La historia real detrás de la película La emperatriz rebelde

Por Andrea Real
Fact-Fiction
18 diciembre 2022 | 4 min lectura

Es 1877 e Isabel de Austria, más conocida como Sissi, la mujer del último emperador europeo, Francisco José I, cumple 40 años. Un punto de inflexión para la sociedad de la época, que dejará de verla como una mujer joven. La película La emperatriz rebelde cuenta su historia, la de una mujer incomprendida por las personas que la rodean, que se siente oprimida y que debe mantenerse siempre joven, siempre guapa, pero, ¿cuánto de real hay en ella?

La emperatriz rebelde (2022), dirigida por la directora austriaca Marie Kreutzer, empieza en el momento en el que Sissi, interpretada por Vicky Krieps, cumple 40 años. La película refleja gran parte de la atormentada vida que vivió la emperatriz. Desde su adicción a las drogas, a sus trastornos de la conducta alimentaria, hasta la sensación de vivir encorsetada en un papel que le tocó interpretar frente a la corte austríaca y europea. De hecho, el nombre de la película en su versión original es Corsage, lo que se podría traducir como corsé o corpiño.

Aunque el filme está basado en la vida de Sissi, su historia real fue igual de trágica que un drama ficticio. Se casó con su primo, el emperador austriaco Francisco José I, siendo una adolescente, y desde entonces vivió obligada a seguir unas normas sociales y de protocolo que no entendía.

Lo que no cuenta La emperatriz rebelde sobre la historia real de Sissi

Sissi tuvo una infancia alejada de las normas y los protocolos de los palacios, a pesar de ser la hija del duque Maximiliano José de Wittelsbach y la princesa Ludovica, hija del rey Maximiliano I de Baviera. Creció en contacto con la naturaleza y en un ambiente desinhibido, lo que hizo que su carácter no estuviera acostumbrado a los estrictos métodos de la corte austriaca.

José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad CEU San Pablo, explica que la historia real de la emperatriz Sissi estuvo marcada por dos aspectos. “Primero, fue criada en un ambiente de mayor libertad que el de la corte de Viena, a pesar de ser noble, ya que nadie esperaba que llegara a contraer matrimonio con el emperador”, asegura. En segundo lugar, Orella destaca el protocolo de la corte y cómo el contexto político de la época también lo afectaba.

“En la segunda mitad del siglo XIX, tras las revoluciones liberales que se habían dado en Europa, el Imperio austriaco había perdido influencia en Italia y Alemania por sus unificaciones, y los húngaros esperaban poder aprovechar su momento. La emperatriz Sissi vivió ese momento de una posible disolución del imperio austriaco”, explica.

No obstante, como asegura el profesor de Historia Contemporánea, la corte de Viena decidió colocar dos capitales y reconocer los dos idiomas, pasando a ser el Imperio austrohúngaro.

Encorsetada en la corte de Viena

La historia real de la emperatriz Sissi está marcada por cómo fue incapaz a lo largo de su vida de adecuarse a los protocolos y normas tan estrictas de la corte de Viena. Esto la llevó a tener varios episodios depresivos a lo largo de su vida, a desarrollar trastornos de la alimentación y una adicción a las drogas, como la cocaína, una parte de su historia real que la película La emperatriz rebelde muestra en pantalla.

De hecho, algunos de los objetos que siempre la acompañaban, como recoge National Geographic o la colección del Palacio de Schönbrunn, eran una báscula para poder medir su peso, ya que siempre quiso mantenerse en los 50 kilos, y un botiquín con cocaína y una jeringuilla para inyectarla. También estaba obsesionada con hacer deporte y su dieta para poder mantener su peso.

La relación con su suegra tampoco hizo su vida más sencilla en Viena. “La vigilancia constante de su suegra la asfixiaba y su marido, que al principio se había mostrado tan enamorado de ella como para llevar la contraria a su influyente madre, estaba ausente ocupándose de los asuntos de gobierno”, como explica National Geographic.

“Su suegra era como una guardiana de las tradiciones. Hay que entender que en esa época todo el mundo occidental miraba hacia el Imperio austrohúngaro. Las cortes europeas buscaban asemejarse a ellos, tomarlos como ejemplo, lo que hacía que la emperatriz Sissi pudiera sentirse presionada”, afirma Orella.

No obstante, el experto apunta a que “Viena necesitaba un cambio”. “El Imperio iba entrando en decadencia, por lo que buscaban flexibilizarse para sobrevivir, como hicieron con Hungría. Sissi representaba eso”.

La historia real detrás de la muerte de la emperatriz Sissi

Además de su infeliz vida en palacio, la emperatriz Sissi vivió a lo largo de su historia varios hechos trágicos, como la muerte de dos de sus hijos. Unido a sus hábitos y a una vida que no escogió hicieron que tuviera varias depresiones a lo largo de su vida.

No obstante, ella tampoco murió de causa natural, sino que fue asesinada en 1898, durante un viaje a Suiza, a manos de un anarquista italiano, Luigi Lucheni. El hombre le clavó un estilete en el pecho, pero al ser una aguja tan fina la emperatriz no fue consciente de ello hasta que se desmayó. Murió pocas horas después.

Orella explica que, de nuevo, el contexto histórico marcó la vida de Sissi. “A mitad del siglo XIX se está dando la revolución industrial, las personas migran del campo a la ciudad para buscar trabajo. Unido esto a un capitalismo salvaje, surgen movimientos sociales y políticos como el socialismo y el anarquismo, que toma un camino más armado”, asegura. “Con el asesinato de jefes de Estado, los anarquistas buscan desestabilizar los gobiernos”.