David Skinner: “Lo que determina una buena interpretación es que los músicos sean convincentes” | by Fundación Juan March | Doble Clic en la March | Medium

David Skinner: “Lo que determina una buena interpretación es que los músicos sean convincentes”

David Skinner es musicólogo y director de Alamire, un coro inglés especializado en Música Antigua. Horas antes del tercer concierto del ciclo La música de los Reyes Católicos. Tres momentos históricos, en el que el grupo vocal recreó la llegada a Burgos de Juana de Castilla y Felipe de Borgoña en enero de 1502, nos reunimos en la Fundación Juan March para hablar de su trayectoria profesional y del repertorio que está a punto de dirigir.

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David Sinner dirige a Alamire en el ciclo La música de los Reyes Católicos. Tres momentos históricos/Archivo Fundación Juan March. Foto: Dolores Iglesias

David Skinner (1964) es musicólogo, director de música del Sidney Sussex College de Cambridge y director artístico del grupo vocal Alamire. Ha enseñado en las universidades de Oxford, Glasgow, Londres y Cambridge, donde imparte actualmente clases sobre historia y práctica de la Edad Media y del Renacimiento. Su investigación se centra en las instituciones de música, los manuscritos y los compositores de la Europa del siglo XVI, especialmente en torno de la reforma anglicana. También es padre del cantante y escritor de letras Robin Daniel Skinner, conocido como ‘Cavetown’ en YouTube, con más de 900.000 suscriptores. Además, ha colaborado como presentador y asesor musical con la BBC, y está completando una nueva edición de la música religiosa en latín de Thomas Tallis para la colección Early English Church Music de Stainer & Bell.

Celebrado el 27 de marzo de 2019, el concierto de Alamire recrea la llegada a Burgos de Juana de Castilla y Felipe de Borgoña en enero de 1502 y las ceremonias que acompañaron su jura como herederos en Toledo en verano de ese año. El viaje había favorecido los intercambios entre las capillas musicales de los Reyes Católicos y la capilla borgoñona, y fue descrito en crónicas que sirvieron de base para confeccionar su programa en torno a la Misa “L’homme armé” de Francisco de Peñalosa. Esta misa, basada en una conocida canción borgoñona vinculada al ceremonial de la Orden del Toisón de Oro, se interpretó junto a otras obras franco-flamencas e hispanas reflejo de la fusión de los dos estilos.

Camila Fernández

¿Cuál es tu papel como director de coro en la Universidad de Cambridge?

En Cambridge tenemos 36 colleges, y 21 de ellos tienen coros. Mi college se llama Sydney Sussex y fue fundado en 1926. En Cambridge, tradicional market town británico de alrededor de 120.000 habitantes, tenemos una de las mayores concentraciones de músicos corales del mundo. Nos tomamos muy en serio nuestra música coral: es una tradición que ha sobrevivido a tiempos muy turbulentos en lo político y en lo religioso, como fueron los siglos XVI-XVIII. Tenemos mucha suerte de mantener intacta nuestra tradición coral.

También eres director artístico del grupo vocal Alamire. ¿Cómo combinas ambas actividades?

Muy fácil. Los períodos de clase en Cambridge son intensivos, pero muy cortos, de unas ocho semanas. Las pausas entre periodos se dedican a “tiempo de investigación”, y parte de mi investigación es dirigir Alamire.

¿Cuáles son tus principales áreas de estudio?

Generalmente me centro en la música de final del Medievo y de la Edad Moderna. En la Universidad de Cambridge mis clases abarcan desde el año 1400 al 1650. Me he especializado en la historia de la Reforma [protestante], su música e instituciones musicales, qué ocurrió con los coros en aquella época…

Imagino que, por aquel entonces, la música y la religión estaban más próximas que hoy en día…

Sí, hemos perdido lo que significa escuchar esta música en su contexto original. Por ejemplo, la música del concierto de hoy se cantaría normalmente en una iglesia a oscuras, a la luz de las velas. En cambio, nosotros la cantaremos en un teatro moderno –aunque preparado de un modo precioso, con toda la iluminación–. Traer la música de iglesia a una sala de conciertos siempre es difícil, y los cantantes se tienen que concentrar mucho para recordar todo esto. Para mí eso es lo que determina una buena interpretación: si los músicos son convincentes y sienten la música como deberían, la audiencia suele acoger muy bien la actuación.

¿Cómo afecta a los intérpretes que se encuentren cómodos?

Todo depende de la acústica. Si es mala, cuando cantas el edificio no te ayuda en nada, así que abres la boca y parece que la tienes llena de arena. En ese caso tendemos a cantar demasiado fuerte, para compensar. Pero si estás en una sala con una buena acústica, puedes oír cómo tu propia voz vuelve a ti, es mucho más sencillo.

Hablemos ahora de la radio. Has sido presentador de Radio 3 y Radio 4 en la BBC. ¿Cuál es su experiencia trabajando en una radio como la BBC, con semejante trayectoria en la difusión musical?

