Diego Percossi Papi, el joyero predilecto de las reinas belgas, amigo de Carmen Lomana y una musa de Buñuel (y al que le encantaría adornar a Letizia)

Hablamos con el artista a raíz de la exposición de joyas 'El Precioso Camino de Dante', en Madrid hasta el 19 de abril.
Diego Percossi Papi
Diego Percossi Papi@ Cortesía de Percossi Papi

En ocasiones, durante sus viajes a Italia, la reina Paola de Bélgica hacía unas visitas reservadas muy especiales al taller de un joven joyero romano. Algunas ocasiones acudía junto al rey Alberto, otras lo hacía sola, pero siempre acababa haciendo algún magnífico encargo a Diego Percossi Papi (Roma, 1946), un artista autodidacta que en los años sesenta abrió su estudio en el corazón del corazón de Roma, a pocos pasos del Panteón, desde donde hoy sigue creando a mano majestuosas gargantillas, pendientes candelabro, alfileres, broches y brazaletes de impresionantes piedras preciosas con técnicas tan antiguas como el esmalte cloisonné. La devoción de la soberana belga por estas teatrales piezas es algo que traspasó a su hija, la actual reina Matilde, y que esta ha calado en la suya, la princesa heredera Elizabeth. Otra reina, esta vez italiana y de la gran pantalla, Sophia Loren, las ha lucido en películas como Francesca e Nunziata (2002); y es que las joyas de Percossi Papi han adornado a majestades, grandes damas y leyendas del cine. Ahora la firma de joyería inaugura la exposición El precioso camino de Dante en la sala de Bóvedas Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid, organizada por la Embajada de Italia en Madrid en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, y Diego Percossi Papi atiende a Vanity Fair desde su legendario taller romano.

Percossi Papi tiene una fuerte relación con España. Al preguntarle por esta amistad, nombra a los emperadores Trajano y Adriano –que eran españoles–, a los nombres de muchas familias históricas de Venecia, a la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma (la embajada más antigua del mundo) e incluso a los Borbones como parte de su historia. Cita también el mar –“Los italianos y los españoles somos los herederos de una cultura absolutamente mediterránea”–, así como el amor al color, la alegría de vivir, la música y la pasión. Incluso el culto católico de María, “símbolo de la antigua cultura matriarcal del Mediterráneo y de la media luna fértil que veneraban Tanit, Ashtoret, Ishtar, Isis, Astarté, Afrodita y Venus”. Pero la inauguración de la exposición en Madrid es un proyecto especial para él porque, recuerda, tiene grandes amigos españoles: “En España es para mí muy importante la amistad con Riccardo Guariglia, exembajador de Italia en Madrid, y con su mujer Nelly, que han fuertemente auspiciado esta exposición; con Pilar de Aristegui de Abella, valiente escritora y pintora, que vivió en Roma muchos años con su marido Carlos, embajador de España ante la Santa Sede, en uno de los palacios más bonitos de Roma (…); con Carmen Lomana que, habiendo visto una foto de unos pendientes sol y luna míos, fue movida por la curiosidad y viajó a Roma para conocer a su autor, halagándome mucho; con Victoria Zinny, cuya primera película fue con Buñuel y cuyo marido, el gran actor italiano Remo Girone prestó su voz a los versos de la Comedia que he elegido para la exposición. Y también, naturalmente, con todas las personas que desde España vienen a ver mi pequeño taller en Sant’Eustachio, a un paso del Panteón, en el centro del centro de Roma, y que ahora visitarán la exposición en Madrid”.

Todo empezó en Roma en los años sesenta.
Terminado el bachillerato clásico, me apunté a arquitectura por el deseo general de construir cosas, junto con una innata necesidad de libertad de pensamiento. En la universidad construía maquetas y cortando unas láminas de cobre me di cuenta de que tendían a asumir unas formas propias, y eso me llamó la atención. Al principio mis experiencias como autodidacta fueron con la escultura, no en el sentido clásico de la palabra sino más bien con las formas. Luego empecé a dedicarme a lo que es la joya artística, que es fuertemente representativa, y desarrollé un método de diseño personal que partía de un proceso espontáneo, del conocimiento sensorial que nace del color, el primer impacto que tengo con la realidad. A un color, generalmente una piedra, junto en armonía o en dialéctica otro color y, como en el proceso de la música, una nota tras otra, o en la mezcla de dos sabores, la armonía nace de forma natural, apoyada por mis herramientas, que son mis horizontes culturales y sociales. Para mí, de hecho, una herramienta fundamental es precisamente nuestra historia, tenemos que saber quiénes éramos y quienes somos para saber quiénes seremos, no hay fruto sin raíces.

