Vasa, Dinastía.

Dinastía reinante en Suecia (y Finlandia) entre 1523 y 1654, y en Polonia-Lituania entre 1587 y 1668. Con los Vasa, Suecia recuperó su independencia de Dinamarca a principios del s. XVI, introduciendo a continuación en el país el luteranismo y poniendo las bases del moderno Estado sueco. En el siglo siguiente, gracias a sus éxitos militares durante la Guerra de los Treinta Años, convirtieron a Suecia en la gran potencia del norte de Europa, dominando la mayor parte de las tierras en torno al mar Báltico y también el rico comercio a través de éste. Instalados los Vasa en Polonia a finales del s. XVI, aunque con reyes diferentes en los dos reinos que incluso lucharon entre sí por el dominio del Báltico, gobernaron este país con altibajos, que tras la desaparición de los Vasa decayó rápidamente.

Los Vasa suecos

Tras la conquista de Suecia por Margarita de Dinamarca en 1387 y la Unión de Kalmar en 1396 con Dinamarca y Noruega (incluyendo a través de ésta Islandia y Groenlandia), el país estuvo vinculado a esos Estados hasta 1523, aunque ya desde mediados del s. XV la autonomía sueca fue un hecho, gozando de gran poder los regentes, sobre todo una verdadera dinastía de ellos, los Sture. Por fin, Gustavo I Vasa (1523-1560), con el apoyo de la poderosa ciudad hanseática de Lübeck, se hizo con el control del país aprovechando la revuelta de los mineros de Dalecarlia (centro de Suecia), iniciada a raíz de la "matanza de Estocolmo" por los daneses (1520). De este modo, el parlamento sueco (Riksdag, compuesto de cuatro estamentos: nobleza, clero, burguesía y campesinado) lo eligió rey en Strängnäs, convirtiéndose así en el fundador de la dinastía real sueca de los Vasa. En realidad, la familia provenía de Nicolás Kettilson, llamado Vasa según el nombre de un castillo cercano a Estocolmo, quien en el s. XV casó con un miembro de la familia de los Sture, Brígida. El hijo de ambos, Erik, sería el padre de Gustavo I.

Éste, durante su largo reinado de casi cuarenta años, impulsó grandes cambios sociales. Reunió en 1529 un concilio en Örebro que declaró al luteranismo religión oficial de Suecia, confesión extendida en el país por discípulos de Martín Lutero como Olaus Petri y Laurent Anderssen. Previamente, en la dieta de Västerås de 1527, el rey había ordenado la devolución al Estado de numerosos bienes eclesiásticos, reservando a partir de entonces el nombramiento de obispos a la monarquía. La subordinación de la Iglesia sueca a su persona le permitió reforzar enormemente la autoridad regia, apoyada por otra parte en el campesinado; pero la imposición del protestantismo luterano originó la rebelión de Dalecarlia y de Smaland, pronto sofocadas. Reorganizó la administración estatal y local utilizando a numerosos extranjeros y nombrando a gobernadores provinciales; también reformó los impuestos, el comercio (desligándose de Lübeck) y el ejército. En 1544 terminó con la monarquía electiva y declaró a su familia depositaria por herencia de los derechos reales. Hacia 1558 guerreó contra la Rusia de Iván IV, que había conquistado Livonia (hoy Letonia) en busca de una salida al Báltico, logrando vencerlo. Casó tres veces: con Catalina de Sajonia-Luxemburgo, con Margarita Lejjonhufrud y con Catalina Stenbock.

El segundo rey de la dinastía Vasa fue Erik XIV (1560-1568), hijo mayor de Gustavo I. Aunque antes de ser entronizado tuvo algunas responsabilidades de gobierno, su reinado fue pésimo para el país, con apenas aportaciones positivas como la introducción del humanismo europeo. Solicitó la mano de Isabel I de Inglaterra, y al no obtenerla se casó con su amante Catalina Mansdotter. De carácter cruel, hizo encerrar durante un tiempo a sus hermanos para evitar posibles conspiraciones de estos, y luego declaró una guerra contra Dinamarca, Rusia y Lübeck que, salvo la ocupación de Estonia, sólo originó derrotas militares, gastos y muertes inútiles. Al fin, habiendo medio enloquecido, sus hermanos encabezaron una rebelión aristocrática que lo destronó, siendo encerrado y torturado, y finalmente asesinado con veneno.

