Francia y su gran fragancia musical | EL ESPECTADOR
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Francia y su gran fragancia musical

Algunos de los autores más importantes de esta nacionalidad son Camille Saint-Saëns (1853-1921), Gabriel Fauré (1845-1024) y Claude Debussy (1862-1918).

05 de enero de 2022 - 05:41 p. m.
Cuarteto Modigliani; Cuarteto de cuerdas/Francia; Amaury Coeytaux, violín; François Kieffer, violonchelo son algunos de los invitados de Francia.
Cuarteto Modigliani; Cuarteto de cuerdas/Francia; Amaury Coeytaux, violín; François Kieffer, violonchelo son algunos de los invitados de Francia.
Foto: CORTESÍA FUNDACIÓN SALVI

En los últimos 30 años del siglo XIX, Francia se situó a la cabeza de la música de cámara instrumental con una serie de novedades muy valiosos que también han influido en la música de nuestro siglo.

La extraordinaria vivacidad de muchos compositores que vivieron en la segunda mitad del siglo es aún más notable cuando se comprenden las grandes dificultades que debían afrontar los amantes de la música de cámara, frenados por la fortísima influencia de la ópera, su difusión y su amplio consumo, que dio lugar a una psicología de la escucha “a medida”. Pero al ser, como en Italia, un predominio vasto, pero no absoluto, la música para grupos reducidos encontró siempre canales abiertos a través de los cuales expresar la orientación de las modas o el sentido experimental de la investigación.

En París, en particular, donde la atractiva vida social de los salones aristocráticos y la indudable importancia de la cultura propiciaban un animado movimiento de artistas extranjeros, la presencia de personalidades como Viotti, Cambini, Cherubini, Reicha, Kalbrenner, Chopin, Listz y otros ofrecía a los músicos franceses una riqueza de sugerencias realmente rara.

Algunos de los autores más importantes de este tiempo y nacionalidad son Ernest Chausson (1855-1899), Vincent d’Indy (1851-1931), César Franck (1822-1890), Camille Saint-Saëns (1853-1921), Gabriel Fauré (1845-1024) y Claude Debussy (1862-1918).

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Obras a destacar

Con texturas ricas y suntuosas, compuso Gabriel Fauré (1845-1924) su cuarteto con piano, contemporáneo del de Frank, mientras que Claude Debussy (1862-1918) escribió su cuarteto, casi como una síntesis de influencias que van de Franck y Massenet a compositores alemanes, música zíngara, gamelán javanés y escalas gregorianas. Por otra parte, la música de Ernest Chausson (1865-1899) se mantiene en un mundo poético de influencias de Beethoven y Schumann.

Claude Debussy (1862-1918)

“Pequeña suite, L. 65″

Claude Debussy desarrolló un lenguaje musical de colores y timbres, más que de melodías. Aunque no aceptaba que su música fuera calificada de impresionista, es inevitable hacer la relación con el movimiento pictórico que centra el interés en la luz y el color, y ya no en formas y temas. Ese mismo interés aparece en la literatura de la época, que también alimentó la obra de Debussy. La poesía de Paul Verlaine aparece con frecuencia en su obra vocal y también en el repertorio para piano, por ejemplo en esta obra para piano a cuatro manos que compuso entre 1888 y 1889. Las dos primeras piezas de la obra toman su nombre de la colección de poemas Fiestas galantes, de Verlaine. En bateau (En bote) es un lento y fluido recorrido de una embarcación sobre el agua. En Cortège (Cortejo) un mono con un vestido ricamente bordado y un criado negro acompañan a una elegante dama. Menuet presenta un carácter pastoral típico de la pintura francesa rococó y Ballet evoca el gozo de la vida parisina.

Gabriel Fauré (1845-1924)

“Cuarteto para cuerdas y piano no. 1 en do menor, op. 15″.

En 1871, Camille Saint Saëns, junto a Romain Bussine, fundó en París la Sociedad Nacional de Música con el lema “Ars gallica” y el propósito de promover la creación de un repertorio puramente francés. Este fue el espacio propicio para un amplio desarrollo de la música de cámara a la que contribuyeron compositores como César Franck, Emmanuel Chabrier, Paul Dukas, Maurice Ravel y Gabriel Fauré, el discípulo más querido de Saint Saëns y su gran amigo.

