Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego
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Zack Snyder se adentra en otro proyecto personal de los suyos. Una propuesta descrita como ‘Los siete samuráis en el espacio’ y ambientada en una galaxia muy lejana. Allí un grupo de guerreros, con diferentes orígenes, deberán unirse para enfrentarse a un tiránico imperio. Ya mismo nos unimos a la rebelión en esta reseña de ‘Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego’.

“No vengo a ofrecerte justicia, sino venganza” (Kora)

Crítica de Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego

Netflix ha encontrado un filón con Zack Snyder. Como ya todos sabrán, hablamos de un realizador que, desde hace casi una década, se ha convertido en uno de los que más amor u odio levantan con sus producciones. Después de su aplaudido y discutido paso por el extinto DCEU, culminado con su entrega deLa Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021), el realizador se pasó a Netflix. Allí su primer film fue Ejército de los muertos (2021) contando con total libertad creativa por parte de la plataforma. El resultado fue tan positivo que pronto le encargaron otro proyecto personal. Fue entonces cuando eligió una epopeya espacial de su propia cosecha dividida en dos entregas: ‘Rebel Moon’.

Ahondando un poco en los orígenes, se dice que la historia de ‘Rebel Moon’ se la presentó Snyder a Lucasfilm como parte de su universo de ‘Star Wars’. La presentación fue a modo de un spin-off inspirado en ‘Los siete samuráis’ (Akira Kurosawa, 1954) y en su remake americano,Los siete magníficos (John Sturges, 1960). Así pues, la idea de Snyder era la de un western espacial con algunas gotas de sus 300 (2006). Sin embargo, en Lucasfilm desecharon la propuesta. Y Snyder, por su parte, la dejó aparcada. Posteriormente, y viendo el éxito de la citada ‘Ejército de los muertos’, decidió retomarla.

La idea original de Snyder era rodar una película de tres horas calificada para mayores de 18 años. Pero Netflix le propuso algo más jugoso o “contradictorio” para el director: dividir su película en dos partes y rodar dos versiones: una PG-13 y otra R. Así las estrenarían a conveniencia de la plataforma. Y eso fue lo que se hizo al final. Snyder consiguió de esta manera rodar la película que quería y Netflix ganó un “bonus” para su catálogo.

Entrando en materia, ‘Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego’ no es la segunda venida de Cristo. Pero tampoco es ninguna mediocridad. No es una cosa ni la otra… tanto para los fans más hardcore de Snyder como para sus detractores más ultras. Así pues, no es ni una obra maestra ni el truño definitivo. ‘Rebel Moon’ está en un término medio. Ahora bien, no se puede negar que tiene ciertas carencias que espero se solucionen de cara a su segunda parte.

Snyder mantiene su habitual tono épico/grandilocuente que maneja desde ‘300’. Uno no puede dejar de pensar que la aportación del guionista Kurt Johnstad está claramente inspirada en el citado film. Por consiguiente, ‘Rebel Moon’ presenta elementos visuales muy potentes, sentido de homenaje a otras obras de sci-fi (desde ‘Star Wars’ hasta ‘John Carter’), guiños al western e incluso a los comics de ‘2000 A.D.’. Estas son algunas de las más notorias referencias del film. También hay ciertos homenajes al ciberpunk. No hay más que ver el planeta Daggus, que recuerda a las calles de Los Ángeles vistas enBlade Runner (Ridley Scott, 1982). Y, claro, tampoco faltan a la cita los conceptos mesiánicos de las novelas de ‘Dune’ de Frank Herbert con la leyenda de la princesa Ila. Todo esto queda reflejado en la trama, en sus escenarios, criaturas y en casi toda la parafernalia visual.

Y lo bueno de todo lo anterior es que no se esconden las fuentes, sino que se alardea de ellas… sabiendo, claramente, que iban a ser muy evidentes. De esto se deduce que ‘Rebel Moon’ no es original… pero tampoco fue vendida nunca de esta manera. Snyder la vendió siempre como una carta de amor a todos los cómics, películas y obras de sci-fi que leyó/vio de niño.

Por otro lado, creo que Snyder también ha mejorado como director de fotografía. En ‘Rebel Moon’ hay una mejor planificación visual y un mejor sentido de la iluminación (lejos de la “experimentación” que mostraba en ‘Ejército de los muertos’). ‘Rebel Moon’ es un film más colorista y esto le permite a Snyder tener una mejor base. En cuanto a las escenas de acción, esta primera parte no presenta una cantidad abrumadora de set-pieces. Aquí estamos ante una cinta de introducción pura y dura. Y, salvo, la secuencia final, Snyder no abandona sus slow-mos ofreciendo su habitual arsenal.

El gran “pero” que le veo al film es que se nota que Netflix ha querido impulsar demasiado el tono PG13. Así pues, se notan cortes de forma considerable. Y esto está provocado, quizás, por cuestiones totalmente ligadas al hecho de que su versión R es claramente “hardcore”, dejando fuera también una enorme cantidad de conceptos e ideas que afectan a la trama y los personajes… En cuanto a la banda sonora de Tom Holkenborg (Junkie XL) capta el tono de opera espacial de la propuesta con sus voces y orquesta. Además de su habitual munición de percusiones para dinamizar las escenas más dinámicas y las secuencias de acción.

En cuanto a los personajes, Sofia Boutella cumple perfectamente en su rol de la misteriosa Kora. Ella es “la guerrera que deja marcas” buscada por Mundomadre. La actriz francoargelina sabe mostrar su lado más agresivo y físico, cumpliendo también en la parte dramática. Además deja trazas a un mayor desarrollo en la siguiente entrega. Su contrapartida es un desquiciante Ed Skrein como el almirante Atticus Noble. Hablamos de un militar duro y despiadado que no tiembla a la hora de matar a la gente con su propio bastón. La interpretación de Skrein es la de un villano que está dispuesto a todo para lograr su cometido: dar caza a los enemigos de Mundomadre.

El resto del reparto importante lo completan Michiel Huisman (Gunnar), Djimon Hounsou (general Titus), Charlie Hunnam (Kai), Donna Bae (Nemesis) y Staz Nair (Tarak). Da la impresión de que varios de estos personajes parecen tener una mayor trascendencia en un montaje más largo y también una mejor introducción. Es el caso de, por ejemplo, Nemesis. El propio Zack Snyder dice que mucho de su origen está en la secuela. En cuanto al sentido de estos personajes decir que son puramente pulp. Es el caso de Tarak como una clara influencia a John Carter, o a Conan, enseñando pecho y músculo en una determinada secuencia.

Completando el casting tenemos nombres conocidos. El primero sería un Corey Stoll musculado y con barba haciendo de Sindri, el líder de la aldea de Veldt. Anthony Hopkins pone voz a Jimmy, un robot con un pasado luchador que en esta versión queda muy reducido. Ray Fisher es uno de los hermanos Bloodaxe y su aportación es poner cara enfurecida. Por último, y casi en simples cameos, quedan Tony Amendola como el rey Levitica, Cary Elwes como el Rey de Mundomadre y una irreconocible Jena Malone como Ogumo.

En conclusión.
Acabo esta crítica de Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego, una entrega que queda un tanto coja en cuestión de historia. Aun así es una entretenida primera parte de lo que podría ser una película más sólida a expensas de ese montaje extendido que verá la luz el próximo verano. Y no olvidemos que su continuación está a la vuelta de la esquina prometiendo subir el nivel.

Tráiler de Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego

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