Biografia de Príncipe Klemens de Metternich

Príncipe Klemens de Metternich

(Klemens, Clemens o Clemente, pr�ncipe de Metternich; Coblenza, Alemania, 1773 - Viena, 1859) Pol�tico y diplom�tico austriaco, art�fice del equilibrio europeo de 1815. Nacido en una familia nobiliaria de Renania, estudi� en Estrasburgo y Maguncia. Su cosmopolitismo aristocr�tico y su mentalidad reaccionaria le llevaron a ponerse al servicio de los Habsburgo cuando, tras el estallido en 1789 de la Revolución francesa, la expansi�n de la Francia revolucionaria amenaz� directamente los intereses materiales de su familia en Alemania occidental. Desde 1794 desempe�� misiones diplom�ticas en las que demostr� una gran astucia y habilidad (en Gran Breta�a, Sajonia, Prusia y Francia). Las sucesivas derrotas de Austria frente a la Francia napole�nica le llevaron hasta el poder como ministro de Asuntos Exteriores en 1809.


Klemens de Metternich

Desde entonces puso en marcha su concepci�n conservadora del equilibrio europeo, destinada a impedir la aparici�n de una potencia hegem�nica mediante el reparto del continente en esferas de influencia entre las grandes potencias del momento. No aspiraba, por tanto, al aplastamiento de Francia en represalia por sus pretensiones hegem�nicas, sino a contenerla en las fronteras de 1792 y contrapesarla con el reforzamiento de las restantes monarqu�as europeas.

Sin embargo, dado el poder�o militar demostrado por Francia, acept� llegar a un entendimiento con ella, simbolizado por el matrimonio entre Napole�n y la hija del emperador Francisco II de Austria, Mar�a Luisa (1810); e incluso aprob� la colaboraci�n de Austria con Francia en la campa�a contra Rusia (1812).

Por entonces negociaba tambi�n en secreto con el zar Alejandro I de Rusia, buscando mediante un manejo sutil de la diplomacia el momento oportuno para afirmar al Imperio Austriaco frente a la triple amenaza que representaban para sus intereses las ambiciones de Francia, de Prusia y de Rusia; de hecho, hizo que Austria permaneciera al margen de la coalici�n antifrancesa de 1813, pretendiendo actuar como mediador entre los dos bandos y ofreciendo un compromiso que dejara a la emperatriz Mar�a Luisa como regente de Francia.

Fue la intransigencia de Napole�n -que desconfiaba con raz�n de las intenciones de Metternich- la que le decidi� a comprometer a Austria en la gran alianza final que derrot� a Francia en 1814 y que restaur� en el Trono a los Borbones. Fue en ese momento (1813) cuando el emperador le hizo pr�ncipe (hasta entonces era s�lo conde de Metternich).

Desbaratadas las aspiraciones de hegemon�a continental de Francia, Metternich se consagr� a la obra diplom�tica de su vida, presidir el Congreso de Viena (1815), que reorden� el mapa de Europa sobre los principios de legitimidad din�stica y equilibrio internacional. Para lo primero cont� sobre todo con el apoyo del tradicionalismo de Prusia y Rusia; para contener las veleidades de ambas y lograr un verdadero equilibrio, se apoy� en Gran Breta�a (representada por Lord Castlereagh), interesada en anular a todas las potencias continentales mediante la mutua contraposici�n de sus fuerzas.

Ese sentido tuvo la situaci�n en las fronteras de Francia de una cadena de Estados-tap�n reforzados, como el nuevo Reino de los Pa�ses Bajos, el de Piamonte-Cerde�a y una Prusia ampliada territorialmente hacia el oeste. Metternich se neg� a la reconstrucci�n del Sacro Imperio Romano Germ�nico, sustituy�ndolo en Europa Central por una d�bil Confederaci�n Germ�nica controlada por Austria. A Italia la convirti� de hecho en un protectorado de Austria, la cual se anexion� la Lombard�a y el V�neto y ejerci� una influencia decisiva sobre la pol�tica del resto de la pen�nsula.

En los a�os siguientes, ese orden se ver�a amenazado por estallidos revolucionarios de inspiraci�n liberal o nacionalista, que sacudieron a Europa en 1820, 1830 y 1848. Metternich se esforz� por reprimir ambos tipos de movimientos, ajenos a su mentalidad de Antiguo R�gimen, raz�n por la que empez� a ser visto como guardi�n del viejo orden absolutista, incapaz de asimilar los cambios que tra�a el mundo moderno. Emple� con habilidad la Santa Alianza ideada por el zar Alejandro I de Rusia, que le sirvi� para actuar contra las revoluciones de N�poles, Espa�a y Piamonte.

Pero su sistema empez� a debilitarse con la independencia de Grecia (1827) y de B�lgica (1830), as� como el destronamiento de los Borbones en Francia (1830). Nunca consigui� que el emperador -ni Francisco II, ni su sucesor desde 1835, Fernando I- le concediera una influencia decisiva en los asuntos pol�ticos internos, por lo que no encontraron eco sus aspiraciones de dotar a Austria de una constituci�n federal con estructuras propias de un Estado moderno.

El estallido de la Revoluci�n de 1848 en Italia, en Alemania y dentro del propio Imperio Austriaco puso en entredicho todo el orden inspirado por Metternich. �l mismo cay� del poder y hubo de exiliarse, al tiempo que Fernando I se ve�a obligado a abdicar. Regres� a Austria en 1851, pero el nuevo emperador, Francisco Jos� I de Austria, no le llam� a participar en el gobierno, mientras la ascensi�n del poder de Prusia en Alemania y del Segundo Imperio en Francia anunciaban el fin definitivo del equilibrio dise�ado en 1815.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].