�Si eliminamos lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, tiene que ser la verdad�
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El signo de los cuatro" es una de las cuatro novelas del canon Holmesiano y al parecer, es la segunda en orden cronol�gico. Watson y Holmes estrechan su relaci�n y entra en escena el amor del se�or Watson, Mary, cuyo padre, unas extra�as perlas y un tesoro constituyen el misterio que llama la atenci�n de Sherlock hasta descubrir un asesinato y una historia de hombres con patas de palo.
Nuestro reconocido y distinguido detective, hace uso de sus maravillosas cualidades de deducci�n y descubre todo el misterio, como esperamos que sea siempre al terminar el libro, pero en esta ocasi�n me centrar� en algunos detalles que me llamaron la atenci�n.
Empecemos por el amor, Watson queda encantado con Mary y Holmes, que todo lo ve, nota en su amigo la flecha de Cupido y hace una reflexi�n sobre el amor bien interesante: "Pero el amor es un estado emotivo, y todo lo emocional resulta opuesto al razonar fr�o y sereno, que yo coloco por encima de todas las cosas. No me casar� jam�s, por temor a perder el juicio" as� que nuestro querido Detective ve el amor como lo �nico que podr�a entorpecer su habilidad y huye de el con todas sus fuerzas, su razonamiento hace que bloquee su sentir, pero lo hace en forma consciente, decide no tener un amor rom�ntico y aunque nos puede parecer extra�o, es su decisi�n individual y como algunas de est� �ndole, deben ser respetadas, as� como el, en medio de su melancol�a de perder una parte de su amigo, acepta su matrimonio, pero no le felicita, as� que Se�or Sherlock, acepto tu decisi�n, pero no te felicito.
Y por otro lado, la personalidad de Sherlock ha llevado a innumerables debates, pasa de estar d�as metido en su sof� sin salir, sin hacer nada y luego le vienen unos arranques de energ�a, donde incluso pierde el sue�o y el hambre, encuentra algo en que concentrarse, misterios que resolver y no descansa hasta que lo logra, puedo ser atrevida al mencionar lo que digo, pero tiene rasgos de man�a y de depresi�n, lo que hoy llamamos trastorno afectivo bipolar, solo que el, en medio de su ciencia, sabe c�mo manejar, o al menos as� lo veo, porque si bien esto puede entorpecer sus habilidades sociales o puede llevarlo a la ruina, sabe lidiar con ellos y asumir lo que cada estado extremo de estos provoca en su ser, lo curioso es que es un hombre que apela al juicio y la raz�n, pero su forma de comportarse entra en el orden de los trastornos emocionales, toda una personalidad que genera curiosidad, mucha curiosidad, o por lo menos, estar�a encantada, como hace el Se�or Watson, de observar todo el tiempo su comportamiento y atendiendo a esto me llam� especialmente la atenci�n su adicci�n. Seg�n el DSM V (la actual clasificaci�n de trastornos psiqui�tricos) toda adicci�n debe afectar las siguientes esferas: 1. Control deficitario: que incluye consumo de grandes cantidades o por periodos prolongados, deseo de dejar de consumirlo y no poder hacerlo, deseo intenso de consumo y hacer de todo para conseguir su droga. 2. Deterioro social: afecta su desempe�o laboral o acad�mico, genera conflictos o ri�as en su ambiente social, abandona actividades de otra �ndole por dedicarse al consumo. 3. Consumo de riesgo: cuando le genera da�o f�sico, mental o emocional, pero a�n as� sigue abusando de ella. 4. Farmacol�gico: no usarlo genera abstinencia o cada d�a requiere una dosis mayor para lograr el efectos deseado o lo que se conoce como tolerancia. As� que, teniendo en cuenta que con solo dos de estas situaciones por un periodo mayor a 12 meses cumplir�a criterios de adicci�n y que cumplir mayor cantidad de items, indica la gravedad, en este orden de ideas y viendo la conducta de Sherlock es evidente que tiene una adicci�n, pero no a la coca�na (no es un adelanto de libro, est� en el primer cap�tulo) si no a los misterios, la coca�na es solo la droga alternativa, la distracci�n de su adicci�n, el paliativo a aquello que si bien para el mundo ficticio que habita es una bendici�n porque permite atrapar asesinos y malas personas, para Sherlock no es tan sano y aunque nos cueste creerlo y aunque su vida parezca grandiosa, constituye un sufrimiento constante, donde no expresa lo que siente con palabras, por eso permite que Watson este en su vida, no es casualidad, es una ayuda, no solo es su compa�ero de aventuras, sino su amigo. Sherlock no es un h�roe y no quiere serlo, podr�a ser un gran villano si �l lo quisiera, pero sus sentimientos, su coraz�n, en esta obra es perceptible y es evidente a�n m�s con esa frase se Goethe que usa: "Schade dass die Natur nur einem Mensch aus dir schuf
Denn zum w�rdigen Mann war und zum Schelmen der Stoff" "�L�stima que la Naturaleza hiciera de ti tan s�lo un hombre, pues tienes madera para haber sacado una persona honrada y un brib�n!".
Al terminar este libro, si bien
Sherlock Holmes sigue siendo un personaje que admiro, ahora tiene mi respeto, no es un h�roe y aunque pareciera que el mundo no le importa, siento que en realidad es al contrario, le importa demasiado como para poner su dolorosa adicci�n por encima del bien com�n.