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Una rutina sexual activa y variada no es cosa sólo de libros eróticos: es una de las claves más importantes para mantener la pasión en una relación. Y esto puede significar desde descubrir e introducir los mejores juguetes eróticos para parejas en el dormitorio, hasta saber localizar y estimular las zonas erógenas de los hombres o tener claro cuáles son los diferentes tipos de orgasmos femeninos y cómo conseguirlos.
Como también se trata de evitar esa monotonía que nos pueda llevar al aburrimiento, también es interesante variar la forma en que se mantienen las relaciones con penetración jugando a practicar las posturas sexuales que aseguran un mayor intercambio de placer. Ademas, se dan numerosos beneficios del sexo para animarte a practicarlo más (como el hecho de que es uno de los ejercicios que queman más grasas y adelgazan).
En este sentido, vamos a centrarnos en las posturas que aseguran un mayor disfrute para la mujer (¿conoces los beneficios de la masturbación femenina?) y para ello hemos preguntado a siete expertas que nos han revelado cuáles son sus posturas sexuales favoritas y por qué. “Desde el punto de vista ginecológico, las mejores posturas en las relaciones sexuales son aquellas que favorezcan la estimulación del clítoris simultáneamente”, dice la doctora Isabel Santillán, ginecóloga de Ava. “En general, esto se consigue mejor cara a cara, en posturas como La Amazona".
“La postura por excelencia para la mujer es la de Andrómaca si le gusta dominar, puesto que le permite jugar con su inclinación corporal y de ese modo controlar la penetración en mayor o menor profundidad, además de poder acariciar su clítoris o si se inclina hacia adelante, se puede frotar contra el pubis del hombre", dice Mireia Rueda, fisiosexóloga de la Unidad del Suelo Pélvico de la Clínica Rozalén. "Pero siempre hablamos de mujeres sanas, hombres con una capacidad eréctil adecuada y que sea la mujer a quien le guste llevar la voz cantante”, añade.
Las posturas sexuales favoritas de las sexólogas
1. Andrómaca
“La postura sexual más placentera para mí es la que llamamos ‘la postura de Andrómaca’, aunque recibe también muchos otros nombres”, dice Valerie Tasso, sexóloga de LELO. “Su nombre proviene de la mitología griega y más concretamente de los personajes de Homero: Andrómaca, mujer de Héctor, el gran héroe de Homero, disfrutaba cabalgando encima de su esposo. La leyenda cuenta que, detrás de la puerta donde yacían los amantes, los esclavos se masturbaban, durante sus coitos”, afirma.
Cómo se practica la postura de Andrómaca:
Simplemente se trata de que la mujer esté encima del hombre y lo cabalgue.
Por qué proporciona tanto placer:
“Porque en esta postura, la mujer domina al hombre y se convierte en su maestra del placer. Es ella la que impone el ritmo porque el hombre está totalmente indefenso. Si ella quiere parar, para. Si ella quiere una penetración más profunda, la tiene. Manda al 100%. Esta postura es particularmente ‘apreciada’ por los/as sexólogos/as para las mujeres que desean descubrir el orgasmo y para los hombres que necesitan aprender a retener su eyaculación. Además, la pareja puede, en todo momento, tener contacto visual, lo cual añade mucho morbo a la interacción. Y, lo más importante, ambos miembros de la pareja tienen las manos libres para estimular las zonas erógenas propias o ajenas".
Un truco para practicar esta postura:
"Esta postura de 'manos libres' es maravillosa porque la mujer puede masturbarse durante la penetración, usando, si quiere, succionadores de clítoris como Sona o Lily 2, de LELO, intensificando su propio placer e, indirectamente, el de su partner.
2. 'Cucharita style' y estimulación clitorial
“El sexo puede ser íntimo pero salvaje, dulce pero rítmico, placentero hasta límites insospechados sin necesidad de que pienses continuamente en qué y cómo hacerlo, la postura sexual ideal está para ayudarte”, dice Elsa Viegas, experta en erotismo de Bijoux Indiscrets.
¿En qué consiste esta postura?
Viegas propone a la cucharita como mejor postura sexual para el placer femenino. “A pesar de su nombre aparentemente casto, la cucharita es una de las posturas más fogosas del Kamasutra, con mucho contacto físico y hasta con cierto halo de misterio, ¡lo tiene todo!”.
