Clark Gable, de chico de compañía a 'Rey de Hollywood'

Clark Gable, de chico de compañía a 'Rey de Hollywood'

Leyendas de Hollywood

Al actor le costó hacerse un hueco en la Meca del cine, pero cuando lo logró brilló más que nadie en filmes como 'Sucedió una noche' o convertido en el inolvidable Rhett Butler de 'Lo que el viento se llevó'   

Clark Gable, de chico de compañía a 'Rey de Hollywood'
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Clark Gable, de chico de compañía a 'Rey de Hollywood'

Empezó como villano, vivió grandes aventuras en mares lejanos, volvió locas de amor a Jean Harlow, Joan Crawford o Greta Garbo, lidió con la inteligencia de Claudette Colbert y se consolidó como el inolvidable Rhett Butler de Lo que el viento se llevó. A Clark Gable le costó hacerse un hueco en la Meca del cine, pero cuando lo consiguió se convirtió en el Rey de Hollywood y lo fue para siempre. 

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Gable (1901-1960) tuvo una infancia difícil, huérfano de madre, entró a trabajar en una fábrica de acero a los 15 años. Allí vio su primera película y se enamoró del cine, tanto, que se fue a Hollywood con lo puesto. Fueron años difíciles. El joven Clark dormía en la calle y se convirtió en chico de compañía, pues según cuentan sus biógrafos, se ganaba la vida dejándose seducir por actores homosexuales a cambio de dinero. 

Con Jean Harlow

Con Jean Harlow

Así se hizo un hueco como figurante en las películas mudas. Pero quería más. Se sometió a varios cástings que resultaron un fracaso. Darryl F. Zanuck le rechazó por "tener las orejas como un botijo" y Jack Warner tampoco le quiso: "vaya cara de mono". Pero Clark no tiró la toalla y encontró la vía para triunfar a través del matrimonio. Se casó en 1924 con Josephine Dilloh, 14 años mayor que él, profesora de dicción y directora de escena. La esposa, la primera de cinco, enseñó a Gable el arte de la interpretación y le ayudó a encontrar mejores papeles. Tras separarse de Dilloh, Gable contrajo matrimonio con Rea Langham, que le sacaba 15 años, una millonaria tejana que financió el debut del actor en Broadway. 

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"Gable atrajo por primera vez la atención del público cuando encarnó al malvado y amargo condenado a muerte, Killer Mears, en The last mile en cierto teatro de Los Ángeles",  contaba una crónica publicada en La Vanguardia en mayo de 1932. De eso hacía dos años en los que el actor había rodado una película tras otra, pues tras el rechazo de la Warner, le contrató la Metro y le dio trabajo, mucho trabajo en papeles de lo más variado: "tiene más personalidades que manchas la piel del leopardo o colores el camaleón".

'La Vanguardia' recogía el éxito del actor en los años 30

'La Vanguardia' recogía el éxito del actor en los años 30

En Danzad, locos, danzad (Harry Beaumont, 1931) interpretaba a un ladrón de guante blanco. En Alma libre (Clarence Brown, 1931) era un villano, pero de carácter simpático. Y parecía que apuntaba maneras de actor de carácter en Los seis misteriosos (George W. Hill, 1931). Pero fue un papel de galán el que le dio su primer protagonista nada más y nada menos que junto a Greta Garbo en Susan Lenox (Robert Z. Leonard, 1931).  

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La Metro había encontrado un filón y supo sacarle todo su jugo. El estudio emparejó al actor con la explosiva Jean Harlow, la rubia más sensual de los años 30, en filmes como Tierra de pasión (Victor Fleming, 1932), donde la pareja vivía un triángulo con  Mary Astor en una exótica plantación de caucho en Indochina, o Mares de China (Tay Garnett, 1935), donde Gable era el capitán de un barco con una difícil misión que, para colmo, se veía obligado a viajar con dos ex novias.

Clark Gable en una imagen promocional

Clark Gable en una imagen promocional

Corbis via Getty Images

En su afán por exprimir a su nueva estrella, el estudio emparejó también a Gable con Joan Crawford y esa unión dio sus frutos en taquilla. El dúo compartió cartel un ocho películas que hicieron las delicias del público en la época como Amor en venta (Clarence Brown, 1931) en la que Crawford cambiaba de identidad para mantener un romance con Gable, un prometedor político.  

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En su siguiente trabajo juntos, Alma de bailarina (Robert Z. Leonard, 1932) Joan trabajaba en un tugurio del que Clark la rescataba para convertirla en la reina de Broadway.   Y Encadenada (Clarence Brown, 1934) recuperaba el tópico del triángulo amoroso, aunque esta vez era Crawford la que se debatía entre el amor de dos hombres, Gable y Otto Kruger.

Con su esposa Carol Lombart

Con su tercera esposa Carol Lombard

El actor ya era toda una estrella cuando le llegó un éxito inesperado. Gable y Claudette Colbert se embarcaron con desgana en una comedia de Frank Capra. Ella era una millonaria caprichosa que huye de su padre para encontrarse con su amante y él, un periodista en horas bajas. Ambos coincidían en un autocar rumbo a Nueva York. La deliciosa Sucedió una noche (1934) triunfó contra todo pronóstico. Se llevó un montón de Oscars, incluido una para Gable, lo petó en taquilla y aún hoy está considerada como una de las mejores películas de la historia.      

