Las joyas de la familia que la reina Sofía lució en la proclamación de Felipe VI

La emérita combinó alhajas del cofre de la familia real española y de la griega. Fue un día como hoy de 2014.
© Gtres

El jueves 19 de junio de 2014, fiesta del Corpus Christi, Felipe de Borbón y Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg (resumido como ‘y Grecia’) fue proclamado rey de España ante las Cortes Generales. A la ceremonia, celebrada en el Congreso de los Diputados, no asistió su padre y predecesor, Juan Carlos I, por no restarle protagonismo al nuevo monarca y evitar que aquello se convirtiese en una chirigota de loas y reproches a sus 39 años como jefe del Estado. La que no renunció a ser testigo presencial del acontecimiento histórico fue doña Sofía, reina de España además de princesa de Grecia y Dinamarca. 

La madre de Felipe VI se adornó con algunas de las joyas familiares. La alhaja que más destacó, colgando de un collar de perlas regordetas, fue una de alto valor sentimental para la emérita: el pendentif con un alargado rubí cabujón montando sobre un marco doble de diamantes coronado por un sencillo ornamento vegetal que heredó de su madre, la reina Federica de los helenos, tras su muerte en 1981. Un cabujón es una gema pulida, no tallada. El colgante, que también puede ser lucido como broche, empezó a presumirlo la Hannover a comienzos de su matrimonio con Pablo II de Grecia, celebrado en 1938 en Atenas. Lo llevó en eventos tan significativos como los bautizos de sus nietos Felipe de Borbón y Pablo de Grecia o el día que se anunció el compromiso entre don Juan Carlos y doña Sofía. Esta última lo ha rescatado en infinidad de ocasiones, destacando el enlace de su sobrina Alexia de Grecia y Carlos Morales en 1999 y el de su sobrino Felipe de Grecia y Nina Flohr celebrado el año pasado en Atenas. 

La reina Federica de Grecia con el colgante-broche de rubí y brillantes. 

© THE LIFE PICTURE COLLECTION VIA GETTY IMAGES

La suegra y antecesora en el cargo de la reina Letizia vistió, hace hoy ocho años, su muñeca derecha con una pulsera que había pertenecido a la reina Victoria Eugenia de Battenberg, abuela del rey Juan Carlos y madrina de bautizo de don Felipe. La pieza está formada por un rubí cabochon (en el centro) escoltado por un par de diamantes talla brillante a cada lado de los que parten las cadenas dobles de oro amarillo hasta morir en el cierre. 

Para tan importante evento, doña Sofía rescató de su vestidor una pieza (parece una adaptación de una de las propuestas de Oscar de la Renta para el verano de 2009) que había estrenado, con chaqueta a juego, en abril de 2011 durante la visita oficial de los jeques de Catar a Madrid. Para adornar el vestido en verde pulpa de lima (muchos monárquicos utilizan VERDE como el acrónimo de Viva El Rey De España), la emérita rebuscó en su joyero hasta dar con un par de brochecitos de estilo art déco que prácticamente no utilizaba desde su juventud. Estos gemelos, que colocó de forma original a los lados del cuello, están elaborados en diamantes y rubíes. Unas joyitas de juventud con las que podrían debutar, pronto, la princesa de Asturias o la infanta Sofía

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