Cómo se hace:
“Mientras te acuestas de lado, tu pareja te abraza por detrás generando unos puntos de encuentro muy interesantes: su boca con tu cuello, su pecho con tu espalda, sus genitales con tu trasero".
Por qué proporciona tanto placer:
“Arropada y siendo la little spoon de la ecuación, puedes ser penetrada desde atrás abriéndose un abanico de posibilidades frente a ti: la estimulación del dios de los órganos de placer, el clítoris”, lo que demuestra que hay vida más allá de los succionadores de clítoris para alcanzar orgasmos intensos. “Conocerse a una misma es primordial para disfrutar del sexo dejándose llevar y, para eso, nada mejor que explorar con tus propias manos tus puntos de mayor placer. Empieza poco a poco para luego aumentar la intensidad o simplemente déjate guiar por el ritmo de tu pareja”, dice esta experta.
Un truco para disfrutar (aún) más:
Si la tecnología es una herramienta absolutamente irresistible para la pareja, esta experta no tiene dudas: “Sube de nivel con un juguete erótico. ¿Lo ideal? Un vibrador o un succionador de clítoris que te estimule mientras practicas la cucharita. Si encuentras el punto perfecto donde el juguete se mantenga en contacto contigo sin necesidad de manipularlo puedes dejarte llevar, disfrutar del momento de placer. Si tu vibrador o succionador tiene un ritmo intermitente, ¡actívalo! ¿No tienes? Entonces toma nota del truco de Elsa: utiliza una almohada. “Lo que lees, una almohada entre tus piernas ejercerá la presión perfecta para la estimulación de tu clítoris. Además podrás ayudar a tu pareja con las embestidas moviendo tu cadera para generar fricción entre la almohada y tu punto de placer. Nunca volverás a ver igual una cama”.
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3. Misionero con piernas cerradas
“Él encima y ella debajo, en la postura del misionero de toda la vida”, dice Ana Lombardía, sexóloga colaboradora de Los Placeres de Lola.
Cómo se hace:
Una vez el pene haya penetrado en la vagina, ella debe cerrar las piernas, en paralelo a la cama. ¿Por qué? “De este modo la presión sobre el pene es mayor, aumentando las sensaciones para ambos. Además, el clítoris se verá rodeado y estimulado por las piernas de ella y los mismos labios de la vulva. ¡Maravilloso!”.
El mejor truco para disfrutar de esta postura:
“En esta postura los movimientos deben ser suaves y profundos, sin "sacarla" demasiado, para aumentar las sensaciones y el roce”.
4. Del misionero a la cucharita
“¿Mi postura favorita? Pues depende del día y de qué sea lo que busco”, dice Sonia Encinas, sexóloga, educadora sexual y menstrual, y coach de mujeres. “Soy una gran defensora del clásico misionero, que está muy denostado. Se da por hecho que es una postura pasiva para quien está debajo, ¡y ese es el error! ¡El misionero no es para descansar! Una puede tener el cuerpo activo y fluir en el movimiento con su amante estando debajo.
Por qué la postura del misionero puede ser tan placentera
Si lo que vamos es a tener relaciones con penetración, a muchas mujeres esta postura nos estimula más (tanto el clítoris, como el punto G o el cérvix).
En el caso de La cucharita, “si lo que me apetece es estimular el clítoris a la vez, entonces me encanta estar de espaldas a mi pareja (la cucharita). Ya sea para estimularme yo con la mano o un juguete, o para que me estimule él. ¡Me encanta! (solo de pensarlo me excito)”. Un truco: según esta sexóloga, “es importantísimo recordar que salir del coitocentrismo que reina en nuestras prácticas sexuales enriquecerá nuestra vida sexual”. “Hay sexo más allá del coito, nuestro cuerpo nos regala infinitas opciones para experimentar el placer”.
5. La L de espaldas
“Para alcanzar el orgasmo mi preferencia es el sexo oral. La mejor manera es tumbada en alguna superficie para relajarse y concentrarse en las sensaciones. Siempre acompañado de un gel potenciador efecto calor para aumentar las sensaciones”, dice María Hernando, sexóloga de Platano Melón. En cuanto a penetración, la postura preferida de María es la “L de espaldas”.
