¿Quién fue Federico García Lorca?
Federico García Lorca (1898-1936) fue un prosista, poeta y dramaturgo español, considerado uno de los más importantes de la generación del 27, además gozó de popularidad en la literatura española del siglo XX.
La obra de García Lorca fue original y organizada, se caracterizó, entre otras cosas, por el uso constante de metáforas y símbolos. Los temas principales en el trabajo del escritor fueron la frustración, el amor y el deseo. Una de sus obras más famosas ha sido La casa de Bernarda Alba.
García Lorca destacó en el teatro. En este género literario escribió, produjo y participó en el montaje y la escenificación de varias piezas teatrales. Su teatro fue dramático, donde lo visual se impuso, y predominó el uso de canciones populares con orígenes en la cultura andaluza.
Biografía de Federico García Lorca
Nacimiento y familia
El poeta nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, Granada, en el seno de una familia de buen nivel económico. Sus padres fueron Federico García Rodríguez, hacendado, y la maestra Vicenta Lorca Romero, determinante en la pasión literaria de García Lorca.
Estudios y primeros pasos literarios del poeta
Sus primeros años de formación sucedieron en su ciudad natal, con la participación de su madre. En 1908, cuando tenía diez años, se fue a vivir a Almería con su familia. Estando en ese lugar inició los estudios de bachillerato, un año después se fue a Granada y allí los culminó.
Después de obtener el grado de bachiller, en 1914, se inscribió en la Universidad de Granada para estudiar derecho, filosofía y letras. Fue en esa etapa de su vida donde comenzó a tener más contacto con el mundo literario. Con frecuencia asistió a las tertulias que se daban en los cafés.
El tiempo en la universidad fue para Lorca de aprendizaje y exploración. Con uno de sus profesores, y algunos compañeros de clases, recorrió varias localidades de España. Fueron esos viajes los que activaron su vena de escritor. En 1918 publicó su primera obra en prosa: Impresiones y paisajes.
Entre la Residencia de Estudiantes y la escritura
Durante la primavera de 1919 algunos de sus amigos se fueron a Madrid, a la Residencia de Estudiantes. Así que el joven quiso seguirles los pasos, y tras convencer a sus padres, él también fue a estudiar en dicha institución.
El tiempo que García Lorca pasó en la Residencia influyó de manera notable en su desarrollo como escritor y poeta. Eso se debió a la forma en que se relacionó con intelectuales como Luis Buñuel, Salvador Dalí o Rafael Alberti, librándose del ambiente de provincia.
Entre 1919 y 1921 estrenó la obra de teatro El maleficio de la mariposa, al tiempo que desarrolló otras. También publicó Libro de poemas, y comenzó su amistad con el escritor Juan Ramón Jiménez, determinante para su poesía.
Tiempo productivo en Granada
A mediados de 1921 el poeta regresó a Granada, donde tuvo la oportunidad de conocer a Manuel de Falla, notable músico y compositor. Juntos desarrollaron varios proyectos musicales, algunos sobre el cante jondo y también representaciones con títeres.
Fue en Granada donde se inspiró para escribir Poema de cante jondo, que se publicó diez años más tarde, en 1931. En enero de 1923, en la fiesta de su hermana Isabel, hizo una adaptación con títeres del cuento folclórico andaluz La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón.
El poeta y Dalí
Después de estar en Granada, García Lorca viajó en 1925 a Cadaqués, para pasar una temporada con su amigo Salvador Dalí. El pintor alentó al poeta a pintar, mientras que este escribió Oda a Salvador Dalí, publicada en 1926 en la Revista de Occidente.
Bajón emocional en la vida de García Lorca
Ya había alcanzado consagración y la madurez como poeta en el periodo de 1924 a 1927. Sin embargo, no se sintió del todo pleno con el éxito de Canciones y Primer romancero gitano, pues lo señalaron de costumbrista y a favor de los gitanos.
Sumado al miedo que sintió de ser encasillado por desarrollar temas sobre los gitanos, estuvieron también las críticas negativas de sus amigos Buñuel y Dalí. Además, sufrió la ruptura de su relación amorosa con el escultor Emilio Aladrén.
