Biografia de María Cristina de Borbón

María Cristina de Borbón

(Palermo, Sicilia, 1806 - El Havre, Francia, 1878) Reina consorte y regente de España. Era hija del rey de N�poles, Francisco I. Siendo muy joven se convirti� en la cuarta esposa de su t�o Fernando VII de Espa�a. En 1830 le dio a �ste la descendencia que no hab�a tenido de enlaces anteriores, que result� ser una ni�a, la futura reina Isabel II. Oportunamente, el rey hab�a publicado poco antes la Pragm�tica Sanci�n, aprobada en 1789, por la que la Casa de Borb�n restauraba las pr�cticas sucesorias tradicionales de Castilla, permitiendo el acceso al Trono de las mujeres.


María Cristina de Borbón

Mar�a Cristina luch� por asegurar la sucesi�n para su hija frente a las expectativas que hab�a despertado la posibilidad de que el rey muriera sin descendencia en su hermano Carlos Mar�a Isidro, cabeza visible de la facci�n ultrarrealista de la corte. Por su parte, Cristina adopt� una postura aperturista hacia la oposici�n liberal, con la que hab�a tenido prometedores contactos cuando atravesaba Francia en su viaje hacia Espa�a.

Aprovechando una enfermedad del rey en 1832, los ultras le hicieron firmar un codicilo anulando su anterior disposici�n sucesoria y restaurando la Ley S�lica; pero tal rectificaci�n fue a su vez anulada cuando Fernando VII recobr� la salud. La inevitable confrontaci�n estall� al morir el rey en 1833, dejando como heredera a una ni�a de tres a�os y como regente durante su minor�a de edad a su madre Mar�a Cristina.

La rebeli�n de los absolutistas, agrupados en el bando carlista, dio lugar a siete a�os de guerra civil (1833-40), que obligaron a Mar�a Cristina a buscar apoyo entre los liberales para garantizar el Trono de Isabel. Contando con el reconocimiento de Francia e Inglaterra, Mar�a Cristina fue avanzando hacia una monarqu�a constitucional a medida que se lo demandaba la presi�n liberal.

En 1834 llam� a gobernar al moderado Mart�nez de la Rosa, quien dict� una amnist�a para los liberales perseguidos por el r�gimen absolutista y puso en marcha unas primeras Cortes electivas mediante el Estatuto Real de aquel a�o. La presi�n combinada de los movimientos populares y de los pronunciamientos militares, unida a la necesidad de reforzar el bando cristino en la guerra contra los carlistas, determinaron la ca�da de aquel gabinete y la llamada al poder del progresista Mendiz�bal (1835), que puso en marcha la desamortizaci�n de los bienes de la Iglesia.

En 1836 se produjo el �Mot�n de los sargentos� de La Granja, que condujo a la liquidaci�n del r�gimen del Estatuto Real; tras un breve periodo de vigencia de la Constituci�n de 1812, los progresistas elaboraron una nueva Constituci�n liberal en 1837. Bajo aquel r�gimen consigui� el general Espartero derrotar por fin a los carlistas en 1839-40. Entretanto, Mar�a Cristina se hab�a hecho impopular, tanto por sus inequ�vocas inclinaciones pol�ticas conservadoras, como por su matrimonio morgan�tico con un guardia de su escolta llamado Fernando Mu�oz, con quien tuvo varios hijos y emprendi� los m�s turbios negocios.

Aprovechando su prestigio militar, Espartero se erigi� en l�der de los liberales progresistas y en 1840 dio un golpe por el que derroc� a la regente, asumiendo �l mismo la Regencia del Reino al a�o siguiente. Mar�a Cristina y su marido tuvieron que exiliarse en Par�s, desde donde organizaron conspiraciones con los moderados para recuperar el poder; fracasado un primer intento, obra de Diego de Le�n (1841), por fin el golpe de Estado del general Narv�ez declar� la mayor�a de edad anticipada de Isabel II y permiti� a la reina madre regresar a Espa�a (1843).

Desde la sombra sigui� ejerciendo gran influencia en la corte, organiz� los matrimonios reales, nombr� a su marido duque de Ri�nsares y se enriquecieron ambos participando en toda clase de negocios. Eso explica su descr�dito creciente, que se manifest� cuando, durante una nueva revoluci�n progresista en 1854, fue saqueado su palacio madrile�o y posteriormente secuestrados sus bienes por el gobierno de Espartero. Tras la ca�da de �ste en 1856 regres� ocasionalmente a Espa�a, pero ya no influy� directamente en los asuntos pol�ticos.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].