Cómo se practica esta postura:
La mujer se sitúa de espaldas al hombre y tumba la parte superior del cuerpo en una mesa o cama alta y deja las piernas en el suelo. El hombre se sitúa detrás para poder hacer la penetración. Sirve tanto para penetración vaginal como anal, y se puede estimular el clítoris a su vez.
¿Por qué es tan placentera?
“Es muy placentera porque estimulas muchas partes del cuerpo a la vez. Puedes levantar un poco el tórax para que acaricien tus pechos también e ir jugando con el vaivén del cuerpo”.
Un truco para conseguir más placer:
“Un buen lubricante o un estimulador del punto G, como el vibrador para parejas de Lelo. Otra opción muy erótica es usar unas esposas para dejar que la pareja lleve el control”.
6. La Amazona
“Mi postura preferida (y la que suelo recomendar siempre a las mujeres con las que trabajo en consulta) es la postura de “La Amazona”, también conocida como “La mujer arriba”, dice María Esclapez, sexóloga y experta para Intimina.
¿Cómo se practica la postura de La Amazona?
La mujer se coloca a horcajadas sobre la pareja y controla el movimiento, el ritmo y la profundidad de penetración.
¿Por qué proporciona tanto placer?
“Cumple con todas las funciones eróticas: es placentera, cómoda (no necesitas hacer peripecias para llevarla a cabo) y es muy útil ponerla en práctica en el tratamiento de las disfunciones sexuales. Además, considero que es la postura más ‘empoderante’ dado que la mujer tiene el control: ella gestiona su propio placer con el movimiento de su pelvis, estimulando así las zonas vaginales que considere más placenteras”. Según esta experta, los estudios han demostrado que a una gran mayoría de mujeres les resulta muy agradable combinar la penetración con la estimulación del clítoris. Para ello esta postura es ideal.
Un truco para obtener más placer:
“Para mejorar la postura es muy recomendable entrenar el suelo pélvico con los ejercicios Kegel”, dice Esclapez. “Los beneficios se empiezan a notar a partir del mes: mayor tonificación de la musculatura íntima (la pareja también nota este cambio en sus genitales a través de la fricción que se produce durante la penetración); aumento de la elasticidad vaginal; mayor facilidad para llegar al orgasmo; orgasmos más largos e intensos; mayor capacidad de lubricación y aumento de la sensibilidad vaginal al placer".
Psst. La Rutina de Kegel Laselle de Intimina te ayudará a ejercitar la musculatura pélvica. Otra buena opción es el KegelSmart de Intimina, un dispositivo inteligente que selecciona automáticamente el nivel de ejercicio basándose en la fuerza de contracción y resistencia en la última sesión de entrenamiento.
7. En brazos de tu pareja
Es la postura preferida de Marta García, sexóloga de Platano Melón, para quien “lo más importante es ir probando todo tipo de posturas, así como probar las mismas en diferentes sitios. Una música sensual de fondo, buena temperatura y una iluminación tenue son buenos aliados para cualquier relación sexual”.
Cómo se practica esta postura:
De pie, el hombre coge en brazos a la mujer sujetando sus piernas y controlando la penetración. La mujer entrelaza sus piernas detrás del hombre para colocarse bien. “El hombre tiene que tener la suficiente fuerza, si no, colocar unas anillas en la pared para agarrarse y así durar más”, dice Marta.
¿Por qué es tan placentera?
Es muy placentera porque además promueve la intimidad de la pareja porque se pueden abrazar.
El truco:
Para practicar esta postura y obtener el máximo placer es importante tener a mano uno de los básicos imprescindibles de la cosmética erótica como un buen lubricante para facilitar la fricción y que además evitará el dolor en la vagina en el sexo. Para aumentar el placer en cualquier postura, García también recomienda la “Guía de ejercicios de Kegel y bolas chinas” de Marina Monzón by Platano Melón.
Juguetes eróticos en pareja
Provoca cosquilleo agradable y placentero.
6 modos de vibración estándar y 2 sensibles al movimiento.
Tiene forma de 'c' para llegar al clítoris y al punto G.