Casi todos mis proyectos tienen una faceta histórica, son muy especializados. Cada programa es el resultado de en torno a un año y medio investigando y editando la música. Procuro que cada disco tenga una historia. Así lo hice con los últimos tres, y a los medios de comunicación les encanta, porque no solo grabas un disco de música renacentista, sino que das vida a esa música, cuentas una historia.

Tu coro tiene mucha experiencia con el repertorio británico, pero no tanta con el español. ¿Qué diferencia hay entre la polifonía española y la británica? ¿Incluirás a partir de ahora a Peñalosa en el repertorio habitual de Alamire?

Sí, Peñalosa es muy famoso, en Inglaterra le llaman “el Josquin des Prés español”. Josquin fue el primer compositor que codificó y dominó lo que otros compositores habían hecho antes que él, y lo convirtió en una música más organizada, que presta mucha más atención al texto y a la estructura. Para mí, la música europea de principios del siglo XVI puede dividirse en dos ramas: la inglesa y la continental. Esta última tenía tendencia hacia la escuela franco-flamenca, liderada por Josquin, mientras que la inglesa tenía un estilo propio derivado de su aislamiento como isleños. Así que no hay comparación posible entre Peñalosa y la música inglesa, pero sí se parece a la de Josquin.

El último concierto del ciclo trata de la llegada de la hija de los Reyes Católicos, Juana, con su marido Felipe el Hermoso, a Toledo y Burgos para su jura como herederos. ¿De qué trata este programa y por qué ese momento fue tan importante a nivel musical?

Esto es muy interesante. Pertenezco a un coro profesional que ha venido a Madrid a interpretar un programa que no he seleccionado yo, como suelo hacer; nos pasa lo mismo que al coro que contrataron para el evento de Juana y Felipe en el siglo XVI. Elegir un programa para un hecho histórico es realmente difícil cuando no tienes testimonios de ese periodo que te digan qué se tocó exactamente, lo único que puedes hacer es imaginarlo. Y eso es lo que ha hecho Tess Knighton, que ha decidido toda la música y ha sacado el proyecto adelante. Al principio me resultó un poco raro, porque suelo programar mis propios conciertos. Pero eran obras que no conocía, y que ahora conozco en profundidad, lo cual es muy bueno, porque así he podido entrar en contacto con otro tipo de repertorio no tan famoso.

La misa L’homme armé de Francisco de Peñalosa se basa en una conocida canción borgoñona vinculada al ceremonial de la Orden del Toisón de Oro. ¿De qué trata esta canción y por qué se usa en esta misa?

Era una canción muy popular en el siglo XV [canta “Sa-alve”] y muchos compositores la usaron como base para sus obras, porque era muy común utilizar material ya existente; por ejemplo, un compositor podía tomar las primeras cuatro notas del canto Salve Regina como base para su pieza. En este caso, Peñalosa usó la canción entera. Como la melodía se puede poner en distintos modos, puedes crear diferentes ambientes para cada misa. La de Peñalosa es bastante alegre [canta de nuevo], lo que tendría importantes consecuencias para las polifonías que se construyeran en torno a ella.

Hablemos de Alamire. Lo fundaste en 2005 junto con Rob Macdonald y Steven Harrold…

Sí. Yo estaba en un grupo llamado The Cardinall’s Music, y cuando me mudé a Cambridge decidí hacer algo más relacionado con mi investigación. Lo conseguí gracias a Alamire: llevamos ya 12 años y hemos publicado 12 discos, lo que te da una idea de cuánto tiempo se tarda en traer al mundo un disco, montar el programa, grabarlo…

Ahora que me acerco al final de mi carrera –me quedan probablemente otros 15 años con Alamire–, creo que tengo suficientes proyectos en mente para seguir hasta el final. No hago grabaciones por vanidad, sino porque escucho la música de manera muy distinta. Después de toda la investigación que he hecho, quiero oír una interpretación concreta de la forma en que la oigo en mi cabeza. Suelo tener una idea muy clara de la música que quiero grabar y qué voces usar. Para conseguir los cantantes correctos hay que contratarlos un año antes. Eso es lo más importante: si no los tienes, no puedes seguir adelante o tardas mucho más.

Entonces, ¿Alamire no tiene miembros fijos?

Sí, tenemos miembros habituales: suelo llamar a los mismos doce: dos sopranos, dos altos, cuatro tenores, dos barítonos, y dos bajos. Más allá de eso, no es una red muy extensa. Lo que importa, además de que la voz sea la adecuada, es que también lo sean la personalidad y el intelecto detrás de esa voz.

¿Es la primera vez que diriges esta música? ¿La programarás después de hoy?

Sí, es la primera vez, pero una vez que la aprendes, es fácil volver a ella. Si haces un programa de música española, especialmente de principios del siglo XVI, son obras que hay que revisitar, aunque depende del promotor y del programa. Acabamos de volver de Zúrich, de interpretar un programa completo de Josquin. Pasar de la perfección de este compositor a la música española de 1520 es muy diferente, sobre todo estéticamente. Con la española tienes que trabajar más, tratarla con más cuidado, porque las ideas ocurren muy rápido y a veces puedes perderlas de vista, mientras que con Josquin es jugar con la simplicidad y la repetición, con estructuras perfectas. Es más inmediato, mientras que Peñalosa requiere dos o tres escuchas antes de que empieces a entender adónde va.

