Enrique VIII de Inglaterra - Enciclopedia de la Historia del Mundo

Enrique VIII de Inglaterra

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 09 abril 2020
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Disponible en otros idiomas: inglés, chino, francés, portugués, ruso, turco
Henry VIII by Holbein (by Hans Holbein, Public Domain)
«Enrique VIII» de Hans Holbein el Joven
Hans Holbein (Public Domain)

Enrique VIII de Inglaterra gobernó como rey desde 1509 hasta 1547. Segundo rey Tudor después de su padre Enrique VII de Inglaterra (que reinó de 1485 a 1509), Enrique había heredado un reino que gozaba tanto de unidad como de finanzas sólidas. Famoso por sus seis esposas mientras buscaba un heredero varón, el rey era carismático y dominante. Para escapar de su primer matrimonio, Enrique se puso en contra del Papa y así comenzó la Reforma de la Iglesia en Inglaterra, por la que esta se separó de Roma y el monarca inglés se convirtió en su jefe supremo. Enrique centralizó el gobierno, integró a Gales en su reino, disolvió los monasterios, creó la Marina Real y construyó magníficos palacios, como el de San Jaime en Londres. Sin embargo, cuando Enrique murió en 1547, le sucedió su hijo menor Eduardo VI de Inglaterra (que reinó de 1547 a 1553) y le dejó un reino empobrecido y dividido por cuestiones religiosas.

Enrique Tudor

Enrique Tudor había derrotado y matado a Ricardo III de Inglaterra (que reinó de 1483 a 1485) en la batalla de Bosworth en agosto de 1485, en la última gran acción de la disputa dinástica de Inglaterra conocida como la Guerra de las Rosas (1455-1487). La Casa de Lancaster había derrotado finalmente a la Casa de York, pero Enrique, coronado como Enrique VII de Inglaterra en octubre de 1485, estaba decidido a crear una nueva casa reinante: los Tudor. Enrique se casó con Isabel de York (nacida en 1466), hija de Eduardo IV de Inglaterra (que reinó de 1461 a 1470 y de 1471 a 1483), el 18 de enero de 1486, e incluso combinó las insignias de York y Lancaster para crear un nuevo símbolo real: la rosa de los Tudor. Inglaterra estaba a punto de entrar en la era posmedieval con un nuevo aspecto y un nuevo tipo de monarquía.

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Juventud

Enrique VII se había librado de algunos desafíos finales a su gobierno y se dedicó a llenar las arcas del Estado tanto como pudo, fortaleciendo la corona y debilitando a la nobleza en el proceso. El hijo mayor del rey era Arturo (nacido en 1486) y se había casado con la princesa española Catalina de Aragón, hija del rey Fernando II, en 1501. Desgraciadamente, Arturo murió al año siguiente con apenas 15 años. El siguiente hijo mayor del rey, Enrique, nacido el 28 de junio de 1491 en el Palacio de Greenwich, se convirtió en el heredero del trono y en 1503 fue nombrado Príncipe de Gales. Enrique VII deseaba mantener relaciones amistosas con España, por lo que el príncipe Enrique, tras obtener un permiso especial del Papa, se comprometió con Catalina de Aragón. Cuando Enrique VII murió por enfermedad el 21 de abril de 1509, el príncipe Enrique se convirtió en rey. Como estaba previsto, se casó con Catalina el 11 de junio y fue coronado Enrique VIII en la Abadía de Westminster el 24 de junio de 1509.

El problema de Enrique era cómo librarse de Catalina de Aragón, una cuestión conocida como el "gran asunto" del rey.

A diferencia de los retratos posteriores y más famosos de Enrique VIII, en su juventud el rey tenía una figura atlética y, con 1,9 metros de altura, pelo y barba rojos, imponía presencia. No en vano era un campeón de los torneos medievales que a su padre le gustaba organizar. El príncipe era también un buen arquero, jinete y jugador de tenis, y cuando descansaba componía poesía y música y repasaba sus impresionantes conocimientos de teología. En resumen, Enrique era inteligente y carismático, y agradaba a todos los que conocía. El historiador John Miller ofrece el siguiente resumen del poderoso pero cambiante carácter de Enrique:

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[Enrique era] de carácter fuerte, astuto, capaz de dejarse llevar por arrebatos de generosidad y entusiasmo, pero también por una ira salvaje. De joven estaba decidido a disfrutar de su condición de rey y a eclipsar a sus contemporáneos. Al pasar la flor de la vida se volvió desconfiado, caprichoso, taimado y a veces cruel.