22 posturas sexuales más que son ideales para el disfrute femenino
El hombre perezoso
Haz que tu pareja se siente sobre almohadas en el suelo con las piernas estiradas. Desciende sobre ellas, sentadao con los pies en el suelo. Presiona con las puntas de los pies para controlar el movimiento. Una postura que permite mayor control por tu parte y, además, estar de cara a tu pareja significa que podéis besaros y tocaros.
La araña
Se trata de una variación de la postura anterior. Túmbate y apóyate sobre los codos con las caderas entre las piernas de tu pareja. Esto permite a tu pareja hacer parte del trabajo, balanceándose hacia adelante y hacia atrás dentro de ti, y es el momento perfecto para deslizar una bala vibradora o la mano entre las piernas. Y si te gusta este ángulo, prueba a continuación la postura del misionero cerrado para darle otro giro divertido a un clásico.
Plancha
Cómo se practica
La mujer se tumba boca abajo en la cama con las piernas estiradas y las caderas ligeramente levantadas. Su pareja le penetra la vagina por detrás. Al estar boca abajo, las piernas de la mujer estarán más juntas, lo que a su vez crea un ajuste más cómodo para el pene de su pareja. Esto puede provocar una sensación nueva y más intensa.
El puente
Cómo se practica
Es como una postura de yoga, pero compartida para dos personas, lo que proporciona mucha intimidad entre ambos. Él se tiene que poner en misionero hacia el borde de la cama. Ella, doblando las rodillas para que sus pies descansen planos. A continuación, él le sujeta las caderas y se pone sobre sus rodillas, sosteniendo tu peso mientras te sube hacia él. Ligera ligeramente flexionado por la cadera, tiene que apoyar el culo en los tobillos. Tú podrás apoyar tu nalgas en la parte superior de sus muslos para que te resulte más fácil.
La serpiente
Cómo se practica
La mujer se acuesta boca abajo y la pareja se acuesta encima de ella, deslizándose por detrás y penetrándola. Se trata de una posición que permite un abrazo muy ceñido y una penetración profunda. Cambia el ángulo del trasero para darle un toque más caliente.
El conejo
Cómo se practica
Es como una cucharita, pero de rodillas. Cuando inclines la pelvis, la penetración puede ser en V o en A, como más te guste y con la profundidad que desees.
Claqué
Cómo se practica
Es una postura de autoestimulación femenina en la que también puedes pedirle a tu pareja que te acompañe. Acuéstate sobre un lado, con una pierna extendida y otra doblada. Con la mano, separa suavemente tus labios vaginales y aplica unas gotas de saliva o lubricante en tu clítoris. Después, con la otra mano, comienza a golpearlo suavemente (o que lo haga tu pareja). Puede ir cambiando el ritmo para que sea aún más excitante.
Contra la pared
Cómo se practica
Gira a tu pareja para que mire hacia una pared y pídele que ponga las manos por encima de la cabeza mientras te acercas a ella por detrás. Juega con las manos, la lengua o un juguete, algo super sexy para la mujer porque eres tú quien lleva la voz cantante.
Autopista hacia el cielo
Cómo se practica
Aquí hace falta algo de logística, pues necesitaréis una escalera para practicar sexo (así que es una postura perfecta si tenéis casa de varias plantas, si habéis alquilado un dúplex vacacional, etc). Tu te sientas encima de él, dándole la espalda, mientras que él se sienta en uno de los peldaños. Ventajas de la postura: En las escaleras se está cómodo (y fresquito), no hay que esperar al dormitorio y la barandilla ofrece apoyo extra y un punto para elevarse.
La Amazona invertida
Si ya hemos visto que La Amazona (o la postura de Andrómaca) es una de las preferidas por las expertas, esta variante sirve para explorar nuevas sensaciones sin dejar de llevar el control sobre el coito.
Cómo se practica esta postura:
Con el hombre acostado boca arriba ya sea con sus piernas flexionadas y los pies apoyados, o con las piernas estiradas sobre la cama. La mujer se coloca de espaldas y a horcajadas sobre las piernas de él, de tal forma que cada uno de sus muslos se encuentran a cada lado de su pareja.
¿Por qué es recomendable para el disfrute femenino?
