(PDF) CHILE Y ARGENTINA EN EL ESCENARIO EUGÉNICO DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX | Marcelo Sánchez Delgado - Academia.edu
UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES ESCUELA DE POSTGRADO CHILE Y ARGENTINA EN EL ESCENARIO EUGÉNICO DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX Tesis para optar al grado de Doctor en Estudios Latinoamericanos MARCELO JAVIER SÁNCHEZ DELGADO Profesor Guía: Bernardo Subercaseaux Sommerhoff Santiago de Chile, año 2015 CHILE Y ARGENTINA EN EL ESCENARIO EUGÉNICO DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX III RESUMEN El objetivo de este trabajo es investigar en la historia de la eugenesia en Chile, ciencia de selección y mejoramiento de la especie humana surgida en Inglaterra a fines del siglo XIX; y poner el panorama emergente de dicha investigación en perspectiva comparativa con el desarrollo de la eugenesia en Argentina. El trabajo se ha desarrollado realizando investigación histórica en el contexto chileno a partir de fuentes primarias, poniendo énfasis en las prácticas y en el pensamiento médico. El panorama eugénico chileno emergente de esta investigación se ha puesto en comparación con los resultados ya existentes en la historiografía argentina de la eugenesia, un campo del conocimiento consolidado por dos décadas de investigaciones monográficas. La comparación resultante pone de relieve las especificidades propias del contexto eugénico chileno de la primera mitad del siglo XX, que presenta, a diferencia de Argentina, un peso mayor de la influencia de la Higiene Racial Alemana y del pensamiento y las prácticas eugénicas estadounidenses; mientras que el contexto eugénico argentino se aparece claramente vinculado con la Biotipología fascista italiana y con un claro predominio del pensamiento católico. Junto a este resultado principal, emerge de esta investigación una crítica a la utilidad de la idea de “eugenesia latina”, como opuesta a la “anglosajona”, en el contexto chileno. Nombre del autor: Marcelo Javier Sánchez Delgado Profesor guía: Bernardo Subercaseaux Sommerhoff Grado académico: Doctor en Estudios Latinoamericanos IV A Camilo y María Inés V AGRADECIMIENTOS Al Estado de Chile y al programa de Formación de Capital Humano Avanzado de CONICYT. Al profesor Bernardo Subercaseaux Sommerhoff y al equipo del proyecto Fondecyt Regular año 2013, N° 1130031, “Modernidad y cultura: pensamiento y literatura”. A Rafael Huertas García-Alejo, Ricardo Campos Marín y Francisco Pelayo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales de Madrid del Consejo Superior de Investigación Científica CSIC de España. A los investigadores de La Plata, Argentina, Marisa Miranda y Gustavo Vallejo, por su constante apoyo. A César Leyton, Cristián Palacios y Marcelo Valenzuela, por su apoyo y amistad con que me acompañaron en este proceso. A María José Correa, Silvana Vetö y Mariano Ruperthuz del Seminario Permanente de Historia de la Locura, por su apoyo y estímulo. A Frau Irina Steier. A Maritza y Magdalena, compañeras de este viaje. VI El ser humano, si se lo proponía, podía superarse. No quería decir que un campesino, por poner un ejemplo, de la noche a la mañana fuera capaz de dirigir la NASA, ni siquiera de trabajar en la NASA, pero ¿Quién podía afirmar que el hijo de ese campesino, guiado por el ejemplo y el cariño de su padre, no llegaría algún día a trabajar allí? 2666. Roberto Bolaño VII ÍNDICE DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN…………………………………………………..............................p. 1 CAPÍTULO 1 DE LA TEORÍA DE LA DEGENERACIÓN A LA EUGENESIA…………….........p. 15 1.1.1 La teoría de la degeneración. Conceptos básicos y notas para una aproximación historiográfica……………………………………………........p. 16 1.1.2 Alcoholismo y degeneración: diagnóstico social y catástrofe evolutiva…………………………………………………………………….….p. 21 1.1.3 Psiquiatría y degeneración a fines del siglo XIX………………………...….p. 26 1.1.4 Estudio sobre la Dejeneración en Chile i su contribución al desarrollo de las enfermedades mentales…………………………………………..……….....p. 30 1.1.5 El caso de Antonio Ramón y el informe médico legal de Germán Greve y Hugo Lea-Plaza de 1915: un “huracán que bate i arrastra el espíritu”………………………………………………………….…………......p. 38 1.1.6 Perspectivas sobre la degeneración…………………………………….......p. 44 1.1.7 La cuna de los barcos y la degeneración del pueblo: objetos del consenso racial en las elites argentina y chilena…………………………………….…p. 47 1.1.8 Teoría de la degeneración y herencia: ¿optimismo o pesimismo?............p. 49 1.1.9 Teoría de la degeneración, sexualidad y ciencia criminal…………...…….p. 51 CAPÍTULO 2 APROPIACIÓN DEL PROYECTO EUGÉNICO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX…………………………………………………………………………………….…p. 53 2.1 2.2 2.2.1 2.2.2 2.2.3 2.2.4 2.3. 2.3.1 2.4 2.4.1 2.5 Periodificación de la historia de la eugenesia en Chile y Argentina………………………………………………………………….……p. 53 El proyecto eugénico en Chile: 1900-1917. Perfusión de ideas y temas eugénicos…………………………………………………...…..……………..p. 56 Raza chilena de Nicolás Palacios en perspectiva eugénica……………....p. 57 Las teorías de la herencia y la historiografía latinoamericana de la eugenesia………………………………………………….…………………..p. 63 Las Teorías de la herencia. Notas para la discusión……………………….p. 64 La propuesta de “La hora de la eugenesia”………………………..………..p. 67 El Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano de 19081909 como antesala eugénica………………………………………………..p. 70 La puericultura…………………………………………………………………p. 73 ¿Una eugenesia latina? ¿Una medicina chilena prusianizada?...........................................................................................p. 75 La vía chilena a la eugenesia……………………………...…………………p. 76 Racismo científico: una teoría de la evolución alternativa al darwinismo surgida en Chile………………………………………………………………..p. 80 VIII 2.5.1 Autopsias de araucanos de raza pura……………………………………….p. 83 2.5.2 Max Westenhöfer 1911-1926: de la patología comparada a una teoría de la evolución……………………………………………………………………….p. 88 2.5.3 Salzburgo 1926, el lanzamiento internacional de la teoría evolutiva de Westenhöfer……………………………………………………………………p. 89 2.5.4 El apogeo como teórico de la evolución, la caída y el regreso a Chile………………………………………………………………………...…. p. 91 2.6. Mendel en Chile. Una revisión necesaria…..……………………………….p. 93 2.6.1 La llegada de Juan Noé a Chile…………………...…………………….……p. 94 2.6.2 El mendelismo y la eugenesia en el programa científico docente de Juan Noé…………………………………………………………………………...…p. 95 2.7 Herencia, eugenesia y genética en Argentina y Chile a principios del siglo XX……………………………………………………………………………….p. 99 2.8 Varia eugénica camino a la irrupción de 1917……………………………..p. 104 2.8.1 Eugenesia y Religión: noticias desde el XVII Congreso Internacional de Medicina de Londres………………………………………………………...p. 105 2.8.2 Apuntes de puericultura……………………………………..………………p. 108 CAPÍTULO 3 EL PROYECTO EUGÉNICO EN CHILE: DE LA ESCENA SOCIAL AL ESTADO: 1917-1930…………………………………………………………………………….p. 111 3.1 3.2 3.3 3.3.1 3.3.2 3.4 3.5 3.5.1 3.5.2 3.5.3 3.5.4 3.5.5 3.5.6 3.6 3.6.1 3.6.2 3.6.3 De la academia a las charlas de café………………………………………p. 111 La Liga Chilena de Higiene Social……………..………………………..…p. 112 El Almanaque 18 y la eugenesia en el contexto de la naciente cultura de masas de la década de 1920………………………………………….........p. 114 Daube y Cía. y el Almanaque 18……………………………………………p. 115 Racismo, darwinismo social y eugenesia en el Almanaque 18................p. 118 La eugenesia, su vocación pedagógica y política……………………..….p. 122 Rumbos eugénicos: académicos e institucionales……………………….p. 124 El “rejuvenecimiento”, la eugenesia y los inicios de la endocrinología chilena en la década de 1920………………………………………………………..p. 125 Los antecedentes de la ciencia endocrinológica y el rejuvenecimiento en Chile…………………………………………………………………………...p. 127 Ottmar Wilhelm entra en escena…………………………………………...p. 131 Las transformaciones milagrosas y la cuestión de la homosexualidad………………………………………………………..…….p. 136 Ottmar Wilhelm: catedrático a los 25 años……….……………………..…p. 139 Rejuvenecimiento y eugenesia……………………………………………..p. 143 Otros registros de la eugenesia en el espacio público y académico en Chile hasta 1927…………………………………………………………………….p. 145 La higiene sexual y la eugenesia…………………………………………...p. 145 Eugenesia Panamericana…………………………………………………..p. 147 La eugenesia y la población………………………………………………...p. 150 IX Eugenesia, constitucionalismo y biotipología….………………………....p. 154 Educación Física y eugenesia……………………………………..…….…p. 156 Tuberculosis y eugenesia………………………………………..……….…p. 159 El proyecto eugénico y el panorama político institucional en la década de 1920 en Chile…………………………………………………………………p. 164 3.7.1 El Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social y el proyecto de una Eugenesia Nacional y la Ley de Defensa de la Raza…………................p. 165 3.7.2 El Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social y la Eugénica Nacional en 1927…………………………………………………p. 169 3.8 Waldemar Coutts y la Sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad……………………………………………………………………….p. 175 3.8.1 Waldemar Coutts, apuntes biográficos…………...………………………..p. 177 3.8.2 Coutts y en la sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad……………………………………………………………………….p. 180 3.8.3 Coutts y la eugenesia………………………………………………………..p. 185 3.9 Dos conferencias de Higiene Racial Alemana en Chile: Otto Aichel, 1927 y Erwin Baur, 1930……………………………………………………………..p. 189 3.9.1 La Rassenhygienie y el contexto eugénico mundial……………..……….p. 191 3.9.2 Otto Aichel ¿un chileno en los Tribunales de Esterilización Obligatoria de la Alemania nazi?.......................................................................................p. 193 3.9.3 La conferencia de Otto Aichel: “La importancia de la herencia en la especie humana” de 1927………………………………..…………………………...p. 196 3.9.4 Erwin Baur, figura de renombre mundial en la Eugenesia……………….p. 200 3.9.5 La conferencia de Erwin Baur en 1930: “Importancia de la genética para la patología humana”…………………………………………………………...p. 202 3.9.6 Aichel, Baur y la seducción científica hacia la comunidad médica chilena…………………………………………………………………...……p. 204 3.10 La inteligencia como factor de eugenesia nacional……………………..p. 206 3.10.1 Inteligencia y herencia en pastillas: La Jecorina y el Sexocrin…..…….p. 210 3.10.2 El test de inteligencia y su introducción en Chile…………………….….p. 211 3.10.3 Natalidad e Intelectualidad de Carlos Mönckeberg……………….……..p. 219 3.10.4 Inteligencia, raza y orden económico: el pensamiento de Carlos Edwards Bello…………………………………………………………………….…….p. 222 3.10.5 Craneometría nazi…………………………………………………………...p. 225 3.11 El profesor Juan Noe y la eugenesia en 1930……………………………..p. 226 3.11.1 Los apuntes de Herencia del profesor Juan Noé…………………............p. 227 3.12 Institucionalización de la eugenesia a ambos lados de la cordillera. Notas comparativas sobre el campo eugénico en Chile y Argentina entre 1917 y 1930………………………………………………………………………...…p. 234 3.6.4 3.6.5 3.6.6 3.7 X CAPÍTULO 4 DEBATES SOBRE LA ESTERILIZACIÓN EUGÉNICA EN CHILE, 19321941……………………………………………………………………..………….…p. 243 4.1 La esterilización eugénica: apuntes para su historia……………………...p. 245 4.1.2 La ley de esterilización obligatoria en Alemania…………………………..p. 251 4.2 El debate de la esterilización eugénica en Chile a inicios de la década de 1930…………………………………………………………………………...p. 253 4.3 La posición doctrinaria católica frente a la eugenesia: la encíclica Casti Connubii de 1930…………………………………………………………….p. 255 4.4 Waldemar Coutts y su intervención en la Segunda Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de 1934 en Buenos Aires………………..……………………………………………….…………p. 259 4.5 Las leyes de esterilización, un estudio jurídico y legal de 1935 en Chile…………………………………………………………………………...p. 266 4.6 La vanguardia médica y la medicina católica: los debates de 1936…….p. 271 4.7 El debate eugénico en la Revista de Ciencias Penales…………….........p. 277 4.7.1 La posición del Dr. Luis Cubillos ¿Una disidencia?.................................p. 284 4.8 Un proyecto de ley. Salvador Allende, Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social……………………………………………….…………….p. 286 4.9 Eugenesia de Hans Betzhold Hess……………..……………………..…...p. 300 4.10 A modo de epílogo: los debates eugénicos en el Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Santiago de Chile, 1941……….……p. 306 CONCLUSIONES…………………………………………………………...…........p. 314 XI INTRODUCCIÓN Aunque las primeras ideas sobre eugenesia las expuso Francis Galton en algunos artículos de 1865, una propuesta bien articulada con ese nombre no surgió hasta 1883. La eugenesia, ciencia destinada a lograr el mejoramiento de la raza humana por todos los medios biológicos y sociales disponibles, recorrió desde entonces un camino relacionado con el racismo, el organicismo social, las teorías de la herencia, la psiquiatría y la criminología, entre otras disciplinas y, en términos más amplios, con los problemas de la salud pública y con el determinismo biológico y ambiental. La eugenesia, considerada durante la primera mitad del siglo XX ciencia de pleno derecho, involucrada con la investigación de la herencia humana y su perfeccionamiento, planteó hacer por medios más rápidos y controlables, a través de una selección artificial, lo que la naturaleza hacía en forma lenta y azarosa a través de la selección natural darwiniana. El Primer Congreso Internacional de Eugenesia de Londres de 1912, presidido por Leonard Darwin, marcó el inicio de la marcha triunfal de la eugenesia por el ancho mundo, en sintonía con los miedos y esperanzas del momento. La eugenesia se promovía como una herramienta eficaz para la defensa del mundo civilizado frente a la alta tasa de reproducción de los inferiores, tanto como una vía racional y de vanguardia para lograr un desarrollo moderno. La magnitud de la masacre humana acontecida en la Primera Guerra Mundial le dio un gran impulso al pensamiento y las prácticas eugénicas, las que alcanzaron una de sus formas más exacerbadas y radicales al combinarse con la ideología nacionalsocialista alemana. Tras el impacto moral y anímico producto del fin de la Segunda Guerra Mundial y la exposición púbica de los aspectos más feroces del proyecto eugénico nazi, la eugenesia fue acallada, olvidada a veces y otras sutilmente diluida en un campo que heredó sus líneas de investigación: la genética. 1 2 Fue en la década de 1980 que la historiografía comenzó a ocuparse de la a eugenesia en el contexto de los países que comúnmente llamamos anglosajones Alemania, Inglaterra, Estados Unidos principalmente -, recuperando para la memoria histórica acontecimientos convenientemente olvidados. En la década de 1990, en una siguiente etapa de investigaciones históricas, la mirada sobre el proyecto eugénico se amplió dramáticamente y quedó en evidencia que había formado parte de un pensamiento hegemónico en diversas latitudes, que se había plasmado en la política sanitaria y en la cultura de numerosos estados nacionales a través del mundo y que no había sido, de modo alguno, un evento exclusivo del nazi fascismo europeo. En concreto, a partir de la década de 1990 los investigadores angloparlantes de la eugenesia comenzaron a prestar atención al desarrollo del proyecto eugénico en ámbitos de mayor diversidad y alcance en el registro cultural y geográfico. Uno de los primeros frutos de este esfuerzo fue el texto coordinado por Mark Adams en 1990, The wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia, que representó una novedad historiográfica, tras una década de atención volcada sobre la eugenesia en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. Comenzó a aparecer entonces, muy claramente, un panorama eugénico de dimensiones mundiales. En palabras de Adams, comenzó a ser evidente que “entre 1890 y 1930 el movimiento eugénico se desarrolló en más de treinta países, cada uno adaptando el evangelio internacional de Galton, a las condiciones científicas, culturales, institucionales y políticas locales”1. Esta nueva conciencia histórica contenía, en la propuesta de Adams, la promesa de un enriquecimiento mutuo entre la historia de la eugenesia en el contexto anglosajón y los nuevos contextos que comenzaban a ser investigados, ya que se señalaba que “cuando muchos ejemplos son estudiados y mucho casos de estudio nacionales son examinados, nuevos patrones pueden surgir que no calzan en 1ADAMS, M. (Ed.). 1990. The Wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia. New York, Oxford University Press. Prefacio, p. 5 (la traducción es mía). 3 nuestros estereotipos”2. Así, desde los primeros intentos historiográficos acerca del desarrollo de la eugenesia más allá del contexto anglosajón, la idea de los beneficios de una comparación quedó instalada como parte de una estrategia de desarrollo del conocimiento, tanto para la historia del proyecto eugénico, como para la historia de la ciencia. En relación a la historiografía chilena, desde inicios del 2000 la historia de la eugenesia está desplegando un campo muy activo, que si bien está en un nivel de desarrollo inicial, permite, por otra parte, abrir áreas de investigación original, exhumar y analizar material documental novedoso, relevar personajes y procesos antes ignorados o tratados en forma canónica y acrítica. Se trata, en suma, de un campo novedoso y dinámico en la historiografía nacional. Todo avance en la documentación y análisis del proyecto eugénico chileno tiene justificado interés3 y apunta hacia la integración en un campo historiográfico de dimensión latinoamericana, que se encuentra en un estado de madurez y productividad en otros contextos nacionales de la región, como Argentina y Brasil. Como orienta el epígrafe, también hay poderosas razones éticas y políticas para la elección de este tema. La renovación del determinismo biológico a través de la genética, las neurociencias y el darwinismo social en clave neoliberal, que se vive en la región y en el mundo, vuelven a dar importancia a una historia crítica del desarrollo del pensamiento y las prácticas de la eugenesia y el racismo. En coherencia con el objetivo de los estudios latinoamericanos, este trabajo, junto con intentar una historia del proyecto eugénico en Chile, desarrolla una comparación con el campo eugénico argentino. Al proyecto eugénico argentino se le ha atribuido desde la historiografía un carácter “latino”, ambientalista y de fuerte impronta católica y biotipológica; es decir, un conjunto de rasgos bien establecidos y definidos, que avalan su elección como punto de fuga y perspectiva iluminadora 2ADAMS, M. (Ed.). 1990. The Wellborn science, Op. Cit., p. 6. optado por referirme en este trabajo a “proyecto eugénico”, ya que esto permite incorporar tanto las ideas como las prácticas, y evita el uso de una eugenesia adjetivada como positiva, negativa, preventiva, anglosajona o latina. Cómo se trata de un tema central en mi propuesta, la crítica de una eugenesia adjetivada con los términos precedentes, se irá desplegando a lo largo del texto. 3He 4 para el estudio del caso chileno y como caso comparativo óptimo para el rendimiento cognoscitivo. A más de una década de los primeros trabajos de Héctor Palma, Marisa Miranda y Gustavo Vallejo, el campo historiográfico argentino es hoy un espacio diverso, con una vasta producción monográfica y muchos actores, que abarca desde las necesarias descripciones particulares a las amplias reflexiones sociopolíticas sobre el tema. Además, por su cercanía geográfica y por el puente que tiende la comunidad lingüística y cultural sudamericana, muchas de las reflexiones y categorías desarrolladas en el contexto argentino han sido trasladadas al contexto chileno. Ante ello, cabe preguntarnos: ¿Es posible trasladar a Chile, sin criticarlas, las categorías descritas en Argentina? ¿Sigue siendo un concepto historiográfico útil la “eugenesia latina”, al que tanto protagonismo se le suele adjudicar allí? ¿Qué características diferenciadoras podemos encontrar entre ambos países? ¿No hay características especiales y condicionantes en la apropiación y re creación de saberes en cada contexto nacional? Entre otras, estas preguntas han sido significativas para el desarrollo de esta tesis doctoral. Un paso inicial en la búsqueda de respuestas necesita de un breve repaso a la historiografía latinoamericana sobre la eugenesia. Entre los autores que concurrieron al trabajo ya mencionado de Adams en 1989, Nancy Stepan resultó fundamental para el desarrollo de la historia de la eugenesia en el ámbito latinoamericano. Al año siguiente de su participación en el volumen de Adams con un trabajo centrado en la historia de la eugenesia en Brasil, apareció una obra suya que se ha convertido en un referente de la historia de la eugenesia en la región. Desde su aparición en 1991 hasta nuestros días, The hour of eugenics: race, gender and nation in Latin America, sigue siendo un texto fundamental para acercarse al tema. Valga como ejemplo, mencionar que en el contexto de la historia de la eugenesia en Latinoamérica, los autores están divididos, en principio, entre los que están de acuerdo o en desacuerdo con los planteamientos de Stepan. Sin embargo, junto con constituir un potente estímulo para la historia de la eugenesia en América Latina, de la obra de Stepan se derivaron, a nuestro entender, algunas 5 ideas y supuestos generales que obstaculizan el desarrollo de un conocimiento más profundo y complejo del proyecto eugénico en la región. Tanto para la discusión de las propuestas de Stepan, como para la correcta comprensión de esta investigación, se vuelve imprescindible hacer aquí un breve excurso sobre las teorías de la evolución y la herencia con que se fueron relacionando las diferentes propuestas eugénicas. Tanto en las fuentes documentales como en la historiografía de la eugenesia, resulta habitual encontrarse con referencias, que resultan claves para una lectura comprensiva, a las teorías de Lamarck, Darwin, Weismann y Mendel, lo que amerita una breve relación de sus principales ideas sobre herencia. Lamarckismo o teoría de la herencia de los caracteres adquiridos es el nombre que se da la a la teoría de la evolución presente en la obra del naturalista francés Jean Baptiste Lamarck (1744-1829), Philosophie zoologique (Filosofía zoológica) de 1809. En esa y otras obras de biología – un término que debemos al mismo Lamarck -, se desarrolla una teoría sobre la evolución de las especies, las que, según Lamarck, irían desarrollando características nuevas en relación a sus necesidades y a una adaptación al ambiente; características que serían heredables a las generaciones siguientes. Dos ideas fundamentales resumen la teoría de la transformación de las especies de Lamarck: el uso o el desuso serían fundamentales en el desarrollo de un órgano o de una sección anatómica y, por otra parte, la idea de que una característica fortalecida de esa manera puede fijarse y traspasarse a la generación siguiente; idea que se resume la expresión para referirse al lamarckismo como teoría de “la herencia de los caracteres adquiridos”. El darwinismo dio nuevo impulso a la discusión de las ideas de Lamarck. El mismo Darwin fue en principio contrario a Lamarck, aunque al final de su vida intentó armonizar su teoría con los postulados del naturalista francés. El problema fundamental era que el darwinismo no ofrecía una explicación a la gran variedad de formas sobre las que actuaba la selección natural, mientras que Lamarck si lo hacía a través de su idea de adaptación ambiental y la herencia de los caracteres adquiridos. Como el mecanismo fundamental de la herencia permaneció en cierta 6 oscuridad hasta el re descubrimiento de Mendel en 1900 y no fue descifrado con seguridad hasta las propuestas de Watson y Crick en 1951, el debate entre ambas teorías alternativas de la evolución y la herencia se mantuvo activo por los menos hasta la década de 1920; al punto que incluso se ha señalado que hacia fines del siglo XIX el darwinismo habría estado a punto de ser “derrotado” por el lamarckismo4. En todo caso, uno de los golpes decisivos para la destrucción del edificio lamarckista fue el que le dio la teoría del biólogo alemán August Weismann (18341914), quen en diversos trabajos iniciados en la década de 1870, propuso la teoría del plasma germinal. En apretado resumen, Weismann distinguió en las células dos elementos; el soma, al que podía afectar el ambiente, y el plasma germinal, al que el ambiente no afectaba y que era el responsable de la transmisión hereditaria. Así, Weismann resultó un gran aliado de Darwin y la selección natural, en contra del Lamarckismo. Fueron los trabajos experimentales y teóricos de Weismann los que condujeron hacia el reencuentro con la olvidada obra de Mendel alrededor del año 1900. El Mendelismo, por su parte, aportó mayor precisión al mecanismo hereditario y resultó confirmado por las observaciones experimentales y microscópicas, las que hacia 1910 lograron identificar la ubicación física de las unidades que transmitían los caracteres en una parte de las células, que por su capacidad de teñirse fueron llamadas, cromosomas. A partir de los trabajos de Thomas Hunt Morgan (18661945) publicados en 1910, se comenzó a hablar de genes; las unidades que transmitían la herencia situadas en los cromosomas. La profunda influencia del darwinismo sobre las ideas políticas y sociales desde el mismo momento de su enunciación deja bien en claro que, aunque pudiéramos suponer a las teorías biológicas un alto grado de independencia epistemológica de las consideraciones ideológico-políticas, estas son propuestas leídas y apropiadas 4Es la tesis central del trabajo de BOWLER, Peter. 1985. El eclipse del darwinismo. Teorías evolucionistas antidarwinistas en las décadas en torno a 1900. Barcelona, Labor. 7 en contextos que las llevan, con mayor o menor violencia, hacia espacios ideológicos5. En relación a las breves definiciones anteriores, algunos aspectos de importancia para este trabajo son los siguientes: en primer lugar, la idea muy difundida de que dada la influencia francesa en Latinoamérica, el lamarckismo habría sido la teoría evolutiva dominante hasta bien entrado el siglo XX. A la influencia cultural francesa se suele sumar la conveniencia ideológica de una teoría que se estimaba proveía espacios de optimismo para los gobernantes latinoamericanos; ya que, si lograban mejorar el ambiente, las generaciones sucesivas podrían fijar, mantener y desarrollar mejores características biológicas y anímicas. Por su parte, la teoría de Weismann parece prestarse a lecturas pesimistas del devenir biológico de la humanidad, ya que, siguiendo sus ideas, cuando una “cepa” o línea germinal han sido afectadas negativamente, esa herencia seguiría transmitiéndose a pesar de cualquier esfuerzo realizado en la mejora ambiental. El mendelismo, por su parte, reportó mayores espacios para la suspicacia sobre la población, al indicar que los caracteres recesivos negativos podían “esconderse” tras una apariencia sana. La idea de gen dominante capaz de determinar un rasgo particular, por su parte, se usó para explicar la naturaleza hereditaria de casi cualquier conducta o rasgo: desde el color de los ojos y las formas anatómicas, hasta la inteligencia y la capacidad de realizar trabajos de costura 6. En un mendelismo llevado al extremo, todo rasgo conductual o morfológico de una persona, podía relacionarse, en algún punto, con un gen heredado. 5Por ejemplo, el proyecto ético-político-biológico del anarquista ruso Piotr Kropotkin (1842-1921) en la primera década del siglo XX era reconciliar el lamarckismo con Darwin, y así sentar las bases de una ética solidaria basada en la biología. El lysenkismo, una propuesta biológica basada de Lamarck y en el mismo Kropotkin en el contexto del periodo estalinista, es otro ejemplo, extremo en este caso, de este fenómeno. 6En los archivos de la Eugenics Records Office de Estados Unidos, que funcionó entre 1910 y 1939, puede encontrarse una ficha sobre la habilidad de realizar trabajos de costura como carácter mendeliano heredable. Ver <http://www.eugenicsarchive.org/html/eugenics/static/images/49.html>. Actualmente gran parte de los materiales de ERO se encuentran digitalizados y disponibles para consulta on line en http://www.eugenicsarchive.org 8 Volviendo a la obra de Nancy Stepan de 1990 sobre eugenesia en Latinoamérica, habría que mencionar en primer lugar, por básico que resulte, la desmesura de plantear una obra de pretensión latinoamericana en base a un estudio de sólo tres de los contextos nacionales de la región: México, Brasil y Argentina. Es decir, un estudio latinoamericano que se basa en 3 de las 46 entidades jurídico políticas que concurren bajo la agrupación de Latinoamérica y el Caribe. Si bien Stepan estudió países de una gran influencia cultural y de un gran peso demográfico, político y cultural, la inercia resultante ha tendido a extender las conclusiones de su trabajo sobre tres países a toda la región, obstaculizando en cierto sentido la apreciación de procesos particulares de recepción, apropiación y desarrollo del proyecto eugénico en cada contexto nacional. En segundo lugar, el texto de Stepan fue decisivo para la difusión de la idea de “eugenesia latina”; una forma de eugenesia opuesta por sensibilidad, cultura y bases científicas a la “eugenesia anglosajona”, y que sería la que habría primado sin mayor contrapeso en la región. Así, siguiendo a Stepan, la eugenesia latina estaría asentada en el lamarckismo y la recepción del mendelismo en la región habría sido muy tardía. El lamarckismo, por su parte, vendría explicado por la fuerte influencia francesa, proveería un espacio mayor de optimismo y esperanza en el cambio y el progreso, tendría también un fuerte acento puericultor y de lucha contra los “venenos raciales” (sífilis, tuberculosis, alcoholismo). A estas bases, la eugenesia latina sumaría una sintonía con las posturas eugénicas de la Iglesia Católica, la coincidencia con los intereses de la higiene pública y, finalmente, el rechazo a la esterilización eugénica como parte de una zootecnia repulsiva a los valores humanistas y cristianos. Hacia fines de la década de 1990, comenzó a surgir en el Departamento de Historia de la Ciencia del Centro de Estudios Históricos de Madrid, España, una serie de trabajos y colaboraciones académicas entre investigadores españoles y latinoamericanos, entre cuyos hitos iniciales está la obra de Raquel Álvarez Peláez 9 sobre el fundador de la eugenesia7 y su colaboración con el investigador cubano Armando García González, sobre las relaciones entre eugenesia e imperialismo político científico estadounidense8. Este núcleo, influenciado por la obra de Michel Foucault, puso el acento en una lectura biopolítica de la eugenesia en Latinoamérica, visión que, en delicado equilibrio con la de Stepan, dio paso a una eclosión de trabajos e investigaciones sobre el desarrollo de la eugenesia, la higiene mental, el determinismo biológico y el racismo científico, entre otros temas, en la región9. En el contexto chileno, tras el hito fundamental para la historia social de la medicina que marca la publicación en 1993 de la obra de María Angélica Illanes En nombre del pueblo, del estado y de la ciencia10, no fue sino hasta la segunda parte de la década de 2000 que comenzaron a surgir investigaciones sobre aspectos particulares del desarrollo del proyecto eugénico en Chile11. 7ÁLVAREZ PELÁEZ, R. 1985. Sir Francis Galton, padre de la eugenesia. Madrid, Centro de Estudios Históricos. 8ÁLVAREZ PELÁEZ, R. y GARCÍA GONZÁLEZ, A. 1999. En busca de la raza perfecta. Eugenesia e Higiene en Cuba (1898–1958). Madrid, CSIC. 9Estamos pensando principalmente en los tempranos trabajos de Marisa Miranda, Gustavo Vallejo y Héctor Palma de Argentina, de Ricardo Augusto dos Santos y Luis Ferla de Brasil. 10ILLANES, M.A. 1993. “En nombre del pueblo, del estado y de la ciencia”. Historia de la Salud Pública. Chile 1880-1973. Santiago de Chile, Colectivo de Atención Primaria. 11Los trabajos aludidos son, entre otros, los de ORTIZ, M. G. 2006. Eugenesia en Chile. El Camino hacia la manipulación racial de un pueblo mestizo, 1900-1940. Tesis de Licenciatura en Historia Santiago, Chile, Universidad Finis Terrae; ESPINOZA, A. 2007. La defensa de la raza en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda: Ideas y medidas para la higienización del pueblo. Santiago, Chile, Tesis de Licenciatura en Historia. Santiago, Chile, Universidad Andrés Bello; DEL CAMPO PEIRANO, Andrea. 2008. La nación en peligro: el debate médico sobre el aborto en Chile en la década de 1930. En: ZÁRATE, M. S. (Comp.) Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, pp. 133-188; LABARCA RIVAS, C. 2008. “Todo lo que usted debe saber sobre las enfermedades venéreas” Las primeras campañas de educación sexual estatales entre 1927 y 1938”, En: ZÁRATE, M. S. (Comp.) Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, pp. 83-129; LETELIER. J. 2009. “Gobernar es Poblar… Seleccionadamente” Ideas Eugenésicas en Chile 1925 – 1941. Una Mirada Científica y Política Hacia los Intentos por Mejorar “La Raza Chilena”. Tesina de Licenciada en Historia. Santiago de Chile, Universidad Alberto Hurtado; SÁNCHEZ, M. 2009. De la botica a su hogar: el Almanaque 18 de 1921 a 1931. Diez años de difusión del darwinismo y la eugenesia en la literatura popular chilena. Tesis de Magíster en Historia. Santiago de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile; CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941. Anales de Historia de la medicina de la Sociedad Chilena de Historia de la Medicina. Vol. 19 N°1 Mayo: 35-46; SÁNCHEZ, M. 2010. El hombre vigoroso es el hombre supremo. Tópicos darwinistas, racistas y eugénicos en un caso de la literatura popular chilena. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. (Dirs.). Derivas de Darwin. Cultura y política en clave biológica. Buenos Aires, Siglo XXI, 2010, pp. 268-297; SALINAS SILVA, V. H. 2010. Prevenir es mejor que 10 En la caleidoscópica imagen que comenzó a dibujar la historia de la eugenesia en Chile, destaca un trabajo de historia de las ideas y la cultura, en que se propone, como clave de un relato de integración nacional a principios del siglo XX, un nacionalismo cultural estrechamente ligado con ideas deterministas biológicas, racistas y eugénicas, que intentaba poner en escena a la “raza chilena”. Se trata del cuarto volumen de la Historia de las ideas y la cultura en Chile, Nacionalismo y Cultura, del investigador Bernardo Subercaseaux, en el que se le da amplia cabida al análisis y reflexión a las notas eugénicas presentes en diferentes soportes culturales durante ese periodo12. Partiendo de este estado del arte, es urgente para este trabajo responder al entendido, que ya circula en el campo, que la historia de la eugenesia en Chile puede y debe plegarse en forma acrítica al descriptor histórico cobijado en la idea de “eugenesia latina”, propuesto por Stepan y sus seguidores13. Una hipótesis central de nuestro trabajo es que el caso chileno presenta numerosos aspectos de excepción en relación a los supuestos básicos de la eugenesia latina que, o bien se la describe en relación a otros términos, o bien se revisa la pertinencia de ese concepto. En el mismo sentido, el trabajo postula una revisión crítica de la idea de una eugenesia adjetivada como latina o anglosajona, determinista o ambientalista, positiva o negativa; todos adjetivos que pretenden aislar ciertos aspectos operativos puestos en juego en determinado momento histórico y contexto nacional. Pensamos, como ha señalado Christian Geulen, que: curar: el discurso médico-preventivo en Chile. Higiene, Eugenesia y Ciencia. 1892 – 1946. Tesis de Licenciatura en Historia. Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; SÁNCHEZ, M. Apropiación latinoamericana de la eugenesia anglosajona. Discursos en Chile y Argentina sobre la ley de esterilización obligatoria del nacionalsocialismo. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. (Dirs.). Una historia de la eugenesia: Argentina y las redes biopolíticas internacionales. Buenos Aires, Biblos, pp. 367-391. 12SUBERCASEAUX, B. 2007. Historia de las ideas y la cultura en Chile. Tomo IV. Nacionalismo y cultura. Santiago de Chile, Editorial Universitaria. 13CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941. Anales de Historia de la Medicina de la Sociedad Chilena de Historia de la Medicina. 19(1):35-46. 11 las denominaciones de eugenesia positiva y negativa (…) adquirieron carta de naturaleza. Sin embargo para todos los eugenistas convencidos sólo eran dos lados complementarios de un mismo proyecto: poder controlar la evolución humana14 Por extensión de esta misma idea, una diferencia esencial entre ambientalismo y determinismo de la herencia, resulta también cuestionable. Siguiendo los argumentos de Geulen: “solo había una diferencia de grado, muy destacada a menudo retrospectivamente, entre los métodos eugenésicos que pretendían alcanzar su objetivo influyendo en el entorno, y aquellos que intervenían directamente en la reproducción humana”15. Como se recordará, la recomendación comparativa ya era un aspecto metodológico destacado del estudio de Adams de 1990. En este sentido, la comparación con Argentina, sirve con precisión a la posibilidad de establecer distancias con la eugenesia latina al estudiar el caso chileno, dado que en el país atlántico, la eugenesia ha sido descrita, con muchos fundamentos, en la llamada eugenesia latina. Por otra parte, el debate eugénico en Argentina fue de la mayor importancia durante el siglo XX, dada la necesidad de las elites de hacer frente a las oleadas migratorias y a las demandas democráticas, poniendo las cuestiones de raza e inmigración, temas cruciales de la eugenesia, en un primer plano del debate nacional, desde principios de siglo hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Es decir, que es de absoluta seguridad histórica que en Argentina la eugenesia fue una forma de pensamiento científico y social plenamente vigente y legítimo durante la primera mitad del siglo XX y que dicho proyecto adquirió allí un registro particular. A partir de 1930 se dieron en Argentina dos procesos de importancia para el establecimiento de una eugenesia definible como “latina”: el retorno de la Iglesia Católica a roles socio políticos de importancia y la fundación de la Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social (AABEMS), que Stepan describe como “la más significativa de todas las asociaciones eugénicas 14GEULEN, 15GEULEN, C. 2010. Breve historia del racismo. Madrid, Alianza Editorial. C. 2010. Breve historia, Op. Cit., pp. 139-140. 12 latinoamericanas en términos de la escala de sus ambiciones y de su carácter distintamente científico”16, institución que marcó en forma indeleble el despliegue del campo eugénico argentino, desde su fundación en 1932 hasta su incorporación al régimen estatal en 1942. Respecto de la historia de la eugenesia en Argentina hay trabajos consistentes, derivados de programas de investigación que están por alcanzar ya una década de desarrollo, por lo que nuestra investigación tomó como referencia el conocimiento histórico ya validado en ese contexto, mientras que para el contexto chileno el trabajo se comprometió en la tarea de creación de conocimiento histórico. En sus inicios este proyecto de investigación se enfocó en el debate eugénico que se prestaba con mayor claridad para el estudio de las disputas sobre el gobierno de los cuerpos, que es el de la esterilización - el procedimiento quirúrgico que provocaba la incapacidad para reproducirse -. Tanto en Chile como en Argentina la voluntad de controlar los cuerpos fue explícita; pero en el contexto argentino, la esterilización fue rechazada mayoritariamente y se tomó el camino de una regulación biotipológica y moral, mientras que en el caso chileno las oportunidades para una intervención directa del Estado sobre los cuerpos parecen haber sido mayores, a pesar de la oposición de la Iglesia Católica, que reclamaba para Dios la soberanía de los cuerpos. Por lo anterior, es también una propuesta de este trabajo, que si la eugenesia positiva y negativa, latina y anglosajona, ambientalista y determinista deben ser revisadas como categorías de análisis, una forma de proceder a verificar y cuestionar dichas polaridades es la de verificar el rumbo tomado en nuestra región por la medida eugénica clásicamente asociada a la eugenesia negativa, anglosajona, zootécnica y determinista: la esterilización eugénica. Así, los planteamientos iniciales de este proyecto de investigación se presentaban como un seguimiento a esta medida en particular en los debates del campo eugénico en Chile y Argentina en la década de 1930, periodo en que las 16STEPAN, N. L. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 66. 13 medidas de eugenesia más dura y selectiva se reactivaron bajo la crisis económica y el ejemplo nacionalsocialista, al mismo tiempo que eran rechazadas en forma relativamente directa por la Iglesia Católica. La esterilización eugénica era un auténtico divisor de aguas entre los interesados en el debate eugénico, así que estimábamos que resultaba indispensable conocer en profundidad este debate en Chile y compararlo con un país, como Argentina, caracterizado como inserto en la esfera de la eugenesia latina y mayoritariamente contrario a esta medida en particular El camino hacia una comprensión histórica y cultural de dicho debate llevó la atención del proyecto hacia nuevos e indocumentados espacios del campo eugénico chileno, que se nos presentaron como ineludibles para enfrentar la discusión de la esterilización eugénica. Así, se han vuelto parte de este proyecto, áreas temáticas y periodos que parecen alejados de la discusión de la esterilización eugénica en la década de 1930, pero que estimamos indispensables para la comprensión del desarrollo de la eugenesia en Chile. Algunas de estas áreas son: la continuidad entre la teoría psiquiátrica de la degeneración y el discurso eugénico, las relaciones entre endocrinología y eugenesia, las relaciones entre eugenesia, modernidad y sentimiento religioso, las líneas de continuidad entre la higiene racial alemana y la formación médico biológica en Chile, la introducción del test de inteligencia en el país, entre otros vectores de pensamiento eugénico en Chile; temas sobre los que el proyecto ha desarrollado investigación documental y que al día de hoy tienen pleno derecho de existencia en el marco de esta tesis doctoral. Como advertía Marc Bloch17, la ecuación entre particularidades y semejanzas en el producto cultural de una época también tiene sus límites. El caso chileno resulta particular por diversos motivos, entre los que es útil adelantar aquí, el de la profunda relación del campo médico biológico chileno con la higiene racial alemana. Pero no se trata de un efecto aislado de esa propuesta científica sobre Chile, sino de la influencia de una de las tendencia presentes en el escenario de ideas y propuestas 17BLOCH, M. 2000. Introducción a la historia. México, F.C.E. 14 que aspiraban a organizar y superar el caótico paisaje económico y social que se derivó de la Gran Depresión y el fracaso de las democracias para dar solución a los problemas de la modernización. La eugenesia resultó un proyecto atractivo en este contexto. Su connotación científica y de vanguardia la puso en el punto de atención para proyectos modernizadores de todo el espectro político de un mismo país y de países, continentes y culturas diversas. La originalidad de Chile que pretendemos afirmar en este contexto es legítima, aunque debe convivir con una consideración más amplia, que es la de visualizar la eugenesia como una respuesta inmunitaria surgida del seno del liberalismo político occidental18. Hoy en día, el estudio de la eugenesia tiene una gran importancia ya que permite visualizar con cierta nitidez la articulación entre el desarrollo del pensamiento científico y la gestión de lo social. La eugenesia operó a través de un vínculo entre biología y sociedad y con ello nos conecta con muchos problemas contemporáneos. Por otra parte, la idea seleccionadora de la eugenesia es un aspecto plenamente vigente de la práctica neoliberal19, que merece atención en torno a su procedencia y crítica. En resumen, el objetivo de esta tesis doctoral es constituir un aporte a la historia de la eugenesia en el contexto chileno y sudamericano a través de una comparación entre el campo eugénico chileno y el argentino. Su hipótesis principal es la de cuestionar la validez o no del útil historiográfico de mayor trascendencia epistémica en el campo, la “eugenesia latina”. El método es el de la investigación histórica en el contexto chileno y su proyección hacia una comparación entre Chile y Argentina. 18Es la idea que sugiere el trabajo de PALMA, H. 2005. Consideraciones historiográficas, epistemológicas y prácticas acerca de la eugenesia. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino. Siglo XXI, Buenos Aires, pp. 115-143. 19Según Carl Amery, todavía resta por definir si el nazismo, al que le era tan cara y esencial la eugenesia, es un hecho aislado de la historia o un proyecto que se desplegará definitivamente en el siglo XXI. AMERY, C. 2002. Auschwitz, ¿Comienza el siglo XXI? Hitler como precursor. Madrid, Turner FCE. 15 CAPÍTULO 1 DE LA TEORIA DE LA DEGENERACIÓN A LA EUGENESIA. Sobre el terreno que el higienismo y la teoría de la degeneración habían abonado con insistencia y convicción, al instalar la necesidad de controlar los miasmas del aire y de la sociedad, la eugenesia creció como un árbol robusto y firme. El oscuro panorama sanitario de la población en Chile y la oleada migratoria en Argentina, hicieron surgir muchas necesidades para las que la eugenesia parecía una de las mejores respuestas posibles y que, en todo caso, solían ser coincidentes con las que unos años antes habían aportado el higienismo y la teoría de la degeneración. Muchas de las argumentaciones de esas dos teorías médico sociales se trasladaron con total naturalidad al discurso eugénico. La higiene urbana, que se esforzaba por controlar los miasmas pútridos, pronto alzó la mirada hacia los miasmas sociales y devino en un abanico que abarcaba a la policía sanitaria, la policía de las poblaciones y la higiene industrial, escolar y mental, entre otros espacios sociales que debían ser controlados por saberes y prácticas de base científica. Por su parte, la teoría de la degeneración brindó a la eugenesia muchos de sus argumentos clásicos: los linajes degenerados, la fatídica formación de una sub especie humana nacida de la pobreza y el imperativo de una narrativa trágica que reclamaba la acción urgente de toda la sociedad para defenderse del desastre biológico y civilizatorio. Por lo anterior, resulta inevitable a un trabajo sobre la eugenesia, referirse de continuo a la teoría de la degeneración como uno de sus antecedentes más directos y una de las fuentes principales de las argumentaciones eugénicas. La teoría de la degeneración ha sido objeto de una gran atención en la historiografía europea y latinoamericana; sin embargo, en Chile contamos con muy pocos trabajos dedicados al tema. La degeneración ha sido preferentemente tratada en relación al alcoholismo y son poco los trabajos que profundizan en las relaciones entre degeneración y eugenesia. Este primer capítulo aborda la teoría de la degeneración en el contexto chileno a partir del discurso médico. En una segunda 16 parte se realiza una comparación entre el desarrollo de la teoría de la degeneración en los contextos chileno y argentino. 1.1.1. La teoría de la degeneración. Conceptos básicos y notas para una aproximación historiográfica. La teoría de la degeneración fue el modelo explicativo central de la psiquiatría de la segunda mitad del siglo XIX y, sobrepasando el contexto médico de su origen, proveyó de argumentos a otras teorías de importancia de fines del siglo XIX y de principios del XX, como la criminología, la eugenesia y el racismo. En el ámbito literario la teoría de la degeneración fue objeto de muchos estudios críticos, entre los que cabe destacar por su importancia la obra de Max Nordau, de gran influencia en Chile, así como su importancia en la estética naturalista. El siglo XX, junto con presenciar la supervivencia de la retórica de la degeneración en el contexto eugénico, fue también testigo de la ominosa categoría del “arte degenerado”, con la que el nazismo pretendió imponer el rigor de la pureza y la simetría formal a la representación pictórica, fusionando estética y psiquiatría, en su aversión por todo aquello que se separaba de la forma corporal clásica20 . Este repaso a los ámbitos de influencia de la teoría de la degeneración, muestra claramente la importancia de su estudio para una comprensión crítica de diversos fenómenos de importancia en la historia de la segunda mitad del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. El objeto de nuestro estudio es, en forma acotada, el discurso médico. Desde fines de los años 1980 la teoría de la degeneración comenzó a ser estudiada en España, con obras fundamentales como las de José Luis Peset21 y 20Para el crítico de arte Jean Clair, el nazismo “al cortar el mundo de las imágenes en dos mundos, el de las imágenes “degeneradas” y el de las imágenes “puras”, aquel poder estaba atentando contra el poder mismo de las imágenes. Al romper el Palladium que habían sido, las doctrinas estéticas del nazismo abrían la vía a los campos de exterminio” (comillas en el original). CLAIR, J. 1999. Malinconia. Motivos saturninos del arte entre guerras. Madrid, Visor, p. 18. 21PESET, J. L. 1983. Ciencia y marginación. Sobre negros, locos y criminales. Barcelona, Crítica. 17 Rafael Huertas22, las que han sido continuadas por las investigaciones de Ricardo Campos23, entre otros historiadores. Se trata de obras que miran hacia la psiquiatría, la criminología, la antropología y la infancia, entro otros temas de investigación, con un fuerte acento en la crítica a las relaciones entre saber y poder, dada la influencia directa de la obra de Michel Foucault en la de estos historiadores. En el contexto chileno, resulta llamativo que no puedan encontrarse obras dedicadas al tema en forma particular y que tengan en consideración el campo médico y psiquiátrico, en que el concepto se apropió originalmente. La degeneración ha entrado en el campo historiográfico nacional como inevitable referencia en obras que se enfocan en aspectos que, en el horizonte finisecular decimonónico, se comprendían bajo la teoría de la degeneración, como el alcoholismo y el asilamiento psiquiátrico24, pero que no conforman el núcleo de la teoría, ni la comprenden en el contexto de una apropiación y recreación de saberes. La degeneración también suele aparecer como una referencia al espíritu de época y la mentalidad en trabajos relacionados con la historia de las ideas y con la eugenesia25. En los casos señalados, el contexto médico psiquiátrico de origen de la teoría queda fuera del encuadre principal y se avanza rápidamente sobre ella, para llegar al objeto que se estudia: el alcoholismo, la eugenesia, el asilo, las ideas. El objetivo de este capítulo es realizar una aproximación inicial a la historia de la teoría de la degeneración en Chile, a partir del discurso médico público. Por otra parte, el hecho de tratar con fuentes médicas no disminuye, sino que tal vez 22HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración. Psiquiatría y Sociedad en el positivismo francés. Madrid, CSIC Centro de Estudios Históricos. 23CAMPOS, R, MARTÍNEZ, J. y HUERTAS, R. 2000. Los ilegales de la naturaleza. Medicina y degeneracionismo en la España de la restauración. (1876-1923). Madrid, CSIC y CAMPOS MARÍN, R. 1997. Alcoholismo, medicina y sociedad en España (1876-1923). Madrid, CSIC. 24Sobre alcoholismo y degeneración está disponible el trabajo de FERNÁNDEZ, M. 2009. Alcoholismo, herencia y degeneración en el discurso médico chilenos. 1870-1930. En: GAUNE, R. y LARA, M. (eds.). Historias de racismo y discriminación en Chile, Santiago de Chile, Uqbar Editores, pp. 17–40. Para el caso de locura y degeneración puede consultarse el texto de GODOY, N. 2010. Casa de orates de Los Olivos: Degeneración, Racismo y Locura. Chile 1891-1930, tesis de Licenciatura en Historia, Santiago de Chile, Universidad Academia de Humanismo Cristiano. 25Sería el caso de los textos de Bernardo Subercaseaux, Historia de las ideas y la cultura en Chile. Tomo IV. Nacionalismo y cultura, ya citado y el de mi propio trabajo sobre eugenesia, Apropiación Latinoamericana de la eugenesia anglosajona, también referido anteriormente. 18 acreciente, la dimensión política y social de la teoría, ya que como ha señalado Rafael Huertas “en aquellos terrenos en que la medicina entra en relación con la sociedad que la rodea, lo normal y lo patológico dejan de ser valoraciones objetivas para convertirse en decisiones sociales”26. El periodo elegido para esta investigación, queda justificado por la aparición, en 1892, del primer artículo dedicado a la teoría de la degeneración en el principal medio de socialización del pensamiento médico en Chile entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la Revista Médica de Chile, titulado “Alcoholismo y degeneración” de Luis Vergara Flores y por la circulación pública, en la misma Revista, del informe pericial que los médicos Germán Greve y Hugo Lea-Plaza emitieron en 1915, en el marco de su intervención en el caso criminal seguido contra Antonio Ramón, tras el atentado al general de ejército Roberto Silva Renard. En ese informe médico legal se llegaba al diagnóstico de “degeneración mental” para el reo, al mismo tiempo que se hacían fuertes críticas a la teoría de la degeneración y se usaba de conceptos y técnicas ajenas a la tradición degeneracionista, como los de subconsciente y la hipnosis. En el primer artículo se discute el mecanismo de acción de la teoría de la degeneración en el terreno del alcoholismo, sin poner duda alguna sobre ella. En el que cierra el corpus de este apartado, la teoría de la degeneración aparece criticada y subvertida, puesta en juego más como una solución de compromiso, que como una teoría consistente. Entre estos dos hitos, el psiquiatra Augusto Orrego Luco trató el tema de la degeneración en dos artículos aparecidos en la Revista Médica de Chile, y en 1905 fue aprobada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile una memoria de licenciatura de medicina dedicada al tema. En resumen, el objetivo de este apartado es constituir, a partir de fuentes del discurso médico, una aproximación a la historia de la degeneración en Chile, como paso previo e indispensable para la comprensión del debate eugénico del siglo XX. 26HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit., p. 12. 19 Aunque es posible rastrear en el lenguaje de los naturalistas del siglo XVIII el concepto de degeneración, que lo entendían como el resultado de un cruce infértil entre dos especies27, toda la discusión médica sobre la teoría de la degeneración tiene su comienzo en la obra de Bénédict Morel (1809-1873) de 1857, Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles, et morales de l'espèce humaine: et des causes qui produisent ces variétés maladives, cuya tesis básica consiste en considerar que todas las anomalías del comportamiento humano “son expresión de la constitución anormal del organismo de los sujetos que las presentan (…) siendo esta constitución anormal transmisible hereditariamente y sujeta a una evolución progresiva hacia la decadencia”28. A grandes rasgos, la obra de Morel responde al vasto programa científico nacional francés de una historia natural del hombre y a las condiciones económicas y sociales del primer proceso de modernización e industrialización, cuyas consecuencias empezaban a verse, entre otros signos, en lo que se consideraba un aumento significativo de los internados en los manicomios. En el plano de las ideas, la obra de Morel ha sido descrita como la fusión de la idea religiosa del pecado original, ya que establecía que el hombre actual es una desviación del hombre original, con la medicalización de ideas que estaban presentes en el naturalista Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788) - las razas degeneradas -, y en la obra de Prosper Lucas (1808-1885) -la herencia disimilar en retroceso -. En resumen, la teoría de Morel reunía “un enorme pesimismo biológico, junto a un innegable trasfondo católico”29. Según Anne Carol, dado su talante religioso y su flexibilidad operativa, la teoría de la degeneración puede considerarse una suerte de espejo en que los médicos reflejaban sus fobias, así como un filón por el que el mito y la ideología accedían al estatuto del lenguaje médico positivista30. 27La palabra degeneración aparece en el s. XVIII con los naturalistas Buffon y Lamarck, que la emplean más como concepto zoológico; además se la consideraba causada por males modificables. Ver CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 88-89. 28HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit., p. 12. 29HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit., p. 25. 30CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 89. 20 Otro aspecto que resulta de enorme trascendencia en la teoría de la degeneración es su fuerte acento somaticista. El cuerpo y sus nervios, las formas y particularidades externas e internas, eran vistos como señales de la degeneración, tanto física como moral. Condiscípulo del fundador de la fisiología experimental Claude Bernard (1813-1878), Morel tuvo gran influencia del conocimiento fisiológico en desarrollo, como también de la frenología del alemán Franz Joseph Gall (17581828). Estas dos influencias le llevaron a articular una teoría en la que tanto el mal biológico como el mal moral e intelectual, tenían que corresponder a una anomalía fisiológica o morfológica, induciendo así una “somatización del mal psicológico, según la cual los degenerados presentan – lo que Lombroso recogerá – signos indelebles de su enfermedad”31. Las ideas de Morel resultaron exitosas en un contexto de pesimismo finisecular decimonónico y respondían bien a la necesidad de un diagnóstico de base material y “objetiva”, para comprender la enfermedad mental. En el campo médico y psiquiátrico las ideas de Morel fueron actualizadas y sistematizadas por Valentín Magnan en la década de 1880, cuyo aporte consistió fundamentalmente en purgar la teoría de Morel de los elementos religiosos más burdos y ponerla en sintonía con el evolucionismo darwinista. La teoría de la degeneración pasaría a ser conocida, desde esta puesta al día, como la de “Morel y Magnan”32. Para algunos autores es posible distinguir, alrededor del fin de la Primera Guerra Mundial un abandono del significado médico psiquiátrico de la degeneración, permaneciendo su vigencia como un tópico de la crítica de la crítica literaria y artística33. Para otros, es un concepto que, en ciertos campos 31Ver al respecto HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit., p. 36-37. Algunos ejemplos sobre el uso de la teoría de la degeneración en el debate social en el contexto chileno los podemos encontrar en la obra del historiador, economistas y ensayista Francisco Antonio Encina y en la obra literaria de Luis Orrego Luco. 32Según Anne Carol la degeneración es uno de los pilares conceptuales de la eugenesia; en sus palabras “tres conceptos – degeneración, herencia, raza – están a la base del discurso eugénico: ellos definen los motivos, los medios, y el tipo de acción”; CAROL, A, Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 11. Sobre la relación entre Freud y la teoría de la degeneración, resulta de mucho interés como lectura inicial el ensayo de VALLEJO, M. 2012. La seducción freudiana (1895-1897). Buenos Aires, Letra Viva. 33Véase para este punto REGGIANI, A. 2007. La Eugenesia como crítica de la cultura: Alexis Carrel y la decadencia del hombre occidental. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Políticas del cuerpo. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 237-260, p. 243. La figura central en la expansión de la teoría de la 21 relativamente acotados como la psiquiatría, la criminología y la eugenesia, prolonga su vigencia científica hasta bien entrados los años cuarenta del siglo veinte34. 1.1.2 Alcoholismo y degeneración: diagnóstico social y catástrofe evolutiva En 1892 apareció un artículo del Dr. Luis Vergara Flores en la Revista Médica de Chile, en el que se presentaron las argumentaciones básicas de la teoría de la degeneración en relación al alcoholismo35. El texto se iniciaba exponiendo una defensa del alcohol frente al integrismo de la prohibición total que esperaban algunos higienistas. Para Vergara estaba fuera de toda duda que el alcohol había significado, en muchas ocasiones, un alivio a los sufrimientos de la humanidad. En este sentido, el trabajo de Vergara entendía el consumo de alcohol en el contexto de un mundo gobernado por la dinámica de la supervivencia del más fuerte y el darwinismo social. El alcohol era, junto a otros estimulantes, un “medicamento de ahorro”36, que permitía al ser humano “levantar sus órganos extenuados” 37 por una “perpetua lucha con sus semejantes”38, la que le producía “fuertes excitaciones nerviosas, que sacuden el sistema cerebro espinal como una corriente eléctrica”39. Frente a la lucha por la vida el hombre acudía al alivio que podían brindarle el alcohol y otros estimulantes como el chocolate, el café, la hoja de coca, el mate, el té y el hachís. degeneración al campo cultural fue el crítico húngaro Max Nordau (1849-1923), principalmente a través de su obra Entartung, Degeneración, de 1892. 34Para Campos, Huertas y Martínez “el paradigma degeneracionista, aun estando en franco declive, no desparecerá totalmente de la psiquiatría. De alguna manera impregnará el discurrir eugénico de muchos psiquiatras y mantendrá parcialmente su vigencia en el campo criminológico, hasta los años cuarenta”, Los ilegales de la Naturaleza, Op. Cit., p. 49. 35VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y degeneración. Revista Médica de Chile, vol. 20, Santiago, 1892, 81-112, 129-160, 177-224. 36VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 83. 37VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 83. 38VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 83. 39VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 83. 22 Como ha señalado Anne Carol, las relaciones entre evolucionismo y degeneración fueron intensas e inmediatas, ya que la idea de la degeneración y su guion pesimista de la herencia se adaptaban bien al drama darwiniano 40. En palabras de Carol, “si Morel proporciona el guion, la biología y el darwinismo en particular proporcionan la moral de la degeneración”41. En otras palabras, la relación entre darwinismo y degeneración, fue el fundamento de una moral oscura, pesimista y trágica, insuflada de un inapelable determinismo biológico. Esto es muy claro en Vergara Flores, ya que si por una parte el alcoholismo derivaba de una necesidad del hombre en la lucha por la vida; por otra, le condenaba a la degeneración, como individuo y como especie. En términos clínicos, para Vergara Flores, en la dipsomanía o manía alcohólica tenía una gran importancia el factor hereditario, señalando que: “por lo general, los dipsómanos son hijos de padres alcohólicos y borrachos consuetudinarios” 42. Por otra parte, la línea familiar de transmisión del mal no se remitía al paso de una generación a la siguiente, sino que podía poner en acción herencias aún más lejanas, ya que, según señaló Vergara: “no solamente el dipsómano es hijo de padres alcohólicos, dementes, viejos, neurópatas; sino que estas afecciones pueden haberlas padecido sus antepasados, sus ascendientes remotos”43. En este contexto, el alcoholismo era visto como un agente “blastoftórico”; es decir, como una condición que afectaba las células germinales al momento de la reproducción, desviando al nuevo ser de un desarrollo sano y normal. Producido este desarrollo anormal en una generación, el estigma degenerativo podía traspasarse a las generaciones siguientes. En el caso del alcohólico, para Vergara Flores, “la función generadora y la reproductora de la especie equivalen entonces a la reproducción del anciano, decaído y agotado; los hijos de estos desgraciados pagan indirectamente una culpa que sólo han cometido los padres”44. Así, el 40CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 93. A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 92. 42VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 86. 43VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 189. 44VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 195. 41CAROL, 23 alcoholismo no generaría tan sólo nuevos dipsómanos45, sino que podía encontrarse a la base de numerosas patologías. Siguiendo al dr. Vergara, el alcoholismo era la puerta de entrada al “raquitismo nervioso”, condición que a su vez, en línea hereditaria, podía generar “niños flacos, enfermizos, debilitados en extremo”46, que se desarrollarán hasta llegar a ser lunáticos, epilépticos, histéricos, hipocondríacos, dipsómanos o criminales. Toda una gama de posibilidades patológicas, incluidos los más oscuros y trágicos panoramas de la imbecilidad profunda, se abrían en relación al alcoholismo: los hijos de los alcohólicos nacen imbéciles, idiotas, cretinos. Los niños presentan todos los caracteres de estos seres retrógrados: son flacos, demacrados, pálidos; presentan una estupidez marcada en sus facciones; no hablan, no poseen lenguaje articulado, solo pronuncian algunas palabras aisladas. La boca está siempre abierta, la saliva corre por si sola; ríen por cualquier motivo, lloran sin causa manifiesta. La cabeza es muy pequeña, dolicocefálica, sumamente largada en el sentido antero posterior47 Al entrar en la consideración de las relaciones entre alcoholismo y criminalidad, Vergara Flores se moverá en un terreno fuertemente influido por la criminología positiva italiana de Cesare Lombroso (1835-1909)48. La mutua influencia entre degeneración y lombrosismo es una muestra clara de las proyecciones sociales de las ideas médico psiquiátricas, ya que como ha señalado Rafael Huertas, “degeneración y criminalidad serán conceptos coincidentes unas veces, encontrados otras pero siempre entrelazados en un mundo en que la normativización y la medicalización de los comportamientos sociales eran empeño habitual de médicos, jueces y demás mentores sociales”49. En este registro de 45Aunque se veían como elementos en relación de directa influencia en el individuo y entre las generaciones, la psiquiatría hacía una distinción de importancia entre dipsomanía y alcoholismo crónico; siendo la primera una voluntad incontrolable de beber alcohol y la segunda el estado de deterioro orgánico producido por la ingesta de alcohol en grande cantidades a lo largo de un prolongado periodo de tiempo. 46VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 195. 47VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 197. 48Sobre el amplio rango de acción e interacción entre degeneración y criminología resulta indispensable la obra de José Luis Peset mencionada anteriormente, Sobre negros, locos y criminales. 49HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit., p. 107. 24 defensa social frente al alcoholismo y la criminalidad - términos puestos en relación de causa-efecto50 -, es donde podemos encontrar las afirmaciones más radicales de Vergara Flores, que señalaba que “se va formando a pasos agigantados, con progresos visibles, que no escapan a los ojos escudriñadores de la ciencia, una raza criminal, una raza fatídica y siniestra, que pondría en duros aprietos a la sociedad entera, a los estados, a la humanidad misma”51. El habitante de las barriadas, amenazante para el orden social por su humanidad deteriorada, podía incluso dejar de ser un miembro (y una consecuencia) de la sociedad, y se le presentaba como un desastre biológico, un ser que se iba inscribiendo en una humanidad otra, en una sub especie, frente a la cual no cabía sino la defensa social52. Otro aspecto que tocaba el texto de Vergara Flores, y que será de larga duración en el imaginario occidental, es el de la relación entre el “hombre de genio”, la excitación alcohólica y la degeneración. Dos imágenes son especialmente interesantes. Por un lado la idea de que el grado superlativo del progreso experimentado en el siglo XIX pudiera deberse a la excitación nerviosa alcohólica generalizada, respecto de la que Vergara preguntará al lector: ¿y no podremos pensar con razón que el adelanto intelectual y científico del siglo, junto con sus cataclismos sociales, se debe en parte al vivo latigazo impreso por el alcohol en el lomo del corcel humano, escapando a gran prisa por el sendero del progreso material y moral?53 Una segunda imagen desarrollada por Vergara Flores es la asociación entre artista, genio, criminal y “degenerado nervioso”. Para el futuro médico es claro que muchos pensadores “hacen hoy día del hombre de genio un ser que ha estado muy 50“basta observar que grado de degeneración presenta un criminal para atribuirle una dosis más o menos grande alcoholismo, de demencia, de decadencia cerebral y de responsabilidad” VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 196. 51VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 196. 52La teoría de la degeneración y su idea de la deteriorada raza de los pobres tendría una trágica proyección en la idea del “sub hombre” de la obra del eugenista norteamericano Theodore Lothrop Stoddard, The Revolt Against Civilization: The Menace of the Under Man, publicada en New York, por Charles Scribner's Sons en 1922. El sub hombre constituiría categoría ampliamente usada en la terminología nazi. Una versión en castellano de esta obra, traducida por el Dr. Lucas Sierra, fue publicada en 1923 por la Editorial Nascimento de Santiago de Chile. 53VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 202. 25 cerca de la locura”54 y que la novedad del genio y del poeta “no es para los médicos y patologistas sino el destello deslumbrador de un cerebro desquiciado y vacilante, tal como lo afirma Lombroso en Hombre de Genio”55. Finalmente, otro aspecto que resulta importante apreciar en el texto de Vergara Flores es su visión de los procesos evolutivos en relación a la teoría de la degeneración. Vergara Flores desarrollará la visión de una catástrofe evolutiva, sin renunciar por ello al lamarckismo. Aunque decía algo sobre las malas condiciones de la producción de alcoholes refinados o las circunstancias sociales del consumo, las medidas que estimaba correctas para la higiene del alcoholismo, eran las de una lógica eugénica; señalando que ellas: no serán otras que las que modifiquen profundamente las leyes constantes de la herencia, aplicadas a la reproducción de la especie. Estas leyes que no pueden desconocerse, se observan tanto en la transmisión de los caracteres naturales del individuo como de los adquiridos56 La cuestión del lamarckismo es de importancia, ya que la afirmación generalizada en el campo de la historia de la eugenesia en Latinoamérica es que, debido a la influencia de Lamarck y de la Iglesia Católica, la región habría desarrollado una forma de eugenesia latina, de coerción débil, que cifraba sus esperanzas en la mejora ambiental y que, por lo tanto, terminaría por ofrecer una imagen optimista del movimiento eugénico. Vergara Flores, sosteniendo una posición lamarckista, 54VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 203. FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 203. Estas ideas, de gran impacto en la cultura occidental por la obra del divulgador húngaro Max Nordau, tendrán continuidad en el contexto chileno en la obra del profesor de Medicina Legal, Juan Andueza, quien dedicará entre 1928 y 1933 varias conferencias y artículos a la descripción del artista en relación a la degeneración nerviosa, la epilepsia, el exceso emocional y las novedades freudianas, como la neurosis. Ver los textos de ANDUEZA, J. 1928. Genio artístico y anormalidad. Anales de la Universidad de Chile, 0(1928):877898; 1930. La emotividad en la vida y en el arte. Anales de la Universidad de Chile, 0(1930):17541798; 1933. Los tipos psicológicos en la caracterología. Anales de la Universidad de Chile, 9(1933):19-40. Andueza, en la década de 1930 será uno de los interlocutores en el debate sobre esterilización eugénica; ver SÁNCHEZ, M. 2014. Itinerario intelectual de un profesor chileno de medicina legal en la década de 1930. Revista Historia y Justicia N° 2 abril: 1-26 <http://revista.historiayjusticia.org/varia/> [consulta: 03 marzo 2015]. Como el mismo Vergara señalaba, muchas de estas apreciaciones procedían de la obra del criminalista italiano Cesare Lombroso, Genio e follia de 1864. 56VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 199. 55VERGARA 26 terminará su trabajo con una visión pesimista del futuro de la humanidad. Si por una parte afirmaba que “el ser vivo, al reproducirse, transmite a sus hijos o descendientes las cualidades adquiridas durante su vida, cualidades que no trajo al nacer”57 y que “una cosa adquirida se transmite por la herencia”58, haciendo profesión de fe sobre la piedra de toque del lamarckismo, consideraba que debido a la excitación nerviosa propia del mundo moderno y por su intensificación a través del alcoholismo, en un futuro indeterminado de pocos años o siglos, “no habrá sobre la faz de la tierra, sino pobres seres raquíticos, existencias desquiciadas, organizaciones entorpecidas”59 y lo que quede de la humanidad será un organismo en el que: el aparato digestivo funcionará a mal traer; la nutrición será estéril y escasa; la mecánica pulmonar, casi rudimentaria, no llevará al organismo sino una corta cantidad de oxígeno. Se verán individuos que vegetan, sin fuerzas, desalentados por esa ruina espantosa, sostenidos apenas por un cuerpo que se inclina y tuerce fácilmente, sin músculos, osamenta andando60 Una visión fatídica, que se hará realidad no por las leyes de la herencia, sino por el trágico desarrollo de la historia del siglo XX. El artículo de Vergara Flores fue seguido por un amplio debate en las páginas de la Revista Médica de Chile, cuyo tema principal fue el del alcoholismo y en el que la visión de la degeneración seguía, con matices, las claves de lo que proponía Vergara en su texto de 1892. 1.1.3 Psiquiatría y degeneración a fines del siglo XIX En el contexto de la medicina chilena de fines del siglo XIX, la figura esencial de la clínica de las enfermedades nerviosas fue la del profesor Augusto Orrego Luco. En 1895 Orrego Luco alcanzó uno de los cargos que estaban en el camino natural 57VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 199. FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 200. 59VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 200. 60VERGARA FLORES, L. 1892. Alcoholismo y, Op. Cit., p. 200. 58VERGARA 27 de lo que Cruz Coke ha llamado la “oligarquía médica chilena”61, tomando posesión de la presidencia de la Sociedad Médica de Chile62 . En el discurso inaugural de su presidencia de la Sociedad Médica, Orrego Luco puso en juego algunas ideas sobre la degeneración y la herencia, como parte esencial de su programa médico de intervención social. Para él, la acción de la Sociedad Médica debía considerar primordial el desarrollo de un programa higiénico preventivo, en el que cabía segmentar un campo de acción en el que los médicos no tendrían que tolerar la competencia de abogados, educadores y políticos. Dentro de la higiene había, según Luco, “un terreno cerrado para otros y abierto a nuestro estudio y propaganda. Me refiero señores, a ese implacable y sombrío imperio de las leyes de la herencia”63. Si la higiene de la primera infancia estaba justificada, por otra parte Orrego Luco la consideraba inútil si no se había dominado antes el factor hereditario, ya que “para que el niño viva, es necesario que la herencia no lo haya condenado a una muerte fatal e inevitable”64. Nótese que estas afirmaciones vuelven totalmente compatibles la puericultura y su afán preventivo, con las visiones hereditaristas más radicales; lo que establece más bien una continuidad que una oposición dualista, entre la visión optimista de la puericultura y el ambientalismo, 61CRUZ COKE, R. 1995. Ricardo. Historia de la Medicina Chilena. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, p. 463. 62Hasta 1930 por lo menos, la relación entre la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, la Sociedad Médica y la Revista Médica de Chile era la de una superposición total, aun cuando en teoría se trataba de dos instancias, la Universidad y la Sociedad, totalmente distintas. En los hechos, resultó habitual un tránsito entre la presidencia de la Sociedad Médica, el Decanato de la Facultad de Medicina y los altos cargos en el rectorado de la Universidad, incluida la rectoría. Como ha señalado Cruz Coke, en este periodo “unos pocos destacados profesores controlaban todos los altos cargos públicos médicos y de salud del Estado, en los ministerios, parlamento, instituciones de higiene, Universidad, Facultad de Medicina, Sociedad Médica y Revista Médica”; CRUZ COKE, R. 1995. Historia de, Op. Cit., p. 463. Un ejemplo claro de este movimiento social de un sector de los médicos en este periodo es el del Dr. José Joaquín Aguirre, quien fue Decano de la Facultad de Medicina, Primer Presidente de la Sociedad Médica y Rector de la Universidad de Chile en el periodo 1889-1894, ver GOIC, A. 1992. Ensayo sobre la educación médica en Chile 1933–1990. Entre la autonomía y la intervención. Santiago de Chile Editorial Universitaria, p. 10. y LARRAÍN, C. 2002. La Sociedad Médica de Santiago y el desarrollo histórico de la medicina en Chile, Santiago de Chile, Sociedad Médica. 63ORREGO LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado por el Doctor Señor Augusto Orrego Luco al tomar posesión del cargo de presidente de la sociedad. Revista Médica de Chile, Santiago de Chile, pp. 52-60, p. 54. 64ORREGO LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado, Op. Cit., p. 57. 28 por una parte, y la creencia en un sistema de herencia fatídico y cerrado al cambio, por la otra. Junto a la intervención directa y la propaganda, Orrego Luco expuso otros aspectos en que la herencia debía ser considerada, relacionados con la teoría la degeneración y que anunciaban el horizonte eugénico. Decía Orrego Luco que “al lado de la sífilis estamos viendo figurar el alcoholismo que no sólo destruye al individuo, sino también hiere a la especie”65. En la misma línea agregaba tajantemente que “la influencia hereditaria del alcoholismo en la “embriología del crimen” es ya un hecho que no admite discusión”66. En su discurso, Orrego Luco acudió a la que sería una de las tramas argumentales clásicas de la eugenesia y de la narrativa de la degeneración implícita en ella, dando a entender demás, que se trataba de un argumento que contaba con un consenso concluyente en la comunidad médica. Orrego Luco señaló a los médicos que: conocéis el célebre ejemplo, tantas veces citado, de la familia Yuke de Estados Unidos en que se contaron doscientos ladrones y asesinos, doscientos ochenta y ocho valetudinarios y noventa prostitutas, descendientes todos de un mismo tronco, el alcoholista Max, en el espacio de ciento quince años67 El final de su intervención resulta muy coherente con el imaginario degeneracionista que presentaba el trabajo de Vergara Flores de 1892, ya que, paradoja mediante, señalaba Orrego Luco: las razas nuevas no han desarrollado todavía en su seno esos gérmenes de degeneración de los que brota la originalidad y el genio, no producen grandes revolucionarios y científicos, pero pueden en cambio, apropiarse de los descubrimientos e ideas revolucionarias de los otros68 65ORREGO LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado, Op. Cit., p. 57. LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado, Op. Cit., p. 58. Comillas en el original. 