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Catherine of Aragon
Catalina de Aragón
Unknown Artist (Public Domain)

Las seis esposas de Enrique VIII

Enrique, en constante búsqueda de un heredero varón, pasó por la increíble cantidad de seis esposas. Estas, y los hijos que tuvieron, fueron:

  • Catalina de Aragón (matrimonio: junio de 1509) - María (nacida en febrero de 1516)
  • Ana Bolena (m. enero de 1533) - Isabel (n. septiembre de 1533)
  • Juana Seymour (m. mayo de 1536) - Eduardo (n. octubre de 1537)
  • Ana de Cléveris (m. enero de 1540)
  • Catalina Howard (m. en julio de 1540)
  • Catalina Parr (m. julio de 1543)

El primer matrimonio del rey inglés con Catalina de Aragón dio seis hijos, pero todos, excepto uno, murieron en la infancia. La única superviviente fue María, nacida el 18 de febrero de 1516. Enrique tuvo un hijo ilegítimo, Enrique Fitzroy, duque de Richmond (nacido en 1519), con una amante, una tal Elizabeth Blount, pero eso no le sirvió de mucho a un rey que ansiaba un heredero reconocido. El rey comenzó a buscar una nueva esposa y encontró su candidata ideal en Ana Bolena, hermana menor de una de las antiguas conquistas del rey. Ana insistió en casarse con el rey antes de pensar en formar una familia. El problema de Enrique, por tanto, era cómo librarse de Catalina, cuestión conocida como el "gran asunto" del rey.

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La tan esperada llegada de un heredero varón provocó salvas de cañón, toques de campana y banquetes.

La solución parecía ser una carta al Papa en la que se sugería que la falta de un heredero varón era un castigo de Dios por haber casado a Enrique con la esposa de su difunto hermano, un punto apoyado por el Antiguo Testamento (la "Prohibición del Levítico", Levítico cap. 20 v. 21). En consecuencia, el rey deseaba que el Papa anulara el matrimonio. Desgraciadamente para Enrique, el Papa Clemente VII (en el cargo de 1523 a 1534) estaba muy interesado en mantener el favor del gobernante más poderoso de Europa en ese momento, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V de España (que reinó de 1519 a 1556), que era sobrino de Catalina. Además, era poco probable que Catalina y Arturo, siendo tan jóvenes en ese momento, se hubieran acostado juntos, por lo que la "Prohibición del Levítico" no se aplicaba en este caso. Al menos, el Papa envió al cardenal Lorenzo Campeggio a Inglaterra para investigar el asunto y presidir un tribunal especial en junio de 1529. Aquí, tanto Catalina, decidida a seguir siendo reina, como Enrique, decidido a conseguir una nueva reina, presentaron sus respectivos argumentos.

A pesar de los esfuerzos de Campeggio, no se resolvió nada. La siguiente táctica de Enrique fue separar permanentemente a Catalina de su hija María y trasladarla por el país a varias residencias ruinosas. Mientras tanto, Enrique y Ana Bolena vivían juntos (pero no dormían juntos). En algún momento de diciembre de 1532, Ana, quizá viendo un bebé como la mejor manera de librarse de su rival Catalina, se acostó con el rey y quedó embarazada. Habría serias repercusiones con respecto a la Iglesia, pero finalmente, Enrique anuló su matrimonio al año siguiente (ver a continuación). Catalina murió de cáncer en enero de 1536.

Henry VIII by Joos van Cleve
Enrique VIII por Joos van Cleve
Joos van Cleve (Public Domain)

Con Ana Bolena, a menudo conocida como "Ana de los mil días" por su breve reinado como reina del corazón del rey, Enrique tuvo una segunda hija, Isabel, nacida el 7 de septiembre de 1533. Sin embargo, cuando el rey descubrió que Ana había tenido una aventura y le llamó la atención su siguiente esposa, ordenó su ejecución. La acusación, y otras que iban desde incesto hasta brujería, se inventaron porque Ana no le había un hermano varón sano que acompañara a Isabel y el rey se había cansado de su turbulenta relación. Ana fue declarada culpable y ejecutada en la Torre de Londres en mayo de 1536. Unas semanas más tarde, Enrique se casó con su tercera esposa, Juana Seymour, dama de compañía de la corte, que finalmente dio al rey un hijo, Eduardo, nacido el 12 de octubre de 1537. La tan esperada llegada de un heredero varón provocó salvas, repiques de campana y banquetes en toda Inglaterra. Lamentablemente, Juana murió poco después y Enrique lloró su fallecimiento de manera auténtica. De todas sus esposas, solo quería ser enterrado con ella.

