▷ La historia de Dorotea, capítulo de Don Quijote para niños

La historia de Dorotea, en Don Quijote de la Mancha y Cardenio

Continúa la tremenda historia de Cardenio, aquel ‘loco’ por desamor que Don Quijote encontró en medio de Sierra Morena. En ‘La historia de Dorotea’, se cuenta las andanzas de la bella joven que está relacionada, sin ella saberlo, con las desdichas de Cardenio, cuya desventura, recuerda, puedes leer aquí:

Tiempo de lectura de la historia de Dorotea: 9 MINUTOS

Capítulo de Don Quijote de La historia de Dorotea

Don Quijote y la historia de Dorotea
La historia de Dorotea en Don Quijote de la Mancha

Intentaba consolar el cura a Cardenio, tras contar éste su desgraciada historia de amor… cuando de pronto escucharon un ruido, y sigilosos acudieron a comprobar quién andaba tras los matorrales. Vieron entonces junto al riachuelo un joven que sentado, lavaba sus hermosos y blancos pies.

Tenía el joven un porte inmaculado y ropas muy limpias. ¿Quién sería? ¿Qué hacía ahí? Al girar el rostro un poco, se dieron cuenta sin embargo de que no era zagal, sino una hermosa dama la que vestía aquel ropaje. Soltó entonces su larga melena y todos quedaron obnubilados ante aquella imagen.

– Solo la belleza de mi Luscinda podría competir con la de esta muchacha- dijo Cardenio.

La hermosa joven comenzó a peinar sus rubios y largos cabellos y al escuchar el ruido de los que miraban, de un salto se levantó, y asustada, intentó huir.

– ¡No huyáis, bella dama! Que estos que ven vuestros ojos no están para haceros daños, sino para serviros- dijo el cura- Estamos para escuchar vuestra historia y si es menester, vuestras desdichas, si con ello encuentra su merced consuelo.

La joven, menos asustada ante las palabras del cura, se acercó, se sentó en un piedra, y comenzó a narrar su desdichada historia:

La historia de Dorotea y el engaño de Don Fernando

– Existe un duque con dos hijos. El mayor, heredero de todo. Del pequeño son vasallos mis padres, humildes jornaleros. Yo ayudaba a mis padres en todas las tareas, y por la noche, cosía e hilaba con gusto.

Apenas salía, más que para acudir a misa. Y en una de estas ocasiones, don Fernando, que así se llamaba el hijo menor del duque al que me refiero, se quedó prendado de mí...

Cardenio dio un respingo en su sitio al escuchar ese nombre. Tantos malos recuerdos le traía… sin embargo, no dijo nada, y siguió escuchando el relato de la joven:

– Don Fernando comenzó a halagarme, a enviarme detalles, flores, regalos. A insinuar constantemente su amor por mí. Yo, sin embargo, asesorada por mis padres, me mostraba distante y fría. ¿Cómo va un noble a casarse con una vasalla como yo? Lo más normal, decía mi padre, es que solo buscara placer y luego me abandonara.

Pero un día, o mejor dicho, una noche, él se presentó en mis aposentos, me abrazó y me juró amor verdadero. Aseguró que se casaría conmigo, y aunque una parte de mí pensaba que solo eran argucias, otra parte pensaba que tal vez, por qué no, don Fernando decía la verdad. Tal vez quería de veras casarse, a pesar de mi posición, absorto por mi belleza… la de la vasalla Dorotea…

Cardenio volvió a sobrecogerse al escuchar su nombre. Todo cuadraba… pero prefirió seguir esperando para decir lo que pensaba… y Dorotea siguió con su historia:

– Llamó don Fernando a la doncella para hacerla testigo de sus pretensiones, sin saber yo por entonces que mi doncella estaba comprada por él.

Juró ante ella que se casaría conmigo y después… después ella salió, cerró la puerta, y yo dejé de ser doncella. Él luego se fue y no supe más. No volvió, y su traición se hizo patente el día en el que me enteré de que se había casado con una bella dama, noble, con más riquezas, llamada Luscinda.

La historia de Dorotea y cómo terminó en la sierra

En esto que Cardenio comenzó a llorar, pero la joven siguió narrando su historia:

– Ese día no me entristecí, sino que ardí en cólera. Deseaba gritar a los cuatro vientos la traición de Don Fernando. Así que pedí a mi criado un hábito para poder disfrazarme y acudir al lugar en donde estaba Fernando sin ser descubierta. Llevé conmigo también por si acaso un vestido escondido en una almohada.

Y llegué allí a los dos días, en donde en nada me pusieron al corriente del extraño desposorio. La novia por lo visto se desmayó, y encontraron en su escote una nota que decía que no podía casarse con don Fernando al estar casada ya con un tal Cardenio… Me contaron que Cardenio era un conocido caballero muy ilustre de la ciudad, y que ella decidió dar el sí quiero a don Fernando por obediencia a sus padres.