¿Crees que puede beneficiar al público pararse a escuchar piezas que vienen de otro tiempo quizás menos frenético?

La música coral de principios del siglo XVI es un nicho muy concreto. Ahora, todo está en iTunes o en internet, hay más exposición que en cualquier momento de la historia, y gran parte está al alcance de la mano. Pero es verdad que cada año se publican muchas grabaciones de este tipo de música, y algunas de las interpretaciones son mejores que otras. Por eso, si te introduces en el mundo de la música renacentista con una mala interpretación, tal vez te desanimes para siempre. Es importante que, si realmente quieres disfrutarla, primero hagas una búsqueda de quiénes son los maestros en este ámbito, quién ha ganado premios, quién hace giras… Hay pocos grupos así. Una vez hecho esto tienes que acercarte y acostumbrarte a la música, que es un lenguaje: cuando lo aprendes, la entiendes mucho mejor. Este concierto tiene la espiritualidad como punto de partida y es muy relajante, lo recomiendo.

Una vez estábamos de gira por Estados Unidos y nos entrevistaron en una radio universitaria. Eran adolescentes, bastante hipsters. Para ellos nosotros éramos unos señores estirados de Oxford, y nos preguntaron: “Esta noche dais un concierto en la capilla de la universidad, ¿qué le diríais a nuestros oyentes para animarles a que vayan?”. Les dije la verdad: “Desde mi punto de vista, es la música más sensual y sexy que puedes oír. Si quieres una experiencia única, lleva a la persona de la que estás enamorado a un buen restaurante antes del concierto, pide unas copas de vino, y luego ve al concierto y simplemente escucha. Y si ves que no funciona, compras el disco y lo pones en casa a la luz de unas velas. A ver qué pasa”. Por la noche, la capilla estaba prácticamente llena. Hay que saber venderlo bien…[se ríe].

¿Qué grupos recomiendas para iniciarse en esta música?

Cuando empecé no había muchos grupos. Los únicos ingleses eran Tallis Scholars, The Hildegard Ensemble, The Sixteen, The Taverner Consort y The Gabrieli Consort, que estaban empezando. Luego se fundó The Clerks y otros cinco grupos en Oxford, y ahora se funda uno prácticamente cada semana. Algunos de ellos son maravillosos: The Gesualdo Six nacieron en Cambridge hace cinco años y son fantásticos. Lo mejor que se puede hacer es buscarlos en internet y oír un poco de cada uno.

¿Cómo crees que recibirá el público el concierto de hoy?

Creo que les va a gustar mucho. Esta es la tercera vez que vengo aquí, aunque en los otros dos conciertos salimos directamente a escena. Normalmente suelo hablar mucho en los conciertos sobre la música, porque me encanta mantenerla viva, pero en España no suelo hacerlo, porque no sé si el público me va a entender si hablo en inglés… Pero hoy es muy especial porque hay algo para todos los sentidos. Habrá efectos visuales, una lectura dramatizada por parte de un actor fantástico, un organista, una corneta… y todo se entrelaza con la historia. La música es el soporte de la historia y viceversa; se apoyan la una en la otra. Creo que va a ser muy interesante, porque además las transiciones entre escenas serán más fáciles. Ni los mayores amantes de la música del siglo XVI, ni siquiera en el propio siglo XVI, escucharían 45 minutos seguidos de música coral sin pausas. En aquel momento se dividía en partes dentro de la liturgia u otros eventos. Así que, en general, creo que al público le va a encantar.

Alamire es uno de los grupos vocales más destacados del Reino Unido. Inspirado por las grandes obras vocales de la época medieval y comienzos del Renacimiento, el conjunto aumenta o disminuye el número de sus integrantes dependiendo del repertorio que aborde, y a menudo se asocia con instrumentistas para ilustrar temas musicales o históricos. Fue fundado en 2005 por tres amigos y expertos en música antigua: su director David Skinner, Rob Macdonald y Steven Harrold. Con un largo historial de actuaciones en Europa y Estados Unidos, el conjunto graba en exclusiva para Obsidian Records y ha ganado numerosos premios, entre ellos el Gramophone Award (Early Music). Además, su grabación Anne Boleyn’s Songbook fue candidata a un premio BBC Music y disco del año en la revista australiana Limelight. Su último proyecto, Thomas Tallis: Songs of Reformation, conmemora el comienzo de la Reforma, hace 500 años.

Para saber más:

  • Este programa de la BBC en el que David Skinner y los historiadores Tracy Borman y Peter Marshall debaten sobre cómo consiguió William Byrd florecer como compositor católico durante el reinado de la protestante Isabel I de Inglaterra.
  • Estas notas al programa del ciclo La música de los Reyes Católicos, tres momentos históricos, elaboradas por la musicóloga Tess Knighton.
  • En un minuto, las diez cosas que hay que saber sobre La música de los Reyes Católicos, tres momentos históricos.
  • El audio del concierto completo.
  • El vídeo del concierto completo.

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