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Ana de Cléveris (hija del duque del ducado alemán de ese nombre) fue la cuarta esposa, pero no le gustó al rey inglés, que se había dejado engañar por un retrato demasiado halagador de ella realizado por Hans Holbein el Joven antes de conocerse en persona. Enrique se casó con ella de todos modos, pero unos meses después la llamó "yegua de Flandes" y cambió de opinión, por lo que se divorciaron de mutuo acuerdo el 9 de julio de 1540. Ana se sintió aliviada al escapar con vida, pero Enrique le dio una generosa asignación, suficiente para vivir bien hasta su muerte en 1557.

La quinta esposa fue Catalina Howard, que entonces era apenas una adolescente y otra dama de compañía de la corte que había llamado la atención del rey. Catalina corrió la misma suerte que Ana Bolena cuando también fue acusada de tener una relación extramatrimonial con un miembro de la corte, un tal Thomas Culpeper, y se presentó una carta de amor incriminatoria en su audiencia ante el Parlamento. Catalina fue ejecutada en la Torre de Londres en febrero de 1542.

La sexta y última esposa fue Catalina Parr, ya dos veces viuda. Catalina, que entonces tenía más de treinta años, era una dama más madura que sus predecesoras inmediatas, y quizás por ello el matrimonio fue un éxito y el hogar familiar un hogar feliz. Catalina sobrevivió a Enrique, pero murió por complicaciones del parto en septiembre de 1548.

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Gobierno

A diferencia de muchos de sus predecesores medievales, que se basaban en los lazos de lealtad feudales, Enrique creó una corte en la que incluso los nobles más bajos podían desenvolverse si se ganaban el favor del rey. El rey seleccionó cuidadosamente a un grupo de sabios para que gobernaran su reino por él y el principal de ellos fue Thomas Wolsey (c. 1473-1530). Wolsey era hijo de un carnicero, pero acabaría ascendiendo hasta convertirse en cardenal arzobispo de York. Uno de sus sucesores como único ministro del rey fue alguien igual de ambicioso, Thomas Cromwell (c. 1485-1540), hijo de un herrero. Tanto Wolsey como Cromwell acabarían por disgustar al rey, el primero por su falta de éxito en la resolución del "gran asunto" y el segundo por la debacle de Ana de Cléveris. Ambos fueron juzgados por traición y a partir de 1540 fueron sustituidos por el Consejo Privado, que recuperó parte de su antigua función, por lo que el alto gobierno volvió a contar con un gabinete de ministros y no con uno solo todopoderoso que pudiera monopolizar al rey. Enrique VIII también hizo un buen uso del Parlamento y esta institución fue ganando fuerza a medida que avanzaba su reinado.

En 1536, Gales se integró aún más en el aparato estatal de Inglaterra y se dividió en 13 condados en 1543. El inglés se convirtió en la lengua oficial y el galés se prohibió en los círculos oficiales. Irlanda resultó ser un poco más difícil, pero la ambición del rey de crear un reino centralizado está indicada por su adopción del título de "Rey de Irlanda" en 1541 donde los anteriores reyes ingleses solo se habían llamado "Señor de Irlanda". Por último, el remoto norte de Inglaterra se mantuvo bajo control gracias a la creación del Consejo del Norte después de 1536.

