En El lobo de Wall Street, a mediados de la década de los años ochenta, Jordan Belfort, un joven recién casado, llega a Nueva York con la intención de iniciar una carrera como corredor en la firma de Mark Hanna, en Wall Street. Ha llegado a la ciudad con sueños de crecer y llevar una vida solvente y emocionante. Pero todo cambia cuando descubre las formas y costumbres que deberá adoptar para sobrevivir y triunfar en el negocio, las cuales involucran drogas, sexo y actividades ilegales. Aunque su estadía en la firma es breve, luego de que la misma debe cerrar sus puertas en el lunes negro que termino con varias empresas, Belfort funda su propia compañía, de la nada, con algunos colegas. Sus ambiciones y su natural carisma hacen que la nueva compañía crezca con una rapidez inusitada, con un éxito tan explosivo que logra llamar la atención del FBI, cuyos agentes deciden investigar y perseguir a Jordan por varios delitos de defraudación a sus clientes y enriquecimiento ilícito, aunque su detención no será fácil dado que Belfort es demasiado escurridizo y habilidoso para dejarse atrapar.