Cuatro años han pasado desde aquel 31 de marzo de 2020, el momento en el que los duques de Sussex, el príncipe Enrique y Meghan Markle, hacían oficial la decisión de dejar de pertenecer a la corona británica. La noticia generó un enorme revuelo mediático que duró meses, incluso años, y generó una brecha entre la pareja y el resto de la familia que aún, a día de hoy, parece irremediable. El llamado 'Megxit' tuvo varias claves y consecuencias que la pareja no imaginó por aquel entonces. Y aun a día de hoy, pagan el precio.
Tras varias negociaciones, en las que se impuso la voluntad de la ya fallecida reina Isabel II, se oficializó la salida de Enrique y Meghan de la familia real. Una distancia emocional con el resto de los Windsor que acabaría convirtiéndose en una distancia real con la mudanza de la pareja a California. Desde entonces, nada volvió a ser lo mismo entre ellos. Y ni tan solo el cáncer de su padre, ahora rey de Reino Unido, ha servido para que la pareja acerque posturas con el resto de los integrantes de la familia real.
Enrique y Meghan en una imagen de archivo
Fue el 8 de enero de 2020 cuando la pareja anunció un cambio en la forma de trabajar con la Casa Real, un anuncio totalmente unilateral y del que la corona no tenía ni idea. Los duques anunciaron que asumirían sus propios compromisos, aquellos relacionados con las causas que les interesaban, y dejarían de trabajar con el 'Royal Rota', el sistema por el que palacio turna a los fotógrafos para cubrir sus apariciones oficiales.
Como era de esperar, a Casa Real no le gustó nada la decisión. Empezó entonces un tira y afloja con el reinado de Isabel II. El resto de integrantes estaban de acuerdo con la idea de que Enrique y Meghan no podían ser solo 'royals' cuando les interesase. Finalmente, la pareja se marchó, y Carlos III decidió suprimir la asignación mensual que Enrique recibía del ducado de Cornualles, una fuente de ingresos con la que la pareja contaba en un inicio. Esa sería la primera medida de todas las que llegarían.
Imagen del documental de Netflix de los Sussex
Los términos del 'Megxit' se revisaron un año después de la marcha de la pareja, y las medidas que terminarían llegando no gustaron a Enrique y a su mujer. Una de las consecuencias más negativas para el príncipe es que tendría que renunciar a sus títulos militares, algo que emocionalmente, supuso un gran varapalo para el hijo menos de Carlos III y Lady Di. Tampoco no asumirían compromisos que dependieran de la Corona.
Fue entonces cuando comenzó a barajarse en la prensa británica la idea de que la salida de los Sussex de la institución era una estrategia puramente económica. En aquel momento, la pareja no podía compaginar actividades empresariales con sus labores reales, por lo que muchos pensaron que la decisión fue tomada bajo la perspectiva de que podían ganar mucho más dinero con sus negocios propios que dentro de la monarquía.
Tras el 'Megxit'
Las memorias, el documental y la entrevista a Oprah, el detonante de la tensa relación familiar
Nunca se pudo confirmar que esta teoría fuese cierta, pero llamó la atención los movimientos del matrimonio tras su adiós del Reino Unido. No tardó en anunciarse un acuerdo millonario de la pareja con Netflix (del que saldría el documental Enrique y Meghan) y otro con Spotify, además de las polémicas memorias que el príncipe lanzó a comienzos de 2023, y que dejaron su relación con el resto de la familia muy maltrecha, especialmente con su hermano Guillermo. Tampoco ayudó la entrevista concedida a Oprah Winfrey, en la que no dejaban en muy buen lugar a la monarquía británica. El resto, es historia.
Tras todo esto, la pareja no mantiene vínculos sólidos con el resto de la familia, ni siquiera en estos momentos, en los que la monarquía ha recibido dos duros varapalos: el diagnóstico de cáncer del rey y el de Kate Middleton, princesa de Gales. Una muestra de que la relación ha sido más que tensa han sido las pocas ocasiones en las que la pareja ha visitado Reino Unido desde entonces, siendo Enrique quien ha viajado en más ocasiones totalmente solo. Meghan tan solo lo acompañó en dos ocasiones: la última, por el funeral de Isabel II, y la anterior, tres meses antes y con motivo del jubileo de la monarca.
Los dos hermanos, Guillermo y Enrique, justo a sus esposas Kate y Meghan, fotografiados en el castillo de Windsor tras la muerte de su abuela, la reina Isabel II
Ahora, cuatro años después, parece que todo sigue igual. Ni una parte ni la otra se han molestado en disimular este evidente distanciamiento, que con el paso del tiempo sigue siendo evidente. Habrá que esperar si la situación tan delicada que atraviesan los Windsor actualmente ayudará a que acerquen posturas. No obstante, en la memoria de muchos sigue presente el 'Megxit', aquel momento que lo cambió todo en la familia.