Como tú me Deseas, Luigi Pirandello

[Come tu mi vuoi]. Comedia en tres actos de Luigi Pirandello (1867-1936), estrenada en 1930. Basándose en la crónica de uno de los más célebres procesos del siglo y para demostrar una vez más que la realidad copia la ficción, o incluso que el pirandellismo ha hecho es­cuela en la misma vida, la comedia repre­senta un caso bastante similar al famoso caso Canella-Bruneri y lo trata con los acos­tumbrados reactivos de la investigación pirandelliana, mostrando la proximidad entre lo real y lo imaginario y la imposibilidad de un conocimiento objetivo de las personas sociales. La mujer del oficial italiano Bruno Pieri ha desaparecido durante la invasión del Véneto, en la primera guerra mundial, en 1917. Son inútiles las pesquisas y pasan los años, hasta que un amigo de Pieri des­cubre, o así lo cree, a Lucía en una baila­rina berlinesa, Elma, amante del escritor Cario Salter. Elma se deja arrastrar hacia la antigua casa, para volver a encontrar la paz inicial, y con un diario escrito por Lu­cía, que se le ocurre leer, trata de rehacerse a sí misma, de aproximarse al alma noble de la Lucía desaparecida; éste es el tema de la evasión romántica, y también tema cono­cido por Pirandello por ser muy empleado por el teatro contemporáneo alemán de Kaiser, que coloca inesperadamente a un per­sonaje ante un caso cualquiera capaz de desencadenar fuerzas inconscientes de re­belión al ambiente y de inducirle a transfigurarse.

Pero Elma busca amor y paz, y ser para Bruno «como tú me deseas», para olvidar. Mientras que para Bruno lo im­portante es que se parezca a Lucía, incluso para poder anular la declaración de muerte y volver a entrar en posesión de la quinta, que ha pasado a otros herederos; y llega Cario Salter acompañado por una loca, en­contrada en Linz con una casaca de húsares sobre los hombros (los húsares habían sa­queado la quinta) e invocando «Lena, Lena» (y Lena es la tía de Lucía). ¿Es ésta la ver­dadera Lucía? Mientras todos la rodean llamándola por su nombre, Elma comprende que es inútil continuar y vuelve a huir con Salter, renunciando a un pasado inalcanza­ble. La primera intención de la comedia, la relación con el caso judicial, pronto está al­canzada, encuadrando, como se ha dicho, la comedia en la problemática del conocimien­to social; pero Pirandello va más allá, pro­curando una investigación de psicología pa­tológica y de moralidad social entonada de manera más pesimista: la personalidad, que no obedecía ni siquiera a las formas del habla aldeana, en las comedias de inspi­ración naturalista, por ejemplo en Así es (si os parece) (v.), tampoco obedece a un experimento documental y clínico más rigu­roso; pero de la negación surge una confe­sión preciosa: es un conservador nostálgico y su pesimismo, poco o nada basado en prin­cipios filosóficos, resulta anclado en senti­mientos primitivos, en una moralidad po­pular, en una necesidad de tranquilidad, en el amor de cuánto dura o debiera durar en la costumbre y en la tradición.

G. Guerrieri