Porque la mujer puede utilizar la rodilla de su pareja como punto de apoyo mientras se balancea hacia arriba y hacia abajo, e incluso sus muslos como punto de fricción para el clítoris.
Las piernas sobre los hombros
Aunque este nombre puede hacer que nos imaginemos una postura imposible, lo cierto es que la cosa cambia si explicamos que la mujer debe estar tumbada bocarriba y el hombre sobre ella, como si se fuera a practicar la postura del misionero.
¿En qué consiste esta postura?
La variación consiste en que la mujer debe colocar las piernas sobre los hombros de él, manteniendo al hacerlo una postura corporal de unos 90 grados.
¿Por qué es tan placentera?
Porque permite una penetración vaginal profunda y la estimulación del clítoris, el punto G o el cérvix.
Un truco para disfrutar más:
Que él mantenga agarrado el trasero de ella y que ella eleve la pelvis hasta encontrar el ángulo que le proporcione más placer son dos trucos que pueden marcar significativamente la diferencia. Usa un lubricante en caso de sequedad vaginal (a veces causada por una líbido baja) para que sea sumamente placentero.
Ambos sentados
Cómo se practica:
Con él sentado (sobre la cama, por ejemplo) y ella sobre él, envolviendo las piernas alrededor de las caderas o la cintura de su pareja. Así se consigue una penetración máxima y la mujer tiene el control total de esta, así como de los movimientos y la fricción, pudiendo utilizar los hombros de él como punto de apoyo.
La X
Cómo se practica:
Ella se acuesta de lado y levanta una pierna para que él pueda colocarse entre ellas atravesando el centro de su cuerpo y formando una gran X. ¡Adiós al 'fast love'! Esta postura es idónea para una sesión de sexo lento, cadencioso, estimulante y prolongado. Pueden estar ambos tendidos o sentarse de forma aleatoria para el empuje pélvico.
Flor de Loto
Cómo se practica:
Si practicas yoga, seguramente te sonará su postura homónima, una metáfora sexual que representa una simbólica flor de loto. En este caso, el hombre ha de sentarse con las piernas dobladas de forma que ambos talones se acerquen. La mujer se sienta sobre él envolviendo su cintura con las piernas y prácticamente poniendo el glúteo encima de sus pies. Esta posición fortalece el vínculo entre la pareja y deja las manos libres para explorar al máximo cada centímetro del otro. Según los expertos, es una de las mejores posturas para conectar con tu pareja.
La cascada
Cómo se practica:
Quien quiera innovar y salir de la rutina, que anote esta postura. Hacen falta una silla y un almohadón para llevarla a cabo porque él se sentará en la silla mientras ella se sube a horcajadas echando la cabeza hacia atrás hasta reposarla sobre una almohada. La persona que esté sentada hará el movimiento de vaivén mientras toca el cuerpo de su pareja.
La estrella
Cómo se practica:
La mujer se encuentra tumbada sobre su espalda con una pierna estirada y otra doblada. Mientras, el hombre se coloca a horcajadas sobre ella, pasando una pierna por debajo de la que tiene flexionada. De esta forma, a ella le quedan las manos libres para poder tocar a su pareja o estimular su propio clítoris con los juguetes eróticos.
Pole dance
Cómo se practica:
¡Doble estimulación femenina! Mientras el hombre permanece tumbado de espaldas, dobla una de sus piernas manteniendo la otra extendida. Ella se sentará a horcajadas sobre la pierna levantada, sujetándose a la rodilla y balanceándose arriba y abajo. De esta forma, se produce la presión perfecta contra la pierna para estimular el clítoris a la vez que se balancea.
El triángulo
Cómo se practica:
Supone darle un giro al clásico misionero. La postura es prácticamente la misma, pero en este caso la mujer eleva la pelvis más y él, a su vez, flexiona las rodillas para quedar también más elevado. Se recomienda el uso de cojines para mantener cómodamente esa posición.
El sacacorchos
Cómo se practica:
Nada mejor para despertar el punto G —precisamente su localización es una de las preguntas sobre sexo más 'googleadas'— que probar esta postura en la que la pareja masculina se tumba boca arriba con las piernas ligeramente abiertas y la cabeza puesta sobre una almohada. La mujer se coloca sobre él de forma perpendicular, apoyando los brazos y con las piernas juntas, balanceándose con movimientos circulares como los de un sacacorchos.