Muy a pesar de su “honda crisis”, como él mismo la describió, siguió adelante, y no paró de producir. En 1928 fundó la revista cultural Gallo, pero solamente pudieron publicarse dos ejemplares. En el teatro, la dictadura de Primo de Rivera le prohibió estrenar Amor don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Un Poeta en Nueva York y La Habana
En 1929, García Lorca aceptó la invitación que su amigo Fernando de los Ríos le hizo para ir a Nueva York. Consideró que el viaje le permitiría encontrarse consigo mismo, renovarse, conocer, aprender inglés y olvidar su desdicha amorosa. Fue una de las experiencias más enriquecedoras que tuvo.
La cultura neoyorquina lo impresionó, de igual forma la economía y el trato humillante que tenían hacia la raza negra. La experiencia vivida y todo lo que observó le dieron material para escribir Poeta en Nueva York. Esta obra se publicó cuatro años después de su fallecimiento.
Tras un año en la Gran Manzana, en marzo de 1930 viajó a La Habana, Cuba, interesado en conocer su cultura, música y folclore. Durante ese tiempo se dedicó a escribir dos obras de teatro: El público y Así que pasen cinco años. Después de tres meses regresó a Madrid.
La Barraca, teatro para el pueblo
García Lorca fue un hombre de pensamiento e ideas liberales, que le animaron a llevar entretenimiento y conocimiento a la gente. La fórmula que desarrolló para tal fin fue la creación de un grupo de teatro universitario ambulante, que se llamó La Barraca.
El proyecto se llevó a cabo en 1931, cuando nació la Segunda República, y se presentó en varias ciudades del país. Se dramatizaron las obras más importantes de autores destacados, como Miguel de Cervantes y Lope de Vega. Sin embargo, el proyecto se vio empañado por la guerra civil.
Lorca en América
El talento de Lorca lo llevó a cruzar fronteras varias veces. En 1933 recibió una invitación de la actriz argentina Lola Membrives para ir a Buenos Aires. En ese tiempo se estrenó con éxito su obra Bodas de Sangre, y pudo desempeñarse como director.
Los seis meses que el dramaturgo pasó en Argentina fueron de crecimiento y éxito profesional, así como de solidez económica. Las puertas del teatro se mantuvieron abiertas, y tuvo la oportunidad de dirigir, entre otras obras, La zapatera prodigiosa, y una adaptación de La dama boba de Lope de Vega.
De regreso a España
Después de conocer a personalidades intelectuales, como los poetas Pablo Neruda y Carlos Molinari, y ofrecer conferencias y charlas, Lorca regresó a España en 1934. Ya en su país, se dio a la tarea de culminar varias obras, como Yerma, Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba.
El poeta y dramaturgo se mantuvo activo; en Barcelona dirigió varias de sus obras, dio conferencias y recitó sus poemas. Su proyecto La Barraca aún se presentaba. Posteriormente, volvió a América, específicamente a Uruguay, donde conoció a varios colegas, y finalizó algunos escritos.
Los días finales
Tres días antes del golpe de estado que dio inicio a la guerra civil española en julio de 1936, el poeta se trasladó a su casa, la Huerta de San Vicente, en Granada, para estar con su familia. En aquel momento, países como Colombia y México le ofrecieron asilo porque creyeron que corría peligro, pero él no aceptó.
El 20 de julio de 1936 la ciudad de Granada fue tomada por los militares, y el cuñado de García Lorca fue privado de libertad, y fusilado un mes después. Aunque el escritor jamás se alió con ningún partido político, manifestó ser libertario, monárquico, católico y tradicionalista, lo que le trajo consecuencias.
Los acontecimientos le produjeron temor, así que se refugió en casa de un amigo, pues sus hermanos eran militantes del partido fascista Falange Española. A pesar de ser cuidadoso, la Guardia Civil lo arrestó el 16 de agosto de 1936, lo acusaron de ser espía de los rusos y de ser homosexual.
