No está Cristián Cuevas: Lista del Pueblo oficializa a sus tres precandidatos presidenciales

Porque desde la perspectiva de la ultra, Boric "se vendió" y es amarillo, no merece tener el poder, lo merecen ellos porque son LA IZQUIERDA 100% REAL NO FAKE.

Eso en corto, ahora la novela:

En el principio de los tiempos, Boric era de la Izquierda Autónoma. Un movimiento estudiantil medio pastabasero que básicamente apostaba a disputar las federaciones universitarias del PC, que por esa época (post 2011) estaban un poco en decadencia por su forma maquinera y sectaria de hacer política. Eventualmente se toparon con el mismo dilema que enfrentan todos los movimientos políticos emergentes: dar el paso a la institucionalidad o no. Un sector de la IA no quería, el otro sí. Pelearon, se quebraron (el chiste se cuenta solo) y después de mucho drama interno, mutaron en Convergencia Social.

Durante esa debacle, Boric estaba en su primer periodo de diputado y obviamente era el único que tenía poder real. Cuando tienes el poder, la influencia y la notoriedad pública, ¿cómo te relacionas con los órganos recién formados de tu movimiento? Cuando hay un desbalance así, es natural que se generen roces. Sobre todo cuando hay que tomar decisiones.

La primera decisión difícil: llevar o no candidato a las municipales del 2016. Boric estaba con los que sí querían, perdió la discusión interna, pero su influencia pudo más. Así se materializó la candidatura de Sharp (su amigo de la infancia) en Valparaiso.

Instalado Sharp en el municipio, uno imaginaria que estaba todo resuelto. Pero no. Inmediatamente después, Sharp armó una alianza con un sector contrario a Boric y ganaron las elecciones internas.

Traición? Diferencias políticas legítimas? Hambre de poder? No me aventuro con un juicio, pero sí creo que está forma de funcionar explica todo lo que pasó después en CS y el FA.

Cuando llegó el estallido del 2019, se toparon con otra decisión difícil (probablemente la más relevante de su historia): EL ACUERDO. Por esos días el Gobierno de Piñera sostenía que el actual Congreso era el que tenía que escribir la nueva constitución. Los partidos tradicionales apoyaban esa idea. El FA quería apostar por un proceso constituyente abierto, con plebiscitos y convencionales electos.

Estuvieron todos en las negociaciones iniciales, incluido el PC y movimientos sociales. Después se bajaron. También se bajó Gael Yeomans (diputada de Convergencia, en esa época presidenta del partido).

Boric se quedó. Junto a él, otros representantes del FA, como Catalina Pérez (en esa época presidenta de RD). Y acá me da lo mismo ser impopular, pero creo que sin el brazo negociador del FA esta historia habría terminado en una nueva constitución hecha en el Congreso, o con un proceso constituyente de mentira, como el de Bachelet.

En fin. Como Boris se quedó, ardió Convergencia Social. Porque obvio, la presidenta se había bajado, y él había decidido ir contra eso y firmar a "título personal". Sharp renunció al partido, con él se fueron decenas de militantes (jiji) y partió el desfonde del FA por su ala más ultra.

Después vino la ley antisaqueo (que Sharp apoyaba furiosamente) y ahí se terminó de sellar el mote de Boric como amarillo traidor.

En resumen, cuando hay que tomar decisiones difíciles los movimientos/partidos se tensionan. Cuando se tiene el poder/protagonismo siempre hay alguien esperando para aserrucharte el piso pensando que lo podrían hacer mucho mejor que tú. Y el izquierdómetro es la huea más nefasta y estúpida que existe.

Eso. Sepan disculpar lo extenso de este testamento.

El fin.