La Iglesia de Inglaterra

Enrique era un gran estudioso de la teología y no tenía intención de dejar a su suerte una institución tan importante como la Iglesia. El rey escribió un tratado en el que atacaba al luteranismo y fue recompensado por el Papa, que lo honró en 1521 con el título de "Defensor de la Fe" (fidei defensor; la F.D. todavía aparece en las monedas del Reino Unido). Sin embargo, las relaciones se agriaron cuando Enrique quiso anular su matrimonio con su primera esposa, Catalina de Aragón, y el rey culpó tanto al Papa como a Wolsey de la falta de progreso en el asunto. Wolsey fue finalmente acusado de traición, pero murió de camino al juicio en 1530. Cuando Thomas Cromwell se hizo cargo del caso, la voluntad de Enrique fue llevada a su conclusión lógica: Inglaterra dirigiría su propia Iglesia libre de las obligaciones de Roma. Thomas Cranmer, el arzobispo de Canterbury, anuló formalmente el primer matrimonio de Enrique en mayo de 1533 (aunque Enrique y Ana Bolena se habían casado en secreto unos meses antes). Esta anulación y la aprobación por parte del Parlamento del Acta de Sucesión (30 de abril de 1534) significaron que la hija de Catalina, María, fue declarada ilegítima. Ana Bolena fue coronada reina en junio y su hija Isabel, nacida en septiembre de 1533, fue reconocida como heredera oficial del rey. Enrique fue excomulgado por el Papa por sus acciones, pero a estas alturas todo el asunto había adquirido una importancia que iba mucho más allá de los matrimonios reales.

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Cardinal Wolsey
Cardenal Wolsey
Unknown Artist (Public Domain)

Para reemplazar al Papa como cabeza de la Iglesia Católica en Inglaterra, Enrique se hizo a sí mismo Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra. Esto se logró mediante el Acta de Supremacía del 28 de noviembre de 1534 y significó que Enrique, y todos los monarcas ingleses posteriores, solo tenían una autoridad superior: Dios mismo. La siguiente escena de este trascendental drama se produjo en 1536, cuando Enrique presentó al Parlamento un proyecto de ley para abolir todos los monasterios de su reino, la Disolución de los Monasterios. El proyecto de ley fue aprobado y los bienes de los monasterios fueron redistribuidos a la Corona y a los partidarios de Enrique. Los abades de Glastonbury, Colchester, Reading y Woburn fueron ahorcados y el último monasterio en cerrar fue la abadía de Waltham, en Essex, en marzo de 1540.

Unos cuantos súbditos querían ver una reforma en la Iglesia de Inglaterra y continuar con el movimiento de la Reforma protestante que se extendía por toda Europa. Muchos consideraban que la Iglesia era demasiado rica y estaba llena de sacerdotes que abusaban de su posición. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con la ruptura de Enrique con el Papa. En consecuencia, hubo tanto ejecuciones como levantamientos. El principal obstáculo en la corte era Sir Thomas More (1478-1535), antiguo canciller de Enrique, que no estaba de acuerdo con el divorcio con Catalina y la presunción de Enrique de ponerse por encima del Papa. Moro fue ejecutado por sus creencias en julio de 1535.

El episodio más notable de disturbios se produjo en Lincolnshire y Yorkshire, donde los católicos se reunieron en protesta en la llamada Peregrinación de Gracia en 1536. Sin embargo, el rey no toleró ninguna oposición y 178 de los manifestantes, incluido su líder Robert Aske, fueron ejecutados en junio de 1537. Otro paso hacia la independencia fue la aprobación por parte del rey de una traducción de la Biblia al inglés en 1539. Sin embargo, es importante recordar que Enrique no estaba decidido a reformar la doctrina de la Iglesia; su compromiso con las prácticas católicas tradicionales, como la misa, la confesión y el celibato clerical, se pone de manifiesto en el Acta de los Seis Artículos de 1539.

Política exterior y gastos

Enrique VIII, que era un rey medieval, parecía ignorar las realidades de la Europa posmedieval y se embarcó en una serie de campañas militares, como habían hecho muchos de sus predecesores. A pesar de que la hermana de Enrique, Margarita (nacida en 1489), se había casado con el rey Jacobo IV de Escocia (que reinó de 1488 a 1513) en 1503, Enrique envió un ejército al norte y obtuvo una resonante victoria en Flodden en 1513, donde Jacobo IV fue asesinado. Otro ejército invasor atacó Edimburgo en 1544, pero fue derrotado en la batalla de Ancrum Moor en 1545. Escocia se convirtió en un problema sin resolver al que tendrían que enfrentarse los sucesores de Enrique.

