transporte. Nada menos que 14 líneas de ferrocarril y 25 estaciones se encontraban en los alrededores de la ciudad. Para ayudar a los habitantes de la ciudad a desplazarse, había 122 estaciones de tren de cercanías, 41 estaciones de tren urbano y de circunvalación, 7 estaciones de guardabosques y 7 estaciones de smaaban.
El cine y el teatro florecieron. En los años 20, la ciudad era conocida por su ambiente cultural increíblemente excitante y libre, donde se ponían a prueba muchos límites, incluidos los sexuales. Esto duró hasta el Crash de Wall Street de 1929, cuando una crisis financiera mundial provocó el desempleo y el desánimo. Y tal vez proporcionó un terreno fértil para los nazis.
El Tercer Reich: guerra, persecución y dictadura
En 1933, Adolf Hitler y los nazis llegaron al poder y pusieron fin a la creatividad de la ciudad de Berlín.
En pocos meses, la ciudad se convirtió en el centro de uno de los regímenes más viles del mundo.
Los nazis no tardaron en hacer intolerable la vida de la gran minoría judía de la ciudad, compuesta por 170.000 personas. Berlín fue la capital absoluta del Tercer Reich y, para todos menos para los alemanes, se convirtió en el símbolo de la Ciudad del Mal. Hitler y su arquitecto tenían grandes planes para construir la ciudad mundial de Germania. La fiesta, que estaba muy avanzada en Berlín, fue pisoteada por las botas de los nazis.
La población era casi un millón mayor que la actual.
Barrios enteros fueron destruidos y muchos habitantes perecieron en el bombardeo. La ciudad todavía lleva las marcas de las muchas casas que se construyeron apresuradamente después de la guerra. Los edificios nazis y muchos de los más antiguos e imperiales han desaparecido o han quedado como ruinas de hollín. El castillo real fue abandonado y demolido por las autoridades de la RDA a mediados de la década de 1950.
Tras la guerra, Berlín se dividió en cuatro sectores: británico, francés, estadounidense y soviético.
La propia Alemania se dividió en seis partes. La parte más oriental de Prusia, incluida Königsberg, cayó en manos de la Unión Soviética y ahora es territorio ruso. Los territorios alemanes al este del Oder fueron tomados por Polonia y siguen siendo territorio polaco. El resto de Alemania se dividió en 4 zonas: rusa, británica, francesa y americana.
Una mitad estaba controlada por la Unión Soviética y la otra por los Aliados.
A los soviéticos no les gustaba que Berlín estuviera en medio de Alemania Oriental y en 1948 los rusos cerraron las mercancías y el transporte hacia y desde Berlín. Berlín fue sellada y pronto asfixiada por la escasez de alimentos y energía. La operación fracasó porque los americanos empezaron a robar momentáneamente los suministros a Berlín. Tan eficazmente, de hecho, que se llamó puente aéreo,
El descontento de los berlineses orientales con el dominio soviético en Berlín Oriental condujo a una gran manifestación el 17 de junio de 1953, que fue reprimida con sangre. En el Oeste, no había nada que hacer más que mirar. Strasse des 17. Juni, en el centro de Berlín -en el lado oeste- es un recuerdo de esta revuelta.
La RDA nació en 1949. La parte oriental de la ciudad, Berlín Oriental, se convirtió en la capital. Berlín Occidental se convirtió en un enclave, una isla, en medio de un país del bloque oriental, y por tanto en un escaparate de la democracia y la economía de mercado. La economía de mercado directamente contra la economía planificada. Democracia frente a dictadura. Libertad frente a igualdad. Estado del bienestar frente a Estado total.
La solución fue construir un muro y mantenerlo. Los alemanes están efectivamente divididos en dos. Oriente y Occidente.
El 13 de agosto de 1961, Berlín fue cortada en dos por sorpresa. No vino nadie. De repente, la pared estaba allí. Las familias y los amigos se separaron al instante. El muro, que se convirtió en el símbolo del Telón de Acero y de la división de Europa, estuvo custodiado por campos de minas, alambre de espino y soldados hasta 1989, cuando el régimen comunista tuvo que ceder a la presión popular.
Varios centenares de personas murieron tratando de escapar por el muro durante la Guerra Fría.
1989 Caída del muro y reunificación
En 1989, los pasos fronterizos se abrieron a los alemanes del Este tras una fuerte y sostenida presión de la población. Toda la población de Berlín se echó a la calle en una celebración espontánea, mientras el resto de Europa respiraba aliviada. El Muro había caído. Hoy en día, no queda mucho de la Muralla.
El 20 de junio de 1991, el Bundestag alemán decidió que Berlín sería la nueva capital de la Alemania reunificada. Berlín volvió a ser la capital de la Alemania unida en 1999. El gobierno y muchos ministerios importantes se trasladaron de Bonn a Berlín en 1999, y Berlín vuelve a ser una de las ciudades más importantes de Europa.
Con la reunificación en 1989, los alemanes del Este volvieron a ser libres para viajar, y lo hicieron con estilo. Muchos pisos de los céntricos barrios de Prenzlauer Berg, Mitte y Friedrichshain quedaron vacíos y muchos polígonos industriales fueron abandonados. Además, tras la Segunda Guerra Mundial se abandonaron grandes extensiones de edificios y terrenos con muros largos. Berlín se convirtió en una ciudad con mucho espacio y alquileres muy bajos, si las casas no estaban simplemente ocupadas por bz y otros anarquistas.