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Tras esa incursión en la comedia, Gable volvió a las aventuras en La tragedia de la Bounty (Frank Lloyd, 1935), acompañado de Charles Laughton y Franchot Tone, en el rol del marinero Fletcher que se amotina contra el tirano capitán Bligh. Y vivió un romance con Jeanette MacDonald bajo la atenta mirada de un sacerdote encarnado por Spencer Tracy a las puertas del terrible terremoto que asoló la ciudad en San Francisco (W.S. Van Dyke, 1936). 

En 'Sucedió una noche'

Gable y Claudette Colbert en 'Sucedió una noche'

A Gable la vida le sonreía. En 1938 el público le otorgó ese título de Rey del Hollywood del que ya nunca se desprendería. Además, había conocido al amor de su vida, la actriz Carole Lombard, la reina de la comedia, con la que se casó en 1939 convirtiéndose en la pareja ideal más envidiada del mundo. Y entonces recibió la llamada de David O. Selznick que lo quería para encarnar a Rhett Butler, el protagonista de la producción más ambiciosa de la época, la adaptación de la novela de Margaret Mitchell Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, 1939). 

En 'Lo que el viento se llevó'

Como Rhett Butler en 'Lo que el viento se llevó'

©EUROIMAGEN

Esta vez no se llevó el Oscar. Pero a nadie le importó, porque ese Rhett, contrabandista sin escrúpulos, pero con un fondo tierno, que era capaz de todo por enamorar a Scarlett O'Hara (Vivien Leigh) conquistó el corazón del público durante generaciones e hizo de Gable un actor inolvidable. 

Cartel de 'Lo que el viento se llevó'

Cartel de 'Lo que el viento se llevó'

Tras el éxito llegaron los malos momentos. Lombard murió en 1942 en un accidente de aviación. Gable no pudo superar la pérdida. Se recluyó en su rancho durante meses roto de dolor y después se alistó en las Fuerzas Aéreas e intervino en misiones suicidas. Al terminar la Segunda Guerra Mundial volvió a Hollywood decidido a retomar se carrera.  

Con Lombard en la premiere de 'Lo que el viento se llevó'

Con Lombard en la premiere de 'Lo que el viento se llevó'

La Metro le buscó un vehículo ideal para ese regreso de nuevo a las órdenes de Fleming, otra vez como marinero que surca los mares y con la nueva estrella del estudio, Greer Garson, como compañera. Pero Aventura (1945) no gustó a la crítica ni funcionó en la taquilla. Sin embargo, Gable se recuperó enseguida de ese tropiezo. En Mercaderes de ilusiones (Jack Conway, 1947) interpretaba a un publicista poco escrupuloso y en La rival (Mervyn LeRoy, 1948) era un médico que se iba a la guerra y se liaba con una bella enfermera, Lana Turner, aunque no podía evitar los remordimientos por engañar a su mujer.

Lana Turner leaning into Clark Gable in a scene from the film 'Somewhere I'll Find You', 1942. (Photo by Metro-Goldwyn-Mayer/Getty Images)

Con Lana Turner (Photo by Metro-Goldwyn-Mayer/Getty Images)

Getty Images

Volvió a petarlo en taquilla con un remake de Tierra de pasión. Esta vez la acción se trasladaba de Indichina a África y los otros dos vértices del triángulo amoroso eran Ava Gardner y Grace Kelly. Mogambo (John Ford, 1953) fue un éxito al que siguieron filmes menos recordados como Brumas de traición (Gottfried Reinhardt, 1954), de nuevo con Lana Turner; Cita en Hong Kong (Edward Dmytryk, 1955) junto a Susan Hayward, o La esclava libre (Raoul Walsh, 1957) con Yvonne De Carlo.

Con Marylin

Con Marilyn Monroe en 'Vidas rebeldes'

El actor se había casado a principios de los 50 con lady Sylvia Ashley, que se parecía físicamente a su amada Lombard, pero el matrimonio solo duró unos meses. Recuperó la ilusión con Kate Willians, su quinta esposa, con la que contrajo matrimonio en 1955. La pareja esperaba un hijo, el primero para Gable que siempre había lamentado no haber sido padre, cuando el actor sufrió un ataque al corazón. Fue ingresado y falleció a los diez días. Tenía 59 años. 

'La Vanguardia' se hizo eco de la muerte del actor

'La Vanguardia' se hizo eco de la muerte del actor

Dejó como herencia cinematográfica un filme crepuscular que acababa de rodar con otras dos malogradas estrellas, Marilyn Monroe y Montgomery Clift. Vidas rebeldes (John Huston, 1961) se convirtió en el testamento profesional del actor. Sus bienes, valorados en unos dos millones de dólares, fueron a parar a manos de ese hijo póstumo que nació a los cuatro meses de la muerte de su Gable.

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La herencia de Clark Gable

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Años después, se supo que Gable sí tenía una hija biológica. En 1935 había rodado La llamada de la selva (William A. Wellman) junto a la famosa actriz Loretta Young con quien mantuvo un apasionado romance. Ella quedó embarazada, pero lo ocultó. Tuvo una hija, Judy Lewis, y simuló que la había adoptado para evitar el escándalo. Lewis solo pudo confirmar que era hija de Gable en el año 2000, su madre se lo confesó en el lecho de muerte. 

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