Carlos III desea que sus hermanos, Ana y Eduardo, lo ayuden en sus deberes reales

Fue en el mes de septiembre cuando empezó en reinado de Carlos III en el Reino Unido, después del sensible fallecimiento de su madre, la reina Isabel II. Incluso desde antes de que comenzara su liderazgo, se supo que el esposo de Camila apostaría por formar una nueva monarquía, una más discreta y reducida, en la que se apoyaría de solo algunos miembros de su familia. 

Si bien el rey Carlos III tiene el apoyo constante de su mujer, Camila, reina consorte, y de Guillermo y Catalina, príncipes de Gales, parece que el monarca no se ha olvidado de sus dos hermanos más honorables, la princesa real Ana y el príncipe Andrés. Les damos este calificativo porque en lo que respecta al príncipe Andrés, sus antecedentes dicen otra cosa. 

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Ha trascendido que el actual monarca británico ha acudido al gobierno británico para que se genere un cambio legislativo a favor de la princesa Ana y el príncipe Eduardo, para que ambos se conviertan en consejeros de Estado. Con estos nuevos roles, los elegidos pueden sustituir a Carlos III en actos públicos cuando él esté indispuesto u ocupado. 

En este momento de su reciente ascenso al trono, Carlos de Inglaterra tiene solamente cinco consejeros de Estado designados: la reina Camila, Guillermo de Gales, Enrique de Sussex, el príncipe Andrés y la princesa Beatriz, su sobrina. Pero en el caso del príncipe Harry y el duque de York, como no están activamente sirviendo a la monarquía, no podrían servirle.

Estas ausencias dejarían un tanto desprotegido al rey Carlos, por lo que desea añadir a este grupo selecto a dos personas, Ana de Inglaterra y Eduardo de Wessex. Lo que procede en este caso, es que el Gobierno británico presente ante el Parlamento la propuesta de enmienda de las leyes de la Regencia, las que dicen que este grupo solo puede integrarse por cinco miembros de la Familia Real. 

Forzosamente, tienen que ser mayores de 21 años y se deben encontrar en los primeros lugares en la línea de sucesión al trono. Esto explica por qué Beatriz de York aparece en la lista, pues quienes que están antes que ella en la sucesión, son todos los hijos de William y Harry, todos menores de edad todavía. 

Los actos públicos son importantes para el rey Carlos III

Todo esto es para garantizar la continua eficiencia de los asuntos públicos cuando el padre de los príncipes William y Harry no esté disponible, como cuando esté desempeñando funciones oficiales en el extranjero. Carlos III escribió su petición en un documento, que señala que en el pasado, la Princesa Real y el conde de Wessex y Forar, ya han cumplido esa función en el pasado. 

De hecho, desde antes del fallecimiento de Isabel II del Reino Unido, se comenzó a abordar esta posibilidad de ampliar el número de los consejeros de Estado; se sabe que la difunta monarca estaba de acuerdo con este cambio. 

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Pero hay funciones constitucionales básicas en las que nadie puede sustituir al monarca británico, como los asuntos relacionados con la Commonwealth o el nombramiento del Primer Ministro. Si es que se aprueba esta propuesta, la princesa Ana y el príncipe Eduardo volverían más continuamente a la acción real en 2023, cuando habrá muchos compromisos para Carlos III en el extranjero.