Fusilamiento de García Lorca
Después de ser detenido por la Guardia Civil, a García Lorca lo llevaron a la población de Viznar, en Granada, donde estuvo recluido junto a otros prisioneros. El poeta fue fusilado el 18 de agosto de 1936, entre Viznar y Afalcar. Sus restos permanecen sepultados en ese lugar.
Estilo
El estilo literario de García Lorca se caracterizó por la variedad de tonos y formas, y en el empleo de un lenguaje personal y sencillo. Además, su obra fue estructurada de tal manera que el amor, el deseo y las obsesiones fueron temas casi siempre frecuentes.
La poesía de Lorca no estuvo alineada hacia ninguna corriente literaria en particular, más bien gozó de una variedad de matices inspirados en varios autores y movimientos. También se desarrolló dentro de los acontecimientos tristes y trágicos de la existencia.
Su trabajo poético estuvo cargado muchas veces de elementos tradicionales y populares, y al mismo tiempo fue desarrollando rasgos cultos. El escritor también incorporó a su obra el uso de símbolos y metáforas, para enriquecerla mucho más.
Símbolos y metáforas
El uso que Lorca hizo de los símbolos en su poesía incluían la luna (el más frecuente), el agua, la sangre, el caballo y su jinete, el toro, las hierbas y los metales.
En cuanto a las metáforas, fueron esenciales en su argumentación retórica. En este aspecto se inspiró en Góngora, dándole a este recurso un uso constantemente audaz y atrevido.
Por otra parte, toda su obra está repleta de elementos tradicionales, que atestiguan su amplísima cultura literaria, aunque en el aspecto formal, sus estructuras no son rigurosamente tradicionales.
Obras
Federico García Lorca desarrolló la poesía, el teatro y la prosa. En el caso de la poesía, los estudiosos de su obra consideran que se puede dividir en dos etapas: la juvenil y la de plenitud, de acuerdo con los diferentes cambios que se fueron dando a partir de sus experiencias y aprendizajes.
Poesía
Etapa juvenil
Fue la etapa relacionada con sus años de juventud, en su estancia en la Residencia de Estudiantes. Su primer trabajo, Impresiones y paisajes, aunque fue escrito en prosa, tuvo rasgos poéticos en su lenguaje. También se notó la influencia de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Rubén Darío.
Las obras escritas en esta etapa se relacionaron con la tristeza y el amor perdido. Fue la época de sus Suites y Poemas en prosa, que tenían contenidos enmarcados dentro del aborto y sus consecuencias, en poemas como “Cancioncilla del niño que no nació” y “Degollación de los inocentes”.
Etapa de plenitud
Esta etapa se relacionó con el comienzo de su trabajo, Poema de cante jondo, concebido desde su afición por lo popular, y donde se observa un cambio en la forma de expresión. El Romancero gitano y Poeta en Nueva York vieron la luz en esta fase, y el poeta entró en la madurez literaria.
- Canciones (1921).
- Poema del cante jondo (1921).
- Oda a Salvador Dalí (1926).
- Romancero gitano (1928).
- Poeta en Nueva York (1930).
- Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935).
- Seis poemas galegos (1935).
- Sonetos del amor oscuro (1936).
- Diván del Tamarit (1940).
Teatro
García Lorca ha sido considerado uno de los mejores dramaturgos del siglo XX por lo estupendo de sus textos teatrales. Este tipo de obras del autor se caracterizaron por poseer una elevada carga poética, y por el uso frecuente de símbolos, como la rosa y la sangre, además planteó temas existenciales.
- El maleficio de la mariposa (1920).
- Mariana Pineda (1927).
- La zapatera prodigiosa (1930).
- Retablillo de Don Cristóbal (1930).
- El público (1930).
- Así que pasen cinco años (1931).
- Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933).
- Bodas de sangre (1933).
- Yerma (1934).
- Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935).
- La casa de Bernarda Alba (1936).
- Comedia sin título (inconclusa, 1936).
Prosa
- Impresiones y paisajes (1918).
Referencias
- Federico García Lorca. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Tamaro, E. (2004-2019). Federico García Lorca. Recuperado de biografiasyvidas.com.