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La obra de Fauré abarca desde el final del Romanticismo hasta la primera parte del siglo XX, de manera que estuvo involucrado con las nuevas propuestas musicales de su tiempo. Organista, compositor, pianista y profesor, creó un lenguaje muy personal y novedoso que tuvo una duradera influencia en Francia. A través de su repertorio para piano se puede entender la evolución de su estilo. El instrumento fue fundamental también en sus canciones, género en el cual es todo un maestro, y en la música de cámara, como se aprecia en este cuarteto. Lo compuso en 1877, por la misma época de su primera Sonata para violín y su Balada para piano. El compositor vivía un mal momento emocionalmente, pues acababa de romper su compromiso con Marianne, la hija de la contralto Pauline Viardot, a quien había conocido por intermedio de Saint-Saëns y a través de quien el compositor entró en contacto con el círculo intelectual de París. El cuarteto está cuidadosamente construido, con un temperamento romántico y apasionado, pero elegante e íntimo, características propias del estilo de Fauré. Este cuarteto gozó de inmensa popularidad y consolidó a Fauré como un gran compositor de música de cámara.

César Franck (1822-1890)

“Quinteto para cuarteto de cuerdas y piano en fa menor, op. 14″.

La figura del belga César Franck fue fundamental en Francia. Compositor, organista y profesor del Conservatorio de París, contaba entre sus discípulos y seguidores a Henri Duparc, Arthur Coquard, Alexis de Castillon, Ernest Chausson, Charles Bordes y Vincent d’Indy, quienes lo llamaban Pater seraphicus o Pater angelicus. Sus últimas obras de cámara representan un aporte enorme al repertorio francés. En ellas logra equilibrar la expresión emocional del romanticismo y su interés en las formas clásicas y el contrapunto.

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Este quinteto fue compuesto entre 1878 y 1879, y marca su regreso a la música de cámara después de cuatro décadas. Con esta obra, además, comienza la etapa más madura del compositor en la que surgieron obras como las Variaciones sinfónicas, la Sonata para violín, la Sinfonía en re menor y el Cuarteto de cuerdas. Con la combinación de instrumentos, el compositor logra moverse con dominio y elegancia entre el repertorio de cámara y una sonoridad más sinfónica. El quinteto se estrenó en un concierto organizado por la Sociedad Nacional de Música el 17 de enero de 1880, en la Salle Pleyel de París, con el Cuarteto Marsick y Camille Saint-Saëns (a quien está dedicada la obra) en el piano, pero durante el concierto Saint-Saëns se mostró bastante molesto. Al terminar la interpretación, abandonó el escenario sin recibir los aplausos y dejó la partitura en el atril del piano. Los rumores hablan del interés de Franck y de Saint-Saëns por la misma mujer como el origen de la obra y el motivo de la discordia. Otros asistentes al estreno, incluido Franz Liszt, quedaron sorprendidos por los alcances de la obra, tan atrevida y apasionada. La obra se considera hoy como una de las más importantes del repertorio de cámara, al igual que el quinteto de Brahms que seguramente Franck conoció.

ARTISTAS

Cuarteto Modigliani

Cuarteto de cuerdas/Francia.

Amaury Coeytaux, violín I.

Loic Rio, violín II.

Laurent Marfaing, viola.

François Kieffer, violonchelo.

El Cuarteto Modigliani, con sede en Francia, es un invitado habitual de las mejores salas del mundo. El cuarteto graba para el sello Mirare desde 2008 y ha lanzado ocho discos, todos premiados y aclamados por la crítica internacional. Después de 15 años de construir su propio sonido y perfil, el Cuarteto Modigliani se complace en transmitir su experiencia a la próxima generación. En 2016 creó el Atelier que lleva a cabo una serie de clases magistrales en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París.

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Matan Porat

Piano / Francia - Israel.

Nacido en Tel-Aviv, Matan Porat estudió con Emanuel Krasovsky, Maria João Pires y Murray Perahia, y obtuvo su maestría en la Juilliard School. Ha sido aclamado por The New York Times por su “magnífico sonido y expresión natural”. Conocido por su manera única de construir sus programas, basada en la narrativa, el variado repertorio de Porat abarca desde las Partitas de Bach y las Sonatas de Schubert hasta la Sonata Concord de Ives y el Concierto para piano de Ligeti. También improvisa música en directo para películas mudas.

Nora Cismondi

Oboe / Francia.

Ganadora de concursos en Praga (2001), Tolón (2002), Múnich (2003) y Tokio (2006), aparece regularmente como solista en los principales escenarios europeos. Tocó durante siete temporadas en la Orquesta de la Ópera Nacional de París. Es invitada habitual de la Orquesta de Cámara Mahler y la Orquesta de Cámara Europea. Ha impartido regularmente clases magistrales por toda Europa y Asia. En 2012 fue nombrada profesora de oboe en el Conservatorio Superior de París. Desde 2018 es oboísta principal de la Orquesta de la Suisse Romande.

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