Alemania quita privilegios a Schroeder entre "furiosas" críticas de Ucrania por el fiasco de los blindados - Libertad Digital
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Alemania quita privilegios a Schroeder entre "furiosas" críticas de Ucrania por el fiasco de los blindados

El ministro de Exteriores ucraniano se enfrentó a la ministra alemana por la tardanza en la llegada de los blindados.

El ministro de Exteriores ucraniano se enfrentó a la ministra alemana por la tardanza en la llegada de los blindados.
El ex canciller alemán Gerhard Schroeder | Europa Press

El Gobierno alemán sigue sin librarse de las críticas, dentro y fuera del país, por su posición ante la invasión rusa de Ucrania. El partido del canciller Olaf Scholz, el SPD, sigue asediado por los vínculos con el Kremlin con Gerhard Schroeder como principal ejemplo. Tras meses de críticas y súplicas desde su partido para que cortara los lazos con Putin, el Gobierno ha decidido dar un paso que se reclamaba desde hace tiempo: quitarle algunos de los privilegios de los que goza como ex canciller y de los que ha seguido disfrutando pese al millón de euros, según algunos cálculos, que cobra al año por sus cargos en empresas energéticas rusas.

Los partidos del gobierno de coalición, el SPD, Los Verdes y el FDP han presentado una moción para quitar a Schroeder la oficina de que disfrutaba como ex canciller, que cuesta, según los últimos presupuestos, 419.000 euros al año. La medida habría tenido el respaldo de la CDU. El socialdemócrata, sin embargo, seguirá cobrando del erario público pese a sus negocios con Rusia: no perderá ni su servicio de guardaespaldas ni sus pensiones por los cargos que ostentó en el pasado. Como ex canciller, ex primer ministro de Baja Sajonia y ex diputado cobra, en conjunto, unos 8.000 euros al mes.

Mientras los actuales políticos alemanes siguen intentando cortar lazos con el cada vez más incómodo Schroeder, que hace unas semanas intentó desligar a Putin de la masacre de Bucha, está sobre la mesa la posibilidad de que su nombre se incluya en la lista de empresarios sancionados por sus vínculos con El Kremlin. Entre tanto, Schroeder sigue aspirando a reforzar sus conexiones rusas con un cargo en Gazprom que podría alcanzar en junio mientras defiende, para bochorno de sus aún compañeros de partido, que para acabar con la guerra es más útil mantener su amistad con Putin que romperla.

Entre tanto, desde Ucrania se han vuelto a intensificar las críticas al Gobierno alemán y al SPD en particular, tanto por el rechazo a dejar de importar gas ruso como por las armas que demanda Kiev. Tras semanas resistiéndose, Scholz anunció a finales de abril el envío de armamento pesado: 50 blindados Gepard a los que se sumarían después obuses autopropulsados PhZ 2000. Sin embargo, los Gepard siguen sin llegar porque, entre otras cosas, Alemania no encuentra munición para ellos. El país está intentando conseguirla de países que aún los tienen en funcionamiento, como Brasil y Qatar, mientras las críticas aumentan por parte del Gobierno ucraniano, hasta el punto de que, según cuenta este jueves Die Welt, la semana pasada se vivió un tenso enfrentamiento entre el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, y su homóloga alemana, Christine Lambrecht, en la cumbre del G7.

Según el diario, Kuleba pidió explicaciones "honestas" a Lambrecht por la tardanza en el envío de los blindados en un tono "furioso" y reprochándole haber prometido algo que después no podía cumplir. Desde el ministerio han rechazado por el momento comentar lo que ocurrió en ese encuentro.

A través de las redes sociales, tanto el propio Kuleba como el embajador de Ucrania en Alemania, Andrij Melnyk, se han referido al conflicto de las armas: "Cada día cuenta", ha dicho el embajador reclamando otros vehículos pesados alemanes como los Leopard o los Marder.

Kuleba, mientras, se refirió a la reunión con su homóloga alemana señalando que habían discutido cómo "aumentar el apoyo militar alemán a Ucrania": "Europa sólo estará segura si Ucrania gana".

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