67ORREGO LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado, Op. Cit., p. 58. El estudio sobre la familia Juke, The Jukes: a study in crime, pauperism, disease, and heredity, publicado en 1877 en Estados Unidos por Richard Louis Dougdale, se convirtió en un clásico del eugenismo, cuya trama de decadencia, crimen y degeneración a través de generaciones, se solía sacar a la luz hasta bien entrada la década de 1930, especialmente en los debates en que se quería justificar la esterilización eugénica. En el contexto chileno el argumento de la degenerada familia de los Jukes lo podemos encontrar, entre otros casos, en el artículo de ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, ya citado. 68ORREGO LUCO, A. 1895. Discurso pronunciado, Op. Cit., p. 60. 66ORREGO 29 Nunca madura, como en la descripción de Buffon; siempre joven y en tránsito, para Orrego Luco era claro que el camino científico de América Latina era el de la apropiación periférica, ya que la región no estaría lo suficientemente degenerada en términos de excitación nerviosa, como para llegar a ser creativa en las ideas y el pensamiento. La siguiente consideración de la Revista Médica de Chile en torno a la cuestión de la degeneración provendría de la formación en clínica de las enfermedades nerviosas que el mismo Orrego Luco entregaba a los estudiantes de la Universidad de Chile. La revista publicó en 1895 el trabajo “Las pérdidas seminales, poluciones y espermatorrea”, en el que se desarrollaban algunas descripciones clínicas que ponían el tema de las secreciones externas de las glándulas sexuales masculinas en el marco de la degeneración. Orrego Luco dividía las secreciones en dos tipos, las activas y asociadas al ciclo del sueño, que serían las poluciones; y las pasivas, que podían ocurrir en forma constante e imperceptible para el paciente. Lo que llama poderosamente la atención es que en ambos casos, había características psicológicas asociadas en forma directa y determinista en relación al síntoma físico, siguiendo así la correlación determinista y somaticista, propia de la teoría de la degeneración. El hombre, que tenía poluciones como parte de una anormalidad fisiológica, manifestaba en la descripción clínica “excitabilidad mental, un estado de inquietud, de irritabilidad” e incluso, indicaba Orrego Luco, “hay cierto grado de tartamudez”69. Por su parte el hombre que sufría de espermatorrea presentaba “depresión, melancolía e hipocondría”70 . Sobre estas primeras asociaciones entre fisiología y psicología, Orrego Luco construía otras relaciones directas entre estigma físico y conducta moral. El individuo podía sufrir pérdidas seminales por el largo del prepucio, rasgo que a su vez develaba su origen degenerado: “los individuos así afectados han salido de 69ORREGO LUCO, A. 1895. Las pérdidas seminales, poluciones y espermatorrea. Revista Médica de Chile, Santiago de Chile, Año XIII, N° 6, p. 244. 70ORREGO LUCO, A. 1895. Las pérdidas seminales, Op. Cit., p. 245. 30 consanguíneos, de locos, de epilépticos o bien tienen en su familia locos, sordomudos, labios leporinos, etc.”; su sistema nervioso estaba “lesionado” y padecían “una neurosis de los órganos de la generación”71, que los revelaba como neurasténicos. Orrego Luco hacía radicar toda su descripción clínica en la herencia degenerada, señalando a los estudiantes que, respecto del paciente que sufría espermatorrea, al “penetrar los secretos de la familia, se sabe con frecuencia que entre los ascendientes, entre los hermanos o hermanas ha habido enfermedades graves del sistema nervioso, hipocondría, epilepsia, locura, ataxia locomotriz”72. En resumen, para Orrego Luco, las secreciones externas de los órganos sexuales quedaban relacionadas con las neuropatías y neurastenias, las que a su vez revelaban lesiones profundas en la médula espinal y el sistema nervioso, producidas por una herencia degenerada. El largo del prepucio de un sujeto, en esta forma de pensar, podía relacionarse con la hipocondría de una tía o la epilepsia de un hermano. Desviación en la conducta moral y organismo, en una compleja red hereditaria, se concebían en una relación directa. La misma lógica seguiría - y sigue aún hoy - presente en la insistencia por encontrar una causa orgánica de las llamadas perversiones sexuales73. 1.1.4 “Estudio sobre la Dejeneración en Chile i su contribución al desarrollo de las enfermedades mentales” Este era el título de la memoria de prueba que en 1905 presentó Florentino Caro en la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de Chile74 . Esta memoria 71ORREGO LUCO, A. 1895. Las pérdidas seminales, Op. Cit., p. 247. LUCO, A. 1895. Las pérdidas seminales, Op. Cit., p. 248. 73Como ejemplo de estas ideas resulta ejemplificadora, entre muchas otras, la lectura del texto de MARAÑÓN, G. 1929. La Homosexualidad como estado intersexual. Revista Médica de Chile, 1929: 413-443, en el que se afirmaba la confirmación de la base orgánica de la homosexualidad en la malformación en los testículos y las posibilidades de una terapia prometedora, el injerto de testículo de mono, así como algunas otras evidencias de la homosexualidad en la conformación del esqueleto y la posibilidad de explicar la homosexualidad humana, a partir de los insectos obreros homosexuales. 74CARO, F. 1905. Estudio sobre la dejeneración en Chile i su contribución al desarrollo de las enfermedades mentales. Memoria de Prueba para optar al grado de licenciado en la Facultad de 72ORREGO 31 aborda fundamentalmente un estudio estadístico realizado en la población de la Casa de Orates de Santiago, en relación al diagnóstico clínico de degeneración. El trabajo resulta de sumo interés ya que da cuenta de la forma en que se comprendía la teoría de la degeneración en Chile a principios del siglo XX, tratando sus causas y los modos, muy reducidos en todo caso, en que se consideraba posible su profilaxis y tratamiento. La primera distinción de importancia que realizó Caro es la de dos grandes tipos de alienados, basada en el origen “dejenerado” o “no dejenerado” de la enfermedad. El “alienado dejenerado” se distinguía por revelar, antes de los episodios críticos y definitivos, “signos de desequilibrio, rarezas i particularidades que imprimen a su personalidad un sello especial i en los cuales la observación vulgar señala los gérmenes de la futura enajenación”75. La anormalidad, característica propia del degenerado, se traspasaba al curso de la manifestación de su enfermedad mental, con lo que cualquier cuadro irregular, que no se ajustase claramente a otros rangos nosológicos, podía ser atribuido a la degeneración. Todo aquello que resultaba inclasificable o incomprensible bajo otras categorías, podía ser atribuido a la degeneración: los degenerados, según Caro, no solo eran diferentes de “las jentes”, eran también “atípicos anómalos en la clínica porque en ellos la enfermedad no sigue ni el curso ni presenta los síntomas más o menos constantes que la caracterizan de ordinario”76. Tal vez, quede así revelado uno de los aspectos que constituye simultáneamente el mayor mérito y el mayor peligro de la teoría de la degeneración: la discrecionalidad de su diagnóstico. Mérito, por que proveía explicación médico científica a multitud de fenómenos particulares, algo que aún hoy se considera señal de cientificidad; y peligro, porque su detección y diagnóstico quedaban vinculados a la apreciación del médico. Como se preocupó de indicar Florentino Caro en su memoria, no era posible definir con exactitud ni al grupo ni a las características fijas Medicina i Farmacia en la Universidad de Chile. Santiago de Chile. Imprenta y encuadernación Universitaria, Santiago de Chile. 75CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 5. 76CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 5-6. 32 de la degeneración. Los “dejenerados superiores” vivían, según Caro, “en esa zona fronteriza entre la enfermedad i la salud, la razón y la locura” 77 , mientras que “el número i variedad de los estigmas tienden, por otra parte, a ensanchar más los límites de la degeneración i contribuyen a hacer difícil y delicada la precisión de sus fronteras”78. La memoria de Florentino Caro establecía también la genealogía canónica de la teoría de la degeneración: Morel era el gran alienista y genio científico, cuya teoría había sido completada por la contribución de Magnan. Así, había sido del todo necesario que “una fisiolojía más perfecta del sistema nervioso suministrase una base material a la degeneración i señalase el eje-cerebro-espinal como foco de elaboración i de transmisión de todas las regresiones”79. La cuestión de la base estrictamente somática del comportamiento revela una línea de continuidad entre las teorías frenológicas de principios del siglo XIX, la craneometría y la teoría de la degeneración en torno a un determinismo biológico fuerte, para el que la psicología no era sino una forma más elevada de fisiología 80. El diagnóstico de degeneración era de un determinismo sin fisura. El palabras de Caro, en el degenerado “todo revela un estado orgánico especial, un estado que a menudo se nos manifiesta desde la infancia por estigmas físicos i que más tarde las disposiciones morales e intelectuales nos permiten descubrir con más seguridad”81. Los estigmas físicos y psíquicos de la degeneración formaban un repertorio cuya extensión da cuenta de la laxitud del concepto. Las presentaciones clínicas que podían considerarse estigmas son, prácticamente, todas las que difieren del tipo 77CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 9. F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 9. 79CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 11. 80El determinismo biológico, presente hoy en día en la orientación organicista de la psiquiatría, nunca dejó de estar presente en la práctica psiquiátrica chilena. Para 1937 los doctores Barrientos y Schirmer, del Servicio de Anatomía Patológica del Manicomio Nacional, seguían proponiendo una compleja ciencia cráneo métrica con la que pretendía medir el grado de mestizaje del paciente y el tipo de enfermedad que le correspondía en relación a una clasificación constitucional determinista. Puede verse el trabajo que ambos presentaron en las Jornadas Neuro-psiquiátricas de 1937: BARRIENTOS, J. y SCHIRMER, E. 1938. La constitución de la norma anterior de la cabeza. En: HORWITZ, I. (ed.). Actas de la Primera Reunión de las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas, Santiago de Chile, Prensas de Universidad de Chile, pp. 918-999. 81CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 12. 78CARO, 33 normal. Estigmas físicos, entre otros, eran, según Caro, todas las “deformaciones de la bóveda craneana”, “las simples exageraciones de las eminencias craneanas, las depresiones irregulares, etc.”, “labios gruesos o leporinos”, “prognatismo mui acentuado”, diversas anomalías del “aparato jénito-urinario”, “fimosis, hipospadias, descenso tardío de testículos; vajina doble”, “estrabismo, ceguera conjenital, ambliopía, daltonismo, coloboma, alteraciones del fondo de los ojos”, las “adherencias del lóbulo de la oreja” y la “sordo-mudes”82 . En el caso de los estigmas psíquicos, el carácter impulsivo y la falta de inteligencia, figuraban junto a la idea de que cualquier “rareza” constituye estigma de degeneración83. Claramente, lo anormal, físico o moral, es lo degenerado y el rasero de la medida de normalidad era, en lo físico, el cuerpo del hombre de blanco según el modelo clásico (grecorromano); y en lo moral, la respetabilidad burguesa. Como hemos visto, los estigmas físicos y psíquicos se relacionaban, en la teoría de la degeneración, con algún tipo de lesión en el eje cerebro espinal. La gravedad de la lesión, por otra parte, permitía delimitar dos categorías: los degenerados inferiores, que presentaban, según Florentino Caro, cuadros como el de idiota, imbécil, cretino y mixo edematoso, presentados como seres totalmente dependientes y prácticamente carentes de humanidad, apenas soportables gracias a la educación84; y los degenerados superiores, que abarcaban a los “débiles de espíritu” y a los “simples desequilibrados”85. Aquí Caro realizaba una lectura del todo diferente a la de las obras francesas originales, para las que el “degenerado superior” era el genio político, artístico o filosófico. El rasgo global que definía a los degenerados, según Caro, provenía de la matriz darwinista y spenceriana: el degenerado era, en definitiva, aquel ser incapaz de sobrevivir sin la ayuda de los mejor dotados, en el caso de los degenerados inferiores; o en el caso de los que él llamaba superiores, de sobrevivir de acuerdo “a las condiciones normales establecidas por la especie” o “de realizar la suma de 82CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 14. F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 14. 84CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 51. 85CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 18. 83CARO, 34 trabajo que exije la actual civilización”86. Estos razonamientos en torno a la poca aptitud del degenerado, serán los mismos que la retórica eugénica dedicará a los “no aptos” y “disgénicos” en las primeras décadas del siglo XX. En este sentido, resulta de interés señalar que la teoría de la degeneración y la eugenesia se desarrollaron en forma paralela a fines del siglo XIX y se retroalimentaron mutuamente a partir de argumentos derivados de un visión pesimista de la evolución y de la herencia. La fatídica idea de la regresión progresiva, fue una de las preferidas del relato eugénico; que en palabras de Caro presentaba una dinámica muy clara: “los descendientes de degenerados presentan más acentuadas las regresiones que caracterizaban a sus padres”87 . El único espacio para el optimismo, según Caro, era el que podía surgir, siempre con límites, de una completa reforma en las condiciones de vida de la siguiente generación de degenerados: “si los hijos de padres degenerados se colocan desde su más tierna infancia en buenas condiciones higiénicas i se les somete a la influencia de una educación apropiada, pueden llegar a ser normales o menos degenerados que sus padres”88. Si consideramos que cualquier “rareza” podía interpretarse como estigma moral de la degeneración en curso en un individuo, resulta otra vez muy clara la vocación reguladora y represiva de la teoría de la degeneración en relación a cualquier conducta que se apartase de la moral burguesa. En la memoria de Caro, la masturbación, las opciones sexuales diversas, la rebeldía y la vocación artística de vanguardia se ponían dentro del ámbito de lo degenerado. En el degenerado, según Caro, “el instinto sexual es muy precoz i se entregan temprano a la masturbación, presentan aun perversiones sexuales”89. Si lograban superar la pubertad, los degenerados solo “vejetan a cierta altura de la escala social” y se verían de ordinario llevados al exceso alcohólico, la vagancia y la mendicidad, “terminando ordinariamente su existencia en un manicomio”90 , o bien Caro señalaba que 86CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 18. F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 18. 88CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 19. 89CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 22. 90CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 23. 87CARO, 35 “algunos se convierten en poetas extravagantes, escritores inintelijibles, artistas incompletos que pretenden renovar el arte en todas sus formas y que acaban por caer en el ridículo”91. Entre las causas de la degeneración señaladas por la memoria de Caro destaca la importancia de la intoxicación alcohólica y, en segundo plano, la diabetes, la gota, los golpes sufridos en el cráneo, la sífilis y la edad avanzada de los padres al momento de la procreación. De lo anterior, Caro derivó su principal propuesta profiláctica. Teniendo en cuenta el contexto nacional, afirmó que los antecedentes psico-neuropáticos, tenían también su explicación en el alcoholismo y que, por lo tanto, “la profilaxia de la degeneración debe ser en Chile ante todo una profilaxia antialcohólica”92. Así, el texto de Caro se ponía en continuidad con el de Vergara Flores de 1892, en el sentido de atribuir al exceso alcohólico un rol principal en la causas de la degeneración. Caro propuso una clasificación de los degenerados superiores en dos grandes categorías: los “débiles de espíritu” y los “dejenerados psíquicos”93 . A partir de esta gran subdivisión del degenerado superior, Caro dio cuenta de un variado tipo de formas de enfermedad nerviosa que abarcan desde aquellas apenas distinguibles de la normalidad, hasta la idiocía profunda. Entre los débiles de espíritu, la diferencia con el ser normal podía ser confusa; el débil mental se presentaba a veces en forma de “individuos en apariencia normales que poseen un lenguaje culto” 94, con buena memoria, afectivos, pero cuyas condiciones orgánicas y hereditarias degeneradas les llevaban a ser terreno propicio “para que estallen diversas formas de alienación”95. Así, podían ser remitidas a la degeneración formas de locura como los accesos maníacos, las melancolías, los delirios transitorios y la llamada imbecilidad moral. El segundo grupo de los degenerados superiores, el de los “dejenerados psíquicos”, podía abarcar todas las formas de alienación y de 91CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 24. F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 53. 93CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 28. 94CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 28. 95CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 29. 92CARO, 36 enfermedad nerviosa que tuviesen como fondo los fenómenos relacionados con “la impulsión, la obsesión, la inhibición”96, como el suicidio, el incendio, perversión sexual, los delirios, las obsesiones. Algunas formas específicas del degenerado psíquico eran la “locura de duda”97, “temor al tacto”98, sobre todo a objetos terminados en punta; la “onomatomanía”99, repetición o temor de ciertas palabras; la manía con estravagancia, los maníacos lúcidos, la locura moral, la perversión, la melancolía razonante, los “perseguidores perseguidos”100. También formas varias de locura: homicida, suicida, incendiaria, kleptomanía, dipsomanía. Otros tipos de degeneración psíquica eran las “aberraciones y perversiones sexuales”101, entre las que se mencionan ninfomanía, satiriásis, exhibicionismo, fetiquismo (sic), masoquismo, sadismo, bestialidad y la “inversión sexual”102 de cualquier tipo. El degenerado inferior quedaba definido como el grupo de “seres extrasociales, que necesitan ser recluidos en un asilo”103. Admitía Caro una división entre un primer grupo, que abarcaba al cretino, al mixo edematoso y al pelagroso; y un segundo grupo de aquellos degenerados en que se cumplía la “lei de regresión”104 y presentaban cuadros relacionados con lesiones profundas en el eje cerebro espinal. Aquí los degenerados se presentaban como “idiotas” e “imbéciles” de diverso tipo, seres que se describían con los rasgos morfológicos del salvaje: “cráneo braquicéfalo, cara ancha, boca grande, nariz aplastada, labios gruesos, pómulos salientes”105 y se presentaba a este tipo como “el ser dejenerado por excelencia”106. A través de la morfología asociada a la condición primitiva y la ley de regresión evolutiva, la teoría de la degeneración generaba un lazo fuerte con el evolucionismo y la visión de una naturaleza implacable, que tendía a eliminar a los 96CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 30. F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 30. 98CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 30. 99CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 31. 100CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 33. 101CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 34. 102CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 35. 103CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 36. 104CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 36. 105CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 36. 106CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 39. 97CARO, 37 desadaptados. Sólo el lamarckismo, implícito en la idea de una influencia benéfica del medioambiente, lograba apenas contrapesar el profundo pesimismo, muy evidente cuando Caro trataba acerca del mecanismo de la herencia y de las posibilidades terapéuticas, dictaminando que: en la inmensa mayoría de los casos la degeneración se hereda, remonta su orijen a los ascendientes i pesa sobre los hijos como una condición fatal e inevitable. Esta conclusión nos conduce necesariamente a esta otra: la dejeneración es un estado que no puede tener un tratamiento eficaz 107 Pesimismo hereditario y terapéutico que abría paso a las soluciones más radicales que el siglo XX desarrollaría en el contexto eugénico108. La cuestión preventiva y profiláctica, como hemos señalado, era fundamentalmente pesimista, pero dejaba un espacio a la acción preventiva en el caso de los hijos de los degenerados superiores, para los que un régimen especial de cuidados podía proteger de un aumento del proceso degenerativo y llegar a formarlos como seres normales109. Se les debía estimular para que alcanzaran algún trabajo en el comercio, la agricultura y la industria. Así, el hijo del degenerado, luego de un completo proceso de regeneración, tenía su lugar como la mano de obra necesaria para un hipotético desarrollo industrial. Para Caro, los degenerados 107CARO, F. 1905. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 49. segunda sección de la tesis de Caro presenta aspectos que serían de mucho interés en otro contexto, ya que da cuenta de un estudio estadístico de los enfermos asilados en la Casa de Orates entre los años 1904-1905; periodo en que se contabilizan 1425 enfermos, de los cuales 713 era hombres y 712 mujeres. Aquí, cabe destacar la conclusión de Caro en torno al origen de la “enfermedades dejenerativas” entre los asilados. Ellas estarían originadas mayoritariamente en “los antecedentes psico-neuropáticos, el alcoholismo y la sífilis”. Es decir, en la herencia y en otros temas que serían tratados dentro del proyecto eugénico en décadas posteriores. CARO, F. Estudio sobre la, Op. Cit., pp. 40-48. 109El proceso regenerativo era al mismo tiempo un currículo y un modo de vida. Para Caro, respecto del degenerado en proceso de regeneración lo recomendable consistía en que “se evitarán grandes esfuerzos cerebrales, la fatiga moral y psíquica. El trabajo debe ser fraccionado y asociado a ejercicios físicos, a las distracciones al aire libre. Se preferirá la vida del campo a la urbana. Se les procurará una buena alimentación y se les someterá, cuando sea necesario, a un rejimen tónico” y “la historia natural, la jeografía, la física, serán preferibles a la literatura, las matemáticas i las ciencias que exijen mayor trabajo intelectual. Se les enseñará pintura, escultura y artes manuales”. Se debía cuidar especialmente su pubertad y de los excesos alcohólicos y sexuales. CARO, F. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 50. 108La 38 inferiores - cretinos e idiotas -, a través de una pedagogía meramente imitativa, “pueden llegar a convertirse en seres soportables i aun en seres útiles”110. Pobreza y degeneración, que se consideraban como sinónimo, podían generar, como opinaba Vergara Flores en 1892, una raza de los pobres. Para Caro, si bien habían más posibilidades de regeneración a través de un programa ideal de higiene y educación, este quedaba asociado a los límites impuestos por un organicismo social igualmente restrictivo: el hijo del degenerado debía constituir la mano de obra necesaria para el desarrollo productivo del país. 1.1.5 El caso de Antonio Ramón y el informe médico legal de Germán Greve y Hugo Lea-Plaza de 1915: un “huracán que bate i arrastra el espíritu” La matanza de la Escuela de Santa María de Iquique, ocurrida el 21 de Diciembre de 1907 en la zona salitrera del norte chileno, dejó un saldo de muerte entre los obreros huelguistas y de oprobio para los represores, que ha tenido una enorme influencia en la historia nacional, constituyendo un lugar de memoria de máxima importancia en la lucha por los derechos de los trabajadores chilenos. Entre los obreros masacrados habían trabajadores de diferentes nacionalidades; principalmente chilenos, peruanos, bolivianos, coolies chinos y algunos de otras nacionalidades, cuyas vidas vagabundas y aventureras, los habían llevado hasta los centros de producción salitrera. Uno de ellos fue Manuel Vaca, obrero nacido en Granada, España. Vaca emigró desde Marruecos hacia América en compañía de su medio hermano, Antonio Ramón, que lo había encontrado en el norte de África y al que le unía una profunda amistad111. Separados por el vagabundear obrero a 110CARO, F. Estudio sobre la, Op. Cit., p. 51. bien los datos de mi relato están tomados del informe pericial de los médicos Greve y LeaPlaza, resulta del todo ineludible mencionar aquí la obra de GOICOVICH, I. 2005. Entre el dolor y la ira. La venganza de Antonio Ramón Ramón. Chile, 1914. Osorno, Editorial Universidad de Los Lagos, a la que puede acudirse para un relato de la tragedia de Iquique y el atentado de Ramón Ramón en clave microhistórica. La bibliografía y documentación de este trabajo son de excelencia para adentrarse en el estudio de la matanza de la Escuela de Santa María de Iquique y de los dos personajes principales involucrados en este caso, la víctima y -como lo llama Goicovich - el 111Si 39 través del continente y ante la interrupción de la correspondencia, Antonio Ramón emprendió viaje al norte chileno desde Buenos Aires, para tener noticias de su hermano. Llegó a Iquique el 21 de Junio de 1908, ciudad en la que se le informó de la matanza ocurrida a fines del año anterior, en la que había caído su hermano. Un grupo de obreros sobrevivientes le condujo hasta el lugar exacto en que había muerto su hermano. Profundamente afectado por la noticia, Ramón vagó por varias ciudades latinoamericanas, mientras comenzó a interesarse por la figura del general chileno que había ordenado la matanza: el General Roberto Silva Renard. La mañana del 14 de Febrero de 1914, Antonio Ramón dio con Silva Renard en una calle de Santiago de Chile. El obrero sacó un cuchillo de sus ropas y asestó cinco puñaladas al general, el que pidió ayuda a gritos. Antonio Ramón bebió un veneno, que no le hizo efecto alguno y fue apresado por oficiales del ejército. El general Silva Renard sobrevivió al ataque, pero falleció pocos años después a causa de las heridas. El juicio que se siguió a continuación tuvo un gran impacto en la prensa y en otros espacios de opinión social del periodo. Mientras la prensa obrera celebraba a Antonio Ramón como justo vengador de la masacre, la prensa burguesa lo execraba como cruel asesino anarquista 112. Entre las dos versiones se interpuso un estado de turbación afectiva y moral que afectaban al reo desde el momento en que conoció el destino de su hermano; es decir, desde siete años antes del atentado. Ante este panorama, el juez de la causa pidió un informe médico legal a dos destacados “peritos alienistas”113 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, los doctores Germán Greve (1869-1954) y vindicador. Goicovich, en todo caso, está interesado en un relato de justicia popular, dentro del cual el informe pericial de Greve y Lea-Plaza es tan solo una “disquisición psiquiátrica”, p. 72. 112Goicovich remite las características del atentado a la cultura anarquista andaluza, lo que me parece excesivo dado que Ramón había abandonado Andalucía a los 23 años y mientras estuvo en España parece haber mantenido ocupación como obrero agrícola sin participación ni formación política. Todos los intentos de la policía chilena por vincular al reo con organizaciones anarquistas resultaron totalmente fallidas, aun cuando severas instrucciones en ese sentido emanaban del juez que llevaba el caso, puesto que una visión del atentado en clave anarquista era tanto la solución jurídica como el relato por el que se decantó la prensa burguesa en primer término y el que tenía mayor peso en términos de la criminología lombrosiana. 113GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal por los doctores Greve i Plaza sobre el reo Antonio Ramón Ramón apresado después del atentado contra la vida del general Silva Renard. Revista Médica de Chile, Santiago de Chile: 275-288, 317-322, p. 275. 40 Hugo Lea-Plaza (1891-1963), quienes solicitaron el traslado del reo a las dependencias de la Casa de Orates para un examen más detenido. Dado que el informe de los peritos en esta causa criminal dictaminó “dejeneración mental”, importa aquí mostrar algunos de los razonamientos y procedimientos que llevaron a los médicos a tal diagnóstico. El relato biográfico sobre el reo y de los sucesos criminales que construyeron Greve y Lea-Plaza para el juez de la causa, instaló, entre otras consideraciones acerca del crimen, la tesis de una profunda perturbación mental de Antonio Ramón Ramón. La primera búsqueda de Greve y Lea-Plaza se orientó hacia los antecedentes hereditarios del reo, lo que era el procedimiento de rigor para el análisis de la enfermedad nerviosa en el contexto degeneracionista. El cuadro que configuraron apuntó hacia la consanguinidad de los padres, que eran primos, y a una serie de internaciones psiquiátricas sufridas por Antonio Ramón Ortiz, padre del acusado. Sobre el reo se anotó también un episodio convulsivo juvenil, paludismo en el norte de África y la asistencia a asociaciones obreras católicas, lo que en otros contextos era informado como un periodo de formación anarquista. Se construyó así, en el informe, la figura de un carácter sensible, marcado por la perturbación moral ante el trágico destino del hermano. Después de su visita a Iquique en 1908, informaron los peritos que “el sueño de nuestro sujeto se perturbó en estremo” y en forma de visiones oníricas “se le presentaba el hermano muerto viniendo hacia él en ademán de saludarlo”, iniciándose en el reo un agónico enfrentamiento interior: “fue surjiendo la idea de la venganza que se presentaba imperiosamente; su razón la rechazaba i después de una verdadera lucha entre esta i aquella, por fin lograba vencerla”114 . Los pasos siguientes en la investigación de Greve y Lea-Plaza son una muestra de una psiquiatría en tránsito entre la vigencia de la degeneración y nuevos enfoques sobre la enfermedad mental y sus mecanismos de desarrollo, 114GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 280. 41 particularmente los del psicoanálisis, con los que Greve estaba familiarizado 115. Se trata entonces, de un momento de confusión epistemológica entre el determinismo fuerte de la degeneración y las técnicas existencialistas del psicoanálisis, como la interpretación de los sueños y la biografía afectiva. Freud nunca se nombra en el desarrollo de la pericia, pero se hacen intervenir algunos conceptos de Janet, que por ser francés tenía mayor prestigio que el revolucionario médico alemán; aunque, por otra parte, está plenamente documentado el protagonismo de Greve en la recepción del psicoanálisis en la región, por ser el primero en comentar la obra de Freud en un congreso médico en Sudamérica116, además de haber mantenido correspondencia con el neurólogo Vienés. En principio, los médicos chilenos procedieron a un riguroso examen antropométrico en busca de estigmas, el que no resultó del todo contundente, ya que los órganos les parecieron, en general, normales; únicamente el cráneo presentaba algunas particularidades: “cráneo aplastado, las protuberancias occipitales están casi borradas i alargado hacia arriba (cráneo en torre) con una circunferencia de 54 ½ centímetros. Paladar ojival, orejas libres, sin otros estigmas de dejeneración”117, señalaron. En la búsqueda de estigmas, los médicos describieron en su examen, un rasgo típico de la histeria y de la degeneración, y que era frecuentemente usado para demostrar la inferioridad mental y el estado degenerado de los esclavos negros: la falta de sensibilidad118. Greve y Lea-Plaza realizaron algunos procedimientos en el cuerpo del reo, comprobando que “la sensibilidad general, la hemos constatado obtusa en toda la superficie del cuerpo, en algunos puntos se puede atravesar un alfiler por un pliegue de la piel sin 115Para profundizar en la figura de Germán Greve en el contexto de recepción del psicoanálisis en Chile, puede consultarse el trabajo de RUPERTHUZ, M. 2012. The ‘Return of the repressed”: the role of sexuality in the reception of psychoanalysis in chilean medical circles (1910s–1940s), Psychoanalysis and History, 14(2), Edinburgh University Press: 285–296. 116Sobre este aspecto ver el trabajo de RUPERTHUZ, M. 2014. Germán Greve Schlegel y la recepción del psicoanálisis en Chile: la historia de un médico chileno “probablemente alemán”. Universitas Psichologyca 13 (15): 1847-1867. 117GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 317. 118Ver la obra de PESET, J. Sobre locos, Op. Cit. 42 manifestación de dolor” y señalaron que “el olfato i el gusto son poco intensos en ambos lados”119. El siguiente paso de los peritos muestra un cambio radical en las técnicas admisibles para la investigación médico legal y para el estudio de las condiciones mentales de un individuo en ese periodo. Seguramente por influencia de Greve, que estaba familiarizado con las técnicas y teorías terapéuticas de Freud, el reo fue sometido a una serie de sesiones de “hipnotización” con el “espejuelo rotatorio120, constatándose que el sujeto cede “sin dificultad a las sugestiones” 121. Este dato junto a la descripción de la “ciclotimia” y la “abulia” del reo terminaron de configurar, para los peritos, un terreno psíquico dolorido en que debido a una sensibilidad dominadora, imperiosa de la mentalidad, no se disipan tales estados i estas ideas tristes pueden seguir vegetando en la mente hasta que logren hacerse “fijas”, entonces desarrollan todo su poder i estienden sus raíces en forma que terminar por constituir una segunda naturaleza, un segundo “yo”, un estado enfermizo de “doble conciencia”, un nuevo mecanismo de receptibilidad psíquica más o menos independiente del primitivo 122 Así, la idea fija, obsesiva, llegó a transformarse en el mundo mental del reo, en “huracán que bate i arrastra el espíritu”123. El informe médico legal de Greve y Lea-Plaza navega entre dos sistemas diferentes de comprensión de la enfermedad mental. Miden el cráneo y buscan antecedentes hereditarios para establecer la línea germinal degenerativa y al mismo tiempo analizan el contenido de los sueños, usan de la hipnosis y de la idea del subconsciente, del yo y de la mutua influencia entre estados de vigilia y de sueño. Sin embargo, a pesar de estas novedades técnicas y teóricas, la recomendación final de los peritos se encuadra en el enfoque de la teoría de la degeneración. Aunque la descripción de estigmas y los antecedentes hereditarios no fueran concluyentes, los peritos dictaminaron que Antonio Ramón Ramón presentaba un 119GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 317. G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 318. 121GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 318. 122GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 320. Comillas en el original. 123GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 320. 120GREVE, 43 “estado patolójico especial”124 y que “la mentalidad de este sujeto entra en el gran cuadro de la “degeneración mental”125; más precisamente, los peritos señalaron que existían “estigmas histéricos” en el sujeto, que eran para el caso los sueños cargados de reminiscencias, las ideas fijas subconscientes, la sugestibilidad y las anestesias. El informe de Greve y Lea-Plaza, firmado en Santiago el 27 de Febrero de 1915, terminó por señalar que el “el acto delictuoso de que se acusa a Antonio Ramón Ramón, es el resultado de un proceso mental patolójico”126. En el contexto de esta investigación, lo más importante a destacar en relación al informe pericial de Greve y Lea-Plaza es, sin duda, la presentación en el espacio público de un repertorio técnico y teórico (la hipnosis, el subconsciente, la idea del yo) que estaba en contradicción con la teoría de la degeneración, pero de la que los médicos parecían, finalmente, no poder escapar. Por una parte se afirmaba que el reo presentaba un cuadro de degeneración mental y por otra se esbozaban críticas a la teoría de la degeneración. Los peritos reconocieron que degeneración mental era un “cuadro aun un poco vago e indeterminado en el cual figuran variados i caprichosos estigmas psicológicos”127. Aunque finalmente llegaron a hacer confluir sus observaciones en una retórica que intentó esconder sus fisuras, declarando que “todo concurre a mantenernos en el concepto que nos hemos formado sobre el estado psíquico de nuestro sujeto”128. El cuadro de conjunto que presentaron Greve 124GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 321. G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 322. Agotadas todas las acciones policiales para establecer una conexión de Antonio Ramón con el movimiento anarquista en Chile o en España, la tesis de la locura fue ganando espacio en el proceso judicial y el abogado defensor seguiría la línea afín a la teoría de la degeneración, señalada por Greve y Lea-Plaza, indicando que el reo padecía “degeneración congénita de carácter hereditario”, abogado Carlos Vicuña, citado por GOICOVICH, I. 2005. Entre el dolor y la ira, Op. Cit., p. 109. Como versión alternativa a la dejeneración mental, Vicuña desarrolló la tesis de la justicia y la venganza popular. 126GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 322. 127GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 322. 128GREVE, G. y LEA PLAZA, H. 1915. Informe médico legal, Op. Cit., p. 321. En el proceso seguido contra Antonio Ramón se dictó en primera instancia pena de 8 años de presidio, la que fue apelada, junto a la integridad de todo el proceso. En un nuevo juicio, la cuestión de la degeneración mental y los estigmas histéricos fueron recusados por el juez ya que no acreditaban locura absoluta. Aunque quedaba acreditada la plena conciencia del sujeto al momento del atentado, el juez consideró los otros atenuantes y dictaminó sentencia de dos años y medio de cárcel. La apelación de un fiscal logró elevar la pena a cinco años. Según Goicovich Antonio Ramón recuperó la libertad el 14 de Diciembre de 1919. Véase el desarrollo completo del proceso judicial en el libro de Goicovich. Sobre 125GREVE, 44 y Lea-Plaza lo podemos ver como un esfuerzo de modulación muy particular entre la teoría de la degeneración, en franco proceso de decadencia y nuevos enfoques teóricos y técnicos de la psiquiatría y la neurología. Como se ha dicho, en el contexto europeo, el final de la Primera Guerra Mundial puede indicarse como el momento en que la teoría de la degeneración terminaría de perder su escaso crédito clínico a esas alturas, para sobrevivir, intensa y tenazmente, en los campos eugénico y criminológico y en el de la crítica de arte. No se trataría, en ningún caso, de una teoría que desaparece o es reemplazada instantáneamente por un enfoque nuevo. El guion de la degeneración es esencial para una correcta comprensión del enfoque eugénico, de la criminología y de algunas ideas sobre genio, locura y arte de gran influencia en el siglo XX. 1.1.6 Perspectivas sobre la degeneración Dada la particular combinación de elementos religiosos y prejuicios sociales en el pensamiento médico degeneracionista, la teoría de la degeneración fue naturalmente desplazada por formas más sofisticadas de pensamiento y por la evidencia que se iba acumulando sistemáticamente en su contra. Más allá de la corrección o equivocación de la teoría, estimo que interesa al historiador investigar las consecuencias sociales de esta teoría científico médica, las razones de su éxito y de su vigencia en un periodo de a lo menos 60 años. Considero que además se debe tener en cuenta nuestra condición regional en relación al ritmo y las condiciones de la apropiación teórica de saberes originados en otras regiones del planeta. La primera constatación que puede hacerse en relación a la teoría de la degeneración es su exitosa versatilidad, su poder para abarcar fenómenos y conductas muy diversos. Toda anormalidad corporal, toda rareza de la conducta el destino de Antonio Ramón circulan también versiones diferentes: habría muerto en la cárcel en Chile, se habría suicidado en la cárcel en 1924, habría muerto en España a los 44 años, a causa de una profunda depresión. 45 podía ser explicada en base a la teoría de la degeneración. Así, podía ser un argumento de autoridad capaz de mantener la asertividad del médico frente a lo desconocido. El degenerado se apartaba de la norma en todo, en su cuerpo, en su conducta y en la presentación de los síntomas. La norma remitía a lo que era aceptado por la burguesía europea y que las elites latinoamericanas imitaron en medio de un continente pobre y con una incipiente industrialización capitalista, con la excepción de Argentina a principios del siglo XX. Esta situación debe tenerse en cuenta, dado que la teoría de la degeneración en Europa, respondió a un panorama de industrialización intensiva en curso, mientras que en la perspectiva regional sirvió preferentemente como diagnostico social de una marginación que derivaba de otros procesos, como la migración campo ciudad dada la escasez de trabajo y alimentos en el campo. En Chile, más allá de la clínica de las enfermedades nerviosas, la teoría de la degeneración aportó una explicación al estado decadente del bajo pueblo. Estas poblaciones, relacionadas vivamente con el contexto rural, llevaban el alcoholismo a extremos superlativos en el desarraigo urbano, haciendo del alcohol una forma de sociabilidad. La mala calidad de los alcoholes refinados y el consumo desproporcionado en relación a la ingesta proteica, derivaron claramente en un mal social muchas veces denunciado. Este complejo panorama social fue interpretado en términos de la teoría de la degeneración, tal como lo había hecho décadas antes la psiquiatría francesa. En este sentido, interesa resaltar la apropiación y aplicación de la teoría, a un contexto que presenta características económico sociales totalmente diferentes a las de la formulación original. La teoría de la degeneración era portadora de un pesimismo biológico que finalmente liberaba a las elites de cualquier responsabilidad en la condiciones de vida de los marginados y proletarios. La pobreza no era sino falta de aptitud para la lucha por la vida y el estado de deterioro orgánico de los campesinos y de las familias obreras, que tímidamente crecían en las ciudades de Chile, era visto como parte de un proceso de degeneración biológica que provenía de la propia irresponsabilidad moral de la familia pobre. La idea de defensa social, implícita en 46 la teoría de la degeneración y desarrollada por la propuesta de Lombroso, que operaba en el contexto europeo como mecanismo de defensa frente a la masa proletaria, funcionaba en el contexto chileno como una línea rígida de demarcación frente al otro, en cuyo espacio asomó incluso la ignominiosa idea de una “raza de los pobres”; diferente no ya cultural, económica o socialmente, sino de una condición orgánica singular e inferior, degenerada. Igualmente fuerte era, hay que reconocerlo, el deseo de regenerar a los hijos de los degenerados superiores, a través de un vasto programa higiénico y educativo. Dicho programa, en todo caso, aspiraba a transformar al hijo del degenerado en mano de obra calificada al servicio de la agricultura, el comercio y la industria, en coherencia con un organicismo social autoritario. En términos teóricos, las posibilidades de regeneración decían relación con la perspectiva del evolucionismo lamarckista, que predominaba en el contexto francés decimonónico. En sintonía con la idea de la herencia de los caracteres adquiridos, educar e higienizar abría importantes caminos en la senda de una mejora o progreso, ya que se esperaba que las mejoras logradas en una generación, pudieran fijarse y heredarse en la generación siguiente. Lo que los documentos aquí discutidos vienen a poner de relieve es la artificialidad de la distinción entre una eugenesia latina, ambientalista, optimista y de coerción débil, de base lamarckista, con las medidas pesimistas, hereditaristas y de coerción dura; o al menos, a poner de relieve su complejidad ajena a las simplificaciones, ya que el lamarckismo, admitía posturas tan pesimistas como la de una raza de los pobres y la de una caída en la catástrofe biológica. Algo nada optimista ni redentor. Interesa volver a destacar aquí la situación de impasse teórico y técnico que presenta la teoría de la degeneración en el informe médico legal de Greve y LeaPlaza. Por un intrincado camino, los peritos lograron hacer coincidentes la medición del cráneo y la búsqueda de antecedentes hereditarios con técnicas de hipnotismo, interpretación de los sueños y la apelación a la dinámica de entidades psíquicas como el yo y el subconsciente. La teoría de la degeneración era criticada, pero finalmente las complejas conductas del sujeto analizado, se terminaron por describir 47 como “estigmas psíquicos”, retrocediendo los pasos dados en la dirección de una metodología influenciada por el psicoanálisis. Así, podemos ver la flexibilidad de enfoque de los médicos chilenos, que alejados de las cuestiones fratricidas de diversas escuelas médico psiquiátricas, acertaron a combinar la teoría de la degeneración con el lenguaje psicoanalítico. Esto, por otra parte, no estaba resuelto a fondo en el propio psicoanálisis, ya que Freud nunca renunció totalmente al factor de la herencia orgánica y desplazó esa interpretación hacia el ámbito de la herencia afectiva, producto de una escena familiar conflictiva129. Las fuentes aquí documentadas permiten comprender también, en el contexto chileno, la línea de continuidad entre la idea del degenerado y la del no apto, y con ello el traspaso de la argumentación de la degeneración al campo eugénico. Cuando la teoría de la degeneración resultó menos apropiada para el tratamiento clínico individual, resultó todavía muy exitosa en la retórica de la solución eugénica a los problemas sociales. En el siglo XX la inoperancia productiva del degenerado fue rigurosamente medida y cuantificada y se asentó la idea de que el colectivo debía evitar este derroche de recursos. A pesar de las discordancias epistémicas que pueden verse en el uso de la teoría de la degeneración en Chile hacia 1915, tampoco puede asumirse sin más su desaparición en el campo clínico. Muchas formas propias del sistema cognitivo y semiológico de la teoría de la degeneración seguirían vigentes en el campo psiquiátrico chileno hasta bien entrado el siglo XX. 1.2.1 La cuna de los barcos y la degeneración del pueblo: objetos del consenso racial en las elites argentina y chilena. Según se ha señalado, el año 1879 es de importancia para la historia política y social de los dos países del cono sur separados por la Cordillera de Los Andes. Mientras Chile se embarcaba en una guerra de connotaciones imperialistas, a la 129Sobre este punto es de mucho valor el ensayo de VALLEJO, M. 2012. La seducción freudiana: (1895-1897) Un ensayo de genética textual. Buenos Aires: Letra Viva. 48 que sucedería una escalada militar contra los últimos espacios de soberanía de la etnia Mapuche en el país; en Argentina comenzó a organizarse la campaña militar del general Roca “que permitió desalojar a las sociedades indígenas del sur bonaerense, las llanuras pampeanas y el norte patagónico”130; proceso clave en la generación de condiciones para un nuevo latifundismo y para la expansión de la actividad agroindustrial, que sería polo de atracción para los millones de inmigrantes que terminarían transformando totalmente la sociedad argentina. Para Lvovich y Boholavsky las ideas sociobiológicas de la jerarquía de las razas y la degeneración por mestizaje, o por efecto de las llamadas enfermedades sociales, “concitaron muy fuerte atención en el Parlamento, la prensa, los gabinetes médicos, las aulas universitarias y otros ámbitos de élite en Buenos Aires y en Santiago”131. Tal atención y el consenso que habrían generado, provenían de un ambiente intelectual en las elites de ambos países, cuya expresión más cabal la había dado la obra de Faustino Sarmiento y la dicotomía de civilización y barbarie, como polos opuestos y contradictorios en el camino del progreso. En un sentido amplio, la degeneración era la fuerza opuesta al progreso132. Si las elites de ambos países coincidían en la defensa social frente a ciertos tipos de degenerado como el criminal, el alcohólico, el loco y el salvaje; la experiencia Argentina fue muy específica en cuanto las relaciones entre teoría de la degeneración e inmigración, dada la importancia estructural de ese proceso en el país. La relación inmigrante-loco-degenerado fue afirmada y reafirmada continuamente en el contexto argentino, como lo muestran, por ejemplo, los trabajos 130LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia y degeneración física en los diagnósticos de las derechas argentina y chilena (1880 – 1945). [en línea]. Revista Nuevo Mundo Mundos Nuevos. Débats, <http://nuevomundo.revues.org/57777> [consulta: 04 Septiembre de 2014] 131LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia, Op. Cit. 132Como señala Ana María Talak para el contexto argentino, muchas discusiones en torno a la cuestión social se dieron en base “al ideal de progreso como eje central, y fue en contraposición a este ideal que se habló de degeneración, de atavismo, de regresión e incluso de extinción”, TALAK, A. 2010. Progreso, Degeneración y Darwinismo en la primera psicología argentina 1900 1920. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Derivas de Darwin. Cultura y política en calve biológica. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 299-320, p. 300. 49 del psiquiatra Arturo Ameghino133 y del ensayista Lucas Ayarragaray, que culpaba a la política migratoria de haber abierto la puerta a razas viejas y extenuadas que favorecían el proceso degenerativo134. La oleada migratoria y su lectura en clave de degeneración contribuyeron en Argentina a identificar algunos tipos específicos de degenerado como el judío135, el ruso, el anarquista y otros grupos similares. Sobre esta asociación semántica entre degeneración-locura-inmigración se basaría en las décadas siguientes, la Higiene Mental en Argentina136. Mientras en Chile primó la idea de un bajo pueblo degenerado por efecto de las enfermedades sociales (sífilis, tuberculosis y alcoholismo), en Argentina el migrante centro europeo ocupó un lugar importante en el espacio de ese otro al que había que reformar, educar, redimir o excluir. Para Lvovich y Boholavsky, si bien la lectura de lo social basada en la teoría de la degeneración era “una mirada extendida, aceptada y prestigiosa, que se servía de un conjunto de metáforas legitimadas por su empleo en latitudes europeas y por su asociación con el pensamiento científico del período”137, el nicho de desarrollo político de esta línea de pensamiento habría sido el de los grupos de derecha y nacionalistas de ambos países. 1.2.2 Teoría de la degeneración y herencia: ¿optimismo o pesimismo? En los estudios sobre la degeneración originados en Chile, la decadencia biológica observable en el bajo pueblo ponía en escena visiones fantasmagóricas del futuro y el surgimiento de una sub especie humana, la raza de los pobres, a 133AMEGHINO. A. 1923. Datos para la profilaxis mental en la República Argentina. Revista de criminología, psiquiatría y medicina legal, Órgano del Instituto de Criminología de la Penitenciaria Nacional, año X, 1923; citado por LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia, Op. Cit. 134AYARRAGARAY, L., “La mestización de las razas en América y sus consecuencias degenerativas”, Revista de Filosofía, Año II, Vol. I, 1916, p. 21; citado por LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia y, Op. Cit. 135STACH, F., “La defensa social y la inmigración”, Boletín del Museo Social Argentino, tomo V, 1916; citado por LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia, Op. Cit. 136Ver TALAK, A. 2005. Eugenesia e higiene mental, Op. Cit. 137LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia, Op. Cit. 50 través del mecanismo hereditario lamarckista; es decir, en la idea de la transmisión de los caracteres adquiridos. Según algunos autores, esa misma perspectiva lamarckista sería la que habría alentado en Argentina una visión optimista y redentora, que aspiraba detener y revertir el proceso degenerativo. Es la misma idea que, con muchas limitaciones, señalaba Florentino Caro en su memoria: se podía educar al degenerado a través de un currículo particular administrado desde la más temprana infancia. En cuanto a la degeneración, la posición “chilena” parece más bien pesimista y con posibilidades limitadas de redención del degenerado, mientras que en Argentina habría existido una corriente optimista que pretendía revertir el proceso degenerativo a través de las instituciones y políticas del Estado, específicamente a través de: “las escuelas primarias, el servicio militar obligatorio, el control epidemiológico, la regulación de las condiciones laborales y sociales y la selección de la inmigración”138. Habría primado en Argentina la idea de luchar por todos los medios científicos y educativos contra el desarrollo anormal y la aparición eventos degenerativos. Así, en el contexto argentino, la fatalidad hereditaria parece tensionada por una manera particular de entender la teoría lamarckista, articulándose con ella y definiendo el campo de lo posible. Tal articulación “hereditaria-lamarckista”, entiende Ana María Talak, fue la que “limitó las posibilidades de recepción o implementación de medidas que limitaran o impidieran la reproducción de los individuos considerados perjudiciales para la sociedad”139. En otras palabras, habría sido esta posición la que bloqueó la implementación de la esterilización eugénica en Argentina y habría encaminado los esfuerzos científicos y educativos hacia la identificación del grado de anormalidad del degenerado, para llevar “las posibilidades de educabilidad hasta sus últimos confines, dentro de la anormalidad misma”140. Esta forma de comprensión del evolucionismo darwinista en clave lamarckista, ha sido señalada como un “marco posdarwinista” desarrollado en 138LVOVICH, D. y BOHOSLAVSKY, E. 2009. Elitismo, violencia, Op. Cit. A. 2005. Eugenesia e higiene mental, Op. Cit., p. 572. 140TALAK, A. 2005. Eugenesia e higiene mental, Op. Cit., p. 575. 139TALAK, 51 Argentina en este periodo141, que más que Darwin, tenía a sus referentes de teoría evolutiva a Herbert Spencer y Theodulle Ribot142. En su conjunto, en esta manera de ver la historia de la teoría de la degeneración, el lamarckismo, la eugenesia y la higiene mental en Argentina, parecen sintonizar con un relato optimista de construcción de la nación, a partir de un esfuerzo de integración de las masas migrantes. En el caso chileno el diagnóstico social basado en la degeneración parece, en términos generales, menos optimista y alerta a reaccionar represivamente contra el degenerado. 1.2.3 Teoría de la degeneración, sexualidad y ciencia criminal Otra deriva de importancia surgida desde la teoría de la degeneración en el siglo XX, es la de la ciencia criminológica. Por sus diversas formas de cercanía cultural con las tradiciones italianas y por la necesidad explícita de controlar la oleada migratoria, la criminología tuvo un desarrollo temprano en la Argentina con los trabajos de José Ingenieros y la recepción de la criminología positivista italiana. En este contexto, la teoría de la degeneración y la antropología criminal italiana favorecieron, desde muy temprano, la intervención de las fuerzas del Estado en la esfera de la moral sexual de los que se señalaban como parte de la “mala vida” 143. Este tipo de cuestiones sobre conducta sexual, en el marco de la teoría de la degeneración, estaban obliteradas en el escenario chileno y sólo se comenzaron a discutir en el país de la loca geografía en relación directa con la eugenesia y el psicoanálisis en la década de 1920. 141TALAK, A. 2010. Progreso, Degeneración y Darwinismo, Op. Cit., p. 306. A. 2010. Progreso, Degeneración y…, p. 311. 143Una descripción muy completa de las relaciones entre teoría de la degeneración, psiquiatría y criminología puede consultarse en ZAFFARONI, E. 2006. Criminología y Psiquiatría: el Trauma del Primer Encuentro. Conferencia, pronunciada en la Asociación Psicoanalítica Argentina [en línea] Revista de Derecho Penal, nº 16, p. 263-274. <http://psiquiatriaforense.wordpress.com/criminologiay-psiquiatria-el-trauma-del-primer-encuentro-dr-eugenio-raul-zaffaroni/> [consulta: 8 abril 2013]. 142TALAK, 52 Lo que importaría destacar, nuevamente, es la capacidad predictiva y explicativa de la teoría de la degeneración, que ya implicaba cierto malestar en la pericia de 1915 de Greve y Lea-Plaza, pero que tenía gran valor al dar explicación y objetivación orgánica a conductas muy diversas: desde cualquier desviación de la norma sexual, la criminalidad, la idiocia profunda, la falta de aptitud para la lucha por la vida a la debilidad de espíritu, en un espectro prácticamente abierto al infinito de cada caso particular144. La teoría de la degeneración es, en suma, uno de los marcos teóricos indispensables a la hora de comprender las argumentaciones eugénicas del siglo XX. 144Ver MIRANDA, M. 2010. Entre nurture y nature. Homosexualidad, degeneración y peligrosidad en la ortodoxia eugénica argentina (1930–1970). En: MIRANDA. M. y VALLEJO, G. Derivas de Darwin. Cultura y política en calve biológica. Buenos Aires, Siglo XXI. 2010, pp. 201-223, p. 212 y la obra de HUERTAS, R. 1987. Locura y degeneración, Op. Cit. 53 CAPÍTULO 2 APROPIACIÓN DEL PROYECTO EUGÉNICO EN CHILE A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. 2.1 Periodificación de la historia de la eugenesia en Chile Y Argentina. Viendo ya con claridad la zona de inscripción favorable a la eugenesia en ambos países, dado el consenso liberal conservador en torno a la idea de progreso y la interpretación biológico médica de los males sociales favorecida por la teoría de la degeneración, se presenta la necesidad de indagar en las formas de recepción, apropiación, recreación y reinterpretación de la teoría eugénica. La historiadora Marisa Miranda ha propuesto una periodificación preliminar para la historia de la eugenesia en Argentina, señalando un primer periodo que va desde 1883 hasta 1930, y que llama de “recepción de la tesis de Galton”145. La fecha inicial del periodo está dada por la publicación de la obra específica de Francis Galton en que acuñó el término eugenesia146, y la final indica el cambio hacia una eugenesia decididamente conservadora y su sintonía rotunda con la biotipología promovida por el imperialismo científico fascista a través del médico endocrinólogo italiano Nicola Pende (1880-1970). Tanto para el caso chileno como para el argentino, nos parece apresurado tomar como fecha inicial de una periodificación eugénica local, una publicación londinense del llamado “padre de la eugenesia”. Por décadas la eugenesia sería por estos rumbos algo totalmente desconocido y aún en el estado actual de nuestros conocimientos históricos resulta apresurado señalar el momento preciso de un comienzo de la eugenesia en Chile y Argentina. El nombre dado al período indica 145MIRANDA, M. 2007. Doxa, eugenesia y derecho en la Argentina de posguerra (1949–1957). En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Políticas del cuerpo. Estrategias modernas de normalización del individuo y la sociedad. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 97-129, p. 98. 146En concreto, el trabajo de GALTON, F. 1883. Inquiries into Human Faculty and Its Development. London, McMillan. 54 también una actitud pasiva, de recepción, extendida por casi una cincuentena de años, lo que contradice abiertamente lo que se conoce con certeza sobre el tema. Para el caso chileno, sin pretensión de exhaustividad, parece correcto situar algunas primeras señales de apropiación del discurso eugénico al despuntar el siglo XX, especialmente en ese hito firme de la historia del racismo y el determinismo biológico en Chile, que es la obra de Nicolás Palacios (1858-1911), Raza Chilena, de 1904. El cierre de un primer periodo de activa apropiación y recreación de discursos eugénicos, lo señalaremos en este trabajo en 1917, fecha en que la Liga Chilena de Higiene Social comenzó, en forma activa y pública, su acción reformista de claro cuño eugénico; es decir, se trata de un momento en que la eugenesia pasa de ser discurso médico y filosófico, a desplegar formas de acción social directa. Un segundo periodo en Chile estaría dado por la socialización y consolidación del proyecto eugénico, uno de cuyos momento de importancia está dado por la incorporación de la eugenesia a las tareas del Estado chileno a través de las leyes e instituciones surgidas en 1924. En esta etapa es observable también la deriva capilar de la eugenesia, ya que sus discursos y prácticas se infiltran hacia la educación, la psicología, la educación física, la caracterología, la criminología, la antropología y otras ciencias y saberes sobre el hombre. Este segundo periodo abarca desde 1917 hasta 1932, fecha en que debido a los efectos de la crisis económica mundial y el avance de los fascismos europeos, la discusión de la esterilización eugénica tomaría relevancia en el contexto chileno. Un año más tarde, las leyes de esterilización promulgadas por el gobierno nacional socialista alemán, vendrían a dar incluso más fuera al debate y a dar ejemplo de unas medidas eugénicas de vanguardia. Siguiendo el panorama chileno, entre 1932 y 1945 se ubica el periodo de mayor legitimidad médica y jurídica de la eugenesia, al que he llamado periodo de la seducción eugénica, por la forma en que la eugenesia va ganando espacio en la discusión científica y social, hasta alcanzar las instituciones del Estado con el Gobierno del Frente Popular. Entre 1945 y 1973 nos encontraríamos frente a un periodo que he llamado de transformación; es decir, un momento en que la eugenesia se adapta, 55 transformándose, y se hace parte importante de la genética, la planificación familiar y la teoría del capital humano, entre otras disciplinas y espacios. El periodo que va desde 1973 a nuestros días lo he llamado de la eugenesia neoliberal, dado que después del golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, el país devino en un laboratorio social de experimentación de las doctrina neoliberales. En términos del proyecto eugénico esto derivó en un proyecto de inmunización política y social contra el “cáncer marxista”, que puso al subversivo, al marxista y al opositor en el centro de las estrategias de “purificación”. Otra faceta del proyecto eugénico en este periodo es la estrategia de erradicación de pobres desde las comunas ricas hacia la periferia, como ha comenzado a estudiar el historiador César Leyton, para homogeneizar el espacio social del desarrollo económico en las comunas ricas. En resumen, tendríamos la propuesta de Miranda para Argentina y la de este trabajo para Chile, en el siguiente cuadro comparativo: Cuadro N° 1 Periodificación de la Eugenesia en Argentina y Chile ARGENTINA (Marisa Miranda) Recepción de la tesis de Galton CHILE 1883-1930 Apropiación y recreación del 1900-1917 discurso eugénico Consolidación e 1917-1932 Institucionalización estatal de la eugenesia La seducción del proyecto 1932-1945 eugénico Consolidación del campo 1930-1945 Eugenesia tardía 1945-1983 Transformación del proyecto 1945-1973 eugénico Eugenesia Liberal 1983- Eugenesia neoliberal 1973- 56 Aunque hemos extendido la idea de una propuesta de periodificación en el mismo rango de año que abarca la propuesta de Miranda, este trabajo abarca los periodos contemplados entre los años 1904 hasta 1945, quedando los periodos siguiente simplemente señalados para un futuro programa de investigación. El objetivo de este capítulo es dar cuenta del primer periodo que hemos señalado; el de 1900 a 1917. 2.2 El proyecto eugénico en Chile: 1900–1917. Perfusión de ideas y temas eugénicos. Cómo ya se analizó, la teoría de la degeneración fue un punto de conexión de importancia entre las prácticas y discursos médicos psiquiátricos de fines del siglo XIX y el discurso eugénico del siglo XX. La teoría de la degeneración sirvió también para familiarizar a los médicos con ciertas expresiones de importancia para las argumentaciones eugénicas posteriores. Al ya comentado texto de Luis Vergara Flores de 1892 sobre Alcoholismo y degeneración, habría que agregar por ejemplo su mención a la “struggle for life”, que menciona en un artículo del mismo año sobre neuropatías147. Aunque el concepto remite al darwinismo, es un buen ejemplo de la perfusión148 de ciertas expresiones e ideas, incluso de manera oblicua, pero que en cierto momento terminan por asentarse en un discurso más organizado y consistente. Esta misma perfusión e insistencia en la herencia y en algunos tropos del darwinismo social, que más tarde formarían parte esencial de los discursos eugénicos, es lo que puede constatarse, por ejemplo, en el programa de acción médico social que Augusto Orrego Luco propuso a sus colegas en el discurso de asunción del cargo de Presidente de la Sociedad Médica en 1895. Por ejemplo, en su discurso introdujo el caso estudiado por Richard Dougdale en Estados Unidos, 147VERGARA, L. 1892. Neuropatía y aberración. Revista Médica de Chile, pp.317–323. término médico que indica el ingreso lento pero sostenido de una sustancia al organismo; lo usamos aquí en el sentido de una circulación lenta pero permanente de ideas, que terminan por usarse naturalizadamente en periodos posteriores. 148Un 57 el linaje degenerado de los Jukes; un módulo narrativo que sería constantemente usado en el debate eugénico hasta el final de la década de 1930, en que ya empezó a ser un ejemplo criticado por los mismos eugenistas149. Estas menciones aisladas a temas y textos que serían fundamentales en el eugenismo del siglo XX, alcanzaron una expresión contundente en la obra mayor del racismo científico chileno de inicios del siglo XX. 2.2.1 Raza Chilena de Nicolás Palacios en perspectiva eugénica. Un hito en la formación de un pensamiento racista en Chile lo constituye la obra del Dr. Nicolás Palacios, Raza Chilena, publicada anónimamente en 1904. Por el impacto de la obra en la difusión de las teorías raciales de Gustave Le Bon y de Herbert Spencer en Chile, por su relación con polémicas político sociales de gran importancia en Chile (la llamada cuestión social y la crisis de fin de siglo) y por su continuo resurgir al amparo de los imaginarios racistas de ultraderecha, esta ha sido una obra profusamente estudiada150. En términos muy generales, es una obra que se enmarca en lo que Geulen describe como la teoría del conflicto universal de las razas. Según esta teoría, en la medida que todos los seres humanos pertenecen a alguna raza y pueden generalizarse adscripciones nacionales a alguna de ellas, resulta inevitable que la historia humana se convierta en el escenario de una lucha eterna entre razas. Ese universalismo de las razas y la inevitabilidad de sus conflictos fue, para Geulen, “la llave ideológica en la cerradura del ordenamiento político”151; es decir, que para 149En su texto sobre eugenesia el médico chileno Hans Betzhold analizó con cierta profundidad las versiones más populares de los linajes malditos, los Jukes y los Kallikak, correspondientes a sendas obras de Richard Louis Doudgale y Henry Goddard, concluyendo que “los jukes y los kallikak han dejado de existir definitivamente y el brillo de los ejemplos Juke y Kallikak se ha empañado casi del todo”, BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia. Santiago de Chile, Zig-Zag, p. 77. 150De entre los numerosos estudios que ha generado este trabajo uno de los más ecuánimes y completos en términos de sus contenidos simbólicos es el que puede encontrarse en SUBERCASEAUX, B. 2007. Historia de las ideas y la cultura en Chile. Tomo IV. Nacionalismo y cultura. Santiago de Chile, Editorial Universitaria. 151GEULEN, C. 2010. Breve historia del racismo, Op. Cit., p. 110. 58 Geulen, el racismo no tiene ninguna esencia o peso ontológico, sino que es un significante vacío al que se vuelve posible acudir en tiempos de desorden social y político. El racismo sería una herramienta privilegiada en el objetivo político moderno de “una reordenación racional de la idea de pertenencia”152, especialmente en los tiempos de crisis. Esa descripción se ajusta con rigor al monumental esfuerzo argumental de Palacios, que buscó definir el origen socio biológico de la raza chilena y las características que la definían, en pos de lograr una limitación rotunda del adentro y del afuera de su entidad; y de los límites que otras razas y la clase gobernante no deberían cruzar para que ella siga siguiera siendo una realidad viva. Aunque la palabra eugenesia aparece muy pocas veces mencionada en la obra de Palacios, una lectura eugénica de su contenido es posible dado que el autor hace intervenir un ideal, la Raza chilena, que se debe preservar y mejorar. Al correr de la obra aparecen mencionados algunos de los módulos narrativos clásicos de la eugenesia de la primera mitad del siglo XX: control migratorio, efecto degenerativo del alcohol, peligro de los mestizajes mal avenidos153, pureza y conservación de la raza, la tensión entre ambiente y herencia, entre otros. En este plano, las ideas de Palacios son muy desarrolladas en cuanto a la documentación lingüística, etnográfica y sociológica relativas al nacimiento y desarrollo de la Raza Chilena; pero son simples o muy poco desarrolladas en cuanto a los mecanismos biológicos y hereditarios que permitirían una mejora. El mundo de Palacios es un mundo espenceriano y con ecos de la visión de Huxley: la selección natural actúa sin piedad seleccionando a los más aptos/fuertes, como propone al describir el elemento godo/germánico de la raza chilena: sometida durante larguísimos siglos a la más dura selección, esa raza humana, que en dotes intelectuales produjo individuos que están a la altura de los más ilustres, fue en dotes físicas y morales el ejemplo más brillante de 152GEULEN, C. 2010. Breve historia del racismo, Op. Cit., p. 51. que llevaría al desarrollo de una rama especial de la antropología alemana nazi, la biología de los bastardos; uno de cuyos estudios de campo se realizó en Chile con mil niños mestizos y araucanos en la zona de Concepción, por el antropólogo alemán Johan Schwalbe y el apoyo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción. Este caso se encuentra descrito en el texto de FARÍAS, V. 2000. Los nazis en Chile. Víctor Farías. 2000. Barcelona, Seix Barral. 153Idea 59 lo que es capaz de alcanzar el procedimiento selectivo en el perfeccionamiento de los seres orgánicos154 Dirá también que: la eterna ley del perfeccionamiento de los seres organizados sin excepción, de la célula al hombre; es la admirable lucha selectiva descubierta por Darwin; la ley de la supervivencia del más apto formulada por Spencer, tan universal e ineludible como la de la gravitación155 La visión de Palacios es, en este sentido, la misma que la de Hitler en Mein Kampf: hay una cruel reina de toda sabiduría que es la que impera sobre toda realidad humana, la naturaleza. Lo que no se encuentra presente en Palacios es la idea de una purificación racial eugénica; es decir, de los elementos de intervención social directa que pudieran crear o purificar una raza, reemplazando con selección artificial, la selección natural darwiniana. Los elementos creadores de razas son, para Palacios, la selección natural y la historia, pero no aparecen elementos técnicos que permitan una acción directa del hombre sobre el proceso selectivo, que no sean las medidas preventivas de control de las migraciones y la mejora de las influencias ambientales. Palacios no alcanza nunca un pleno rango eugénico, ya que aparte de su crítica a la inmigración, se remite siempre a un proceso selectivo natural. Por ejemplo, para él, las razas son un elemento de gran estabilidad, toda vez que su tesis principal es que hay una identidad esencial, con solución de continuidad, entre el germano de Escandinavia y una parte del roto chileno. La modificación biológica, como en Darwin, le parece producto del tiempo geológico y opina que: Hoy es un hecho comprobado que la extrema lentitud con que se modifican los caracteres físicos de las razas alcanza también a su idiosincrasia intelectual y moral. No es sólo la forma de la cabeza la que perdura a través de los siglos, sino también el funcionamiento particular del órgano maravilloso que aquella encierra, el cerebro156 154PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena. Santiago de Chile, Editorial Chilena, Segunda edición, p. 94. N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 140. 156PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 96. 155PALACIOS, 60 Palacios, al presentar de las cuestiones en debate sobre la herencia, comenta a Weismann, pero nada dice de Galton y el mecanismo de la herencia mendeliana. Justo en la época que se revaloraron los escritos de Mendel, le parece que el mecanismo de la herencia es un “proceso hasta aquí misterioso que permite que de la fusión de dos células microscópicas resulte un ser único que reproduce los caracteres físicos, morales e intelectuales de los individuos generadores de quienes se desprendieron aquellas células”157. La calidad de los progenitores se menciona muy al pasar, como parte de una buena ejemplificación zootécnica, que avala la idea de que ciertas mezclas de razas son desgraciadas. El paso, esencialmente eugénico, hacia la selección de los progenitores humanos, Palacios lo estima necesario en relación a casos muy particulares; por ejemplo, en relación a las familias chilenas que tengan el elemento racial “negro”. Para Palacios “es difícil calcular cuanto mal puede hacer un sólo negro introducido en un país”158, porque se trataría, claramente, de un elemento que acerca al hombre al simio y a la esclavitud natural159; y, por lo tanto, las familias chilenas que reconozcan ese elemento en su linaje, según Palacios, “deberían posponer toda consideración, al contraer matrimonios, a la de eliminar ese resto de naturaleza inferior, casándose con mujeres rubias chilenas o de los países del norte de Europa”160. Otro tema eugénico prefigurado en Palacios es el de impedir la reproducción de los criminales. Las técnicas quirúrgicas de esterilización eugénica, que por la misma época de la publicación del libro empezaban a ser practicadas experimentalmente en algunas cárceles norteamericanas, le son desconocidas. Sin embargo, celebra las medidas preliminares en esa misma dirección, como la eliminación del “criminal 157PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 194. N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 221. 159Para palacios los haitianos son “simianos”, los negros africanos siguen al amo como lo haría un perro y la falsa idea de la igualdad de razas será la responsable de una involución en curso de los esclavos liberados del yugo señorial en Estados Unidos, que sin amo volverán al salvajismo y la antropofagia. PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., Tomo II, pp. 81-85. 160PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 221-222. 158PALACIOS, 61 nato” y el encarcelamiento de los demás criminales para obtener el beneficio de su aislamiento reproductivo; en su opinión: consiguiéndose con ese aislamiento una de las ventajas más positivas: la de que durante ese tiempo no se reproduzcan, pues está probado que las cualidades atávicas, como pertenecientes al fondo milenario de la especie, tienen una gran tendencia a trasmitirse a la progenie del individuo en quien aparecen161 Sus palabras parecen reclamar alguna forma de esterilización para los criminales: “para las posteridad futura es indispensable que, si la pena de muerte no pudiera ser aplicada, el criminal sea colocado fuera de la posibilidad de manchar con su descendencia el cuerpo social del que forma parte”162, opinaba. Será al amparo de la antropología positiva italiana que Palacios presentará otra faceta claramente eugénica y utópica de su pensamiento, al proponer como ideal de sociedad futura, una en que la reproducción de los criminales ha sido controlada: si los tontos y los bribones no se reprodujeran, el mal que causarían a la sociedad sería pequeño, porque sería pasajero, es su perpetuación indefinida lo que constituye la carga social más onerosa, y por eso la escuela criminalista científica atiende a ese aspecto de la cuestión, porque es el que conducirá al hombre a su perfeccionamiento definitivo, hereditario; el que hará de este descendiente de antiguos antropófagos un ser naturalmente bueno, con el cual sea posible el nacimiento de sociedades que no tengan que soportar la carga material de cárceles y policías, ni la moral de la represión necesaria de sus miembros malvados, que afligen a las sociedades presentes163 Los cuidados educativos, médicos y sociales brindados a los hijos de los criminales y descendientes de otros “degenerados morales”, le parecían un claro mal. Según Palacios: la selección regresiva, antinatural y por lo mismo de funestos resultados que origina la protección a los descendientes de los degenerados morales de toda especie, hecha con el dinero de los virtuosos y sociables, ha producido ya en algunos países que sé han adelantado al nuestro en esa tarea insensata, 161PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 285. N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 290. 163PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 285. 162PALACIOS, 62 males gravísimos, que han sido estudiados en sus detalles y conjunto por sabios europeos164 La justicia criminal y sus medios punitivos, como la cárcel y la pena de muerte, debían ser preservados, según el médico chileno, como parte de un mecanismo fundamental para que las fuerzas selectivas de la naturaleza actuasen dentro de la sociedad humana. La característica esencial de este sistema debería ser, por tanto, la idea ilustrada de la “igualdad ante la ley”, pero basada en razones biológicas y evolutivas, más que en cualquier razonamiento jurídico político. Según Palacios, la igualdad ante la ley logra “el que la selección, que llevan aparejadas la eliminación o secuestración de los inadaptados al régimen social, alcance a los ricos y poderosos”; constituyendo así un gran logro civilizador, por su alianza con la ley natural. Su corrupción impediría la eliminación de los elementos insanos e “inutiliza los esfuerzos y sacrificios, inherentes a todo proceso selectivo, sufridos por esa raza en la producción de hombres superiores, de eugénicos, agotando sin provecho la vitalidad étnica”165. La virulencia racista de Palacios señalará también hacia grupos especialmente combatidos por la eugenesia norteamericana y alemana: los asiáticos que representaban el “peligro amarillo”166, los judíos y, como ya se señaló, los negros y las razas que por su entidad sub humana podían ser utilizadas, según el autor, como “animales de labranza”167. Sobre estos grupos, en el pensamiento de Palacios, la posibilidad de su eliminación es algo deseable; por ejemplo, esperaba que algún día los negros sean eliminados de Estados Unidos y el “parásito hebreo”168, trágica visión, alentado a irse de Europa. 164PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 290. N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., p. 326. 166Para una visión de la importancia del “yelow peril”, el peligro amarillo, es de interés el trabajo de CONNELLY, M. 2006.To inherit the Earth. Imagining world population, from the yellow peril to the population bomb. Journal of Global History. 1(3): 299-319. 167PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., Tomo II, p. 89. 168PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., Tomo II, p. 138. 