The Field of the Cloth of Gold
Campo de la tela de oro
British School (Public Domain)

Enrique, al igual que muchos de sus predecesores, no pudo resistirse a conquistar Francia. Sin embargo, de sus varias invasiones a través del Canal de la Mancha, ninguna tuvo especial éxito, a pesar de una pequeña victoria naval en la Batalla de los Espolones (16 de agosto de 1513). Enrique cambió de rumbo y su hermana María (nacida en 1496) se casó con Luis XII de Francia (1498-1515) en 1514. En 1518, Enrique se conformó con el statu quo en Europa y se firmó un acuerdo de defensa mutua con Francia, España y el Sacro Imperio Romano Germánico. Para pagar estas costosas guerras intermitentes en Escocia y Francia, Enrique se vio obligado a vender las tierras que había confiscado a la Iglesia a cualquier noble que hiciera una oferta decente. Los elevados costes y la falta de riqueza de Inglaterra en comparación con la mucho más rica Francia hicieron que Enrique tuviera que abandonar otra serie de campañas en la década de 1540, e hizo bien en conformarse con un acuerdo de paz en 1546, en el que al menos obtuvo el control de Boulogne durante ocho años.

Una escapada más feliz en suelo francés fue el Campo del Paño de Oro, un espectacular espectáculo de pompa y boato celebrado a las afueras de Calais en junio de 1520. El evento, que incluía justas, caza y banquetes, contaba con multitud de tiendas de lujo (de ahí su nombre) y se celebraba como una magnífica aunque algo vacía muestra de amistad entre Inglaterra y Francia: Enrique y Francisco I de Francia (que reinó de 1515 a 1547).

Otro de los éxitos de Enrique, y de consecuencias trascendentales para la historia de Inglaterra, fue la creación de la Marina Real. La flota incluía los grandes buques de guerra Mary Rose y Henry Grâce à Dieu (también conocido como "Gran Harry"). El primero era el magnífico buque insignia de Enrique, pero se hundió en el río Solent en 1545 con la pérdida de 500 vidas. Los restos fueron rescatados en 1982. Deseoso de impresionar en todas partes, el rey también construyó los magníficos palacios de Whitehall y Saint James en Londres y renovó significativamente el Palacio de Hampton Court. El más grandioso de todos fue Nonsuch, en Surrey, un palacio de recreo privado para el rey que se construyó para conmemorar los 30 años de gobierno. Su nombre se debe a que se presumía de que no existía un lugar más bello en ninguna parte, y de hecho era una residencia extravagante en la que el rey podía disfrutar de sus pasatiempos preferidos, la caza y la caza de animales. Nonsuch no se completó hasta después de la muerte del rey y, tras pasar por varios propietarios, fue finalmente demolido en el siglo XVII.

Nonsuch Palace
Palacio de Nonsuch
Georg Hoefnagel (Public Domain)

Todas las 60 casas de Enrique VIII estaban profusamente amuebladas con tapices, obras de arte y platos de oro y plata. Así, al final de su reinado, el rey había gastado en exceso en la guerra y en frivolidades, y la inflación desenfrenada significaba que la olla de oro que su padre había acumulado cuidadosamente se había dilapidado. A Enrique, cruel y vengativo, le quedaban pocos amigos y un reino dividido por cuestiones religiosas. Enrique VIII, cuyo reinado inicial había prometido tanto, dejó poco en términos de un legado duradero, excepto una plétora de retratos, testimonio silencioso de la vanidad de un hombre y sus delirios de grandeza imperial.

Muerte y sucesión

La salud de Enrique VIII decayó rápidamente en sus últimos años. El rey de Inglaterra sufrió una grave úlcera en la pierna y tenía tanto sobrepeso que tenía que ser empujado en un artilugio con ruedas. El rey murió el 28 de enero de 1547 en el Palacio de Whitehall, en Londres, a los 55 años de edad. Enrique fue enterrado en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, junto a su tercera esposa, Juana Seymour. A Enrique le sucedió su hijo Eduardo VI, coronado en la Abadía de Westminster el 20 de febrero de 1547. Eduardo solo tenía nueve años y moriría de tuberculosis en 1553, a la edad de 15 años. Le sucedió otro monarca de breve duración, su hermanastra María I, que reinó hasta 1558. La segunda hija de Enrique VIII se convirtió en reina, Isabel I (que reinó de 1558 a 1603), y con ella empezó la Edad de Oro de Inglaterra.

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2020, abril 09). Enrique VIII de Inglaterra [Henry VIII of England]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18637/enrique-viii-de-inglaterra/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Enrique VIII de Inglaterra." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación abril 09, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18637/enrique-viii-de-inglaterra/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Enrique VIII de Inglaterra." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 09 abr 2020. Web. 16 abr 2024.

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