El nuevo álbum de Taylor Swift nombra uno de sus tracks como una de las actrices más icónicas de principios del siglo XX. Esta es la historia de Clara Bow.
“You look like Clara Bow”. Así abre la última canción del nuevo álbum de Taylor Swift, The Tortured Poets Department (antes de que supiéramos que habría un segundo álbum sorpresa). Acompañada de una guitarra sutil y melancólica, la canción habla sobre los riesgos inesperados de encontrar la fama a una corta edad, similar a la historia de Clara.
Taylor Swift has been channeling Clara Bow for the past 2 years. pic.twitter.com/MnutHi3hE7
— WILDEST DREAMS HAHA 🧣 (@swiftoursonggg) April 18, 2024
A menos que seas fan de las películas mudas de los principios del cine, probablemente no sepas quién es, pero aquí te contamos la historia de la It Girl original.
Ten cuidado con lo que deseas, especialmente si eres mujer
Clara Gordon Bow nació en 1905 y creció en la pobreza extrema de Manhattan. Aunque la reconocemos como un ícono femenino, en un principio era “uno de los chicos”, jugando deportes con los niños en su colonia. Su vida estuvo envuelta en traumas. A los 16 años, su madre tuvo un traumatismo craneal que la llevó a desarrollar epilepsia y episodios psicóticos. Una noche Clara se encontró con un cuchillo de carnicero sobre su cuello a manos de su madre. Según la biografía “Clara Bow: Runnin’ Wild” de David Stenn, ella le gritaba “Voy a matarte, Clara”.
Su padre también tenía demonios. Él era alcohólico y frecuentemente abusaba sexualmente de Clara. Cuidar de ambos se volvió un calvario que no la abandonaría.
Sin embargo, el escape lo encontró en el cine. En una entrevista a Photoplay dijo “Por primera vez vi tierras lejanas, hogares serenos y encantadores, romance, nobleza, glamour. Todo mi corazón ardía y mi amor era el cine.”
Así, con determinación ganó un concurso en 1921 de Fame and Fortune, que la llevaría a su primer papel de cine, aunque se quedó fuera de la cinta. Pero sin opción de rendirse, hizo audición tras audición. La película “Down to the Sea in Ships” de 1923 fue la primera en una gran serie de éxitos, a tan solo 18 años de edad.
La magia de Clara Bow y su caída
Lo que Clara lograba hacer en la pantalla era imposible de imitar, era una energía desbordante, sensualidad magnética, es el It Factor. Ese termino viene, incluso, de una de sus películas llamada “It”. Por eso la conocemos como la primera It Girl.
Aunque ahora muchos no sepan su nombre, seguro recuerdan el look flapper, el maquillaje de los años 20 con las cejas delgadas y labios arqueados que ella ayudó a popularizar. En la cúspide de su popularidad recibió 45 mil cartas de fans al mes.
Pero, así como su sexualidad la ayudó a escalar las escaleras de la fama, esa misma fue parte de su declive. Se escribió mucho sobre sus romances con actores como Gary Cooper o directores como Victor Fleming. También se especuló sobre su vida sexual con rumores escandalosos y viles.
Clara Bow fue quizá, la primer gran víctima de slut shaming por parte de los medios.
Sus últimos días
Debido a sus problemas de salud mental, ella decidió recluirse en el sanatorio de Glendale en 1931, a los 25 años. Al salir se casó con Rex Bell con quien se retiró al rancho The Walking Box para vivir en privacidad y criar a sus dos hijos. En 1949 se sometió a terpaia de electroshock y en 1950 regresó a Hollywood sola, teniendo una vida reservada y fuera de la atención mediática.
En una de sus últimas entrevistas, a Motion Picture, dejó en claro una triste realidad que sigue aplicando hoy: “Tu vida no es tuya por un minuto. No puedes amar al hombre que quieres, casarte o tener hijos sin que todo el mundo se meta en tus asuntos, haciendo preguntas impertinentes. Si no les cuentas cada detalle íntimo de tu vida, creen que eres difícil”.
Hoy vemos el mismo fenómeno en Taylor Swift, cuya vida, decisiones financieras y relaciones personales son objeto de escrutinio casi inmediatamente. Todos recordaremos cómo fue su desaparición del ojo público tras el conflicto con Ye (antes conocido como Kanye West).
La lección que da Taylor Swift es que a veces las luces y el glamour traicionan una realidad problemática y abusiva para las mujeres. En el entretenimiento, su vida y su persona, más que su arte, se vuelven un objeto de consumo. Es una relación complicada la que tenemos con nuestras divas.
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