Constantino I, rey de Grecia | Association LEA

Los primeros años – Educación militar y primeras funciones importantes

Constantino I, rey de Grecia (1868-1923) fue rey de Grecia de 1913 a 1917 y de 1920 a 1922. Era hijo de Jorge I, rey de los helenos (1845-1913), y de Olga, reina consorte de Jorge I, rey de los helenos (1851-1926), de la casa rusa de los Romanov. Tras graduarse en la Escuela de Oficiales de Atenas en 1886, continuó su formación militar en la Academia Militar de Berlín. Se cree que esta estancia en Berlín contribuyó en gran medida a la formación de la actitud pro-alemana del futuro rey, que se vio reforzada por su matrimonio con Sofía de Prusia (1870-1932), hermana de Guillermo II, emperador alemán (1859-1941). En 1897, Constantino participó en la guerra greco-turca, actuando entonces como jefe de las tropas en la región de Tesalia. Sus oponentes culparon al rey del desastroso final de esa campaña; esto no le impidió, sin embargo, convertirse en general en jefe del ejército griego en la primera década del siglo XX. En 1909, tras un golpe de estado militar, Constantino fue liberado de sus funciones, para ser restituido tiempo después por iniciativa del nuevo Primer Ministro, Eleutherios Venizelos (1864-1936). Desde su nuevo cargo de Inspector General del Ejército, Constantino contribuyó de forma significativa a la buena preparación de las fuerzas armadas para las próximas Guerras de los Balcanes (1912-13), que resultaron victoriosas para Grecia. En 1913, en plena Primera Guerra de los Balcanes, Constantino sucedió a su padre, el rey Jorge I. Las hazañas militares del nuevo rey, unidas al atractivo creado por su nombre -el mismo que el de los últimos emperadores de Bizancio- lo convirtieron en una leyenda viva para una parte importante de la población, que lo consideraba como la persona destinada a revivir la antigua gloria de la nación griega.

Primera Guerra Mundial – El desacuerdo con el primer ministro Venizelos y el «cisma» del Estado griego

En el momento del estallido de la Primera Guerra Mundial, el rey Constantino discrepó con el primer ministro Venizelos sobre el papel que debía desempeñar Grecia en la guerra. Constantino era partidario de la neutralidad, mientras que Venizelos afirmaba que la única opción real para Grecia habría sido entrar en la guerra del lado de los aliados de la Entente, sobre la base del tratado que se había firmado con Serbia en 1913. El desacuerdo sobre el envío de tropas griegas al lado de los aliados de la Entente llevó a Venizelos a dimitir en dos ocasiones, tanto en marzo como en octubre de 1915. El desembarco del ejército de los aliados en Salónica el 5 de octubre de 1915 se realizó tras un acuerdo secreto entre los gobiernos de la Entente -especialmente Francia- y Venizelos. Este acuerdo, totalmente contrario a la voluntad del Rey, tuvo como consecuencia la segunda dimisión del Primer Ministro griego ese mismo día. A partir de ese momento y hasta junio de 1917, Grecia fue gobernada por gobiernos pro-realistas cuyas relaciones con los Aliados fueron siempre difíciles y llenas de tensiones.

Cabe mencionar que, en contra de la imagen del «tirano detestado» que proporcionaba la propaganda de los aliados de la Entente para sus audiencias nacionales, una gran parte de la población griega adoraba y sentía devoción por el Rey Constantino. Esta gente creía que el rey estaba sinceramente interesado en el bienestar de su país y que mantenía un delicado equilibrio bajo la presión de ambas alianzas para que se uniera a su bando en la guerra. El rey Constantino y sus partidarios acusaron a menudo a los aliados de la Entente, especialmente a Francia, de intervenir en los asuntos internos de Grecia y de violar la neutralidad griega. Sin embargo, los aliados de la Entente sospechaban y acusaban continuamente al rey Constantino de tener comunicación directa con Alemania, gobernada por su cuñado Guillermo II, y de servir a sus intereses.

1916-17: Aumento de la tensión entre Constantino y los aliados. Destronamiento del rey

Las relaciones entre Constantino y los Aliados se deterioraron aún más después de mayo de 1916, cuando el fuerte Rupel (en la parte oriental de Macedonia) se rindió a los alemanes y búlgaros. Los aliados exigieron la desmovilización del ejército griego, considerado una amenaza para las tropas aliadas en la región, y la cesión de material de guerra. La ruptura definitiva de las relaciones entre Constantino y los Aliados se produjo en los dos primeros días de diciembre de 1916, cuando fuerzas militares de la Entente desembarcaron en el Pireo e intentaron controlar puntos céntricos de Atenas, enzarzándose en violentos y sangrientos enfrentamientos con las tropas leales al Rey; estos sucesos se conocen como la «Noemvriana» (sucesos de noviembre). Como represalia, los aliados impusieron un duro bloqueo naval del Pireo, que causó un gran número de muertos (por la escasez de alimentos) en la capital griega; también solicitaron el traslado de todo el ejército griego al Peloponeso.

El estancamiento de la crisis griega se resolvió con la decisiva intervención de Gran Bretaña y Francia en junio de 1917. El rey Constantino se vio obligado a retirarse y marcharse a Suiza; el trono pasó a su hijo, Alejandro, rey de Grecia (1893-1920). El violento destronamiento de Constantino enfureció a sus partidarios y agudizó las hostilidades en los meses siguientes. La unidad griega no se restableció ni siquiera cuando Venizelos volvió al poder y Grecia entró oficialmente en la guerra. Los seguidores de Constantino crearon una red de propaganda bien organizada en Suiza, dificultando la movilización de los griegos y, en general, la participación del país en la guerra.

Última etapa de Constantino en el trono griego – Autoexilio y muerte

Después de la derrota de Venizelos en las elecciones generales de noviembre de 1920, y como resultado de un referéndum posterior, el rey Constantino regresó a Grecia para retomar sus funciones reales el 19 de diciembre de 1920. Los aliados de la Entente no se alegraron de esta noticia. Al no haber olvidado su actitud durante la guerra, nunca reconocieron oficialmente su regreso al trono. En 1921, el rey Constantino optó por la continuación de la campaña de Asia Menor, a pesar de las objeciones expresadas tanto dentro como fuera de Grecia. Después de que el frente de Asia Menor se derrumbara y el control pasara a un comité revolucionario dirigido por los coroneles Nikolaos Plastiras (1883-1953) y Stylianos Gonatas (1876-1966), Constantino abdicó y se autoexilió en Palermo, Sicilia, donde murió unos meses después, el 11 de enero de 1923. Constantino I está considerado como uno de los líderes más controvertidos de la historia moderna de Grecia: era muy querido y muy odiado por algunos sectores de la población griega. A pesar de su controvertido papel, tanto por sus acciones como por sus omisiones, desempeñó un papel crucial en la historia del país durante las primeras décadas del siglo XX.

Elli Lemonidou, Universidad de Grecia Occidental

Editor de la sección: Tamara Scheer

Categorías: Articles

0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *