Guadalmedina: esplendor en la hierba y basuraleza - La Opinión de Málaga

Crónicas de la ciudad

Guadalmedina: esplendor en la hierba y basuraleza

El sábado voluntarios de Andalimpia volvieron a retirar muchos de kilos de basura del cauce. Los trabajos de limpieza municipales son insuficientes

Detalle del cauce del Guadalmedina a la altura del puente de Armiñán el sábado pasado.

Detalle del cauce del Guadalmedina a la altura del puente de Armiñán el sábado pasado. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El símbolo del incivismo más bruto puede venir envuelto en alegres colores. Ocurrió este último sábado. Uno de los voluntarios de la premiada asociación Andalimpia -que se dedica una vez por semana a limpiar de ‘basuraleza’ las playas, parcelas públicas, espigones, ríos y arroyos de Málaga- se topó con uno de esos cacharros que hay en bares y chiringuitos y que, a cambio de una moneda, los niños reciben una gran bola con un regalo dentro. 

Lo que quedaba de esta máquina de venta se encontraba descuajaringada a los pies del puente de Armiñán, semioculta por las plantas. 

Máquina de chucherías o bolas en el cauce del Guadalmedina, a la altura del puente de Armiñán.

Máquina de chucherías o bolas en el cauce del Guadalmedina, a la altura del puente de Armiñán. / A.V.

Imaginen la probable estampa previa: uno o quizás dos descendientes directos del hombre de las cavernas lanzan desde el pretil del puente el cacharro y que el que vaya detrás que arree.

Detalle de la máquina de chucherías o bolas retirada del cauce del Guadalmedina a la altura del puente de Armiñán.

Detalle de la máquina de chucherías o bolas retirada del cauce del Guadalmedina a la altura del puente de Armiñán. / A.V.

Precisamente, los puntos negros de los ríos y arroyos de Málaga se corresponden sobre todo con los puentes, donde los más neandertales del lugar volean sus detritus y a seguir con su incívica existencia.

El Guadalmedina, además, tiene el hándicap de contar con las obras de las 'atávicas' Torres de Martiricos, poco diligentes con los plásticos, y un sector del público del estadio de La Rosaleda, que espurrea lo suyo al cauce.  

Trabajos de limpieza en el cauce del Guadalmedina por Andalimpia. Puente de Armiñán.

Trabajos de limpieza en el cauce del Guadalmedina por Andalimpia. Puente de Armiñán. / A.V.

El pasado sábado, las sensaciones eran, como deducirán, contrapuestas. Por un lado, lo maravilloso de pasear por un río reverdecido por las últimas lluvias, con un cauce bendecido por la primavera. 

Por otro, comprobar que entre ese esplendor en la hierba había muchos kilos de basura -y hablamos sólo del entorno del puente de Armiñán-. Una ‘basuraleza’ que sin una recogida rápida terminaría río abajo hasta llegar al mar, en caso de nuevas lluvias.

Los voluntarios de Andalimpia van depositando la basura recogida en dos horas del cauce del Guadalmedina y clasificada.

Los voluntarios de Andalimpia van depositando la basura recogida en dos horas del cauce del Guadalmedina y clasificada. / A.V.

Lo cierto es que tras la última intervención de esta asociación ciudadana en un reciente pleno municipal, el Ayuntamiento organizó la recogida de kilos de toallitas de baño que, en algunas zonas, forman una costra textil, una ‘segunda piel’ del cauce. 

El sábado seguía habiendo toallitas pero también tuberías rotas, litronas, kilos y kilos de ropas varias, envases y una legión de bolsas de plástico.

Detalle de un gran registro con basura en el cauce del Guadalmedina, junto al muro de la avenida de La Rosaleda.

Detalle de un gran registro con basura en el cauce del Guadalmedina, junto al muro de la avenida de La Rosaleda. / A.V.

Por cierto que, al pie del muro que da a la avenida de la Rosaleda y cerca de este puente hay un enorme registro sin tapa en el que crece un recio árbol y en el fondo se aprecia una montaña de basura. Algún tipo de ritual arcano empuja a los más borricos a tirar sus envases a este ‘pozo de los deseos’. El consuelo es que, de momento, esta basuraleza no ha marchado río abajo. 

Belleza a raudales y basura. Así está el río de nuestra ciudad.

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