Doña Sofía y Fabiola de los Belgas, dos Reinas consortes en un país ajeno

No se puede decir que fueran amigas pero sí afirmar que ambas, a su modo, vivieron situaciones similares. Fabiola de Mora y Aragón nació en Madrid un 11 de junio de 1928 y a los 32 años se convertía en Reina de los Belgas, tras contraer matrimonio con Balduino de Bélgica. Llegaba así como Reina consorte a un país que no era el suyo, después de una vida previa en la que publicó cuentos infantiles y fue enfermera diplomada. Sofía de Grecia y Dinamarca, por su parte, hacía lo propio tras casarse con Don Juan Carlos en 1962. El fin de la dictadura de Franco hizo que su esposo fuera proclamado Rey de España el 22 de noviembre de 1975, comenzando un Reinado de más de 38 años.

Fabiola de los Belgas abandonó la corona tras el fallecimiento de su esposo , el Rey Balduino, que moría a los 62 años mientras veraneaban en su residencia granadina «Villa Astrida», en Playa Granada, Motril. La proclamación de Alberto II como Rey hizo que a partir de ese momento fuera titulada como «Su majestad la Reina Fabiola de Bélgica». Hasta ese momento, esta madrileña políglota y creativa reinó junto a su esposo durante más de 32 años.

Durante esas más de tres décadas, los matrimonios coincidieron en varios actos propios del cargo que ostentaban, como la proclamación del Papa Juan Pablo I, que se celebró en septiembre de 1978. Así como en las visitas oficiales que Don Juan Carlos y Doña Sofía hicieron a Bélgica (y viceversa). E incluso Doña Fabiola visitó junto a Doña Sofía el madrileño hospital de La Paz unos días antes de aquel evento celebrado en el Vaticano.