El balancín
Cómo se practica:
El hombre se sienta de tal forma que los brazos queden apoyados a la espalda y las piernas estén cruzadas. Ella se sentará sobre su regazo de frente rodeándole con sus piernas, dominando el ritmo y la penetración con el movimiento de sus caderas.
El trono
Cómo se practica:
Una postura perfecta para la estimulación del clítoris y el punto G en el caso de la mujer, así como la base del pene, el escroto y el perineo en el del hombre, ¡todo un mapa del orgasmo en una postura tan sencilla! Él tendrá que sentarse manteniendo los pies en el suelo. Mientras, ella se sienta de espaldas entre sus piernas controlando el ángulo y la profundidad de la penetración.
En cuclillas
Cómo se practica:
En este caso, la pareja masculina se acuesta de espaldas con las piernas ligeramente abiertas. A su vez, ella se sitúa encima y pone las piernas a cada uno de los lados de su cuerpo, quedándose en cuclillas. Podrá apoyarse en sus muslos, subiendo y bajando lentamente, manteniendo el contacto visual y tendiendo todo el control.
Anorgasmia: ¿y si nada de lo anterior funciona?
Los expertos hablan de anorgasmia cuando, con una excitación y una estimulación adecuada, hay retraso, poca frecuencia, orgasmos poco intensos o ausencia de los mismos -siempre teniendo en cuenta que cada mujer tiene un ritmo para conseguirlos-. Puede ser que con tu pareja tengas problemas de relación o intimidad que la provocan, como falta de intimidad emocional, conflictos sin resolver, poca comunicación sobre las necesidades y preferencias sexuales, infidelidad o falta de confianza, violencia de pareja, disfunción sexual... Pero también se puede dar la anorgasmia por factores culturales, afecciones físicas o médicas y medicamentos.
La anorgasmia puede ser permanente (cuando nunca has tenido un orgasmo), adquirida (si comienzas a tener problemas para alcanzarlo), generalizada (si tienes problemas en cualquier situación) o circunstancial (si solo tienes problema en algunas).
Ojo cuando la anorgasmia venga de factores psicológicos como abuso sexual, falta de conocimiento sobre la estimulación, imagen corporal negativa, sentimientos de culpa o vergüenza, estrés, ansiedad, depresión... Quizás en estos casos te convenga no solo visitar al médico, sino también a un profesional de salud mental.
Hablar con la pareja, fundamental para una vida sexual sana
Para nuestro bienestar emocional y físico, es fundamental cuidar nuestra vida sexual. Y para ello, es fundamental saber comunicarse con la pareja y poder transmitir sin tabús cuál es nuestro estado y nuestras necesidades. La comunicación es uno de los factores eróticos más importantes en la pareja porque lo que te gusta o lo que te interesa puede ir cambiando con el tiempo.
Hay factores que aumentan el deseo y otros que lo disminuyen, como el tránsito a la menopausia o la presencia de estresores. Puede que no te resulte fácil hablar con la pareja sobre estos temas, pero él/ella no van a adivinar tu mente. Igual no te lo habías planteado, pero quizás sacar el tema del sexo con la persona a la que amas puede ser una manera buena de excitaros; además tu pareja quizás te lo agradezca (para no seguir haciendo cosas con las que no disfrutáis).
Cuando empieces a hablar de sexo con tu pareja, habla de diferentes temas. Por ejemplo, ¿qué tiempo le dedicáis a la intimidad sexual? ¿Es suficiente? ¿Cómo hacer del sexo una prioridad? ¿Qué cosas están ocurriendo en la relación que hacen que el sexo pase a segundo plano? ¿Está deteriorado vuestro amor? Si es así, ¿cómo volver a encenderlo? ¿Qué posturas o gestos os dan más placer, individual y mutuamente? ¿El sexo ya es muy predecible entre vosotros? ¿Cómo le podríais dar una chispa nueva? Quizás probando alguna de las posturas de arriba.
Practica estas posturas, sigue estos consejos para una relacion estable y feliz y no te arrepentirás: asegurado.
