Con una Ciudad Vieja (Altstadt) que es joven, ya que fue reconstruida tras el bombardeo de la II Guerra Mundial, y una Ciudad Nueva (Neustadt) que es vieja, porque conserva un buen patrimonio barroco, Dresde ha sido un importante foco cultural en Europa desde hace más de 300 años. La Semperoper continúa la tradición operística iniciada cuando la ciudad se convirtió en la capital de la ópera italiana al margen de Italia, Farinelli y el resto de castratos pasaron por la ciudad, uno de sus regentes mostró un refinado gusto por la pintura, adquiriendo colecciones de gran valor que hoy podemos ver en los museos de la ciudad. Este recorrido entre partituras, estrellas y genios de la pintura va en busca de ese legado cultural.