“Hoy Dios me da todo lo que necesito” – .

“Hoy Dios me da todo lo que necesito” – .

“Hoy Dios me da todo lo que necesito” – .
“Hoy Dios me da todo lo que necesito” – .

La encantadora modelo polaca, Klaudia Tolloczko, se hizo famosa en pocos años. Pero el calvario de la enfermedad, que había detenido sus ambiciones, provocó un verdadero clic interior: Klaudia descubrió a Dios.

La historia de Klaudia Tolloczko, ex modelo de glamour, muestra que cada conversión espiritual es una historia única. Única en la forma en que Dios se acercó a la joven y en la forma en que se embarcó en una nueva vida dejando todo atrás.

Klaudia cae en el modelaje un poco por casualidad. Una colegiala de dieciséis años, sus amigos la persuadieron para que probara suerte como modelo. Decide participar en una primera sesión de fotos, luego en otra. Entonces todo se acelera. Las propuestas se suceden y además están muy bien pagadas. Entre estas, fotos de desnudos: el físico de Klaudia corresponde a los cánones de las fotos sexys. A los veinte años, Klaudia se convierte en una reconocida modelo encantadora, casi medio millón de seguidores la siguen en su cuenta de Instagram.

Pero dos años después, se enfermó. “Me diagnosticaron micosis sistémica. El calvario de esta enfermedad me impulsó a pedir ayuda a Dios. Todavía no era una conversión, pero era solo el primer paso hacia Él”, le confiesa a Aleteia. Al leer las Escrituras, Klaudia descubre entonces la palabra de Dios y al mismo tiempo el ayuno de Daniel, la dieta tomada de la Biblia. Ella decide seguirlo. Poco a poco, a través del ayuno y la oración, siente que se va curando poco a poco. “No fue inmediato, fue un proceso largo gracias al cual tuve el tiempo necesario para poder cambiar internamente”, continúa.

Estaba sumergido en pecados graves. Un día me arrodillé llorando: “Espíritu Santo, ven, te necesito en mi vida. Sin su ayuda, no podré recuperarme de mis caídas.

La enfermedad no es la única prueba que lleva a Klaudia a Dios. “Poco después de enfermarme, mi tío, que era como un hermano para mí, murió repentinamente. Simplemente se durmió y nunca despertó: fue un paro cardíaco. Su muerte me sacudió. Durante su funeral, vi pasar toda mi vida ante mis ojos. Te aseguro que no se parecía a la de un cristiano convertido… Estaba inmerso en graves pecados. Fue entonces cuando me arrodillé gritando interiormente: “Espíritu Santo, ven, te necesito en mi vida. Sin su ayuda, no podré recuperarme de mis caídas. Y vino a cambiarme la vida radicalmente”, dice. Klaudia entonces decide confesar. En unas hojas de papel, escribe los pecados cometidos a lo largo de los años. Necesita algunas hojas para enumerar todo. “Esta confesión fue el comienzo de una hermosa aventura con Dios”, dice ella.

Hoy me miro como Dios me mira, es decir, con amor y aceptación. Encontré al Señor.

La joven deja a su novio y todo el estilo de vida que acompañó su vida de pareja: un apartamento de lujo, viajes a los cuatro rincones del mundo, mucho dinero. Ahora está detrás de mí. Me di cuenta de que solía hacer que mi autoestima dependiera de cómo me veía y cómo pensaban los demás sobre mí. Necesitaba saber que era atractivo. El modelaje alimentó mi hambre de aceptación. Hoy me miro como Dios me mira, es decir, con amor y aceptación. Encontré al Señor. Esto es lo más importante para mí. Dios me da todo lo que necesito. Desde hace tres años, escucho una voz en mi corazón: “Sígueme”. Pero como no sabía a dónde ir, un día le pregunté: “Señor Jesús, ¿qué quieres decir? La respuesta llegó recientemente, durante la adoración del Santísimo Sacramento. Comprendí que mi vocación es evangelizar. Jesús quiere que hable de él a otros, creyentes y no creyentes, vagabundos y prostitutas. Mi deseo más profundo es seguir este camino. Este es mi camino”, concluye.

Tags: Hoy Dios todo necesito

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