165PALACIOS, 63 En las más de setecientas páginas de la obra de Palacios, Francis Galton es nombrado en sólo dos oportunidades, como una autoridad para afirmar la inferioridad de los colonizadores pasivos - los latinos - y la de los negros africanos169. El adjetivo eugénico es usado en dos oportunidades, en el contexto de la antropología criminal y en el estudio sobre los japoneses y su carácter racial170. Por lo que es claro que Nicolás Palacios conocía la obra de Francis Galton o de alguno de sus seguidores, y la idea general de la eugenesia como búsqueda de un tipo ideal. El resto de los argumentos coincidentes entre la obra de Palacios y las temáticas eugénicas clásicas del siglo XX parecen más bien el reflejo de la mentalidad científica del siglo XIX, dominada por la idea de la lucha de razas, la antropología criminal italiana de Lombroso, la teoría de la degeneración de Morel y Magnan y el darwinismo social de cuño espenceriano. Lo interesante, finalmente, de los planteamientos de Palacios, es su gran creatividad para operar con el conocimiento científico racial europeo en clave específicamente chilena, produciéndose así la integración de la saga chilena a la grandilocuente épica de la lucha eterna de las razas171. 2.2.2 Las teorías de la herencia y la historiografía latinoamericana de la eugenesia Uno de los temas más discutidos en la historiografía latinoamericana sobre eugenesia es el rol jugado por las teorías de la herencia, vigentes en cada contexto nacional, en el tipo de eugenesia afianzado en cada país. Describir y definir las teorías de la herencia predominantes en cada país se ha vuelto parte de la tarea de 169PALACIOS, N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., Tomo II, p. 61 y p. 84. N. 1918. Raza Chilena, Op. Cit., Tomo I, p. 326; Tomo II, p. 75. 171Una lectura detenida y comparativa de Raza Chilena y Mein Kampf concede espacio a comparaciones nada gratuitas, dado el rol sagrado y cruel que en ambas obras tiene la naturaleza, la “reina de toda sabiduría” como la llamaba Hitler y su acción seleccionadora sobre las razas humanas, jerarquizadas en ambas obras en la civilizadora aria, la parásita hebrea y las subhumanas, los negros, chinos, eslavos, entre otras. Muy clarificador en este aspecto es el análisis de Mein Kampf como programa político y elemento de cabal comprensión del nacionalsocialismo en AMERY, C. 2002. Auschwitz, ¿Comienza el siglo XXI?, Op. Cit. 170PALACIOS, 64 los historiadores latinoamericanos de la eugenesia. La paradoja de este esfuerzo es que no pocos investigadores han terminado por coincidir en que, en el escenario latinoamericano, todas las teorías vigentes en determinado momento - Lamarck, Darwin, Weismann, Mendel, Kropotkin - eran compatibles entre sí y no pueden ser señaladas como la causa única y principal de las medidas eugénicas concretas aplicadas en cada país (más o menos coercitivas, más o menos optimistas, más deterministas o más ambientalistas). La conclusión más poderosa en este sentido, es que a partir de cada una de estas teorías era posible aplicar medidas eugénicas de amplio espectro. Por ejemplo, ni la teoría de Lamarck era esencialmente “optimista”, ni la combinación Weismann-Mendel de un “pesimismo total”. La idea de herencia biológica surgió en la primera mitad del siglo XIX, abriendo un “espacio de representaciones sucesivas donde participarían, entre otros, médicos, naturalistas, clérigos, antropólogos, filósofos, políticos, criadores de animales y reformadores sociales”172; es decir, que a todo lo anterior hay que agregar una pluralidad de voces e interlocutores que, a pesar de la profesionalización y especialización progresivas de la biología, la antropología y la medicina, se prolongará hasta la primera mitad del siglo XX. En Chile, por ejemplo, en la década de 1930 es relativamente común que en el debate público de cuestiones de herencia biológica intervengan abogados, sacerdotes, médicos, educadores y otros profesionales173. 2.2.3 Las Teorías de la herencia. Notas para la discusión. Sin otra pretensión que aportar algunas referencias para la discusión posterior, nos proponemos señalar algunas ideas básicas, a las ya mencionadas en la introducción, sobre las teorías de le herencia y, especialmente, sobre el debate en 172GARCÍA, S. 2005. Herencia biológica en el discurso de naturalistas argentino de principios del siglo XX. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI. 2005, pp. 545-562, p. 535. 173Al respecto puede consultarse el trabajo de CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941, Op. Cit. 65 torno a la apropiación del mendelismo en la región. Como señala Susana García, la primera dualidad de oposiciones entre teorías de la herencia fue la de Lamarck contra Weismann: “las conceptualizaciones de este último investigador se asociaron con un principio “duro” de herencia: la completa inhabilidad del cuerpo para influenciar en la información genética pasada a la generación siguiente, por lo que se negaba la herencia de los caracteres adquiridos por adaptación al medio”174. El plasma germinal en “stock” en un linaje, en un pueblo, en una raza o en una nación podía elevarse a “entidades inmortales y reguladoras de las estructuras y jerarquías sociales”175. Con el cambio de siglo los trabajos de Mendel fueron redescubiertos en paralelo por tres investigadores: Erich Tschesmarck (1871-1962, austríaco), Hugo de Vries (1848-1935, neerlandés) y Carl Correns (1864-1933, alemán). La teoría de Mendel aportó la posibilidad de observar experimentalmente los fenómenos de la herencia y establecer algunas dinámicas que le eran propias, como las de dominancia y recesividad. Se produjo también una natural sintonía entre las teorías de Weismann y Mendel, las que en conjunto lograron desacreditar casi definitivamente al lamarckismo, teoría que no pudo dar con evidencia científica experimental que la avalase176. Con la indiferencia del proceso hereditario frente a los factores ambientales, establecida por Weismann y la recombinación de caracteres de Mendel, la fusión de ambas teorías, resultó fundamental para la corriente más determinista del eugenismo, ya que al afirmar “la independencia de las unidades hereditarias en relación a las influencias del medio ambiente fueron fundamentales para que los eugenistas concluyeran que la hereditariedad estaría formada por características eminente asociadas al linaje biológico de los individuos y no a la vida social”177. Como ha señalado Daniel Kevles, “los entusiastas de la eugenesia se sintieron 174GARCÍA, S. 2005. Herencia biológica, Op. Cit., p. 536. S. 2005. Herencia biológica, Op. Cit., p. 549. 176GARCÍA, S. 2005. Herencia biológica, Op. Cit., p. 559. 177DE SOUZA, V. 2007. La Eugenesia de Renato Kehl y la formación de una red internacional en el periodo entre guerras. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. Políticas del cuerpo. Estrategias modernas de normalización del individuo y la sociedad. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 425-457. p. 449. 175GARCÍA, 66 indiscutiblemente estimulados por la aparición de la genética mendeliana en 1900 y su aplicación a la herencia humana”178. Uno de los principales y más equívocos efectos de la teoría mendeliana sobre los razonamientos eugénicos fue la de identificar cada característica humana, mental y física, con un carácter mendeliano heredable; una tendencia que algún crítico de la época ya calificó como “mendelismo enloquecido”179, porque hacía de cualquier rasgo físico o anímico, un carácter mendeliano heredable. En los archivos de la principal institución eugénica de Estados Unidos llegaron a confeccionarse fichas y mapas de herencia mendeliana para características como las de la profesión de modista180. El mendelismo, por otra parte se mantenía apegado a una clasificación de los caracteres macroscópicos en el cuerpo humano, comprendiéndolos de la misma manera que el color de los guisantes. Así, a través del mendelismo renació la tradición craneométrica y antropométrica del siglo XIX. De ahí la ya popularizada figura del eugenista alemán midiendo cráneos, narices, orejas y clasificando con rigor tipos y color de pelo, ojos, piel, etc., dado que el mendelismo sólo tenía en cuenta lo macrobiológico; es decir, aquello que podemos observar, ya sea un rasgo físico o una cualidad mental/psicológica que fuera pasible de registrar en una ficha o mapa mendeliano de herencia181. Al registrar una forma, un color o tamaño de un segmento corporal pensaban que accedían en forma directa a la expresión de un gen. 178KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía? Una polémica que dura cien años. Barcelona, Planeta, p. 67. 179KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía?, Op. Cit., p. 129. 180AMERICAN PHILOSOPHICAL SOCIETY, EUGENICS RECORD OFFICE. 1928. Family-tree folder: Dressmakers, 1928, <http://www.eugenicsarchive.org/html/eugenics/static/images/48.html> [consulta: 03 marzo 2015] 181VON WRIGHT, G. H. 1995. Ciencia y Razón. Una tentativa de orientación. Valparaíso, Universidad de Valparaíso, p. 90 67 2.2.4 La propuesta de “La hora de la eugenesia”. Como se ha dicho, la obra de Nancy Stepan es el hito de mayor resonancia en los estudios históricos sobre eugenesia en América Latina. Su interpretación sobre el peso de las teorías de la herencia ha sido constantemente recogida por la historiografía, marcando opinión en este sentido. Por ello, en este acápite, daremos una visión más completa de su propuesta en The hour of eugenics: race, gender and nation in Latin America de 1991182. Lo que primero establece Stepan es un clima de recepción particular para la teoría de Weismann en el contexto europeo y anglosajón. Para la historiadora, las ideas de Weismann fueron interpretadas allí conservadoramente, dado el miedo a la degeneración y el panorama de los cambios sociales provocados por la industrialización; una tendencia que la combinación teórica con Mendel sólo vendría a fortalecer183. Una de las claves de la interpretación sobre la eugenesia latinoamericana de Stepan es que esta se desarrolló en un espacio científico que sólo hasta muy tarde, al final de la década de 1920 y en la de 1930, habría prestado atención a la teoría mendeliana de la herencia. Para Stepan, dicha teoría de la herencia habría sido la predominante en Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos; mientras que la eugenesia latinoamericana se habría desarrollado según “una corriente alternativa de nociones lamarckistas de heredabilidad”184 y en un campo científico en el que además no existía, en su óptica, la capacidad de discutir la genética mendeliana de principios de siglo185. Siguiendo esta idea, Stepan identifica puntos de recepción y apropiación del mendelismo en espacios muy aislados y en momentos ya bien avanzados del siglo XX. Por ejemplo, para Stepan, el mendelismo fue introducido en Brasil hacia 1917 182Para este trabajo hemos usado la versión en lengua portuguesa STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia: Raça, Gênero e Nação na América Latina. Rio de Janeiro, Fiocruz; traducción de la obra publicada en inglés en 1991. 183STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 35. 184STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 14. 185STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 49. 68 por Carlos Teixeira, profesor de una escuela agrícola y por Gonzalo Moniz en 1925, en un libro de orientación más popular186. Según Stepan, el mendelismo se hizo fuerte en regiones agrícolas o exportadoras de animales de la región y, hasta finales de la década de 1930, su influencia sería menor o inexistente en otras áreas. La lenta recepción del mendelismo tendría su cara opuesta en el predominio de la teoría de Lamarck en la región, que Stepan explica principalmente por cuatro factores. En primer lugar, por la influencia de los saberes biomédicos franceses en la región. En segundo lugar, por una valoración de las teorías de la herencia en clave de “progreso”; es decir, una evaluación de las teorías hereditarias en relación al espacio teórico que estarían brindando al progreso social. En esa perspectiva, según Stepan, habría predominando una visión pesimista de Weismann, que para los biólogos latinoamericanos habría resultado filosóficamente “poco atrayente por implicar un determinismo que parecía dejar poco espacio a la voluntad y la acción humana en el desenvolvimiento de la sociedad”187. En contraparte, Lamarck y sus remozadas versiones de fin del siglo XIX, según la historiadora norteamericana, “aparecía, con frecuencia, matizado de expectativas optimistas y favorable a que las reformas del ambiente social produjeran un mejoramiento permanente, idea cercana a la tradición ambientalista-sanitarista que fuera moda en la región”188. Sobre la cuestión filosófica de las teorías, Stepan articula también la influencia de cierto voluntarismo político, en relación a que las nociones lamarckistas, que “justificaban la creencia de que el esfuerzo humano tenía sentido y que los mejoramientos adquiridos a lo largo de la vida de un individuo podían ser transmitidos genéticamente y que el progreso era posible”189. La extensión de la acción médica y terapéutica tendría en ambas visiones una evaluación diferente: para los pesimistas basados en la fusión teórica weismann-mendel, la acción médica generalizada tenía un efecto negativo al suspender el rigor de la selección natural darwiniana, extendiendo el ciclo de vida y las posibilidades de reproducción 186STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 81. N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 82. 188STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 82. 189STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 83. 187STEPAN, 69 de los enfermos, incapaces y disgénicos; mientras que para los optimistas basados en la teoría de Lamarck, esta permitía la redención de los linajes degenerados. En tercer lugar, las cuestiones religiosas también pesaban, según Stepan, en la recepción diferenciada de Weismann y Mendel en la región; mientras Weismann se percibía como parte de un materialismo de cuño darwinista, “el lamarckismo era visto como más compatible con nociones tradicionales de moralidad” 190. En cuarto lugar, finalmente, Stepan percibe una relación de continuidad entre las preocupaciones sanitarias e higiénicas que habían captado la atención de las elites latinoamericanas de la segunda mitad del siglo XIX, con la visión de la eugenesia en un contexto lamarckista191. Si por una parte Stepan afirma una versión lamarckista y optimista de la eugenesia latinoamericana192, no deja de afirmar la independencia de las teorías respecto a sus aplicaciones político sociales más “duras” o “blandas”. No hay esencialismo en la postura de Stepan, esto debe ser reconocido. Tampoco una indiferencia respecto del horizonte político, social y cultural en que una teoría científica prevalece sobre otra. Sin embargo, la difusión de su interpretación sobre la historia de la eugenesia en la región ha llevado hacia posiciones simplistas, que podemos reunir en las siguientes afirmaciones: toda la eugenesia latinoamericana es lamarckista. El lamarckismo es optimista, mientras que el mendelismo pesimista. La eugenesia latinoamericana es tan sólo una extensión del higienismo. Estos y otros razonamientos similares no dan cuenta - es la hipótesis de nuestro trabajo de un espacio más complejo y multidimensional, que no puede ser capturado en una única interpretación regional193. Uno de los aspectos que intenta documentar este trabajo es la recepción, apropiación y recreación particular de la eugenesia en 190STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 83. N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 85. 192Uno de los puntos de contraste entre las posiciones pesimistas-racistas anglosajonas, mendelianas y las optimistas, hereditaristas moderadas neolamarckistas se habrían dado, según Stepan, en la Primera Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de 1927 en La Habana; STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 193. 193Otros aspectos que discutiremos en su momento respecto del trabajo de Stepan es el significado y valor que asigna a las ideas de raza y género en el contexto de la eugenesia latinoamericana. 191STEPAN, 70 Chile. En este sentido ya hemos aportado hasta aquí algunos elementos diferenciadores. Por ejemplo, como ya se analizó, en la obra de Vergara Flores de 1892 y en la de Caro de 1905, el lamarckismo pudo ser interpretado en términos pesimistas de una catástrofe evolutiva y fue bastante autoritario y pesimista respecto de las posibilidades de redención biológica y moral del degenerado194. 2.3. El Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano de 19081909 como antesala eugénica. Desde el 25 de Diciembre de 1908 al 5 de Enero de 1909 se realizó en Santiago el Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano. Los trabajos de la sección V, Ciencias Médica e Higiene, fueron publicados bajo la dirección de Germán Greve en 1909. Las actas de dicha sección permiten acceder a un estado de los conocimientos biomédicos a nivel nacional y regional a fines de la primera década del siglo XX, siendo posible identificar en varios de sus trabajos un terreno fértil para la eugenesia, proporcionado por la abundantes referencias a la policía sanitaria extendiéndose en todas direcciones, a la puericultura, al mendelismo, a la atención de los enfermos mentales, a la alimentación infantil y a la estadística médica. Entre los autores que participaron en el Congreso es posible encontrar a algunos de los protagonistas del movimiento eugénico argentino de años posteriores. Es el caso del médico Víctor Delfino, uno de los dos latinoamericanos presentes en el Congreso Internacional de Eugenesia de 1912 en Londres195 -el evento que marca el inicio de un movimiento eugénico internacional-. Delfino fu el fundador de la posición similar respecto del lamarckismo y su compatibilidad tanto con las medidas “blandas” como con las “duras” es la de SCHNEIDER, W. 1990. The eugenic movement in France (1890 – 1940). En: ADAMS, M. (ed.) The Wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia. New, York, Oxford University Press, pp. 19-109. 195REGGIANI, A. 2005. La ecología institucional de la eugenesia: repensando las relaciones entre biomedicina y política en la Argentina de entreguerras. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 273-309, p. 275 194Una 71 Sociedad Eugénica de Argentina en 1918, de breve existencia hasta 1921, e impulsor de la Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social, fundada en 1932. Intervino en el congreso de Chile con el tema que le ocuparía la mayor parte de su vida y que le señala como uno de los impulsores de la eugenesia en Argentina: la lucha antialcohólica196. En su intervención señaló que el alcohol era “agua de muerte”197 y la taberna “oficina de animalidad”198, que extendía “el morbo invisible del individuo á la especie y de este á la raza”199. Como agente blastoftórico, que dañaba la formación del embrión, el alcoholismo sería uno de los tópicos eugénicas clásicos en la región durante la primera mitad del siglo XX. El panorama de las intervenciones en el Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano es, en todo caso, vasto. Junto a la presencia de Delfino y su lucha antialcohólica, destacan varios otros autores y temas que anteceden y sintonizan con la deriva eugénica posterior. Es el caso de un texto del Dr. Luis Agote200, profesor de la Facultad de Medicina de Buenos Aires y médico del Hospital Rawson, titulado “Nuevo método para fijar la herencia”. En su trabajo Agote daba cuenta a la asamblea médica de un método gráfico de círculos concéntricos que, según señalaba la propuesta, funcionaba mejor que la línea de linajes sucesivos para graficar el factor hereditario. Juzgaba Agote que “en clínica psiquiátrica y neuropática y, sobre todo, en Medicina legal, la fijación del factor herencia ofrece siempre grandísimo interés, sobre todo en estos últimos 196Según Vallejo los espacios iniciales para el discurso eugénico en Argentina fueron la dactiloscopia de Juan Vucetich, los estudios sobre clasificación del estudiantado de Víctor Mercante en la Universidad Nacional de La Plata y la lucha antialcohólica protagonizada por Víctor Delfino. Ver VALLEJO, G. La Eugenesia y sus espacios institucionales en Argentina. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, p. 145192, p. 148. La intervención de Víctor Delfino en el Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano fue “Necesidad de organizar la lucha anti alcohólica en América Latina”. 197DELFINO, V. 1910. Necesidad de organizar la lucha anti alcohólica en América Latina. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 198DELFINO, V. 1910. Necesidad de organizar, Op. Cit., p. 70. 199DELFINO, V. 1910. Necesidad de organizar, Op. Cit., p. 70. 200Agote, preocupado por las hemorragias de los hemofílicos se abocó al estudio de las técnicas de transfusión de sangre en forma indirecta, llegando a solucionar el problema en forma paralela a su solución en Europa. Fue además diputado y gestor de la primera ley argentina de protección de menores. 72 veinticinco años en que las nuevas teorías de la herencia degenerativa han tomado tanto cuerpo”201. La herencia, tanto en la clínica como en la medicina legal y en el diagnóstico social constituía muchas veces, según Agote, “la clave del problema buscado”202. La herencia, como puede verse en este caso, podía ser una zona de contacto entre argumentos surgidos de la degeneración, la criminología lombrosiana y el discurso eugénico del siglo XX. La preocupación por la estadística médica y la organización de una demografía racional, algo esencial en los intereses eugénicos posteriores, era parte del Cuarto Congreso en los trabajos del Dr. Jesús E. Monjarás y el médico chileno Ricardo Dávila Boza203. Entre las enfermedades abordadas en el congreso estaban también aquellas que pasarían de ser analizadas en el marco higiénico, al marco eugénico; como la sífilis, la tuberculosis, la lepra y el alcoholismo204. También podemos considerar en el rango de preocupación eugénica otras temáticas presentes en el Congreso, como la organización de la atención de los enfermos mentales205, la higiene escolar206 y la alimentación infantil207. Pero de todos los temas presentados en el congreso, el 201AGOTE, L. 1910. Nuevo método para fijar la herencia. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona, p. 142. 202AGOTE, L. 1910. Nuevo método, Op. Cit., p. 142. 203MONJARÁS, J. 1909. La nomenclatura internacional para enfermedades y defunciones. Los cuocientes de estadística y DÁVILA, R. 1909. Estadística Médica en Chile; ambos en: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 204Menciono como ejemplo, entre varios otros trabajos, CONI, E.1909. Profilaxis de las enfermedades venéreas en la América Latina y DÍAZ, E.1909. La tuberculosis en Chile; ambos En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 205BECA, M 1909. Estadística de la locura; organización de los enajenados; resultados. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 206VIDAL. A 1909. Enseñanza de la higiene; educación higiénica. La escuela argentina y la cruzada sanitaria. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 207COMMENTZ, A. y DEL RÍO, R. 1909. Protección a la Infancia; leche destinada á la alimentación infantil. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona. 73 debate de las ideas de la Puericultura, propuesta del médico francés Adolphe Pinard, fue el que presentó una sintonía más clara y directa con las ideas eugénicas. 2.3.1 La puericultura. Sumándose a la teoría de la degeneración y la higiene pública, una potente vía para la entrada del discurso eugénico en Latinoamérica fue la Puericultura de Adolphe Pinard (1834-1944). Si por una parte se trata de una propuesta de socialización del correcto cuidado médico del embarazo y de la primera infancia; se trata, por otra parte, de una propuesta que en el contexto de origen y a manos de su propio creador, pasó por numerosas adaptaciones que terminaron provocando, en algún punto, una plena sintonía del discurso de la puericultura con el discurso eugénico. En diversos contextos, puericultura y eugenesia, llegaron a ser sinónimos. En el contexto del Cuarto Congreso Científico chileno de 1908-1909 el texto que presenta una orientación eugénica más clara es el del médico Chileno Carlos Gutiérrez, dedicado a la puericultura. La misma definición de puericultura que da Gutiérrez difiere muy poco de otras que se dieron en adelante de eugenesia. Para Gutiérrez puericultura era la “ciencia que trata de la investigación de todos los conocimientos concernientes á la reproducción, á la conservación y á la mejoría de la especie humana”208. Esta definición de la puericultura propone dos aspectos básicos de coincidencia con la eugenesia. Por un lado está la idea de mejoría y, por lo tanto, perfeccionamiento; algo que el proyecto eugénico pondrá en acción a través de la llamada eugenesia positiva. El otro aspecto coincidente es la preocupación por la calidad de los progenitores y del acto procreativo; algo central en la eugenesia, y que la puericultura denominará puericultura profiláctica o antenatal. Según el texto 208GUTIÉRREZ, C. 1909. Breves consideraciones sobre puericultura. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona, pp. 183-188, p. 183. 74 de Gutiérrez, la puericultura antenatal se preocupaba de “los factores que intervienen en la formación del nuevo ser antes de la concepción”209; es decir, de la selección y las condiciones eugénicas que rodeaban ese acto. En el texto de Gutiérrez en el Cuarto Congreso Médico Chileno se afirma también la incidencia sobre “la especie” de las enfermedades llamadas sociales; es decir, el efecto de la degeneración con un marcado acento pesimista, que pone en duda, como hemos advertido, la adscripción fácil e inmediata de la puericultura al optimismo ambientalista asociado con el lamarckismo. Para Gutiérrez las desviaciones degeneradas: “se caracterizan principalmente porque en su transmisión hereditaria aparece la degeneración más marcada en los hijos que en los ascendientes” y el ser de la nueva generación “que recibe su germen se hace cada vez más incapaz de desempeñar el papel que le corresponde en la sociedad humana, y el desarrollo intelectual dificultado en él, será menor aun en sus descendientes”210; configurándose, en este caso, en el contexto de la puericultura, un relato pesimista, determinista y hereditarista. A nivel operativo, la puericultura y la eugenesia resultaron fuerzas coincidentes en torno a algunas de las tecnologías de intervención social por las que abogaron. Gutiérrez fue claro en señalar la necesidad de que los contrayentes de matrimonio presentasen un certificado médico en que un facultativo indicara que ninguno de ellos “ofrece ninguna tara física importante que les impida celebrar el enlace (alcoholismo, sífilis, tuberculosis, cáncer, etc.)”211. En años posteriores el certificado médico prenupcial será una de las iniciativas eugénicas más debatidas en la región, llegando incluso a alcanzar rango de ley, tanto en Chile como en Argentina, aunque siempre quedó un amplio espacio de tolerancia en su aplicación real. En Chile la puericultura tardó muy poco en alcanzar reconocimiento académico e institucional con el Instituto de Puericultura, que comenzó sus actividades en 1906 209GUTIÉRREZ, C. 1909. Breves consideraciones, Op. Cit., p. 183. C. 1909. Breves consideraciones, Op. Cit., p. 184. 211GUTIÉRREZ, C. 1909. Breves consideraciones, Op. Cit., p. 184. 210GUTIÉRREZ, 75 y que fue inaugurado oficialmente en Mayo de 1911, bajo la dirección del Dr. Alcibíades Vicencio212. El Cuarto Congreso Científico Chileno y Primero Panamericano de 1908-1909 puede señalarse, en definitiva, como la muestra del terreno científico y médico, bien abonado por la teoría de la degeneración y el higienismo, sobre el que vendría a asentarse el proyecto eugénico. Una de las características de dicho proyecto sería la de reunir en su propuesta, aspectos que se comprendían en forma relativamente separada antes de su aparición. La lucha antialcohólica, antisifilítica, antituberculosa y contra la prostitución, la higiene en diversas calificaciones y aspectos (industrial, escolar, mental, de la raza, urbana), la herencia como eje de interpretación, el efecto de la degeneración en la especie y la responsabilidad frente al acto reproductivo, el control migratorio y otras ideas afines, resultaron reunidas muchas veces bajo una misma perspectiva en los años siguientes: la eugenesia. 2.4 ¿Una eugenesia latina? ¿Una medicina chilena “prusianizada”? A partir de 1932, con la fundación de la Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social, el campo eugénico argentino estuvo dominado por la biotipología italiana, favorecida por la fuerte influencia eclesiástica católica y el imperialismo científico fascista que Gustavo Vallejo ha llamado el “eje RomaBuenos Aires”213. Bajo la directa influencia del biotipólogo italiano Nicola Pende (1880-1970) y de los médicos argentinos formados en Italia, dres. Arturo Rossi y Octavio López, la AABEMS –sigla de la institución antes mencionada-, constituyó la fuerza central y hegemónica en el campo eugénico argentino, al mismo tiempo que puso a la biotipología italiana en el centro teórico e ideológico. 212INAUGURACIÓN OFICIAL DEL INSTITUTO DE PUERICULTURA. 1911. Revista Médica de Chile. Santiago de Chile, p. 256. Vicencio era un médico vinculado a la masonería que fue también un gran promotor del Movimiento Scout en Chile. 213VALLEJO, G. 2010. Roma-Buenos Aires: un eje para el expansionismo de la biotipología y el fascismo (1922–1938). En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G (eds.). Derivas de Darwin. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 71-96. 76 Para el caso chileno, los vínculos entre eugenesia y biotipología son menos manifiestos y se presentan, preferentemente intermediados por el constitucionalismo de Ernst Kretschmer (1888-1964) y menos relacionados con la propuesta de Pende. En ese sentido, una propuesta de este trabajo es señalar que si la eugenesia argentina tiene una parte importante de su impulso y de sus referentes en la biotipología italiana, la eugenesia chilena tiene su vector principal de influencia médico científica en la biología y la medicina alemanas. A partir de este hecho básico, estimamos, se definen cualidades del campo eugénico en los dos países que resultan determinantes a la hora de la comprensión del proyecto eugénico en ellos, así como de las condiciones estructurales que deben ser tenidas en cuenta en el esfuerzo comparativo. En relación a lo anterior han sido de gran importancia para la historiografía de la eugenesia en la región los trabajos desarrollados en Argentina, especialmente por el Gabinete de Ciencias Humanas del Instituto Biotecnológico de Chascomús, en el que se desempeñan los investigadores Marisa Miranda y Gustavo Vallejo. Sin embargo, resulta problemático intentar comprender el fenómeno eugénico en Chile a partir de los categorías y fenómenos que lo determinan en Argentina214. 2.4.1 La vía chilena a la eugenesia. Cómo se señaló en un panorama de la formación médica en Chile ofrecido por Gregorio Amunátegui en 1909, la educación médica en el país había pasado por tres escuelas: la inglesa, que se había superpuesto a la tradición colonial a partir de 1832 y que tenía un fuerte carácter empírico; la francesa, que había llegado a Chile por medio de eminentes médicos de esa nacionalidad y, por último, la alemana que se había implantado en Chile por el prestigio científico de la anatomía patológica y 214Que es, a nuestro entender, el equívoco que introduce el artículo de CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941, Op. Cit. 77 la fisiología, cuyo representante de mayor fama mundial era el dr. Rudolf Virchow215. A la escuela alemana se sumaban, es importante mencionarlo, los aportes de la bacteriología de Pasteur. Es decir, que los médicos chilenos reconocían conscientemente, a inicios del siglo XX, su plena adscripción a la escuela médica alemana. La influencia alemana en materia médica resultó impulsada y respaldada, además, por algunas tendencias de larga duración en la historia republicana chilena. Determinante en múltiples aspectos de la vida nacional ha sido la colonia alemana tempranamente establecida en el sur del país, cuyos primeros colonos llegaron al país en 1849 y dieron vida a verdaderos enclaves alemanes en el territorio nacional, en ciudades como Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Puerto Varas y algunas otras localidades. Específicamente en relación a la medicina, algunos de los médicos que llegaban al país para atender las necesidades de dichas comunidades, terminaron ejerciendo la docencia en la Escuela de Medicina de la capital, como es el caso del Dr. Germán Schneider216, entre otros. Con el tiempo, algunos jóvenes nacidos en el seno de las familias alemanas se interesaron por la medicina y se trasladaron a la capital a estudiar. Por su dominio del alemán como lengua materna, estos estudiantes generalmente destacaban en el ámbito 215AMUNÁTEGUI, G. 1909. La enseñanza médica en Chile. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona, pp. 39-50, p. 47. 216El Dr. Germán Schneider nació en 1820, en Magdeburg, Alemania; obtuvo el título de médico en la Universidad de Bonn. Emigró a Chile en 1850, para atender a los colonos alemanes en la zona sur del país y algunos años después se trasladó a Santiago, donde ejerció su profesión, junto con labores académicas en la Universidad de Chile, como Profesor de Medicina. Fue el primer director de la Sociedad Médica de Chile e impulsor de la Revista Médica de Chile. Ver REYES et al. 2012. Tradición y progreso (1872-2012). [en línea] Revista Médica de Chile, 140(7). <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003498872012000700001&lng=es&nrm=iso> [consulta: 15 septiembre 2014]. 78 académico y clínico, llegando a ser importantes docentes en el desarrollo de su carrera. Es el caso, entre muchos otros, de Víctor Körner217 y Ottmar Wilhelm218. La colonia alemana del sur también fue de importancia para la llegada a Chile de una figura fundamental de la ciencia y la medicina del siglo XIX chileno. El agente colonizador que inició el proceso fue Bernardo Philippi y por su intermedio llegó a Chile, en 1851, su hermano Rodolfo. Desde una humilde posición como director del Liceo de hombres de Valdivia en 1852, en tan solo un año, Rodolfo Philippi (18081904) alcanzó una posición dominante en la escena científica nacional como Director del Museo de Historia Natural y profesor de Botánica y Zoología en la Universidad de Chile; posición que conservaría durante toda la segunda mitad del XIX, gracias a sus numeroso trabajos científicos y a expediciones de diversa índole219. Las dos cátedras mencionadas, Botánica y Zoología, fueron ejercidas desde 1853 hasta 1874 por Rodolfo Philippi; año en que lo sucedió en las cátedras su hijo Federico, que se había formado en Europa en ciencias naturales. Federico fue titular de estas cátedras hasta 1895, año en que fue sucedido por el botánico alemán Federico Johow (1859-1933)220. Por su parte, Federico Johow se mantendría en la cátedra de Botánica hasta 1925, año en que se jubiló. De tal manera que, desde 217Víctor Körner Andwanter nació en Valdivia en 1856. Después de participar en la Guerra del Pacífico se tituló de médico cirujano en 1881. Luego se formó en Alemania como Ginecólogo y desde 1892 fue titular de la cátedra de Ginecología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde ejerció docencia hasta su retiro en 1922. En el plano político fue Diputado, Senador y Alcalde. Una completa biografía puede consultarse en el repositorio digital de BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE. Reseñas biográficas parlamentarias. Víctor Korner Andwanter. [en línea] <http://historiapolitica.bcn.cl/resenas_parlamentarias/wiki/V%c3%adctor_Korner_Anwandter> [consulta: 15 septiembre 2014]. 218Ottmar Wilhelm nació en Valdivia en 1898, se tituló de médico en la Universidad de Chile en 1923 y pasó a ser profesor de la cátedra de Zoología Médica en la naciente Escuela de Medicina de la Universidad de Concepción, de la que llegó a ser Decano. 219Por su importancia, la vida y obra de Rodolfo Philippi ha sido objeto numerosos estudios. En la web de patrimonio y memoria de la Biblioteca Nacional de Chile, <www.memoriachilena.cl> se encuentran disponibles una biografía, cronología, colección de imágenes y numerosos documentos de y sobre Rodolfo Philippi. 220Parte de esta cronología de sucesiones puede consultarse CRUZ COKE, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, p. 507 y en la obra de GOTSCHLICH, B. 1910. Vida i obras de Federico Philippi. Boletín del Museo Nacional de Chile. Vol. 1, N° 1. 79 1853 hasta 1925, las cátedras fundamentales en la formación científica del médico chileno estuvieron a cargo de profesores alemanes. La influencia de los colonos, de sus hijos y de los médicos y científicos relacionados con esas comunidades en la medicina chilena se vio reforzada, al correr de la segunda mitad del siglo XIX, por tres factores. En primer lugar, por una política del Estado chileno de largo aliento, no supeditada a los gobiernos de turno, en relación a enviar médicos y educadores a perfeccionarse en Europa y, de preferencia, en Alemania. Esta política comenzó en el gobierno de Federico Errázuriz Zañartu, específicamente en el año 1874, y su principal impulsor fue el Dr. José Joaquín Aguirre, que era desde 1855 Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, de la que posteriormente fue rector. Los becados debían “asumir, a su regreso a Chile, la responsabilidad de transmitir los conocimientos adquiridos, en calidad de profesores de la Facultad de Medicina”221, por lo que la irradiación de lo aprendido en los centros europeos era directa sobre la medicina chilena. Un segundo factor, que implicó, por ejemplo, la llegada al país del ya mencionado profesor de Botánica y Zoología, Federico Johow, fue la adopción del modelo pedagógico alemán, con un vasto plan estatal para la formación de los profesores chilenos en el Instituto Pedagógico, fundado en 1889 y puesto en marcha con numerosos científicos y profesores alemanes. Los académicos alemanes contratados para formar profesores en Chile fueron fundamentales en el desarrollo de diversas áreas del conocimiento en el país y han sido objeto de numerosos estudios222. La presencia alemana en la docencia universitaria chilena sería persistente a través de las primeras décadas del siglo XX y según el investigador 221GOIC, A. 1992. Ensayo sobre la educación médica en Chile 1933–1990. Entre la autonomía y la intervención. Santiago de Chile, Editorial Universitaria, p. 10 222Un ejemplo reciente de los estudios históricos sobre los científicos alemanes que se desempeñaron el Instituto Pedagógico es el trabajo de SANHUEZA, C. 2012. El objetivo del Instituto Pedagógico no es el de formar geógrafos. Hans Steffen y la transferencia del saber geográfico alemán a Chile. 1893-1907. [en línea]. Historia, enero-junio 2012, N° 45, Vol. I, <http://revistahistoria.uc.cl/estudios/4972/> [consulta: 16 septiembre 2014], pp. 171-197. En este trabajo hay también una descripción sintética y bien documentada sobre el proceso de fundación del Instituto Pedagógico. 80 Víctor Farías “en la vida universitaria, en especial durante los años veinte y treinta (del siglo XX), prácticamente no había una sola facultad en la que no estuvieran presentes académicos alemanes, y ella era todavía más notoria en el ámbito de la formación de profesores de enseñanza básica (en la Escuela Normal) y media (en el Instituto Pedagógico, fundado precisamente por especialistas alemanes en 1889)”223. El tercer factor que contribuye a pensar la idea de una medicina chilena fuertemente relacionada con las orientaciones médico científicas alemanas es la contratación de maestros de medicina alemanes para lo docencia en el seno mismo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, como es el caso del profesor Max Westenhöfer (1871-1957). 2.5 Racismo científico: una teoría de la evolución alternativa al darwinismo surgida en Chile. Desde fines del siglo XIX, la necesidad de actualizar y desarrollar en Chile la Anatomía Patológica puso en primera línea la necesidad de encontrar un profesor específicamente en Alemania, el centro mundial de desarrollo de esa disciplina. Los médicos chilenos veían como indispensable traer a Chile un científico avezado en el método de la correlación antomo patológica; esto es, un método abocado a establecer una correlación entre los diagnósticos hechos en vida al paciente, con los indicios patológicos en los cadáveres. La base científica que avalaba este procedimiento, la patología celular, se había desarrollado en Alemania por la figura central de las ciencias médicas alemanas en el siglo XIX, el Dr. Rudolf Virchow (1821-1902). En definitiva, Max Westenhöfer llego a Chile como discípulo de Virchow. 223FARÍAS, V. 2000. Los nazis en Chile. Barcelona, Seix Barral, p. 361. 81 La Anatomía Patológica comenzó su desarrollo en Chile con Francisco Puelma Tupper (1850-1933), médico que formó parte de la primera generación en realizar estudios en Alemania con el apoyo del Estado chileno y que ejercía la cátedra de histopatología a partir de 1881. Puelma Tupper, que se había formado con Rudolf Virchow en el Hospital La Charité de Berlín, salió de la cátedra como resultado de una purga política posterior a la Guerra Civil de 1891. Uno de sus sucesores en la cátedra fue Aureliano Oyarzún (1858-1947), que se había graduado de médico en 1885 y fue enviado a Alemania, donde permaneció entre 1887 y 1891, estudiando, entre otras cátedras, con Rudolf Virchow. La cátedra de Anatomía Patológica fue asumida por Oyarzún, quien siguió cultivando la enseñanza y la práctica de la anatomía patológica bajo el modelo alemán. En el afán por llevar la práctica de la anatomía patológica a niveles de excelencia científica comparables a los de Alemania, Oyarzún chocó con innumerables inconvenientes culturales y materiales, que lo llevaron a renunciar a la cátedra en 1907. Su renuncia llevó a que el Gobierno de Chile encargara a su Ministro Plenipotenciario en Berlín, Augusto Matte, la contratación de un profesor para la cátedra vacante. Ante las consultas oficiales de Matte a las autoridades imperiales alemanas, le fue recomendado el profesor Max Westenhöfer, que en ese momento ejercía como jefe del servicio de autopsias del Hospital Moabit de Berlín, Secretario de la Sociedad Médica de Berlín y Director Redactor del órgano oficial de esta institución, el Semanario Médico de Berlín. Westenhöfer nació el 9 de Febrero de 1871 en Baviera, era hijo de un profesor de estado. Comenzó sus estudios de medicina en 1890 en la Academia Real Médico Quirúrgica Emperador Federico Guillermo, en la Academia Militar de Medicina. En 1894 leyó su tesis de doctorado en la Universidad Federico Guillermo de Berlín, que trataba sobre la destrucción de tejido cerebral producida por la Sífilis. Según relata su principal biógrafo chileno, Hugo Sievers, fue el propio Rudolf Virchow el que, atraído por el prestigio del joven médico militar, lo llamó a ocupar un puesto vacante de ayudante para su cátedra en La Charité. Con la llegada de Westenhöfer a Chile en 1908, no ocurría algo esencialmente nuevo, sino que se reafirmaba la tradición 82 germana en la enseñanza científica en general, y en la práctica de la anatomía patológica en particular. Desde que se produjo su contratación, Westenhöfer emprendió un estudio riguroso de la historia, la geografía, el clima y el sistema político chileno. En la medida en que entró en contacto con la realidad chilena, este interés se centró en lo que Sievers llamó “nuestro complejo racial”224. A su llegada a Chile, Westenhöfer fue personalmente recibido por el Presidente de la República, Pedro Montt, y por el Ministro de Instrucción Pública, Domingo Amunátegui Solar. La disertación inicial de su cátedra en Chile la realizó 31 de Marzo de 1908 y se tituló “Desarrollo histórico de la anatomía patológica y de sus métodos de enseñanza” 225. El profesor Westenhöfer, a la época con 37 años de edad, tenía gran celo por su actividad académica y promovió fuertemente la dedicación en jornada completa a la enseñanza y la investigación, lo que fue resistido por los médicos chilenos, para quienes la enseñanza en la Universidad de Chile no era sino una forma más de aumentar su prestigio frente a la clientela privada. A este panorama, se agregó una forma de enfrentamiento que afectaba el prestigio de los médicos chilenos, ya que con mayor frecuencia de lo que ellos deseaban, el riguroso protocolo de autopsia llevado adelante por Westenhöfer, en palabras de Sievers, “significaba, quiérase o no, una revisión de los diagnósticos clínicos y quirúrgicos”226. Junto a Federico Johow y Juan Noé, Max Westenhöfer fue parte de una trilogía de profesores europeos que dominaron la escena científico médica en Chile, durante la primera mitad del siglo XX. Westenhöfer saldría de Chile en 1911 en medio de una agria disputa con el profesorado médico de la Universidad de Chile. Volvió al país en 1930 para desarrollar el Instituto de Anatomía Patológica de la Junta de Beneficencia, para volver a irse en forma intempestiva debido al clima 224SIEVERS, H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957). Anales de la Universidad de Chile, 112 (4), pp. 47-93, p. 58. Sievers mismo explica que el apellido del médico alemán fue escrito aquí en Chile de diferentes maneras: Westenhofer, Westenhöffer, Westenhöfer, Westanafer, entre otras variantes. Nosotros hemos optado por Westenhöfer, que es la variante reconocida en el archivo del Instituto Iberoamericano de Berlín. 225SIEVERS, H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957), Op. Cit., p. 55. 226SIEVERS, H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957), Op. Cit., p. 61. 83 político de 1932. Regresó a Chile en 1938 como embajador cultural del Tercer Reich y, finalmente, volvió a Chile en 1948, año en que fue rescatado del panorama de aislamiento al que le tenían sometido los aliados vencedores de la II Guerra Mundial en Berlín. Max Westenhöfer falleció en Chile en 1957. A su regreso en 1948, los discípulos chilenos quisieron homenajear al maestro con la edición revisada y aumentada de su obra culmine en el campo de la evolución humana, la que había sido publicada en Berlín en 1942 y que había sido valorada en la escena científica internacional, como una visión evolutiva alternativa al darwinismo, compatible con un estatuto humano separado de los primates. El germen de esta visión evolutiva se había generado en las autopsias realizadas en Chile por el médico alemán en el periodo de 1908-1911. A las autopsias realizadas en Santiago en los Hospitales de la Beneficencia Pública, sumó Westenhöfer las realizadas en dos excursiones al territorio mapuche, ya que sus hipótesis biológico-antropológicas necesitaban de una confirmación en cadáveres de araucanos de raza pura. Por la importancia de Westenhöfer en el panorama del racismo en Chile, por la profunda impronta eugénica y racista que dejó en sus discípulos chilenos y por la magnitud científica internacional de su teoría, el apartado siguiente está dedicado a desentrañar el origen en Chile de esta propuesta de evolución humana. 2.5.1 Autopsias de araucanos de raza pura Westenhöfer expuso su programa médico científico de anatomía patológica con meridiana claridad en la conferencia inaugural de su cátedra, la que tituló “Desarrollo histórico de la anatomía patológica y de sus métodos de enseñanza”227. Expuso allí, claramente, el encargo que había recibido y las condiciones en que esperaba realizarlo. Sobre lo primero explicitó que “el Gobierno de Chile ha querido 227Fue leída el 31 de Marzo de 1908 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile y asistieron al acto el Ministro de Instrucción Pública, el Rector de la Universidad y los profesores de la Escuela de Medicina. Ver WESTENHOEFFER, M. 1908. El desarrollo histórico de la anatomía patolójica i de sus métodos de enseñanza. Anales de la Universidad de Chile, ene. 1908, pp. 875-884. 84 encargarme la enseñanza de la Anatomía Patolójica, i la instalación del Instituto de Patolojía de la Escuela de Medicina i de los laboratorios de autopsias en los hospitales de Santiago, conforme a los modelos alemanes”228; sobre lo segundo, entre otros requerimientos, aclaró que necesitaba “salas de autopsias amplias e hijiénicas”229, así como “material abundante i variado, que contando con la buena voluntad de los médicos i administradores de los hospitales espero reunir cuanto antes”230. Sobrepasando innumerables dificultades para la realización de su programa científico y pedagógico, Westenhöfer logró sentar las bases para la anatomía patológica en Chile y para los servicios de autopsias en los hospitales de la Beneficencia Pública231. En esa última labor, se fueron gestando sus observaciones en torno a ciertas particularidades morfológicas de los órganos internos en los cuerpos en que iba desarrollando su tarea. Esas observaciones le motivaron a solicitar recursos para la realización de autopsias en cadáveres de los araucanos del sur de Chile, las que le permitirían comprobar si se trataba de una característica de la raza araucana o una degeneración monstruosa producto del mestizaje. Valentín Letelier, en su calidad de rector de la Universidad de Chile, dirigió una carta al Ministro de Instrucción Pública, a finales del año 1909, por intermedio de la cual se daban los antecedentes que justificaban la expedición requerida por el profesor alemán de la Escuela de Medicina: desde que instaló su servicio de autopsias el Profesor Westenhöfer empezó a notar en los cadáveres de chilenos procedentes de las razas indígenas características morfolójicas de sumo interés científico que le han inducido a estender sus investigaciones232 228WESTENHOEFFER, M. 1908. El desarrollo histórico, Op. Cit., p. 875. M. 1908. El desarrollo histórico, Op. Cit., p. 883. 230WESTENHOEFFER, M. 1908. El desarrollo histórico, Op. Cit., p. 883. 231Por su actuación en las celebraciones del centenario republicano, por su labor como perito en el crimen de la legación alemana y por su continuo enfrentamiento con el gremio médico Westenhöfer llegó a ser una figura pública y habitual en los nacientes medios de comunicación de masas. Al respecto, la Revista Corre Vuela del 20 de Agosto de 1910 publicó una caricatura suya sosteniendo una calavera, acompañada por la siguiente copla: “Ama tan profundamente/ la ciencia y la cirugía/ que tranquilo no se siente/ sino cuando no hace sus veinte/ o treinta autopsias por día”. 232LETELIER, V. 1909. Carta dirigida al Ministro de Instrucción Pública de Chile, fechada el 18 de Diciembre de 1909. [carta mecanografiada contenida en el legado Westenhöfer del instituto Iberoamericano de Berlín]. 229WESTENHOEFFER, 85 Tales características especiales de la “jente del pueblo”, según relataba Letelier, eran una conformación especial del apéndice, que describió como la presencia de “dos i a veces tres riñones con sus respectivas pelvis” y algunos procesos morbosos “de viruelas, de tuberculosis, etc. desconocidos en los hospitales i clínicas de Europa”233. La cuestión racial era de la máxima importancia para Westenhöfer en su práctica como médico de autopsias en los hospitales de Santiago; según el mismo refirió en una publicación alemana de 1911: tratamos de constatar en cada autopsia, lo más precisamente posible, la nacionalidad y ascendencia, si netamente chileno o mezclada o netamente europea. Esto es, aparte de señales raciales físicas, especialmente importante para la cuestión de la frecuencia y la naturaleza de la tuberculosis, la sífilis, las alteraciones del aparato circulatorio y del sistema nervioso central. Para la constatación de la ascendencia nos basta el nombre del padre y de la madre del muerto y algunas características físicas234 En ese contexto racista, el argumento central de la rectoría para solicitar recursos al Ministerio era que: Después de haber acopiado en dos años de constante labor un número de preparaciones i datos que le autorizan para creer que no se trata de casos puramente escepcionales i monstruosos, el señor Westenhoffer, desea comprobar o rectificar los resultados de sus investigaciones practicando nuevas autopsias en individuos de pura raza araucana235 En términos económicos la solicitur era, en todo caso, bastante reducida; consistente en tres pasajes de ferrocarril y viáticos para tres personas, en un viaje de poco más de un mes. En términos institucionales la petición era algo más osada, solicitando al Ministro “una carta circular dirigida a los Intendentes i Gobernadores 233LETELIER, V. 1909. Carta dirigida al Ministro de Instrucción Pública, Op. Cit. H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957), Op. Cit. Traducción del autor del texto original publicado en 1911 en la Revista Berliner klinische Wochenschrif, 1911, N° 23-27. Bericht über der Tätigkeit des pahologischen Instituts der Universität Santiago de Chile in dehn Jahren1908-1909 (Informe sobre la actividad el I de A P de la Universidad de Chile en los años 1908-1909. Una contribución a la patología humana comparada) del profesor Dr. Westenhoeffer, p. 90. 235LETELIER, V. 1909. Carta dirigida al Ministro de Instrucción Pública, Op. Cit. 234SIEVERS, 86 para que le den las facilidades del caso i sobre todo para que le permitan practicar autopsias en los hospitales que visite”. El rector avalaba estas investigaciones etnográficas y antropológicas en el entendido que “redundarán en bien de la ciencia i de la medicina i en honor de la República i de la Escuela Médica”236. El proyecto de investigación morfológica y antropológica parece haber ido creciendo en importancia en la mente de Westenhöfer y repitió el viaje al verano siguiente. Los informes resultantes del primer viaje fueron publicados en los Anales de la Universidad de Chile en 1910237, mientras que el informe del segundo viaje quedó sin publicarse, al suspenderse todas las actividades de Westenhöfer en el país por su conflicto con los profesores de la Escuela de Medicina238. El equipo del primer viaje, realizado a inicios de 1910, quedó conformado por Westenhöfer, su ayudante, el médico Ernesto Prado Tagle y el fotógrafo del Instituto Pedagógico, Sr. Sebek. Westenhöfer practicó autopsias en Contulmo, a Isabel Huaiquivel Trarupil, de un año y medio, y otra en Cañete a un niño de año y medio. Luego el equipo se trasladó a Temuco, localidad en que Westenhöfer espero sin éxito la posibilidad de realizar más autopsias. Las autoridades de gobierno y religiosas locales, pusieron en contacto a los caciques mapuches con Westenhöfer, quien señaló que estos le habrían presentado “mui buena voluntad para cooperar a nuestros deseos respecto al estudio de la raza araucana i sus enfermedades” 239. 236LETELIER, V. 1909. Carta dirigida al Ministro de Instrucción Pública, Op. Cit. M. 1910. Informe sobre la escursion antropolójica i patolójica entre los indíjenas del sur de Chile. Anales de la Universidad de Chile, tomo 127, jul.-dic 1910, pp. 627-632. 238Aunque el conflicto entre Westenhöfer y los profesores de la Facultad toca diversos aspectos y se desarrolló en un lapso de años, el hecho que permitió a los profesores chilenos levantar una causa contra el médico alemán fue la publicación en un semanario alemán de un extenso artículo sobre el estado sanitario en Chile, en el que el germano comparaba la situación de los pobres del país con la miseria en África, entre otras descripciones lapidarias sobre la actitud de la iglesia, los médicos y los gobernantes respecto a la higiene pública del país. La exigencia de los médicos era que esas cuestiones había que tratarlas en el seno de la comunidad nacional. La versión en castellano del mismo artículo iba a ser parte de los Anales de la Universidad, pero en una maniobra, los médicos lograron requisar las tiras de prueba del texto ya corregido por Westenhöfer e impedir su publicación. Las tiras de prueba de la imprenta y un texto manuscrito sobre el segundo viaje antropológico de Westenhöfer se encuentran en el legado conservado en el Instituto Iberoamericano de Berlín y hemos podido consultarlas. El texto que originó el conflicto está traducido al castellano en la biografía de Hugo Sievers sobre Westenhöfer publicada en los Anales de la Universidad de Chile, por separado y como volumen especial – la llamada serie azul -, en 1958. 239WESTENHOEFFER, M. 1910. Informe sobre la escursión, Op. Cit., p. 630-631. 237WESTENHOEFFER, 87 Ante la imposibilidad de realizar más autopsias, Westenhöfer organizó una red de médicos locales que deberían enviarle a Santiago preparaciones de órganos extraídos en autopsias realizadas en la zona, previendo un sistema de pagos para las realizadas cerca del domicilio del médico, que se aumentaba al doble en las que se realizaran en lugares alejados. Los médicos comprometidos en esta red oficial de extracción y traslado de órganos a Santiago desde los cadáveres de los Mapuche, fueron los doctores Villegas de Cañete, Cid Baeza de Temuco, Günther de Valdivia, Burdach de Puerto Montt y Bruncke de Osorno240. El informe del viaje de 1910 finalizaba con el proyecto científico de realizar, con el tiempo, una comparación antropológica en todas las etnias residentes en el estado nación chileno. Aunque no se menciona explícitamente, resulta claro que la consecuencia de estos viajes sería, entre otras, la misma que la realizada en el territorio Mapuche: el establecimiento de una red de extracción de órganos para su envío a la capital, desde los cadáveres de las personas identificadas como “indios”. En palabras de Westenhöfer: sería necesario en el futuro recorrer personalmente no solo las provincias del Sur sino estender nuestros viajes hasta la Tierra del Fuego i a las Repúblicas del Norte para comparar así los resultados que se alcancen en el estudio de las diferentes tribus de la América Occidental241 Para la segunda expedición científica a la Araucanía, realizada entre Enero y Febrero de 1911, Westenhöfer decidió prescindir del servicio del fotógrafo por motivos de costos, e hizo una invitación a dos aficionados a la etnología que cumplirían las labores de fotógrafo y secretario. Así, la segunda excursión a la Araucanía quedó conformada por los médicos Max Westenhöfer, Ernesto Prado Tagle y Arturo Mardones, y los ayudantes Juan Wickenhagen y Pablo Goepfert242. Las autopsias efectuadas fueron aún más escasas que en el viaje de 1910, 240WESTENHOEFFER, M. 1910. Informe sobre la escursión, Op. Cit., p. 631. M. 1910. Informe sobre la escursión, Op. Cit., p. 631. 242Todos los datos referentes al viaje a la Araucanía de 1911 se encuentran en folios manuscritos que llevan el título “Breve reseña de la segunda escursión antropolójica i patolójica entre los indígenas del sur de Chile efectuado durante los meses de enero i febrero de 1911”, archivados en el Legado Westenhöfer en el Instituto Iberoamericano de Berlín. 241WESTENHOEFFER, 88 verificándose apenas una en Temuco. Nuevamente Westenhöfer alentó el establecimiento de una red, que en esta ocasión, además de los médicos legistas locales involucró a intendentes, jueces y gobernadores de Temuco, Villarrica, Valdivia y Osorno. A través de esa red llegaron a Santiago los órganos de un mapuche extraídos por el Dr. Schirmann de Osorno, los que, según Westenhöfer, confirmaban su hipótesis de atavismo morfológico en los mapuches. 2.5.2 Max Westenhöfer 1911-1926: de la patología comparada a una teoría de la evolución. Max Westenhöfer regresó a Alemania el año 1911, dónde se reintegró a la actividad clínica y docente, llegando a ser designado desde Mayo de 1913, profesor de los cursos del Museo Patológico del Hospital La Charité de Berlín. Tuvo una importante participación como médico militar durante la Primera Guerra Mundial y, concluido el conflicto, se integró a la burocracia sanitaria de la República de Weimar en diferentes cargos. Se jubiló de médico militar en 1929, diez años antes de lo que establecía la ley; privilegio, que según declaraba el mismo Westenhöfer “me fue otorgado para que me pudiera concretar, únicamente, a mis investigaciones que ahora se reducen a la antropología y a la patología comparada”243; en otras palabras, para que se dedicara a desarrollar la teoría de la evolución que había nacido de sus observaciones en Chile. La experiencia como médico militar le permitió a Westenhöfer comparar lo observado en Chile entre los araucanos, con observaciones en cadáveres de combatientes pertenecientes a otros grupos étnicos. Según Westenhöfer, lo que en principio se le presentó como la anomalía de una raza particular, pasó a comprenderlo como una anomalía de las razas primitivas. El relato que en 1926 hizo sobre el desarrollo de su teoría de la evolución es el siguiente: La idea primera se me presentó en Chile examinando a los indios. Creía en aquel entonces que sería más bien una cuestión única y relacionada con 243SIEVERS, H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957), Op. Cit., p. 70. 89 los indígenas, con los araucanos, pero después examinando en Europa, a mi regreso, pude comprobar que se encontraba la misma observación en todos los hombres. En la guerra mundial comprobé lo mismo en autopsias de rusos, mongoles, africanos, etc.244 Como las observaciones eran similares en los diferentes grupos étnicos, Westenhöfer concluyó que se trataba de una manifestación propia de los grupos humanos que percibía como primitivos e inferiores; es decir, que se trataba de un rasgo común en la humanidad original y en los “restos” primitivos que aun existían de ella. A través de un neologismo eufemístico, Westenhöfer agrupó sus observaciones anatómicas como una “triada progónica”, dónde progónica quiere expresar primitividad. Coincidentemente con la deriva de sus observaciones anatómicas a una teoría de la evolución humana, durante la década de 1920 Westenhöfer intervino activamente en el campo de la higiene racial y la eugenesia en diferentes publicaciones alemanas245. Las preocupaciones evolutivas y eugénicas, parecen haberse reforzado la una a la otra en el pensamiento biológico de Westenhöfer, el que desde sus inicios se basó, como hemos demostrado, en un enfoque racista. 2. 5. 3 Salzburgo 1926, el lanzamiento internacional de la teoría evolutiva de Westenhöfer. Las primeras comunicaciones de Westenhöfer acerca de la llamada “triada progónica” - conformada por el riñón lobulado, el apéndice y el bazo - en el ámbito 244PUCCI. 1926. El mono desciende del hombre y no el hombre del mono (notas tomadas especialmente para el día por el Odontólogo Pucci). El día, Montevideo, Uruguay, 11 de Diciembre de 1926. Recorte de prensa contenido en el Legado Westenhöfer, Instituto Iberoamericano de Berlín. 245La lista completa de trabajos publicados en vida por Westenhöfer se encuentra en el artículo ya citado de Sievers de 1958, publicado en Anales de la Universidad de Chile. Algunos ejemplos de la intervención de Westenḧfer en el debate eugénico y de la Higiene Racial son los textos “Los problemas de la Higiene Racial (protección de los descendientes de la Nueva Alemania)” de 1920, “Emigración desde el punto de vista eugenético (Higiene Racial)” de 1921, y su colaboración para la publicación en el Archivo de Ginecología y Eugenética sobre el certificado pre matrimonial, también de 1921. 90 alemán, datan de 1923246. Pero fue en el Congreso de Antropología de Salzburg de 1926 en que se produjo el lanzamiento internacional de su teoría; ocasión en la que su propuesta comenzó a ser conocida por un lema que tenía mucho de publicidad y que enfatizaba la pretensión de Westenhöfer de criticar y, eventualmente, destronar a Darwin. Tal lema era: “el mono desciende del hombre y no el hombre del mono”; una frase corta e impactante que hizo la delicia de periodistas y divulgadores alrededor del mundo. Junto con la astucia implícita en dar a conocer una árida teoría de la evolución que implicaba cientos de aspectos anatómicos con una corta frase sintética, estimo que la frase afirma una idea de importancia: establecer una separación y una ascendencia de la especie humana respecto del incómodo padre primate. A su modo, Westenhöfer esperaba protagonizar una peculiar rebelión simbólica contra el padre. El hombre ya no sería más el hijo del mono, sino que lo reemplazaba en el rol de padre. Por su parte el periódico estadounidense Los Angeles Times destacó la teoría de Westenhöfer como un primer paso que “podría significar un golpe terrible a los optimistas de la evolución, como H.G. Wells”247. Para el diario, la teoría de Westenhöfer se avenía mejor con una idea tradicional, como la de que “el hombre una vez fue grande y cayó” 248. La intervención de Westenhöfer en el Congreso Internacional de Antropología de Salzburgo de 1926 fue inmediatamente recogida en diversos rincones del planeta. En Chile, la Revista Médica publicó ese mismo año una crónica de la intervención de Westenḧfer en Salzburgo, la que calificaba como “una impresionante conferencia en la cual, contra la teoría de Darwin, sostiene que el hombre es la especie mamífera más antigua”249. Además, la crónica daba a conocer al público chileno el lema que resumía la teoría y que contradecía la versión de Darwin 246Su trabajo “Sobre marcas hereditarias en el hombre, especialmente sobre la triada progónica y su importancia práctica” apareció en Clínica Médica, año XIX, N° 37, 1923. Ver. SIEVERS, H. 1958. Max Westenhöfer (1871-1957), Op. Cit., p. 36. 247DARWIN PREMISE REVERSED: German Educator Believes Ape May be Man's Descendant. 1924. Los Angeles Times (1923-Current File); Jun 1, 1924. La traducción es mía. 248DARWIN PREMISE REVERSED: German Educator, Op. Cit. 249CRÓNICA 1926. Modificaciones de la Teoría de Darwin por el Prof. Westenhöfer (resumen) “el mono desciende del hombre y no el hombre del mono”. Revista Médica de Chile, pp. 763-767, p. 763. 91 popularizada en la región, la idea de que el hombre, el ser humano, era “hijo del mono”250. Aunque en años posteriores Westenhöfer agregó una serie de argumentos anatómicos y antropológicos a su teoría de la evolución, las bases quedaron expuestas en su intervención en el congreso de Salzburgo de 1926. En forma muy resumida, la teoría de Westenhöfer proponía que la especie humana era uno de los mamíferos más antiguos en aparecer sobre la faz de la tierra. Ello explicaba, por ejemplo, el riñón lobulado, una característica de los anfibios, que los monos antropoides ya no presentaban, pero que si existía en las razas primitivas/inferiores humanas. A la forma del riñón se agregaron ya en 1926 otras “evidencias” de la antigüedad del hombre, como la corva en el pie y la formación maxilar; todas pruebas que llevaron al testigo chileno en Salzburgo, a señalar que: Westenhöfer se encuentra con esto justificado para colocar (o remontar) el hombre directamente como el más antiguo mamífero, el Sprunggelenktiere, del cual los demás grupos mamíferos, con sus diversas formas del aparato dentario y de pies, etc., sólo se han derivado más tarde en diversas épocas251 Como señalamos, el impacto de la teoría de Westenhöfer fue de carácter planetario. Por ejemplo, el New York Times, recibió un cable desde Salzburgo y publicó inmediatamente la noticia de una teoría de la evolución que cuestionaba al darwinismo252. 2.5.4 El apogeo como teórico de la evolución, la caída y el regreso a Chile En las décadas siguientes Westenhöfer continuaría el desarrollo y la difusión de su teoría de la evolución a través de numerosas conferencias, como las que dio con motivo de su visita a Perú y Chile como embajador cultural del Tercer Reich y las 250Un ejemplo de esta idea es el texto de la Biblioteca Científico Filosófico Popular, titulado “El hijo del mono. Darwin y su sistema”, Buenos Aires, 1905. 251CRÓNICA 1926. Modificaciones de la Teoría de Darwin, Op. Cit., p. 767. 252SAVANT SAYS MONKEY DESCENDED FROM MAN: Westenhofer Startles Salzburg. Special Cable to THE NEW YORK TIMES. New York Times (1923-Current file); Sep 15, 1926. 92 que dio permanentemente para la Academia Médica Germano Iberoamericana253, entre otras muchas intervenciones y publicaciones que realizó sobre el tema. La versión más acabada y completa de la teoría en lengua alemana, fue publicada en 1941 con el título Der Eigenweg des Menschen254. La obra fue recibida con buenos comentarios por parte del mundo científico alemán del momento, obviamente alineado con el régimen nacionalsocialista. La obra fue traducida y editada en Chile en 1951, como un homenaje de sus discípulos al maestro que regresaba al país. Westenḧfer dedicó la obra a “Chile, mi segunda patria”255. El camino de esta teoría de la evolución, que se popularizó más tarde como la del “mono acuático”, por la conexión del riñón lobulado con las especies anfibias y de la “bipedación inicial”, por la insistencia de Westenḧfer en la temprana adopción de la posición erguida de la especie homo, hizo así un trayecto circular de encuentro con el origen de la idea. En el prólogo de la obra editada en Chile, Westenhöfer señaló que: Para mi es una gran satisfacción que la traducción de mi libro a la lengua castellana se haya efectuado en Chile, ya que las primeras observaciones que me condujeron a separarme de las ideas transformistas que reinaban en aquel entonces, las hice en 1910 en los indígenas araucanos, en tierra chilena256 El camino se había iniciado en las autopsias realizadas en los hospitales de la Beneficencia Pública de Santiago de Chile, había continuado en las expediciones a la zona Mapuche del sur de Chile y con la red de extracción y traslado de órganos de los cadáveres de los indígenas desde la zona araucana a la capital de Chile. ¿El “precio de la ciencia”, nuevamente pagado a cuenta de los indígenas/primitivos e inferiores? 253WESTENHÖFER, M. 1936. El problema del origen del hombre. Revista Médica Germano Iberoamericana, Año IX, Núm. 11/12. Conferencia pronunciada el 18 de Agosto de 1936 en la Academia Germano Iberoamericana. 254WESTENHÖFER, M. 1941-42. Der Eigenweg des Menschen. Berlin, Die Medizinische Welt W. Mannstaedt. 255WESTENHÖFER, M. 1951. El camino propio evolutivo y el origen del hombre. Santiago de Chile, Editorial Universitaria. Traducido por Edgardo Schirmer, p. III. 256WESTENHÖFER, M. 1951. El camino propio, Op. Cit., p. XI. 93 2.6 Mendel en Chile. Una revisión necesaria Según la visión de Stepan, las datas de recepción y apropiación de Mendel en la región serían bastante tardías respecto de su afianzamiento definitivo en la ciencia europea en los primeros años de siglo XX. Es lo que aparece documentado en algunos trabajos sobre el tema257, que sitúan en las décadas de 1920 y 1930, la llegada y difusión del mendelismo en la región. Algo similar se ha escrito sobre la recepción y apropiación de la genética en el contexto chileno. Según un artículo de Cruz Coke los “pioneros” de la genética animal, vegetal y médica en Chile, son el agrónomo René Cortázar Sagarminaga, con trabajos de 1947 y el mismo Ricardo Cruz Coke, con trabajos de 1959258. Sin embargo, para el caso chileno, como vamos a demostrar aquí, la llegada del mendelismo a la docencia médica tiene una de sus expresiones más rotundas en el magisterio de una de las llamadas “figuras señeras” de la medicina chilena, el Dr. Juan Noé Crevani (1877-1947). Maestro de generaciones de profesionales de la salud y figura heroica de la lucha antimalárica en el norte chileno, y, como se recordará, parte de la trilogía de maestros europeos que dominaron el panorama médico científico chileno de la primera mitad del siglo XX. Como el mismo Cruz Coke señala en su Historia de la Medicina, la docencia de Juan Noé en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile incluía una combinación de “anatomía comparada, citología, histología, mendelismo, evolución, 257Según Álvarez y García el mendelismo no habría entrado a Cuba hasta la década de 1920 y en Brasil, Stepan señala que el mendelismo habría entrado por la misma época y que sólo en 1930 la eugenesia brasileña se habría familiarizado con el mendelismo. Ver ÁLVAREZ, R. y GARCÍA, A. 1999. En busca de la raza perfecta. Eugenesia e Higiene en Cuba (1898 – 1958). Madrid, CSIC, p. 67 y STEPAN, N. Eugenics in Brazil 1917–1940. En: ADAMS, M. (ed.) The Wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia. New, York, Oxford University Press, pp. 110-152. 258Ver CRUZ-COKE, R. 1999. Historia de la genética latinoamericana en el siglo XX. [en línea] Revista Médica de Chile, 127, (12), <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003498871999001200016&lng=es&nm=is o> [consulta: 08 septiembre 2014]. La visión de la historia de la genética latinoamericana, en este trabajo, está convenientemente purgada de sus vínculos con la eugenesia y es ambiciosa y mal informada, al pretenderse no una aproximación a la historia de la genética en Latinoamérica sino “la” historia de la genética latinoamericana en el siglo XX, desconociendo la diversidad de caminos y de trayectorias profesionales por las que la genética mendeliana entró en la formación médica y biológica. 94 eugenesia y enfermedades hereditarias”259. El apartado siguiente de este trabajo estará centrado en poner de relieve una nueva visión del héroe de la lucha contra malaria; una visión desconocida hasta hoy: la de Juan Noé eugenista. Por otra parte, la llegada a Chile de Juan Noé fue, hasta cierto punto, provocada por la intempestiva salida del país en 1911 del profesor alemán Max Westenhöfer, cuyo paso inicial por Chile hemos descrito brevemente en el apartado anterior. 2.6.1 La llegada de Juan Noé a Chile. El trauma provocado por la salida espectacular de Westenhöfer de la Facultad de Medicina, llevó a centrar la búsqueda de un nuevo maestro formador en fisiología y en anatomía patológica, más allá de las fronteras alemanas, haciendo una excepción a la tendencia germanizante en las ciencias médicas chilenas en ese momento. Según consigna Westenhöfer en sus escritos personales conservados en el Instituto Iberoamericano de Berlín, habría sido el Secretario General de la Universidad de Chile, Dr. Octavio Maira260 el principal responsable de la llegada a Chile de un fisiólogo italiano, el Dr. Rosario Traina, al que se le dieron enormes facilidades para instalar su cátedra. Con sardónico humor, Westenhöfer escribió sobre el recorte de prensa de 1912 que mostraba a Traina en las amplias dependencias de un moderno laboratorio: “ojalá que venga algún día un historiador”261, queriendo indicar, podemos suponer, cuánto se le había dado a Traina y cuánto se le había negado a él. El juicio negativo del profesor saliente resultó confirmado por el desempeño mediocre de Traina en la fisiología experimental y, a pesar de todo el esfuerzo puesto en darle sustento a su labor, fue 259CRUZ COKE, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 503. L. 1922. Vidas Paralelas. Octavio Maira y Juan N. Espejo. [en línea]. Claridad, 3 (76), <http://www.claridad.uchile.cl/index.php/CLR/article/view/8236/7977> [consulta 22 septiembre 2014]. 261Por la manera injusta en que consideraba haber sido expulsado de su cátedra Westenhöfer hizo una recopilación detallada de todos los pormenores posteriores a su salida del país. El recorte de prensa específico es INSTITUTO PATOLÓGICO Y LABORATORIO DEL CÁNCER. 1912. El Mercurio, Santiago, Chile, 11 nov. Legado Westenhöfer, Instituto Iberoamericano de Berlín. 260AVELLANEDA, 95 separado del cargo docente al cabo de un año y medio de funciones. La situación de la anatomía patológica y de la fisiología parecía ir a la deriva en la Escuela de Medicina y se redoblaron los esfuerzos en las embajadas europeas para la contratación de un profesor. Fue Santiago Aldunate Bascuñán262, ministro plenipotenciario de Chile en España e Italia desde el año 1907, el que logró ratificar un contrato con Noé para ejercer la docencia en Chile y así, según se recordará en tono de homenaje en la década de 1930, “nos lo conquistó para Chile”263 en el año 1912. Provisto de solventes créditos científicos, masón como muchos de los médicos de la Facultad y un hombre hábil en el espacio público, la figura de Juan Noé fue bien recibida y, tras los primeros tanteos de la comunidad médica, provista todos los medios posibles y del reconocimiento de la autoridad académica y científica. Unas notas biográficas básicas sobre Juan Noé señalan que nació en Pavía, Italia, en 1877, alcanzó el grado de Bachiller en Ciencias naturales en 1898 y se recibió de médico en 1902 en la Universidad de Roma. Miembro de la Masonería desde 1911, llegó a Chile en 1912 y en 1913 dio comienzo a sus actividades académicas, falleciendo en el país, en su laboratorio, en 1947264. 2.6.2 El mendelismo y eugenesia en el programa científico docente de Juan Noé. El programa científico y docente de Noé, al momento de su llegada al país, fue expuesto en su cátedra inaugural en la docencia en la Universidad de Chile y en los 262Una breve biografía del diplomático puede consultarse en BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE. Reseñas biográficas parlamentarias. Santiago Aldunate Bascuñán <http://historiapolitica.bcn.cl/resenas_parlamentarias/wiki/Santiago_Aldunate_Bascu%c3%b1%c3% a1n> [consulta: 03 marzo 2015] 263En 1932, el profesor Juan Noé fue recibido como miembro honorario de la Sociedad Médica de Chile y en aquella ocasión el orador de turno señalaba que, en 1912, “un ministro inteligente, don Santiago Aldunate, nos los conquistó para Chile”, RECEPCIÓN DE LOS PROFS. ALEJANDRO LISPCHÜTZ Y JUAN NOÉ como miembros honorarios. 1932. Boletín de la Sociedad Médica de Santiago. Revista Médica de Chile, pp. 475-482. 264CRUZ COKE, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 503. 96 Apuntes de Zoología Médica que los estudiantes de su cátedra editaron e imprimieron al finalizar su primer año de docencia en Chile en 1913, y que fueron actualizados con un segundo tomo en 1917. La perspectiva laica y masónica de Noé era parte fundamental de su propuesta científica y desde el principio aclaró a la comunidad médica que consideraba que ante el desafío del autoconocimiento, la mente humana se halló en el siglo XIX “libre definitivamente de la escolástica y de la dogmática”265. Si bien no dejaba de reconocer que la evolución era un problema filosófico presente en el pensamiento humano desde los filósofos jónicos y eleáticos en adelante, era muy claro en señalar que “desde Aristóteles en adelante, el evolucionismo no hizo ningún progreso”266 y que incluso Lamarck y Darwin habían enfrentado el problema con más intuición que empirismo. El hecho fundamental para la teoría de la evolución lo había terminado por dar, según Noé, uno de los re descubridores de Mendel, el científico Hugo de Vries, para quien “el orijen de la especie es un tema de estudio experimental” y “la solución del problema fundamental de la evolución, la variación, queda así encargada al esperimento”267. La crisis biológica del siglo XIX a la que aludía el título de su lección inaugural era de las vías de indagación evolutiva que habían primado en la segunda mitad del siglo XIX - la paleontología, la embriología, la morfología histórica -, y que debían ceder el paso a la ciencias experimentales de la herencia. Según dirá en su conferencia “en la variabilidad i en la herencia, es sobre aquellas propiedades del viviente donde la ciencia debe dirijir sus investigaciones”268. Fuera de toda duda, Noé se proponía enseñar la genética mendeliana a los futuros médicos, a partir de su primer curso en 1913. Para él, de la crisis de fines del siglo XIX la biología salía fortalecida, entre otros factores, debido al mendelismo, teoría que consideraba sería la protagonista de “un capítulo grandioso de la 265NOÉ, J. 1913. La crisis biológica del siglo XIX. Revista Médica de Chile, pp. 5-23, p. 5. J. 1913. La crisis biológica, Op. Cit., p. 7. 267NOÉ, J. 1913. La crisis biológica, Op. Cit., p. 9. 268NOÉ, J. 1913. La crisis biológica, Op. Cit., p. 15. 