Ernesto de Hannover, condenado a diez meses de prisión en suspenso

Ernesto de Hannover, condenado a diez meses de prisión en suspenso

Por la ‘juerga’ de verano

El Tribunal Regional de Wels considera probado que el príncipe alemán agredió a dos policías y amenazó a una pareja que trabajaba para él

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Ernesto Augusto de Hannover en la fiesta anterior a la boda de su hijo Christian de Hannover con Alessandra de Osma en 2018.

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Ernesto de Hannover ha sido condenado a diez meses de prisión que han quedado suspendidos y tampoco se le permitiría vivir durante tres años en la cabaña de caza que tenía fijada como su residencia en la localidad Grünau mi Almtal, en Austria, donde ocurrieron los hechos por los que ha sido procesado por la justicia austríaca. 

El príncipe alemán de 67 años ha pasado un 2020 especialmente conflictivo, pues estuvo inmerso en una espiral de problemas con la policía que se inició el pasado mes de julio y que le llevó a terminar la ‘juerga’ del día 15 de ese mes ingresado en un hospital psiquiátrico durante varias horas.

Se ha probado que Ernesto de Hannover agredió a dos policías en julio

El todavía marido oficial de Carolina de Mónaco se enfrentaba a una pena de hasta tres años de prisión, pero finalmente, como indica la revista alemana Spiegel, no entrará en la prisión debido a la leve condena impuesta por el Tribunal Regional de Wels.

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Ernesto de Hannover asiste a la boda de su hijo, Christian de Hannover, y  Alessandra de Osma. 

EFE

El tribunal ha considerado probado que el bisnieto del último emperador alemán con fama de trasnochador liante agredió a dos agentes de policía mientras estaba en estado de ebriedad y también amenazó a una pareja que trabajaba en su propiedad. Hannover se disculpó al inicio de la causa: “Asumo la responsabilidad, lamento profundamente lo sucedido y estoy dispuesto a pagar los daños”. Aun así se declaró inocente al negando las acusaciones de la fiscalía.

El abogado de Hannover argumentó que su cliente se encontraba en una situación excepcional esos días tras ser operado de un cáncer y en medio de un enquistado conflicto con su hijo. Según la defensa, el príncipe “se sintió abandonado”. A petición de la defensa, se excluyó al público de la lectura del informe psiquiátrico y también se solicitó que al príncipe se le permitiese abandonar el juicio tras su declaración por su temor a contraer coronavirus alegando pertenecer a un grupo de alto riesgo tras haber sufrido un cáncer.

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Carolina y Ernesto de Hannover en una imagen de archivo. 

Otras Fuentes

Las tres detenciones de Grünau mi Almtal

En la madrugada del 15 de julio, Ernesto llamó a la policía para dar aviso de que se encontraba en una situación de emergencia, y las autoridades no tardaron en personarse en la finca seguidos de cerca por una ambulancia. Según el relato que él ofreció un día después al periódico austriaco Kronen Zeitung, donde también mostraba fotografías de sus lesiones, habrían sido los dos policías que acudieron en su ayuda quienes le habrían propinado una paliza sin ningún motivo aparente.

“Fue extremadamente agresivo y atacó a los agentes”, dijo sobre el príncipe un portavoz de la policía a la revista alemana Bünte un día después del suceso. Durante el juicio, un policía declaró que Hannover les amenazó con enviar a mercenarios para que les matasen a ellos y sus familias. Esa noche el príncipe también atacó a los oficiales con un afilador de cuchillos, pero fue reducido, y como no podían descartar la autolesión, el príncipe fue ingresado en psiquiatría en la Clínica Vöcklabruck por orden de un médico.

Luego Ernesto quiso su venganza. Unos días después, el 20 de julio, cuando ya estaba en libertad mientras seguía abierta la investigación de lo sucedido, volvió a ser detenido a las puertas de una comisaría por intentar ajustar cuentas con los policías que le detuvieron. Intentó agredir a los agentes que le detuvieron la primera vez armado con un bate de béisbol.

Y como no hay dos sin tres, fue arrestado una tercera ocasión en la misma cabaña de caza donde parece que el príncipe decidió pasar un muy solitario 2020. Esta última detención fue debida a “amenazas peligrosas y por causar daños materiales y coacción” a un matrimonio de empleados de su finca, quienes denunciaron los hechos ante las autoridades.

Conflictos familiares

El príncipe heredero Ernesto Augusto de Hannover y su mujer Ekaterina Malysheva con su primogénita Elisabeth.

El príncipe heredero Ernesto Augusto de Hannover y su mujer Ekaterina Malysheva con su primogénita Elisabeth.

GTRES

Por si estos problemas con la justicia no le trajesen suficientes dolores de cabeza, a ellos se suma la mala relación que mantiene Ernesto de Hannover con casi todos los miembros de su familia. Desde 2009 que no hace vida matrimonial con su todavía esposa, la princesa Carolina de Mónaco. 

También mantiene un enfrentamiento de largo recorrido con su primogénito, Ernesto Augusto, a quien se enfrentó antes de su boda en 2017 con Ekaterina Malyshevava por temor a que un divorcio de la pareja supusiera pérdidas económicas para la Casa Hannover. La decisión de su hijo de vender el castillo de Marienburg por 1 euro al Estado Alemán tampoco gustó al condenado y se querelló para que su hijo le devolviese el castillo que él le había cedido años antes.

La última felicitación navideña que envió Ernesto Augusto dejaba clara su posición, pues era su madre, Chantal Hochuli, quien dejó de ser princesa de Hannover en 1997 tras su divorcio de Ernesto, y no su padre, quien aparecía en ella posando junto a la familia del jefe de la casa.

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