Edward, mi hijo (1949), de George Cukor

Arnold es un ambicioso hombre de negocios que vive con la única idea de sobreproteger a su hijo Edward, al que ama con todas sus fuerzas; pero su vástago, lejos de pagarle con la misma moneda, sólo siente hacia su padre odio y desprecio. Esta inestable e inadecuada relación, solo hace de Edward un ser corrupto e inmoral.

Drama con una curiosidad añadida: el personaje de Edward no aparece en toda la cinta. El film es la historia de un padre que siente una obsesión desmedida por su hijo, pero que desatiende las verdaderas necesidades del muchacho. Spencer Tracy y Deborah Kerr están espléndidos en los papeles de padres sufridores e ineptos educadores de su hijo, y que tarde o temprano sufren las consecuencias. Kerr fue nominada al Oscar a la mejor actriz.

La película está basada en una obra teatral de Robert Morley y Noel Langley, y fue dirigida con brillantez por George Cukor (La costilla de Adán, My Fair Lady).