266NOÉ, 97 biolojía”269. Por el camino del mendelismo, según Noé, se abrían posibilidades clínicas y diagnósticas, que eran las mismas en las que estaba interesada la eugenesia270. La crisis de la biología y del evolucionismo del siglo XIX tenía su redención y progreso, señalaba Noé, en el mendelismo. Noé cumplió con rigor y excelencia su tarea docente, haciendo gala de una exquisita retórica en sus disertaciones biológicas. Al final de su primer año de clases, los apuntes de la clase de zoología médica, compilados y editados por sus estudiantes, tenían más de 350 páginas y constituyen una fuente de acceso directo a los temas de su docencia. En los apuntes de Zoología Médica de las clases del profesor Noé, la cuestión evolutiva y biológica tiene un lugar central. Darwin y su teoría se ven como un “un verdadero soplo nuevo para las Ciencias Naturales, para la Medicina i aun para los estudios lejistaltivos”271, que sin embargo, no aportaba mayores definiciones experimentales en torno al nacimiento de nuevas especies, sino más bien en torno a su desaparición. Para Noé, Darwin era como Hamlet, destruía pero no creaba 272. A partir de los problemas del darwinismo Noé se internó en una discusión bien informada sobre las teorías de Lamarck, Naegeli, Weismann y el mutacionismo de De Vries. En el caso de Weismann, una figura clave para comprender el pesimismo antropológico y el determinismo biológico de fines del siglo XIX y de principios del siglo XX, Noé era muy claro: las características del Somatoplasma y el Jerminoplasma, según los llamaba el profesor italiano; el soma y el plasma, que eran las bases de la teoría de Weismann, se estudian “bajo la influencia de las 269NOÉ, J. 1913. La crisis biológica, Op. Cit., p. 21. Noé “muchos problemas ligan la patolojía a la teoría de la descendencia. El principal de todos es el capítulo de la descendencia orgánica, que es el núcleo central del evolucionismo i al mismo tiempo de la patolojía” y señalará también que “hoy hemos visto servir el análisis de los fenómenos mendelianos al estudio de algunas enfermedades” NOÉ, J. 1913. La crisis biológica, Op. Cit., p. 2122. Los contenidos de la eugenesia, después de la Segunda Guerra Mundial pasarían a conformar la genética, en una transición de temas, métodos, preocupaciones, cátedras, revistas, subvenciones, profesionales, hoy convenientemente olvidada. 271NOÉ, J. 1913. Apuntes de Zoolojía Médica. Tomados en clases del Profesor Juan Noé. Santiago de Chile. Imprenta y encuadernación Filadelfia, p. 25. 272NOÉ, J. 1913. Apuntes de Zoolojía, Op. Cit., p. 80. 270Para 98 leyes de Mendel”273. Es decir, que la concepción biológica de Noé, se orientaba claramente en el sentido del determinismo biológico pesimista, que se articuló en torno a la fusión de las teorías de Weismann y el redescubierto Mendel. Según Noé “las leyes de Mendel dan, pues, gran apoyo, gran importancia a la teoría de Weismann”; concluyendo que “estas leyes de Mendel tienen gran importancia para el estudio de las variedades i razas”274. Lo que finalmente ha de quedar establecido por la revisión de los Apuntes de Zoología Médica de las clases del Profesor Noé, es que una explicación consistente del mendelismo, anclada en el pesimismo biológico de Weismann, ya estaba puesta en juego en la formación médica chilena a partir de 1913. Mendel estaba entre nosotros, mucho antes y de manera mucho más contundente que lo que la interpretación hegemónica de la historiadora Nancy Stepan y sus seguidores han pretendido establecer. Las bases biológicas del pensamiento de Noé eran de tal modo afines al horizonte eugénico, mendeliano y pesimista, que en años posteriores Noé se transformaría en defensor del enfoque eugénico y de las medidas más duras y coercitivas de la eugenesia llamada anglosajona y negativa, como la esterilización eugénica. En el marco temporal que ahora nos convoca, cabe señalar que en un segundo tomo de los Apuntes de Zoolojía Médica, publicado en 1917, ya hay menciones directas, en el campo de la herencia, a Francis Galton, el llamado padre de la eugenesia. El sólo título de un capítulo es definitivo: “Herencia y sus leyes, Ley de Galton”275. La ley de Galton trataba, según Noé, “sobre la participación, sobre la contribución de los ascendientes al patrimonio hereditario”276. Si en Nicolás Palacios la eugenesia era un adjetivo, escasamente presente, para ciertos grupos o ejemplares humanos; con el inicio de la docencia de Noé en Chile en 1913, se 273NOÉ, J. 1913. Apuntes de Zoolojía, Op. Cit., p. 85. J. 1913. Apuntes de Zoolojía, Op. Cit., p. 93 275NOÉ, J. 1917. Apuntes de Zoología Médica. Según las clases del Prof. Dr. Juan Noé. Tomo Segundo. Santiago de Chile. Imprenta y Litografía Selecta, p. 29. 276NOÉ, J. 1917. Apuntes de Zoología Médica, Op. Cit., p. 29. 274NOÉ, 99 establecieron las bases de un mendelismo, asociado con la teoría de Weismann y en clara sintonía con el horizonte eugénico277. En 1926, como veremos con detalle más adelante, Juan Noé ya era el defensor público de un discurso eugénico bien articulado en los argumentos y ejemplos que pueden considerarse “clásicos” o “canónicos”, por su presencia en cientos de escritos de discusión de la eugenesia en el siglo XX. Los Apuntes de Herencia, que los estudiantes tomaron de las cátedras de Noé en la década de 1930 y que analizaremos más adelante, estaban claramente marcados por los problemas de la herencia mendeliana y la eugenesia. 2.7 Herencia, eugenesia y genética en Argentina y Chile a principios del siglo XX. Como hemos señalado, el lamarckismo fue esencial para una visión optimista de la eugenesia latinoamericana, ya que a través de él se ha justificado la entrada a la región del vasto programa de mejoras ambientales eugenésicas. Por su parte, el efecto de la mutua reafirmación entre las teorías de Weismann y Mendel, facilitó las lecturas deterministas y pesimistas biológicas. El contexto de recepción y apropiación de estas y otras teorías, resulta esencial para la correcta comprensión del campo eugénico, ya que la definición de lo heredable y su mecanismo, como ha señalado Cecchetto, constituían para la eugenesia la “piedra de toque de su 277Ya sea por impulso de Noé o por su propio derrotero médico científico, otros médicos incorporaron las teorías de la herencia a sus perspectivas docentes y clínicas en forma bastante temprana dentro del siglo XX, por ejemplo el Dr. Lucas Sierra, maestro de la cirugía chilena, en su lección inaugural de la Cátedra de Clínica Quirúrgica de 1917, advertía a los estudiantes que el médico moderno “convencido, en realidad, de que cada una de las células que componen la armónica república celular de nuestro organismo, reproduce los defectos o las cualidades de los millares de antepasados de que procedemos, ha ido en los estudios de la herencia hasta sorprender secretos que parecían inviolables. Al espíritu germinativo de Aristóteles, que negaba a la mujer todo aporte material en la generación, sustituyó la enseñanza de Boerhaave y de Graf, y se ha remontado con Darwin, Weismann, Wallace, Mendel y autores más recientes hasta las secreciones internas del cuerpo lúteo, el estudio de las vitaminas, poder secretorio del plexo coroideo y demás filigranas de la medicina”. Ver SIERRA, L. 1917. Lección Inaugural de la Cátedra de Clínica Quirúrgica de la Universidad de Chile. Las grandes figuras de la medicina. Revista Médica de Chile. p. 110. 100 andamiaje teórico y, al mismo tiempo, soporte de sus diagnósticos y remedios sociales elaborados sobre bases biológicas”278. Cómo el apartado anterior dejó establecido, la apropiación de Mendel en el contexto médico chileno puede datarse con un comienzo en 1913 en la docencia de Juan Noé, con un rol central en currículum del médico y en relación fluida con la eugenesia. En el caso Argentino, el mismo Sergio Cecchetto documentó la aparición en 1886 de un texto titulado “Las Leyes de la Herencia” del doctor Alfredo Birabén, en que, en el sentido contrario de la tendencia del periodo, las cuestiones sobre herencia se encuadraban en “un campo de aplicación preciso, científico, haciendo a un lado las extrapolaciones sociales y las propuestas regenerativas o mejorativas en boga”279. El trabajo de Biraben, sin embargo, no tuvo mayor repercusión ni desarrollos posteriores. La figura realmente esencial en la crónica de la recepción del mendelismo en Argentina es Ángel Gallardo (1867-1934), que inició sus estudios en el área de la ingeniería y se formó como biólogo en La Sorbonne, a finales del siglo XIX y principios del XX280. En el ambiente francés, Gallardo fue testigo del redescubrimiento de la genética mendeliana y un interlocutor científico de importancia en ese campo, gracias a su formación matemática y biológica. Gallardo trabó relaciones científicas con Hugo de Vries y se enteró del redescubrimiento de Mendel incluso antes de la conferencia de éste en la Sociedad Botánica Alemana del 24 de marzo de 1900, gracias al diálogo epistolar que mantenían. En su desarrollo científico Gallardo se volvió un partidario de la causa mendeliana, al mismo tiempo que entró en contacto con la escuela biométrica inglesa de Galton y Pearson, que alentaba la eugenesia. 278CECCHETTO, S. 2007. La naciente genética y el movimiento eugenésico argentino. Ludus Vitalis, XV(2):119-139, p. 119-120. 279CECCHETTO, S. 2007. La naciente genética, Op. Cit., p. 120. 280Un interesante esbozo biográfico sobre Gallardo puede encontrarse en el mismo texto de Cecchetto que venimos citando, CECHETTO, S. 2007. La naciente genética, Op. Cit. Entre otros cargos de importancia nacional, Gallardo fue Rector de la Universidad de Buenos Aires y Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina. 101 Aunque fue una figura de importancia en la política argentina del primer tercio del siglo XX en Argentina, Gallardo se mantuvo alejado de la discusión eugénica, porque pensaba que esta discurría por un carril jurídico, cuya base científica y biológica consideraba rudimentaria. La conclusión de Cecchetto al respecto, es que en las primeras décadas del siglo XX “la visión puramente científica y el medio ambiente ideológico que volvía permisible pensar en remedios societarios drásticos corrieron durante este periodo del país por carriles separados”281; es decir que, según Cecchetto, al contrario de lo que ocurrió en Chile, en Argentina, el científico no tenía mayor interlocución en el campo eugénico. Mientras que en Chile el panorama de acción de las ciencias era relativamente limitado y dentro de él, por vocación, por producción, por estatuto material y por intención el médico es uno de los principales actores del rol general del “científico”; para Argentina parece adecuado describir un campo de acción del científico menos dispuesto para entrar en diálogo con abogados, educadores y sociólogos. Cronológicamente la siguiente figura de importancia en la genética mendeliana en Argentina fue el profesor Miguel Fernández (1883-1950). Formado en Alemania, pasó a integrarse a la planta docente de la Universidad Nacional de La Plata, institución en la que impartió desde 1915, un curso titulado “herencia experimental, eugenesia y biometría”, que para Cecchetto es “sin dudas el primero de esta índole en el ámbito universitario sudamericano”282. El curso da cuenta de una institucionalización clara en la docencia de la herencia mendeliana y la eugenesia en Argentina; algo similar a la impresión que dejan los Apuntes de Zoología Médica de Noé de 1913. El curso de Fernández se mantuvo activo en la Universidad de La Plata hasta 1923 y luego los prosiguió en la Universidad de Córdoba entre aquel año y 1943. Algunos científicos formados con Fernández lograron posiciones de gran prestigio en la genética latinoamericana, como Salomón Horovitz, que recibió la Medalla Agrícola Interamericana en 1964283. 281CECCHETTO, S. 2007. La naciente genética, Op. Cit., p. 125. S. 2007. La naciente genética, Op. Cit., p. 126. 283CECCHETTO, S. 2007. La naciente genética, Op. Cit., p. 126. 282CECCHETTO, 102 Para Cecchetto, en todo caso, de la actividad de Gallardo, Fernández y sus discípulos y de una serie de instituciones académicas y gubernamentales que se mantuvieron activas en torno al campo de la genética desde fines de la década de 1930284, no puede derivarse un asentamiento cabal del mendelismo en la cultura académica, ni en el campo eugénico argentino; el que habría discurrido, para Cecchetto y otros autores, en medio de un profundo eclecticismo que se daba margen para integrar al discurso eugénico las más variadas influencias: evolucionismo darwiniano, darwinismo social, Spencer y la lucha por la vida, decadentismo, degeneracionismo, racismo, anti modernismo, determinismo y ambientalismo lamarckista285. En relación a nuestro trabajo y a la comparación binacional, dos puntos nos parecen de interés. En primer lugar, postulamos una valoración diferente del eclecticismo que caracteriza al campo eugénico en ambos países, sobre el que se ha tendido a instalar la imagen de un conocimiento erróneo, indeciso, corruptor de las ideas originales. Para nosotros este proceso puede comprenderse mejor como la génesis de un conocimiento flexible, en el que tienen poca o nula importancia las barrares de las comunidades científicas nacionales europeas, y el debate de ideas se plantea como un campo de negociación y soluciones de compromiso entre corrientes y planteamientos teóricos diversos. Más que una forma corrupta de conocimiento, propongo la idea de la construcción creativa en Latinoamérica de un conocimiento otro, científico y al mismo tiempo flexible, negociado y diverso. Para nosotros, las formas de conocimiento generadas en Latinoamérica tomando como base la circulación de ideas originadas en otras regiones, se nos presenta como un 284Por ejemplo el Instituto Fitotécnico de Santa Catalina fundado en 1929, la cátedras de Citología y Genética en la Universidad de Buenos Aires, que comenzó en 1938 y la cátedra similar de la Universidad Nacional de Cuyo que comenzó en 1940. Ver CECHETTO, S. 2007. La naciente genética, Op. Cit., p. 127. 285Una opinión idéntica sobre el campo eugénico argentino es la que expone GARCÍA, S. 2005. Herencia biológica en el discurso de naturalistas argentino de principios del siglo XX, Op. Cit. Laura Suárez ha señalado para el caso mexicano que la mezcla de autores en el campo eugénico se debía a un craso desconocimiento; ver SUÁREZ, L. 2013. Eugenesia, selección y migración en México. En: Ruiz, R; PUIG SEMPER, M. A. y ZAMUDIO, G. (eds.). Darwinismo, Biología y Sociedad. Madrid: UNAM/Doce Calles, 2013, pp. 253–267, p. 266. 103 proceso caleidoscópico, en el que se crean formas nuevas a partir de los contextos locales, dentro de las cuáles es posible seguir reconociendo las ideas originadas en otros contextos. En segundo lugar, destaca la filiación profunda de la medicina chilena con la ciencia alemana. En ese contexto, la recepción de Mendel en Chile es temprana, se intersecta con el constitucionalismo de kretschmer y creó, estimamos, un espacio científico y discursivo mucho más receptivo para la Rassenhygiene - la higiene racial alemana - y para la eugenesia seleccionadora norteamericana. La eugenesia Argentina se habría mantenido ligada de manera mucho más firme a la criminología ítalo-francesa, a la puericultura, a la higiene mental y, a partir de la década de 1930, a la biotipología italiana; tendencia esta última, que en Chile fue marginal. Otro aspecto que destaca en esta comparación entre el proyecto eugénico argentino y el chileno en las primeras décadas del siglo XX es la radicalidad del fenómeno migratorio en el país atlántico. Si bien la migración latina, el “rebote de deshechos” que llegaban a Chile desde Buenos Aires, según Nicolás Palacios, dio origen a una obra fundamental de la literatura racista chilena, el debate sobre la inmigración fue intermitente y secundario a otros que se visualizaban de mayor importancia en Chile; como la degeneración de la raza, la aptitud, la inteligencia, la mortalidad infantil abismante, entre otros. En Argentina, según Sergio Cecchetto y Marcela Nari286 y otros, sólo cuando se agotó el impulso por hacer inspección sobre los barcos, se pasó a hacer inspección sobre las cunas, un tránsito que sitúan aproximadamente desde 1920 en adelante. En Chile no existe ningún movimiento comparable al impacto de la inmigración en Argentina, de tal modo que la mirada estuvo siempre sobre la cuna del conventillo y las condiciones locales de nuestra cuestión social. En términos generales, la misma “barahúnda teórica” instalada en la discusión sobre la herencia, como la llama Cecchetto, tendió a reflejarse en el espectro político, posibilitando un fenómeno identificable en los dos países que abarca este 286NARI, M. 2004. Políticas de Maternidad y Maternalismo Político. Buenos Aires, 1890-1940. Buenos Aires, Biblos. 104 estudio: el refugio en la eugenesia de muchos sectores de opinión política, médica y científica, y de los partidarios de medidas ambientales que comenzaron a apellidarse eugénicas (educación eugénica, habitación eugénica, lactancia eugénica, etc.), de los organicistas sociales, de muchos intelectuales proclives al socialismo, así como de los conservadores y racistas más decididos. Más aun, en ambos contextos nacionales, los eugenistas se sentían, y en algunos casos eran, parte de una vanguardia progresista en lo social. En resumen, el mendelismo ya formaba parte de algunos programas docentes y científicos en Argentina y Chile, con seguridad, hacia 1915. Sin embargo, en el caso Argentino, el mendelismo parece haber quedado mucho más acotado a su aplicación fitotécnica y veterinaria, mientras el campo eugénico en ese país seguía apegado a la degeneración, el lamarckismo ambientalista, la criminología positiva italiana, la puericultura y, hacia la década de 1930, a la biotipología. El proyecto eugénico chileno, sin una especial preocupación por la inmigración, a diferencia de Argentina, miró siempre y en forma casi exclusiva hacia el fenómeno hereditario en los sectores pobres, que los expertos veían degenerar ante sus ojos. Si bien Chile no escapó - en éste y otros ámbitos - a la tendencia a una apropiación creativa de fragmentos teóricos diversos surgidos en Europa, en un discurso que los unificaba, parece haber habido un espacio mayor para el determinismo constitucionalista, el mendelismo y la higiene racial287. 2.8 Varia eugénica, camino a la irrupción de 1917. Entre el hito que significa la docencia de Juan Noé, como promoción directa del mendelismo y la eugenesia en la docencia médica chilena, y la irrupción definitiva del proyecto eugénico en el espacio público hacia fines de la década de 1910; la eugenesia mantuvo presencia en el ambiente médico chileno a través de un 287En este plano difiero también de Cecchetto con la idea de que el mendelismo fue rechazado en Argentina por su fatalismo y pesimismo. Como ya se ha dicho el lamarckismo no era tampoco esencialmente optimista ni estimo posible, en general, atribuir un sentido único en términos políticos, éticos o de creación de relato (optimismo o pesimismo, por ejemplo) a una teoría científica. 105 conjunto diverso de temas que continuaron las insinuaciones eugénicas del Congreso de 1908: la puericultura, el binomio madre-hijo, el certificado prematrimonial y algunas noticias que llegaban desde Europa. 2.8.1 Eugenesia y religión: noticias desde el XVII° Congreso Internacional de Medicina de Londres. Durante 1914 la Revista Médica de Chile publicó las crónicas que enviaba desde Europa el médico chileno Lucas Sierra, uno de los maestros de la cirugía chilena, que con los años se volvería ferviente eugenista, llegando a traducir para el público chileno en 1923, un obra de eugenesia de trascendencia global: The Revolt Against Civilization: The Menace of the Under Man de Theodore Lothrop Stoddard288 de 1922. Dentro de sus actividades europeas, el Dr. Sierra envío a Chile una crónica del XVII°Congreso Internacional de Medicina celebrado en Londres en Agosto de 1913. Cómo es sabido, la celebración del Primer Congreso Internacional de Eugenesia había ocurrido en Londres en 1912 y la influencia de Francis Galton y Karl Pearson en el campo de la biometría, la herencia y la eugenesia eran poderosas en el ambiente cultural y científico inglés. Las noticias de Sierra sobre las palabras de clausura del Congreso Internacional de Medicina de 1913, provienen de la transcripción del discurso de una autoridad religiosa, el Deán de la Catedral de Saint Paul y dan cuenta de uno de los primeros atisbos de lo que sería una tradición del pensamiento eugénico del siglo XX: las paradójicas relaciones entre eugenesia y religión. En tanto obra de re-creación humana, como señala Anne Carol, el eugenismo puede considerarse por definición un proyecto impío. Sin embargo, el fundador de la eugenesia, Sir Francis Galton, que tenía una vena anticlerical que le había llevado a demostrar estadísticamente la ineficacia de las plegarias; tenía también una vena 288Ver la nota 50 para una breve explicación de la importancia de este texto en el lenguaje eugénico internacional. 106 utópica de reforma humanitaria, que le llevó a declarar en diferentes oportunidades que la eugenesia no sólo debía significar una forma diferente de entender los sentimientos humanitarios, sino que debía llegar a ser el reemplazo natural de la religión289. La eugenesia podía ser vista, alternativamente, como una propuesta científica contraria al humanitarismo “mal entendido” de las religiones, como solían escribir los propagandistas eugénicos más radicales, o como una nueva religión, la religión del futuro290. A través de esta última manera de pensar se profundizaba una tendencia que se venía desarrollando con fuerza: la paradójica reunión del médico y del sacerdote, en la figura del eugenista291. El mismo Galton llegó a prever que en algún momento se plantearía “una Jehad o Guerra Santa contra las costumbres y los prejuicios que estropean las cualidades físicas y morales de nuestra raza”292, y Leonard Darwin, al inaugurar el Primer Congreso Internacional de Eugenesia de 1912, propuso que esta debía considerarse “un sustituto de la religión” y una “búsqueda del Grial”293. A su vez, cuando el primer periodo de enfrentamiento pudo ser superado, Jesús y el cristianismo fueron propuestos como parte de una proceso eugénico294. En el largo plazo, la visión religiosa de la eugenesia dio pie a que los procesos eugénicos fueran vistos como acciones cargadas de tintes mistificantes; concretamente, como una forma superior de misericordia y de caridad. Así, la 289LA VERGATA, A. 2013. Eugenesia y utopía. En: Ruiz, R; PUIG SEMPER, M. A. y ZAMUDIO, G. (Eds). Darwinismo, Biología y Sociedad. Madrid: UNAM/Doce Calles, pp. 235-251, p. 236. 290Una nota alternativa en este contexto la constituye el pensamiento del anarquista ruso Piotr. Kropotkin, cuyo programa intelectual de la primera década del siglo XX consistió en ofrecer una base de fundamento ético diferente a las propuestas del individualismo nietzscheano y el cristianismo, con base en la biología. Ver GIRON, A. 2013. Segando la hierba bajo los pies del cristianismo: darwinismo y religión en Piotr Kropotkin. Darwinismo, Biología y Sociedad. En: Ruiz, R; PUIG SEMPER, M. A. y ZAMUDIO, G. (Eds). Darwinismo, Biología y Sociedad. Madrid: UNAM/Doce Calles, pp. 193-209. 291CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 254. 292LA VERGATA, A. 2013. Eugenesia y utopía, Op. Cit., p. 237. 293LA VERGATA, A. 2013. Eugenesia y utopía, Op. Cit., p. 237. 294Se propuso en un medio de prensa de Estados Unidos que el mismo Cristo era parte de un proceso de selección religiosa y moral, y que sus enseñanzas, en el lenguaje eugénico, podían ser traducidas del siguiente modo: “haz a los nacidos y a los que no han nacido todavía lo que quisieras que los nacidos y los no nacidos todavía te hicieran a ti” LA VERGATA, A. 2013. Eugenesia y utopía, Op. Cit., p. 237. En el contexto de la tradición V̈lkisch alemana la idea de un “Cristo ario” tuvo singular éxito, como se describe en NOLL, R. 2002. El Cristo Ario. Barcelona: Ediciones B. 107 extinción de razas inferiores y su reemplazo por las superiores, y el sufrimiento que se evitaba al impedir el nacimiento de un “tarado” o al asesinarlo, siguiendo el ejemplo espartano, fueron entendidos como una actitud piadosa e idealista; en definitiva, religiosa, como pone en evidencia el “idealismo ingenuo” que profesaba alguna parte del personal religioso y médico, encargado de las acciones de eutanasia durante el nacionalsocialismo295. Volviendo al Deán de la Catedral, según la transcripción que Sierra dio del discurso en la Revista Médica, el médico podía mantener vivo a un cliente con “dudosa ventaja para la colectividad”296 y de ello se podría derivar la “enfermedad del cuerpo político”297. Para el clérigo, la esperanza en el progreso social sólo podía darse en la medida en que, a través de la ciencia, se lograse que: “el término medio de salud, fuerza y hermosura del pueblo hayan aumentado considerablemente i cuando los crímenes y vicios que hoy surjen como almacenados en algún reservorio sean comparativamente raros”298. Aunque no la menciona, resulta claro que el Deán de Saint Paul pensaba en la eugenesia, la ciencia preocupada por el aumento de las medias estadísticas de calidad de una población. Para el clérigo, la ciencia que podía realizar tan magnos avances, no era mera obra humana: “la ciencia que realiza estos progresos es una revelación divina que debe ser usada”299. Las declaraciones finales del Deán, resultan impactantes por la propuesta eugénica precisamente definida en torno a ideas fuerza como la búsqueda de la raza perfecta, la voluntad de intervenir médicamente a la sociedad y la idea de que el humanitarismo es una actitud equivocada y maligna: la raza humana es actualmente una simple caricatura de lo que podrá ser en un futuro no lejano si se deja seguir a la ciencia un camino sin las interrupciones de una falsa bondad de humanitarismo, que no es bondadosa sino para ser cruel (anti viviseccionistas). El perfeccionamiento 295PLATEN-HALLERMUND, A. 2007. Exterminio de enfermos mentales en la Alemania nazi. Buenos Aires, Nueva Visión. 296SIERRA, L. 1914. Resumen de algunos trabajos presentados al XVII° Congreso Internacional de Medicina celebrado en Londres en Agosto de 1913. Revista Médica de Chile. SIERRA, pp. 1-26, p. 23 297SIERRA, L. 1914. Resumen de algunos trabajos, Op. Cit., p. 23. 298SIERRA, L. 1914. Resumen de algunos trabajos, Op. Cit., p. 24. 299SIERRA, L. 1914. Resumen de algunos trabajos, Op. Cit., p. 24. 108 intelectual i moral será tan grande como el físico; la raza hará un gran paso hacia el hombre perfecto300 El conjunto del discurso, originado en una autoridad religiosa anglicana y difundido en Chile a través del principal medio de discusión académica de la medicina del periodo, contiene los tópicos eugénicos más radicales: búsqueda de la raza perfecta, aislamiento de todos los “asociales”, desprecio del humanitarismo como un obstáculo al desarrollo de la ciencia y la idea de un amplio control estatal del estado eugénico de la población. 2.8.2 Apuntes de puericultura Otro argumento relativamente usual en el relato de una eugenesia latinoamericana desvinculada de la vertiente anglosajona y “dura”, ha sido el de resaltar la influencia de la puericultura francesa. Con ello se pretende que la eugenesia en los países de la región, descansa sobre la idea de una regulación suave y conectada con las necesidades ambientales y sociales. Como vimos, y como veremos más adelante, la intensidad de las coerciones propuestas en la perspectiva eugénica no guarda relación directa ni con tal o cual perspectiva teórica sobre la herencia, ni con el ambientalismo en términos generales. La puericultura, vista de esta manera, deja fuera de la escena las formas directamente alentadas por Adolphe Pinard en el contexto francés, en relación a la eugenesia. O dicho de otra manera, Pinard, junto con ser el creador de la concepción puericultora, fue también un eugenista decidido. Teóricamente tomó la perspectiva eugénica ya en 1898 con su conferencia De la conservation et l´amélioration de l´espèce. Aunque es preciso reconocer que existió un profundo debate entre la puericultura de Pinard y la eugenesia inglesa, cualquier diferencia fue subsanada por el mismo Pinard, que comenzó a admitir sin problemas la identidad entre puericultura antenatal y eugenesia. Tan sólo su estado de salud se 300SIERRA, L. 1914. Resumen de algunos trabajos, Op. Cit., p. 24. 109 interpuso a su asistencia al Congreso Internacional de Eugenesia de Londres de 1912. En todo caso, la delegación francesa fue numerosa y derivó con prontitud en la fundación de la Sociedad Francesa de Eugenesia en 1913301. Si bien, para fines de la década de 1920 la eugenesia quedó aislada del contexto francés por su identificación con la ciencia inglesa, en la década que aquí nos ocupa no se veía patente una contradicción entre puericultura y la propuesta eugénica de Galton. La flexibilidad en la recepción y apropiación de saberes en el contexto latinoamericano parecen ser, nuevamente, la nota predominante. En una nota editorial de 1915, la Revista Médica de Chile señaló una completa armonía y continuidad entre higiene antenatal, puericultura y eugenesia; al indicar que la higiene antenatal era: un avance de la puericultura, un paso adelante hacia la puericultura intrauterina; más aún, este cultivo de niños sanos no constituye sino uno de los factores que contempla la “Eugénica”, o sea, la ciencia que estudia las causas de la decadencia de la raza, i las que podrían contribuir a mejorarla. Esta ciencia de mui vastos alcances encierra en si el problema de la herencia302 Siguiendo la estela de una controversia nacionalista, pero sin sacar consecuencias limitantes de ella, la revista chilena señalaba que puericultura y eugenesia eran creaciones francesas, que casualmente encontraron en el inglés Leonardo Darwin “the right man in the right place”303. Así, el editorialista no ve contradicción alguna entre la eugenesia inglesa, preocupada por el determinismo pesimista de la herencia y las medidas eugénicas ambientalistas chilenas, como las que identifica en las instituciones Gotas de Leche, el Asilo Maternal y el Patronato Nacional de la Infancia304. Higiene, puericultura y eugenesia coincidían plenamente, para el editorialista, en el objetivo de “conservar el mayor número de niños sanos i 301Un relato de mucho interés en torno a la incorporación del vocablo eugenesia a la lengua francesa da cuenta de todo este proceso. Ver el texto de CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., pp. 67-84. 302PUERICULTURA E HIJIENE. Editorial. 1915. Revista Médica de Chile, pp. 283-288, p. 283. 303PUERICULTURA E HIJIENE. Editorial. 1915. Op. Cit., p. 283. 304PUERICULTURA E HIJIENE. Editorial. 1915. Op. Cit., p. 284. 110 robustos que vengan a verter sangre nueva i pura en medio de una raza homogénea que se desgasta y dejenera por vicios y enfermedades”305. El certificado médico prenupcial, una típica tecnología social eugénica, podía compatibilizarse con la visión determinista de la herencia como lo muestra la editorial de la Revista Médica de 1916, que predicaba que “el niño lleva a cuestas una vida secular, transmitida de sus ascendientes por misteriosos impulsos”306. La editorial llamaba a los médicos a influir todo lo posible en el impedimento y en el: veto radical e inapelable en ciertos y determinados casos, porque somos nosotros los únicos que podemos impedir con certeza la desdicha inmensa a que se exponen los que, sin pesar las responsabilidad que les cabe, amparan o efectúan matrimonios que constituyen verdaderos crímenes de lesa humanidad307 La transmisión, basada Weismann de estirpes dañadas era compatible con la idea de controlar los elementos ambientales y el matrimonio. Para el editorialista, el tema era de radical importancia: “debemos pensar con detención en ese problema vital, si deseamos ver perpetuadas las buenas simientes y desterradas las plagas que desperfeccionan la raza, harto decaída y empobrecida ya, por mil inclinaciones viciosas, transmitidas por la herencia y fomentadas por la educación nociva”308. 305PUERICULTURA E HIJIENE. Editorial. 1915. Op. Cit., p. 285. E HIMENEO. 1916. Revista Médica de Chile, pp. 357-359, p. 357. 307HIPÓCRATES E HIMENEO. 1916. Revista Médica de Chile, pp. 357-359, p. 359. 308HIPÓCRATES E HIMENEO. 1916. Revista Médica de Chile, pp. 357-359, p. 359. 306HIPÓCRATES 111 CAPÍTULO 3 EL PROYECTO EUGÉNICO EN CHILE: DE LA ESCENA SOCIAL AL ESTADO, 1917-1930. 3.1 De la academia a las charlas de café. Hasta aquí hemos visto el proceso por el cual la eugenesia pasó de ser un adjetivo presente en la obra de Nicolás Palacios, que calificaba a tal o cual grupo de eugénico y nombraba muy poco a Galton, a convertirse en un espacio de reflexión científica de total legitimidad en el campo médico, con características propias como su flexibilidad teórica capaz de combinar puericultura, ambientalismo, determinismo biológico inspirado en la conjunción de Weismann y Mendel, darwinismo social spenceriano y otras corrientes de pensamiento que circulaban en el periodo. En los ensayistas del cambio de siglo y en el discurso médico de las primeras décadas del siglo XX, la circulación del proyecto eugénico aparece contenida en los canales intelectuales y con poca relación con la cultura popular o con las actividades del gobierno. En este capítulo se abordarán algunas de las vías por las que la eugenesia comenzó a ser un tema de conocimiento público y la inspiración de acciones político-sociales. Como señaló un comentarista católico de la eugenesia en la década de 1930, esta llegó a ser, con el tiempo, una preocupación social generalizada, ya que “hasta en las charlas de café, vemos inclinarse a la humanidad para pensar en las generaciones que vendrán”309. 309BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia. En: La Jornada Católica de Estudios Médicos de 1936: Estudios Médicos. Publicación de la Jornada Católica de Estudios. Santiago de Chile, pp. 185-221, p. 187. 112 3.2 La Liga Chilena de Higiene Social En este acápite queremos dar cuenta de la irrupción de la eugenesia en el espacio social, hecho que para Chile proponemos datar en 1917, con la fundación de la Liga Chilena de Higiene Social, institución que sería protagonista, en la década siguiente, de un esfuerzo ciclópeo en la educación social eugénica. La liga Chilena de Higiene Social fue fundada el 4 de Julio de 1917 y presidida en sus primeros diez años de existencia por el Dr. Carlos Fernández Peña. La liga se vinculó en forma directa con la eugenesia dada su lucha frontal contra la tuberculosis, la sífilis y el alcoholismo, que eran los llamados venenos raciales. El objetivo central de la Liga Chilena de Higiene Social era, según los estatutos: precaver, combatir y vencer las enfermedades sociales y todos los demás factores que degeneran y destruyen los gérmenes de la vida, por medio de la organización de todas las fuerzas educacionales, morales, religiosas, cívicas y económicas en una institución nacional de defensa de nuestra raza, con ramificaciones en todas las provincias de la República310 En relación a este objetivo central, la Liga tenía una clara orientación eugénica, que se expresó concretamente en el repertorio de medidas que propuso para la educación física y moral de la infancia, el control de la prostitución y la propuesta de una libreta universal de salud prematrimonial. De manera muy directa, la Liga señaló que se debía: combatir, además de las enfermedades sociales, todos los demás factores hereditarios o adquiridos que degeneren las tiernas células encargadas de la transmisión de la vida, aplicando los datos de una eugénica racional al mejoramiento de la raza humana311 Según la Liga la educación en su conjunto debía abocarse a los planteamientos eugénicos; se debía educar, señalaba en sus estatutos, a “la generación actual en 310ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Revista Médica de Chile, pp. 110-112, 239-246, p. 110. 311ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 241. 113 sus deberes hacia la próxima generación, enseñándole la eugénica y la puericultura”312. El repertorio de medidas que la Liga proclamaba como urgentes y necesarias abarcó las cuestiones educativas ya mencionadas y varias medidas de franco progresismo social, como la protección del descanso de la mujer en el embarazo, la protección de la infancia, la protección del salario femenino, la educación sexual de la infancia y la juventud y otras; sin dejar de considerar, al mismo tiempo, el ejercicio de coerciones duras y directas sobre ciertos grupos o actividades de la población. Por ejemplo, se proponía desde la Liga, promulgar “leyes que excluyan del matrimonio todas las enfermedades que influyan desastrosamente sobre la descendencia”313, ejercer la censura sobre el cine a través de una Oficina Nacional de Censura, “por la cual deberán pasar, al ser fabricadas o internadas, todas las películas de nuestros cinematógrafos”314, combatir y reprimir las conductas sexuales antagónicas a la sana reproducción, como “el vicio solitario, y todas las formas de perversiones y de inversiones sexuales, en su propagación artificial y en sus factores hereditarios y adquiridos”315, y medidas de encierro como “la reclusión, en asilos especiales, de los alienados y degenerados en la época de la reproducción”316. De lo anterior resulta que no se hace justicia a la propuesta de la Liga Chilena de Higiene Social y a otros programas de acción social eugénica del periodo ni calificándolos retrospectivamente como optimistas/ambientalistas, ni como pesimistas/deterministas; ni tampoco a través de una separación entre coerciones débiles y coerciones duras o entre eugenesia latina y anglosajona. La Liga Chilena de Higiene Social, sin ninguna duda, estaba dispuesta a educar, lo mismo que estaba dispuesta a encerrar a los degenerados en su periodo de reproducción; es decir, durante toda su vida adulta, por la sola razón de limitar su reproducción. 312ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 241. DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 241. 314ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 241. 315ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 242. 316ESTATUTOS DE LA LIGA CHILENA DE HIGIENE SOCIAL. 1921. Op. Cit., p. 241. 313ESTATUTOS 114 Para el contexto nacional, el hecho fundamental en torno a la Liga Chilena de Higiene Social fue su capacidad para inundar el espacio social con su propaganda eugénica; generando así una de las vías de irrupción del proyecto eugénico en el espacio social amplio, más allá de los círculos académicos de médicos, abogados y educadores. Con una orgánica que consideraba 6 sub comisiones317 y una representación en todas las provincias del país, la Liga desplegó una nada despreciable actividad. Según comenta Bernardo Subercaseaux, tan sólo en el año 1924 “se dieron con su patrocinio 128 conferencias con asistencia de 95.000 personas, se repartieron 22.228 folletos y 206.000 volantes, 189.959 silabarios de la raza y 10.812 afiches”318. Así, la liga Chilena de Higiene Social fue un actor eugénico de amplia repercusión en la década de 1920 y marca el inicio de los programas de intervención social basados en la eugenesia en el país. Desde la redacción de sus estatutos en 1917, la eugenesia fue uno de sus pilares. 3.3 El Almanaque 18 y la eugenesia en el contexto de la naciente cultura de masas de la década de 1920. En 1920 comenzó a distribuirse en las boticas chilenas el Almanaque 18, que bajo el formato de un libro provisto de las secciones canónicas de un almanaque (calendario, consejos prácticos sobre agricultura, recetas de cocina, crónicas históricas, cuentos, entre otros materiales), promovió el consumo de los específicos fabricados por la farmoquímica alemana Daube y Cía., empresa asentada dentro del marco de lo que Joaquín Edwards llamó el “Alto comercio de Valparaíso”. De año en año, el éxito del Almanaque 18 fue en aumento hasta convertirse, en 317Las comisiones de la Liga Chilena de Higiene Social eran las de Directiva de hospitales y dispensarios, Propaganda, Estadística, Subsidios, Espectáculos y Recompensas y Ejecutiva. 318 SUBERCASEAUX, B. 2007. Raza y nación: el caso de Chile. [en línea] A contracorriente. 5(1):2963 <http://acontracorriente.chass.ncsu.edu/index.php/acontracorriente/article/view/352/483> [consulta: 27 octubre 2014]. 115 palabras de una historiadora, el “compañero anual infaltable en todos los hogares chilenos”319. Varios factores concurrieron a afirmar el prestigio del Almanaque 18 frente al vasto público. Por una parte, su material era muy ecléctico y podía interpelar al comerciante con sus tablas de cambio de monedas, al agricultor con su calendario agrícola, a la mujer popular con sus consejos básicos de higiene y al hogar acomodado con sus recomendaciones sobre el trato que debía darse a la servidumbre. Por otra parte, el Almanaque circuló a través de la figura del boticario, que lo regalaba al inicio de cada año a quienes se acercaban a la botica a comprar algún producto. Su materialidad era la de un libro, por lo que era un objeto apreciado, que se podía guardar y usarse durante todo el año. Aunque resulta difícil comprobar la veracidad de la cifra, en la primera década de su publicación, Almanaque 18 declaró tirajes de cifras colosales para el medio chileno: 150.000 y hasta 250.000 ejemplares en un año. A nuestro juicio, cuatro elementos deben tenerse en cuenta al considerar las prácticas de lectura en torno del Almanaque 18: gratuidad, es un regalo; el prestigio de quien lo entrega, el boticario; prestigio del objeto recibido, un libro y el valor afectivo del nombre, 18, la fecha de la independencia nacional en Chile. Todos estos elementos concurren a explicar el singular éxito de esta publicación que perduró desde 1920 hasta los primeros años de la década del 2000. 3.3. 1 Daube y Cía. y el Almanaque 18 En el origen de la gran industria farmoquímica que pretendía imitar en Chile en a a la alemana Farbenfabriken vorm. Friedr. Bayer & Co., se encuentra una humilde botica del puerto de Valparaíso, abierta por el boticario Genovés Antonio Puccio en 1834, la que en 1837 pasó de los bajos de la casa del italiano, a un local exclusivamente destinado a la botica en la calle de la Quebrada de San Agustín del 319ALLIENDE, M. 1987. Un caso particular: Historia de la Farmoquímica del Pacífico S.A. (18341987). Santiago de Chile, Edición de la Academia de Ciencias Farmacéuticas de Chile, p. 33. 116 puerto. El conocimiento que Puccio tenía de los puntos de abastecimiento en Europa, resultó fundamental en el mantenimiento y desarrollo de una variada oferta y fue determinante en el nuevo frente que abrió el boticario. A poco andar, Puccio se hizo de un prestigio entre sus colegas, por lo que comenzó a combinar la venta directa con la distribución a los negocios del ramo, primero en el puerto y luego en otras ciudades del país. Con los dos frentes activos - la venta directa y la distribución -, la botica de Puccio prosperó. Con paso firme en el rubro, la botica abrió una sucursal en Santiago en 1843. El volumen y complejidad de los negocios incitó al genovés a buscar socios, al mismo tiempo que comenzó a pensar en el regreso a su patria. En Abril de 1845 Puccio se asoció con sus connacionales Antonio Solari, Gabriel Mongiardini y José Miran, y se crearon las sociedades “Antonio Puccio, Solari y Cía.”, a cargo de los negocios en Valparaíso y “Antonio Puccio y Cía.”, a cargo de los negocios en Santiago. Hacia fines de 1845 Antonio Puccio regresó a Génova, lo que puso al “negocio en una muy favorable posición ya que, actuando este como agente comercial de las Sociedades en Europa, se evitaban el encargo de medicinas a través de intermediarios”320. Finalmente, en Junio de 1849, Antonio Puccio se retiró del exitoso negocio. La empresa se mantuvo en manos de italianos, hasta que en 1861 entra en ella un nuevo socio, el ciudadano alemán Jorge Fabián. La sociedad, hasta entonces en manos exclusivas de italianos, se abrió a la participación de un farmacéutico alemán. La impronta pionera de Puccio fue reemplazada, con el tiempo, por el prestigio y método de los alemanes. Jorge Fabian pertenecía a la recientemente fundada Sociedad de Farmacia y, según la historiadora María Piedad Alliende, “transmitía a su empresa, el carácter educacional y cultural que ello implicaba”321. Esta vocación por la educación de los consumidores y por la divulgación científica perduró y, finalmente, fructificó en la publicación del Almanaque 18, a partir de 1920. En 1870 el último ciudadano italiano que hacía parte de la empresa, cumpliendo el rol de agente comercial en Florencia, 320ALLIENDE, 321ALLIENDE, M. 1987. Un caso particular, Op. Cit., p. 14. M. 1987. Un caso particular, Op. Cit., p. 16. 117 Pedro Sepp, se retiró y esta pasó completamente a manos alemanas conformando una sociedad en la que participaban Jorge Fabian, Enrique Bärentz y Enrique Brunswig. Desde este momento hasta 1948, la participación de ciudadanos alemanes aumentó de año en año, con oleadas sucesivas de profesionales de la farmo-química y de administrativos y dependientes que se incorporaban a ella. Los alemanes se repartieron funciones entre las boticas de Valparaíso y Santiago, la distribución a nivel nacional y la agencia comercial en Europa, localizada en Hamburgo. La compañía creció y adquirió una de sus formas más estables como Daube y Cía., razón social que tuvo en el período comprendido entre 1893 y 1928. Daube y Cía. acrecentó su prestigio en el ámbito nacional e internacional adquiriendo representaciones exclusivas de productos relacionados con su rubro, con las mejores firmas europeas y norteamericanas. En el ámbito nacional extendió su radio de acción a través de filiales en las ciudades de Antofagasta, al norte del país en plena zona minera, y en la de Concepción, hacia el sur. En el transcurso de la primera Guerra Mundial las condiciones impuestas al intercambio comercial intercontinental, fueron superadas y aprovechadas por la empresa, en el marco de una política general del país de sustitución de importaciones. El bloqueo marítimo impuesto a Alemania por los aliados provocó un corte en la importación de productos desde Hamburgo, ciudad en la que la firma tenía una oficina comercial. Buscando nuevas fuentes de abastecimiento, la empresa abrió una agencia en Nueva York en 1915. Sin embargo, teniendo a la vista la inestabilidad mundial en el abastecimiento de productos farmoquímicos, Daube y Cía. tomó un nuevo rumbo: abrió su propia fábrica de productos farmoquímicos, que comenzó a funcionar adosada a la botica central de Valparaíso, en la calle San Agustín, en 1916. Se construyó un edifico especialmente destinado a la producción farmacéutica y comenzaron a trabajar en ella “4 químicos y farmacéuticos, 18 mecánicos y operarios, 2 mayordomos y 49 obreras”322. Lentamente la perspectiva de una gran 322El Mercurio de Valparaíso, 18 de Marzo de 1937, Citado por ALLIENDE, M. 1987. Un caso particular, Op. Cit., p. 28. 118 empresa farmoquímica tomó fuerza y se desarrolló a través de la compra de un terreno al interior de Valparaíso para la construcción de una industria de grandes dimensiones. Se trataba de un terreno ubicado estratégicamente ya que se situaba: “en un terreno en donde se cruzaban tres ferrocarriles, cercano a la frontera con Argentina y punto intermedio entre Valparaíso y Santiago”323. Las instalaciones, que pretendían imitar las grandes empresas alemanas del rubro, fueron inauguradas en 1920324. Los productos comenzaron a comercializarse con el nombre de específicos 18 y el almanaque que los publicitaba se bautizó con el mismo nombre. La primera edición fue la de 1920. Entre 1920 y 1928 el Almanaque 18 no sólo promovió a los específicos de Daube y Cía., sino también el imaginario de los dueños de la compañía: el nacionalismo alemán, el respeto a la autoridad, el darwinismo social y la eugenesia. 3.3.2 Racismo, darwinismo social y eugenesia en el Almanaque 18 En coherencia con el formato, los materiales que presentaba al lector el Almanaque 18 provenían de múltiples fuentes y, como hemos apuntado, se caracterizó por su eclecticismo. En ese panorama, la primera década de publicación del Almanaque 18 presenta un momento de máxima identificación entre la empresa alemana y los contenidos que se proponían al lector. Así, entre 1920 y 1930 es común encontrar en el Almanaque 18 textos relativos a la defensa de Alemania frente a las injustas condiciones impuestas por el Tratado de Versalles, la defensa de la ciencia y la lengua alemana y ejemplos del éxito de la industria y de la recomposición social y económica del país, tras la derrota. El racismo de algunos de estos escritos es vociferante en relación a la presencia de tropas francesas compuestas por soldados de raza negra, lo que se presentaba como una ignominia 323ALLIENDE, M. 1987. Un caso particular, Op. Cit., p. 29. notable conjunto de fotografías de la recién inaugurada industria pueden encontrarse en LA FÁBRICA DE PRODUCTOS QUÍMICOS Y FARMACÉUTICOS DE DAUBE Y CIA EN LLAY. 1922. Almanaque 18, año 1922. 324Un 119 insufrible para el pueblo alemán, que se veía obligado a convivir con caníbales y salvajes violadores, según se les describía. Algunos ejemplos de estos textos son la carta dirigida al Papa por las mujeres de la alta sociedad argentina, en que se hace defensa de las mujeres alemanas para lograr “un cambio de aquellas tropas salvajes por otras de hombres de raza blanca, de cristianos como ellas” 325. En otro texto del Almanaque 18, se denunciaba a Francia por: haber empleado en la guerra a centenares de miles de salvajes africanos que llenaron sus mochilas con los ojos, orejas y cabezas sacados y cortados a sus enemigos, inundan hoy Europa con ellos; diez y ocho meses después de terminada la guerra326 La publicidad de los tónicos producidos y distribuidos por la empresa expresó por su parte, rotundos mensaje acerca de la necesidad de prepararse para una inevitable lucha por la vida, a través de un cuerpo sano y fuerte. Sanatogen, un tónico que distribuía la empresa, hacía al público lector una invitación muy clara: “no sea de los vencidos. Incorpórese a las filas de Sanatogen, el vencedor” 327. Otro tónico proclamaba que “el hombre vigoroso es el hombre supremo”328. Viribus, un tónico con extracto de carne producido por la compañía, era publicitado a través de cuerpos tensos y musculosos, con lemas como el de “los más fuertes vencen” 329. El matiz eugénico en la publicidad de algún tónico, que invitaba a consumirlo “ya que de nuestro estado físico no solamente depende nuestra felicidad, sino también la de nuestros descendientes”330, daría paso en algunos casos a una publicidad basada directamente en la eugenesia. Es el caso de un jarabe en base a rábano, 325POR LAS MUJERES DEL RHIN. 1921. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 128. PESTE NEGRA JUZGADA POR LOS INGLESES Y NORTEAMERICANOS. 1921. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 135-138. Años más tarde, las consecuencias del trato sexual (forzado o no) entre los soldados negros y las mujeres alemanas se transformó en un tema de importancia nacional en el contexto nazi, que aspiraba a dar una solución a los “bastardos de Rhenania” y que procedió al registro de todos los bastardos para su posterior expulsión o esterilización eugénica. 327SANATOGEN, 1921. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., año 1921, p. 22. 328EL HOMBRE VIGOROSO ES EL HOMBRE SUPREMO Hierro Nuxado. 1921. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 118. 329VIRIBUS 18. 1923. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 127. 330SALUD Y FELICIDAD. 1928. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 69. 326LA 120 cuyo nombre era “Eugenin”331 y de otro producto que se presentaba después de una larga digresión eugénica, tras el fatídico título de “padres enfermos hijos sin salud. Mujeres sin salud hogares sin felicidad”332. El texto comenzaba con afirmaciones que podrían provenir del mismo Galton: Nuestros hijos heredan nuestras características corporales y hasta cierto punto las mentales. El ser débiles o fuertes depende de la herencia que les hemos transmitido. Los padres deben darse cuenta de que su cuerpo defectuoso es transmitido a sus hijos333 El texto afirmaba también la completa responsabilidad eugénica del que procrea: Los padres sin duda alguna desean que sus hijos sean vitalmente físicos y mentalmente despiertos. Nuestro corazón se llena de piedad al contemplar un niño enfermizo. Nos causa un profundo dolor contemplar su blanquecina cara, sus ojos sin lustre, su cuerpo emancipado. Los padres de aquellos hijos a nadie deben reprochar más que a ellos mismos334 Agregaba también que “tales niños son una desgracia tanto al hogar como a la nación”335, en clara perspectiva eugénica. Si en el plano académico y científico la experimentación endocrinológica se relacionaba oblicuamente con la eugenesia, en la publicidad de Sexocrin la solución provenía directamente de la endocrinología. El fatídico panorama de una procreación disgénica, podía prevenirse a través del consumo de este producto, basado en la investigación en los productos glandulares, que según la publicidad “representan el tratamiento más científico hasta hoy conocido para todos aquellos desórdenes que tienen por causa la función defectuosa de las glándulas de secreción”336. El Sexocrin tenía, gracias a un 331JARABE RADAL EUGENIN. 1922. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 190. ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 47. 333PADRES ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Op. Cit., p. 47. 334PADRES ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Op. Cit., p. 47. 335PADRES ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Op. Cit., p. 47. 336PADRES ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Op. Cit., p. 47. 332PADRES 121 combinado de productos glandulares, milagrosos efectos, que favorecían la reproducción eugénica: el padre débil con escaso vigor juvenil, neurasténico, con baja presión sanguínea, envejecido, cuya memoria es deficiente o se encuentra casi siempre apesadumbrado, sin deseos de vida, o la madre con dolores periódicos o profusos, nerviosa, anémica que el más pequeño trastorno la irrita, muchas veces llorando por cosas insignificantes, encontrará en el SEXOCRIN la ayuda necesaria para obtener la requerida vitalidad ayudando con el producto SEXOCRIN al organismo a que ejercite su función normal337 Otro tema, frecuentemente tratado en clave eugénica en este periodo, que tiene presencia en las páginas del Almanaque 18, es el de la lactancia materna y el ideal de la madre, en términos de una buena reproductora. En este contexto los textos del Almanaque de inicios de la década de 1920 proponen al público el ideal de la rosada matrona que “si grande es como esposa, sublime es como madre” 338 y que si no acepta los deberes de la maternidad y la lactancia se expone, según algunos textos del Almanaque 18, a la reprobación social y a la enfermedad. El texto que publicitaba las obleas lactosas Farr era radical en este sentido, señalando que la madre que negaba sus pechos a la lactancia era igual a un asesino: La maternidad es siempre noble y realza tanto moral como físicamente a la mujer. Debes saber que la madre que niega los senos a su hijo por egoísmo, cobardía o por una torpe fatuidad, sin que causa alguna material le force a ello, es tanto o más torpe y condenable como aquella que arroja a su hijo por una alcantarilla para aparecer buena ante ese mundo absurdo, hipócrita e inhumano339 En otro texto se señalaba que la madre que no atendía a la lactancia podía verse expuesta al rigor de las enfermedades y el cáncer: La madre que por vanidad u otra acefalia moral, no amamanta a su hijo, recibe de la naturaleza el castigo material, pues, muy a menudo, esa esposa, que no quiso ser nodriza, padece afecciones de sus órganos genitales, 337PADRES ENFERMOS HIJOS SIN SALUD. MUJERES SIN SALUD HOGARES SIN FELICIDAD. 1927. Op. Cit., p. 47. 338LA MUJER. 1926. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 150. 339TODO HIJO NECESITA UNA MADRE. 1923. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 40. 122 molestias en su estado general y con mucha frecuencia se infecta con cáncer en aquellos senos que se negaron a realizar su maternal misión340. Lo que se proponía, como anticipábamos, era un modelo de cuerpo y de conducta para la mujer. Por ejemplo, en otro texto se exponía el modelo de la matrona rolliza, voluptuosa: “encima de las modas hay un canon eterno de belleza femenina… Vaya a los museos, contemple la armonía plena e inmortal de las Venus Clásicas, hable con su médico y él le describirá el arquetipo físico e la mujer”; dicho modelo, por otra parte aseguraba su parte de valor a la mujer ya que: Si, al igual que a los hombres para el servicio militar, se tallara y reconociera a las mujeres antes del matrimonio ¿Cuáles de nuestras jovencitas a la moda darían las proporciones de peso, estatura y capacidad torácica? Por ese prejuicio estúpido y cursi de la moda, muchas mujeres serían declaradas inútiles para esposas y para madres. Y después de esto, mi gentil amiga, ¿Quiere usted decirme que les queda de valor a esas mujeres?341 La influencia cultural del proceso de modernización urbana e industrial llevará en breve lapso al mismo Almanaque 18 a presentarnos una nueva imagen de la mujer. Ya en las ediciones de 1929 en adelante podremos verla en una imagen publicitaria delgada, pálida, elegante, sofisticada. La matrona eugénica comenzó a ser desplazada por la sofisticación de la mujer cosmopolita. 3.4 La Eugenesia, su vocación pedagógica y política Tal como había comenzado a ocurrir debido a la vasta labor de propaganda de la Liga Chilena de Higiene Social, a través del Almanaque 18, la eugenesia se puso en contacto con un público amplio. Hacia 1929, con la conformación de una sociedad anónima que terminó con la vida legal de Daube y Cía., Almanaque 18 fue perdiendo relación directa con la defensa de la Alemania derrotada y el discurso en 340LA MADRE DEBE AMAMANTAR A SU HIJO. 1923. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., pp. 151-154. 341LA LINEA DE LA MUJER. 1924. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 140. 123 torno a un darwinismo social explícito. Con estos dos ejemplos - el de la Liga Chilena de Higiene Social y el del Almanaque 18 - pueden visualizarse algunas de las maneras en que el proyecto eugénico se movilizó desde el espacio académico hacia un espacio social más amplio. Para un proyecto de intervención social en base a criterios médicos, biológicos y raciales, la difusión social de sus ideas resultaba indispensable, dado que, ya sea por la subjetivación de las normas o por las fuerzas pedagógicas y coercitivas del Estado, la eugenesia de este periodo se visualizaba a sí misma como una tecnología social implementada desde el Estado y que sólo idealmente en algún momento del futuro, podría llegar a prescindir de la acción y coerción estatal, cuando llegaría a ser parte de una nueva moral o una nueva fe religiosa, adoptada libremente por cada individuo. Mientras eso no ocurriera, la difusión pedagógica de los valores eugénicos y la tarea de convencimiento desplegada para lograr la acción directa del Estado, resultaban estratégicas para el proyecto eugénico. La eugenesia de este periodo requería del amplio consenso social de los actores políticos y su implementación dependía fundamentalmente de la acción del Estado, lo que en muchos aspectos se fue desarrollando a partir de 1924 en Chile; a través de un consenso de todo el espectro político en torno a algunos de sus valores sociales. En este sentido, nuestra propuesta de interpretación acerca de la medida clásicamente asociada a la llamada eugenesia anglosajona - la esterilización eugénica - en el contexto latinoamericano, es que dependió para su aplicación de la articulación de la trama de intereses políticos en acción en un momento dado y no necesariamente respondía a una contradicción ontológica ineludible entre el ethos cultural y religioso latinoamericano con una zootecnia grosera. La posición católica, que se presentaba según muchos autores del periodo bajo la forma de una oposición radical e inamovible contra la esterilización eugénica; según otros, podía llegar a un avenimiento con esta medida eugénica y se llegaba a predecir, con fundamento, un entendimiento entre la Iglesia Católica y el proyecto eugénico en su faceta esterilizadora. 124 El proceso esencial que hemos descrito en dos los últimos apartados es el de la instalación de la eugenesia en el campo social amplio; un proceso que fue ampliando sus esferas de acción política y de discusión social hasta alcanzar un grado de paroxismo eugénico en el gobierno radical de Pedro Aguirre Cerda iniciado en 1939 y que sólo con la marea de crítica mundial al derrotado régimen nazi de 1945, iría abandonando furtivamente la escena social. Junto a este proceso de apropiación social de la eugenesia, la discusión del proyecto eugénico en el ámbito médico siguió desarrollándose con paso firme 3.5 Rumbos eugénicos: académicos e institucionales En ese mismo periodo podemos ver al discurso eugénico y al determinismo biológico, imponiéndose en otros espacios institucionales y científicos. Por ejemplo, en el ámbito institucional, en 1919 el recién creado Instituto Nacional de Criminología, anexo a la Penitenciaría de Santiago, consideró entre sus secciones principales una de Antropología, dedicada “al estudio del delincuente respecto de sus antecedentes hereditarios y personales, su constitución física, intelectual y moral”342. Cada delincuente, según los objetivos del Instituto, debía ser etiquetado en una categoría antropológica, en clara sintonía eugénica. Un ejemplo de notable interés, a través del cual la eugenesia se abrió paso en el país en el contexto científico médico, fue la réplica en Chile de los experimentos endocrinológicos del austríaco Eugen Steinach, que el profesor Juan Noé recomendó a su ayudante en el laboratorio de Zoología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Tales experimentos se enmarcaban en una propuesta de “rejuvenecimiento”, que marcó el desarrollo de la endocrinología a nivel internacional, en las décadas de 1910 y 1920. Por la trascendencia de este episodio experimental en la conformación de nuevos espacios en la docencia médica y la llegada de nuevos actores al campo científico chileno, el apartado siguiente está 342LEA-PLAZA, H. 1919. El Instituto Nacional de Criminología. Revista Médica de Chile, pp. 779-785. 125 dedicado a revisar los antecedentes y el desarrollo de las técnicas de rejuvenecimiento relacionadas con la endocrinología y la eugenesia en el país. 3.5.1 El “rejuvenecimiento”, la eugenesia y los inicios de la endocrinología chilena en la década de 1920 El rejuvenecimiento fue un capítulo de la máxima importancia en el desarrollo de la endocrinología a nivel mundial en la década de 1920. Junto al esfuerzo por desentrañar el funcionamiento endocrino, las posibilidades de aplicar los conocimientos adquiridos de forma inmediata en los seres humanos derivó, entre otras líneas de trabajo, en la idea de que era posible producir una renovación de las fuerzas orgánicas y sexuales a través de procedimientos quirúrgicos en las glándulas sexuales. Eugen Steinach desarrolló a inicios de la década de 1920 en su laboratorio en Austria, la que pasó a llamarse “operación de Steinach”, consistente en la sección del conducto eferente de uno de los testículos – una técnica muy similar a la de la esterilización eugénica - ; mientras que en París, el médico Serge Voronoff desarrolló una técnica de trasplante de tejido de testículos de monos antropoides al hombre. Las teorías y técnicas de ambos médicos fueron objeto de la atención científica, como testimonia la publicación del trabajo de Steinach, Verjüngung durch experimentelle Neubelebung der alternden Pubertätsdrüse, en 1920 en el Archiv für Entwicklungsmechanismus343, publicación de la que era colaborador habitual desde mediados de la década de 1910. Hablamos, por otra parte, de un científico que fue 343El procedimiento quirúrgico aludido, la operación de Steinach, fue aplicada en el Instituto de Sexología que Magnus Hirschfeld fundó en Berlín, a partir de 1921 con el fin de curar la impotencia. Esta institución se encontraba en la vanguardia europea en sexología y endocrinología. Ver: Institut für Sexualwissenschaft (1919-1933) eine Online-Ausstellung der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft [consulta: 10 febrero 2015] Disponible en: http://magnus-hirschfeld.de/instituto-de-sexologia-1919-1933/. Véase también el impacto del trabajo de Steinach en Estados Unidos en el trabajo de Sengoopta, Chandak. ‘Dr Steinach coming to make old young!’: sex glands, vasectomy and the quest for rejuvenation in the roaring twenties. Endeavour. 2003; 27 (3): 122-126. STEINACH, E. 1920. Verjüngung durch experimentelle Neubelebung der alternden Pubertätsdrüse Ent wicklungsmechanismus. 46: 553. 126 postulado en seis oportunidades al premio Nobel de medicina. El trabajo de Voronoff fue igualmente atendido por la ciencia oficial, que comentó sus trabajos iniciales en esta área, Greffes Testiculaires de 1923 y Quarante-Trois Greffes du Singe a L'homme de 1924344. Las técnicas de rejuvenecimiento de Steinach y Voronoff fueron aplicadas con inusitada celeridad, traspasando rápidamente las fronteras nacionales345. Este apartado se enfoca en las noticias sobre terapias hormonales que comenzaron a circular desde fines del siglo XIX en Chile, en la recepción y aplicación de la teoría y la técnica de Steinach a través de los trabajos de Ottmar Wilhelm sobre “rejuvenecimiento” en la década de 1920 y en los comentarios a la obra de Voronoff. Dado que se trata de la recepción muy temprana e inmediata de investigaciones que eran de vanguardia en el contexto europeo, interesa conocer la manera en que estas fueron apropiadas y comentadas en el país sudamericano. En conjunto, esta apropiación va formando un saber endocrinológico en Chile, que terminó por consolidarse con la llegada al país del investigador letón Alejandro Lipschütz, que en 1919 había sido colaborador de Steinach en Viena. Los procesos señalados, revelan algunos aspectos de interés, como la forma de interacción entre profesores y estudiantes a través del patronazgo académico y la vinculación del rejuvenecimiento con la eugenesia. 344VORONOFF, S. 1923. Greffes Testiculaires. Paris: Octave Doin y Quarante-Trois Greffes du Singe a L'homme. 1924. Paris: Octave Doin. La propuesta de Voronoff ha sido bien estudiada en los trabajos de HAMILTON, D.1986 The Monkey Gland Affair. London: Chatto & Windus y COOPER, D. y LANZA, R. 2003. Xeno: The Promise of Transplanting Animal Organs into Humans. New York, Oxford University Press. 345Algunos ejemplos del impacto son los textos de RUBIN, H.1923. The New Science of Radiendocrinology in its Relation to Rejuvenation, based on the Radiation Technique of Dr. Eugen Steinach. Medical Science Publishing Company, el de KAMMERER, P. 1924. Rejuvenation and the Prolongation of Human Efficiency Experiences with the Steinach-Operation on Man and Animals. Methuen. 1924: 184–185, y el de HAIRE, N. 1924. Rejuvenation: The Work of Steinach, Voronoff, and Others, George Allen & Unwin, entre otros. Una revisión panorámica del impacto de la propuesta científica de Steinach en Estados Unidos puede consultarse en SENGOOPTA, CH. 2003. ‘Dr. Steinach coming to make old young!’: sex glands, vasectomy and the quest for rejuvenation in the roaring twenties. Endeavour. 27 (3): 122-126. 127 3.5.2 Los antecedentes de la ciencia endocrinológica y el rejuvenecimiento en Chile La primera referencia al tema del rejuvenecimiento se encuentra en una breve nota del año 1892 en la Revista Médica de Chile. El título de la nota era “El jugo testicular”346 y trataba acerca de un comunicado a la Academia de Ciencias de París por parte de Charles Edouard Brown-Séquard (1817-1894). La conferencia había sido publicada por Brown-Séquard en la prestigiosa revista Lancet, como “Notes on the effects produce on man by subcutaneon injections of a liquid obtained from the testicles of animals”347 en 1889, tan sólo dos años antes de la nota en la Revista Médica de Chile. En la revista chilena se explicaba que: el jugo testicular devuelve a los viejos debilitados las fuerzas en proporción definitiva y durable, y en ciertos estados mórbidos como la tuberculosis, la anemia, la parálisis, la ataxia locomotriz, levanta el estado general y ayuda poderosamente a la resistencia y a la convalecencia348 Según la nota, el preparado testicular lo probaba en sí mismo Brown-Séquard, de 75 años y, tras consumirlo, al presionar un dinamómetro349 “el instrumento acusa inmediatamente una fuerza de 45 kilogramos, en tanto que hombres fuertes y vigorosos no alcanzan a hacerlo marcar más que 40 o 41”350. Brown-Séquard, sucesor de Claude Bernard en la Cátedra de Medicina experimental en el Collège de France, había sido también profesor de Harvard y era considerado una de las eminencias científicas del siglo. Ya en 1869 había sugerido la inyección de semen en el torrente sanguíneo para estimular la actividad física y mental de las personas 346EL JUGO TESTICULAR. 1892. Sección de Revista Estranjera. Revista Médica de Chile. 1892: 415-416. 347BROWN- SEQUARD, CH. 1889. Notes on the effects produce on man by subcutaneon injections of a liquid obtained from the testicles of animals. Lancet, 137: 105-107. La versión completa de la conferencia la había publicado en los Comptes Rendus, nro. 24 del año 1889, Revista de la Sociedad de Biología de Paris 348EL JUGO TESTICULAR. 1892. Op. Cit., p. 416. 349El dinamómetro fue uno de los instrumentos de mayor éxito en el modelo energético del cuerpo. VIGARELLO, G. 2006. Lo sano y lo malsano. Madrid, Abada Editores, p. 366. 350EL JUGO TESTICULAR. 1892. Op. Cit., p. 416. 128 envejecidas351. Cuando la vejez llamó a su puerta no dudó en experimentar con diferentes métodos de “rejuvenecimiento”, como las inyecciones del llamado jugo testicular352. Para el pionero de la endocrinología Eugen Steinach, la disciplina tenía un fecha exacta de nacimiento y era el 1º de Junio del año 1889, la fecha en que Brown-Séquard, comunicó a la Sociedad de Biología de París, el efecto de la “inyección del extracto de testículo sobre sí mismo”353. La siguiente consideración de la Revista Médica de Chile en torno a la cuestión de las secreciones provendría de la psiquiatría. La Revista publicó en 1895 el trabajo “Las pérdidas seminales, poluciones y espermatorrea”354 del profesor Augusto Orrego Luco (1849-1933), catedrático de clínica de enfermedades nerviosas; trabajo que ya hemos analizado en relación a la teoría de la degeneración que manejaba el alienista chileno. Sintéticamente, para Orrego Luco, las secreciones externas de los órganos sexuales quedaban relacionadas con las neuropatías y neurastenias, que revelaban lesiones en la médula espinal y el sistema nervioso, producidas por una herencia degenerada. A inicios del siglo XX es claro que la medicina chilena sufrió cambios profundos. Se hizo notar en forma contundente la influencia de la medicina germana a través de los becados que iban a estudiar en Europa y de maestros europeos que 351Para profundizar en la obra de Brown-Séquard, pueden verse los siguientes artículos y una biografía de reciente publicación: LAPORTE, Y. 2006. Charles-Édouard Brown-Séquard. Une vie mouvementée et une contribution importante à l'étude du système nerveux. Comptes Rendus Biologies. 329: 363–368. RENGACHARY, S.; COLEN, Ch.; GUTHIKONDA, M. 2008. Charles Édouard Brown-Séquard: An Eccentric Genius. Neurosurgery. Volume 62 (4): 954–964 y AMINOFF, M. 2010. Brown-Séquard. An improbable genius who transformed medicine. New York, Oxford University. 352He aquí la formula de la inyección descrita por Brown-Séquard: “I have made use, in subcutaneous injections, of a liquid containing a small quantity of water mixed with the three following parts: first, blood of the testicular veins; secondly, semen; and thirdly, juice extracted from a testicle, crushed immediately after it has been taken from a dog or a guinea-pig”, BROWN- SEQUARD, CH. 1889. Notes on the effects produce on man by subcutaneon injections of a liquid obtained from the testicles of animals. Lancet, 137: 105-107. 353STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida. Cuarenta años de experimentos biológicos y médicos. Buenos Aires, Losada, p. 57. Esta obra se publicó originalmente en inglés como Sex and Life: Forty Years of Biological and Medical Experiments. N. York: Viking Press, 1940. Este trabajo se ha realizado en base a la versión en castellano. 354ORREGO LUCO, A. 1895. Las pérdidas seminales, poluciones y espermatorrea. Revista Médica de Chile, Santiago de Chile, Año XIII, N° 6, p. 244. 129 eran llamados a ejercer la docencia en Chile, en un claro proyecto del estado chileno por construir una nación moderna. Las figuras de mayor prestigio científico en la medicina chilena del primer tercio del siglo XX, como ya se ha mencionado, fueron tres extranjeros: los alemanes Federico Johow, Max Westenhöfer y el italiano Juan Noé Crevani355. Con el paso de los años Noé fue adquiriendo posiciones de prestigio académico y científico al interior de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, las que le permitieron asociar a sus cátedras un laboratorio de Zoología Médica. En este contexto, la cuestión experimental en endocrinología que encontró un eco mayor y de consecuencias más profundas, fue la continuación en Chile de la obra de Eugen Steinach, indicada directamente por Noé a su ayudante en el laboratorio de Zoología Médica e Histología Normal. En 1920 la Revista Médica de Chile dio la primera noticia sobre las cirugías de Steinach, a través de una breve reseña de un artículo del embriólogo alemán Wilhelm Roux (1870-1924) - un discípulo de Haeckel y de Virchow que se encontraba en los años finales de su carrera científica - sobre “Rejuvenecimiento artificial de los ancianos”. El tema central del texto eran las investigaciones desarrolladas por Steinach en Viena, que habían conducido desde las experimentaciones sobre “feminización” y “masculinización” de ratas y cobayas, hasta una operación ejecutada sobre las glándulas sexuales humanas, para favorecer la secreción interna de hormonas. La cuestión quirúrgica era descrita así: “este método consiste, en el hombre, en la ligadura y sección de ambos conductos eferentes. Es un procedimiento sencillísimo que requiere solo un poco de anestesia local”356. En la mujer, la cirugía ofrecía mayores dificultades, pero ello se podía superar con otra técnica: “se han sometido los ovarios a la acción de los rayos Roentgen, obteniéndose resultados asombrosos respecto al rejuvenecimiento de las ancianas”357, señalaba la reseña. 355CRUZ COKE, R. 1995. Ricardo. Historia de la Medicina Chilena. Op. Cit., p. 501. W. 1920. Rejuvenecimiento artificial de los ancianos. Traducción de Arturo Albertz. Revista Médica de Chile. 1920: 745-747, p. 745. 357ROUX, W. 1920. Rejuvenecimiento artificial de los ancianos. Op. Cit., p. 746. 356ROUX, 130 Junto a estos métodos, Roux también señaló la existencia de técnicas de trasplante de testículos, sin ahondar sobre el donante ni las técnicas quirúrgicas. Lo que le era claro al médico alemán es que “parece probable producir un segundo rejuvenecimiento, sea por la implantación de un testículo joven”358 o por las técnicas antes descritas. Por otra parte, la perspectiva del rejuvenecimiento, señalaba Roux, podía tener un efecto eugénico negativo, ya que lo que se presentaba como un buen resultado médico en términos individuales, tal vez no lo era para el colectivo. Los éxitos del rejuvenecimiento, se planteaba Roux, “habría que preguntar si lo son también para la raza humana, porque el médico podría prolongar la vida a ciertos ejemplares, imperfectos y a costas, y por consiguiente, de la especie”359. La eugenesia, con su preocupación por el futuro de la especie y la reproducción de los mejores, aparecía así, tempranamente ligada a la cuestión del rejuvenecimiento. En 1921 se presentó a la Universidad de Chile una memoria de licenciatura en Medicina que también tocaba el tema. Alfonso Quijano Olivares – que llegaría a ser Ministro de Salud de la efímera república socialista de 1932 –, se graduó con la memoria titulada “Ligadura del conducto deferente en el tratamiento de la T.B.C epidídimo-testicular”. De ello daba cuenta la Revista Médica de Chile ese mismo año, destacando lo mismo que estaba en la base del planteamiento de Steinach; es decir, que al provocar la ligadura del conducto eferente del testículo, la: “mayor actividad de la glándula intersticial, repercute sobre el organismo entero que se encuentra decaído y recibe un estímulo poderoso, aumentando los medios de lucha contra las causas patológicas”360. Aunque el objetivo era otro, el rejuvenecimiento y la renovación de la actividad sexual estaban presentes en el trabajo de Quijano: “la ligadura del conducto deferente en los individuos de edad ya avanzada es doblemente recomendable, porque además de curarle su afección local, produce en ellos un franco 358ROUX, W. 1920. Rejuvenecimiento artificial de los ancianos. Op. Cit., p. 746. W. 1920. Rejuvenecimiento artificial de los ancianos. Op. Cit., p. 747. 360MEMORIAS DE LICENCIATURA EN MEDICINA LIGADURA DEL CONDUCTO DEFERENTE EN EL TRATAMIENTO DE LA TBC EPIDÍDIMO TESTICULAR POR ALFONSO QUIJANO. 1921. Revista Médica de Chile, p. 777-778, p. 777. 359ROUX, 131 rejuvenecimiento”361 y “en cuanto a la potencia y al instinto sexual se mantienen inalterables y a veces pueden sufrir aumento”362, señalaba la memoria. 3.5.2 Ottmar Wilhelm entra en escena Como ya se mencionó, Juan Noé ejercía la docencia en la Facultad de Medicina desde 1913. En lo que interesa a este apartado, fue el maestro implicado en el desarrollo de experimentos de rejuvenecimiento que, a partir de 1922, llevó adelante uno de sus discípulos, el estudiante Ottmar Wilhelm. Ottmar Wilhelm nació en Valdivia en 1898 en el seno de la comunidad alemana asentada en el sur de Chile desde 1849363. Sus abuelos nacieron en Alemania y sus padres eran alemanes nacidos en Chile. En la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Wilhelm se convirtió en ayudante del laboratorio de Zoología Médica e Histología Normal. Desde esa posición, comenzó un trabajo experimental de una escala poco frecuente en el contexto médico chileno de aquellos años. Wilhelm se interesó, guiado por el profesor Noé, en el trabajo de Eugen Steinach (1861-1944), una figura de renombre internacional, que ya en 1894 había inscrito su nombre en los fundamentos de la nueva ciencia endocrinológica. Steinach nació en Austria en 1861 y se formó en las universidades de Ginebra y Viena, se doctoró en la Universidad de Innsbruck en 1886 y comenzó una carrera tan brillante como polémica en la investigación de las glándulas sexuales. Desarrolló su carrera en Praga y Viena364. Lo que Wilhelm comenzaba a hacer en Chile era, claramente, una manera de asociar su nombre al de un investigador de renombre internacional. 361MEMORIAS DE LICENCIATURA EN MEDICINA LIGADURA DEL CONDUCTO DEFERENTE EN EL TRATAMIENTO DE LA TBC EPIDÍDIMO TESTICULAR POR ALFONSO QUIJANO. 1921. Op. Cit., p. 777. 362MEMORIAS DE LICENCIATURA EN MEDICINA LIGADURA DEL CONDUCTO DEFERENTE EN EL TRATAMIENTO DE LA TBC EPIDÍDIMO TESTICULAR POR ALFONSO QUIJANO. 1921. Op. Cit., p. 778. 363Para una historia de Valdivia y la crónica de la colonia alemana asentada allí, ver GUARDA, G. 2001. Nueva Historia de Valdivia. Santiago de Chile, Ediciones Universidad Católica de Chile. 