La aparición de un nuevo brote de gripe aviar altamente patógena entre patos en una granja avícola en la provincia central de Flevoland, Países Bajos, encendió las alarmas en el país, en Alemania y el Reino Unido.

El Ministerio de Agricultura holandés confirmó que se sacrificarán alrededor de 36.000 animales para limitar la propagación de la enfermedad.

El Reino Unido, por su parte, ha declarado en todo su territorio Zona de Prevención de Influenza Aviar sobre granjas y criaderos de animales después de que se hubieran detectado varios casos de gripe aviar en aves silvestres y en diferentes criaderos.

Según indicó el gobierno británico, a partir de este momento todos los criaderos de aves deben cumplir medidas estrictas y restringir el acceso a personas no esenciales, si bien aclararon que el riesgo para la salud pública es muy bajo.

La declaración de Zona de Prevención también obliga a todos los trabajadores que tengan más de 500 aves a cambiarse de ropa y calzado antes de entrar a los recintos de aves, mientras que los vehículos que trabajen en los criaderos deberán limpiarse y desinfectarse regularmente para limitar el riesgo de la enfermedad.

El estado de alerta se declaró después de que se detectase la enfermedad en aves cautivas en instalaciones de Inglaterra, Gales y Escocia y se identificara en aves silvestres en diferentes puntos de Reino Unido.

Por su parte, hace una semana Alemania informó otro brote de gripe aviar H5N1 altamente patógena en un criadero de gansos en el norte del país, tal como había informado la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

El brote aviar forzó a Namibia a suspender las importaciones de aves vivas, aves y productos avícolas provenientes de Alemania y los Países Bajos. El gobierno del país africano precisó que los envíos de productos avícolas empacados desde el 1 de octubre en Alemania y el 5 de octubre en los Países Bajos serían rechazados y devueltos o destruidos, cuyo gasto deberá solventar el importador.