Uno de los hermanos, Juan III (1568-1592), fue el nuevo monarca sueco. Al poco de ser coronado firmó la paz de Stettin (1570) con sus enemigos, debiendo ceder su único puerto en el mar del Norte, Älvsborg. Casó luego con Catalina Jagellón, hermana del rey polaco Segismundo II Jagellón (más adelante contraería segundas nupcias con Gunilla Bielke), aproximándose desde entonces al catolicismo. Pareció que Suecia podía volver a adoptar esta confesión, pero el papa Gregorio XIII no se mostró favorable a permitir las concesiones doctrinales y litúrgicas que el rey pedía, y en cualquier caso, ni el clero y el pueblo suecos eran favorables a la restauración católica.

En 1587 su hijo Segismundo fue coronado rey de Polonia (país unido entonces a Lituania), quien tras fallecer Juan III lo fue también de Suecia, reinando aquí como Segismundo I (1592-1600). Católico de nacimiento, trató más firmemente que su padre de reinstaurar su fe en el país, además de unificar Suecia y Polonia, creando así un enorme Estado báltico. Sin embargo, el sínodo de Uppsala de 1593 reafirmó el luteranismo, suprimiendo las reformas litúrgicas de Juan III y reconociendo los principios dogmáticos de la Confesión de Augsburgo (1530). El rey reconoció estas decisiones, pero personalmente siguió siendo católico. Poco tiempo después, en 1595, su tío Carlos de Södermanland encabezó una rebelión protestante, haciéndose declarar regente por el parlamento. En 1598 las tropas de Segismundo fueron derrotadas en Stångebro, siendo depuesto al año siguiente y reemplazado por su tío; en Polonia continuaría siendo rey.

Carlos IX (1600-1611) gobernó de hecho desde entonces, aunque aguardó algún tiempo antes de proclamarse formalmente rey, título que el parlamento sueco le dio en 1604. Fortaleció la unidad política y religiosa del reino gracias al apoyo que obtuvo de la burguesía, el campesinado, la Iglesia luterana y la universidad de Uppsala (que él reabrió). Tuvo que combatir de nuevo con sus vecinos: primero se aseguró frente a Rusia el dominio de Finlandia, pero cuando trató también de hacerse con Livonia y Laponia, los polacos de su sobrino Segismundo le vencieron en Kirkholm en 1605 y en Klutsiomo en 1610, en esta ocasión a pesar de estar aliado al zar Basilio IV. Casó con María del Palatinado y con Cristina de Holstein-Gottorp.

Su hijo Gustavo II Adolfo el Grande (1611-1632), menor de edad entonces pero de carácter enérgico, rechazó el consejo de regencia que se formó al inicio de su reinado y gobernó personalmente, ayudado de consejeros capaces, entre ellos el canciller Axel Oxenstierna. Reconoció inmediatamente, el mismo año de 1611, los privilegios de la nobleza al tiempo que la implicaba en la administración del reino, pudiendo así obtener fondos para formar un poderoso y disciplinado ejército; declaró el servicio militar obligatorio y encargó la renovación del armamento a Luis de Geer, de origen flamenco. Prosiguió luego las campañas de su padre, pero para no tener que dividir sus fuerzas atacó primero a Rusia, obteniendo así Carelia e Ingria por la paz de Stolbova (1617). Después, en 1621, se lanzó contra Polonia, ganando Livonia y la Prusia polaca, sancionado ello en la Tregua de Altmark (1629).

Intervino después en la Guerra de los Treinta Años a favor de los príncipes alemanes protestantes contra el emperador Fernando II de Habsburgo, católico. En 1630 desembarcó en Pomerania, firmó el tratado de Bärwalde con Francia para obtener suministros, y atravesó el país por Brandenburgo, Sajonia, Renania y Palatinado, amenazando Baviera antes de regresar a Sajonia. Durante este trayecto se puso al frente de los príncipes protestantes y venció, aplicando revolucionarias estrategias militares con acertado uso de la artillería y la caballería, en Breitenfeld, Sajonia (1631), a Johan Tzerelae, conde de Tilly, jefe del ejército imperial; de nuevo a éste en el paso del Lech, Baviera (1632), y a Albrecht Wallenstein en Lützen, Sajonia (1632). No obstante, en esta última batalla perdió la vida. Sus conquistas habían añadido a los ya extensos dominios suecos Pomerania occidental y Bremen-Werden-Hamburgo (es decir, las desembocaduras de tres grandes ríos alemanes, el Oder, el Elba y el Weser), poniendo las bases que iban a convertir el mar Báltico en un lago sueco. Estuvo casado con María Leonor de Brandenburgo.