364Para profundizar en la figura de Steinach a nivel europeo pueden verse varios artículos del historiador de la ciencia Chandak Sengoopta; entre ellos SENGOOPTA, Ch. 2000 The modern ovary: constructiong, meaning, uses. History Sience, xxxviii: 425-486 y el trabajo de SÖDERSTEN, P., 132 Los trabajos de Wilhelm en relación al rejuvenecimiento aparecieron en cinco extensos artículos de la Revista Médica de Chile entre 1922 y 1926. El primero de ellos es una nota sobre procedimientos experimentales publicado en 1922. El segundo fue publicado en 1923 y hacía un repaso a la vasta obra de Steinach. El tercer texto, aparecido también en 1923, hacía balance de los desarrollos experimentales. Un cuarto texto publicado en 1924 presentó las experiencias desarrolladas en ratones. El último texto, publicado en 1926, era una abundante muestra de evidencia microscópica. Se dibujó así un completo arco, desde la asociación a una figura de renombre mundial, hasta la experimentación y la evidencia microscópica, generada en laboratorios chilenos. En el primer artículo, llamado “Contribución al estudio histofisiológico de los llamados fenómenos de rejuvenecimiento”365, Wilhelm indicó que el estudio le fue asignado por su “maestro el Prof. Dr. J. Noé en Octubre de 1920”366, quien le había apoyado con “un estímulo incesante para la continuación de tan larga investigación”367. La dinámica de la filiación académica y de fidelidad al maestro quedaba fuertemente asentada desde el principio del desarrollo experimental. Wilhelm comenzó señalando que “para el rejuvenecimiento debía servirme de todos los recursos de la técnica hasta ahora conocidos”368. Ellos eran el trasplante de glándulas sexuales, ligadura de los conos vasculosos, opoterapia glandular e injertos pluriglandulares369. Aunque el animal elegido para la experimentación era la rata blanca, las dificultades para estabilizar una colonia de estos animales llevaron a Wilhelm a presentar, en esta primera nota, experimentaciones en perros, toros, cerdos y seres humanos. CREWS, D., LOGAN, C. y SOUKUP, RW. 2013. Eugen Steinach - the First Neuroendocrinologist. Endocrinology. Una biografía breve y varias menciones de interés sobre Eugen Steinach pueden encontrarse en el texto de MEDVEI, V. 1982. A history of endocrinology. Lancaster, MTP Press. 365WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio histofisiológico de los llamados fenómenos de rejuvenecimiento. Revista Médica de Chile, pp. 270-297. 366WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 270. 367WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 270. 368WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 271. 369WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 271. 133 La primera experiencia registrada es la de un trasplante de trozos de testículo desde un perro “entero, joven y potente”370 de 1 año y 6 meses, a otro “viejo, inactivo, dormilón”371 de 16 años, castrado 9 años antes de la operación. Al revisar la herida en el perro receptor, el investigador dio cuenta de “una erección completa del miembro”372. En los días siguientes a la operación, Wilhelm señalo que “el animal sigue muy vivaz y contento”373 y agregó concisamente: “observo ocasionalmente erecciones”374. Con estos buenos resultados, Wilhelm intentó la observación directa de los tejidos injertados, procediendo a operar. En la cirugía el perro colapsó y se intentó “masaje cardíaco durante casi una hora”375. El perro murió y para estudios histológicos de comparación, se sacrificaron otros dos, “de confronte”; uno de 17 años y otro de 20 años376. La siguiente experiencia, en un perro de 17 años “enflaquecido, encorvado, de movimientos lentos”377, resultó exitosa. Se le seccionó el conducto deferente del epidídimo y dos semanas después de la operación, señaló Wilhelm que “llama la atención, la vivacidad de sus movimientos; tiene erección y trata de montar una perra que recién había parido. Había necesidad de aislarlo por mostrarse hipergenésico”378. El siguiente escalón experimental fue una ligadura en un toro reproductor, a la que siguió otra en un cerdo. La siguiente fue en un ser humano. Para la experiencia con el cerdo y las efectuadas en pacientes, el cirujano asociado con Wilhelm fue el Dr. Arnulfo Johow, hijo del biólogo y profesor de la Universidad de Chile, Federico Johow. El primer caso registrado de una intervención en un paciente de la Junta de Beneficencia379 es el de “J.A. chileno, 62 años, 370WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 273. O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 272. 372WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 274. 373WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 274. 374WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 275. 375WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 275. 376WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 276. 377WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 276. 378WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 279. 379 La Junta de Beneficencia era una entidad privada de caridad, que tenía a su cargo la administración de los hospitales que brindaban la atención pública de salud en el país. Mantuvo un rol protagónico en la administración de los hospitales chilenos hasta 1952. 371WILHELM, 134 soltero”380, que ingresó al servicio de Clínica Quirúrgica dirigido por Gregorio Amunátegui. El individuo “hace 8 años no ha tenido erecciones”381, anotó el investigador. Fue operado por hernia inguinal el 19 de Octubre de 1921 y se le practicó ligadura del epidídimo, sin conocimiento del paciente. A los pocos días de la operación el enfermo manifestó voluntad de casarse y ante las preguntas de los investigadores sobre su disfunción eréctil, el paciente respondió que “la hernia me tenía aplastado el miembro”382. Cada erección del paciente fue anotada por Wilhelm. El paciente fue dado de alta y cuando regresó para un control, en enero de 1922, Wilhelm señaló que “la cara tiene una expresión enérgica y alegre” 383, con lo que todas las observaciones parecían confirmar la hipótesis del rejuvenecimiento. Las opciones para seguir practicando la técnica de Steinach no dejaron de presentarse. Entre otros casos descritos, se señala que “J.S.B., chileno, 60 años”384 fue operado el 5 de Diciembre de 1921 por dos hernias y se le efectuó ligadura de la cabeza del epidídimo derecho. Tres meses después el paciente declaraba que “se siente nuevamente joven”385. “E. M., 60 años de edad”, ingresó a la clínica quirúrgica por un “cáncer inoperable”386. Ante los dolores, el paciente pidió se efectuara alguna intervención. Wilhelm y Johow vieron una oportunidad literalmente solicitada a gritos: lo operaron y le practicaron ligadura epidimaria unilateral. Un mes después de la intervención, el paciente murió. “J. J., norteamericano, 62 años” 387, afectado de anginas y sífilis, fue tratado durante meses sin resultados favorables. Con el fin de levantarle un poco el ánimo el Dr. Ernesto Prado Tagle indicó “hormina masculina en inyecciones diarias subcutáneas”388. Ante el positivo efecto de este tratamiento, Wilhelm sugirió profundizarlo con una ligadura, la que realizaron Wilhelm y Johow en Febrero de 1922. 380WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 282. O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 282. 382WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 285. 383WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 286. 384WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 289. 385WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 291. 386WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 292. 387WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 293. 388WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 294. 381WILHELM, 135 En palabras de Wilhelm, cuando se efectuaba la operación de Steinach, “se ha mantenido en reserva completa para evitar en el operado toda participación y efectos de fenómenos sugestivos”389. La cuestión de la información al paciente revestía la mayor importancia, ya que las impugnaciones más contundentes que se hacían a las operaciones de Steinach eran la de la autosugestión. Sobre la cuestión de la información al paciente, considérese, como ejemplo, el discurso de ingreso a la Real Academia Nacional de Medicina de España del médico León Cardenal y Pujals, en el que relata haber realizado la operación de Steinach a 58 pacientes “que iban a ser operados por alguna otra causa”390, sin haberles dado noticia de lo realmente efectuado. En el caso de Wilhelm, los procedimientos sobre perros, toros, cerdos y hombres no tenían, por otra parte, más objetivo que el de “hacer mano”, ya que las operaciones eran realizadas, en palabras del médico chileno, “mientras tanto, para familiarizarme con la técnica”391. En resumen, la investigación del chileno Ottmar Wilhelm fue una réplica agresiva y multiforme de la realizada por Eugen Steinach. Al analizar la fundamentación teórica y biológica detrás de los experimentos y técnicas de Steinach resulta lógico que Wilhelm Roux, reseñado en la Revista en 1920, estuviera interesado en difundir el trabajo de Steinach. Lo que proponía Steinach era una aplicación de la teoría de Roux sobre una versión intra orgánica de la lucha darwiniana por la vida, a la que Steinach llamó la teoría de “la lucha entre las partes”. La propuesta de Steinach indicaba que dada una lucha por espacio vital entre diferentes partes de un órgano, al eliminar la función de una de las dos partes principales de la gónada masculina (según Steinach el tejido intersticial y los tubos seminíferos), la otra se vería fortalecida y con mayor espacio para su cometido funcional392. Efectuado el procedimiento se esperaba que el tejido intersticial recuperara su capacidad de verter hormonas hacia el interior del cuerpo. 389WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 294. E. 1942. Sexo y Vida. Op. Cit., p. 189. 391WILHELM, O. 1922. Contribución al estudio, Op. Cit., p. 272. 392 STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida. Op. Cit., la descripción detallada de su teoría en las páginas 134 a 145. 390STEINACH, 136 3.6.3 Las transformaciones milagrosas y la cuestión de la homosexualidad Que el escepticismo y las críticas mordaces se dejaban caer a menudo sobre las teorías y procedimientos quirúrgicos de Steinach, queda muy claro en la segunda comunicación de Wilhelm. Para el chileno, la novedad y los fabulosos efectos de la técnica, habían llevado a que estas fueran objeto de “exageración, por la disposición propia de la fantasía humana, sea de buena fe, sea con fines ajenos a la ciencia, hasta ridiculizar tales investigaciones”393. A pesar de las loas al empirismo positivista de Wilhelm, que se describía como un investigador fiel “al método objetivo que caracteriza a la escuela que pertenezco”394 o de la insistencia de Steinach al repasar su carrera científica en 1940, en que “la ciencia no se satisface con presunciones, sino que requiere un exacto conocimiento de la relación causa efecto”395, ambos se sumergieron en el potencial mítico del “rejuvenecimiento” y pusieron en escena lo milagroso. En el primer trabajo de Wilhelm abundan las transformaciones milagrosas, como el perro mágicamente hipergenésico o el cambio en perros y hombres de una condición deprimida a la “vivacidad”, al rostro “enérgico”. Uno de los ejemplos más singulares de estas transformaciones milagrosas es el registrado en el libro testimonial de Steinach y pertenece al catálogo de 58 operaciones realizadas por Cardenal y Pujals, uno de cuyos pacientes “un anciano de 70 años, analfabeto”, después de la operación “aprendió a leer”396. La idea de Steinach, de Wilhelm y de los constitucionalistas biotipológicos entre otros397, era que las hormonas establecían un vínculo determinista entre lo somático WILHELM, O. 1923. Referencia bibliográfica sobre el discutido problema del rejuvenecimiento (La obra de Steinach). Revista Médica de Chile, pp. 304–344, p. 304. 394 WILHELM, O. 1923. Referencia bibliográfica, Op. Cit., p. 304. 395STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida. Op. Cit., p. 48. 396STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida. Op. Cit., p. 190. 397Para un acercamiento a la biotipología y a su recepción en Latinoamérica pueden consultarse los trabajos MAIOCCHI, R. 1999. Scienza italiana e racismo fascista. Firenze, La Nuova Italia Editrice y VALLEJO, G. 2010. Roma-Buenos Aires: un eje para el expansionismo de la biotipología y el fascismo (1922–1938). En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G (Eds.). Derivas de Darwin. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 71-96 y MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2004 Los saberes del poder: eugenesia y biotipología en la argentina del siglo XX. Revista de Indias. LXIV(231):425-444. 393 137 y el comportamiento. Esto abarcaba terrenos como la constitución general y aspectos más elusivos y complejos, como los valores que natural e idealmente debían darse en cada sexo. En este sentido, las descripciones que hacia 1940 hizo Steinach de su trabajo en las décadas anteriores, resultan hoy significativas en una perspectiva de género. El trasplante de ovarios en un macho castrado de Cobayo (Cuy o Cuye) producía, para Steinach, “feminización”; y el de testículos en una hembra castrada, “masculinización”. Si por una parte esto incluía signos externos, como el crecimiento de pezones capaces de lactar en un macho, no era menos importante la transformación psíquica. Refriéndose a las ratas macho aisladas, Steinach veía su conducta como producto de “la psiquis de los solterones enmohecidos” 398 y para describir el comportamiento de los machos frente a las hembras, después del aislamiento, refería la aparición de “otros signos de renovada virilidad, como son la intolerancia, la agresividad, los celos para los rivales” 399. Por su parte el cobayo macho “feminizado”, castrado y con implante de ovarios, según Steinach: “toma inmediatamente la posición para que se acerquen las crías y se presta voluntariamente a la crianza con el cuidado, devoción y paciencia que son propios de las hembras normales”400; es decir, adopta los valores y actitudes atribuidas a lo femenino. Según Steinach, practicada la ligadura en ratas machos seniles, al poco tiempo podían verse “signos de un cambio carácter”401, se restablecía “la viveza mental y la curiosidad, expresada por el brillo de los ojos”402 y “el nuevo alerta psíquico encuentra también su expresión en un signo de vanidad” 403. Como vemos, complejos sentimientos eran atribuidos a las ratas en el texto de Steinach: celos, vanidad, arrogancia, deseo de aventuras, viveza mental. Las ratas eran descritas en términos más shakespereanos que biológicos, lo que tendía a establecer una 398STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 38 E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 38 400STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 72. 401STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 142. 402STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 143. 403STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 143. 399STEINACH, 138 transitividad entre comportamiento animal y sociedad humana. Sin consideración a la cultura, a la individuación y la subjetividad, Steinach pensaba que todo “lo que nos han enseñado los experimentos sobre animales puede aplicarse a los seres humanos”404. Dado que para Steinach las células de un organismo “pueden llevar un sello de masculinidad o feminidad”405, la cuestión de la homosexualidad y su causa orgánica era un tema de importancia en sus investigaciones. Las investigaciones de Steinach, Lipschütz, Marañón y otros médicos llevaron a la idea, aún hoy sostenida, de proceder a una terapia hormonal para la homosexualidad 406. Nancy Ordover apunta directamente a Steinach en este sentido: En 1916, E. Steinach, una anatomista y endocrinólogo de Viena, se unió a un cirujano para intentar una cura para la homosexualidad en un grupo de control de 12 hombres. Después de que los sujetos gay fueron castrados, recibieron trasplantes de tejido testicular de sujetos heterosexuales varones que habían sido intervenidos para remover testículos no descendidos. Los médicos optaron por una castración unilateral en vez de la bilateral, dado que querían capacitar a los nuevos pacientes ahora heterosexuales (como ellos anticipaban que sería) para casarse y procrear407 El método de Voronoff, el injerto de tejido testicular de monos antropoides en los testículos humanos, también fue objeto de atención en la Revista Médica Chilena. En 1924 se publicó una nota del Dr. Guillermo Puelma sobre Voronoff y sus investigaciones iniciales con el “jugo testicular” y el “rejuvenecimiento”408. Esta nota fue seguida por otra ese mismo año, en la que el mismo Puelma manifestó alguna crítica por estimar que las mejorías podían deberse a una “psiconeurosis de 404STEINACH, E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 81. E. 1942. Sexo y Vida, Op. Cit., p. 9. 406Un trabajo que toca las fatídicas relaciones entre terapia hormonal y comunidad homosexual es el de ORDOVER, N. 2003. American Eugenics. Race Queer Anatomy, and the science of Nationalism. Minneapolis, University of Minessota Press. A modo de ejemplo, el caso de O.D., un hombre negro, homosexual de 46 años, al que se le suministraron: stilbesterol, testosterona subcutánea, gonadotropinas, tiroides disecada, testosterona, eminem, estrógenos, estriol. Luego de cefaleas, vómitos y desmayos durante semanas y ante el reconocimiento de que la “terapia” no ha eliminado el comportamiento homosexual, el “tratamiento” se suspendió; ver p. 110. 407ORDOVER, N. 2003. American Eugenics. Op. Cit., p. 84. La traducción es mía. 408PUELMA, G.1924. Sin título. Revista Médica de Chile, pp. 595-596. 405STEINACH, 139 rejuvenecimiento”409. En todo caso, respecto de las 52 operaciones realizadas por Voronoff en Francia y otras 97 realizadas por el Dr. Max Thorek de Chicago, los fallos ocurrieron, según describe Puelma, “por ser demasiado jóvenes los chimpancés que suministraban el injerto”410. Como ya se mencionó, las publicaciones iniciales de Voronoff en Francia eran de 1923 y 1924, por lo que puede verse aquí la presteza con la que la comunidad médica chilena intentaba conservar un vínculo lo con la vanguardia médica europea. Steinach y Voronoff aparecieron en la Revista Médica de Chile por última vez en 1929 en un artículo de Gregorio Marañón sobre la homosexualidad como estado intersexual411. En el texto del médico español, Steinach era señalado como el científico que había probado la base orgánica de la homosexualidad en la malformación en los testículos; mientras que Voronoff era el cirujano impulsor de una terapia prometedora, el injerto de testículo de mono412. 3.5.5 Ottmar Wilhelm: catedrático a los 25 años En el artículo siguiente de Wilhelm sobre rejuvenecimiento, se presentó un balance de la investigación. Se notificó también que Arnulfo Johow se mantuvo muy 409PUELMA, G. 1924. Los resultados de la operación de Voronoff. Revista Médica de Chile. 1924, pp. 873-874. 410PUELMA, G. 1924. Los resultados de la operación de Voronoff. Op. Cit., p. 874. Cabe destacar también que Thorek fue un cirujano de gran trayectoria y reputación. Puede consultarse el trabajo de RUBERG, RL y SHAH, RR.1983. Max Thorek: a surgeon for all seasons. Clin. Plast. Surg.: Oct; 10 (4): 611-618. 411MARAÑÓN, G. 1929. La Homosexualidad como estado intersexual. Revista Médica de Chile. 1929, pp. 413-443. 412Marañón, que abogaba por el trato justo hacia el homosexual en su condición de enfermo, tampoco era ajeno a una mezcla de ideas racistas y clasistas, como la idea de la superioridad de la raza latina, que tenía menos homosexuales en sus clases altas, la de las huellas de la homosexualidad en el esqueleto o la idea de que a partir de los insectos obreros homosexuales pudiera explicarse la homosexualidad humana. Marañón, n. 82. Una reflexión sobre las ideas del Dr. Gregorio Marañón en ésta área es el trabajo de CASTEJÓN, R. 2013. Marañón y la identidad sexual: biología, sexualidad y género en la España de la década de 1920. Arbor [artículo en internet]. 2013 [citado 5 Oct 2014]; 189 (759). Disponible en: http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/viewFile/1544/1585. 140 activo practicando “varias ligaduras en ancianos con hernias”413, pero que la evaluación del total de la experiencia era más bien pobre, ya que según Wilhelm, en el hombre, “por la artificialidad de su vida” 414 y una “falta absoluta de selección”415, impedían hacer de él un objeto de investigación válido para problemas de “biología pura”416. Las operaciones en seres humanos tuvieron así, para Wilhelm, un mero “interés práctico, sin atribuirle mayor importancia”417. La retribución al esfuerzo experimental y científico del joven ayudante se concretó más allá de los laboratorios. Entre este artículo de 1923 y el que cerraba la serie, aparecido en 1926, importantísimos cambios ocurrieron en la vida del joven médico. Desde su llegada al país en 1913, el profesor Juan Noé fue cultivando una relación de afable colaboración con el profesorado médico chileno, que le permitió acceder de año en año a mejor infraestructura, ayudantes y sucesivas posiciones de prestigio en la docencia médica chilena y en la salud pública del país. Alcanzada una posición segura, académica y socialmente, el profesor Noé comenzó, lo que podríamos llamar con justicia, una activa política de patronazgo científico. El patronazgo científico comenzó a ser conceptualizado y estudiado a comienzos de la década de 1970 y ha demostrado una gran utilidad para la comprensión de algunos fenómenos de importancia en la dinámica social al interior de comunidades académicas y científicas418. En breve, el patronazgo científico ha sido descrito como: una estructura organizativa informal, pero muy efectiva, en la que una figura suficientemente reconocida en las instituciones y en la comunidad científica, se convierte en “patrón” y en “protector” de un pequeño grupo de discípulos y colaboradores que, compartiendo sus ideas científicas, se ocuparían de 413WILHELM, O. 1923. Contribución al estudio histofisiológico de los llamados fenómenos de rejuvenecimiento. Revista Médica de Chile, pp. 446–485, p. 455. 414WILHELM, O. 1923. Contribución al estudio histofisiológico, Op. Cit., p. 455. 415WILHELM, O. 1923. Contribución al estudio histofisiológico, Op. Cit., p. 455. 416WILHELM, O. 1923. Contribución al estudio histofisiológico, Op. Cit., p. 456. 417WILHELM, O. 1923. Contribución al estudio histofisiológico, Op. Cit., p. 456. 418Los trabajos fundacionales en la conceptualización del patronazgo científico son los de CLARK T. y CLARCK, P. 1971. Le patrón et son cercle: clef del’université française. Revue Française de Sociologie, 12: 19-39 y el libro de CLARK, T. 1973. Prophets and patrons: the French University and emergence of the social science. Harvard University Press. 141 desarrollarlas y difundirlas, recibiendo a cambio apoyo en su desarrollo profesional419 La idea de patronazgo científico resulta muy apropiada para describir las relaciones entre Noé y Wilhelm. A su vez, por parte de Wilhelm se puede apreciar su forma fluida de interactuar con la política de patronazgo de Noé, a través de lo que sería, en términos de Bourdieu, una efectiva estrategia de sucesión en el campo420; esto es, una estrategia adecuada para asegurar al ejecutante, en el término de una carrera previsible, los beneficios prometidos a los que realizan el ideal de la excelencia científica. A pocos meses de su licenciatura como médico y con sólo 25 años de edad, Ottmar Wilhelm fue nombrado Profesor Titular de la cátedra de Zoología Médica en la naciente Escuela de Medicina de la Universidad de Concepción421, la segunda en constituirse como tal en el país. Sin el patronazgo científico de Noé y sin la inversión de energía intelectual y capital simbólico de Wilhelm, en clara estrategia de sucesión, este nombramiento resulta incomprensible. La Revista Médica siguió con atención los pasos de Wilhelm en Concepción y publicó su conferencia inaugural de la Cátedra de Zoología Médica, “La importancia de la Zoología en los estudios de la medicina”422. En ella, Wilhelm hizo los más fervientes reclamos en pos del “más escrupuloso objetivismo”423 y mencionó las experiencias de Steinach, condescendiendo con la audiencia, al relatar que el 419Para una aproximación al concepto de patronazgo científico ver el trabajo de HUERTAS, R. 2012. Historia cultural de la psiquiatría. Madrid, Catarata, p. 76. 420Para Bourdieu las estrategias de inversión de capital científico en un campo se resumen, básicamente, en tres posibilidades: de conservación, que llevan adelante aquellos que están en la posición dominante del campo; las de sucesión, descritas en el cuerpo del texto y las de subversión, que se definen como de alto riesgo y que son productivas solo en términos de “una redefinición completa de los principios de legitimación de la dominación”, BOURDIEU, P. Intelectuales, política y poder. Buenos Aires, Eudeba, 2005, p. 93. 421La actividad de la Escuela de Medicina de la Universidad de Concepción comenzó en 1924 bajo la estricta supervisión de la Universidad de Chile. Ver CHUAQUI, B.; DUARTE, I. y VARGAS, J. 2005. Médicos de ciencia y de conciencia. La escuela de medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. Ediciones Universidad Católica, p. 106. 422WILHELM, O. 1924. La importancia de la Zoología en los estudios de la medicina. Revista Médica de Chile, pp. 363-384. 423WILHELM, O. 1924. La importancia de la Zoología, Op. Cit., p. 364. 142 austríaco había logrado “transformar (…) las pollitas en pollitos”424. Los temas que cerraron la conferencia, aunque estaban conceptualizados en forma novedosa, en cierto modo estaban latentes en los escritos anteriores de Wilhelm, que se lamentaba de que la raza humana fuera un material poco adecuado para la investigación biológica, dado el nulo efecto de la selección natural sobre su modo de vida artificial. Para Wilhelm, la genética debía ser considerada como un gran avance en la zoología experimental, al igual que “la Eugenética, esta ciencia joven que tiende al mejoramiento de los caracteres físicos, psíquicos y morales de la humanidad”425. El apostolado médico debía combinarse con la nueva ciencia, elevada a camino religioso; el médico “ante su noble y responsable misión social, no podrá desconocer los principios de la eugenética para guiar cual consciente misionero a la humanidad por el sendero de la felicidad suprema, la salud”426. El artículo final de Wilhelm sobre el tema del rejuvenecimiento consistió en la tabulación de todos sus experimentos anteriores y el análisis de un muestrario de microfotografías de tejido cerebral y testicular de perros, ratones y hombres. No lo firma el aventajado estudiante, sino el “Profesor de Zoología Médica y Embriología de la Universidad de Concepción”427. De aquí en adelante las publicaciones de Wilhelm serán habituales en el Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción428, de la cual fue socio fundador. De entre las contrataciones iniciales en la Universidad de Concepción relacionadas con Wilhelm, destaca la llegada al país del investigador letón de origen judío, Alejandro Lipschütz, que había colaborado con Steinach en 1919429. Lipschütz fundó y dirigió un Instituto de Fisiología en la Universidad de Concepción, 424WILHELM, O. 1924. La importancia de la Zoología, Op. Cit., p. 377. O. 1924. La importancia de la Zoología, Op. Cit., p. 378. 426WILHELM, O. 1924. La importancia de la Zoología, Op. Cit., p. 383. 427WILHELM, O. 1926. Contribución al estudio histofisiológico de los llamados fenómenos de rejuvenecimiento (cuarta nota preliminar). Sobre el Lipocromo de las células nerviosas seniles reactivadas. Revista Médica de Chile, pp. 643-698, p. 643. 428Como ejemplo, en el número inicial de la revista apareció un trabajo de Wilhelm; Los caracteres de la vejez en los perros. 20 láminas. Boletín de la sociedad de biología de Concepción. 1928, Tomo 1. 429HUGO LEA PLAZA PRESENTA AL DR. ALEJANDRO LIPSCHUTZ CONTRATADO POR LA UNIVERISDAD DE CONCEPCIÓN. 1926. Revista Médica de Chile, pp. 539-544. 425WILHELM, 143 cuyas investigaciones científicas marcaron época en la actividad científica nacional. Ya en 1927 aparecieron dos artículos de Lipschütz en la Revista Médica de Chile, uno dedicado a la sobrevivencia del ovario fuera del organismo y otro dedicado a la feminización de mamíferos y al antagonismo del ovario y el testículo 430. En 1929 apareció otro artículo de Lipschütz sobre la intersexualidad en el Cuy431. Antes de su fallecimiento, Ottmar Wilhelm pasó al profesor de la Universidad de Concepción, Mario Alarcón, una caja de fieltro que había mantenido durante décadas en su oficina. En ella estaban los planos del edificio de la Facultad de Medicina y los presupuestos estrictamente supervisados por él, así como una veintena de fotografías que resumían la parte pública de su vida, que era al mismo tiempo la vida de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción 432. Un lugar de importancia, en ese repertorio de recuerdos esenciales para Wilhelm, lo ocupaba la imagen de su maestro, Juan Noé. 3.5.6 Rejuvenecimiento y eugenesia La investigación endocrinológica en Chile se vio indudablemente favorecida por la influencia de los grandes maestros científicos del primer tercio del siglo XX, especialmente con el profesor Noé. Este último, provisto de las redes necesarias y del capital simbólico, comenzó una política de patronazgo científico, que entró en fecunda sintonía con los intereses del estudiante de medicina Ottmar Wilhelm, quien desarrolló en Chile las experiencias de «rejuvenecimiento». A nivel mundial, Steinach y Voronoff estaban envueltos en un programa de investigación de singulares rasgos, que incluían el trasplante de tejido orgánico de los monos al hombre, las transformaciones milagrosas y la búsqueda de la causa orgánica de la 430LIPSCHÜTZ, A. 1927. Sobrevivencia de órganos y especialmente del ovario fuera del organismo. Revista Médica de Chile, pp. 273-382. LIPSCHUTZ, A. 1927. Experiencias sobre hiperfeminización. Antagonismo entre testículo y ovario. Revista Médica de Chile, pp. 390-397. 431LIPSCHÜTZ, A. 1929. La intersexualidad en el Cuy. Revista Médica de Chile, pp. 444-457. 432BASSO, C. Los tesoros de la caja de fieltro del Dr. Ottmar Wilhelm. <http://www.udec.cl/panoramaweb2/2012/06/los-tesoros-de-la-caja-de-fieltro-del-dr-ottmarwilhelm/> [consulta: 10 diciembre d 2013]. 144 homosexualidad. El objetivo «rejuvenecedor» de estas operaciones contenía, estimamos, una corriente de imaginación mítica que desbordó el canal científico positivista que los investigadores reclamaban. En la experimentación con animales se dio una interpretación antropocéntrica, que abrió el camino a una aplicación de las “hechos” del mundo animal a las normas de conducta humana. Por otra parte, la cuestión del determinismo biológico tuvo un desarrollo persistente en la búsqueda de una base biológica para la homosexualidad y la idea de una «curación» de base hormonal. En el curso de las investigaciones, Ottmar Wilhelm y Arnulfo Johow practicaron un número indeterminado de ligaduras unilaterales del conducto espermático en pacientes de la Junta de Beneficencia, simplemente por ganar experiencia y, a su juicio, sin ningún valor para lo que llamaban la “biología pura”. Sería totalmente anacrónico juzgar esta práctica en relación al consentimiento informado o a la bioética. Lo que se desprende, en todo caso, es una imagen omnipotente del médico en el espacio de la atención pública. En otras palabras, con los pacientes pobres, los médicos sentían que era legítima la realización de sus experimentos. Otra conclusión, de importancia para la discusión de la esterilización eugénica en Chile, es que, si podía darse la práctica de ligaduras del conducto espermático con el fin de ganar experiencia ¿No sería tanto más probable la realización de esterilizaciones eugénicas a discreción, en el periodo en que esta medida contaba con mucho apoyo entre los profesionales médicos? La eugenesia estaba provista de argumentos tan sólidamente desarrollados en el ambiente jurídico y médico chileno que, a partir de la documentación aquí realizada, se vuelve tanto más probable que haya sido una práctica común, de la que no queda registro burocrático, sino únicamente en el cuerpo de los “poco aptos”. Coherentemente, en la conferencia inaugural de la cátedra que iba a ocupar en la Universidad de Concepción, el jovencísimo profesor Ottmar Wilhelm terminó haciendo referencia a la eugenesia como el nuevo evangelio médico. 145 3.6 Otros registros de la eugenesia en el espacio público y académico en Chile hasta 1927 Mientras se ampliaba la circulación social del proyecto eugénico en ámbitos más cercanos a la cultura popular y de masas, este se siguió fortaleciendo en el espacio académico de apropiación y recreación, comenzando a ser parte en variados temas que se juzgaban urgentes para la salud de la población, o como ya quedó canonizado por el poder político después de 1925, “para la defensa de la raza”. En los apartados siguientes revisaremos una panorama de temas en los que la eugenesia irrumpió con fuerza en la década de 1920: la higiene sexual, la demografía, el panamericanismo, el constitucionalismo, la educación física y la tuberculosis. 3.6.1 La higiene sexual y la eugenesia Un tema de vital trascendencia en la perspectiva eugénica era la subjetivación de normas que autorregularan al individuo en su comportamiento sexual. En este sentido, la eugenesia brindó un espacio legítimo y científico a la discusión pública de la sexualidad, abriendo espacios que fueron valorados por los movimientos feministas en su momento433. Pero ello se hizo en todo caso, siempre desde una perspectiva autoritaria y tecnocrática en la que, como comenta Héctor Palma, “se tematiza la relación sexo-reproducción y se brega por una buena reproducción, pero nunca se rescata la relación sexo-placer. Se trata de regular, racionalizar y someter a control científico la reproducción”434. 433En el contexto norteamericano, por ejemplo, la eugenesia era un tema de mucha importancia para una de las líderes del movimiento por el birth control, causa que era presentada como parte de una lucha de las mujeres por alcanzar grados mayores de emancipación. Para una perspectiva crítica del movimiento por el Birth Control y su líder, Margaret Sanger, ver el trabajo de Nancy Ordover, citado anteriormente. 434PALMA, H. 2005. Consideraciones historiográficas, epistemológicas y prácticas acerca de la eugenesia. Héctor Palma. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. (eds.) Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino, Buenos Aires, Siglo XXI editores, pp. 115 – 143, p. 136. Para la relación entre higiene sexual y eugenesia son también de interés los trabajos de PALMA, H. 2005. “Gobernar es 146 En el contexto chileno destaca un trabajo de 1920 del profesor dr. Mamerto Cádiz, publicado en la Revista Médica de Chile, sobre higiene sexual435, cuya perspectiva es coincidente con una de las preocupaciones eugénicas fundamentales: el rendimiento económico de la población. Según Cádiz: la blenorragia y la sífilis sobre todo, han tomado un gran desarrollo en muchos países y su aumento envuelve el peligro de contribuir a la degeneración de la raza, a la disminución del crecimiento natural de la población y de las fuerzas útiles y necesarias al trabajo humano, físico e intelectual436 Coincidente con la asociación normativa entre actividad sexual y reproducción eugénica, Cádiz señaló también que: la eliminación frecuente o repetida de líquido seminal es una pérdida de energías que debieran reservarse exclusivamente a la reproducción, función que la naturaleza ha rodeado de un lujo de precauciones, destinadas a asegurar la multiplicación de la especie437 Sin apelar a ninguna cuestión moral o religiosa, el control de la actividad sexual tenía, según Cádiz, un fundamento biológico: “por lo que se observa en los animales superiores, la función sexual debe ser intermitente y a largos intervalos, dentro de las leyes biológicas”438. Asimismo, coincidiendo con la puericultura antenatal, la higiene sexual que proponía Cádiz, consideraba un estricto control de la actividad sexual, siempre en base a razones médico-eugénicas. Cádiz indicaba que: las preocupaciones mentales y el desgaste material que acarrea el amor carnal desordenado o convertido en vicio, son causas de decadencias físicas e intelectual, de disminución de la resistencia orgánica, de neurosis, etc. y contribuyen a la senilidad prematura a y a la procreación de descendientes degenerados (…) de conformidad con el concepto biológico de la existencia humana y animal, la castidad y la continencia son cualidades propias de la vida normal y fisiológica, mientras que los abusos de la función sexual son seleccionar” Historias y reflexiones sobre el mejoramiento genético en seres humanos. Buenos Aires, Jorge Baudino Ediciones y el de MIRANDA, M. 2011. Controlar lo incontrolable. Una Historia de la sexualidad en Argentina, Buenos Aires, Biblos. 435CÁDIZ, M. 1920. Consideraciones sobre Higiene Sexual. Revista Médica de Chile. pp. 265 – 282, p. 265 436CÁDIZ, M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 265. 437CÁDIZ, M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 269. 438CÁDIZ, M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 269. 147 causas predisponentes, cuando no determinantes de estados patológicos diversos 439 La higiene sexual que Cádiz propone no vendría a ser sino un subconjunto del proyecto eugénico, ya que su objetivo era: abrir paso a las reformas proyectadas con el fin de conservar los caracteres propios de la raza humana y que la distinguen y separan de las demás especies animales, de evitar su decadencia y aun de perfeccionar al hombre aprovechando su plasticidad natural440 Entre el conjunto de medidas que el dr. Cádiz propuso para el control de la higiene sexual de la población chilena, figuraba un clásico de las tecnologías eugénicas, el certificado prematrimonial, y una medida claramente opuesta al sentir católico del periodo, como la venta libre de condones en las boticas. Cádiz culminó su exposición sobre Higiene Sexual señalando el rol central que la Liga Chilena de Higiene Social tenía entre las fuerzas sociales e institucionales que luchaban por preservar y mejorar la raza. Para Cádiz el rol de la Liga en esos años era central, ya que ella: se ocupa entre nosotros del estudio de problemas tan complejos y delicados como son los que se refieren a la lucha contra las enfermedades y los vicios que degeneran la raza de nuestra población, con grave perjuicio de su crecimiento y de sus actividades441 3.6.2 Eugenesia Panamericana En relación a la dimensión latinoamericana, la Revista Médica de Chile publicó el informe de la Comisión de Higiene de la Quinta Conferencia Internacional Americana 439CÁDIZ, de 1923, realizada en Santiago de Chile442. En dicha comisión, M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 270. M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 271. 441CÁDIZ, M. 1920. Consideraciones, Op. Cit., p. 277. 442Esta conferencia de estados americanos marcó al mismo tiempo el apogeo del panamericanismo hegemónico de Estados Unidos, parte de los aliados victoriosos en la Primera Guerra Mundial y dueño natural de los destinos americanos según la doctrina Monroe, así como la primera crisis del dominio estadounidense por la oposición que encontraron en algunos estados americanos. Al respecto es interesante el artículo de SALCEDA, J. 2009. México y la V conferencia panamericana: un campo de batalla diplomática contra el intervencionismo norteamericano. [en línea] Revista 440CÁDIZ, 148 desempeñó un papel protagónico el líder indiscutido de la Eugenesia en Cuba, el Dr. Domingo Ramos. Tan sólo dos años antes, en 1921, se había realizado en Nueva York el Segundo Congreso Internacional de Eugenesia y la disciplina mostraba un desarrollo robusto, científica y políticamente en los Estados Unidos. Recordemos que Ramos era un eugenista de primera hora, uno de los dos latinoamericanos que asistieron al Primer Congreso Internacional de Eugenesia de Londres en 1912. Sus relaciones con los líderes eugenistas de Estados Unidos, los directores de la Eugenics Records Office, con los que había estrechado lazos en el Congreso de Nueva York en 1921, eran inmejorables. En su informe sobre la posición cubana dentro de la Comisión de Higiene en la Conferencia de Santiago en 1923, expresó su preocupación por el: estudio de medidas tendientes a evitar la propagación o transmisión de enfermedades y defectos que degeneren la especie humana (eugenesia) y evitar la enfermedades, los defectos y las intoxicaciones (morfinismo, alcoholismo, etc.) que perturban el desarrollo individual del hombre (Homicultura)443 Ramos relacionó esta preocupación con los problemas estratégicos para la salud, a nivel estatal y panamericano, reflexionando que “la Policía Sanitaria como parte de la medicina preventiva, necesita, conforme a los progresos científicos realizados en los últimos veinte años, el complemento que las medidas de la Eugenesia y la Homicultura aconsejan”444. La policía sanitaria panamericana y las policías sanitarias de cada país445 debían complementarse con lo que Ramos llamó una “Policía de la Herencia y del desarrollo individual (…) en beneficio de la salud y fortaleza de la raza y de los pueblos”446. Esa policía de la herencia basada en la Tzintzun, Morelia, n. 50 <http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S018828722009000200002&lng=es&nrm=iso> [consulta 14 nov. 2014]. 443QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE HIGIENE. 1923. Revista Médica de Chile, pp. 255–262, p. 259. 444QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 260. 445Dato sobre la policía sanitaria en Chile 446QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 260. 149 eugenesia y en la homicultura contaba, según Ramos, con un respaldo científico de vanguardia que certificaba los procedimientos a emplear por estas nuevas ciencias, ya que veía como un aval que, según sus palabras, en “los primeros cuatro lustros del siglo XX, se hayan completado de un modo absolutamente científico los conocimientos sobre herencia y desarrollo individual”447, en base a “los descubrimientos que inició el monje austríaco Gregorio Mendel con sus geniales investigaciones sobre el hibridismo del guisante común”448. En este sentido, se ve la sintonía de Ramos con la afirmación de la infalibilidad del mendelismo y la exactitud incuestionable de esa teoría. América, como continente casi deshabitado y con presencia de todos los climas, necesitaba, según Ramos, de “aquellas medidas que en la práctica son imprescindibles para mejorar la herencia y el desarrollo del individuo”449; tales medidas, se articulaban con las ambientales, concluyendo Ramos que: de igual manera que la Sanidad, basada en la bacteriología, y la Parasitología, modifica la constitución del medio ambiente, la Eugenesia y la Homicultura son las ciencias de aplicación que, basadas en la Genética y la Ontogenia Experimentales, modifican la evolución de la raza 450 Así, Ramos preparó el camino para su objetivo final en esta Conferencia: articular un proyecto eugénico latinoamericano bien sintonizado con los intereses de los eugenistas norteamericanos; objetivo que quedó comprometido en la resolución de la Quinta Conferencia Internacional Americana de Santiago de Chile, con una resolución de la Comisión de Higiene del día 23 de Abril de 1923, que recomendó a los Gobiernos de las Repúblicas de América la convocatoria a una conferencia de Eugenesia y Homicultura, con la explícita indicación de que en la comisión que debía preparar el programa de dicha conferencia, se diese espacio a un miembro 447QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 260. 448QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 260. 449QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 262. 450QUINTA CONFERENCIA INTERNACIONAL HIGIENE. 1923. Op. Cit., p. 262. AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE AMERICANA. INFORMES DE LA COMISIÓN DE 150 designado por la Eugenics Records Office de Estados Unidos. La resolución también recomendó crear una Oficina Interamericana de Eugenesia y Homicultura, análoga a la Oficina Sanitaria Panamericana. Las Conferencias Panamericanas de Eugenesia y Homicultura, comprometidas en la resolución anteriormente comentada, tuvieron una fértil aunque conflictiva vida; realizándose la de La Habana en 1927, la de Buenos Aires en 1934 y la de Bogotá en 1938. En ellas, tanto como en la Oficina Inter Americana de Eugenesia y Homicultura, participaron delegados chilenos451. 3.6.3 La eugenesia y la población Como se ha señalado, la constitución de un nuevo objeto, la población, es un proceso moderno en torno al cual se despliega una gran actividad estatal y del conocimiento científico por describirlo, conocerlo, administrarlo; constituyendo todo un contexto nuevo para la actividad del titular de la soberanía, que Michel Foucault llamó biopolítica. En la medida en que la eugenesia se preocupaba por la calidad del stock de población de una nación, resulta bastante obvio inscribirla en la esfera de la biopolítica452. Tal vez el aspecto en que la relación eugenesia-biopolítica queda más justificada y resulta productiva es en el estudio de la constitución del objeto “población” en el horizonte biomédico. Este proceso es el que despliega un extenso artículo publicado en la Revista Médica de Chile en 1923, que reproduce el discurso de incorporación al cuerpo académico de la Facultad de Medicina de la Universidad 451La historia, los participantes y los debates que se realizaron en estas tres Conferencias se encuentran relativamente bien estudiados en dos obras esenciales para adentrarse en la constitución de las redes latinoamericanas de eugenesia como son los trabajos de ÁLVAREZ, R. y GARCÍA, A. 1999. En busca de la raza perfecta. Eugenesia e Higiene en Cuba (1898 – 1958), Madrid, CSIC y el de MIRANDA, M y VALLEJO, G. 2012. Una historia de la eugenesia. Argentina y la redes biopolíticas internacionales 1912-1945. Buenos Aires Biblos. 452Si bien a partir de la inscripción de la eugenesia en la biopolítica. se pueden levantar edificios teóricos de interés, la relación entre eugenesia y biopolítica asumida para el conjunto de la historia de la eugenesia en la región puede devenir en un efecto de clausura sobre las mil caras del proyecto eugénico, imponiendo otro lecho de Procusto, como la idea un eugenesia lamarckista latinoamericana, al tratamiento del tema. 151 de Chile, del dr. Javier Rodríguez Barros, en ese momento Director de la Escuela de Obstetricia y Puericultura. La preocupación por la población de parte del darwinismo y la eugenesia estaba marcada por la impronta maltusiana; es decir, por la idea de que un exceso de población hacía siempre más cruel y radical la lucha por la vida, dada la escasez de recursos. El impacto demográfico de la Primera Guerra Mundial y el escenario de una lucha darwiniana a nivel de estados nacionales, concurrieron a una nueva perspectiva que alcanzó su punto de expresión máxima en el fascismo: el estado nacional fascista debía estar provisto de una población fuerte, en calidad y en cantidad. El estado fascista italiano fue claramente pronatalista y contrario a las prácticas anticonceptivas; perspectiva con la que el texto de Rodríguez sintonizaba. El título fatídico de su exposición, “Hacia la despoblación”, apuntaba hacia esa preocupación por un estado nacional debilitado por la debilidad numérica de la población chilena. En esa preocupación, el aspecto económico era fundamental, ya que según señalaba Rodríguez: la población de Chile aumenta tan lenta y débilmente que apenas se hace sentir sobre las crecientes necesidades del país, que necesita cada día más brazos para sus nuevas industrias y para la explotación eficiente de sus innumerables riquezas453 En su exposición Rodríguez pasó revista a lo que ya eran lugares comunes del diagnóstico social: el conventillo, la falta de higiene, la alta fecundidad acompañada de una trágica mortalidad infantil. La vía de solución a este panorama y a la amenaza de la despoblación era, para Rodríguez, una fusión de puericultura y eugenesia, en que los factores ambientales y hereditarios resultaban fundidos en un solo proyecto. Para Rodríguez la puericultura debía preocuparse de la calidad de la semilla y del acto procreativo: La verdadera Puericultura (...) debe pues aplicarse en el momento de la procreación, i al reglamentar esta ciencia, los cuidados que requiere la 453RODRÍGUEZ, J. 1923. Hacia la despoblación. Revista Médica de Chile, pp. 788-805, p. 789 152 crianza del niño debe preocuparse en primer término del germen o semilla de donde proviene454 La selección de semillas, como la que se describía en los experimentos mendelianos, servía de base para pensar que “así como se observa en las especies animales y vegetales, la buena semilla y el valor del terreno influyen poderosamente sobre la calidad del producto”455. El desarrollo del programa de salvación nacional finalmente propuesto por el dr. Rodríguez, no era otro que el de la eugenesia: La puericultura estará de esta manera enteramente relacionada con la Eugénica (engendro bien) nombre que Sir Francis Galton, de la Universidad de Londres, ha dado a la ciencia que estudia los factores del mejoramiento y la decadencia de la raza humana. La eugénica estudiaría las condiciones que determinan una buena procreación, en una palabra la herencia, y preparando así las generaciones venideras más sanas y robustas contribuiría la disminución de la mortalidad general456 Sobre esta base teórica Rodríguez dará curso a una serie de medidas tendientes a la protección de una buena natalidad: cunas taller, piezas de lactancia en las industrias, asilos de maternidad, lucha antialcohólica, antisifilítica, descanso de la embarazada, entre otras. Hacia el final de su texto dedicará algunas palabras hacia lo que considera dos males importados: la anticoncepción, que para el médico era puro egoísmo, y un feminismo mal entendido, ya que consideraba verdadero el que “desde el punto de vista de sus funciones sociales nada pide, nada exige, pues reconoce sus deberes y tiene conciencia de sus responsabilidades”457. Ideas muy similares a las del dr. Javier Rodríguez Barros, son las que expresó el dr. Carlos Mönckeberg en su artículo de 1925 sobre protección eugenésica a la madre soltera. Para Mönckeberg, que en los años treinta abrazó la causa eugénica con fervor, la eugenesia era un tema “de los más apasionantes de la sociología moderna, ha absorbido gran parte de la labor de numerosas sociedades científicas, 454RODRÍGUEZ, J. 1923. Hacia la despoblación, Op. Cit., p. 792. J. 1923. Hacia la despoblación, Op. Cit., p. 792. 456RODRÍGUEZ, J. 1923. Hacia la despoblación, Op. Cit., p. 792. 457RODRÍGUEZ, J. 1923. Hacia la despoblación, Op. Cit., p. 804. 455RODRÍGUEZ, 153 ligas de mejoramiento social y aun parlamentos políticos”458; lo que da cuenta de la fuerza que el proyecto eugénico iba tomando en el país. Las ideas de Mönckeberg, por otra parte, eran coincidentes con el autoritarismo organicista social y el cuidado de los intereses del Estado, al señalar que “el ideal de la eugenesia no es tanto salvar muchos niños como hacer que los nazcan sean normales, útiles a la sociedad”459. 3.6.4 Eugenesia, constitucionalismo y biotipología En sus distintas versiones y en los diferentes espacios científicos nacionales, el constitucionalismo fue una de las corrientes médicas que resultan esenciales para comprender en su complejidad el proyecto eugénico. Aunque se presentaba de la mano de conocimientos de vanguardia como la endocrinología, la neurología y el psicoanálisis, los diferentes tipos de constitucionalismo reconocían – unos más que otros - su raíz y sus antecedentes en la teoría humoral y los cuatros tipos de “constituciones” que se derivaban de ella: melancólica, flemática, sanguínea y colérica. Como ha señalado Gustavo Vallejo, el constitucionalismo y la biotipología tendían un puente entre el “humoralismo hipocrático-galénico” y el “hormonismo moderno”460. Si por una parte cada constitución era única, esta remitía a tipos universales cuyos referentes eran, entre otros: los cuatro evangelistas, figuras literarias (clásicamente el Quijote y Sancho), personajes históricos; entre otras formas de afirmar la validez de la teoría constitucional y su propuestas tipológicas. Más allá de remitir a figuras arquetípicas o a la cultura humanista clásica, el constitucionalismo es uno de los capítulos más rotundos del determinismo biológico de la primera mitad del siglo XX, dada la relación radical que tendía a establecer entre morfología y conducta, entre cuerpo y psiquis. Junto con constituir una fuente 458MÖNCKEBERG, C. 1925. Consideraciones sobre la protección social y médica de la mujer como factor de eugenesia. Revista Médica de Chile, pp. 89-96, p. 89. 459MÖNCKEBERG, C. 1925. Consideraciones sobre la protección social, Op. Cit., p. 89. 460VALLEJO, G. 2007. Cuerpo y representación: La imagen del hombre en la eugenesia latina. En: MIRANDA, M y VALLEJO, Políticas del cuerpo. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 23-58, p. 29 154 de conocimiento general de los individuos, el constitucionalismo se hizo parte de la práctica clínica y de un repertorio de técnicas para clasificar y jerarquizar personas. En definitiva, la aspiración del constitucionalismo fluía hacia un organicismo social jerárquico, ya que lo que estaba en juego en último término era la salud del estado corporativo, dentro del cual cada quien debía ocupar el lugar que le correspondía, de acuerdo al tipo con que había venido al mundo. Debido a la influencia en Chile de la escuela alemana en materia médica en el primer tercio del siglo XX, el constitucionalismo médico chileno bebió preferentemente en las fuentes del constitucionalismo de Ernst Kretschmer (18881964) y dio un espacio menor al desarrollo de la teoría biotipológica italiana, que si fue trascendente y articuladora del campo eugénico en Argentina, desde 1930 aproximadamente. Una historia en profundidad del constitucionalismo en la medicina chilena está todavía por construirse. Dentro de los límites de este trabajo, podemos mencionar que si bien hay referencias claras a la perspectiva constitucionalista en la docencia de Westenhöfer y Noé, es a través de la neurología y del Dr. Mauricio Brockmann que esta forma de entender la práctica médica hará su entrada en la formación clínica del médico chileno461. En su trabajo de 1924, publicado en la Revista Médica de Chile, Mauricio Brockmann definió la constitución como el “conjunto de factores de orden anatómico y funcional que le dan a cada individuo su personalidad”462; es decir, para Brockmann, la constitución es la combinación de forma, grado de irritabilidad funcional y la psique de una persona y, por lo mismo, un elemento indispensable de la clínica, ya que según señaló el galeno, “la patología constitucional es la patología del individuo”463. 461Hacia finales de la década de 1930, el constitucionalismo, en combinación con la craneometría, estará en la base de un proyecto de clasificación de la población manicomial, que hemos descrito con cierta profundidad en LEYTON, C. y SÁNCHEZ, M. 2014. El huevo de la serpiente al sur del mundo: desarrollo y supervivencia de la ciencia nazi en Chile (1908-1951). Revista Asclepio 66 (2), <http://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/view/608/754> [consulta: 20 enero 2015] 462BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales en clínica. Revista Médica de Chile, pp. 1-25, p. 9. 463BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 9. 155 Con un mínimo espacio para las cuestiones ambientales, la referencia básica de Brockmann en su propuesta constitucionalista es la biología misma, en sus bases y fundamentos, precisados como un conocimiento de vanguardia sobre la herencia: la patología constitucional encuentra sus bases principales en las leyes que presiden la evolución y la herencia de los seres orgánicos, tan admirablemente desarrolladas en los últimos cincuenta años. Y de esta manera la constitución del hombre se asocia inmediatamente a la idea de su origen biológico464. El referente biológico principal de Brockmann era la teoría de Weismann, como ya sabemos, una teoría que “purgó” al evolucionismo darwiniano de sus elementos larmarckistas y que se combinó exitosamente con el mendelismo como argumento del reduccionismo biológico más estricto. En palabras de Brockmann: El substrato material de donde deriva la constitución del individuo es el plasma germinativo, y la teoría de Weismann, sobre la continuidad de este plasma, es al mismo tiempo el punto de partida de toda la patología constitucional. Bajo este punto de vista, es la constitución la suma de todas las propiedades morfológicas, funcionales y reguladoras del soma y del psiquis, soma que es determinado en el momento de la fecundación y que llega a su pleno desarrollo con la evolución del individuo465 En otras palabras, en cuánto al soma, todo queda determinado por la herencia y se clausuraba al momento de la concepción; una idea que claramente refuerza el pesimismo biológico-hereditario eugenésico. Todo lo demás, personalidad, cultura, estímulo, biografía, pertenecía a lo condicional y por ello era secundario: “lo condicional del individuo, no pertenece, pues, a su plasma germinativo, ni se ha heredado”466, señalaba Brockmann. Para la práctica clínica, Brockmann advertió sobre ciertas continuidades y rupturas que era posibles establecer entre constitucionalismo y degeneración: “las variantes morfológicas, son, en general confundidas con las malformaciones o con los estigmatas degenerativos”; mientras que “otras variantes, ya están 464BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 10. M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 10. 466BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 10. 465BROCKMANN, 156 determinadas en el plasma germinativo, son, pues, blastógenas”467, señaló. En todo caso, ya sea por factores constitucionales, condicionales o combinados, la aseveración concluyente del médico chileno es que “todo fenómeno patológico se desarrolla forzosamente en un terreno constitucional”468 y que “la fuente de la constitución debe buscarse en el conjunto de propiedades y disposiciones de la célula germinativa y el carácter fundamental de su constitución es la herencia”469. Todo lo anterior, como ya podrá verse, está en total sintonía con el discurso eugénico. Las mínimas aprensiones que Brockmann admitía respecto de la orientación constitucional en medicina, son las que se derivaban de los sistemas de clasificación morfológica, que admitía como no plenamente ajustados. Había una zona de misterio que seguía rodeando al mecanismo de transmisión de la herencia, ya que, indicó que “si ya conociéramos a fondo las leyes que rigen el problema de la herencia, el diagnóstico del factor constitucional sería en extremo fácil”470. El determinismo de esta aproximación clínica, si bien apunta a un hecho de sentido común en casos graves, abría ese enorme espacio en que se movió la “debilidad mental” y otros diagnósticos constitucionales vagos, a través de los cuales la exclusión basada en criterios explícitos e implícitos de raza, clase y género, podían ejercerse en nombre de la ciencia. Brockmann señalaba que nada podía hacerse contra el plasma germinativo: “jamás podremos transformar (…) en un talento a un individuo con intelecto débil constitucional”471. El guion determinista era inapelable. 3.6.5 Educación Física y eugenesia En el batiburrillo teórico del que hacía uso el proyecto eugénico cabían al mismo tiempo y con perfecta solución de continuidad, tanto Lamarck como Darwin, 467BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 12. M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p.13. 469BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 13. 470BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 14. 471BROCKMANN, M. 1924. Orientaciones actuales, Op. Cit., p. 16. 468BROCKMANN, 157 Weismann, Mendel y De Vries. Si por una parte la eugenesia se validaba a través del determinismo biológico que expresaba Brockmann, basado en Weismann, y preparaba el camino a la esterilización de cepas dañadas y enfermas; por otra parte siempre se podían abrir esperanzas para la regeneración a través de medidas ambientales. Cada debate o propuesta eugénica se urdía con la misma trama y se ponía de relieve, según la ocasión política lo permitiese, lo ambiental o lo determinado por la herencia. Dentro de las medidas ambientales, una de las clásicas del periodo es la que se relaciona con la Educación Física. En el contexto de la Revista Médica de Chile en la década de 1920, destaca la obra del fundador de Kinesiología profesional en Chile y líder indiscutido de la formación de profesores de educación física en Chile en gran parte del siglo XX, el Dr. José Luis Bisquertt Susarte. Nacido en 1895, Bisquertt, cursó en forma paralela las carreras de profesor de educación física y la de medicina. Sus trabajos de la década de 1920 giran en torno al diagnóstico del sedentario urbano y su comparación con el modelo corporal del canon griego472. En este sentido, Bisquertt es un ferviente defensor del modelo corporal grecorromano, en sintonía con la corriente filohelena alemana, que veía en Grecia tanto un modelo de belleza, como el desarrollo de un pueblo indogermánico emparentado por la sangre con Alemania. En palabras de Bisquertt, “en ninguna parte el esfuerzo por el perfeccionamiento integral y el culto por la belleza plástica alcanzó una altura mayor que en Grecia”473. El pueblo griego, según Bisquertt, había logrado expresar un ideal que superaba la dualidad mente cuerpo del cristianismo. Grecia, como pueblo, señaló Bisquertt, “poseía la intuición de la armonía y equilibrio entre el cuerpo y el espíritu y cuya fuerza intelectual actúa, aun hoy día, al través de veinte y tantos siglos, sobre el hombre moderno”474. En sintonía con lo que el historiador francés Johann Chapoutot ha llamado la anexión de la antigüedad por parte de la cultura alemana y 472Bisquertt fue colaborador habitual de la Revista Los Sports, en la que se fue validando como experto médico científico en temas de educación física durante la década de 1920. Los Sports fue publicada por editorial Zigzag entren 1923 y 1931. 473BISQUERTT, L. 1925. Consideraciones sobre Educación Física. Revista Médica de Chile, pp. 530–534, p. 531. 474BISQUERTT, L. 1925. Consideraciones sobre Educación Física, Op. Cit., p. 532. 158 posteriormente del nazismo, lo griego expresaba las condiciones ideales del desarrollo racial indogermánico475. Según Bisquertt, detrás de la belleza griega estaba la voluntad decidida de un Estado fuerte: “la raza griega era bella, pero se había embellecido por sistema; la voluntad de los legisladores había perfeccionado la naturaleza”476. Hasta en la piedra, Grecia era superior al espíritu judeocristiano: “los hermosos dioses griegos, desnudos, de formas llenas de majestad y vigor, contrastan con las estatuas de los santos medievales, escuálidos, descarnados, cubiertos de ropas”477, escribirá Bisquertt. En dos textos publicados al año siguiente en la misma Revista Médica de Chile, Bisquertt siguió profundizando las ideas social darwinistas y racistas que alimentaban su visión de la educación física. Por ejemplo, para Bisquertt, la lucha por la existencia era fuente de belleza, proponiendo el siguiente símil: el puma de nuestra montaña que perseguido implacablemente por el hombre y rechazado a la cumbres inclementes, lucha raudamente por su existencia, será siempre más bello y fuerte que el perro obeso de solterona, recluido en habitaciones y cebado personalmente por su dueña478 Al igual que en la visión constitucionalista en boga, para Bisquertt: “la belleza de la forma significa salud, resistencia, fuerza, al paso que su fealdad y decaimiento, expresa morbidez, inepcia, debilidad”479. En el panorama que tenía ante sus ojos, el habitante de la ciudad, expuesto al cine, el café, los periódicos era ya un tipo: el sedentario urbano, que era “un desequilibrado nervioso muscular, un deformado, un enfermo”480; frente al cual la educación física podía ser un factor eugénico capaz de realizar “un embellecimiento del degenerado moderno”481 y realizar el deber 475CHAPOUTOT, J. 2013. El nacionalsocialismo y la antigüedad. Madrid, Abada Editores. El texto de Chapoutot proporciona un panorama de vastas dimensiones en torno a la intención de la cultura alemana y del nazismo en particular por adjudicar al haber de la raza aria los valores creativos, culturales e históricos de la antigüedad clásica. 476BISQUERTT, L. 1925. Consideraciones sobre Educación Física, Op. Cit., p. 532. 477BISQUERTT, L. 1925. Consideraciones sobre Educación Física, Op. Cit., p. 533. 478BISQUERTT, L. 1926. Educación física y belleza plástica, Revista Médica de Chile, pp. 26-29, p. 26. 479BISQUERTT, L. 1926. Educación física y belleza plástica, Op. Cit., p. 27. 480BISQUERTT, L. 1926. Educación física y belleza plástica, Op. Cit., p. 27. 481BISQUERTT, L. 1926. Educación física y belleza plástica, Op. Cit., p. 28. 159 eugénico de “regenerarnos, ascender hacia un tipo ideal, sano, fuerte y bello, elemento indispensable de una humanidad mejor”482, señaló. La humanidad, para Bisquertt, resultaría continuamente seleccionada, en un proceso darwinista al interior de la especie, ya que “los pueblos rezagados en la marcha hacia el progreso van siendo rápidamente exterminados y absorbidos por los más fuertes, tendiendo a desaparecer sus tipos originales”483. Exterminar pueblos “rezagados” era parte de un proceso “natural” e inexorable. La naturaleza y no la historia o la política, era la causante de los exterminios masivos en los procesos de colonización y ajuste a las necesidades del capitalismo484. 3.6.6 Tuberculosis y eugenesia Alcoholismo, sífilis y tuberculosis solían presentarse en el proyecto eugénico como un conjunto de venenos raciales que destruían el vigor del pueblo. La importancia clínica y demográfica de la tuberculosis generó su propia especialidad médica: la tisiología. En relación a esta fatídica enfermedad se realizó en Santiago la Semana de la Tuberculosis, que reunió a los principales tisiólogos del país. En la sesión de cierre del evento, realizada en el salón de honor de la Universidad de Chile, hizo uso de la palabra el profesor Juan Noé. Su intervención en la Semana de la Tuberculosis de 1926 es una de las pocas manifestaciones públicas de su clara posición eugénica. Por tratarse del científico que introdujo el mendelismo en Chile, el motivador de los estudios de rejuvenecimiento y una de las figuras fundacionales de la medicina chilena en la primera mitad del siglo XX, la alocución 482BISQUERTT, L. 1926. Educación física 483BISQUERTT, y belleza plástica, Op. Cit., p. 29. L. 1926. Morfología del Sedentario. Revista Médica de Chile, pp. 451-483, p. 454. 484 Una apreciación de interés sobre le Educación Física en las políticas públicas chilenas de las primeras décadas del siglo XX puede consultarse en el SUBERCASEAUX, B. 2006. Historia de las ideas y de la cultura en Chile, Op. Cit., pp.100-103 160 de Noé es significativa como cierre a este repaso de la deriva eugénica de la medicina chilena en la década de 1920. Noé parece haber recogido muy bien las lecciones del enfrentamiento entre Westenhöfer y la comunidad médica, por lo que siempre practicó un estilo conceptuoso para con la comunidad médica chilena. Con ocasión de la Semana de la Tuberculosis no desaprovechó la ocasión de halagar a la concurrencia, indicándoles que no había: nada más grato para un orador que sentirse rodeado por una atmósfera de afinidades ideológicas e intelectuales, ya que su pensamiento no tendrá que hacer concesión alguna a la forma de expresión o las conveniencias sociales del auditorio485 Añadiendo que el evento había sido “un congreso de inteligencias y voluntades”486. Con esta introducción llena de retórica y bien pensada adulación para lograr una buena recepción a su mensaje, Noé advirtió a los médicos presentes en la Semana de la Tuberculosis que: particularmente, una reflexión nunca me ha abandonado mientras leía los títulos de vuestros trabajos. Ustedes han tratado el tema de la tuberculosis bajo todos los aspectos posibles: sanitario, médico y social. Pero a hombres que además de inmejorables capacidades técnicas han demostrado poseer en altísimo grado virtudes de ciudadanos y de patriotas, no puedo ocultar otra cara del poliedro: la que nos viene indicando la eugenesia487 Para Noé, en las enfermedades de trascendencia social no sólo habían cuestiones ambientales, sanitarias y educativas en juego; debía considerarse también “el factor biológico de la variación”488 y muy especialmente lo relativo a las taras hereditarias. La perspectiva de Noé sobre este punto era una abigarrada mezcla de teoría de la degeneración, racismo, teoría del plasma germinal de Weismann, mendelismo y eugenesia. Al referirse a la tara hereditaria señaló que: 485NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador. Discurso del Prof. Noé en la sesión en honor de la semana de la tuberculosis. Revista Médica de Chile, pp. 568-574, p. 568. 486NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 568. 487NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 570. 488NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 570. 161 el individuo que la lleva debe considerarse como un tipo racial aparecido bruscamente por efecto de la modificación físico química que han sufrido los elementos germinales en el cuerpo de los padres, bajo la acción de la toxina. La humanidad cuenta con innumerables casos de estos tipos raciales, que comúnmente se llaman degenerados489 Sobre este panorama, Noé, como los constitucionalistas, hizo intervenir el sistema endocrino y nervioso y, finalmente, basó todo el sistema en un determinismo biológico obtuso que, a través de la herencia y las hormonas, dominaba “la voluntad, la conciencia, y por consiguiente, la responsabilidad del individuo ante la sociedad”490. Noé se dispensaba de dar una explicación mayor a la complejidad de todo este sistema, señalando que estos conocimientos “forman parte hoy día del patrimonio de la cultura general”491. A continuación, Noé hizo uso del clásico argumento que la degeneración le había heredado a la eugenesia: el estudio del linaje dañado, abundante en males como la prostitución, alcoholismo, crimen, pobreza. Según Noé, a partir de una alcohólica, el mismo “Francis Galton, el fundador de la eugenesia, pudo seguir la descendencia durante más de seis generaciones”492. Luego de repasar las fatídicas estadísticas de la “familia” (700 delincuentes, 342 ebrios, 127 prostitutas, 37 condenados a muerte), Noé concluyó que “los gastos en concepto de juicios, de cárcel, de asilo, recaídos en la sociedad por obra de esta familia ejemplar alcanzaron 15.000.000 de francos!”493. Aparecía aquí con claridad la perspectiva netamente económica que, con el pesimismo maltusiano potenciado por la crisis de 1929, sería capital en el discurso eugénico de los años 30. La herencia degenerada no sólo era un mal biológico y social, sino que tenía una dimensión trágica en relación a la economía; era una dilapidación imperdonable de recursos en un mundo afectado por la 489NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 571 J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 571 491NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 571. 492NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 571. 493NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 571. 490NOÉ, 162 escasez. El desarrollo de esta visión sería fundamental en la propaganda y la acción eugénica y eutanásica nazi494. Las posibilidades de regeneración de los defectuosos eran mínimas según Noé y no pasaban por mejoras ambientales o sociales, sino por una combinación de ciencias de vanguardia: ¿qué puede hacer hoy día la ciencia médica a favor de estos desheredados físicos y morales? Poco, es cierto; mejor dicho casi nada; sin embargo la endocrinología, subsidiada por el psicoanálisis, nos reserva indudablemente gratas sorpresas495 Noé culminó su argumentación señalado el efecto iatrogénico negativo; la llamada selección en reversa, que se operaba a través de una medicina y una sociedad que suspendían, en nombre del humanitarismo, la selección natural. Según el profesor italiano “el factor selección, reducido desde tiempos remotos para la sociedad humana esencialmente a la acción de la enfermedad, va cada día menguando de valor y eficacia por obra de la medicina”496 y así, por sentimientos humanitarios mal entendidos, señaló, se generaban las cepas de malsana de humanidad. Para Noé, hasta que no se lograra suspender el influjo religioso de ese humanitarismo mal entendido, “las medidas eugenéticas de selección artificial, dictadas por el racionalismo puro, no pueden ser aceptadas, por lo que refiere a la sociedad humana”497. Entonces, si la tarea seleccionadora de la muerte se había moderado ¿qué actitud correspondía, según el docente, a los profesionales de la salud?: el sanitario y el médico, no pueden permanecer inertes, no digo indiferentes, frente al crecimiento continuo, en progresión geométrica, de estos tipos distróficos raciales, es decir, ya permanentes y hereditarios, de los cuales solo una pequeña parte está destinada a desaparecer espontáneamente por degeneración progresiva498 494Sobre el punto es de interés el texto de PLATEN-HALLERMUND, A. 2007. Exterminio de enfermos mentales en la Alemania nazi. Buenos Aires, Nueva Visión. 495NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 572. 496NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 572. 497NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 572. 498NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 572. 163 El pesimismo eugénico de Noé llegaba incluso a señalar que la acción mortífera de la selección natural, había sido libre y eficaz en Europa por algunos siglos, mientras que en Latinoamérica se había visto detenida con demasiada rapidez. Eso y la condición insular del país, eran para Noé objeto de profunda preocupación, ya que, en su opinión, las generaciones de tarados se iban acumulando499. El pesimismo biológico y la férrea determinación hereditaria, como puede verse, eran esenciales para Noé, e incluso llegó a poner en duda la eficacia de la eugenesia para resolver en algo el problema: el beneficio eugenético de las normas profilácticas y curativas en materia de enfermedades de trascendencia social será palpable sólo en la descendencia de la parte de la población todavía inmune a las taras hereditarias; y yo temo mucho que una estadística rigurosa nos proporcionaría cifras bastante poco altas de esta fracción de la población chilena500 Sobre cualquier mejora ambiental, para Noé, el peso determinante en la “calidad” de la población lo tenía la herencia. Su dictamen final fue que estos eran problemas “de enormes alcances que no pueden desgraciadamente solucionarse tan sólo con la buena alimentación, con la vivienda sana y con las demás provisiones médicas y preventivas”501. Como la esterilización eugénica quedaba fuera de la discusión pública por el factor religioso, la selección eugénica de los reproductores era la única medida realista para Noé, como solución al problema de la herencia tarada: sólo un medio queda a disposición del hombre de ciencia para ir atenuando el factor degenerante en las genealogías taradas: el cruzamiento. Sólo por medio de la anfimixis – es decir, las mezclas germinales – puede reducirse (sin hacerlo desaparecer del todo, como lo demuestra la observación y la ley de Galton de la herencia ancestral) puede reducirse, repito, el valor de un determinado coeficiente hereditario502 Finalmente, la posición de Noé sintonizaba con una posición racista ya que, como considera imperecederamente dañada la base biológica de la población chilena, lo 499NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 572. J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 573. 501NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 573. 502NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 573. 500NOÉ, 164 recomendable era aportar elemento europeo “que fortalezca, que realmente logre el crecimiento de la raza, junto con su mejoría” 503. El europeo aportaba, por su origen racial, civilización y salud, pensaba con orgullo el profesor italiano. 3.7 El proyecto eugénico y el panorama político institucional en la década de 1920 en Chile Por diversas razones de índole política el año 1924 puede verse como el momento en que se produce una coincidencia de hechos que implican un progreso en la institucionalización y aplicación práctica de la eugenesia en Chile. Si bien la evolución político institucional de Chile y Argentina en las décadas de 1920 y 1930 es algo a lo que en este contexto sólo podemos referirnos superficialmente, resulta muy claro que la conmoción institucional vivida en Chile entre 1924 y 1925, tuvo claros efectos en el proyecto eugénico. Como se conoce, la elección presidencial de 1920 marcó la irrupción en Chile de la política de masas. En ella se enfrentaron el candidato de la derecha Gustavo Ross y el candidato de una coalición de partidos de centro y progresistas, Arturo Alessandri. El triunfo de Alessandri significó la llegada al gobierno del país de sectores de clase media emergente que pugnaban por incorporarse a los cuadros de administración del Estado. La institucionalidad política del país, alineada con un régimen parlamentario oligárquico, obstruyó las iniciativas del gobierno de Alessandri y la dilación en la promulgación de leyes que se juzgaban urgentes, llevó a un golpe militar en 1924, que alejó a Alessandri del gobierno e instaló por primera vez en el círculo del poder a quien sería el “hombre fuerte” del Estado chileno a fines de la década de 1920, el entonces joven militar, Carlos Ibáñez del Campo. El golpe militar de 1924 dio curso rápido a una agenda legislativa que llevaba años esperando, dentro de la cual destaca la Ley de Seguro Obrero Obligatorio, que creaba a su vez, la Caja del Seguro Obrero Obligatorio. A partir de esta legislación 503NOÉ, J. 1926. Impresiones de un Observador, Op. Cit., p. 573. 165 y de la creación del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social , el discurso eugénico resultó en gran medida absorbido por el Estado, que se volvió el gran actor en la lucha contra los llamados venenos raciales, integrando decididamente el discurso eugénico en su política pública, como demostrarán los primeros apartados de este capítulo. 3.7.1 El Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social y el proyecto de una Eugenesia Nacional y la Ley de Defensa de la Raza La asonada militar de 1924 hizo aprobar en forma expedita un conjunto de leyes, entre las que destacan, como iniciadoras de un Estado benefactor en Chile, la Ley Nº 4.054, de Seguro Obligatorio, que además creó la Caja del Seguro Obligatorio, y la Ley Nº 4.055 de Accidentes del Trabajo. Tras la aprobación de estas leyes, el 14 de octubre de 1924 se creó un Ministerio de Higiene, Asistencia, Trabajo y Previsión Social, mediante Decreto Ley N° 44. Esta última forma institucional vino a llenar un enorme vacío en el Estado chileno, que hasta ese momento sólo tenía, en relación a la salud pública, dos instituciones: el Consejo Superior de Higiene Pública y el Instituto de Higiene de Santiago, ambos creados mediante la ley del 15 de septiembre de1892, dependientes del Ministerio del Interior504. Un paso intermedio, pero sin trascendencia en el ámbito social, entre estas instituciones del siglo XIX y el Ministerio creado en 1924, fueron las medidas e instituciones contenidas en el Código Sanitario de 1918. La junta militar que tomó el poder en Septiembre de 1924 y que obligó a la renuncia del presidente Alessandri, fue reemplazada por otra facción militar el 23 de enero de 1925, que si bien seguía el derrotero social del movimiento, era partidaria 504Para una visión general de la evolución de la institucionalidad sanitaria chilena es de mucha utilidad el texto de MEDINA, E. y TORO, J. 2007. Sinopsis sanitaria chilena. Anales Chilenos de Historia de la Medicina Año (Vol.) 17 Nº 1: 77-93. Sobre la evolución de la higiene pública y su institucionalidad en Chile es de interés JORQUERA, B. 2008. Historia del instituto de salud pública de Chile 1892-2008. Camino al bicentenario nacional. Santiago de Chile, Instituto de Salud Pública. Cabe mencionar dentro de la precaria institucionalidad sanitaria del país antes de 1924, el primer Código Sanitario chileno, promulgado en 1918. 