Hoy Percossi Papi es una empresa familiar.
¿Se acuerdan de la película Ben Hur? En esta película, Ben Hur gana la carrera con la cuadriga de caballos blancos, que dispone para poder optimizar las energías y aprovechar sus características. [mi hija] Valeria es la velocidad, [mi hijo] Giuliano la potencia, [mi mujer] Maria Teresa la equilibradora, yo soy la experiencia y el conocimiento.

Lleva décadas con una estrecha relación con la familia real belga.
Mi relación con la Casa Real de Bélgica nació gracias a la reina Paola de Lieja, que nos venía a ver de manera reservada cuando volvía a su Roma, a veces también con el amabilísimo rey Alberto. Unos pendientes sol y luna que regaló a la entonces princesa Mathilde fueron nuestra presentación a la actual Reina, que desde hace muchos años elige nuestras joyas personalmente y a veces las pide expresamente para algunos eventos. Seguramente lo que la reina aprecia de mis joyas son la originalidad y el color. También me alegra que la princesa Elisabeth, que conocimos siendo una niña, las aprecia, como su bellísima madre.

¿Le gustaría ver a la reina Letizia con alguna de sus piezas? 
¡Vaya pregunta! Me encantaría, estos también son unos retos. Me gustaría pensar en algo que refleje su manera de ser, por lo menos la que intuyo viendo sus imágenes. Seguramente algo que recuerde, pensando en unas imágenes pictóricas, una obra de Balla o de Mirò, aunque muy esencializadas. En mi proceso creativo generalmente tengo la necesidad absoluta de tener enfrente a la persona; he encontrado muchas veces a la reina Matilde, debería encontrar a la reina Letizia para dar lo mejor de mí.

Corona “Candida Rosa”, en la exposición.@ Cortesía de Percossi Papi

Sus joyas han aparecido en numerosas películas y series, retratando a Cate Blanchett en Elizabeth, a Elle Fanning como Catalina la Grande en The Great o a Sophia Loren en Francesca e Nunziata. ¿Cómo llegó al cine?
Mis joyas siempre han sido teatrales y cuando algunos amigos diseñadores de vestuario en los años ochenta empezaron a pedírmelas para las películas en las que estaban trabajando nació en mí la curiosidad de dialogar con ellos, y luego corrió la voz. Nuestra producción, sin embargo, es limitada y nos permite ofrecer solo pocas joyas y con plazos no demasiado cortos, aunque es una suerte porque hace que nos busquen solo los diseñadores que necesitan joyas especiales y para los actores principales. Las películas son estructuras complejas, la relación privilegiada siempre es con el diseñador de vestuario, que sirve de intermediario indispensable. Hablar con los diseñadores de vestuario es una experiencia fundamental, son unos grandes profesionales de los que sacar un enriquecimiento de experiencia importante. Para Elizabeth: la Edad de Oro colaboré con Alexandra Byrne, que con esa película ganó un Oscar, y para ella también realicé las joyas para el premio Oscar Judy Dench en Asesinato en el Orient Express. Mi mujer conserva una exquisita tarjeta de agradecimiento de Dame Judy Dench. La diseñadora de vestuario más cercana a mi sensibilidad es mi amiga Francesca Sartori, que ha utilizado mis joyas en la película que más amo, El Oficio de las Armas de Ermanno Olmi. Y también ganó un premio Goya con Alatriste, también con nuestras joyas. ¡Y también tuvimos el privilegio de conocer a Sophia Loren!