Al morir Gustavo II Adolfo, su única hija y sucesora Cristina I (1632-1654) apenas tenía unos seis años de edad, haciéndose cargo del gobierno un consejo de regencia presidido por Oxenstierna, que continuaría la guerra, inicialmente con dificultades a causa de la derrota de Nördlingen (1634). Pero, renovada la alianza con Francia, la ayuda de este país (que desde entonces intervino activamente en la guerra) sería decisiva para proseguir los combates y, a partir de 1643, derrotar a Dinamarca cuando ésta atacó a Suecia. Aunque Prusia oriental fue devuelta a Polonia, Suecia se anexionó las islas de Ösel y Gotland y los condados de Halland, Jämtland y Härjedalen, además de obtener libre paso en los estrechos bálticos. Todo ello fue reconocido en el tratado de Brömsebro (1645). Tras la firma de la paz de Westfalia en 1648, gestionada del lado sueco por Oxenstierna, Suecia quedaba como la principal potencia del norte de Europa, con derecho incluso a participar en las Dietas imperiales.

Desde 1644 Cristina había sido declarada mayor de edad, quien poco a poco apartó del poder a Oxenstierna por considerarlo demasiado afín a la nobleza. Cristina, con acusado interés por la cultura, añadió a los grandes gastos militares realizados durante su minoría (que habían obligado a arrendar a la nobleza más del 70 % de la tierra) otros igualmente elevados destinados a costear la creación de escuelas, su patrocinio de intelectuales y artistas extranjeros como el filósofo René Descartes, el literato Isaac Vossius o el arquitecto Simón de la Vallée, a quienes trajo a Suecia, y la celebración de fastuosas fiestas. En una situación social y económica difícil, su conversión al catolicismo terminó por decidirla a renunciar a la corona en 1654, abdicando en su primo Carlos X Gustavo. Se extinguieron así los Vasa suecos, fundándose en este país la dinastía Palatinado-Zweibrücken. Cristina, que nunca contrajo matrimonio, se trasladó a Roma, donde tras diversas vicisitudes moriría más de tres décadas después, en 1689.

Los Vasa polacos

Segismundo III Vasa (Waza en polaco), hijo del rey sueco Juan III, fue elegido rey de Polonia (y Lituania, 1587-1632) gracias a las gestiones de su padre y a que su madre, Catalina, era hermana del rey Segismundo II de Polonia. Muerto éste sin hijos en 1572, el primer sucesor elegido por la nobleza polaca para sucederle (se trataba de una monarquía electiva), el francés Enrique de Valois, renunció en 1575 para ser entronizado en Francia (Enrique III); el segundo, el húngaro Esteban I Bathory, reinó más tiempo pero murió en 1586, de modo que la corona polaca recayó al fin sobre el sobrino de Segismundo II, Segismundo Vasa. Éste tuvo que consolidar su trono derrotando en Pitschen (Byczyna) a un rival, Ernesto, archiduque de Austria. En 1592, a la muerte de su padre, recibió también la corona sueca como Segismundo I, reuniendo de este modo en su persona Polonia y Suecia. Su catolicismo y su intención de unir los dos países desagradó a la nobleza sueca, siendo destronado por su tío Carlos (Carlos IX), de hecho en 1598, formalmente en 1600. Sí mantuvo, por el contrario, el trono polaco, interviniendo en 1605 en la lucha por el poder en Rusia entre Boris Gudunov y Grichka Otrepeiev (quien decía ser Dimitri Ivanovich, el hijo menor de Ivan IV el Terrible), apoyando Segismundo con éxito a este último. Más tarde, hacia 1618, autoproclamó zar a su hijo Ladislao (luego Ladislao IV de Polonia), aunque no pudo sostenerlo como tal. En los años siguientes sufrió por el norte los ataques de su primo Gustavo II Adolfo, rey sueco, que le arrebató algunos territorios bálticos, y por el sur, de los turcos. Estuvo casado con Ana de Austria y luego con la hermana de ésta, Constanza.