Cuentan también que ella estaba dispuesta a darse muerte tras la boda. Encontraron, de hecho, una daga entre su ropaje. Él luego intentó matarla por desdén, pero los padres de ella se lo impidieron… Todos cuentan que Cardenio estaba presente en ese enlace, y al sentir la traición de su amada, salió de allí en estado de locura, y que nadie consiguió verle nunca más.

Yo, por mi parte, tras conocer aquella historia, y al escuchar en un bando que mis padres me buscaban, decidí adentrarme en la sierra para esconderme junto con mi criado. Pero él, poco después, intentó aprovecharse de mí.

En un forcejeo, conseguí librarme de él. Le empujé y él cayó por un terraplén… No sé si le dejé allí muerto. No me importó. Seguí mi camino y me puse al servicio, como mozo, de un ganadero. Y así hasta ahora, que me habéis descubierto… ¿Cómo podría regresar a casa de mis padres? ¡Me moriría de vergüenza!

La historia de Dorotea y la conexión con Cardenio

Cardenio la miró compasivo. Su corazón estaba sobrecogido ante esta historia.

– Así que eres Dorotea, la hija de Clenardo…

– ¿Y cómo sabes el nombre de mi padre?- La joven estaba sorprendida.

– Yo soy, señora mía, el desventurado con el que Luscinda dijo estar casada… El desdichado y roto Cardenio. No tuve valor para quedarme tras su desmayo, ni conocer aquella nota que guardaba en su pecho. Salí destrozado de aquel lugar, muerto en vida. Sin embargo, la locura no ha terminado de consumirme porque esperaba tal vez esta visita, llena de luz y esperanza.

Don Fernando no puede casarse con Luscinda por ser ella mía y por ser él vuestro… tal vez el cielo nos sonría.

El cura y el barbero se ofrecieron a acompañarlos hasta el pueblo, y ayudarles a buscar a Don Fernando y a los padres de Dorotea. Aunque antes, explicaron, estaban esperando el regreso de Sancho Panza, que se había ido en busca de su señor, Don Quijote, por quien se habían adentrado en la sierra.

En esto que oyeron los gritos de Sancho y al llegar a su encuentro, les explicó que su señor, Don Quijote, estaba desnudo, flaco y fuera de sí… nombrando a su amor, Dulcinea.

– Yo puedo hacerme pasar por doncella y ayudar para convencerle a volver a su señor… – dijo entonces Dorotea- He leído muchos libros de caballería y podría hacerlo. Llevo un vestido escondido y no me llevará tiempo.

A todos les pareció una buena idea. El objetivo era hacer regresar a Don Quijote al pueblo como fuera.

¿Quieres saber qué sucede? ¿Si Dorotea consigue hacer entrar en razón a Don Quijote? ¡Pues encontrarás la respuesta en la siguiente aventura!

Qué reflexionar con la Historia de Dorotea

Utiliza este capítulo de Don Quijote de la historia de Dorotea para reflexionar sobre:

  • Los engaños.
  • La traición.
  • El amor verdadero frente al placer y el capricho.

Reflexiones sobre la historia de Dorotea

Esta triste historia de Dorotea nos recuerda lo prudentes que debemos ser ante los engaños y las mentiras del amor:

  • No es verdadero si… : Desconfía del amor que tanto promete a cambio de algo. En la historia de Dorotea, el protagonista, Don Fernando, le promete que se casarán a cambio de que acceda a sus deseos. Ella le creyó, pero… El amor no pide nunca nada a cambio. Desconfía de lo contrario…
  • Las mentiras disfrazadas de verdad: En esta historia de Dorotea nos explican lo bien que las mentiras se disfrazan tantas veces. Dorotea, que desconfiaba de las intenciones de Don Fernando, terminó creyéndole al jurar ante su criada que se casaría con ella. Al tener otra persona como testigo, ella llegó a creerse la mentira.

«Desconfía del amor que promete y promete a cambio de algo… El amor verdadero nunca pide nada.»

— (Reflexiones sobre ‘La historia de Dorotea’)

Otras historias de Don Quijote para leer con los niños

¿Te gustó el relato de la historia de Dorotea? Descubre también estas otras aventuras de Don Quijote, adaptadas todas ellas para los niños:

  • Don Quijote es armado caballero: Este es el comienzo de las aventuras de Don Quijote de la Mancha. Te contamos cómo empezó todo, cómo Don Quijote fue armado caballero.
  • Los molinos de viento: Esta es quizás la aventura más popular de Don Quijote, cuando confundió unos molinos de viento con enormes gigantes.
La aventura de Don Quijote y los molinos de viento para niños
Don Quijote de la Mancha y los molinos de viento

Y recuerda que también puedes escuchar alguna de estas geniales aventuras narradas de Don Quijote, como esta historia de Dorotea. Búscalas en el canal de podcast de Tucuentofavorito.com aquí:

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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