Justicia y nazismo: cómo es el best seller que inspiró la inquietante película sobre el Caso Collini

Fabrizio Collini llega un día a la habitación 400 del legendario Hotel Adlon de Berlín, llama a la puerta, lo recibe Franz Meyer, un anciano industrial reconocido, y le dispara cuatro balazos en la cabeza, tras lo cual le destroza la cara a patadas. Luego baja al lobby del hotel y avisa en recepción que el huésped de la suite Brandemburgo está muerto.

Así comienza la sobrecogedora novela El caso Collini, la primera de Ferdinand von Schirach, el jurista y bestseller alemán, que ha vendido miles de ejemplares de sus obras inspiradas en casos reales.

Su libro vuelve a ser noticia porque este jueves se estrena en cines la película sobre esa historia, del director Marco Kreuzpaintner, con un impresionante Franco Nero en el papel de Collini. La adaptación de la novela de Von Schirach a cargo de Robert Gold, Jens-Frederik Otto y Christian Zübert es dinámica y confiere al film un ritmo tan trepidante como el del libro.

Von Schirach no tiene la menor intención de ocultarle al lector los intersticios del asesinato que comete Collini –que se niega a hablar del motivo–, aunque por la edad del anciano (86 años), y la nacionalidad del acusado, los lectores podrán inferir que algo vinculado con el nazismo se mueve en la niebla de los secretos.

¿Justicia?

La frase de Ernest Hemingway que abre la novela del narrador alemán pone sobre la mesa un elemento para un debate posterior, que tanto el libro como la película, procuran abrir en lectores y espectadores: “Probablemente estamos hechos para hacer lo que hacemos”.

Un inquietante capítulo de la historia de la justicia alemana se agita en el trasfondo de una novela donde el abogado defensor, Caspar Leiner, aún a sabiendas que Collini es culpable de la muerte de Meyer, trata de brindarle una defensa digna como defensor público, aunque a Collini solo le importe saber que Meyer está muerto.

Las novelas de Von Schirach son indudablemente atractivas por la diversidad de reflexiones que dejan en sus lectores. Son, en buena medida, preguntas sobre la culpa y la culpabilidad, sobre la reparación por un crimen con otro crimen, y sobre la dignidad de un hombre cuando no encuentra justicia.

Respecto del oscuro trasfondo de El caso Collini, Von Schirach ha dicho: “Tras publicarse el libro (en 2011, en español), el Ministerio de Justicia de Alemania encargó a una comisión la investigación del pasado nacionalsocialista del citado ministerio. Hasta donde he podido seguir los resultados de la comisión, he visto que al fin se están esclareciendo muchos crímenes menores y mayores. La justicia actual ya no tiene nada que ver con los nazis que ocuparon cargos en ella durante los años 50 y 60. Es una muy buena señal. Pero para las víctimas llega demasiado tarde”.

El director del film, Marco Kreuzpaintner, siempre estuvo interesado en el tema de la justicia. “Más específicamente, si lo que llamamos justicia es siempre justa. Es una historia sobre la moral, en el mejor sentido de la palabra; una historia en la que uno se deja indignar por una monstruosidad y acompaña a un héroe mientras se asegura durante un tiempo, más justicia. La monstruosidad en este caso es la llamada Ley Dreher de 1968, que provocó que miles de delincuentes del Tercer Reich escaparan impunes”.

Y es en su puesta cinematográfica donde el realizador decide, como deber humano, “defender la Justicia y esta lucha siempre valdrá la pena".

Pero al autor de Culpa y de Crímenes no le interesaba escribir sobre los crímenes del nazismo, los que considera suficientemente analizados e investigados, sino sobre “los crímenes de mayor complejidad que cometió la justicia de la República Federal de Alemania, mi país. Estos me conciernen a mí, y siguen afectando a mi sociedad, al mundo en el que vivo como abogado defensor y como escritor”.

Y subraya algunas reflexiones para el debate, como ésta: “El derecho va siempre ligado también al desarrollo de una sociedad. Lo que hoy nadie aceptaría puede cambiar rápidamente, de modo que el derecho cede el lugar al poder. Esto es algo que estamos viviendo actualmente. Las vulneraciones del derecho por parte de la política están a la orden del día cuando se trata de la persecución de terroristas. Matar a terroristas sin un juicio no sólo atenta contra la dignidad humana, sino que es además una tontería. Así únicamente se siembra más violencia. Y si dejamos de confiar en nuestro derecho, estamos perdidos”.

Probablemente habrá quienes digan que ya vieron El caso Collini en televisión o en youtube en versión alemana y sin subtitulado. En ambos casos es cierto que la película, ganadora de varios premios en prestigiosos festivales, pudo verse en “pantallas chicas”.

Pero el estreno en salas de cine es la novedad, y además actualiza un tema sensible que tiene resonancias también en nuestro país. Por ejemplo: la impunidad.

Finalmente, Von Schirach expresa su mirada sobre la situación de la libertad en la hora actual: “Hoy en día las personas consideran más importante la seguridad que la libertad. Libertad y liberalismo han perdido popularidad, parece que han perdido su significado. Esto me parece muy peligroso: si perdemos la libertad, acabaremos perdiendo también la seguridad. La Constitución, los derechos fundamentales de los ciudadanos, constituyen en realidad derechos de defensa contra el exceso de poder del Estado”.

PC