El 25 de enero de 2022, la Secci�n n�mero 15 de la Audiencia Provincial de Madrid conden� en primera instancia a la pena de seis a�os y nueve meses de prisi�n a A.S.I, un profesor de ingl�s de un colegio de la localidad madrile�a de San Sebasti�n de los Reyes. Se le consider� autor de tres delitos de abuso sexual continuado, otro de abuso sexual y de un delito de posesi�n de pornograf�a infantil. Hab�a abusado de cuatro adolescentes menores de edad y, adem�s, en su casa le encontraron material fotogr�fico de car�cter sexual con menores.
Siete meses y medio despu�s -el 7 de octubre pasado-, y merced a la entrada en vigor ese mismo d�a de la Ley de Garant�as de Libertad Sexual, m�s conocida como del s�lo s� es s�,se le excarcel� de inmediato. La propia Secci�n 15 de la Audiencia provincial de Madrid acababa de rebajar la pena del condenado a s�lo 15 meses de prisi�n en cumplimiento de la nueva normativa. El reo ya hab�a cumplido de sobra esa condena ya que estuvo privado de libertad entre junio de 2019, cuando una de sus v�ctimas le denunci� ante la Guardia Civil y el juzgado lo mand� a la c�rcel de manera preventiva, y ese d�a.
El abogado del condenado es �lvaro Garc�a-Olay Samaniego. En conversaci�n telef�nica con EL MUNDO, el letrado se�ala: "El mejor defensor de mi cliente se llama Irene Montero y es ministra de Igualdad. Ha vaciado de contenido el delito de abuso sexual sin contemplar todas las derivadas que pod�a ocasionar. En este caso, mi defendido se ha beneficiado claramente al aplicarse la nueva normativa".
Se trata del primer caso en Espa�a de rebaja de pena a un pederasta tras la aprobaci�n de la ley de s�lo s� es s�, impulsada por Montero. Este martes, la ministra ha tildado de "machistas" a los jueces que ya han aplicado reducciones de penas a condenados por delitos sexuales, una acusaci�n que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha calificado de "intolerable" a trav�s de un comunicado p�blico.
El letrado �lvaro Garc�a-Olay valora ahora solicitar una indemnizaci�n al Estado por exceso en el cumplimiento de condena por parte de su defendido. Los tres a�os y cuatro meses que su cliente ha pasado en prisi�n exceden de largo los 15 meses que ahora se le han impuesto. "Tengo que hablar con mi defendido, pero es probable que se solicite", afirma.
A.S.I. conoci� su condena inicial a finales de enero de este a�o. Decidi� no recurrirla, explica su letrado, y asumir la pena. En cambio, s� lo hizo la Fiscal�a, quien hab�a pedido para �l 40 a�os de reclusi�n penitenciaria. Le acusaba tambi�n de un delito de corrupci�n de menores, del que fue absuelto.
Tras estudiar el recurso del Ministerio Fiscal, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decidi� no modificar en nada el fallo de la Secci�n 15 de Madrid. Se manten�a en esos seis a�os y nueve meses de reclusi�n penitenciaria. Ni la Fiscal�a, ni la defensa ni la acusaci�n particular, ejercida por una de las v�ctimas, recurrieron el fallo, por lo que deb�a ejecutarse la sentencia.
"Excarcelado de inmediato"
Pero el letrado explica que la Secci�n 15 de la Audiencia Provincial de Madrid avis� "de oficio a las partes a finales de septiembre pasado" (antes de que la ley entrara en vigor) de que pod�an hacer alegaciones a la sentencia gracias a la aplicaci�n de la nueva norma. Les dio un plazo de tres d�as para presentar sus escritos. As� lo hizo el citado abogado y su cliente sali� en libertad el mismo d�a que la ley apareci� publicada en el Bolet�n Oficial del Estado (BOE), el 7 de octubre. "Fue excarcelado de inmediato", cuenta.
La resoluci�n que ha rebajado la pena de A. S. I. recoge el siguiente pasaje: "[ese delito, el del abuso sexual] interviniendo enga�o o abusando de una posici�n reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la v�ctima (...) con persona mayor de diecis�is y menor de dieciocho ha sido destipificado con la reforma efectuada, de forma que el consentimiento prestado por personas mayores de diecis�is a�os no es constitutivo de delito (excepto que dicho consentimiento se preste empleando violencia, intimidaci�n o abuso de una situaci�n de superioridad o de vulnerabilidad de la v�ctima que no es el caso), por lo que siendo evidentemente m�s favorable la regulaci�n actual debe aplicarse la misma".
La sentencia inicial de enero de este a�o recoge que el condenado pag� peque�as cantidades de dinero a alumnos y ex alumnos del colegio en el que trabajaba para satisfacer su apetito sexual, aunque sin acceso carnal. A algunos, siempre varones, les toc� sus genitales o les pidi� que se dejaran fotografiar mientras se besaban.
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