Su hijo y sucesor Ladislao IV (1632-1648), ya polaco de nacimiento, se anexionó al principio de su reinado los ducados de Smolensko y Szerniefkov. Guerreó contra los rusos cuando éstos trataron de recuperar esos territorios, pero resistió y por la paz de Polanov confirmó su incorporación a Polonia a cambio de renunciar a toda reclamación de la corona rusa que perjudicase a Miguel Feodorovich Romanov, el zar legítimo. Poco después se alió con los Habsburgo austriacos para atacar a Suecia, debilitada a causa de la muerte de Gustavo II Adolfo y la minoría de edad de Cristina I; pudo así recuperar parte de Prusia, pero no tuvo éxito en hacerse con el trono sueco. Otra alianza, esta con Venecia, tuvo como objeto luchar contra Turquía, que momentáneamente perdió, a favor de Ladislao IV, Valaquia y Moldavia, que lograba de este modo para Polonia una salida hacia el mar Mediterráneo. No pudo continuar esta última campaña por falta de medios, denegados por el parlamento polaco, y a causa de una sublevación popular, muriendo poco después. A pesar de estar casado dos veces, primero con Cecilia Renata (hija del emperador Fernando II) y luego con Luisa María Gonzaga de Mantua, no tuvo hijos.

Así, le sucedió por elección de la nobleza polaca su hermano Juan II Casimiro V (1648-1668), que en ese momento era jesuita y cardenal; tras la necesaria dispensa contrajo matrimonio con la viuda de su hermano, Luisa María Gonzaga: tampoco él tendría descendencia. Enseguida debió hacer frente a intensos ataques cosacos en Ucrania, siendo derrotado en Zborov (1649) pero venciendo en Berestechko (1651). Luego tuvo que hacer lo propio contra los rusos, que de nuevo habían invadido la parte oriental del reino (Lituania y Bielorrusia), agotándose el país durante los largos años que duró esta guerra. Entre tanto, aprovechando que la atención de Juan Casimiro estaba centrada en el este, el rey sueco Carlos X atacó Prusia y Livonia, y llegó incluso a ocupar la capital polaca, Varsovia. Por este motivo el descontento se extendió, y hacia 1665 estalló una rebelión que el rey polaco no pudo sofocar. Tuvo que abdicar y exiliarse en Francia, donde moriría pocos años después, en 1672. Con él desaparecían también los Vasa polacos, precipitándose la decadencia del país, que conduciría en el s. XVIII a sucesivos repartos y pérdida de la independencia.

Reyes de la dinastía Vasa

En Suecia:

Gustavo I Vasa (1523-1560). Regente desde 1521, abandono formal de la Unión de Kalmar (separación de Dinamarca y Noruega)
Erico o Erik XIV (1560-1568). Hijo
Juan o Hans III (1568-1592). Hermano
Segismundo o Sigismund (1592-1599). Hijo. También rey de Polonia como Segismundo III (1587-1632)
Carlos IX (1600-1611). Tío
Gustavo II Adolfo (1611-1632). Hijo
Cristina (1632-1654). Hija. Regencia de Axel Oxenstierna entre 1632 y 1644

En Polonia:

Segismundo o Zygmunt III (1587-1632). También rey de Suecia como Segismundo I (1592-1599)
Ladislao o Wladyslaw IV (1632-1648). Hijo
Juan II Casimiro V o Jan Kazimierz (1648-1668).

Bibliografía

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Enlaces en Internet

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http://hem.passagen.se/thureson/gv.htm ; Página con amplia información sobre Gustavo I Vasa (en sueco).
http://historiska-personer.nu/min-s/default.html ; Página con información sobre los reyes suecos de la dinastía Vasa, entre otros personajes (en sueco).
http://home.bip.net/maaski/regentl.htm ; Página con más información sobre todas las dinastías suecas (en sueco).
http://oregonstate.edu/instruct/phl302/philosophers/wasa.html ; Página con información sobre Cristina de Suecia (en inglés).
http://pedagog.umcs.lublin.pl/~biekrz/matura/historia/2/10.doc ; Página con información sobre los Vasa polacos (en polaco).
http://www.si.se/docs/infosweden/spanska/di106.pdf ; Página del Instituto Sueco con más información sobre la historia de este país (varios idiomas, incluido el español).
http://www.si.se/docs/infosweden/spanska/di108d.pdf ; Página del Instituto Sueco con información sobre la monarquía sueca en general (varios idiomas, incluido el español).
http://wiem.onet.pl/wiem/010e32.html ; Página con un listado de los reyes polacos, e información de cada uno de ellos (en polaco).
http://w1.182.telia.com/~u18207700/index.htm ; Página con información sobre las dinastías suecas de la época moderna (en sueco).