Premios: 2 Oscar (más 1 premios y 9 nominaciones) Ver más
Más grande, más largo, con arte
50 años de carrera. 16 películas como director. Minuciosidad. Perfección. Una filmografía impecable, que conjugó intimismo y monumentalidad. Pero a la que perjudicó una corriente crítica que consideraba su cine “chapado a la antigua”.
Nació en Londres en 1908. Era británico hasta los tuétanos. Educado en una familia cuáquera, no vio una película hasta los 17 años: El perro de los Baskerville (Maurice Alvey, 1922). Pero fue amor a primera vista: quería hacer cine aunque, confiesa, para los suyos “fue como si dijera que quería trabajar en el circo”. En 1927 se integra en la industria. Y empieza desde abajo, como chico para todo en la Gaumont. Igual prepara el té que maneja la claqueta. Picotea en distintos departamentos, aprende aquí y allá. Le atrae la moviola, y se afianza como montador.
En algunos aspectos, Lean es un misterio. No tenía estudios universitarios, pero sus películas presentan una sólida base literaria. ¿Cómo educó su gusto? Cuando editaba para la Paramount, conoció a Bernad Shaw, que adaptaba su obra Pygmalion. En 1942, en plena guerra, colabora en los trabajos propagandísticos de Michael Powell y Emeric Pressburger. Lean acaricia la idea de dirigir, pero se lo toma con calma. Le ofrecen rodar películas rápidas de bajo presupuesto, y dice “no”. Escucha en cambio al dramaturgo Noël Coward, que pide ayuda para debutar en el cine: ambos codirigen Sangre, sudor y lágrimas (1942). Será norma toda su vida hacer sólo las películas que quiere hacer. La colaboración con Coward se repite en La vida manda (1944), rodada para Cineguild, fundada por ambos y Ronald Neame, y se prolonga en El espíritu burlón y Breve encuentro, de 1945.
Estos dos títulos anticipan un tema que interesa a Lean sobremanera: las dificultades en el amor, matrimonio y adulterio. La cuestión no sólo le afecta personalmente (el director estuvo casado cinco veces), sino que se convierte en parte de su indagación artística: The Passionate Friends (1949), basada en Wells; Madeleine (1950), un caso real; Locuras de verano (1955), la experiencia de una americana en Venecia; los turbulentos amores en tiempos de revolución en Doctor Zhivago (1965), de la obra de Pasternak; el romance imposible de una irlandesa y un británico en La hija de Ryan (1970), adaptación libre de "Madame Bovary" de Flaubert; el viaje iniciático de Adela en Pasaje a la India (1984), de la novela de Forster. Lean aborda de un modo muy particular la cuestión amorosa: presenta personajes influidos por los convencionalismos ambientales, y que sin embargo tratan de superarlos, ser más libres. Con sentido fatalista, no es raro que estos personajes conserven al final de sus peripecias las ataduras del principio (por ejemplo, los protagonistas tentados por el adulterio en Breve encuentro), pero al menos aumenta su estatura espiritual.
Los primeros filmes de Lean fueron alabados por la crítica. Sus adaptaciones de Dickens Cadenas rotas (1946) y Oliver Twist (1948) se consideran modélicas. En cambio, cuando el apasionado viajero Lean abandona el ambiente acogedor pero artificial de los estudios, primero en Locuras..., pero luego, con Sam Spiegel, en El puente sobre el río Kwai (1957) y Lawrence de Arabia (1962), y con otros títulos ya mencionados, se le tacha de megalómano. Los ataques habituales a Cecil B. DeMille son dirigidos a otros cineastas cultivadores antes del intimismo, como Wyler (Ben-Hur) y, por supuesto, Lean. Esos marcos monumentales donde se desarrollan conflictos desgarradores (el coronel que construye un puente en la selva para el enemigo; el liderazgo de un oficial inglés entre los árabes; el amor en un contexto revolucionario), producen un rechazo apriorístico e injusto. Rechazo que alcanza a directores posteriores: Richard Attenborough, que rodó un Gandhi que se planteó el propio Lean, o Steven Spielberg, con un film tan “leaniano” como El imperio del sol. La parsimonia a la hora de rodar, impidió que algunos proyectos se materializaran: las dos películas que preparaba con Robert Bolt sobre el motín del Bounty, y la adaptación de "Nostromo" de Joseph Conrad, en la que trabajaron Christopher Hampton y Bolt. La muerte le alcanzó en 1991: tenía 83 años, pero aún creía poder ver un día navegando al “Nostromo”. Poder de los sueños de celuloide.
Premios
Nominado a 3 premios
- Dirección Pasaje a la India
- Edición/Montaje Pasaje a la India
- Guión adaptado Pasaje a la India
Nominado a 1 premio
- Dirección Doctor Zhivago
Ganador de 1 premio
- Dirección Lawrence de Arabia
Ganador de 1 premio
- Dirección El puente sobre el río Kwai
Nominado a 1 premio
- Dirección Locuras de verano
Nominado a 2 premios
- Dirección Cadenas rotas
- Guión adaptado Cadenas rotas
Nominado a 2 premios
- Dirección Breve Encuentro
- Guión adaptado Breve Encuentro
Ganador de 1 premio
- Oso de Oro El déspota