¿Cuál es la joya más especial de las que ha diseñado en su carrera?
¡Claramente la joya más especial es la que no he diseñado todavía! Aunque ha habido muchas joyas especiales, como mis pendientes llama, o el sol y la luna, que son símbolos dialécticos muy interesantes, o todas las que creo ad personam y tras las cuales a menudo están las maravillosas historias de mis clientes. Todas las joyas al fin y al cabo son especiales, porque la joya es una manera muy personal de comunicar a los demás cuáles son tus valores de referencia. Y que no necesariamente tienen que ver con la preciosidad o con su valor comercial. De hecho, una de las colecciones de los últimos años que más he amado es la colección "Egea", inspirada en los cantos de la orilla del mar de Creta.

El precioso camino de Dante es un proyecto que nació en 2018, inspirado en la idea de las celebraciones previstas para 2021 con motivo de los 700 años de la muerte de Dante Alighieri. Aquello se tradujo en una exposición que ha pasado ya por Sofía y que ahora llega a Madrid. ¿Qué tiene la Divina Comedia que le ha impresionado tanto?
Antes de aprender a leer, como todos los niños, miraba los dibujos, y la primera figura emblemática que me llamó la atención y cautivó mi imaginación fue Caronte, en el grabado de Gustav Dorè: “Caronte, ojos de brasa, es el demonio… y con el remo pega a las que tardan” y esta emoción, que se había quedado en mi memoria, la he traducido en los ojos de fuego de Caronte. T.S. Eliot decía que “la imaginación de Dante es visual” y nosotros hemos representado la narración de la Divina Comedia a través de símbolos que hemos vuelto concretos, diría que los hemos hecho “táctiles”. Como todas las ideas, el proyecto nació de improviso: durante una cena, hace algunos años, un amigo nuestro de San Francisco me propuso diseñar una exposición sobre la cultura italiana para uno de sus espacios. Empezamos a fantasear: una exposición se basa en la creatividad, el símbolo de la creatividad es el fuego. San Francisco se conoce por el gran incendio y también por ser la metrópolis americana más transgresora. Transgresión igual pecado, pecado igual infierno… En ese momento intervino mi mujer Maria Teresa quien nos recordó que en 2021 se celebraría el aniversario de la muerte de Dante. Al final, el proyecto para San Francisco se paró, pero no el de la Divina Comedia, que llegados a ese punto ya se había apoderado de nuestra imaginación y la idea de medirme con un tema tan importante y grande era un reto irrenunciable.

El Ojo de Caronte, una pieza de Percossi Papi expuesta en la muestra.@ Cortesía de Percossi Papi

Al igual que en los años sesenta, Percossi Papi sigue elaborando sus piezas manualmente en su taller romano. Hoy el equipo lo forma una docena de personas, entre el taller y el laboratorio. “Tras una década de experiencia, aunque muy positiva, con una joint venture en la Rusia de Gorbachov, decidimos mantener el control total, desde el diseño hasta la realización, en nuestro laboratorio de Roma, bajo la supervisión de Valeria y Giuliano que mientras tanto habían entrado en la compañía. La producción queda por lo tanto una producción limitada, a menudo realizada ad personam, lo que permite también controlar fácilmente los materiales y todo el proceso”, cuentan en la firma. 

Pendientes “Cielo de Merurio”, Paraíso.@ Cortesía de Percossi Papi

En este tiempo, la marca ha sabido encontrar un nuevo hueco entre nuevas generaciones de clientes: “Prevalentemente es una clientela femenina. Aunque es la clientela masculina, si bien minoritaria, la que nos demuestra ser más fascinada por nuestro trabajo. El perfil del cliente, además, está determinado por la capacidad económica, que a veces se supera a través de listas de cumpleaños, o de fin de carrera, o de boda. Esto me hace pensar que mi tipo de joya es transversal por edad, procedencia y género, y lo único que supone es una marcada presencia de curiosidad y amor por la cultura y por la historia”, reflexiona el joyero. La nueva exposición promete ampliar su legado a nuevos ojos en Madrid.

La familia Percossi Papi: su esposa Maria Teresa, el propio Diego, y sus hijos, Giuliano y Valeria.

La exposición ‘El precioso camino de Dante’ estará abierta al público del 24 de marzo al 19 de abril en la sala de Bóvedas Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid, organizada por la Embajada de Italia en Madrid en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura de Madrid.