166 de un regreso al país del presidente Alessandri, para el fin de su mandato legal. Esta junta militar, en el intertanto que se producía el regreso de Alessandri al país, promulgó dos importantes articulados legales. Uno, el 28 de febrero de 1925, que modificó el Decreto Ley Nº 44 anterior, proveyendo al Ministerio de importantes subsecretarías y secciones relacionadas con la previsión social y la sanidad pública. El otro fue el Decreto Ley Nº 355 de 17 de marzo de 1925, de claro componente eugénico y que las mismas autoridades llamaron de “defensa de la raza”. La idea de que las llamadas enfermedades sociales degeneraban la raza y que atacarlas constituía su defensa, nos lleva advertir que en este caso “raza”, se entendía como un sinónimo de población, lo que, sin embargo, no afecta en absoluto el carácter eugénico de esta y otras acciones estatales del periodo en “defensa de la raza”. Así, la raza se comprendía como sinónimo del pueblo chileno, el que se suponía unificado en torno al mestizaje. Tal como lo entendía Palacios, la “raza chilena” se percibía como un sinónimo del pueblo chileno; es decir, de la población mestiza que se había estabilizado y conformado un conglomerado racial uniforme y diferente, a partir del mestizaje. Es posible encontrar en muchos documentos de este período efusivas menciones a la defensa y protección de la raza. Más que la acritud de un racismo aniquilador, lo que se despliega es más bien un sentimiento nacionalista de defensa y protección de la población. Sin embargo, la expresión misma, “defensa de la raza”, denota algunas cuestiones racistas. En primer lugar, la expresión supone que las razas existen y pueden mejorarse; y en segundo lugar, que en Chile existe una sola raza viable, que es mestiza y uniforme, y da sentido al país. Importa aclarar estas ideas dado que hasta entrada la década de 1940 todavía se seguirá definiendo la acción estatal por los derechos sociales de los trabajadores como una “defensa de la raza”, lo que resulta extremadamente complejo dada la evidencia en curso en aquel momento del carácter perverso del racismo en el plano internacional hacia fines de 1939 y principios de la década de 1940. Las palabras del presidente Alessandri, que el Ministro José Santos Salas citó, al promulgar la ley que creó el Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social en 1925, ilustran los conceptos anteriores: 167 El desarrollo de nuestras actividades económicas aumentan cada día el valor del factor humano, pero mientras los demás países de la América duplican su población cada treinta años, la estadística demográfica nos indica que nosotros marchamaos la despoblación y al aniquilamiento. Disminuyen los matrimonios y los nacimientos; la tuberculosis, la sífilis y el alcoholismo elevan de continuo el índice general de las defunciones; la mortalidad infantil asume proporciones pavorosas. ¿Qué valen todas nuestras demás proporciones si mantenemos fatalmente condenada la extinción a nuestra raza, si nada hacemos para defender al pueblo, que no sólo lleva el germen del progreso y de grandeza futura, sino que constituye la razón de ser y existir de nuestra propia nación?505 Raza, pueblo y población se entendían prácticamente como sinónimos entre los cuáles resultaba natural transitar, de manera tal que en este contexto raza no alude a la construcción de una raza superior bien definida; sin embargo, el contenido fascista y eugénico de las ideas tampoco es menor: el poder de un estado se puede medir por la cantidad de su población y esa población debe ser saneada, higienizada, mejorada y purificada de los elementos que la dañan, que no son ya miembros de otra raza, sino aquellos elementos desadaptados, asociales que no sirven con eficiencia al nuevo modelo productivo. Por el decreto Ley Nº 355 de 17 de marzo de 1925, se afirmó el rol activo del aparato del Estado en la tarea eugénica de defender a la población de los venenos raciales que constituían las “enfermedades sociales”. El estado asumía como propio, el proyecto eugénico de la Liga Chilena de Higiene Social, que era compartido por los diagnósticos médicos al uso. Por esta ley se estableció también la organización de servicios sanitarios para “luchar contra las enfermedades y costumbres susceptibles de causar degeneración de la raza y adecuar los medios que juzgue adecuados para mejorarla y vigorizarla” 506. En el proyecto se 505Arturo Alessandri Palma, citado por José Santos Salas Morales, Ministro de Higiene, Asistencia, Previsión Social y Trabajo, en el Mensaje del Decreto Ley Nº 355 de 17 de Marzo 1925, Diario Oficial, 21 de marzo 1925,citado en JORQUERA, B. 2008. Historia del instituto de salud pública de Chile 1892-2008. Camino al bicentenario nacional. Santiago de Chile, Instituto de Salud Pública, p. 33. 506Arturo Alessandri Palma, citado por José Santos Salas Morales, Ministro de Higiene, Asistencia, Previsión Social y Trabajo, en el Mensaje del Decreto Ley Nº 355 de 17 de Marzo 1925, Diario Oficial, 21 de marzo 1925, citado en JORQUERA, B. 2008. Historia del instituto de salud pública de Chile 1892-2008. Camino al bicentenario nacional. Santiago de Chile, Instituto de Salud Pública, p. 33. 168 especificaron claramente las enfermedades que podían degenerar la raza: sífilis, tuberculosis, las enfermedades venéreas en general, el alcoholismo. Por la lucha contra estos males, el proyecto estatal coincidió claramente con los objetivos del proyecto eugénico. En todo caso, la articulación teórico-práctica que se definió para esta acción del Estado en Chile fue la de “Higiene Social”, probablemente por el acento profiláctico (preventivo) que involucraba el concepto de higiene, por el prestigio de la tradición higienista decimonónica y por el auge del concepto de higiene a partir del movimiento de Higiene Mental promovido desde Estados Unidos. Nuevamente, no es posible hacer interpretaciones lineales y fáciles a partir de este enraizamiento de la acción eugénica del Estado en la tradición higienista. Por ejemplo, aunque se inscriben en un concepto de higiene social, las medidas tomadas son de carácter eugénico, no sólo ambientales y preventivas, sino que incluyen coerciones de corte autoritario y no limitan la entrada al campo de discusión de las cuestiones hereditarias. Por otra parte, debe tenerse siempre presente que tal como “raza”, higiene también se prestaba en el periodo a apropiaciones de amplio signo ideológico y político, como lo demuestra la fuerte tradición germana de Higiene Racial, que no poca influencia tendría en Chile, y que convivía con otras propuestas más inclusivas y progresistas, como las de la Higiene Mental. Así, en cada momento en que se invoque la higiene (mental, social, racial, industrial, etc.) o la defensa de la raza, hará falta situar dicha invocación en la cartografía conceptual y teórica adecuada, coherente con las formas de pensamiento hegemónicas en el momento. Para el caso de la acción del Ministerio de Higiene, Asistencia, Previsión Social y Trabajo, creado en 1924, contamos con las 6 ediciones de su Boletín, dirigido a médicos, personal de burocracia y público en general. El Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social se publicó entre Mayo y Diciembre de 1927, bajo la supervisión directa de la Dirección General de Sanidad y muestra claramente, cómo y hasta qué punto, la eugenesia era uno de los puntales de la acción ministerial. 169 3.7.2 El Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social y la Eugénica Nacional en 1927 La primera línea de la editorial del número inicial de la publicación, que entró en circulación en Mayo de 1927, resulta muy familiar a la mayoría de los chilenos: “Gobernar es educar”507. Así, extrañamente, la idea fuerza del gobierno frentepopulista de Pedro Aguirre Cerda de 1939 resulta resignificada a partir de su continuidad con ciertos aspectos del gobierno filo fascista de Ibáñez. El Boletín tenía un objetivo informativo y educativo; aspiraba a “ponerse en contacto directo con las personas y entidades íntimamente interesadas”508 en las urgentes tareas del Ministerio: organizar la sanidad, la asistencia social, las regulaciones del trabajo y de la previsión social. Junto a esa agenda declarada, el Boletín presenta otra implícita, de propaganda para la ideología corporativista autoritaria509, promovida desde el del régimen de Ibáñez, y de difusión del nacionalismo cultural 510 y la eugenesia. La organización del básica del Ministerio delegaba en la Dirección General de Sanidad la aplicación de las medidas sanitaria territoriales, mientras que el Ministerio mismo era el organismo central encargado de la mejora y eficiencia de 507EDITORIAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 1 Mayo 1927, p. 3 508EDITORIAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 3 509Véanse, por ejemplo la Editorial del N° 3 EL REGIMEN CORPORATIVO. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 3 Julio 1927, p. 1 y LA ORGANIZACIÓN CORPORATIVA EN ESPAÑA E ITALIA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 5, Septiembre 1927, pp. 6-8. 510Desde el primer hasta el último número de este Boletín el nacionalismo cultural fue una propuesta activa. Por ejemplo considérese la recomendación a la burocracia estatal para el uso del descanso de los obreros “se divulgará profusamente las obras de arte nacionales en el pueblo y en los espectadores populares, tratando de preparar el nacionalismo intelectual y cultural de las clases productoras” UTILIZACIÓN DE LOS DECANSOS OBREROS. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 1 Mayo 1927, p. 14. Otros textos en esta línea del Boletín son: CONSEJO DE CULTURA Y ENTRETENIMIENTOS POPULARES. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 2 Junio 1927, pp. 13-14; ALGO SOBRE CULTURA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 3 Julio 1927, pp. 14-15; ALGO SOBRE CULTURA NACIONAL. EL TEATRO CHILENO. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 4 Junio 1927, pp. 17-18, entre otros que siguen esta línea hasta el fin de las ediciones del Boletín. 170 todas las área a cargo. Otras secciones de este Ministerio eran la Dirección General del Trabajo, el Consejo Superior de Bienestar Social, La Dirección General de Deportes y los Policlínicos. Sobre estos últimos se señalaba que “las enfermedades de trascendencia social que diezman nuestra raza han preocupado hondamente al Gobierno. De ahí la labor de los policlínicos”511, que son descritos como “Asilos de Preservación Social”. Así, el policlínico era la unidad operativa básica en el objetivo central de la sanidad pública, la defensa de la raza. Estos policlínicos, en el año 1926, prestaron 107.982 atenciones, destacándose los procedimientos de inyecciones de cianuro de mercurio, que combatían el tracoma ocular producto de la sífilis; las inyecciones de neosalvarsán y las de sales de Bismuto para el combate general de la misma enfermedad. Que la labor de este Ministerio estaba orientada por un objetivo de eugenesia de la población chilena, queda muy claro al considerar las palabras del entonces vicepresidente de la nación, quien pocos años más tarde pasaría a ser el presidente de la nación, entre fines de 1927 e inicios de 1931. En su mensaje al Congreso en relación al establecimiento de una Dirección General de Deportes en el seno de este Ministerio, el Vicepresidente Ibáñez señaló que la creación de esa Dirección respondía “más que a la defensa de la población contra las enfermedades, a la preparación y a la formación, si pudiera decirse, de una raza nueva, física y moralmente superior”512; haciendo en su discurso una clara definición coincidente con la eugenesia. La promoción de la raza, en la visión del Boletín, involucraba tanto el aspecto físico como el cultural, siendo ambos igualmente importantes y en modo alguno contrapuestos. La promoción de una cultura nacional, propia, debía incluir los diversos tipos humanos del país, ya que se señalaba que era: 511POLICLÍNICOS. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 1 Mayo 1927, p. 7. 512PARTE DEL DISCURSO PRONUNCIADO POR S. E. EL VCEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, EXCMO. SEÑOR DON CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO, EN LA SESIÓN INAUGURAL DEL PERIODO ORDINARIODE SESIONES, QUE SE REFIERE AL MINSTERIO DE HIGIENE DE HIGIENE, ASISTENCIA Y PREVISIÓN SOCIAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Santiago de Chile, Año I, N° 2, Junio de 1927, p. 2. 171 necesario comprender y divulgar el sentido estético del indio, hijo de la montaña; del huaso, hijo de los campos; del pampino, hijo del desierto, que conservan y perpetúan todos los valores positivos de la raza, sin el vago cosmopolitismo de las ciudades513 En oposición al aire degenerado y cosmopolita de las ciudades - entre cuyos males se hacía contar muchas veces a la prensa, al cine, los periódicos y la política -, había, según un boletín, una reserva de la raza y de sus valores positivos en las figuras esenciales del pueblo: el indio, el huaso y el pampino. Figuras a las que se asignaban los valores de un mundo pre moderno y que se avenían dócilmente, parece ser el pensamiento, a una economía y una sociedad organizada corporativamente. El anunció de una Dirección General de Deportes fue seguido, al final del mismo número del Boletín, por un proyecto de reglamento para dicha institución, las técnicas antropométricas afines al racismo científico, la eugenesia y la biotipología estaban muy presentes. Uno de los objetivos de la Dirección sería el de: Llevar la estadística antropométrica general del país, escolar y militar, en las edades posteriores al servicio militar obligatorio, con el fin de comprobar los resultados de la Educación Física en el desarrollo de la raza 514 Otro objetivo en esta orbita de pensamientos era el de “determinar, por medio de la antropometría facial y exámenes buco-dentarios, los vacíos de la puericultura en lo que a esta materia se refieren de nuestra población infantil”515. También en la línea de la antropometría racial determinista estaban las disposiciones relativas a la sección de Energética de la Dirección, que debería contar con “laboratorios de 513CONSEJO DE CULTURA Y ENTRETENIMIENTOS POPULARES. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Año 1, N° 2 Junio 1927, pp. 13-14, p. 14. 514DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES. PROYECTO DE REGLAMENTO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Santiago de Chile, Año I, N° 2, Junio de 1927, pp. 14-16, p. 14. 515DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES. PROYECTO DE REGLAMENTO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 14. La idea de una clasificación de ciertas poblaciones por la “antropometría facial” sería retomada hacia 1937 en el proyecto de los doctores Barrientos y Schirmer del Manicomio Nacional, que proyectaron una clasificación antropométrica de la población manicomial para orientar el diagnóstico. Ver BARRIENTOS, J. y SCHIRMER, E. 1938. La constitución de la norma anterior de la cabeza. En: HORWITZ, I. (ed.). Actas de la Primera Reunión de las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas, Santiago de Chile, Prensas de Universidad de Chile, pp. 918-999. 172 fisiología, Psicología, de un Gabinete de Antropometría, de una Sección de Estadística, de un Gabinete de Fotografía y Cinematografía y de una Revista que se denominará Revista General de Educación Física”516. Que la técnica antropométrica estaba unida a una visión racista, resulta claro al considerar que, en base a toda la disposición técnica anterior, la misma Sección debería desarrollar un importante trabajo: “que se refiere al estudio de las razas, cuya emigración sea fácil desarrollar en el país”517; es decir a la selección eugénica de las poblaciones migrantes. Para educación y ejemplo de la “raza” se recomendaba también que esta dirección promoviera “concursos infantiles con premios para los niños mejor cuidados”518. Los inicios de una psicología científica centrada en la orientación profesional que condujera hacia una adecuación perfecta del factor humano en el sistema productivo, también llevó al Boletín a poner sus ojos en el instrumental técnico favorito de la eugenesia estadounidense: el test de inteligencia; cuya introducción masiva en el sistema escolar data de la misma época519, llegando a señalar el Boletín que los test de inteligencia permitían: evaluar la inteligencia de un individuo desde los tres años por medio de “tests”, pruebas gráficas y pruebas por medio de preguntas y frases escogidas, en que insensiblemente se analizan las condiciones psico-física de cada persona520 516DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES. PROYECTO DE REGLAMENTO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 15. 517DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES. PROYECTO DE REGLAMENTO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 15. 518DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES. PROYECTO DE REGLAMENTO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 16. 519Luis Alberto Tirapegui, figura esencial de la psicología entre el laboratorio experimental de Guillermo Mann y la fundación de las escuelas universitarias, fue el principal promotor y traductor del test de inteligencia Stanford-Binet en Chile, logrando implementar su distribución al sistema escolar nacional desde 1926, ver SÁNCHEZ, M. 2014. La sabiduría de los fabricantes de sombreros. La inteligencia en la eugenesia chilena. Revista Nuevo Mundo Nuevos Mundos. Dossier La Locura. Historia, prácticas e instituciones. Siglos XIX-XX coordinado por VETÖ, S. y CORREA, M. J. Correa, <http://nuevomundo.revues.org/67197> [consulta: 10 enero 2015] 520ORIENTACIÓN PROFESIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Santiago de Chile, Año I, N° 4, Agosto de 1927, pp. 7-10, p. 10. 173 Los modelos del éxito de esta orientación son además muy claros: “en Alemania y Estados Unidos se ha llegado a establecer verdaderas escalas métricas de la inteligencia”521, señalaba el Boletín. La impronta pesimista de la teoría de la degeneración, que hemos analizado en el capítulo inicial, estaba todavía muy activa en las concepciones médico sociales que manejaba el Ministerio. En una nota llamada “Educación Sociológica”, que abordaba una serie de normas y convenciones para saber vivir bien al interior del hogar, de la empresa y de la sociedad, la fatalidad degenerativa indicaba que “de padres tarados por enfermedades físicas o psíquicas, nacerán sin duda seres más desgraciados aun y con menos actitud para reaccionar y labrar una nueva era”522. En el número 6 del Boletín el proyecto eugénico apareció en forma definitiva a través de un artículo significativamente titulado “Eugenesia Nacional”. El artículo dejaba muy claro que las dos caras de la eugenesia eran complementarias y perfectamente compatibles. Según el texto, los dos caracteres de la eugenesia eran “uno activo: elevar los mejores entre los normales y mejorar las razas, física y moralmente; otro defensivo, evitar la degeneración de las razas, la regresión” 523. Ambos aspectos integraban el proyecto eugénico, sin que las políticas relativas a uno, obstaculizaran medidas relativas al otro. El texto seguía la teoría de la degeneración en cuanto a la existencia de agentes blastoftóricos; es decir, de agentes que afectaban negativamente el desarrollo del embrión y se transformaban en una fuente de degeneración progresiva a través de las generaciones. Según el artículo: las infecciones e intoxicaciones que pasan al embrión, engendran en los niños sea enfermedades calificadas, sea predisposiciones a contraerlas. Pero son las taras nerviosas (epilepsias) debidas generalmente al alcoholismo las que acaban con familias enteras y producen degeneración mental 521ORIENTACIÓN PROFESIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 10. SOCIOLÓGICA. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Santiago de Chile, Año I, N° 5, Septiembre de 1927, pp. 14-15, p. 14. 523EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, Santiago de Chile, Año I, N° 6, Octubre de 1927, pp. 5-6, p. 5. 522EDUCACIÓN 174 La degeneración mental, un cuadro totalmente desacreditado en la psiquiatría ya en el periodo de la Primera Guerra Mundial; era para el Boletín y el Ministerio que representaba, como vemos, plenamente válido en 1927. Sin embargo, resulta notable que el texto se opusiera decididamente a la eliminación de los “retrasados mentales o anormales, entre los cuales figuran los locos, dementes, vagabundos, delincuentes, criminales, etc.”524; sino que abogara por su integración al sistema económico. Al anormal se le debía “estudiar, analizar, utilizar y reeducar”525; debía “aprender un oficio, educarse según sus aptitudes, asimilarse a la civilización y readaptarse a la vida”526. Más que un derecho personal, de lo que se trataba era de re apropiarse de la vida económica útil del “anormal. La perspectiva eugénica del Boletín era también cauta en cuanto a la asignación de valores absolutos a la salud y fuerza corporal, advirtiendo al lector que “hay seres que con un cuerpo raquítico serían detestables soldados o atletas; pero pueden tener un alma noble, un cerebro privilegiado y pueden hacer mucho bien y rendir muchos frutos espirituales a la sociedad que los salvó”527. Al equilibrar lo espiritual con lo físico, se producía también un aparente rechazo a una mera zootecnia humana y un paso hacia una visión optimista de la eugenesia: “la especie humana no debe ser tratada como las plantas y los animales, en los que es preciso extirpar y matar los seres tarados. El ideal humano es la mayor perfección para el mayor número posible de personas”528, señalaba el Boletín en Eugenesia Nacional. Rechazo aparente a la eugenesia seleccionadora, porque a renglón seguido se seguía afirmando la necesidad de seleccionar, sin señalar que espacio social iban ocupar los “restos” de ese proceso. Según Eugenesia Nacional, se debía: afinar el cerebro fijando cada día nuevas disposiciones mentales susceptibles de ser transmitidas y seleccionar los más capaces y mejor 524EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. 526EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. 527EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. Además el texto exponía este argumento con algunos ejemplos: “Esopo, contrahecho; Homero, ciego; Cervantes, manco; Camoens, tuerto; Milton, ciego; Víctor Hugo, raquítico; Chopin, tísico; Beethoven, sordo, después loco; Edison, también sordo, son ejemplos de ello” p. 5 528EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. 525EUGENESIA 175 dotados física y psíquicamente de ambos sexos; aumentar el progreso y ponerlo al alcance del mayor número; formar constantemente elites intelectuales y físicas529 Este proceso de formación de elites físicas y mentales y de tuición sobre todo el cuerpo social para ejercer la selección, pretendía imponerse cubriendo cada aspecto de la vida de los miembros de la sociedad; como decía el Boletín: “se realiza protegiendo desde luego a la mujer, a la madre, al niño en su vida intrauterina; luego al muchacho, al púber, al adolescente, al adulto en ambos sexos en cada una de sus actividades física, intelectuales, morales, etc.530 La decidida orientación eugénica del Boletín del Ministerio de Higiene, Previsión y Asistencia Social habla claramente de un proyecto eugénico integrado a la gestión del Estado. Este proyecto atendía por igual a la acción positiva como a la defensiva, sin crear un corte o separación entre ambos “caracteres” de la eugenesia. Además, al interior de este proyecto la teoría de la degeneración seguía muy activa. Si bien se puede percibir en ciertos párrafos del Boletín un rechazo a la zootecnia aplicada a la especie humana; en otros, la idea de medir los cráneos y buscar allí argumentos para la selección racial de los inmigrantes es evidente y apunta en la dirección de las medidas seleccionadoras eugénicas. El proyecto eugénico integrado al Estado no era pues unidimensionalmente optimista, ambientalista y de coerciones suaves; podía serlo, y al mismo tiempo dar espacio al racismo, al determinismo biológico, a la degeneración y a un proceso continuo y totalitario de selección y exclusión para la formación de una elite intelectual y física. 3.8 Waldemar Coutts y la Sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad La historia de la institucionalidad sanitaria chilena tiene su momento fundacional en la creación en 1892 del Consejo Superior de Higiene y el Instituto de Higiene de 529EUGENESIA 530EUGENESIA NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. NACIONAL. 1927. Boletín del Ministerio de Higiene, Op. Cit., p. 5. 176 Santiago, dependientes del Ministerio del Interior. El siguiente pasó en la organización sanitaria estatal fue la promulgación del Código Sanitario en 1918, mediante la ley N°3.385531. Según Ricardo Cruz Coke, con este código se establece por primera vez en la historia de la medicina chilena, “un organismo central que vigilaba y controlaba toda la salud pública en forma especializada”532. Entre las instituciones que creó ese primer código sanitario chileno estaban la Dirección General de Sanidad, un Consejo Superior de Higiene y una Policía Sanitaria con diversas atribuciones sobre los puertos, los funerales y los animales domésticos533. Los servicios y tareas asignados a la Dirección General de Sanidad en este código, eran diversos e incluían labores como la desinfección sanitaria, la vigilancia de los puertos y del ejercicio legal de la medicina, la vacunación, entre muchos otros534. Con la creación en 1924 del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, la Dirección General de Sanidad fue integrada a la nueva cartera ministerial, pero no sería hasta el Decreto Ley N° 323 del 28 de febrero de 1925, que se dio forma a una nueva organización ministerial, dentro de la cual se creó la Sección de Higiene Social, al interior de una subsecretaría de Higiene Social, Salud Pública y Asistencia Social535. El artículo 4° de dicha ley señalaba que: Corresponderá a la Sub-Secretaría de Hijiene Social, Salud Pública y Asistencia Social, todo lo concerniente a servicios de la Dirección Jeneral 531LEY N° 3385 CÓDIGO SANITARIO CONFORME AL DIARIO OFICIAL DE FECHA 22 DE JUNIO DE 1918. 1918. Imprenta Central, Santiago de Chile. 532CRUZ COKE, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 478. 533“Art. 2. Habrá, bajo la autoridad del Gobierno una Dirección Jeneral de Sanidad y un Consejo Superior de Hijiene”, LEY N° 3385 CÓDIGO SANITARIO CONFORME AL DIARIO OFICIAL DE FECHA 22 DE JUNIO DE 1918. 1918. Imprenta Central, Santiago de Chile, p. 4. 534Según el Código sanitario de 1928 quedaban además a su cargo el Instituto de Higiene, la Oficina Central de Vacuna, la Oficina de Inspección de Boticas, la Oficina Central de Desinfección, los inspectores sanitarios para cada una de las cuatro zonas sanitarias en que fue dividido el país, las estaciones sanitarias de los puertos, los Consejos Departamentales de Higiene, la Policía Sanitaria; el control del ejercicio de la medicina, del comercio farmacéutico, la construcción de alcantarillados, la higiene de los alimentos, la higiene industrial; la policía marítima, de los animales, mortuoria y la estadística médica general del país. 535CHILE. Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social. 1925. Ley 323 Modifícanse los artículos 4.o y 5.o del decreto-lei número 44, de 14 de octubre último, que creó el Departamento de Estado de Hijiene, Asistencia y Previsión Social, 28 de Febrero de 1925. 177 de la División de Hijiene Social, de la Dirección Jeneral de Sanidad y los servicios de Asistencia Social, pública y privada, de la República536. Para el cumplimiento de la norma, el decreto creó, mediante el artículo 5°, la figura de Jefe de Sección. Quedó así formada la Sección o División de Higiene Social, con su respectivo Jefe. Al iniciarse el funcionamiento de la Sección, este cargo fue asumido por Waldemar Coutts, médico que permaneció en el cargo más de una década. Desde la jefatura de la Sección de Higiene Social, Coutts llevó adelante una vasta labor de prevención de las enfermedades venéreas, de educación sexual y de propaganda eugénica, llegando a convertirse en reconocido portavoz del pensamiento eugénico chileno en el contexto panamericano. En los siguientes apartados analizaremos la figura de Coutts y su acción en la Sección de Higiene Social, dejando para el siguiente capítulo su intervención en el debate de la esterilización eugénica. 3.8.1 Waldemar Coutts, apuntes biográficos. Dada su prolongada presencia en la jefatura de la Sección de Higiene Social de la Dirección de Sanidad y su activa participación en el acontecer político chileno de la primera mitad del siglo XX, resulta llamativo que su biografía no haya sido abordada en el contexto de los numerosos estudios que suelen citar su labor en la Sección de Higiene y su exitosa producción en la literatura de educación sexual537. 536CHILE. Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social. 1925. Ley 323 Modifícanse los artículos 4.o y 5.o del decreto-lei número 44, Op. Cit. 537Algunos trabajos que lo mencionan y/o analizan parte de su producción son STUVEN, A. 2008. Mujer, familia y república. En: AYALA, E. (Coord.). Historia General de América Latina, Vol. VII, Los proyectos nacionales latinoamericanos: sus instrumentos y articulación 1870-1930 Madrid, Trotta/Unesco. pp. 487-512; LABARCA, C. 2008. “Todo lo que usted debe saber sobre las enfermedades venéreas” Las primeras campañas de educación sexual estatales entre 1927 y 1938. En: ZÁRATE, M (Comp.). Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, pp. 83-129; VETÖ, S. 2014. Psicoanálisis, higienismo y eugenesia: educación sexual en Chile, 19301940. [en línea] La Locura. Historia, prácticas e instituciones. Siglos XIX-XX – Dossier coordinado por VETÖ, S y CORREA, M. Vetö, Coloquios 2014 en Revista electrónica Nuevo Mundo Mundos Nuevos. <http://nuevomundo.revues.org/66920> [consulta: 15 enero 2015] ; DURÁN, M. 2014. Género, cuerpo, gimnasia y sexualidad en los manuales educacionales higienistas y eugenésicos en Chile 1870-1938. Revista de Historia Social y de las Mentalidades, Volumen 18, Nº 1, 2014: 35-58; MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2005. La Eugenesia y sus espacios institucionales en Argentina. En: 178 Waldemar Coutts nació el 19 de Diciembre de 1895 en Viña del Mar. Sus padres fueron Ernesto Coutts y Eugenia Billwiller, miembros de familias extranjeras asentadas en esa ciudad chilena. Estudió en el Colegio Alemán y en Liceo de Aplicación de Santiago de Chile. Entre los años 1913 y 1914 estudió medicina en la ciudad de Edimburgo, en Escocia538; estudios que continuó en Santiago en la Universidad de Chile, donde obtuvo el título de médico y la Licenciatura en Medicina y Farmacia, con la memoria de prueba “Valor Diagnóstico de la Pielografía en las afecciones conjénitas i adquiridas del Aparato Urinario”539. La memoria de titulación Coutts la desarrolló en la Clínica de Vías Urinarias del Dr. Eduardo Moore, figura fundacional de la urología chilena540. Sobre el periodo estudiantil de Coutts surgen dos imágenes a partir de las fuentes que hemos podido consultar. Por un lado la de un estudiante sumamente activo, que ya al momento de su licenciatura en 1918 había sido ayudante de la Asistencia Pública de Santiago en la Posta N° 2, ayudante de la Policlínica de Vías Urinarias del Hospital el Salvador e interno en el Hospital San Vicente Paul. La otra, es la de un joven que integraba la generación de jóvenes estudiantes del momento, participando alegremente de los inicios de las fiestas de la primavera en Chile. El “gringo Coutts”, como era llamado en esa época, estuvo una tarde de 1916 en el Cerro Santa Lucía de Santiago, en la que comenzaron las veladas bufas que dieron origen a la mencionada fiesta. No sólo estuvo, sino que además formó parte del “coro de cotorras”, una parodia que hicieron los estudiantes a los Clubes de Señoras, travestidos con los manteles de un restaurant cercano. En el Circo Estudiantil, que comenzó a realizarse en la primavera de 1918, Coutts tuvo Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Marisa Miranda y Gustavo Vallejo. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 145-192. 538Ver HILTON, R. 1947. WHO´S WHO IN LATINAMERICA. PART IV. BOLIVIA, CHILE AND PERU. Stanford University Press, California, p. 74. 539COUTTS, W. 1918. Valor Diagnóstico de la Pielografía en las afecciones conjénitas i adquiridas del Aparato Urinario. Memoria de Prueba para optar al título de Licenciado en Medicina y Farmacia de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria. 540Según CRUZ COKE, La figura central de la urología de principios del siglo XX fue Eduardo Moore Bravo y sus discípulos más directos Carlos Lobo Onell, José Luis Bisquertt y Waldemar Coutts. CRUZ, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 528. 179 participación estelar, según un cronista, durante siete años, como parte de un trío de payasos que improvisaban bromas sobre los políticos de turno y la actualidad541. De esta época estudiantil data también su participación en una expedición científico-militar al istmo de Ofqui, en la región austral de Chile542. La participación de Coutts en la expedición se explica por el hecho de que su maestro en la clínica de las enfermedades de las vías urinarias, el Dr. Eduardo Moore Bravo, fue desde 1910 hasta 1917 el Director del Museo Nacional de Historia Natural, institución a la que le fue encargada la expedición. La expedición científico militar al istmo de Ofqui fue liderada por Moore y por ello resulta natural que llevase con él, junto al personal técnico del museo, a un discípulo dilecto. Moore presentó así la actuación de Coutts en la expedición: el Estado Mayor solicitó también del infrascrito un estudiante de medicina que pudiera atender a los espedicionarios en caso d enfermedad. Proporcioné al interno de mi clínica Sr. W. Coutts, entusiasta i abnegado estudiante, que con todo desinterés acompañó a la expedición, prestándole utilísimos servicios i estudiando las condiciones climatéricas de la localidad543 La filiación académica y científica de Coutts con Moore tiene importancia porque a través de ella se formó en una escuela chilena de urología muy activa hasta la década de 1950 y al mismo tiempo recibió formación y desarrolló experiencias en antropología, etnografía y biología. La formación antropológica de Coutts explica su clara inclinación a explicar el comportamiento social en términos de darwinismo 541Los datos sobre los comienzos de la Fiesta de la Primavera en Chile y la participación de Coutts en ese movimiento estudiantil están en un libro de crónicas y recuerdos de Hernán Millas. MILLAS, H. 1993. Habrase Visto. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, pp. 24-29. Sobre el trío de Payaso Millas relata que Coutts se inspiró en Grock, un payaso austríaco famoso internacionalmente; Pedro Malbrán estaba inspirado en Von Pilsener, la caricatura de un alemán que dibujaba Pedro Subercaseaux y José Martínez se inspiró en un payaso chileno. 542El mismo Coutts da cuenta de su participación en esta expedición científico-militar en COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea. Su influencia en los actos delictuosos. Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal año XIII, N° 78, Noviembre-Diciembre 1926. Buenos Aires. Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional. Separata. p. 24. 543MOORE, E. 1916. Escursión a la península de Tai Tao. Boletín del Museo Nacional de Chile. Tomo IX, 1916: 143-153, p. 144. 180 social y de presiones evolutivas tiránicas para la humanidad, basadas en la selección natural, la lucha por la vida y la selección sexual. En resumen, en sus años estudiantiles, “el gringo Coutts” fue un destacado miembro de la camada juvenil de estudiantes universitarios chilenos de fines de la década de 1910. Sus méritos académicos están fuera de toda duda y resulta interesante para comprender su pensamiento eugénico y su producción académica y pedagógica en las décadas de 1920 y 1930, su relación con la antropología y el evolucionismo. Su veta histriónica resulta reveladora y de alguna importancia en relación a algunos de sus escritos, como veremos más adelante. 3.8.2 Coutts y en la sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad Para 1921 Coutts ya estaba a cargo de un policlínico de enfermedades venéreas que funcionaba al amparo de la Municipalidad de Santiago, en las siguientes condiciones: El Policlínico está relativamente bien instalado: hay dos gabinetes de exámenes, un departamento de curaciones, otro para colocar las inyecciones, laboratorio y gabinete dental. Hay enfermeras para el servicio de curaciones e inyecciones. Existe servicio de microscopía y ultra a cargo de un profesional distinguido, el Dr. Waldemar Coutts544 Como ya se señaló, las reformas a la Dirección General de Sanidad y su reubicación al interior del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, tuvo uno de sus pasos importantes en el Decreto Ley N° 323 del 28 de febrero de 1925, que creó la Subsecretaría de Higiene Social y una correspondiente División – otras veces nombrada como sección - de Higiene Social, cuya figura operativa era un 544PRUNÉS, L. Y STAFORELLI, R. sin datos. Sistema médico municipal reglamentada: la prostitución. Folleto de la Liga Chilena de Higiene Social. Santiago de Chile, p, 59. Este folleto aparece catalogado en la Biblioteca del Congreso como de 1919 y de autoría del Dr. Luis Prunés. Sin embargo, el folleto es una edición de la Liga Chilena de Higiene Social con datos de hasta 1925, por lo que puede ser una re edición y re elaboración de la memoria de prueba que Ramón Staforelli hizo en la clínica del Dr. Prunés, realizada por la liga en de 1925 o 1926. En el texto no hay datos de la fecha de impresión. 181 Jefe de Sección. Con este cargo, el Dr. Waldemar Coutts se integró definitivamente al aparato sanitario del Estado chileno y, desde él, dio curso a una importante labor clínica y pedagógica, en la que puede percibirse una clara intención eugénica. Coutts fue una figura fundamental en un proyecto de educación sexual popular promovida desde el Estado. Su éxito como propagandista pedagógico en temas como la masturbación y las enfermedades venéreas está bien documentado. La Sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad, publicó entre 1927 y 1938 la conocida serie C de siete cuadernillos y seis de ellos fueron escritos por Coutts, algunos de los cuales se seguirían editando hasta la década de 1950545. Como experto en enfermedades venéreas, una de las preocupaciones constantes de Coutts en estos años fue encontrar algún tipo de fundamento a la conducta sexual humana. Es en este ámbito que vemos expresarse su profundo compromiso intelectual con el darwinismo social. En este sentido, la teoría sexual de Coutts deriva directamente de Darwin y de los imperativos evolutivos de la ley de selección natural, como él los entendía, sin pasar en ningún momento por Freud546. Uno de los primeros textos en que aborda el tema es el artículo que publicó en 1926 en la Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal de Buenos Aires. Es interesante constatar que allí ya se puede observar en Coutts, la identidad entre el biólogo y el médico, que pensaba que la biología sólo podía comprenderse a través de una estricta inscripción en el darwinismo. Según Coutts, en cuanto al objetivo básico de la vida “para el biólogo y el médico la respuesta es sin embargo 545Sobre el proyecto de educación sexual estatal y la figura de Coutts puede ver el artículo ya citado de LABARCA, C. 2008. “Todo lo que usted debe saber sobre las enfermedades venéreas” Las primeras campañas de educación sexual estatales entre 1927 y 1938”. En: ZÁRATE, M. S. (Comp.) Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, pp. 83-129. 546Lo que tiende a matizar lo que expone al respecto la historiadora Silvana Vetö en VETÖ, S. 2014. Psicoanálisis, higienismo y eugenesia: educación sexual en Chile, 1930-1940. [en línea] La Locura. Historia, prácticas e instituciones. Siglos XIX-XX – Dossier coordinado por VETÖ, S y CORREA, M. Vetö, Coloquios 2014 en Revista electrónica Nuevo Mundo Mundos Nuevos. <http://nuevomundo.revues.org/66920> [consulta : 15 enero 2015] 182 única: el propósito de la vida descansa en su eterna conservación” 547; y esa conservación se expresaba en “la lucha diaria por la vida, es la lucha por la conservación de la especie. Todas las manifestaciones de poder humano están sometidas a la tiranía sexual”548. El reduccionismo y determinismo biológico de la perspectiva de Coutts era radical; toda señal de civilización humana tenía “un fondo sexual, un fin único: el de conservar y perpetuar la especie”549. A partir de este principio, todo podía resultar relacionado con la sexualidad y este aspecto de la vida humana resultaba una fuerza tan poderosa como peligrosa, que debía ser controlada y atenuada todo lo posible. Según el artículo de Coutts de 1926, la vida moderna, con sus cines, cafés, salas de espectáculos y de baile llevaban a producir una tiranía sexual sobre el individuo. Para Coutts esto era algo evidente: ahí estaba el cine con “aquellas cintas sensuales plagadas de besos largos y enervantes, de adulterio y de lujuria”550; exaltación sensual a la que también contribuían, según Coutts, el fox trot, el tango, los night clubs, el jazz, la champaña, la prensa y la crónica roja. Claramente, Coutts había olvidado a aquel joven que se travestía para hacer reír a la platea de un cine. La visión determinista biológica de Coutts llevaba, por otra parte, a una coincidencia con el pensamiento darwinista social que harían suyo los nazi fascistas y, en especial, el Mein Kampf de Hitler: la “naturaleza” y la selección natural, como ellos las entendían, se constituían en el indestructible núcleo de una moral inapelable, que no podía ser contravenida, sin causar graves desastres, por la cambiante moralidad de la civilización y su refinamiento. En palabras de Coutts, “las leyes actuales, que descansan sobre preceptos morales y las sanciones que de ellos derivan, han destruido el impulso combativo. El hombre de hoy es cobarde por obligación, porque la civilización se lo impone”551. Para Coutts, los corporativistas, 547COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea. Su influencia en los actos delictuosos. Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal año XIII, N° 78, NoviembreDiciembre 1926. Buenos Aires. Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional. Separata. p. 5. 548COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 5. 549COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 7. 550COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 12. 551COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 36. 183 los nazi fascistas y otros grupos reaccionarios desencantados de la modernidad, el hombre de la primera mitad del siglo XX era, en muchos aspectos, un ser degradado por la modernidad. En otro texto del periodo Coutts seguirá profundizando en la inevitabilidad del impulso agresivo y combativo en el ser humano, advirtiendo que la civilización y la moral son impotentes frente a este instinto irrevocable: Nuestros antepasados durante quizás cuantos millones de años, sigilosamente arrastrándose por los bosques de otras edades, con el ojo avizor, el oído anhelante, buscaban algo que matar para proporcionarse el sustento. Veinte siglos de prédicas morales, de perfeccionamiento de ideales no han bastado para destruir al cavernario; desfondo de las estadísticas, como en un grito de libertad, el ser humano nos demuestra que la naturaleza puede más que la civilización552 En la línea del pensamiento nazi fascista, Coutts aspiraba a que la vida social y jurídica, estuvieran directamente relacionadas con la biología, ya que para él, todo lo jurídico penal debía reformularse de acuerdo a la biología: es necesario que reformemos los códigos en el sentido de uniformar de acuerdo con la biología, la intensidad de los castigos y aproximar las penas a un equivalente cuyo fundamento sea una verdadera concepción científica de los diversos actos553 En otro texto de esta época Coutts profundizó en la visión biológica de la justicia penal y desarrolló la idea de lesa biología y de “delito biológico”, en que aparece ya muy clara la perspectiva eugénica. Para Coutts, delito biológico era “todo acto voluntario a impedir el perfeccionamiento y conservación de la especie humana”554, con lo que introduce claramente la perspectiva eugénica, a través la idea de un mejoramiento continuo y racional de la especie. Aunque con el tiempo primó en Coutts la actividad del médico y del burócrata sanitario preocupado de la mejora de la raza, los intereses evolutivos que alimentaban firmemente la perspectiva de dicha acción, no dejaron de estar 552COUTTS, W. 1928. Delito Instintivo o habitual y delito razonado. Revista Médica de Chile: 463468, p. 466. 553COUTTS, W. 1928. Delito Instintivo o habitual y delito razonado, Op. Cit., p. 468. 554COUTTS, W. 1928. La Lucha antivenérea. Algunas Consideraciones en relación con su aspecto científico y social. Revista Médica de Chile, 571-588, p. 581. 184 presentes en su producción científica. En 1929 comenzó, junto a un grupo de ayudantes en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile un proyecto de nítida inspiración evolucionista, llamado “Contribución al estudio del significado biológico de los caracteres pilosos en la especie humana”555, en el que se abordaba la peliaguda cuestión con fuertes acentos en el racismo científico, señalando a menudo en esta investigación la condición primitiva del salvaje y la evolucionada del nórdico de tipo alto. Un aspecto secundario, pero de gran importancia en el pesimismo y conservadurismo social de Coutts, que se deriva de su darwinismo social, es la visión fatídica de las clases sociales pobres, ya que pensaba que la alta tasa de homicidios que se observa, según Coutts, en ese sector social, dejaba en evidencia: que el individuo de clase baja, más próximo en su manera de vivir al cavernario, carente de ilustración que le permita sustituir el beneficio que deriva del empleo de sus facultades físicas, mata cuando desea obtener algo que le permita satisfacer un deseo o una pasión556 A la excitación sensual se sumaba, en los análisis de Coutts, la excitación alcohólica y el descontento social promovido por la “idea fija de igualdad social, que proclaman los paladines de la reforma”557. Los movimientos de reforma y revolución social no escapaban a un contenido sexual según Coutts, que se hacía evidente en “la saña y rencor con que los rojos trataron sobre todo a las mujeres” 558. La visión conservadora y desencantada de Coutts era muy clara; para él las revoluciones eran únicamente causadas por: el egoísmo innato en los hombres que aspiran a alterar las situaciones existentes en beneficio propio y de sus partidarios. Es manifestación exclusiva del instinto sexual. Prueba de ello es que a raíz de los triunfos políticos o de los cambios de régimen, siguen las reuniones orgiásticas en compañías de mujeres y el rápido abandono de la lucha por los ideales sustentados559 555AHUMADA, G., BULNES, R. y COUTTS, W. 1929. Contribución al estudio del significado biológico de los caracteres pilosos en la especie humana. Revista Médica de Chile: 852-860. 556COUTTS, W. 1928. Delito Instintivo o habitual y delito razonado, Op. Cit., p. 467. 557COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 40. 558COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 40. 559COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea, Op. Cit., p. 40. 185 3.8.3 Coutts y la eugenesia Dada la insistencia de Coutts en el valor absoluto de la selección natural como motor de toda actividad humana, resulta lógico que muy pronto pusiera su mirada en la ciencia que promovía la selección artificial. Como vimos, la idea eugénica aparece muy activa en su idea de delito biológico. Al proponer un enfoque integral para la lucha antivenérea, en un texto de 1928, la eugenesia ya era parte explícita e indispensable del proyecto. Para Coutts, la lucha anti venérea debía actuar multidimensionalmente y en cada dimensión usaba el lenguaje eugénico para reafirmar su propuesta. La educación sexual de la juventud debía ser parte de un plan integral de “la educación sanitaria y moral”560, a través de una “enseñanza clara y precisa sobre los órganos de la generación y sus funciones, conocimientos esenciales de higiene sexual y de la importancia de los problemas sexuales en relación con la eugenesia y la sociedad”561. Esa enseñanza debía proveerse exenta de toda referencia religiosa e idealmente tenía que ir ampliando sus círculos de alcance, desde la juventud a toda la sociedad, a través de diversos medios, como folletos, afiches, conferencias, museos anatomo patológicos y otros. Coutts también era de la opinión que debía seguir fortaleciéndose la profilaxis a través de los dispensarios antivenéreos y se debían iniciar otras acciones, como la formación de enfermeras sanitarias especializadas, las visitas domiciliarias y profundizar la penalización judicial del contagio venéreo. Coutts llegó a proponer la constitución de un Tribunal de Autoridades Sanitarias que actuaría en forma preliminar al sistema legal y que en caso de reincidencias, debía disponer de medios punitivos de consideración (relegación, presidio y multas). Otra idea sobre la que Coutts insistió en su plan integral de lucha antivenérea fue la exigencia del Certificado Prenupcial, una iniciativa clásica de la eugenesia. Coutts pensaba que cualquiera que no declarase conscientemente una enfermedad venérea antes del 560COUTTS, W. 1928. La Lucha antivenérea. Algunas Consideraciones en relación con su aspecto científico y social. Revista Médica de Chile, 571-588, p. 575. 561COUTTS, W. 1928. La Lucha antivenérea, Op. Cit., p. 575. 186 matrimonio, cometía “un delito de lesa eugenesia”562, elevando el proyecto eugénico a principio jurídico fundamental. Coutts pasó rápidamente a la acción en su plan multidimensional de lucha antivenérea fuertemente anclado en la eugenesia. Sus textos en la serie C de educación sexual y de propaganda higiénica comenzaron a circular en 1928 y fueron reeditados cada año hasta 1931 y en forma esporádica hasta la década de 1950563. En estos textos campean las ideas que ya hemos comentado: la tiranía de lo sexual, la sensualidad morbosa de la sociedad contemporánea, el valor absoluto de la selección natural darwiniana y otras expresiones algo más estridentes para los oídos contemporáneos, como la relación directa entre sodomía y masturbación. En 1930, al revisar su acción como Jefe Técnico de la Sección de Higiene Social, Coutts dio una idea de la acción de dicha entidad estatal: en 1929 se repartieron 1.738 afiches y 76.714 folletos en “establecimientos minerales e industriales, centros obreros, escuelas nocturnas, etc.”564. También se abordaron diferentes problemas en publicaciones académicas y se había salido ya al contexto regional e internacional, en la búsqueda de redes para el desarrollo del proyecto sanitario y eugénico. Coutts expuso su trabajo “El castigo del delincuente venéreo” en el Congreso de Higiene y Eugenesia del Brasil, trabajo que fue traducido al portugués y publicado en la Revista Médico Quirúrgica del Brasil, en el número de Octubre de 1929565. Con el mismo tema del contagio venéreo como delito, Coutts también participó en el Congreso Internacional de Reforma Sexual de Septiembre de 1930, en Estados Unidos y publicó un artículo en el Boletín de la Oficina Sanitaria 562COUTTS, W. 1928. La Lucha antivenérea, Op. Cit., p. 586. como ejemplos “A los Jóvenes” y “Las enfermedades venéreas y el matrimonio”, ambas obras de Coutts que publicó como Jefe de la Sección Higiene Social de la Dirección General de Sanidad y que se editaron en la Sección publicaciones, propaganda, impresiones y biblioteca de la misma Dirección. Ambas se imprimieron por primera vez en 1928 y vieron ediciones cada año hasta 1931. 564COUTTS, W., y MORALES, B. 1930. Estudio Comparativo de la frecuencia y marcha de las enfermedades venéreas durante el año de 1929.Revista Médica de Chile: 386-405, p. 387. 565COUTTS, W., y MORALES, B. 1930. Estudio Comparativo de la frecuencia y marcha de las enfermedades venéreas, Op. Cit., p. 391. 563Considérense 187 Panamericana de Julio de 1929. Así, se fue cimentado lo que sería la actuación protagónica de Coutts en el contexto eugénico regional en la década de 1930. En el plano interno, los dispensarios venéreos a cargo de la Sección de Higiene Social aumentaron en Santiago y en las regiones del país; se siguió insistiendo en la necesidad de implantar el Certificado Prematrimonial, de controlar la prostitución y de potenciar los aspectos profilácticos, diagnósticos y estadísticos. En la década de 1930 Waldemar Coutts fue uno de los protagonistas más activos del debate eugénico en la región, participando muy especialmente en la discusión de la esterilización obligatoria, cuestión que por su complejidad abordaremos en el capítulo siguiente de este trabajo. Otra dimensión en que se centró la actividad de Coutts a inicios de la década de 1930 fueron las actividades relacionadas con la conspiración política y los movimientos milicianos surgidos con la caída del régimen de Ibáñez. La cuestión política en Coutts tiene importancia para su pensamiento biológico y médico, ya que se puede apreciar su profunda relación con el corporativismo, el darwinismo y el organicismo social por el que se decantó. En concreto, cuando cayó el régimen de Ibáñez en 1932, llegó al poder una junta militar de inclinaciones socialistas, frente a la que se formó una organización civil que pretendía poner freno a la participación de los militares en política y presentar resistencia al avance del comunismo. La organización, secreta y claramente conspirativa, fue llamada Una Tricolor, en alusión a la bandera nacional. Entre sus líderes principales estaba el Dr. Coutts, que llegó a ser su Comandante General566. La progresiva militarización y expansión de la base social del movimiento llevaron a transformarlo en una Milicia Republicana, la que en pocos años alcanzó grados 566Otros destacados profesionales implicados en la Una Tricolor fueron Diego Sutil, Leonardo Guzmán, Eulogio Díaz Lira, Jorge de la Cuadra, Litré Quiroga, los doctores Ricardo Kuschel, Ítalo Alessandrini, Sótero del Río, Aníbal Ariztía, Julio Schwarzenberg, Salvador Hess, el ex Ministro Pedro Blanquier y el general Ramón Vergara Montero. Para una visión general de los movimientos milicianos chilenos en el periodo puede verse el consistente estudio de Carlos Maldonado: MALDONADO, C. 1988. La Milicia Republicana. Historia de un Ejército Civil en Chile, 1932-1936. Santiago de Chile, Servicio Universitario Mundial, WUS – Chile. Sobre Coutts y la Una Tricolor, p. 21-22. 188 considerables de poder, presencia territorial y capacidad militar; llegando a efectuar desfiles militares de hasta 50 mil hombres armados. Cuando en 1934 la Milicia Republicana creó la Escuela de Cadetes Caupolicán, su primer director fue Waldemar Coutts, quien además era General de la Milicia Republicana. La escuela funcionaba un día a la semana y los domingos, y todas sus actividades públicas se realizaban con uniforme y armamento567. Como puede verse, la idea bélica de la existencia de Coutts tomó formas muy concretas en su acción política. El alejamiento de los militantes y simpatizantes del Partido Radical de las Milicias Republicanas con motivo de su creciente militarización, corporativismo y anticomunismo; las llevaron a un proceso de desmovilización y disolución, que acentuó ciertas tendencias en algunos grupos internos que adherían a ideologías políticas más cercanas a la ultraderecha. Una facción surgida en este proceso fue la Legión Cívica de Chile, fundada a mediados de 1936 y que existió por lo menos hasta mediados de 1937. Su líder fue Waldemar Coutts568. Era una organización filo fascista que no dudó en exigir la vida de los miembros para cumplir sus fines, como indica el artículo 1° de sus Estatutos Orgánicos: “La Legión Cívica de Chile exigirá de su Legionario hasta el sacrificio de su vida en el cumplimiento de estos principios”569. Como conclusión preliminar importa destacar el compromiso de Coutts con el darwinismo social, elevado a principio articulador de la experiencia humana; lo que le llevó a enunciar el proyecto de una justicia penal basada en criterios biológicos y a abrazar la ciencia de la selección artificial de la especie humana, la eugenesia. Destaca también su proyecto moderno y multidimensional de lucha contra las enfermedades venéreas, su vasta producción en educación sexual laica y su deriva hacia la eugenesia en el plano científico social. El joven estudiante, el médico, el político, fueron declinando algunas de las manifestaciones de la alegría de vivir en 567MALDONADO, C. 1988. La Milicia Republicana, Op. Cit., p. 34-35. el anexo al final del texto de MALDONADO, C. 1988. La Milicia Republicana, Op. Cit. 569LEGIÓN CÍVICA DE CHILE. ESTATUTO ORGÁNCOS. 1936. Santiago de Chile, Empresa Periodística La Nación. 568Ver 189 la sociedad moderna – el cine, el teatro, los bailes –, para abrazar un proyecto autoritario, conservador y militarista. Entre otros hitos de importancia en la carrera posterior de Coutts, destacan su participación en dirección de la atención sanitaria de emergencia, organizada por el Gobierno, en la zona afectada por el terremoto de Chillán en 1939. En la década de 1940 la vida pública de Coutts parece replegarse hacia los aspectos profesionales y académicos que lo vinculaban con la criminalística y la lucha antivenérea. Volvería a las esferas del poder político ejerciendo el cargo de Ministro de Salud en el segundo gobierno del general Carlos Ibáñez, entre 1952 y 1953.Todo el panorama sobre Coutts hasta aquí reseñado, resulta indispensable para comprender la obra del eugenista de rango panamericano en la década de 1930, que se analizará en el capítulo siguiente y final. 3.9 Dos conferencias de Higiene Racial Alemana en Chile: Otto Aichel, 1927 y Erwin Baur, 1930. El trabajo documental e historiográfico de Víctor Farías y Andrés Reggiani 570, entre otros, ha logrado establecer fuera de toda duda una intensa relación entre la medicina iberoamericana y el régimen nacionalsocialista alemán en la década de 1930. En el caso chileno, como ya hemos apuntado, la relación entre la medicina chilena y la medicina alemana tuvo varios otros vínculos de importancia con anterioridad. En esta sección de nuestro trabajo queremos documentar y analizar un aspecto particular: la influencia de la Higiene Racial alemana en la medicina chilena. Para este objetivo contamos con dos fuentes fundamentales, que corresponden a sendas conferencias dictadas en Santiago de Chile, por eminencias de la investigación alemana sobre herencia, higiene racial y eugenesia. Se trata de 570En este tema destacan los dos volúmenes de FARÍAS. V. 2000. Los nazis en Chile. Barcelona, Seix Barral y 2003. Los Nazis en Chile. Vol. II. Santiago, Planeta. Y de REGGIANI, A. 2005. La ecología institucional de la eugenesia: repensando las relaciones entre biomedicina y política en la Argentina de entreguerras. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, pp.273-309. 190 las conferencias “La importancia de la herencia en la especie humana”, que dictó Otto Aichel, en ese momento Director del Museo Antropológico de la Universidad de Kiel y profesor de Antropología en la misma universidad, en Santiago en 1927; e “Importancia de la genética para la patología humana” que Erwin Baur, unos de los líderes a nivel mundial en herencia y eugenesia en ese momento, dictó en la Sociedad Médica de Santiago de Chile el 12 de Noviembre de 1930. Antes de entrar en el análisis de las conferencias y de algunos datos de interés sobre los conferencistas, daremos algunas breves nociones sobre el movimiento alemán de la Higiene Racial, para una mejor comprensión del análisis de las conferencias. 3.9.1 La Rassenhygienie y el contexto eugénico mundial Si para hablar del pensamiento eugénico francés resulta inevitable referirse a la puericultura, cualquier referencia a la eugenesia en Alemania tendrá que desarrollarse en términos de la Rassenhygienie. En el caso de la puericultura francesa, la eugenesia era coincidente con una parte de ese pensamiento médico, concretamente con la puericultura ante natal; es decir, con la higiene del acto procreador y con la selección de los padres, mientras que el cuidado del embarazo y la primera crianza lograron establecerse como un tema propio de la puericultura. Para el caso alemán la coincidencia entre eugenesia e higiene racial – entre Eugenik y Rassenhygienik - se acerca a la de los sinónimos, ya que a menudo fueron términos usados indistintamente, de modo que la higiene racial es en gran medida la forma alemana de apropiación de la eugenesia. El origen del movimiento eugénico en Alemania encuentra sus raíces en los drásticos cambios económicos y sociales de fines del siglo XIX, que significaron el paso de una sociedad rural a una industrializada. La burguesía educada alemana veía con preocupación el aumento de la criminalidad, el alcoholismo y las enfermedades mentales, entre otros males que se discutían, como en Chile, en 191 términos de una soziale Frage, de una cuestión social571. La respuesta a estos problemas sociales fue dada por médicos eugenistas que compartían los prejuicios de clase de la burguesía y estaban totalmente convencidos de la condición hereditaria e inexorable de muchas enfermedades. Así se fue afirmando la necesidad de responder a los problemas sociales a través de la higiene racial. Este movimiento médico tenía raíces en la peculiar forma de comprender el darwinismo que se había desarrollado en Alemania, el darwinismus, y que era de conocimiento popular a través de los éxitos editoriales de Ludwig Büchner, Kraft und Stoff (Fuerza y materia) de 1872 y el de Ernst Haeckel, Die Welträtsel (Los enigmas del Mundo) de 1899572. A estas obras de difusión al gran público del darwinismo social, se sumó la obra científica de Weismann, el redescubrimiento de la obra de Mendel y, en una medida muy significativa, la experiencia colonial alemana en África. Todo ello proporcionó el lenguaje y las herramientas teóricas a los eugenistas para transformar los problemas sociales en problemas médicos, y así: los individuos asociales creados por la industrialización se trasformaron para ellos en los “desadaptados”, médica y biológicamente. La única manera de eliminarlos gradualmente era a través de una política de “selección racional” o higiene de la raza573 Los partidarios de la Higiene Racial en Alemania provenían de la clase media educada y eran bastante diversos ideológica y políticamente hasta la llegada de Hitler al poder. A este movimiento pertenecía algún comunista, el socialista Alfred Grotjahn y existía, durante la época de Weimar, una sociedad eugénica de izquierdas, la “Alianza para la regeneración alemana y el estudio de la herencia”. Una idea que unía a los conservadores, Fritz Lenz por ejemplo, con los socialistas S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945. En: Adams, M. (ed.) The Wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia. New York, Oxford University Press, New York, 1990, p. 12. 572Para Carl Amery el proceso de alfabetización de las masas alemanas se produjo en gran medida con estas obras y habría determinado una orientación determinista, atea y social darwinista generalizada del pensamiento alemán de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Ver AMERY, C. 2002. Auschwitz, ¿Comienza el siglo XXI? Hitler como precursor. Madrid, Turner FCE, p. 24. 573WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 14. Las comillas estaán en el original. 571WEISS, 192 en el campo de la eugenesia, era que consideraban al laissez faire y el liberalismo excesivo como “disgénico”. Inicialmente las figuras de mayor importancia en la eugenesia y la higiene racial alemana fueron Alfred Ploetz (1860-1940) y Wilhelm Schallmayer (1857-1917). El primero de ellos, viajó a Estados Unidos a empaparse de las utopías sociales que se estaban intentando desarrollar allí, pero los vicios que observó le llevaron a la conclusión de que la comunidad ideal quedaba destruida por “la baja cualidad de los seres humanos”574. Volvió a Europa con la firme decisión de estudiar medicina y biología para lograr el perfeccionamiento de la raza. En su obra de 1895, La mejora de la raza y la protección de la enfermedad, el programa eugénico ya era muy claro y se lo nombraba como una nueva higiene, a la que Ploetz llamó Rassenhygiene575. Según Lenz, la idea de higiene racial de Ploetz había surgido independientemente de los planteamientos de Galton. La diferencia entre ambos programas, en todo caso era mínima y consistía en que la higiene racial sumaba al mejoramiento de la calidad de la población, el alcance de su tamaño óptimo. En 1904 Ploetz comenzó a dirigir la primera revista dedicada a la eugenesia en el mundo 576 y en 1905 participó de la fundación de la Asociación para la Higiene de la Raza, la primera asociación profesional eugénica, que en 1907 adquirió rango internacional. A esta Asociación se unió, entre muchos otros, Erwin Baur577. En el contexto de la higiene racial alemana de la década de 1910 comenzó a darse una fuerte diferenciación entre los que opinaban que la higiene de la raza nada tenía que ver con la supremacía nórdica y aquellos que estaban decididamente por una higiene racial arianizante. En 1911, Lenz y Ploetz se unieron al “anillo nórdico”, una sociedad secreta para la mejora de la raza aria y comenzó la diferenciación entre dos centros principales, Múnich y Berlín 578. En la época de Weimar se desarrolló una higiene racial arianizante, al lado de una higiene racial S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 15. S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 16. 576WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 22. 577WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 25. 578WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 33. 574WEISS, 575WEISS, 193 progresista teñida de elementos de izquierda y de una eugenesia institucional, como testimonian las 40 cátedras de eugenesia e higiene racial que existían en Alemana para inicios de la década de 1930 y los dos Institutos Káiser Wilhelm para la psiquiatría y para antropología, la herencia humana y la eugenesia, fundados en 1924 y 1927 respectivamente. Con la llegada de la crisis económica de 1929, aumentó la publicidad sobre el peso económico de los “defectuosos” sobre la comunidad y el Estado. Para 1932 Prusia dio reconocimiento oficial a la eugenesia y preparó un borrador de ley de esterilización. Con Hitler y su idea de la política como una “biología aplicada”, la eugenesia entró al primer plano del país; así, a partir de 1933 se volvió muy difícil “separar los objetivos y actividades de los “eugenistas profesionales” de la retórica y la política racial de Hitler y la elite del partido”579. 3.9.2 Otto Aichel ¿un chileno en los Tribunales de Esterilización Obligatoria de la Alemania nazi? Otto Aichel nació en 1871 en la ciudad de Concepción, del sur de Chile, a la que su padre, Carl Ludwig Oswald Aichel llegó en 1865, para atender las necesidades médicas de la ciudad. Allí, Carl Ludwig Aichel asumió funciones diplomáticas como cónsul del imperio alemán, junto al ejercicio libre de la medicina580. La formación universitaria de su hijo Otto Aichel fue, en todo caso, totalmente alemana: estudió ciencias, medicina y filosofía en las universidades Ludwig Maximilians de Múnich, la Universidad Friedrich Alexander de Erlangen y la Julius Maximilians de Würzburg. S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945. En: Adams, M. (ed.) The Wellborn science. Eugenics in Germany, France, Brazil and Russia. New York, Oxford University Press, New York, 1990, p. 41. 580CRUZ, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 546. Otros datos de interés sobre la vida de Carl Ludwig Oswald Aichel que hemos podido recabar son que nació en 1841 en Homeburg, Hannover, se doctoró en Medicina después de estudios en las Universidades de Gotinga, Múnich y Viena. En 1864 se perfeccionó en Viena en Oftalmología, Dermatología, Sífilis y Obstetricia. Fue nombrado médico del hospital de mujeres de Concepción y adquirió prestigio en la medicina penquista. Fue uno de los fundadores y primer presidente de la Sociedad Médica de Concepción. Carl Ludwig Oswald Aichel ejerció su profesión en Concepción hasta 1900, retirándose a la vida privada y volviendo a Múnich, donde falleció en enero de 1913. 579WEISS, 194 En 1898 recibió su título de médico y al poco tiempo volvió a Chile. En 1902 fue nombrado profesor de ginecología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, cátedra que ejerció por poco menos de una década581. En ese periodo Aichel instaló en Santiago lo que la revista Zig-Zag llamó la primera clínica ginecológica privada del país, una “clínica especial para señoras, recientemente instalada en su nuevo local de la calle de Catedral esquina de Maturana”582, según describió la revista. En esa misma época, Aichel comenzó a desarrollar los intereses etnográficos y antropológicos que años más tarde lo llevarían a la cima de la higiene racial alemana. En Chile, Aichel coincidió con otros médicos alemanes y chilenos formados en Alemania que tenían interés en el estudio arqueológico, racial y etnográfico de las poblaciones originarias del país. A fines de la década de 1900, por ejemplo, Aureliano Oyarzún - la figura fundacional de la arqueología, la etnografía y la arqueología en Chile -, Otto Aichel y Von Platten investigaron en conjunto una serie de yacimientos arqueológicos y un sitio funerario en la costa central de Chile583. El destino de Aichel en Chile quedó marcado por su desafortunada participación en la comisión médico legal, que integró junto a Max Westenhöfer y Aureliano Oyarzún584, en relación al bullado caso Beckert de 1909. 581CRUZ, R. 1995. Historia de la Medicina Chilena, Op. Cit., p. 492. GINECOLÓGICA DEL DR. AICHEL. 1906. Revista Zig-Zag, Año 1, N° 47, 7 de Enero de 1906, s/p, en la crónica se señalaba que la Clínica era muestra del progreso de Santiago y que, junto a las modernas instalaciones y mobiliarios, “la competencia y preparación del doctor Aichel constituyen por si solos una seguridad más de los buenos resultados que podrán obtenerse en el sanatorio y así lo han demostrado ya las numerosas operaciones realizadas, sin que hasta hoy se haya producido ningún caso fatal entre sus enfermas”. 583ORELLANA, M. 1979. Compilación, notas y bibliografía al texto Estudios antropológicos y arqueológicos de Aureliano Oyarzún Navarro. Santiago de Chile, Editorial Universitaria, p. 18-19. 584En breve cabe señalar que en Febrero de 1909 se produjo el incendio de la legación alemana en Santiago de Chile. Entre los escombros humeantes fue hallado un cadáver calcinado con los anillos y la ropa del Secretario de la Legación. Se constató también la ausencia de una importante cantidad de dinero y rápidamente se señaló como culpable al mayordomo, un chileno. Las autoridades alemanas exigieron el máximo de diligencia y, según algunos cronistas, estratosféricas compensaciones como la cesión del Estrecho de Magallanes. La comisión médico legal, claramente pro alemana, formada por Aichel, Westenhöffer y Oyarzún certificó que el cadáver era del secretario de la legación. Pocos días después del funeral, se descubrió que Beckert intentaba huir del país con el dinero y que el cadáver encontrado era el del mayordomo que había sido astutamente preparado por el propio Beckert. Más detalles del caso pueden encontrarse en LEYTON, C. y PALACIOS, C. 2014. La industria del delito. Historia de las ciencias criminológicas en Chile. Santiago de Chile, Ocho Libros, pp. 148-201. 582CLÍNICA 195 La fallida intervención de esta comisión, en un caso en que se jugaban intereses alemanes y, en cierta medida, el honor tanto de Chile y Alemania, desacreditó a los tres médicos, que en poco tiempo emprendieron regreso a Alemania585. Al volver a Alemania en 1911, Otto Aichel se incorporó al Instituto Anatómico de la Universidad de Halle y en 1914 se trasladó a la Universidad de Kiel. Se incorporó al cuerpo médico del ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial y fue jefe médico del hospital militar de Amberes. En la época de la República de Weimar, la carrera científica de Otto Aichel fue en ascenso; se incorporó a la Academia Alemana de Ciencias y llegó a ser profesor titular de la cátedra de antropología en la Universidad de Kiel. En esa condición, Aichel fue parte del programa del Instituto Káiser Wilhelm de Antropología, Herencia Humana y Eugenesia, “Ciencia de la Raza Alemana”, el que llegó a tener decenas de volúmenes publicados en torno a esta materia y que comprendía estudios monográficos sobre determinadas regiones y ciudades alemanas, en relación a temas como fertilidad, medidas craneométricas, antropometría y otros similares. Aichel fue también designado Director del Museo de Antropología de la Universidad de Kiel586. Desde su posición de privilegio en la antropología alemana, Aichel continuó con su interés en los viajes arqueológicos en América del Sur, esta vez con un énfasis antropométrico, como queda claro por su publicación de 1932, Ergebnisse einer Forschungsreise nach Chile-Bolivie (Los resultados de un viaje de investigación a Chile-Bolivia), un trabajo publicado en la Zeitschrift für Morphologie und Anthropologie y en su texto Der Deutsche Mensch de 1933, realizado, como señalaba el subtítulo de la publicación, en base a materiales “europeos y extraeuropeos”587. 585Ver sobre el punto el trabajo de LEYTON, C. y SÁNCHEZ, M. 2014. El huevo de la serpiente al sur del mundo: desarrollo y supervivencia de la ciencia nazi en Chile (1908-1951). Revista Asclepio 66 (2), <http://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/view/608/754> [consulta: 20 enero 2015] 586Algunos de estos datos sobre la vida de Otto Aichel pueden encontrarse en el trabajo de SCHMUHL, H. 2008. The Kaiser Wilhelm Institute for Anthropology, Human heredity, and Eugenics, 1927-1945. Boston, Springer. 587AICHEL, O. 1933. Der Deutsche Mensch: Studie auf Grund neuen europ̈ischen und aussereurop̈ischen Material: erste Ver̈ffentlichung der pr̈historischen Menschenreste aus 196 Militante del partido nacionalsocialista588, Aichel tuvo una actuación destacada en el proceso de depuración antisemita en la Universidad de Kiel y culminó su carrera dentro de la naciente maquinaria nazi de gobierno, formando parte de los recién constituidos Tribunales de Salud Hereditaria, que decidían sobre la esterilización obligatoria de los “defectuosos”589. Aichel falleció en Kiel 1935. Aichel fue, en definitiva, una figura de máxima importancia en el panorama científico alemán de la higiene racial. Cuando Renato Kehl (1889-1974), uno de los más importantes eugenistas brasileños, emprendió un viaje por Europa para acercase a las principales figuras de la eugenesia, su periplo de entrevistas abarcó contactos con Alfred Hermann (Austria), Hermann Lundborg (Suecia), John Alfred Mjoen (Noruega) y los alemanes Hermann Muckermann, Hans Haustein, Eugen Fisher, Vogel Wissenschaftl y Otto Aichel590. El chileno alemán, Otto Aichel, fue, sin duda una estrella fulgurante en el trágico firmamento de la higiene racial europea. 3.9.3 La conferencia de Otto Aichel: “La importancia de la herencia en la especie humana” de 1927 Aunque se fue de Chile en 1911, Aichel nunca dejó inactiva su relación con el país. Siguió siendo miembro de la Academia Chilena de Ciencias Naturales, entre otros nexos. Fue esta corporación la que publicó en 1927, en un número de la Revista Universitaria de la Universidad Católica de Chile, su conferencia titulada La importancia de la herencia en la especie humana, que ahora analizaremos. Schleswig-Holstein und Beitr̈ge zur Anthropologie Amerikas als Parallele zur europ̈ischen Rassenbildung. Jena, G. Fischer. 588Otto Aichel se incorporó al NSDAP el año 1932 y recibió el carnet de miembro Nº 1273695. 589La información sobre la participación de Aichel en los tribunales de esterilización de los inferiores y disgénicos proviene del catálogo de profesores de la Universidad Martín Lutero Halle-Wittenberg, <http://www.catalogus-professorum-halensis.de/aichelotto.html> 590DE SOUZA, V. 2007. La Eugenesia de Renato Kehl y la formación de una red internacional en el periodo entre guerras. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Políticas del cuerpo. Buenos Aires, Siglo XXI, p. 425-457. 197 La impronta del contexto alemán en el trabajo se hace evidente desde las primeras líneas, ya que se sitúa a la herencia como un tema “que hoy día tiene un interés económico y de raza inmenso para el porvenir de los pueblos”591, poniendo el tema en relación a una administración racional de los recursos humanos, lo que se consideraba prerrequisito para una supervivencia en el largo plazo de Alemania y occidente, en la creencia de los eugenistas alemanes592. Aunque Aichel reconocía las limitaciones que tenía la investigación sobre herencia en la humanidad, señaló tres “atajos accidentales”593 que algunos años más tarde serían de trágica atención en el contexto de los campos de concentración y exterminio alemanes: las enfermedades hereditarias, los caracteres morfológicos en la mezcla de individuos pertenecientes a distintas razas y los estudios sobre gemelos. El vocabulario científico de Aichel consideraba procesos como la mutación, la hibridación, la dominancia y la recesividad. Destaca su visión acerca de un mismo proceso hereditario tanto para caracteres morfológicos como para los psicológicos, haciéndose eco del racismo decimonónico, la teoría de la degeneración y de la eugenesia de Galton, que consideraban unidos y hereditarios la morfología y el “alma” de las razas y de los individuos594. Aichel también reconocía la importancia de la visión de Weismann y el plasma germinal. Por ejemplo, para él era posible que un individuo en la Edad Media, por afición alcohólica, fuera el responsable de la epilepsia en un tronco familiar en la actualidad595. Inscrito el mal en el plasma germinal ya nada podía modificar la herencia negativa. Aunque admitía la influencia del medio en la constitución del individuo, era más importante en su visión, que una vez inscrito el mal en el plasma 591AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana. Revista Universitaria de la Universidad Católica de Chile, Noviembre de 1927, p. 3 592WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 41. 593AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 5. 594Según Aichel “se han encontrado los factores dominantes en gran número de plantas y animales, lo mismo que en la especie humana en la forma de caracteres morfológicos y psicológicos y en forma de enfermedades y deformaciones”, AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 8. 595AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 10. 198 germinal, ya nada podía modificar la herencia negativa. Según Aichel “de lo expuesto resulta que la condición genética decide la suerte del individuo. Nadie es más ni puede realizar más de lo que lleva en su constitución hereditaria”596. El lamarckismo le parecía una teoría que sembraba un falso optimismo y alentaba una actitud utópica en los educadores, los que le parecían ridículos, ya que “no pueden concebir que no sean capaces de transformar el plasma genético”597 y admitir la ineficacia de algunos de sus esfuerzos. Para Aichel la genética resultaba determinante en la vida de los individuos tanto como de los pueblos, ya que la veía como la causa directa de que “los manicomios están repletos de individuos inútiles para la sociedad”598 y que incluso entre los “normales” existiesen muchos que, según pensaba, “minan incesantemente la constitución genética del pueblo”599. Aichel desarrolló en su conferencia el argumento clásico de la eugenesia: la tasa diferencial de reproducción entre los que se consideraban valiosos y la de los inútiles. Si los ricos e inteligentes se reproducían poco, aseguraba Aichel que “desaparece lentamente, pero con seguridad abominable, la parte más valiosa del plasma germinativo”600. Este panorama, Aichel lo llamó la contraselección; es decir, una selección diferente a la natural, tendiente al desastre biológico y civilizatorio. Es la idea común de los eugenistas, que los médicos franceses llamaban “una selección en reversa”. El ejemplo clásico de este argumento eugénico proviene de Lenz, que había calculado el número de negros que tendría Alemania, si se hubiese introducido una población negra hace tres siglos atrás. Aichel presentó este argumento señalando otras categorías: la de los “capaces de cultura” y la de los “incapaces de cultura”, que si hubieran partido de una proporción de 50% cada uno, con una tasa diferencial de reproducción llegarían rápidamente a una proporción de 7% de los capaces y 93 % de los incapaces. Este ejemplo, reproducido en múltiples 596AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 12. O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 14. 598AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 14. 599AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 14. 600AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 18. 597AICHEL, 199 escritos eugénicos con diferentes protagonistas601, se afirma siempre sobre la idea de que la biología y la herencia actúan de manera inexorable. Con apariencia de inapelable razonamiento estadístico y científico, la afirmación ideológica es clara: hay que defenderse de los pobres e incapaces, los incapaces de cultura, que se reproducen en exceso. El vínculo de la conferencia con la higiene racial, se hacía entonces aún más evidente. Aichel pasó a estudiar las medidas eugénicas aplicadas en Estados Unidos para evitar “la propagación de elementos que se han juzgado dañinos” 602. Aichel se oponía, en todo caso, a la aplicación general de la esterilización y juzgaba que “lo único que puede salvar a un pueblo es la eliminación de la contraselección”603. Ante el auditorio chileno, Aichel presentó lo que podríamos llamar la posición de Berlín en torno a la Higiene Racial, que a diferencia de la tendencia arianizante de los eugenistas de Múnich, proponía un perfeccionamiento que no tenía que ver con una raza determinada. En esa línea, Aichel criticó la posición de Lundborg, que veía como fatídica la mezcla racial latinoamericana604 y opuso a esa visión la idea de que los españoles y los alemanes que habían emigrado a Chile eran “miembros de buenas familias”605, pasando a reproducir la argumentación de Nicolás Palacios en Raza Chilena: “la base del pueblo chileno la forma una mezcla de araucanos, de aquellas tribus valientes que por siglos defendieron su libertad, y los europeos, dando por resultado lo que con orgullo llamamos el “Roto Chileno”606. El diagnóstico de Aichel era, finalmente, que “es buena la base genética del pueblo chileno”607 y que ello aseguraba su valor cultural y civilizatorio ya que, según 601Como en el artículo de 1935 del profesor de medicina legal de Valparaíso Juan Andueza; ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización. Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, Vol. 1, No. 1-2: Enero-Junio Primera época. 602AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 20. 603AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 21. 604AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 21-22. 605AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 22. 606AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 22. 607AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana, Op. Cit., p. 23. 200 señalaba “la cultura no es sino una función del plasma germinativo” 608. La biología era la base determinante de toda la vida social, política y cultural. Es la idea a la que el nazismo daría forma teórica y práctica, unos poco años más tarde: transformar la biología en política. Aludiendo al lema del escudo nacional chileno, Aichel cerró su conferencia advirtiendo que un pueblo debía ser guiado por la razón o por la fuerza. 3.9.4 Erwin Baur, figura de renombre mundial en la Eugenesia. La conferencia que Baur dictó en Santiago fue calurosamente recibida por la comunidad médica chilena y la crónica señaló que las palabras de Baur habían causado “honda admiración en nuestros círculos médicos y científicos” 609 y que venían de una “insigne personalidad médica alemana”610. Con toda propiedad, lo justo habría sido señalar que se trataba de una autoridad mundialmente reconocida en el campo de la genética en las primeras décadas del siglo XX. Erwin Baur era, junto a las figuras insignes de la Higiene Racial Alemana, Eugen Fischer y Fritz Lenz, autor de un volumen sobre genética y eugenesia mundialmente aclamado tras su publicación en 1921, titulado Menschliche und Rassenhygienie (Herencia humana e Higiene Racial)611; libro que ha sido considerado un texto central para la inspiración teórico científica del genocidio perpetrado por el nazismo 612. La edición original de 1921, que fue cambiando levemente de contenido y algunas veces de título en sus ediciones posteriores, Hitler la leyó entre 1923 y 1924 613 en la prisión 608AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana. Op. Cit., p. 23. BAUR. 1930. Revista Médica de Chile, p. 929. 610ERWIN BAUR. 1930. Op. Cit., p. 929. 611BAUR, F., FISCHER, E. Y LENZ, F. 1921. Menschliche Erblichkeitslehre. J.F. Lehmans Verlag. München 612Para el mundialmente reconocido sociólogo Zygmunt Bauman, el texto de Baur, Fischer y Lenz, al que llama infame, es “fuente de la referencia principal y de suprema autoridad científica para los proyectos genocidas alemanes y su ejecución” y de paso señala algo de importancia: el texto fue celebrado en forma entusiasta por todas las revistas científicas occidentales. BAUMAN, Z. 2005. Modernidad y ambivalencia. Barcelona, Anthropos, p. 69. Sobre la recepción del trabajo de Baur, Fischer y Lenz en la misma Alemania ver FANGERAU, H. y MÜLLER, I. 2002. The standard textbook on racial hygiene by Erwin Baur, Eugen Fischer, and Fritz Lenz as viewed by the psychiatric and neurological communities from 1921 to 1940]. Nervenarzt. 73 (11): 1039-46. 613SANTOS, J. 2014. Filosofía del derecho, positivismo jurídico y eugenesia en la República de Weimar. En: BLÁZQUEZ RUIZ, J. Nazismo, Derecho, Estado. Madrid, Editorial Dykinson, p. 145. 609ERWIN 201 de Landsberg. Aunque la parte de Baur en el texto es la de un contenido más técnico, no hay duda alguna de la profunda filiación de Baur con la Higiene Racial y la Eugenesia, ni del rol gravitante de este texto en la ideología del genocidio impulsado por el nazismo. Erwin Baur nació en Baden, Alemania, en 1875. Su padre alternaba la profesión de farmacéutico con la de granjero por lo que Baur entró tempranamente en relación con el mundo de la agricultura. Estudió medicina en varias universidades hasta doctorarse en la de Kiel en el 1900, en la que además fue asistente de Bacteriología. En este período Baur hizo un viaje a Brasil como médico de una embarcación. En 1903 se trasladó al Instituto de Botánica de la Universidad de Berlín y se doctoró en esa especialidad en la Universidad de Friburgo. Sus éxitos en la investigación botánica le llevaron a ser designado, en 1911, profesor titular de la Universidad de Berlín y director del Instituto de Botánica. En dicho instituto Baur creó una cátedra de Botánica en 1913. En la década de 1920 fue profesor invitado en numerosas universidades de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. En 1927 asumió la dirección del Instituto de Genética de la Sociedad káiser Wilhelm. Baur falleció el 2 de diciembre de 1933 en Berlín614. Los aportes de Baur a la botánica y la genética fueron muchos, entre ellos estudios sobre el hibridismo, la reproducción sexual, las mutaciones; fue, en resumen, un pionero de la genética. Baur fue además un activo miembro de la Sociedad para la Higiene de la Raza, fundada en Alemania en 1905. Aunque murió en el momento en que podía empezar a jugar un rol aún más gravitante en la ciencia alemana, como efectivamente ocurrió con Eugen Fischer y Fritz Lenz, su producción científica ocupó un lugar destacado en el proyecto nazi. 614Dentro de la poca información que es posible encontrar en castellano sobre Erwin Baur es de mucho interés la nota necrológica que le dedicó la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina, de la cual era miembro honorario, disponible on line en <http://www.anav.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=346:baur-erwindr&catid=60:honorarios&Itemid=73> [consulta: 15 febrero 2015] Otro Obituario que aporta datos de interés es el de la Eugenics Review 1934, Apr, 26(1) 55-56. Algunos datos de interés sobre sus relaciones científicas, profesionales y políticas en el periodo de Weimar y del nazismo pueden encontrarse en DEICHMAN, U. 1996. Biologist under Hitler, Cambridge, MA, Harvard University Press. 202 ¿Qué fue lo que les dijo a los médicos chilenos que se reunieron en la Sociedad Médica de Santiago el 12 de Noviembre de 1930? 3.9.5 La conferencia de Erwin Baur en 1930: “Importancia de la genética para la patología humana” La conferencia comenzó dando ejemplos contundentes de la importancia de la genética para la clínica, que, según el conferencista, presagiaban la futura importancia de la genética. Según Baur lo que se había descubierto gracias a las leyes de Mendel en las plantas “también vale para los caracteres hereditarios en el hombre y vale principalmente para todos los defectos y aberraciones hereditarias”615. La conferencia de Baur presentó a partir de aquí el panorama general de la genética, explicando a la audiencia lo que eran los cromosomas y que ya era posible, en algunas plantas y en la Drosophila “decir hasta en que cromosoma y en que sitio del cromosoma está localizado determinado carácter hereditario”616; tales caracteres, explicó Baur “se heredan libre e independientemente uno del otro según las reglas simples de Mendel”617 y en forma “acoplada”; es decir, que tendían a presentarse juntos. Baur, dio cuenta de la sofisticación de su enfoque genético señalando que “podemos señalar de manera análoga en la Drosófila más de 100 defectos hereditarios, ya sean físicos o psíquicos y decir en cuál de los cromosomas se encuentra ese defecto”618. Las posibilidades de experimentación en el hombre le parecían a Baur meramente técnicas y se podían superar, según él, “por el gran número de observaciones, en el gran material humano de nuestros hospitales y asilos. Pero las observaciones seguras y eficientes pueden ser ejecutadas sólo por 615BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana. Prof. E. Baur. Conferencia dictada en la Sociedad Médica el 12 de Noviembre de 1930, Revista Médica de Chile: 935-942, p. 935. 616BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 936. 617BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 936. 618BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 937. 203 médicos que estén al tanto de la genética moderna”619. Así, siguiendo la explicación de Baur, se vuelve comprensible la febril actividad de los médicos y científicos afines al nazismo en la identificación y medición de caracteres macroscópicos (color de ojos, tipo de pelo, formas de la nariz, orejas, cráneo, etc.): estaban acumulando datos para llegar a conocer el comportamiento de los cromosomas. Para Baur la importancia de la herencia en la patología humana, en términos generales, presentaba ambiguedades por la complejidad que imponía la dinámica de la recesividad y la dominancia mendelianas, y que volvía muy difícil, admitía el botánico, distinguir entre herencia y ambiente en la causa de una enfermedad. Sin embargo, grandes esperanzas para la ciencia se abrían, predijo trágicamente Baur, con “las investigaciones de los últimos años sobre la patología de gemelos monoovulares nos han mostrado que hasta ahora hemos menospreciado la importancia de las predisposiciones hereditarias”620; casos que, como sabemos, constituyeron una verdadera obsesión para los médicos y científicos nazis asignados a los campos de concentración621. La visión de la genética de Baur era, por otra parte, consciente de los daños que ciertas sustancias químicas y las radiaciones producían sobre las células germinales y las advertencias finales de su conferencia se relacionaron con la idea de proteger “en lo posible las glándulas germinales”622 del daño que estos elementos podían causarles, dada su extrema sensibilidad. 619BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 939. E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 940. 621Algunas ideas de interés sobre los campos de concentración y el interés médico en gemelos y enanos puede consultarse en COURTINE, JJ. 2006. El cuerpo anormal. Historia y antropología culturales de la deformidad. En: CORBINE, A.; COURTINE, JJ y VIGARELLO, G. Historia del cuerpo, volumen III. Madrid, Santillana, pp. 201-258. Sobre el rol médico en los campos ver LIFTON, RJ. 2004. La matanza bajo supervisión médica en Auschwitz. En: BANKIER, D. (Comp.). El Holocausto. Perpetradores, víctimas, testigo. Buenos Aires, Distal, pp. 48-82. 622BAUR, E. 1930. Importancia de la genética para la patología humana, Op. Cit., p. 942. 620BAUR, 204 3.9.6 Aichel, Baur y la seducción científica hacia la comunidad médica chilena Las conferencias de Aichel y de Baur en Chile, pusieron en relación a la comunidad médica chilena con dos figuras de renombre internacional en la Higiene Racial alemana. En el caso de Baur, se trataba de una autoridad científica de relevancia mundial en genética. Los puntos coincidentes de ambas conferencia están básicamente en el mensaje relativo a la necesidad de identificar y controlar aquellos elementos que afectaban negativamente el “plasma germinal” (Aichel) y la herencia de los cromosomas y cromómeros (Baur). Claramente, Aichel usaba del aparato teórico de Weismann un científico del siglo XIX -; mientras que Baur, como avezado científico experimental, estaba entregando el estado de un conocimiento que él y sus ayudantes estaban forjando día tras día. Mientras Aichel discurrió a través de la retórica eugénica básica, como la de la necesidad de un pueblo sano y fuerte para enfrentar la lucha por la civilización, el peligro de la reproducción de los poco aptos y la unidad entre morfología anatómica y rasgos psíquicos y espirituales; Baur presentó las bases más avanzadas del conocimiento genético en el momento, con un claro predominio del lenguaje técnico. Aichel estaba más cerca de Weismann, Galton y la teoría de la degeneración; mientras que Baur era el legítimo heredero y vanguardista continuador de la obra de Mendel. Con estos antecedentes, y dado que Otto Aichel había nacido y vivido en Chile una parte importante de su vida profesional y académica, resulta comprensible que su conferencia concluyera apelando a los clásicos del racismo científico chileno, como Nicolás Palacios y la idea de que Chile era “diferente”, gracias a las buenas familias europeas asentadas en el país y a la virtuosa combinación de dos razas patriarcales, la de los conquistadores y la de los araucanos. La conferencia de Baur, centrada en aspectos teórico-experimentales expuso lo más avanzado del conocimiento genético a la comunidad chilena y no hizo ninguna concesión al color local de la audiencia. Entre los tópicos de Aichel y Baur, corre en todo caso una 205 corriente común. Aunque Aichel puso el acento en el plasma germinal y Baur en los cromosomas, ambos coincidían en que los asilos mentales y hospitales eran un repositorio de defectuosos que dañaban el patrimonio germinal/genético del pueblo, tanto como de la economía nacional y que algún tipo de utilidad podría conseguirse gracias al registro científico de su anormalidad. Ambos textos presentaron la idea de la amenaza biológica y para la civilización, que representaban las malas estirpes y los cromosomas dañados. Ambos coincidían además en la idea de un determinismo biológico a partir de la herencia, que afectaba por igual los caracteres físicos como los psicológicos/espirituales de individuos y pueblos. Según Aichel, la cultura no era sino una expresión de la biología. Tanto Aichel como Baur, estaban dispuestos a poner en el lugar central de la sociedad los valores biológicos: el cuidado de las “buenas” células germinales, el estudio de los gemelos, la protección contra los defectuosos. Ideas y palabras que al provenir de las máximas autoridades médico científicas alemanas, no podían ser sino de una profunda seducción para la comunidad médica chilena. En el caso de la conferencia de Aichel, no había demasiada novedad y la zona de contacto con la idea de una raza chilena, reafirmaba tanto al conferencista como al auditorio. Las ideas de Baur, más complejas, indicaron igualmente un camino: estudiar a los internos de los psiquiátricos y hospitales, a los gemelos mono-ovulares, a los defectuosos. Desde la ciencia decimonónica o desde la vanguardia genética, el mensaje político de las dos conferencias era el mismo: era urgente organizar el estudio de los insanos y de los defectuosos para defenderse de ellos. Como se ha escrito, “no es de extrañar que los médicos y antropólogos se encontraran entre los defensores más entusiastas del régimen [nazi] y de sus leyes: la salud y la pureza del pueblo alemán estaban finalmente en el centro de aquella política, la de un eugenismo radical que hacía mucho tiempo defendían”623. Aichel y Baur fallecieron en 1935 y 1933, respectivamente, en la alborada del régimen político que habían ayudado a construir desde sus eminentes posiciones científicas y no estuvieron en 623BECKER, A. 2006. Exterminios. El cuerpo y los campos de concentración. En: CORBIN, A.; COURTINE, JJ. y VIGARELLO, G. Historia del Cuerpo Vol. 3. Madrid, Taurus, pp. 311-330, p. 328. 206 la línea protagónica de la gloria, la derrota y el espanto; pero, sin duda, colaboraron directamente a la justificación del genocidio. Como señalaba Baur “debemos hacer que estos seres inferiores no procreen. Nadie aprueba esta nuevas leyes de esterilización más decididamente que yo, pero debo decir una y otra vez que son sólo un comienzo”624 El proyecto eugénico chileno tenía numerosos antecedentes en la medicina nacional, pero hasta fines de la década de 1920 presentaba cierto apego a la matriz de la puericultura, la lucha antialcohólica, la antivenérea y a un concepto amplio de higiene. A lo largo de la década de 1930 se produjo una transformación, que iría sumando cada vez mayor fuerza y espacio a través de los argumentos en favor de la esterilización eugénica y de una defensa más radical contra las herencias defectuosas625. ¿Cuánto de este desarrollo puede deberse a la profunda seducción que ejercían la medicina y la higiene racial alemana sobre el pensamiento médico chileno? ¿No fue esta una seducción científica tan poderosa que pudo atraer por igual tanto a Salvador Allende, Ministro de Salud en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda626, como al más cáustico y pro nazi de los propagandista eugénicos chilenos, el Dr. Hans Betzhold?627 3.10 La inteligencia como factor de eugenesia nacional Como ya hemos señalado, la teoría de la degeneración tanto como el pensamiento eugénico se inclinaban hacia un determinismo biológico para el que lo 624LARSSON, E. 2007. Evolución. La asombrosa historia de una teoría científica. Buenos Aires, Sudamericana, p. 244. 625En 1928 la Revista Médica de Chile expresó esta preocupación en relación a que “tratándose de la raza humana se han conservado muchas variantes debido a la mano protectora de la civilización adelantada” y que “los negros y los indios comienzan a aumentar con una velocidad extraordinaria”, LA TRANSMISIÓN HEREDITARIA EN RELACIÓN CON LA EUGENIA. 1928. Revista Médica de Chile, p. 719. 626ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena. Santiago, Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. Propone dentro de su conjunto de medidas legislativas en su periodo de mandato en el Ministerio, algunas de corte eugénico, entre las que cabe destacar la esterilización de anormales. 627BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia. Santiago de Chile, Zig-Zag. En esta obra el médico viñamarino celebra las medidas eugénicas nazis. 207 psíquico/mental/espiritual y lo corporal eran manifestaciones del patrimonio hereditario de un pueblo y/o de un individuo. La teoría de la degeneración y la eugenesia se anclaban de manera rotunda en la idea de que morfología y valor espiritual/mental tenían una correlación total. En la cima del valor estaba el ideal corporal de la estatuaria griega, modelo de proporciones, belleza y valores espirituales; mientras que en el abismo se encontraban los salvajes y la raza negra, que se veían como más cercanos a los animales. Como sabemos, la fascinación por la forma corporal plasmada en la estatuaria grecorromana hunde sus raíces en el período del Renacimiento, pero no sería sino hasta la obra del esteta Johann Winckelmann (1717-1768) que se la consideraría como un ideal que desbordaba lo estético, para constituirse en criterio de jerarquización racial628. Las ideas de Winckelmann sobre la belleza, articuladas esencialmente en su Geschichte der Kunst des Altertums (Historia del arte de la antiguedad) de 1776, sirvieron de base a los planteamientos clasificatorios de la humanidad de fines del siglo XVIII y de principios del siglo XIX que, en base a una aplicación frenológica y craneométrica de preceptos estéticos, se dedicaron a medir los cráneos de las diferentes razas y a compararlos con los cráneos de los primates629. Por su parte, la difusión del evolucionismo, en términos de un proceso que avanzaba por etapas, fue usada para reafirmar los prejuicios que ya habían forjado la frenología y la craneometría, resultado de lo cual los “salvajes” de todo tipo, y muy especialmente los de la llamada raza negra, resultaban indeleblemente asociados a la falta de inteligencia y la animalidad630. 628 Una brillante explicación de la forma en que el ideal estético griego fue fundamental para el desarrollo de la eugenesia racial es la de MOSSE, G. 2007.La nacionalización de las masas. Simbolismo político y movimientos de masas en Alemania desde las guerras napoleónicas al Tercer Reich. Buenos Aires, Siglo XXI. 629Un claro ejemplo de esta articulación entre clasificación racial y criterio estético lo constituye la obra del médico holandés Petrus Camper (1722-1789). 630En el contexto chileno, el profesor del Instituto Pedagógico y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile Federico Johow, afirmaba en una conferencia de 1922, que los negros y los Neandertales eran “parientes”. En el mismo trabajo Johow proponía que los blancos europeos descendían de los orangutanes y gibones ya que el color anaranjado y rojizo de sus pelajes podía explicar el albinismo del hombre blanco. JOHOW, F. 1923. Sobre el Origen y la Importancia de los 208 La argumentación básica de esta forma de pensar era que el hombre blanco representado en la estatuaria grecorromana constituía la cima de la humanidad; tanto en belleza, salud y fuerza como en inteligencia y en capacidades creativas, espirituales, organizativas y productivas. Así, todo individuo o grupo humano que se apartaba del modelo griego, representaba un escalón de menor desarrollo, menor inteligencia, menor espiritualidad, menor moralidad. En relación a la inteligencia, toda una línea de investigaciones craneométricas desarrolladas a ambos lados del atlántico, dan cuenta del proyecto de medirla en base al volumen de la bóveda craneana631. La inteligencia, en esta perspectiva, no podía ser sino una manifestación del volumen total del cerebro y estaba muy claro que, antes de iniciar cualquier “medición”, el cráneo mejor organizado era el de un hombre blanco europeo. Las mujeres, los niños y los salvajes tenían cráneos más pequeños y cerebros inferiores. Para la teoría de la degeneración todo aquello que se separaba de la representación ideal del cuerpo humano, podía ser considerado “estigma” del proceso degenerativo. Correspondientemente, toda “rareza” en la conducta, era considerada “estigma psíquico” y podía llegar a tener relación con una lesión del sistema cerebro espinal. Las teorías criminológicas de Cesare Lombroso y la renovación del degeneracionismo por Magnan abrieron otra posibilidad: las anormalidades corporales y mentales podían considerarse una expresión atávica, un rasgo primitivo que reaparecía en un determinado individuo. La cuestión de la inteligencia, por otra parte, era esencial en la eugenesia. Las preocupaciones iniciales de Galton no eran la medición de los cuerpos; sino más bien la medición y registro de rasgos como el talento y el genio, que el creador de la eugenesia esperaba detectar reconstruyendo la genealogía de las familias colores en los reinos vegetal y animal. Revista Médica de Chile, pp. 275-292. Para una mirada más panorámica de las teorías unigenista y poligenista puede consultarse AMERY, C. 2002Auschwitz ¿Comienza el siglo XXI? Madrid, FCE. p. 30. 631Para una historia de la craneometría y sus relaciones con otras teorías científicas pueden consultarse dos clásicos: JAY GOULD, S. 2009.La falsa medida del hombre. Barcelona, Crítica, y PESET, J. L. 1983. Ciencia y marginación. Sobre negros, locos y criminales. Barcelona, Crítica. 209 notables632. Como una consecuencia lógica de la idea darwiniana de selección natural, Galton proponía que era un deber de la sociedad llevar adelante una selección artificial. Lo primero que le pareció como deseable seleccionar, fue el don de mando, la inteligencia, la virtud moral, la capacidad de prosperar y dirigir; en definitiva, las virtudes morales y mentales del “genio”. La inconmensurable consecuencia de la cuestión racial presente en el genocidio perpetrado por los nazis ha tendido a provocar un cierto olvido sobre la importancia que las enfermedades y cualidades mentales tenían en la eugenesia, fijando la atención sobre el tema de la raza y las formas corporales. Por ejemplo, en Estados Unidos, la debilidad mental fue un argumento eugénico presente en las leyes de esterilización eugénica desde 1907 y la base de las leyes de restricción migratoria de 1924; mientras que en la Alemania nazi, en la ley de esterilización de 1933, figuraban como causa de esterilización forzosa la esquizofrenia, la locura circular cuadro conocido hoy como trastorno bipolar - y la debilidad mental. En definitiva, tres aspectos nos interesa destacar en este momento. En primer lugar, que la eugenesia se ha interesado inicialmente por las cualidades mentales y morales de los individuos. Segundo, que en el contexto antropológico decimonónico y de buena parte del siglo XX, las características mentales estaban directamente asociadas con las raciales y corporales. Tercero, que las enfermedades mentales fueron uno de los principales objetos de preocupación de la eugenesia en su desarrollo histórico. Así, resulta especialmente llamativa la forma en que la historia de los saberes psi ha eludido la profunda conexión entre su desarrollo y el del racismo científico y la eugenesia. En particular, la historia de la psiquiatría y psicología chilenas han sido especialmente selectivas en la génesis del relato historiográfico que les compete, a excepción de algunos esfuerzos de mucho interés que se vienen desarrollando en la última década633. Este apartado aspira a documentar la idea de la inteligencia en 632Es lo que intenta Francis Galton en su trabajo de 1869 Hereditary genius. An inquiri into its laws and consequences. 633Entre otros, son de especial mención los trabajos de ARAYA, C. y LEYTON, C. 2009. Atrapados sin salida: terapias de shock y la consolidación de la psiquiatría en Chile, 1930-1950. [en línea] Nuevo 210 las argumentaciones eugénicas presentes en la introducción del test de Stanford Binet en Chile y el desarrollo de la retórica eugénica de la “debilidad mental” en el país. 3.10.1 Inteligencia y herencia en pastillas: La Jecorina y el Sexocrin La naciente industria cultural chilena de las primeras décadas del siglo XX consignó algunos registros publicitarios de la relación entre herencia e inteligencia. El Almanaque 18, una de las publicaciones de mayor trascendencia en la literatura popular chilena de la primera mitad del siglo XX, publicó en su contratapa de la edición de 1921 el anuncio de Jecorina, un tónico de aceite de bacalao, ilustrando al lector con la siguiente situación: Si su hijo obtiene malos certificados escolares no se le debe atribuir a la falta de inteligencia o de aptitud. A menudo sucede, que los niños cuando se desarrollan muy rápidamente, se debilitan de ciertos órganos del cuerpo, especialmente del cerebro, de manera que les cuesta trabajo fijar su atención y pensar. De la única manera que se puede evitar esta debilidad es dándole todo los días una pequeña cantidad de JECORINA (emulsión de aceite de bacalao) El gran protector de la niñez. Con lo que su hijo cambiará por completo, poniéndose robusto, sano y estudioso634 La posición del publicista ponía de relieve la importancia de la dotación hereditaria de inteligencia y su relación con el cerebro, anclando su mensaje sobre la angustia que la falta de inteligencia en un hijo podía provocar en los padres. En otras palabras, lo que se le quería decir al lector es que la herencia no era un elemento del todo irrevocable, sino que, tal vez, si se modificaba un factor ambiental - como la alimentación -, los malos resultados escolares podían revertir. En el Mundo Mundos Nuevos. Debates. <http://nuevomundo.revues.org/52793> [consulta: 24 junio 2015]; CORREA, MJ. 2013. Historias de Locura e Incapacidad. Santiago y Valparaíso (1857-1900). Santiago, Acto Editores; RUPERTHUZ, M. 2012. The “Return of the repressed”: the role of sexuality in the reception of psychoanalysis in chilean medical circles (1910s–1940s), Psychoanalysis and History, 14(2), Edinburgh University Press, 285–296 y VËTO, S. 2013. Psicoanálisis en Estado de Sitio. Santiago de Chile, Universidad de Chile - Facultad de Ciencias Sociales. 634JECORINA. 1921. Almanaque 18, Valparaíso, Daube y Cía., p. 2. 211 lenguaje de la publicidad, el niño poco estudioso o con malos resultados, “cambiará por completo”. El mismo Almanaque 18, promovió en su edición de 1927 unas tabletas en base a “glándulas adrenal, pituitarias, tiroide, próstata y espermita”, con la siguiente advertencia: Nuestros hijos heredan nuestras características corporales y hasta cierto punto las mentales. El ser débiles o fuertes depende de la herencia que les hemos transmitido. Los padres deben darse cuenta de que su cuerpo defectuoso es transmitido a sus hijos. Los padres sin duda alguna desean que sus hijos sean físicamente vitales y mentalmente despiertos. Nuestro corazón se llena de piedad al contemplar un niño enfermizo. Nos causa un profundo dolor contemplar su blanquecina cara, sus ojos sin lustre, su cuerpo emancipado. Los padres de aquellos hijos a nadie deben reprochar más que a ellos mismos”635. Si en el caso de la Jecorina se aludía a la importancia de los factores ambientales, la publicidad de Sexocrin alentaba la idea de que la herencia lo era todo. La fuerza, la inteligencia, la salud de los hijos e hijas dependía de la herencia que les habían transmitido sus padres. En estos ejemplos publicitarios puede verse cómo y hasta qué punto los argumentos eugénicos se consideraban de una densidad cultural apropiada para servir a la venta de productos farmacéuticos en un medio de la literatura popular. La herencia y la inteligencia, en la década de 1920 en Chile, podían encontrarse en una estrategia publicitaria orientada al consumidor popular y de clase media. 3.10.2 El test de inteligencia y su introducción en Chile La historia del test de inteligencia de Alfred Binet tiene cierto aire de tragedia. El test se originó en un encargo del gobierno francés a un grupo de psicólogos, para dar con una forma eficiente de identificar aquellos niños que necesitaban una atención especial para su buen desarrollo escolar. Las primeras versiones de la escala Binet Simon aparecieron en 1903 y alcanzaron inmediata repercusión en la 635SEXOCRIN. 1927. Almanaque 18. Santiago de Chile, Daube y Cía. 47. 212 educación y la psicología. El test fue llevado a Estados Unidos en 1908 por Henry Goddard (1866-1957), que en ese momento dirigía una institución para “débiles mentales” y con el tiempo se transformó en uno de los líderes eugenistas. En manos de Goddard el test sufrió cambios de graves consecuencias: sus resultados ya no se categorizaron únicamente en una graduación de la debilidad mental, sino que, tomando la terminología de la teoría de la degeneración, Goddard asignó a ciertos intervalos numéricos, nombres como los de idiota, imbécil, atrasado mental y otros similares636. Por otra parte, investigando sobre la “debilidad mental” en las cárceles y en las prostitutas, Goddard se convenció que la inteligencia actuaba como un carácter mendeliano637. Tal como el doctor Luis Vergara Flores en 1892 veía nacer ante sus ojos la raza de los pobres, Goddard llegó a la conclusión que la deficiencia mental constituía una forma de humanidad subdesarrollada, cuestión que quiso demostrar con una nueva versión de los Jukes; su obra The Kallikak family, Study on the heredity of Feeblemindness de 1912 y en el trabajo de 1914 Feeble– mindeness: Its causes and consequences638. Goddard y otros psicólogos comprometidos con el eugenismo, principalmente Robert Yerkes (1876-1956) y Lewis Terman (1877-1956), llevaron el test a dimensiones poblacionales más vastas: un millón setecientos cincuenta mil reclutas del ejército norteamericano alistado para participar en la Primera Guerra Mundial tuvieron que realizar tests de inteligencia, que servían teóricamente para definir los puestos en que iban a resultar más eficientes. El test también fue aplicado a los inmigrantes que llegaban masivamente a la isla de Ellis en Nueva York639. El test se popularizó y dio esperanzas a la psicología de haber alcanzado al fin el método que la convertiría por derecho propio en una disciplina científica. Para los 636KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía? Una polémica que dura cien años. Barcelona, Planeta, p. 73. 637KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía?, Op. Cit., p. 74. 638KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía?, Op. Cit., p. 73. 639Sobre la historia del proceso de introducción y aplicación del test de Binet en Estados Unidos son muy útiles las obras ya citadas de Stephen Jay Gould, y de Daniel Kevles ya citadas. Una breve reseña sobre la historia de los test de inteligencia en el contexto general de la psicología pueden encontrarse en el texto de MUELLER, F.1997. Historia de la psicología. Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica. 213 psicólogos eugenistas, como para aquellos que buscaban el prestigio científico de la psicología, el test de inteligencia constituyó una herramienta cuantitativa eficaz para medir una cualidad mental. Los psicólogos deterministas de las primeras décadas del siglo XX creían que el test proporcionaba una información directamente obtenida del cerebro de los sujetos y, en algunos casos, que además se trataba de una cualidad asociada a la herencia y a las razas, identificable con un carácter mendeliano. La psicología chilena recibió un gran impulso a partir de la fundación del Instituto Pedagógico en 1889. A partir de este proyecto estatal, que intentaba mejorar la educación a través del modelo alemán, llegaron a Chile, entre otros, los profesores alemanes Jorge Enrique Schneider y Guillermo Mann. En 1908 Mann fue encomendado para viajar a Alemania e implementar un completo laboratorio de psicología experimental640, institución que marcó época en el desarrollo de la psicología en Chile. La figura principal de la psicología chilena en la transición entre el laboratorio experimental de Mann y la conformación de una disciplina autónoma a partir del Instituto de Psicología de la Universidad de Chile fundado en 1941, fue la de Luis Alfredo Tirapegui, que se había doctorado en la Universidad de Columbia en Nueva York en 1924641 y, desde 1923, era el sucesor de Mann en la dirección del laboratorio de psicología experimental. En Estados Unidos Tirapegui entró en contacto con la psicología de orientación eugénica y trajo a Chile una de las joyas de esa perspectiva psicológica: el test de inteligencia de Stanford Binet. La primera referencia al test en el contexto chileno es un artículo que Tirapegui publicó en 1925 en la Revista Anales de la Universidad de Chile642. 640ARDILA, R. 1986.La psicología en América Latina: pasado, presente y futuro, México, Siglo XXI, p. 83-84. Para un panorama general de la historia de la psicología en el marco de la Universidad de Chile puede consultarse también LIGUEÑO, S, y PARRA, D. 2007.La psicología en la Universidad de Chile: Una propuesta de estudio para comprender la Historia de la Psicología en Chile. Cuadernos de Neuropsicología, 1(3): 223-235. 641La tesis de 1923 para obtener el grado de doctor en filosofía en la Universidad de Columbia de Tirapegui anunciaba claramente sus preocupaciones eugénicas, con el título Comparative Variability in Anthropometric Traits of Normal and Feebleminded. 642TIRAPEGUI, L. 1925. El desarrollo de la intelijencia medido por el método Binet-Simon. Anales de la Universidad de Chile, ene. 1925. p. 453-591. <http://www.revistas.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/25591/26960> [consulta: 27 junio 2014]. 214 El entusiasmo de Tirapegui por el test tuvo eco en las autoridades del Estado chileno, que desde 1925 hasta 1945, independientemente de la tendencia política en el gobierno, enmarcó una serie de problemas médicos y sociales, como ya hemos señalado, en la idea de “la defensa de la raza”. En ese contexto, a partir de 1925 el Ministerio de Educación Pública, a través de su Departamento de Educación Primaria, editó y distribuyó a todas las escuelas del país una versión del test para medición de la inteligencia Binet-Simon, en una traducción y adaptación de Tirapegui. Con la circulación del test en Chile y los trabajos de Tirapegui, según algunos autores, se da inicio en Chile a las investigaciones marcadas por la cientificidad estadística en el área de la psicología y la educación643. El test Binet-Simon, que Tirapegui introdujo en 1925, fue inmediatamente probado en mil niños chilenos y entre los años 1927 y 1928 se realizó una investigación sobre la inteligencia del niño delincuente y otra sobre la edad mental normal para los diferentes cursos de la escolaridad, haciendo uso del test644. En la introducción a la segunda edición del test, aparecida 1928 645, Tirapegui daba cuenta de una línea de conexión entre la eugenesia y el test, al iniciar la historia del instrumento de medición de la inteligencia, refiriéndose al creador de la eugenesia, indicando que “ya en el año 1883, Sir Francis Galton demostró la posibilidad de medir las capacidades intelectuales con simples métodos de laboratorio”646. Así, la presentación del test pone de manifiesto su plena integración al horizonte eugénico. Para Tirapegui, el psicólogo y eugenista Lewis Terman era “el psicólogo que más ha investigado para mejorar la Escala de Binet” 647 y señaló Las ideas básicas sobre el test y la necesidad de aplicarlo se mantendrían en algunos casos en forma idéntica a las que desarrolló en este artículo inicial, en las versiones posteriores del test que Tirapegui puso a disposición del Ministerio de Educación. 643SALAS, I. 1942. La investigación pedagógica en Chile. Anales de la Universidad de Chile, No. 45-46, pp.113-134, p. 113. 644SALAS, I. 1942. La investigación pedagógica, Op. Cit., p. 114. 645TIRAPEGUI, L. 1928.El desarrollo de la inteligencia medido por el método Binet-Simon, Santiago de Chile, Ministerio de Educación Pública Departamento de Educación Primaria. 646TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 6. 647TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 7. 215 como otro gran promotor del test al líder de eugenista de Estados Unidos al que ya hemos aludido, Henry Goddard. Si bien Tirapegui admitía la posibilidad de que existiese algún grado de inteligencia adquirida con el paso del tiempo y la influencia del ambiente, se decantó por un determinismo biológico fuerte al señalar que la inteligencia general: “es la eficiencia intelectual innata”648; es decir, una dotación única, de cantidad fija desde el nacimiento. Con este fundamento hereditarista, Tirapegui señalaba que si un niño nacía inteligente, el medio ambiente el medio podía ayudarle a llevar esa capacidad a un máximo desarrollo; pero que, si al contrario, “su capacidad mental innata es limitada, su inteligencia adquirida será también limitada, por más favorable que sea el medioambiente”649. En palabras de los ejemplos publicitarios comentados anteriormente, por más litros de Jecorina que se tomaran, nada se podía hacer frente a los dictados de la naturaleza y la herencia. Tirapegui se encargaba de mostrar el consenso que se había logrado al respecto la perspectiva hereditaria y fatalista: “en esto no existe discrepancia entre los diferentes autores” 650, señaló, y agregaba que “un niño que ha nacido mentalmente deficiente, no podrá elevar jamás su inteligencia a un grado superior al determinado por su condición natural, por más favorable que sea el medio social en que se desarrolle y por más empeño que se dedique a su educación”651. La dotación de inteligencia, en esta visión, marcaba el guion de una vida. En el texto de introducción al test Tirapegui afirmaba en forma subyacente que la inteligencia era una cuestión de raza y de herencia mendeliana, al señalar que “la inteligencia general se transmitiría de padres a hijos de la misma manera como se transmiten los caracteres físicos como el color del pelo, de la piel o de los ojos” 652. En el estado general de la antropología y del pensamiento de la época, lo que se dicía oblicua, pero muy afirmativamente es que la inteligencia es una cuestión de 648TIRAPEGUI, L. 1928. L. 1928. 650TIRAPEGUI, L. 1928. 651TIRAPEGUI, L. 1928. 652TIRAPEGUI, L. 1928. 649TIRAPEGUI, El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 8. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 8. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 8. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 11. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 9. 216 “raza”; es decir, que se mueve junto con aquellos caracteres que identifican a las razas: el color de la piel, del pelo y de los ojos. Tirapegui distinguía también entre “civilizados” y “primitivos”. Respecto de una serie de ítems que debían satisfacer niños pequeños, señalaba que “se presume que todo niño que ha vivido en el medio ambiente común de una nación civilizada habrá tenido amplias oportunidades para adquirir esas experiencias”653, y que “la Escala ha sido preparada especialmente para servir a los niños de las escuelas públicas y no a aquellos desgraciados que viven en un ambiente demasiado primitivo, donde no han llegado todavía los elementos de la civilización”654. Se trataba, claramente, de un test para civilizados, en el que los bárbaros iban a fracasar inexorablemente. La dicotomía sarmentina aparecía aquí, prolongada en clave de la ciencia psicológica más avanzada del momento. La aplicación del test terminaba en la reificación de una cantidad: el cociente mental, concepto que Terman tomó del psicólogo judío alemán William Stern, que cosificaba la inteligencia general. El resultado del proceso era una tabla de intervalos que señalaba las siguientes categorías: Genio, casi genio, inteligencia muy superior, inteligencia superior, inteligencia normal o media, torpeza o pesadez mental, casos limítrofes entre simple torpeza y verdadera debilidad mental, decididamente débil mental, morones, imbéciles y, finalmente, idiotas655 De la tabla anterior, importa destacar que algunas de las denominaciones provenían de la psiquiatría degeneracionista. Por su parte, la categoría de “débil mental” fue una de las más complejas del entramado eugenésico-psicológico, ya que muchas veces su determinación pasaba del test al criterio de quien lo administraba, abriendo otras puertas a la discriminación basada en términos de raza y clase. Si bien el test no llegaba a describirse como una herramienta infalible, la posición determinista biológica resultaba reforzada con la recomendación de tener a mano, para el diagnóstico definitivo del estado mental de un niño, una ficha 653TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p.12. L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p.12. 655TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 27. 654TIRAPEGUI, 217 antropológica acorde al cuestionario propuesto por la Internacional de Antropología y Arqueología Histórica de Ginebra celebrada en 1912; es decir, se recomendaba comparar y contrastar el resultado del test con una estandarización antropométrica656. El trabajo de Tirapegui consignaba ejemplos de test que podían diagnosticar la inteligencia a partir de los tres meses de edad. A partir de tan temprana edad, caer en una u otra de las categorías, era de la mayor gravedad, ya que dado el supuesto hereditario y el darwinismo transformado en norma social objetiva, a partir de una categoría, se establecía el guion de un destino. Por ejemplo respecto de los llamados “morones”, Tirapegui predecía el siguiente panorama: salidos de la escuela, sin la educación suficiente para competir en la lucha por la vida y entregados a su propia suerte, sin la comprensión de personas que comprendan su estado intelectual, faltos de criterio e incapaces de planificar el futuro, son fácilmente arrastrados a la vagancia, a la prostitución y al crimen657 Otro tópico que Tirapegui hacía suyo era el organicismo social conservador. Para el psicólogo chileno era totalmente necesaria la clasificación de la población en vistas a la eficiencia económica, ya que los morones bien identificados: “dejarán de ser una carga peligrosa para la sociedad, y se convertirán en factores indispensables para la economía nacional. Hay muchísimas ocupaciones que el morón desempeña con mayor ventaja que cualquier otro individuo superior” 658. Así como el degenerado podía servir de mano de obra si se le entrenaba bien, el “moron” diagnosticado por el test, venía a llenar esa misma necesidad de mano de obra barata. La visión maltusiana y eugénica del débil mental como una pesada carga económica, quedaba conjurada por la idea de que existían trabajos aptos para las personas menos inteligentes. Tirapegui proponía también una relación fuerte y directa entre delincuencia e inferioridad mental, basándose en que “el obrar en conformidad con los códigos 656TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 30. L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 17. 658TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 17. 657TIRAPEGUI, 218 morales implica cierto grado de inteligencia que permita prever y pesar las consecuencias de sus malos actos, y el poder de la voluntad para dominar sus impulsos y apetitos antisociales”659. Para Tirapegui, una solución adecuada era el encierro de los anormales, como forma de defensa social: si la sociedad no se defendía por miedo a ser victimaria, el panorama de la degeneración racial la convertiría en víctima de una catástrofe biológica y social. Ante el degenerado y el anormal, se imponía como urgente e inaplazable, la defensa social del colectivo. Por otra parte, el conformismo con el orden social se reforzaba en el contenido del propio test: la definición correcta de honradez que debía entregar un niño de doce años era “vivir con lo que uno tiene y no embrollar”660. Toda esta tecnología de clasificación y jerarquización era presentada, por otra parte, como parte de un proyecto social moderno, científico y democrático. Declaraba Tirapegui que: una cosa que la escuela moderna no puede ni debe hacer es desentenderse de las diferencias intelectuales de los alumnos. Debe procurar a cada niño oportunidades para el desarrollo de su inteligencia innata hasta su límite superior. Esto es lo menos que una sociedad democrática puede hacer 661 En todo caso, el test daba muy pocas señales de la manera en que los profesores y el sistema escolar podían usar los diagnósticos del test. El referente teórico de Tirapegui, el psicólogo Lewis Terman tenía, por otra parte, una opinión muy clara sobre la población latinoamericana, ya que consideraba que el bajo nivel de inteligencia: “es muy común entre las familias hispano-indias y mexicanas del sudoeste y también entre los negros. Su torpeza parece ser racial”662. Y continuaba señalando que los niños de estos grupos “deberían ser separados en clases especiales [...] no pueden dominar las abstracciones pero pueden ser 659TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 17. La pedagogía moral del neoliberalismo nos ha enseñado, paradójicamente, todo lo contrario: la inteligencia más brillante puede concebir apetitos antisociales y criminales, sin medir las consecuencias de sus actos. 660TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 111. 661TIRAPEGUI, L. 1928. El desarrollo de la inteligencia medido, Op. Cit., p. 16. 662Citado por LEWONTIN, R.; ROSE, S y KAMIN, L. 2003. No está en los genes: racismo, genética e ideología. Barcelona, Editorial Crítica, p. 107. 219 convertidos en trabajadores eficientes […]”663. En relación a los disgénicos latinoamericanos, Terman se declaraba favorable a la esterilización: “hoy en día no hay ninguna posibilidad de convencer a la sociedad que no se les debería permitir reproducirse, aunque desde un punto de vista eugenésico constituyen un grave problema”664. En resumen, la propuesta de Tirapegui provenía de una matriz ideología en la que dominaban las ideas eugénicas, darwinistas sociales, deterministas biológicas y organicistas. Siguiendo la propuesta del test, la clasificación de la población en base a una condición hereditaria, era el primer paso para proceder a la exclusión de los “anormales”, “disgénicos” o “débiles mentales”, en funciones sociales y económicas acordes a la “inferioridad” diagnosticada por el test. 3.10.3 Natalidad e Intelectualidad de Carlos Mönckeberg En notable continuidad con los planteamientos de Tirapegui, en 1932 apareció en la Revista Médica de Chile un extenso artículo del entonces Decano de la naciente Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Chile, el obstetra doctor Carlos Mönckeberg, que sería una interlocutor muy activo en el debate eugénico en las décadas de 1920 y 1930. Carlos Mönckeberg nació en 1884. Se graduó de Médico en 1908 y continuó sus estudios de medicina en Francia en 1911, con Adolf Pinard y Jean Louis Fauré del Hospital Cochin665, y en Alemania durante el año 1912. Al regresar a Chile fue médico jefe de la una las secciones de maternidad del Hospital del Salvador a partir de 1916 y profesor de obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en 1921666. Desde estas posiciones de poder inició una campaña, que 663Citado por LEWONTIN, R.; ROSE, S y KAMIN, L. 2003. No está en los genes: racismo, genética e ideología. Barcelona, Editorial Crítica, p. 107. 664Citado por LEWONTIN, R.; ROSE, S y KAMIN, L. 2003. No está en los genes: racismo, genética e ideología. Barcelona, Editorial Crítica, p. 107. 665CRUZ COKE, R. 1995. Ricardo. Historia de la Medicina Chilena. Op. Cit., p. 523. 666CHUAQUI, B.; DUARTE, I. y VARGAS, J. 2005. Médicos de ciencia y de conciencia. La escuela de medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Op. Cit., p. 40. 220 culminaría con éxito en 1927, para la construcción de una maternidad en el Hospital San Vicente de Paul, la que fue diseñada por su hermano arquitecto, siguiendo los modelos alemanes. En 1935 participó de la fundación de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología y fue su primer presidente. En su trabajo de 1932 “Natalidad e Intelectualidad”, M̈nckeberg planteaba el clásico problema eugénico de la tasa diferencial de reproducción entre las clases virtuosas e inteligentes y las pobres y menos aptas. Ante las altas tasas de reproducción de los poco aptos y las bajas de los inteligentes, lo que se preveía para Mönckeberg, era un progresivo y fatal ahogo de los mejores, en medio de masas de los peores. La visión de Mönckeberg era de un organicismo social radical, en que a diferentes sectores sociales les tocaba ser “brazos” y trabajar; y a otros “cerebro”, y pensar667. Ambas actividades eran, para M̈nckeberg, incompatibles ya que: “no pueden los mismos hombres realizar ambas tareas: la pesada y burda de los brazos, y la fina y alambicada del cerebro”668. Ante la irrupción de la temática obrera en la prensa, opinaba también que había faltado una preocupación idéntica por las clases intelectuales. La misma práctica democrática le parecía antieugénica y despreciable ya que: la inmensa mayoría de los que sufragan está compuesta por individuos mediocres, prefieren a los hombres de su talla, a quienes comprenden mejor, porque, teniendo sus mismas debilidades y sus mismas pasiones, tienen sus mismos intereses669. A esta amenaza nacional, sumaba Mönckeberg un panorama internacional muy similar, sobre el que ofrecía como opiniones autorizadas y de máxima importancia, los trabajos de los líderes eugenistas de Estados Unidos y de Alemania. De Charles Davenport (1866-1944) tomó las cifras de reproducción de los graduados de Harvard en comparación con las de los inmigrantes y de Fritz Lenz (1887-1976), un ejemplo clásico, mil veces repetido por los eugenistas: si la población de Alemania 667MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad. Revista Médica de Chile: 359-368, p. 360. C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op, Cit., p. 360. 669MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op, Cit., p. 361. 668MÖNCKEBERG, 221 se hubiera dividido hace algunas generaciones en 50% de blancos y 50% de negros, dada una tasa de reproducción diferencial, se tendría en algún momento “sólo 9 blancos por cada mil habitantes”670. La mediocridad y la maldad se habrían impuesto671. El prejuicio de clase hacía entonces su aparición más franca; opinaba Mönckeberg que: es indudable que los individuos de menor valencia psíquica o las clases sociales con menor instrucción se propagan más fácil y rápidamente por menor conciencia o más escasa preocupación de su responsabilidad ante el provenir de la familia y de los hijos672 De aquí a la defensa de la esterilización eugénica, había un solo paso. Y M̈nckeberg lo dio, señalando que “Ante tal amenaza se comprende que se haya llegado a proponer la esterilización de los individuos de menor valencia en defensa de la comunidad”673. Puesto ya en el plano de la cruzada eugénica, el médico católico, realizó afirmaciones de un determinismo hereditario rotundo que, además, asignaban a los médicos un lugar de honor: “se puede declarar que las aptitudes intelectuales se transmiten en forma regular de padres a hijos”, así “todos los hijos de médicos, se han particularizado por su cultura y por sus disposiciones profesionales”674. Volviendo sobre la larga tradición craneométrica que había acompañado el desarrollo del pensamiento eugénico y el racismo científico, Mönckeberg llamaba a considerar la relación ya demostrada entre el tamaño medio de la cabeza y la situación social de los individuos. Craneometría de clases que, según Mönckeberg, había sido detectada por los comerciantes, ya que “los fabricantes de sombreros conocen el hecho curioso y hacen medidas más altas de los sombreros caros, ya 670MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 363. el texto del profesor de Medicina Legal Juan Andueza, ya citado en este trabajo, el ejemplo de la reproducción diferencial de blancos y negros también aparece reseñado, agregando que la parte negra es la que podemos reemplazar por los “tarados” y “criminales”. 672MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 363. 673MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad. Op. Cit., p. 363. 674MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 364. 671En 222 que los baratos han de ser adquiridos por obreros o gentes que, en general, trabajan poco con el cerebro”675. El determinismo biológico y de clase se unían fatídicamente en las palabras de M̈nckeberg: “la formación de verdaderos hombres de valer necesita un proceso de germinación a través de varias generaciones y de un obrero no saldrá jamás directamente un intelectual dotado de verdadera cultura”676. Ante el panorama mediocrizante del sufragio universal, el líder de la medicina católica, llamaba a los aristócratas del intelecto a agruparse y defender el “derecho basado en la ciencia y la conciencia”677. Un derecho que suponía en Mönckeberg el desprecio a la democracia y la defensa contumaz de los privilegios de la clase. Ciencia y conciencia, como vemos, no querían decir siempre o solamente, respeto por la vida y actuación médica y científica sujeta a la moral cristiana678. Dada su participación fundamental en la fundación de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica y su figuración pública en el debate sobre el aborto, resulta de interés conocer la militancia en la causa eugénica de Mönckeberg, en la que además desplegó un desprecio profundo por la democracia, así como un autoritarismo duro y excluyente basado en el organicismo social y la herencia. La sabiduría de los fabricantes de sombreros debía resultar esclarecedora para el país. Del hijo de un obrero no podía jamás nacer un intelectual de “verdadera cultura”. 3.10.4 Inteligencia, raza y orden económico: el pensamiento de Carlos Edwards Bello Dos años después de la aparición del texto de Mönckeberg, y en pleno auge del debate eugénico, apareció en Chile el libro de Carlos Edwards Bello, “La inteligencia 675MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 365. C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 366. 677MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad, Op. Cit., p. 368. 678“Médicos de ciencia y de conciencia” es el título de una crónica histórica de la escuela de medicina tutelada por la Iglesia Católica en Chile: CHUAQUI, B., DUARTE, I. y VARGAS, E. 2005. Médicos de ciencia y de conciencia. La Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, Ediciones Universidad Católica. 676MÖNCKEBERG, 223 y su defensa: el capital”, en el que las teorías racistas y clasistas sobre la inteligencia alcanzaron una expresión superlativa. Tal como en Mönckeberg, el diagnóstico de Carlos Edwards Bello apuntaba al efecto disgénico de la democracia, ya que según el autor “la parte dirigente se ha ido bastardeando con una medida que es lo más insensato que ha podido nacer del cerebro humano: el sufragio universal”679. El objetivo de su texto es claramente antidemocrático, eugénico y capitalista: “el objeto de este libro es por el contrario demostrar que destruir ciertos privilegios sería un mal que se haría a la humanidad por que los hombres no nacen iguales, son producto de una preparación racial que es muy diversa, y para que los mejores puedan dar el mejor rendimiento que es siempre beneficioso a toda la especie, necesitan esa independencia que proporciona el capital privado”680 Edwards Bello también planteaba que había una contradicción entre trabajo corporal y trabajo mental, con un franco desprecio por el trabajo físico: “el trabajo del cerebro necesita del reposo del cuerpo, pero ese trabajo del cerebro es diez mil veces más honorable y más fructífero que el del cuerpo”681, escribió el diplomático chileno. El determinismo de Edwards Bello sobrepasaba la cuestión de clase que había planteado Mönckeberg, sumando la perspectiva racial. De un obrero no podría nacer un intelectual, como tampoco de una familia cuyo linaje no hubiera preparado tal mérito. Según planteaba Edwards Bello: “la capacidad intelectual es un producto de la raza y de la familia; es la herencia de los antepasados y puede asegurarse que la educación individual no es jamás capaz de formar una gran personalidad”682. Profundizando esta perspectiva, el autor llegaría a la misma correspondencia del determinismo biológico decimonónico: la raza y desarrollo de facultades intelectuales eran sencillamente sinónimos. Así, para Bello, un primitivo australiano 679EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa: el capital, Santiago de Chile, Imprenta Leblanc, p. 7. 680EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 8. 681EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 46 682EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 54. 224 no era un hombre, sino una figura intermedia entre el hombre y el animal 683. Un planteamiento similar al de Mönckeberg en relación tamaño de las cabezas y los sombreros se pude encontrar en el texto de Edwards Bello: “la inteligencia muy desarrollada necesita una cabeza bien desarrollada también”684, señalaba. Las forma craneana de los “grandes hombres” la explicaba por “la enorme cantidad de cerebro que tienen que contener”685. Los ejemplos históricos no se hacían esperar: “muy cabezón era Atila”, “Suetonio dice que Julio César era de cara llena”; a Napoleón, de pequeño, le costaba mantener su cabeza derecha686, indicó. Finalmente, volviendo sobre una larga tradición establecida desde la teoría de la degeneración, el autor insistirá en la asociación entre epilepsia y ciertas formas de enfermedad mental con el desarrollo de la genialidad. La epilepsia, por ejemplo, no sería sino un mal del desarrollo ya que “pasa a veces con la edad porque entonces la disminución de la fuerza vital priva al cerebro de la alimentación exagerada que tenía”687. La asociación entre genio y locura es tan completa en Edwards Bello, que llegará de derivar de ello un argumento en contra de la esterilización eugénica. Edwards Bello escribió que: En nuestros días, días de espantosa decadencia intelectual gracias a la invasión de la mediocridad que nuestras leyes socialistas han causado, se habla mucho de esterilizar a los individuos en cuyas familias se notan manifestaciones de insanidad, pero como se ve se trata nada menos que de esterilizar las familias donde la inteligencia ha llegado a su más alto grado de desarrollo688 Y más adelante señalaba que “mucho más acertado sería estudiar la manera de devolver el uso de sus espléndidas facultades a esas personas que están privadas de ellas debido a muy pequeñas perturbaciones cerebrales”689. 683EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 72. BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 73. 685EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 88. 686EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 87. 687EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 91. 688EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 140. 689E DWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 140-141. 684EDWARDS 225 Raza e inteligencia en Edwards Bello, lo mismo que en la psicología eugenista de Tirapegui y en las preocupaciones de Mönckeberg, eran parte de la misma fuerza vital y se correspondían en una gradación absoluta a ciertas razas y linajes, que eran las buenas, y otras mediocres o malas, a las que se les orientaba al trabajo manual. Señalaba Edwards Bello que en el proceso que genera la inteligencia, es: la raza que ha ido cultivando la inteligencia con todas sus múltiples manifestaciones para que ese hombre se sirva de ella y las haga valer. El estudio de los hombres de talento nos demostrará ciertas características necesarias para la formación del genio y cuya presencia en el individuo demostrarán por si solas el proceso anterior de la raza690 El mecanismo hereditario afectaba, según Edwards, fundamentalmente a las características mentales y morales, pero también existía “la raza profética” y eran hereditarias, pensaba, la capacidad arquitectónica, el talento culinario y el de contar chistes691. La endogamia aristocrática y su perpetuación en el poder eran, para Edwards, un artículo de fe que proporcionaría protección contra las “razas abyectas injertadas en las buenas”, que según el diplomático chileno “aparecen como verdaderas monstruosidades de la naturaleza haciendo descender las más excelentes estirpes a las más relajada perversidad”692. 3.10.5 Craneometría nazi Uno de los capítulos más alambicados de la afirmación de un determinismo racial sobre las cualidades mentales en el contexto chileno, lo constituyó la propuesta de 1937 de los doctores del Manicomio Nacional, Juvenal Barrientos y Edgardo Schirmer, quienes propusieron en el trabajo “La constitución de la norma anterior de la cabeza”, presentado a la Primera Reunión de las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas de Santiago de Chile en 1937, un complejo proceso de medición 690EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 200. BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 239-240. 692EDWARDS BELLO, O. 1934. La inteligencia y su defensa, Op. Cit., p. 309. 691EDWARDS 226 craneométrica implementado al uso de la antropología racista que defendía el nacionalsocialismo alemán693. Junto a las complejas mediciones de la cara y el cráneo, los médicos contaban con muestrarios de pelo, color de ojos, compases, reglas y otros artefactos con los que pretendían llevar a cabo una clasificación racial del paciente mental, para que sirviera de primera orientación diagnóstica. Las clasificaciones humorales, biotipológicas y constitucionales que abundan hasta constituir un verdadero laberinto en el texto de Barrientos y Schirmer, conducían hacia el mismo punto que las afirmaciones de los degeneracionistas, de Tirapegui, de Mönckeberg y Edwards Bello: la noble y civilizada raza blanca, productora de civilización y cultura, estaba amenazada por la decadencia de los “otros”694. 3.11 El profesor Juan Noé y la eugenesia en 1930 Como ya se ha señalado, el profesor Juan Noé fue fundamental en la difusión del mendelismo en Chile. Asimismo hemos documentado su política de patronazgo científico, que llevó al joven dr. Ottmar Wilhelm a ocupar una cátedra en la Universidad de Concepción en 1925. También hemos documentado su participación en los debates sobre la tuberculosis en Chile, en el año 1926, en que señaló a los médicos presentes que debía sumarse a la discusión, con urgencia, la perspectiva eugénica. La línea oficial de la historia de la medicina pone siempre en escena la figura de Noé en relación a su activa intervención en la lucha antimalárica en el norte 693BARRIENTOS, J. y SCHIRMER, E. 1938. La constitución de la norma anterior de la cabeza. En: HORWITZ, I (ed.), Actas de la Primera Reunión de las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas, Santiago de Chile, Prensas de Universidad de Chile, pp. 918-999. Los procedimientos de Barrientos y Schirmer seguían la línea de la antropología y la higiene racial alemana, haciendo rigurosas mediciones craneométricas y de clasificación de rasgos fenotípicos, como el color y forma del pelo, color de los ojos y otros aspectos morfológicos. 694Sobre el proyecto de craneometría de Barrientos y Schirmer, ver el trabajo de LEYTON, C. y SÁNCHEZ, M. 2014. El huevo de la serpiente al sur del mundo: desarrollo y supervivencia de la ciencia nazi en Chile (1908-1951). Revista Asclepio 66 (2), <http://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/view/608/754> [consulta: 20 enero 2015]. 227 del país. En este apartado nos proponemos analizar un documento inédito, que termina de componer con toda propiedad la figura de un Juan Noé eugenista. 3.11.1 Los apuntes de Herencia del profesor Juan Noé En el primer curso que dictó el profesor Noé en Chile en 1913, se gestó entre los estudiantes la necesidad de compilar las clases magistrales del profesor en un apunte, editado en base a las notas que tomaban durante el semestre. El primer volumen surgido de esta iniciativa fueron los Apuntes de Zoolojía Médica de 1913, el que fue completado con un segundo tomo de la misma materia en 1917. Un proceso similar de desarrollo tienen los Apuntes de Parasitología de las clases de Juan Noé, que aparecieron en 1920 y 1922. Como ya se señaló, las declaraciones a favor de la eugenesia, por parte del profesor italiano, fueron pocas pero contundentes en la década de 1920, periodo en el que los conocimientos sobre genética hicieron grandes adelantos. En algún punto, Noé decidió actualizar sus conocimientos y los de sus alumnos con un curso especial sobre herencia; curso que generó el correspondiente volumen de apuntes mecanografiados en base a una transcripción taquigráfica de las clases del semestre. Los apuntes de Herencia de Juan Noé pueden fecharse en 1930, según los registros disponibles, aunque el examen del volumen en cuestión no entrega fecha de publicación. Al tratarse de un curso de herencia, las posiciones de Noé respecto de la eugenesia aparecen aquí en forma mucho más desarrollada y, como elemento privado de la docencia, expresan las convicciones que en otros contextos Noé reprimía por respeto y mesura frente a un ambiente que, más allá del laicismo imperante en la Universidad de Chile, era en general, católico. Los Apuntes de Herencia revelan un conocimiento actualizado de la genética mendeliana del periodo. Para la perspectiva de este trabajo resulta importante, por ejemplo, la idea presente en ellos, de que “los cromosomas son los portadores de 228 los caracteres mendelianos”695. Sin embargo, la posición de Noé era cauta en algunos segmentos, señalando que “debemos aceptar que el llamado gen factor o si se quiere determinante, no es una porción morfológica circunscrita y vinculada a un carácter, sino una condición funcional que puede actuar o no696; mientras que en otros párrafos abogaba por los mismos métodos de que proponía Baur y la escuela norteamericana de Eugenesia radicada en la Eugenics Record Office, que era la recopilación amplia de datos morfológicos y de psíquicos, para inferir a partir de ellos el patrimonio genético de un linaje. Según Noé, era posible: establecer el mecanismo, la ley de la herencia, de la transmisión de caracteres morfológicos fisiológicos, patológicos, psíquicos y psicopáticos en el hombre. Se procede recopilando con el mayor cuidado posible los árboles genealógicos de las familias697 Al igual que Baur, Noé pensaba que el estudio de la herencia en la especie humana era posible a través de una formidable acumulación de datos. Según Noé: Para apreciar los resultados del mendelismo en la especie humana hay que recolectar datos de muchas familias, como se está haciendo. Es muy demoroso, pues hay que reunir poco a poco miles de observaciones de diferentes partes del mundo698 Método que se complementaba con una estrategia del más puro mendelismo, con la comparación entre los datos recolectados en humanos con “el estudio genético de los vegetales y animales”699. Noé, el introductor de Mendel en Chile hacia 1913, siguió la senda eugénica a través de la genética mendeliana en boga. Su posición, muy cercana al mendelismo extremo, capaz de atribuir a cualquier rasgo moral y psíquico el comportamiento de un carácter, resulta muy clara en su idea de que si se lograba aclarar la genética mendeliana, muchos misterios quedarían resueltos, ya que opinaba que “vemos que el Mendelismo se aplica 695NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia. Transcripción taquigráfica de Rivadeneyra. Volumen mecanografiado, encuadernación Salgado, catálogo: QH432N763. Biblioteca Patrimonial del Museo Nacional de Medicina Enrique Laval de la Universidad de Chile, p. 12 696NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 30. 697NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia. Op. Cit., p. 91. 698NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia. Op. Cit., p. 17. 699NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 91 229 estrictamente en el hombre en todos aquellos casos en que el análisis aclara todos los elementos que juegan para el condicionamiento de un carácter” 700. El mendelismo de Noé llegó hasta el extremo, de afirmar que el pauperismo provenía de una condición hereditaria.701 Otro aspecto de interés en el texto son las referencias continuas a los fenómenos de feria y los monstruos, que servían para explicar lo que el mismo texto llamaba “la reversión”: el hombre-perro que presenta hipertricosis, “el hombre con cola”702, la mujer con varias mamas, “una reversión a una época en que tal vez nuestros lejanos antepasado tenían más de dos mamas”703 y los enanos704. A juzgar por el mendelismo exacerbado que se respira en el Apunte, Noé se estaba actualizando en genética, entre otras fuentes, a partir de los líderes de la eugenesia norteamericana y alemana; es decir, por lo que se ha llamado la “eugenesia anglosajona”. Algunos ejemplos de sus referencias son las constantes menciones a Charles Davenport, líder eugenista norteamericano. En relación a la inteligencia reproduce las categorías popularizadas por la eugenesia norteamericana y su indiscriminada aplicación del test de Stanford-Binet: el idiota, el imbécil, el morón y la deficiencia mental705. Lugar importante en sus apuntes tienen también los estudios de Eugen Fischer sobre los bastardos de Reheboth 706, 700NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia. Op. Cit., p. 92 J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 162. 702NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 34 703NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 35 704NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 112-113. 705En las “anomalías psíquicas no nerviosas” se comenta: la deficiencia, que comprende al idiota y al imbécil. Lugo está el “morrón” “la curación somática de la herencia, a veces de gran efecto en la deficiencia, son de resultados muy mediocres”, “Padre y madre deficientes dan todo hijos deficientes”, NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 151. Su uso multilateral de fuentes y referentes teóricos (Mendel, Galton, Davenport, Pende, Lombroso) le exponía por otra parte a referencia equívocas, como la de señalar que era Galton el que había escrito el estudio de la familia “Dukes”, cuando se refirió al estudio de la Dougdale The Jukes Familiy (p. 157). Por otra parte, recordemos que estos Apuntes proviene de una transcripción taquigráfica de sus clases, por lo que las ideas generales pueden suponerse como provenientes sin duda alguna de Noé, mientras que algunos datos se prestan a confusión; por ejemplo, cuando Noé aparece señalando que Galton era nieto de Charles Darwin, cuando era de público conocimiento que eran primos (ver p. 163) 706“En Reheboth, localidad del Sud Oeste de África, colonizada por holandeses como por alemanes, rubios en general, hay una cantidad de mulatos singulares”, NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 93. 701NOÉ, 230 África, que fueron claves en la idea de separación racial y superioridad Aria. Noé profesaba un determinismo hereditario radical, bajo el que llamaba a tener pocas esperanzas en las llamadas mejoras ambientales, como la educación física, de la que pensaba que solo puede corregir defectos y que, finalmente, “no crea nada nuevo y el genotipo se transmite”707, aseveraba. Al estudiar el caso de los gemelos mono ovulares, Noé hizo las afirmaciones del más crudo determinismo materialista, señalado que al estudiar el carácter de los gemelos se demostraba que “el problema psíquico de los verdaderos gemelos resuelve el del libre albedrío, demostrando que este no existe”708. Noé participaba también de las ideas de los eugenistas norteamericanos que tendían a situar en un mismo nudo problemático criminalidad, vicio moral, homosexualidad, prostitución y a poner todo ese conjunto de casos en la dimensión hereditaria709. La perspectiva botiopológica, promovida por su compatriota Nicola Pende y que sería determinante en el campo eugénico argentino, no le era desconocida, pero tenía una idea bastante pobre de sus logros a corto plazo. Decía Noé que: Hasta ahora se ha hecho una distinción muy sutil de todo esto. El estudio es muy difícil. La ciencia llamada biotipología humana estudia las diferentes organizaciones desde el punto de vista morfológico, fisiológico y de la reactividad patológica. En 50 o 100 años más los datos recopilados serán tan abundantes que permitirán un estudio seguro en este terreno. Mientras tanto es superficial710 Como vemos, la perspectiva eugénica de Noé, surge nítida de una lectura del Apunte. El argumento clásico de los eugenistas, la reproducción desbocada de los menos aptos figuraba claramente: un dato eugénico importantísimo es que los deficientes, que no tienen frenos o refrenos sobre su voluntad, suelen ser sexualmente muy violentos, 707NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 102. J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 111. 709Junto a otras afirmaciones Noé pensaba que: “el alcohólico, el sexual amoral, el anormal, el fumador empedernido y muchos otros llamados viciosos, más que bajo la sanción moral deben caer bajo el estudio del frenólogo, del especialista en enfermedades mentales” NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 153 710NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 99 708NOÉ, 231 muy fuertes y como actúan lo mismo que el animal, generalmente son muy prolíficos. La persona inteligente, volitiva, debido a dificultades económicas surgidas de la edad moderna, tienden a disminuir la procreación. Como resultado van en aumento pavoroso en la sociedad de los seres inferiores, mientras disminuyen los superiores711 A este panorama, profesor Noé agregó el nefasto efecto iatrogénico sobre la sociedad; es decir, la responsabilidad directa de la medicina en la supervivencia de los tarados712. El problema social, moral y humanitario planteado por la eugenesia estaba al centro de sus reflexiones. En lo social participaba de cierto pesimismo antidemocrático, ya que le parecía claro que “el centro de gravedad del poder social, va desplazándose poco a poco hacia la masa de los menos eficientes, de los menos volitivos”713. En lo moral, Noé se hizo parte de un clásico de las discusiones eugénicas alemanas y norteamericanas, indicando que el humanitarismo que protegía a los débiles, era un humanitarismo mal entendido; un sentimiento surgido de la religión cristiana y del judaísmo, que desfiguraba, con efectos desastrosos, el supuesto efecto de la selección natural. La religión estaba equivocada según Noé al “considerar inviolable al individuo en todas sus atribuciones físicas”714. La eugenesia, aunque la presentaba bajo el aspecto positivo, al considerarla “una ciencia todavía muy primitiva que tiene por finalidad asegurar una procreación sana física, intelectual y psíquicamente”715, la sabía procedente de una constatación pesimista en torno al humanismo “mal entendido” existente en una sociedad en la que “una cantidad de defectuosos se mantienen vivos y procrean transmitiendo sus defectos orgánicos y psíquicos”716. Respecto de la idea de raza, Noé afirmó que al 711NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 159 advertía que “hemos visto que la medicina ha tenido la culpa del aumento de los tarados” y que los débiles “crecen y transmiten su constitución. La medicina es culpable de este empeoramiento físico y fisiológico progresivo de la humanidad. El remedio puede estar en algunos de los preceptos eugénicos que el tiempo llegará a enunciar”, NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., pp. 174-175. 713NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 159. 714NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 159. 715NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 163. 716NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 163. 712Noé 232 mismo tiempo que es iluso hablar de razas puras (alemana, francesas, etc.), si podía recomendarse la selección de las estirpes y de las razas en la reproducción, ya que señalaba que “los hibridismos en las razas humanas suelen tener efectos muy útiles o muy perjudiciales”717 y serían mejores los cruces entre la razas europeas, que entre razas “alejadas”718. En otras palabras, Noé estaba en contra de los cruces anómalos que producían “bastardos”. Si por una parte Noé advertía que las razas no existían, su afán por la mejora eugénica de la población le llevaba a admirar “la legislación de los países de inmigración [que] trata hoy de impedir la penetración de cepas no deseables”719. Noé veía con claridad el conflicto entre la nueva moral eugénica surgida de la ciencia y la moral de las religiones surgidas en el seno de las sociedades civilizadas. Según Noé: “existe hoy una moral eugénica francamente en oposición a la moral corriente que es fruto de la tradición”720. En definitiva, según Noé, “hay, pues, un serio conflicto entre la nueva moral y la moral tradicional consignada, especialmente, en las religiones. Lo vemos, por ejemplos, cuando se trata del problema de la esterilización, a la que se opone toda la moral tradicional”721. El conflicto, lo consideraba Noé inevitable, al mismo tiempo que confiaba en que sería superado cuando terminara imponiéndose una nueva moral basada exclusivamente en la ciencia722. Aunque su ideal era un carnet sanitario familiar que permitiese a la sociedad impedir el aumento de taras físicas y psíquicas, le resultaba urgente una intervención destinada a “evitar la perpetuación tanto de las estirpes perversas como de las criminales”723 y pensaba que, finalmente, “pueden perfectamente armonizarse nuestros sentimientos humanos de respeto al individuo con los intereses sociales, en el caso de las estirpes perversas o criminales de 717NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 169. J. Circa 1930, Op. Cit., p. 169. 719NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 170. 720NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 171. 721NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 172. 722He tratado el tema de las relaciones entre eugenesia y religión en el contexto chileno en SÁNCHEZ, M. 2014. Eugenesia: ciencia y religión. Una aproximación al caso chileno. Revista de Historia Social y de las Mentalidades, 18(1): 59-83. 723NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 173. 718NOÉ, 233 caracteres bien conocidos, con la esterilización obligatoria”724. Noé era un decido partidario de esta medida eugénica, al mismo tiempo que recomendaba el buen manejo de otros factores ambientales, como “buena alimentación materna, condiciones eugenésicas particulares del periodo del parto, del post parto, de puericultura, etc.”725. Esterilización eugénica y medidas positivas y ambientales, era para el profesor Noé, como para otros eugenistas chilenos, medidas coherentes y compatibles. No se planteaba el profesor Noé una oposición entre esterilizar y colaborar en la mejora ambiental. Más que medidas opuestas, los presentaba como aspectos complementarios de un mismo proyecto. La decadencia biológica era causada, según Noé, por la medicina, los sentimientos humanitarios, los diversos tipos de establecimientos de caridad y la seguridad social; todos factores que permitían la supervivencia de los defectuosos, se veía alentada por: las ideas políticas y sociales como la democracia y el socialismo, que tienden a la nivelación, a suprimir lo que es factor progresista, la lucha, la selección que impone al mejor. De otro modo se coloca en el mismo plano constituciones psíquicas completamente diferentes, impidiendo el ascenso moral, intelectual y físico individual y social726 Para Noé, un exceso de democracia podía ser peligroso: si comete el error de la democracia de nivelar demasiado, será culpable de un descenso de continuo del nivel psíquico e intelectual de la humanidad. El derecho a la vida lo tienen todos; pero el derecho de procrear ya es otra cosa, y aun con el derecho a la vida, tiene que buscarse el modo de dar cierta preeminencia, por las conveniencias sociales, a las estirpes mejor dotadas físicas, intelectual y psíquicamente727 724NOÉ, J. Circa 1930, Op. Cit., p. 173. J. Circa 1930, Op. Cit., p. 174. 726NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 175. 727NOÉ, J. Circa 1930. Apuntes de Herencia, Op. Cit., p. 175. 725NOÉ, 234 3.11 Institucionalización de la eugenesia a ambos lados de la cordillera. Notas comparativas sobre el campo eugénico en Chile y Argentina entre 1917 y 1930. Los procesos centrales que este capítulo ha desarrollado en relación a Chile son principalmente dos. Uno, el paso de la eugenesia desde el espacio médico hacia el espacio social amplio, como es posible ver en la acción de la Liga Chilena de Higiene Social y en las lecturas y publicidades que circulaban en el Almanaque 18 de Daube y Cía. El otro proceso tiene que ver con el empoderamiento continuo y progresivo de la eugenesia en el contexto de diversas preocupaciones médico biológicas. Es lo que podemos ver en el proyecto de investigación endocrinológica sobre rejuvenecimiento y en la presencia constante de la eugenesia en las notas y disertaciones científicas que fueron publicadas en la Revista Médica de Chile en la década de 1920. Si bien la eugenesia dio un paso decidido hacia su circulación más amplia y decidida no es posible documentar en relación a Chile algo que fue relativamente usual en la región en aquel mismo momento: el surgimiento de una sociedad o agrupación de dedicación exclusiva a la difusión del programa eugénico. Según ha señalado Héctor Palma, a partir de 1917, con la fundación de la sociedad eugénica de Sao Paulo, América Latina vivió una etapa de institucionalización de la eugenesia, contándose en más de una decena las organizaciones nacionales fundadas hasta la primera mitad del siglo XX que tenían como norte principal el apoyo a la eugenesia728. A partir de este hecho y la ausencia de la palabra eugenesia en alguna institución en Chile, se ha querido ver en el país un panorama ajeno a la ciencia de la mejora racial, o bien muy moderado por el higienismo. En su trabajo el historiador Gabriel Cid pone en ello la fuerza central de su argumento. Si bien señala correctamente que “en Chile nunca se fundaron instituciones tales como la Sociedad Eugénica de Sao Paulo (fundada en 1918); la AABEMS (establecida en 1932), o la Sociedad Eugénica Mexicana para el Mejoramiento de 728PALMA, H. 2005. Consideraciones historiográficas, epistemológicas y prácticas acerca de la eugenesia. Héctor Palma. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. (Eds.) Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino, Buenos Aires, Siglo XXI editores, pp. 115–143, p. 124. 235 la Raza (1931)”729, no advierte la profunda orientación eugénica de la Liga Chilena de Higiene Social y carga luego la tintas al señalar que “no se debe sobrevalorar la aplicación de la eugenesia en Chile, al menos sin establecer sus particularidades y su carácter fundamentalmente discursivo e higienista”730, llegando incluso a proponer la eliminación de la idea y de la palabra eugenesia para analizar el contexto el contexto chileno. En Argentina, en el periodo que abarca este capítulo (1917-1930), efectivamente surgieron tres instituciones que agruparon los intereses eugénicos: la Sociedad Argentina de Eugenesia, fundada en 1918 y dirigida por Víctor Delfino, de corta existencia; el proyecto de difusión de la eugenesia del Museo Social Argentino del mismo año y la Liga Argentina de Profilaxis Social, fundada en 1921 y dirigida por el Dr. Alfredo Verano Junto a estas cuestiones institucionales, la fuerza avasalladora de la oleada migratoria constituyó el elemento esencial que vitalizó el proyecto eugénico en Argentina. Como han señalado Miranda y Vallejo, “el peligro de la otredad, ya sea antes el indígena o luego el inmigrante operó como poderoso catalizador de intereses aunados en pos de la llamada “defensa social”731. En coherencia con lo anterior, la magnitud urbana que fue adquiriendo de Buenos Aires contribuyó a un proceso de “patologización permanente de la gran ciudad que demandaba acciones para su recuperación”732. Entre 1924 y 1925 ambos países propusieron, como parte del programa de regeneración nacional, la implementación de una medida clásicamente eugénica, el certificado prematrimonial. En Chile, la implementación de este requisito al matrimonio era una de las demandas de la Liga Chilena de Higiene Social desde su fundación en 1917. Sin embargo, también en ambos países se trató de un impulso 729CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941, Op. Cit., p. 37. G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia, Op. Cit., p. 44. 731MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2005. La Eugenesia y sus espacios institucionales en Argentina. En: Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, pp.145-192, p. 146. Ver también MIRANDA, M y VALLEJO, G. 2004. Los saberes del poder: eugenesia y biotipología en la argentina del siglo XX. Revista de Indias, LXIV(231): 425-444. 732MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2005. La Eugenesia y sus espacios institucionales, Op. Cit., p. 147 730CID, 236 legislativo al que no acompañó ningún esfuerzo real por su implementación y contra el cual se presentó una férrea oposición de los sectores católicos, poderosos y mayoritarios en ambos países. Cabe mencionar que en Argentina en esta misma época se dictó otra ley que se considera originada en el pensamiento eugénico, la ley N°11.359 aprobada en 1926, que prohibía el matrimonio a los leprosos y establecía la separación de los hijos, de los padres afectados por este mal 733. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por llevar la eugenesia al articulado legal y a la acción del Estado, el proyecto eugénico argentino no se integró a la acción y al presupuesto del Estado hasta 1943 y siguió, fundamentalmente, el proceso que ya señalamos anteriormente: pasó de inspeccionar las literas de los barcos a inspeccionar las cunas de los cités. Las tendencias centrales de la eugenesia en ambos países parecen relativamente claras ya en la década de 1920. Mientras en Chile cundía el pesimismo respecto del stock biológico nacional - como reflexionó Noé en la Semana de la Tuberculosis -, y el campo médico presentaba una sintonía profunda con la escuela alemana; en Argentina parece haberse afirmado con mayor peso la posición ambientalista y el predominio de la escuela francesa en el ámbito eugénico, influencia que sería reemplazada más tarde por la escuela biotipológica del embajador científico del fascismo italiano, Nicola Pende. Según Ana María Talak, en Argentina “los principales proyecto eugenésicos durante las décadas de 1920 y 1930, apuntaron a la modificación de componentes del medio (vivienda, trabajo, tiempo libre) considerados degenerativos”734; es decir hacia las medidas de la llamada eugenesia positiva. Otra diferencia notable entre los proyectos eugénicos argentino y chileno en la década de 1920 es la variedad de actores involucrados. Mientras en Chile la eugenesia hizo parte de un proceso de apropiación y recreación en sectores 733Ver DI LISCIA, M. 2007. Los bordes y límites de la eugenesia, donde caen las “razas superiores” (Argentina, Primera Mitad del siglo XX). En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. (Eds.). Políticas del cuerpo. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 377-409, p. 391. 734TALAK, A. 2005. Eugenesia e higiene mental: usos de la psicología en Argentina (1900 – 1940). En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. (Eds.) Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino, Buenos Aires, Siglo XXI editores, pp. 563-599, p. 575. 237 profesionales tradicionales como los médicos, los abogados y los educadores, que mantuvieron la discusión eugénica en el contexto de las necesidades de regeneración de la raza desde el punto de vista de las elites; en Argentina los actores fueron más diversos, llegando a emerger, en algunos temas, una visión de la eugenesia propuesta desde médicos anarquistas y socialistas que ya en la década de 1920 abogaban por la paternidad consciente735, una propuesta que sólo se articulará a principios de la siguiente década en Chile. Nancy Stepan señala que en Argentina, la eugenesia “se asoció, primero, a grupos anarquistas seculares y modernos de izquierda, grupos estos que desempeñaban un importante papel en la vida cultural y política del país en las primeras décadas del siglo XX” 736. La visión anarquista o de agrupaciones obreras sobre la eugenesia es algo que hasta el momento no ha sido posible documentar en Chile. Asimismo, a partir del trabajo revolucionario de Juan Vucetich (1858-1925) sobre dactiloscopía737 y de las obras de José Ingenieros, la eugenesia tendría en Argentina su lugar asegurado en la reflexión criminológica desde principios de siglo, algo que sólo ocurriría tímidamente en Chile hacia fines de la década de 1920. El diagnóstico general de Stepan para el proceso de apropiación de la eugenesia en América Latina en las dos primeras décadas del siglo XX es que lo que se produjo fue una sintonía muy clara entre los idearios del higienismo y la salud pública con la eugenesia738. La posición de Stepan puede verse resumida en su siguiente apreciación: “Leonard Darwin, presidente de la Eugenics Education Society de Inglaterra, no negaba el valor del higienismo y la sanidad, pero dejó claro que el terreno específico de la eugenesia, en términos de su racionalidad científica y sus 735De interés en este punto es el trabajo de LEDESMA, N. 2012. Apuntes sobre la eugenesia y la libertad sexual en el discurso de dos médicos anarquistas. Argentina, 1930-1940. Revista Nomadías, N°16:75-97, que analiza las propuesta de los médicos Juan Lazarte y Manuel Martín Fernández, ya iniciadas en la década de 1920. 736STEPAN. L. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 64, la traducción es mía. 737Sobre el desarrollo de la dactiloscopía en Argentina ver el trabajo de VALLEJO, G. 2007. Escenarios de la cultura científica argentina. Ciudad y universidad (1882-1955). Madrid, CSIC. 738STEPAN. L. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 95. 238 prácticas políticas, era distinto del campo tradicional de la salud pública. Para los latinoamericanos lo opuesto era lo verdadero”739 Si bien esta es una interpretación que aporta elementos de interés bien documentados por las fuentes en Argentina y Brasil, no parece aplicable sin matices al conjunto de la región; por lo menos no a Chile sin agregar elementos de importancia. Si por una parte es cierto que, como proponía el médico brasileño Gregorio Moura, “sanear es eugenizar”; no puede derivarse de ello una complaciente limitación generalizada del proyecto eugénico en cada rincón de la región, a las veredas ambientalistas y progresistas de la sanidad pública. Junto con las diferencias que ya hemos señalado, es posible encontrar elementos comunes en los proyectos eugénicos argentino y chileno en este periodo. Ambos proyectos compartían la confianza en la ciencia, la medicalización de los problemas sociales y una continua apelación a la intervención del Estado740. Sin embargo, el camino chileno hacia la eugenesia parece haberse desarrollado, desde la segunda mitad de la década de 1920, en mayor sintonía con la Higiene Racial alemana y en el espacio institucional del Estado; mientras que en Argentina el campo eugénico parece más proclive a la Higiene Mental y a la implementación de regulaciones basadas en la ley. Mientras en Chile la acción pedagógica de la Liga Chilena de Higiene Social, resultó apoyada unánimemente por los médicos y sus ideas incorporadas a la acción del Estado en 1925, a través de la Sección de Higiene Social dirigida por Waldemar Coutts; en Argentina, las bases de las primeras acciones estatales de corte eugénico, fueron inspiradas en las propuestas de la Liga de Argentina de Profilaxis Social, creada en 1921 y liderada por Alfredo Fernández Verano741. Tales iniciativas fueron fundamentalmente la creación del Departamento de Enseñanza 739STEPAN. L. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 98. H. 2005. “Gobernar es seleccionar” Historias y reflexiones sobre el mejoramiento genético en seres humanos. Buenos Aires, Jorge Baudino Ediciones, p. 137. 741Entre otros trabajos de los historiadores argentinos Marisa Miranda y Gustavo Vallejo, resulta útil para un visión sinóptica inicial del desarrollo de la eugenesia en argentina MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2004. Los saberes del poder: eugenesia y biotipología en la argentina del siglo XX, Revista de Indias, LXIV(231) 425-444. Sobre La Liga Argentina de Profilaxis Social, p. 431. 740PALMA, 239 de la Higiene Social, que exigía a los profesores la difusión de contenidos eugénicos en los estudiantes del sistema escolar; la ley de Higiene Sexual Prematrimonial de 1924, que establecía el certificado médico prematrimonial y la ley de Defensa de la Raza, destinada a la lucha contra las enfermedades sociales y, finalmente, la ley de impedimento matrimonial entre afectados por el mal de Hansen (Lepra), de inspiración eugénica742. Como puede apreciarse, a nivel de las iniciativas estatales, las medidas llevadas adelante en la década de 1920 son relativamente similares en ambos países y responden a la idea general de la “defensa de la raza”; que implicaba una lucha contra el alcoholismo, la tuberculosis y las enfermedades venéreas. Sin embargo, no deben olvidarse las enormes diferencias estructurales y los antecedentes históricos próximos en ambos países. Mientras en Chile, las medidas eugénicas respondían al fatídico diagnóstico en torno a sectores populares, en Argentina predominó la idea de integrar a los recién llegados a la nación. En Chile, las medidas de mayor trascendencia para el proyecto eugénico, como la creación de la Sección de Higiene Social al interior de la Dirección General de Sanidad y la del Ministerio de Higiene, Previsión y Asistencia Social, sólo fueron posibles tras una profunda conmoción política. El movimiento eugénico internacional, que había tenido su acto de lanzamiento en el Primer Congreso Internacional de Eugenesia de Londres en 1912, fue, según plantea la historiadora argentina Marisa Miranda, esencial a la hora de definir dos ámbito de acción del proyecto eugénico. Señala Miranda que “si bien la puesta en acción de la eugenesia requería el control político de la reproducción humana, los mecanismos para lograrlo establecieron distancias insalvables”743; tales distancias serían las responsables, según la historiadora, de articular dos campos característicos de la eugenesia, a saber, la anglosajona y la latina. Mientras la anglosajona estaba dispuesta a intervenir los cuerpos, el campo latino, por una 742MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2004. Los saberes del poder, Op. Cit., p. 431-432. M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico internacional. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. Una historia de la eugenesia: Argentina y las redes biopolíticas internacionales. Buenos Aires, Biblos, pp. 19-64, p. 20. 743MIRANDA, 240 “distancia ideológica”744 específicamente radicada en la indisponibilidad de los cuerpos prescrita por la Iglesia Católica, se habría mantenido ajeno a las ideas esterilizadoras. La posición latina, en definitiva, habría sido de “mayor aceptación en América Latina, en general, y en la Argentina en particular”745. En este sentido, aquí radica una de las diferencias sustanciales entre la eugenesia desarrollada en Argentina y la desarrollada en Chile. Si en Argentina fue de una influencia sin contrapeso la red biopolítica fascista italiana a partir de la década de 1930; en Chile el proyecto eugénico se desarrolló en una mayor cercanía con la higiene racial y la llamada eugenesia anglosajona, al mismo tiempo que planteaba menos contradicciones entre las dos formas, entre mejorar el ambiente e intervenir los cuerpos en nombre del estado. A partir de los compromisos tomados en Chile en la Quinta Conferencia Internacional Americana, el proyecto eugénico tomó dimensiones internacionales e instaló el proyecto de una policía de la herencia, el que sería finalmente organizado bajo la idea panamericana, hegemonizada por los Estados Unidos. Desde fines de la década de 1920 y durante toda la década de 1930 las Conferencias Panamericanas de Eugenesia y Homicultura de La Habana en 1927, de Buenos Aires en 1934 y de Bogotá en 1938, estuvieron marcadas en gran medida por un debate entre las delegaciones norteamericanas y un sector mayoritario de los eugenistas latinoamericanos que participaban en ellas746. En todo caso, los rumbos de la eugenesia en Argentina, desde fines de la década de 1920 y con mayor fuerza desde inicios de la década de 1930, quedaron marcados por la constitución de lo que Gustavo Vallejo ha llamado el “eje RomaBuenos Aires”, a través de cual la eugenesia argentina quedó cimentada en la 744MIRANDA, M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico internacional. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. Una historia de la eugenesia, Op. Cit., p. 21 745MIRANDA, M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico internacional. En: MIRANDA, M y VALLEJO, G. Una historia de la eugenesia, Op. Cit., p. 21 746Sobre estas conferencias, sus participantes y particularidades de su desarrollo hay abundante material en dos importantes trabajos citados anteriormente, En busca de la raza perfecta. Eugenesia e Higiene en Cuba (1898–1958), de Armando García González y Raquel Álvarez y Una historia de la eugenesia. Argentina y las redes biopolíticas internacionales 1912-1945, de Marisa Miranda y Gustavo Vallejo. 241 propuesta del médico endocrinólogo italiano Nicola Pende, la Biotipología. Científico oficial del fascismo, Nicola Pende contó con el apoyo del Duce para implementar las instituciones que darían cuerpo a la Biotipología, “verdadero germen de una versión italiana de la eugenesia diseñada a la medida de las necesidades que imponía la política del fascismo”747. El mismo Pende, como figura central de la ciencia fascista, visitó Argentina, invitado por el Dr. Mariano Castex, profesor de la Clínica Médica en la Universidad de Buenos Aires, en el año 1930. Producto de esta visita, el gobierno pro fascista del general José Félix Uriburu envió a los médicos argentinos Arturo Rossi y Octavio López a estudiar con Pende en Italia, en sus establecimientos biotipológicos. Al producirse el regreso de los médicos a Argentina en 1932, fue fundada la Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social748, la que en lo sucesivo fue el actor decisivo en el campo eugénico argentino. Tanto en Chile como en Argentina, la crisis económica mundial de 1929, repercutió en el campo eugénico, a través del endurecimiento de las lógicas maltusianas y el darwinismo social. Los clásicos argumentos eugénicos en torno al efecto contraselectivo de la medicina y de los servicios sociales, que permitían vivir a quienes estaban “destinados” a morir, se vieron fortalecidos en la discusión eugénica internacional y se sofisticaron con el cálculo minucioso del costo que tenía para el Estado y los “sanos”, el mantenimiento de enfermos mentales en los hospitales y de los criminales en las cárceles. En el campo eugénico argentino, la presión de la crisis económica parece haber fortalecido las posiciones autoritarias y el organicismo social que traía a la mano la Biotipología; mientras que en Chile parece haber producido una intensificación de la discusión de las medidas eugénicas negativas y muy específicamente de la esterilización eugénica obligatoria, medida que fue ampliamente discutida a partir 747VALLEJO, G. 2012. Roma: capital de un Imperio bajo el signo de la biología política (1936-1942). Dynamis, 32(1):115-140. 748Entre otros trabajos, sobre este punto ver MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2004. Los saberes del poder: eugenesia y biotipología en la argentina del siglo XX. Revista de Indias, LXIV (231):425-444, p. 433. 242 del ejemplo de su implantación en Alemania en 1933. Brevemente, en lo político los efectos de la crisis económica fueron de signo opuesto. En Argentina la crisis dio inicio a las dictaduras militares fascistas, mientras que en Chile colaboró al fin del primer gobierno filofascista del General Carlos Ibáñez del Campo, provocando un inesperado giro a la izquierda con la efímera República Socialista de 1932. Por su importancia como la medida que separaba a los mismos eugenistas en dos bandos aparentemente irreconciliables y por la atención que mereció en el contexto internacional, el próximo capítulo analiza el debate en torno a la esterilización eugénica, en la década de 1930 en el contexto chileno. 243 CAPÍTULO 4 Debates sobre la esterilización eugénica en Chile, 1932-1939 El estilo latino de eugenesia, que se ha descrito para el conjunto de la región, presenta, para nosotros, tres dificultades historiográficas mayores. En primer lugar, separa al pensamiento eugénico en dos polos que tienden a verse como incompatibles. La opinión que hemos sustentado es que la separación entre eugenesia latina y anglosajona, positiva y negativa, ambientalista y hereditaria; responde más a una tranquilizadora proyección de tal división hacia el pasado, que una realidad firme en los documentos o en las prácticas, al menos en lo que respecta al contexto chileno. Atendiendo a la posibilidad de superar el dualismo entre lo latino y lo anglosajón y las otras polaridades que suelen adjetivar la eugenesia, al mismo tiempo que la dualidad de los discursos y las prácticas, hemos optado por usar la expresión “proyecto eugénico”, como descriptor de los fenómenos relacionados con la eugenesia en Chile. En segundo lugar, la eugenesia latina impone una lectura regional que no atiende a todas las circunstancias nacionales, como ya puede sostenerse al analizar el proyecto eugénico chileno. En tercer lugar, la misma idea de una eugenesia latina implica el traslado de un concepto operativo surgido del contexto europeo, que resulta aplicado a nuestro continente, no ya como un descriptor operativo de diferencias nacionales, linguísticas o culturales en el campo; como podrían ser las que se dieron entre Alemania-Francia/Italia, países nórdicos- países mediterráneos, países de influencia alemana–de influencia francesa, y otras, sino como una entidad capaz de abarcar todas las diferencias latinoamericanas. Así, la tercera gran dificultad que presenta la eugenesia latina es su uso en relación a una ontología que la define más allá de las circunstancias históricas. Este breve resumen de las ideas que animan en gran medida este trabajo, sirve para volver a dimensionar la particularidad del proyecto eugénico chileno, dentro del que se llegó a concretar la redacción de un proyecto de ley de esterilización obligatoria en 1939, presentando en este y otros hechos una apertura particular a 244 fundir en un mismo proyecto todas “las” eugenesias. Como tema central del debate eugénico de la década de 1930, el presente capítulo desarrolla una historia de la esterilización eugénica y un análisis de su discusión en el contexto chileno. En Raza Chilena de 1904, Nicolás Palacios se manifestó decididamente en contra de la educación de los hijos de los criminales, por considerar que la fuerza de la herencia degenerada y de un plasma germinal criminógeno, harían siempre un criminal de los hijos de los criminales. Claramente, si la esterilización eugénica hubiese estado disponible en su horizonte teórico, no habría dudado en proponerla, tal como aborrecía la idea de dar educación a los hijos de los encarcelados. En el contexto Argentino hay antecedentes de que en una fecha tan temprana como 1894 ya eran conocidos los planteamientos sobre esterilización de diferentes tipos de tarados (lunáticos, sifilíticos, enfermos mentales, criminales natos) de parte del médico Angelo Zucarelli, fundador y director desde 1893 del Museo de Antropología Criminal de la Universidad de Nápoles748. Cuando el representante argentino en el Primera Conferencia Internacional de Eugenesia de Londres de 1912 regresó a la Argentina, refirió que uno de los temas más debatidos en ese evento fue el relativo a la esterilización de los “tarados”749. Como puede apreciarse, la esterilización eugénica no es un tema que emerja en la región únicamente por el influjo fascista de los años 30; pero, por otra parte, tampoco cabe duda que en esa década se puso de relieve el carácter de medida eugénica que provocaba una separación en el propio campo eugénico; entre aquellos que aceptaban todas las medidas necesarias para la defensa social y aquellos que querían mantener un cierto límite fijado por la indisponibilidad del cuerpo en la doctrina cristiana. El debate internacional sobre la esterilización eugénica fue tan intenso entre fines de la década de 1920 y comienzos de la de 1930, que obligó al Vaticano a fijar 748MIRANDA, M. y VALLEJO, G. 2005. La Eugenesia y sus espacios institucionales en Argentina. En: Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, p. 159. 749PALMA, H. 2005. Gobernar es seleccionar. Historias y reflexiones sobre el mejoramiento genético en seres humanos. Buenos Aires, Jorge Baudino Ediciones, p. 165. 245 doctrina a través de una bula, lo que ocurrió en 1931 con la Casti Connubii de Pío X. La posición católica formará parte importante de la discusión de la medida en Chile y Argentina. Antes de realizar un análisis más particular de la discusión en Chile, a fin de precisar algunos los elementos técnicos e históricos, el apartado siguiente está dedicado a una breve historia de la esterilización eugénica en el contexto internacional. 4.1 La esterilización eugénica: apuntes para su historia. Dado que la eugenesia apuntaba hacia un proceso de perfeccionamiento de una determinada población, la represión de la herencia considerada mala o inferior, tanto como el favorecimiento de la herencia considerada buena o superior, se encontraron desde los inicios entre las preocupaciones eugénicas. Recordemos que las primeras preocupaciones de Galton estaban en torno a la herencia, entre las generaciones, del talento, el genio y el éxito. Esta perspectiva fue la que acercó de inmediato a la eugenesia con el debate sobre el mecanismo de la herencia biológica y el control de la sexualidad humana. Antes de que la evolución de los conocimientos quirúrgicos y anatómicos permitiera contar con un procedimiento relativamente simple para eliminar la capacidad reproductiva, la medida que más se acercaba al mismo objetivo era la castración. De hecho, ambas medidas, en algunos escritos eugénicos se suelen discutir en conjunto y ambas palabras llegan a usarse como sinónimo. La castración es un procedimiento para extirpar los testículos, en el caso del varón, y los ovarios, en el caso de la mujer. Era un procedimiento relativamente extendido en la antigüedad, como medida simbólica de poder sobre los prisioneros de guerra y como medida punitiva contra la homosexualidad. La instauración del cristianismo como religión oficial hizo recaer la drástica medida contra los varones que asumían un rol pasivo en la relación homosexual. En la historia del mundo occidental la castración tuvo un nuevo auge, más allá de los castrati emasculados 246 para conservar su voz, con la extensión de la industria esclavista; contexto dentro del cual los esclavos castrados adquirían mayor precio. Por su parte, la medicina del siglo XIX le atribuía valor terapéutico a la castración; por ejemplo, en casos de epilepsia y erotomanía750; constituyendo una idea de cierta persistencia, ya que los efectos benéficos y terapéuticos de la castración y la esterilización eugénica serían todavía defendidos hasta la década de 1930751. Dada la confluencia que ya hemos comentado entre la Eugenesia y otras teorías médico antropológicas en torno a la existencia de linajes degenerados (Teoría de la degeneración), de características atávicas transmisibles o escondidas en la herencia (Lombroso), de plasma germinal defectuoso (Weismann) y de genes defectuosos (Mendel); la represión y modulación eugénicas de la sexualidad tendió a concentrase en aquellos colectivos que se percibían como los que implicaban un mayor riesgo para la comunidad y para los recursos económicos al reproducirse. Así, el objetivo preferente de las medidas de la llamada eugenesia negativa fueron desde la primera hora los criminales, los enfermos mentales, los portadores de taras físicas y los pobres. En el caso de los criminales convictos, las medidas de represión de la sexualidad combinaban aspectos meramente punitivos con otros coercitivos de carácter eugénico. Las primeras castraciones de las que tenemos noticia en un contexto carcelario y hospitalario moderno son las llevadas adelante en Norteamérica. Ya en 1849 el naturalista autodidacta estadounidense Gideon Lincecum encabezó una campaña por la castración como medida punitiva de reemplazo para la ejecución y de perfeccionamiento de la especie humana752. 750Como ejemplo, entre otros, el Hospital de Ohio parece haber sido un centro especialmente dispuesto a este procedimiento. Ver ORDOVER, N. 2003. American Eugenics. Race Queer Anatomy, and the science of Nationalism. Op. Cit., p. 76. 751Hans Betzhold en su trabajo de 1939 señalaba que “no debe interpretarse la castración obligada por sentencia judicial como una acción punitiva: se trata de una acción curativa en un individuo que se estima gravemente enfermo”, BETZHOLD, h. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 13. 752Ver WOOD BURKHALTER, L. 2010. Lincecum, Gideon. Handbook of Texas Online. Texas State Historical Association <http://www.tshaonline.org/handbook/online/articles/fli03> [consulta: 17 abril 2015]. 247 La castración era una medida relativamente corriente entre la población penal del Estado de Texas en 1865753. Para 1893, el Dr. Hoyt Pilcher fue nombrado director del Asilo para idiotas y jóvenes débiles mentales de Kansas y se animó a practicar la castración de aproximadamente 60 adolescentes varones, internos de la institución754. Aquel mismo año 1893, el dr. E.F. Daniel, se preguntaba si Estados Unidos podía considerarse una civilización tan notable, si “rompía el cuello del criminal, pero respetaba sus testículos”755. En el contexto latinoamericano no faltaron debates en torno a la cruel medida, como es el caso de psiquiatra Benjamín Solari, que publicó, en 1902, un trabajo en el que rechazaba este procedimiento756. Estos breves ejemplos dan cuenta de lo abonado que se encontraba el campo médico, legal y social para la adopción de una medida eugénica que cumplía el mismo efecto de la castración – la suspensión de capacidad reproductiva –, pero sin los efectos devastadores sobre la salud general y a través de un procedimiento quirúrgico más sencillo, que se presentaba, en relación a la castración, como un acto de piedad y una evolución de la civilización. Ese avance llegó de la mano de la cirugía y de la investigación con la radiación en medicina. La cirugía experimentó cambios dramáticos durante la segunda mitad del siglo XIX, periodo que se ha llamado el de la “revolución quirúrgica”, dada la confluencia de los avances en la anestesia, en la antisepsia y asepsia y el surgimiento de la figura heroica del cirujano. La anestesia venía siendo experimentada en pequeña escala en Estados Unidos desde 1842 y fue difundida internacionalmente a partir de experimentos y publicaciones realizados en 1846 en dicho país757. La antisepsia; esto es, la 753CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 172. COMPULSORY STERILIZATION IN 50 AMERICAN STATES. <http://www.uvm.edu/~lkaelber/eugenics/KS/KS.html> [consulta: 25 junio 2015] 755ORDOVER, N. 2003. American Eugenics. Race Queer Anatomy, and the science of Nationalism. Op. Cit., p 78. 756SOLARI, B. 1902. La defensa de la Raza por la castración de los degenerados: ideas profilácticas de Zuccarelli. Archivos de Criminología, Medicina legal y Psiquiatría, año 1, p. 385. 757El surgimiento de las técnicas de anestesia se encuentra por supuesto en cualquier manual de historia de la medicina. Por su concisión y abundancia de datos, nosotros nos hemos remitido a 754EUGENICS: 248 supresión de gérmenes en el campo quirúrgico, fue desarrollada por el cirujano inglés Joseph Lister en la década de 1860 y logró establecerse como una práctica generalizada hacia 1875, aproximadamente758. El inspirador de los trabajos de Lister, el químico francés Louis Pasteur, fue quien hizo posible con sus estudios el siguiente avance fundamental en la cirugía: la asepsia, que consiste en la eliminación de los gérmenes de todo aquello que entra en contacto con el campo operatorio, a través de la ebullición en agua de instrumentos y materiales, y el lavado profundo de las manos de los involucrados. Hacia fines de la década de 1880 ambas técnicas, antisepsia y asepsia, eran usadas en forma conjunta por algunos cirujanos y poco a poco se generalizó el uso exclusivo de la asepsia. La contaminación de las manos de los cirujanos fue contenida además por otro elemento técnico: los guantes de caucho, que ya eran bastante comunes en 1890759. A estos adelantos trascendentales en la técnica quirúrgica hay que sumar innumerables mejoras instrumentales y el surgimiento de la figura heroica del cirujano. Sobre todo, en relación a la esterilización, es necesario consignar su desarrollo y afirmación como avance eugénico en el contexto del enorme prestigio y poder que iban adquiriendo la cirugía y el cirujano. La esterilización eugénica, en el caso de los hombres, se realizaba a través de una vasectomía, esto es, a través de una sección en los canales eferentes del testículo; procedimiento que solía presentarse como sencillo, ambulatorio, sin consecuencias post operatorias y, a veces, con connotaciones terapéuticas760. La vasectomía, como procedimiento quirúrgico básico de sección del canal eferente del testículo, aparece como realizado por primera vez en un perro a fines del siglo XVIII y en la década de 1820 a un ser humano. Al alero de la revolución D´ALLAINES, C. 1971. Historia de la Cirugía. Barcelona, Oikos Tau ediciones. Sobre anestesia ver pp. 65-74. 758La técnica antiséptica consistía principalmente en la aspersión de ácido fénico diluido en agua o aceite sobre los campos quirúrgicos y el lavado de manos con la misma sustancia. D´ALLAINES, C. 1971. Historia de la Cirugía, Op. Cit., pp. 76-86. 759D´ALLAINES, C. 1971. Historia de la Cirugía, Op. Cit., p. 90. 760JARA, J., LLEDÓ. 2013. La Medicina Sexual en la Historia. Avances y controversias (Parte II). Revista Internacional de Andrología.11: 149-57. 249 quirúrgica que hemos reseñado y como una medida piadosa en relación a la castración, no tardó en proponerse como una solución al problema de la reproducción de tarados y criminales. Las primeras propuestas en ese sentido surgieron y se concretaron en Estados Unidos. En directa relación con la “revolución quirúrgica”, fue Albert John Ochsner761 director del Colegio Americano de Cirujanos -, quien en 1899, basándose en Lombroso, entre otros, propuso que la vasectomía era un medio eficaz de controlar el factor hereditario en la criminalidad. Según Ochsner: Ha sido demostrado más allá de toda duda que una proporción muy grande de todos los criminales, degenerados y perversos proviene de padres similarmente afectados. También ha sido demostrado, especialmente por Lombroso, que hay ciertos defectos anatómicos heredados que caracterizan a los criminales y que por lo tanto hay indudablemente criminales natos762 El mismo año, 1899, un médico del sistema de prisiones e instituciones de cuidado de los “débiles mentales” del Estado de Indiana, Harry Clay Sharp comenzó a practicar vasectomías en forma masiva. Sus propios informes, debatidos en una sesión de la Asociación Médica Americana en 1909, reportaron 456 vasectomías realizadas en 1899. La teoría con que Sharp acompañó la defensa de sus prácticas remiten al arsenal clásico de la eugenesia y la degeneración en el fin de siglo: la herencia de los defectos, el costo de la internación de débiles mentales y criminales, la rapidez con que se reproducen los defectuosos, la necesidad de un pueblo biológicamente fuerte - citando a Spencer -; argumentos a los que agregó su crítica a la castración, dados los efectos secundarios negativos que se desprendían de los estudios iniciales de endocrinología de Charles Brown-Sequard763. Como resume Anne Carol, “es en el fin de siglo que una práctica relativamente confiable, basada 761VENTURA, H. 2001. Albert Ochsner MD: Chicago surgeon and mentor to Alton Ochsner. Héctor Ventura. Ochsner Journal. 4: 223-225. 762OCHSNER, J. 1899. Surgical Treatment of Habitual Criminals. Buck v Bell Documents. Paper 81. <http://readingroom.law.gsu.edu/buckvbell/81> [consulta: 25 junio 2015]. La traducción es mía. 763SHARP, H. 1909. Vasectomy as a Means of Preventing Procreation in Defectives. Buck v BellDocuments. Paper 4. <http://readingroom.law.gsu.edu/buckvbell/4> [consulta: 25 julio 2015]. 250 en la cirugía, se configura”764 como un nuevo medio “heroico” y “civilizado” para llevar a la práctica el control de la descendencia de los “tarados” y criminales. En el caso de las mujeres, la sección de las trompas implicaba una cirugía abdominal profunda, afectando tejidos que la volvían desaconsejable por la alta tasa de mortalidad. Un procedimiento alternativo, disponible desde el descubrimiento del físico alemán Wilhelm Conrad Roentgen en 1895 y de los trabajos del matrimonio Curie de fines de la misma década, que se juzgaba inocuo, era el de exponer el aparato reproductor femenino a la radiación y así lograr anular la capacidad reproductiva en la mujer. La idea terapéutica también se asociaba a este procedimiento; en un texto de la Revista Médica de Chile de 1921 se comentaba que en las mujeres “se han sometido los ovarios a la acción de los rayos Roentgen, obteniéndose resultados asombrosos respecto al rejuvenecimiento de las ancianas”765. La primera ley de esterilización obligatoria fue sancionada en el estado de Indiana en 1907 y resulta claro que fue parte de un proceso anterior766, de dos décadas aproximadamente, de prácticas y propuestas que giraban alrededor del imaginario de la degeneración y la eugenesia767. Los partidarios de la esterilización en Estados Unidos llegaron concebir un proyecto de esterilización para el 10% de la población en sucesivas generaciones; lo que implicaba comenzar con la esterilización de unas 15 millones de personas en la primera de las etapas768. El panorama de conjunto sobre la esterilización eugénica en Estados Unidos presenta el siguiente balance: “entre 1900 y 1935 treinta y dos estados promulgaron leyes de esterilización 764Ver CAROL, A. 1995. Histoire de l´eugenisme, Op. Cit., p. 172. W. Rejuvenecimiento artificial de los ancianos, Op. Cit., p. 745. 766Otros ejemplos de esterilizaciones realizadas antes de la ley de 1907 pueden verse en ÁLVAREZ, R. y GARCÍA, A. 2005. Eugenesia e imperialismo. Las relaciones Cuba Estados Unidos (1921-1940). En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G. Darwinismo social y Eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 195-231, p. 214-215. 767Una visión de la esterilización en Estados Unidos puede consultarse en LARSSON, E. 2007. Evolución. La asombrosa historia de una teoría científica. Buenos Aires, Sudamericana, pp. 221-249. 768LARSSON, E. 2007. Evolución. La asombrosa historia de una teoría científica, Op. Cit., p. 244. 765ROUX, 251 obligatoria. Finalmente más sesenta mil individuos fueron esterilizados en Estados Unidos en cumplimiento de estas leyes”769. Las leyes norteamericanas fueron miradas como un modelo a seguir por los eugenistas europeos, que, azuzados por los fantasmas maltusianos fortalecidos por la crisis económica que siguió a la Primera Guerra Mundial y el jueves negro de 1929, tomaron la posta de la esterilización eugénica obligatoria aprobando leyes similares a las norteamericanas. Suiza aprobó la suya en 1928, Dinamarca en 1929, Suecia en 1934, Finlandia en 1935. De todas las leyes de esterilización aprobadas en Europa, la de mayor impacto en Latinoamérica fue la alemana, que se promulgó el 14 de Julio de 1933 y entro en pleno funcionamiento el 1° de Enero de 1934. 4.1.2 La ley de esterilización obligatoria en Alemania En 1913, un eugenista alemán, Ignnaz Kaup consideraba deseable la esterilización, pero veía como dudoso que “el pueblo alemán estuviera listo para aceptar el método americano de esterilización”770. Con la llegada al poder del nazismo y la biología y el darwinismo social elevados a principios rectores de la política, todas las aprensiones fueron dejadas atrás. El fantasma de la escasez y la crisis pusieron en primera línea los argumentos de la Higiene Racial en torno a la necesidad de disminuir las tasas de criminalidad y de enfermos acogidos por la seguridad social y así optimizar el uso de recursos que lograban “los sanos”. El costo del mantenimiento de los “defectuosos” fue escrupulosamente calculado y publicitado en el contexto alemán. Antes de la llegada de Hitler al poder, en 1932, Prusia dio reconocimiento oficial a la eugenesia y se realizó un borrador de ley de esterilización 771. Lo mismo que en 769LARSSON, E. 2007. Evolución. La asombrosa historia de una teoría científica, Op. Cit., p. 243; Otras estimaciones llegan hasta 70 mil esterilizaciones debidas a estas leyes, como en STEPAN, N. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 38. 770WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 26. 771WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 39. 252 Estados Unidos, la disponibilidad de la técnica llevó a la práctica de esterilizaciones antes de que surgiera una norma legal que la regulara772. Como ninguna otra, la ley de esterilización de 1933 revela la continuidad entre el movimiento eugénico anterior y la política racial nazi. Redactada en base a los ley de 1932, dictaminaba la obligatoriedad de la esterilización para: débiles mentales, esquizofrénicos, maníaco depresivos e insanos, epilepsia, corea de Huntington, ceguera, sordera, deformidad física grave y alcohólicos773.Las perspectivas eran muy altas desde el inicio si consideramos el deseo de uno de los eugenistas detrás de la ley, Rudolf Lenz, que estimaba que había que partir con esterilizar 1 millón de débiles mentales, 1 millón de enfermos mentales y 170 mil idiotas774. Las expectativas que la medida había generado en Estados Unidos tampoco habían sido menores; la ya mencionada Eugenics Records Office luchó por un programa estatal que comenzaría con la esterilización de 15 millones de personas775. En las medidas posteriores propiciadas por el régimen nazi, como la eutanasia y el genocidio, la participación directa de los eugenistas fue mínima; aunque tales prácticas pueden verse como la consecuencia lógica de sus ideas. Sobre el número global de esterilizaciones realizadas en Alemania por el nazismo, las cifras varían entre alrededor de 200 mil, 400 mil, hasta una cota superior de 600 mil776. En 1936, en el marco de las celebraciones de la entrada en vigencia de las leyes de segregación racial y esterilización, la Universidad de Heidelberg otorgó el grado de Doctor Honoris Causa a uno de los líderes de la eugenesia norteamericana, Harry Laughlin777. S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 39. El doctor Boeters realizó 63 esterilizaciones y alentaba a los médicos a que hicieran lo propio. 773WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p. 43. 774WEISS, S. The Race Hygiene Movement in Germany 1904 – 1945, Op. Cit., p., 44. 775LARSSON, E. 2007. Evolución. La asombrosa historia de una teoría científica, Op. Cit., P. 244. 776Ver, como ejemplo de las estimaciones del número de esterilizados, el mismo texto de LARSSON ya citado y el informe de la DISABILITY RIGHTS ADVOCATES, Los crímenes olvidados: el Holocausto y las personas con diversidad funcional (discapacidad), <http://www.minusval2000.com/pdf/los_crimenes_olvidados.pdf>, [consulta: 26 junio 2015]. 777ÁLVAREZ, R. y GARCÍA, A. 2005. Eugenesia e imperialismo. Las relaciones Cuba Estados Unidos (1921-1940). Op. Cit., p. 220. 772WEISS, 253 Aunque el primer impacto de la esterilización eugénica en Chile proviene de la empresa eugenista panamericana liderada por los norteamericanos y de la influencia particular de algunos profesores de medicina, derecho y la especialidad de medicina legal, la ley nazi de 1933 reactivó el campo de la discusión y puso a la medida en el primer plano de las debates eugénicos en Chile. 4.2 El debate de la esterilización eugénica en Chile a inicios de la década de 1930 En el contexto chileno la esterilización eugénica era una de las medidas que el profesor Noé consideraba recomendables, pero de muy difícil aplicación dado el estado de las ideas morales y religiosas en el país. Así lo insinuó en su intervención de 1926 en la Semana de la Tuberculosis, cuestión que expuso más claramente en sus clases de herencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile a inicios de la década de 1930. La conferencia de Otto Aichel de 1927 le dedicó a la esterilización eugénica algunas breves palabras de desaprobación, que vuelven más paradójica su participación en los tribunales de esterilización instituidos por la ley en Alemania. La figura del dr. Carlos Mönckeberg, que hemos introducido en este trabajo a propósito de su posición eugénica frente al problema la baja reproducción de “los inteligentes”, presenta un caso muy especial de cara a la esterilización eugénica, dado su catolicismo militante. Médico formado en el seno de la Universidad de Chile, como católico ferviente resultó pieza fundamental en la concreción de un proyecto largamente deseado por la jerarquía católica chilena: una Facultad de Medicina, en la que pudiera formarse un profesional que enfrentara, con una práctica médica católica, al ambiente positivista, racionalista y masón que campeaba en la Universidad de Chile778. 778Una crónica detallada del proceso de fundación y desarrollo de la Facultad de Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile puede consultarse en CHUAQUI, B.; DUARTE, I. y VARGAS, J. 2005. Médicos de ciencia y de conciencia. La escuela de medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. Ediciones Universidad Católica. 254 La filiación católica de Mönckeberg no le impedía, en todo caso, ser un defensor de la doctrina eugénica en el país. Por tratarse de un obstetra formado con Pinard, estaría justificado pensar que buena parte de su pensamiento eugénico provenía de la vertiente puericultora francesa, generalmente opuesta a la llamada eugenesia negativa. Esa perspectiva podría considerarse confirmada por el análisis de su texto de 1925, “Consideraciones sobre la protección social y médica de la mujer como factor de eugenesia”, que ponía acento en la eugenesia entendida como puericultura antenatal y como protección del binomio madre-hijo, especialmente en el caso de la madre soltera de los sectores marginales. La postura contraria al Neo Maltusianismo, expresada en este artículo de 1925 y sus posturas antiaborto durante la década de 1930779, podrían presentarnos a la figura y el pensamiento de Mönckeberg como parte de una vertiente católica de eugenesia, contraria a los métodos anticoncepcionales, al aborto y a la esterilización eugénica. Sin embargo, el pensamiento eugénico de Mönckeberg ofrece más de una lectura. El paso de Mönckeberg por el decanato de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica fue bastante efímero. En 1932, apenas un par de años después del inicio formal del proyecto, Mönckeberg dejó la Universidad Católica. El mismo año apareció su texto “Natalidad e Intelectualidad”, en el que puede apreciarse su defensa de los términos eugénicos más duros y donde llegaba a definirse como un “tocólogo aficionado a la eugénica”780. Tras su análisis de la tragedia nacional que veía en la baja tasa de fertilidad de los intelectuales y la alta de los que consideraba simplemente como “brazos” e incapaces de cultura, Mönckeberg admitió que “ante tal amenaza se comprende que se haya llegado a proponer la esterilización de los individuos de menor valencia en defensa de la comunidad”781. La deriva eugénica de Mönckeberg parece haberse acentuado aún más en los años siguientes, llegando a comunicar en 1934, la realización de 779Sobre el debate del aborto en Chile y algunos datos sobre la participación de Mönckeberg en él, ver el bien documentado trabajo de DEL CAMPO PEIRANO, Andrea. 2008. La nación en peligro: el debate médico sobre el aborto en Chile en la década de 1930. En: ZÁRATE, M. S. (Comp.) Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, pp. 133-188. 780MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad. Op. Cit., p. 359. 781MÖNCKEBERG, C. 1932. Natalidad e Intelectualidad. Op. Cit., p. 363. 255 “abortos terapéuticos” en madres tuberculosas, situación en la que declara que “hemos procedido en varios casos con buenos resultados”782. Como médico católico a cargo de un proyecto de Facultad de Medicina en una universidad pontificia, las afirmaciones de Mönckeberg en relación a la esterilización eugénica chocan frontalmente con la doctrina católica sobre el punto, la que había sido fijada por la encíclica llamada Casti Connubii, que fijaba posición respecto del matrimonio cristiano y la eugenesia, hecha pública por Pío XI – nombre civil Achille Damiano Ambrogio Ratti (1857-1939) -, el 31 de Diciembre de 1930. 4.3 La posición doctrinaria católica frente a la eugenesia: la encíclica Casti Connubii de 1930 La figura del Papa Pío XI estuvo al frente del papado católico entre 1922 y 1939, por lo que su actuación coincide con el ascenso del fascismo y del nazismo y con el periodo del afán imperialista del fascismo italiano. Su variada actividad doctrinaria le mereció los apelativos del papa de las encíclicas, de los concordatos, de las misiones, de las canonizaciones y de la Acción Católica. Hombre de una vasta cultura y de un sentido diplomático ambicioso, logró establecer la soberanía del Estado Vaticano, una política de alianza con el fascismo italiano y el Concordato con la Alemania nazi. Su figura y su papado no resultan fáciles de encasillar ya que si por una parte bendijo los cañones destinados a masacre de los etíopes en las guerras imperialistas fascistas, fue también enérgico en la condena de los excesos racistas del nazismo con la encíclica Mit Brennender Sorge, publicada el 14 de Marzo de 1937. En el caso de la encíclica particular que nos ocupa aquí, la publicación de “Casti Connubii Sit Dignitas, sobre el matrimonio cristiano atendidas las actuales circunstancias, necesidades y vicios de la familia y de la sociedad”, del 30 de Diciembre de 1930, está relacionada con algunos factores circunstanciales y otros 782MÖNCKEBERG, 451-456, p. 459. C. 1934. El tratamiento obstétrico en las tuberculosas. Revista Médica de Chile: 256 de tipo estructural, que motivaron a la Iglesia Católica a fijar doctrina sobre el matrimonio y la eugenesia. Entre los factores circunstanciales que preocuparon al papado en ese momento, destaca la realización de un matrimonio irregular en los términos católicos, entre la princesa de Saboya con el rey de Bulgaria y la Conferencia de Lambeth de 1930, una reunión tradicional de los obispos anglicanos que se realiza aproximadamente cada década desde 1867, en la que fue aprobada una resolución que permitía el uso de los medios anticonceptivos. Uno de los principales impulsores de la resolución en la conferencia de la Lambeth fue William Ralph Inge, Dean de la Catedral de Saint Paul, miembro de la sociedad inglesa de eugenesia y admirador de las políticas de control de la natalidad y anticoncepción, que impulsaba en Norteamérica la enfermera y activista del control de la natalidad Margaret Sanger. La Conferencia de la Lambeth de 1930, revela, por otra parte, una situación de mayores dimensiones que preocupaba sobremanera a la jerarquía católica: el incontenible avance de las tecnologías y prácticas anticonceptivas. Otras tendencias que se habían ido fortaleciendo con el siglo XX y que preocupaban a la jerarquía católica, eran los movimientos a favor de una educación sexual de las nuevas generaciones y la voluntad de algunos estados, de clara inspiración eugénica, de solicitar a los contrayentes de matrimonio un certificado de salud en el que se constatase de la salud venérea. La reacción católica frente a este complejo panorama a través de la encíclica Casti Connubii, puso en un mismo espacio de discusión aspectos que estaban ligados por su relación con el acto reproductivo y el matrimonio, pero que más allá del espacio católico no se articulaban necesariamente como un conjunto. Con ello se instaló, en la mayoría de las oportunidades, un debate doctrinario en que los pensadores católicos arrastraban a un mismo nivel de importancia, volviéndolas equivalentes, cuestiones que los acercamientos políticos, sociológicos, sanitarios, eugénicos y científicos en general podían discutir de forma aislada. Así, la Iglesia Católica puso en un mismo conjunto su defensa del sacramento matrimonial junto a la crítica al divorcio, al aborto, a los medios anticonceptivos, a la esterilización eugénica, a la emancipación femenina de cualquier tipo, a la educación sexual, al 257 certificado prematrimonial y a toda expresión de sexualidad y convivencia que se realizara fuera del matrimonio. El punto es de importancia de cara al contexto chileno, ya que estas mismas coordenadas serán recreadas en los enfrentamientos entre los médicos progresistas de Valparaíso, reunidos en la Asociación Médica de Chile (AMECH) y los médicos católicos, reunidos en la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos (ANEC) y la Academia de San Lucas. Sobre la eugenesia en particular, Casti Connubii admitía que debía usarse todo lo bueno que ella podía proporcionar a la humanidad; o, dicho de otra manera, que existían dos eugenesias: una admisible y “verdadera” por estar de acuerdo con la doctrina católica y otra que disputaba con la Iglesia el derecho a decidir sobre los cuerpos, en base a criterios científicos y materialistas, según acusaban los católicos, y que era una eugenesia “falsa”. Para la encíclica, “lo que se suele aducir en favor de la indicación social y eugenésica se debe y se puede tener en cuenta siendo los medios lícitos y honestos, y dentro de los límites debidos”783; no había, por lo tanto, una contradicción insalvable entre catolicismo y eugenesia, sino más bien un camino abierto hacia una modulación de los medios para llegar al fin. Una figura que comenzaría a adquirir enorme importancia en este periodo y que se ve reforzada por la encíclica, es la del médico católico; el médico de ciencia y de conciencia, como gustaba de repetir la jerarquía católica chilena. Al médico moderno, una profesión relacionada de manera muy concreta y directa con cuestiones sobre anticoncepción, esterilización eugénica, aborto, educación sexual, muerte; el papa, dedico sentidas palabras a aquellos que trabajan por defender y conservar la vida, tanto de la madre como de la prole; mientras que, por lo contrario, se mostrarían indignos del ilustre nombre y del honor de médicos quienes procurasen la muerte de una o de la otra, so pretexto de medicinar o movidos por una falsa misericordia784 783PIO XI. 1930. Casti Connubii. <http://w2.vatican.va/content/pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_pxi_enc_31121930_casti-connubii.html> [consulta: 26 junio 2015], n. 23. 784PIO XI. 1930. Casti Connubii, Op. Cit., n. 23. 258 De forma muy específica Casti Connubii se refirió a dos tecnologías sociales de inspiración eugénica: el certificado prematrimonial y la esterilización. Sobre el certificado declaró que: Hay algunos, en efecto, que, demasiado solícitos de los fines eugenésicos, no se contentan con dar ciertos consejos saludables para mirar con más seguridad por la salud y vigor de la prole —lo cual, desde luego, no es contrario a la recta razón—, sino que anteponen el fin eugenésico a todo otro fin, aun de orden más elevado, y quisieran que se prohibiese por la pública autoridad contraer matrimonio a todos los que, según las normas y conjeturas de su ciencia, juzgan que habían de engendrar hijos defectuosos por razón de la transmisión hereditaria, aun cuando sean de suyo aptos para contraer matrimonio785 Ya se ve aquí el camino del “consejo saludable”, de orientación eugénica pero adaptado a la doctrina católica, en oposición a la consecución de los fines eugénicos sin frenos morales u ontológicos. Mientras los eugenistas de todo tipo estaban de acuerdo en exigir un certificado pre matrimonial que asegurase una descendencia libre de la heredosífilis, la jerarquía católica se limitaba a señalar que toda persona apta para el matrimonio tenía el derecho de acceder a él y que la acción pastoral debía concentrarse en la buena elección del esposo y la esposa. La esterilización eugénica era mucho más problemática para el Vaticano y sobre ella se señaló que los eugenistas, al querer esterilizar a ciertas categorías de personas: quieren privarlos por la ley, hasta contra su voluntad, de esa facultad natural que poseen, mediante intervención médica, y esto no para solicitar de la pública autoridad una pena cruenta por delito cometido o para precaver futuros crímenes de reos, sino contra todo derecho y licitud, atribuyendo a los gobernantes civiles una facultad que nunca tuvieron ni pueden legítimamente tener786 La facultad que se arrogaban los gobernantes civiles de obligar a ciertos individuos a la vasectomía esterilizadora, significaba para los católicos atribuirse un derecho soberano sobre los cuerpos, cuestión que en la perspectiva católica que 785PIO 786PIO XI. 1930. Casti Connubii, Op. Cit., n. 24. XI. 1930. Casti Connubii., Op. Cit., n. 24. 259 afirmaba la encíclica, sólo correspondía al creador, soberano de su creatura. El mundo civil y científico, según la encíclica, debía mantenerse ajeno a la intervención de los cuerpos: los gobernantes no tienen potestad alguna directa en los miembros de sus súbditos; así, pues, jamás pueden dañar ni aun tocar directamente la integridad corporal donde no medie culpa alguna o causa de pena cruenta, y esto ni por causas eugenésicas ni por otras causas cualesquiera. Esta disputa por la soberanía de los cuerpos excluía, según la visión de la Iglesia Católica, a los propios sujetos, que tampoco podían actuar sobre sus cuerpos: Por lo demás, establece la doctrina cristiana, y consta con toda certeza por la luz natural de la razón, que los mismos hombres, privados, no tienen otro dominio en los miembros de su cuerpo sino el que pertenece a sus fines naturales, y no pueden, consiguientemente, destruirlos, mutilarlos o, por cualquier otro medio, inutilizarlos para dichas naturales funciones, a no ser cuando no se pueda proveer de otra manera al bien de todo el cuerpo787 Así, si por una parte la doctrina católica se enfrentaba al pensamiento eugénico y el poder del estado; por otra coincidía en la necesidad de la eugenesia, siempre que esta se amoldara a la doctrina y se volviese “verdadera”. 4.4 Waldemar Coutts y su intervención en la Segunda Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de 1934 en Buenos Aires Como ya se comentó, Coutts fue ascendiendo desde los espacios institucionales chilenos hacia un lugar de prestigio en lo que Marisa Miranda ha llamado la “red biopolítica continental con alcance interoceánico”788, conformada en torno a la eugenesia en la región. El ascenso de Coutts en esas redes se produjo a partir de sus colaboraciones en la Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal de Buenos Aires en la década de 1920789. Desde 1926, su posición como Jefe de la 787PIO XI. 1930. Casti Connubii, Op. Cit., n. 24. M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico continental. En: MIRANDA, M. y VALLEJO, G (Dirs.). Una Historia de la Eugenesia. Argentina y las redes biopolíticas internacionales. Buenos Aires, Biblos, Buenos Aires, pp. 19-64, p. 22. 789Los trabajos de Coutts en este periodo son COUTTS, W. 1926. El Instinto sexual y la vida contemporánea. Su influencia en los actos delictuosos. Revista de Criminología, Psiquiatría y 788MIRANDA, 260 División de Higiene Social le brindó mayores oportunidades de insertarse en el contexto panamericano e internacional, como comprueba su participación en el Congreso de Higiene y Eugenesia del Brasil, en que expuso sobre el castigo del delincuente venéreo790 y en el Congreso de Reforma Sexual, realizado en Londres en 1929791. En la Primera Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de las Repúblicas Americanas de 1927, realizada en La Habana, Chile participó mediante un representante honorífico, el Ministro de Relaciones Exteriores Conrado Ríos Gallardo792, quien en sintonía con los preceptos eugénicos y racistas había ordenado, un poco antes de la realización de la Conferencia, a las agencias diplomáticas y consulares chilenas en el extranjero, una selección racial anti judía de los migrantes al país, mediante los decretos N° 31, de agosto y N° 12, de diciembre de 1927793. En la Segunda Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de 1934 en Buenos Aires Chile envió una comisión científica integrada por los médicos Waldemar Coutts y Víctor Grossi794, jefe nacional y director de una división respectivamente, de la ya comentada Sección de Higiene Social de la Dirección General de Sanidad. Uno de los temas principales de la Primera y la Segunda Conferencia fue el de la esterilización eugénica, que el grupo hegemónico estadounidense apoyaba y frente al que los representantes latinoamericanos estaban divididos, aunque con un claro predominio de la posición llamada latina, opuesta a esa medida. Según la Medicina Legal. Año XIII, N° 78 y COUTTS, W. 1928.El concepto biológico del adulterio. Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal, entre otros 790Trabajo publicado en Revista Médico Quirúrgica del Brasil en el número de Octubre de 1929. 791Estos Congresos de Reforma Sexual se realizaban bajo la coordinación de Liga mundial para la reforma sexual sobre bases científicas (nombre completo en alemán Weltliga für Sexualreform auf sexualwissenschaftlicher Grundlage; en inglés, World league for sexual reform on scientific basis), que lideraban el alemán Magnus Hirschfeld, el británico Havelock Ellis y el suizo Auguste Forel. En el Congreso de Londres de 1929 Coutts expuso el trabajo “Venereal diseases end the law”, el que traducido al castellano, fue publicado como El contagio venéreo como delito, en el Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana de Julio de 1929. 792MIRANDA, M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico continental, Op. Cit., p. 58 793FARÍAS, V. Los nazis en Chile. Volumen II, Op. Cit., p. 38. 794MIRANDA, M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico continental, Op. Cit., p. 59 261 historiadora Marisa Miranda, sería en este foro internacional en el que se “consolidaría la postura de la eugenesia latina en la materia”795. Estos antecedentes hacen ver a la intervención del Dr. Coutts como una de las de importancia para la Conferencia, llamada “La esterilización desde el punto de vista bio social”. Esta conferencia de Coutts, ha sido objeto de contradictorias interpretaciones. El polémico investigador chileno Víctor Farías no duda en llamar a Coutts “el más destacado eugenista chileno de los años 30”796 y lo presenta como uno de los pocos delegados que en la Segunda Conferencia Panamericana de Eugenesia propusieron considerar positivamente las leyes de esterilización vigentes en Alemania, señalando que “allí sólo las delegaciones de Chile y Uruguay propusieron considerar las leyes alemanas de 1932 sobre Esterilización voluntaria y de enfermos mentales”797. El historiador argentino Andrés Reggiani indica, sobre la misma conferencia, que en ella los delegados cubano y chileno, Domingo Ramos y Waldemar Coutts, respectivamente, fueron los defensores declarados de la esterilización eugénica798. Para la historiadora chilena Catalina Labarca, Coutts era un “reconocido especialista en enfermedades venéreas y en la aplicación de la eugenesia preventiva”799, lo que en principio lo excluiría de toda discusión en la eugenesia negativa o anglosajona. Por su parte, el cronista de la Sociedad Médica de Santiago, Dr. Camilo Aguirre, destaca que el trabajo de Coutts de 1934 sobre esterilización eugénica, ya que en él “se condenaba la esterilización obligatoria, en una época en la que en el Estado de California se había dictado una ley que permitía que se esterilizara a criminales y en Alemania el Estado Nacional Socialista ordenaba esterilizar a portadores de defectos hereditarios graves” 800; misma 795MIRANDA, 796FARÍAS, M. 2012. La Argentina en el escenario eugénico continental, Op. Cit., p. 36 V. 2005. Salvador Allende Antisemitismo y Eutanasia. Santiago de Chile, Editorial Maye, p 53. 797FARÍAS, V. 2005. Salvador Allende Antisemitismo y Eutanasia, Op. Cit., p 53. 798REGGIANI, A. 2005. La ecología institucional de la eugenesia: repensando las relaciones entre biomedicina y política en la Argentina de entreguerras. Op. Cit., p. 285. 799LABARCA, C. 2008. “Todo lo que usted debe saber sobre las enfermedades venéreas” Las primeras campañas de educación sexual estatales entre 1927 y 1938.En: ZÁRATE, M. (comp.). Por la Salud del Cuerpo. Santiago de Chile, Ediciones Alberto Hurtado, p. 101 800AGUIRRE, C. 2002. La Sociedad médica de Santiago y el desarrollo histórico de la medicina en Chile. Santiago de Chile, Sociedad Médica, p. 167. 262 posición que reproduce Gabriel Cid, señalado que la intervención de Coutts en la Conferencia de 1934 presentaba una firme posición contraria a la eugenesia esterilizadora801. Junto con la presentación de un breve estado de la cuestión, sirva este breve recuento a las interpretaciones sobre la actuación de Coutts en el contexto eugénico de los años 30, como una muestra de las violentas parcialidades interpretativas con las que los textos eugénicos pueden ser presentados de acuerdo a los prejuicios del historiador y también de las dificultades que pueden llegar a presentarse en la construcción de un marco general de acuerdo a las fuentes secundarias que se elijan como insumos de información. Sin pretender excluir nuevas y futuras interpretaciones, importa señalar y documentar con algún grado de certeza cuál fue la posición de Coutts en relación a la esterilización eugénica en el Congreso de Eugenesia y Homicultura de 1934, dado su rol central de Coutts en el proyecto eugénico nacional y en las redes biopolíticas continentales, como las ha llamado la investigadora Marisa Miranda. En el trabajo de 1934 sobre esterilización eugénica Coutts introdujo el tema a partir de la idea de la decadencia de occidente y de una grave crisis general en curso. Para Coutts “la hora presente es de revisión de todos los valores y derechos”802 y en ella se vivía una “agonía”. Frente a esa situación Coutts reconocía la autoridad que emanaba de lo que llamó “grandes pensadores”, entre los cuáles situaba a Roosevelt, Hitler y Stalin. Acercándose a la vereda eugénica, acusaba a esta ciencia de prescindir del factor medioambiental y anular al individuo; al mismo tiempo que señalaba que “es indiscutible que la transmisión directa o indirecta de enfermedades, de estigmas o de caracteres, constituye un hecho de tal manera trascendental, que ya no es posible, frente a lo que nos ha demostrado la ciencia, aplazar por más tiempo su resolución”803. Como ya puede señalarse la estrategia de autorizar términos 801CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 1933-1941, Op. Cit., p. 38. W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social. Revista Médica de Chile: 391-405, p. 391. 803COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 392. 802COUTTS, 263 opuestos (Hitler, Roosevelt y Stalin; el medio y la herencia) será constante en el texto804 y ello explica, en parte, que el trabajo sirva para justificar cualquier interpretación. Aunque su exposición comienza con algunas críticas a la eugenesia, muy pronto pasa a exponer como ciertos e inapelables los “hechos” que fundamentaban la lógica de las acciones eugénicas más duras. Coutts se inclinaba por la visión de una naturaleza fatídica y cruel, en que “los seres vivientes, tanto del mundo animal como vegetal, luchan unos contra otros y se devoran para subsistir” y “los menos adaptados o con menos defensas – para el combate y contra las enfermedades – sucumben, mientras que los mejor adaptados y los mejor armados persisten”805. Esta visión basada en un darwinismo cruento y sin piedad, fundamental en el pensamiento eugénico, daba paso a un clásico de la retórica eugénica más dura: la crítica de la asistencia médica y social. En el curso de la historia, según Coutts “la filantropía llegó hasta el punto de dedicar preferente atención a los inferiores físicos y mentales, prodigándole toda clase de cuidados y proporcionándoles toda clase de garantías”, lo que tendría como efecto negativo que “numerosos seres que por ley natural, habrían sucumbido y que actualmente, gracias al concepto de humanitarismo, persisten y se reproducen, transmitiendo por herencia su mal o predisposición”806. Aunque todos estos eran los argumentos clásicos que justificaban la esterilización en otros escritos, Coutts propuso un concepto muy amplio de eugenesia que abarcaba “mejoramiento de la raza, euténica como mejoramiento del medio, economía como mejoramiento de la hacienda pública y educación como mejoramiento de la conciencia”807 y que además excluía por principio la selección 804En el texto Coutts negará la jerarquía de las razas, pero afirmará que estas hacen la diferencia en muchas situaciones; que los valores espirituales son esenciales, pero que la naturaleza (salvaje y cruel) es la ley suprema de la existencia, y así, con otras polaridades similares. 805COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 397 806COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 398. 807COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 399. 264 zootécnica de ejemplares, principalmente por las grandes lagunas y vacíos que existían en torno a la complejidad humana y las leyes de la herencia mendeliana. Según Coutts, “el complejo psico-físico que es el hombre está sometido a leyes especiales, algunas que conocemos, otras de cuya existencia sospechamos y las más que ignoramos”808; advirtiendo, finalmente, que “las leyes mendelianas guardan muchos misterios y es muy aventurado apoyar en ellas medidas de selección tan inciertas y de tanta trascendencia como las leyes esterilizadoras del Estado de Indiana (1907)”809. En esta misma línea, Coutts fue explícito en señalar que: dada la actual constitución de la sociedad, tiene el Estado, el derecho de propender a la selección artificial de sus miembros; pero no por medio de leyes mutiladoras (esterilización) o asesinas (aborto), sino por medio de las disposiciones que tienden a asegurar la integridad de su especia y la conservación810 Lo expuesto hasta aquí debería dejar establecida la posición contraria de Coutts frente a la esterilización eugénica; sin embargo, su escrito desarrolla una serie de argumentos favorables y matices, que terminan por equilibrar la balanza, e incluso, pudieran llegar a inclinarla a favor de la esterilización. Según Coutts los argumentos tras las leyes alemanas no se podían juzgar con ponderación ya que se desconocían los argumentos que pesaban en su promulgación; pero que, en todo caso, “la opinión de Alemania actual es la voz del Estado”811, y por lo tanto, legítima. Coutts llega a señalar que “la esterilización debe ser considerada como un acto de previsión a favor de las generaciones futuras”812. Indicaba además que, en concreto, la ley recaía sobre los grupos en que las 808COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 399. 809COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 400. 810COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 401. 811COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 401 812COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., P. 402 265 afecciones derivadas de la herencia parecen más seguras y por lo tanto la considera justificada. Sin agregar crítica alguna, Coutts reproduce los argumentos presentados por el eugenista Paul Popenoe a favor de la esterilización eugénica en 1934: impide la natalidad; no hace perder al individuo su sexo; es una protección, no un castigo; los esterilizados están conformes con su estado, es reconocida como beneficiosa por la familia y por los técnicos que han estado en contacto con los 8506 individuos esterilizados en los últimos 25 años; permite a numerosas personas que en otra forma habrían sido confinadas, regresar a sus hogares; impide el nacimiento de niños que serían educados por padres mentalmente enfermos o incapacitados; disminuye la carga de los contribuyentes y permite al Estado dedicar mayor cantidad de dinero a otras actividades higiénico sociales; permite a muchos tarados contraer nupcias, y es en una mirada práctica necesaria para impedir la degeneración racial813 En el cierre del trabajo Coutts vuelve sobre sus precauciones iniciales, señalando que en, cuanto a la selección y reproducción de las que llamó las “excelsitudes psíquicas”814, las leyes de esterilización obligatoria demasiado amplias podrían llegar a tener un efecto negativo, dada la alta presencia de psicopatías entre los genios, ya que aseguraba una inevitable correlación entre genio, talento y psicopatía; algo evidente cuando “se estudia la línea hereditaria de los genios o talentosos, se constata que los individuos son enfermos en un cien por ciento de los casos”815. Esterilizar a todos estos enfermos daría lugar a una sociedad de mediocres, según Coutts. Esta precaución final no parece contradecir todas las virtudes descritas para la esterilización eugénica, por lo que su posición queda siempre en suspenso. Ello explica que este texto de Coutts pueda verse tanto como una defensa y como una negativa decidida de la esterilización eugénica. Finalmente, Coutts exponía 813COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 402-403. 814COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 403. 815COUTTS, W. 1934. El problema de la esterilización desde el punto de vista bio-social, Op. Cit., p. 404. 266 argumentos que podían ser usados en contra y a favor de la medida; pero que imponían las coordenadas eugénicas: la lucha cruenta por la vida, que se ve alterada por el humanitarismo y la consiguiente alta reproducción de los inferiores, los que acarrean un enorme costo al estado. Si en algunos momentos el trabajo presenta algunas precauciones en torno a la esterilización eugénica, su concepto general está basado en los tópicos de la eugenesia anglosajona, negativa y esterilizadora. La presentación de Coutts, junto con desplegar con cuidadosa ambigüedad los argumentos a favor y en contra de la esterilización eugénica, reavivó su debate en el contexto de la Conferencia Panamericana de 1934 y en el contexto chileno tras su publicación en la Revista Médica de Chile, ese mismo año. 4.5 Las leyes de esterilización, un estudio jurídico y legal de 1935 en Chile Si bien este trabajo se ha enfocado preferentemente en el discurso médico, importa señalar que dada la plasticidad y extensión disciplinar que fueron alcanzando las propuestas eugénicas, es posible encontrar en Chile, en las décadas de 1920 y 1930, debates sobre eugenesia en áreas como la pedagogía, la educación física, la asistencia social, la educación sexual, la habitación, el urbanismo y otras. Sin embargo, resulta indudable que la medicina y el derecho fuero las disciplinas más activas en la discusión. Muchos estudiantes de medicina y derecho de la Universidad de Chile desarrollaron memorias de título y de grado concernientes al tema y, aunque se han hecho algunos esfuerzos aislados e iniciales por analizar estos corpus documentales, quedan todavía muchas interrogantes por resolver816. De entre los muchos escritos jurídicos chilenos sobre eugenesia en la década de 1930 destaca la aparición de un trabajo sobre esterilización eugénica en el número inicial de una publicación periódica que estaba 816Podemos mencionar, entre otros trabajos, los de LETELIER. J. 2009. “Gobernar es Poblar… Seleccionadamente” Ideas Eugenésicas en Chile 1925 – 1941. Una Mirada Científica y Política Hacia los Intentos por Mejorar “La Raza Chilena”. Tesis de Licenciada en Historia. Santiago de Chile, Universidad Alberto Hurtado; CID, G. 2009. Médicos, abogados y eugenesia negativa en Chile 19331941. Anales de Historia de la medicina de la Sociedad Chilena de Historia de la Medicina. Vol. 19 N°1 Mayo: 35-46; 267 llamada a liderar la discusión jurídico política del país en este periodo, los Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile817. La presencia de las leyes de esterilización como tema apropiado para la publicación da cuenta del ascendente prestigio de la eugenesia como tema académico y como proyecto científico social comprometido con el progreso. La eugenesia, siguiendo a Bordieu, se había constituido en un campo bien consolidado, que podía traer réditos a los intervinientes818. Quienes participaban del candente debate de la esterilización eugénica podían pontificar además respecto de los graves problemas nacionales y mundiales al mismo tiempo, ofreciendo la solución científica y de vanguardia. En el texto de los Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, “Las leyes de esterilización”, pueden verse también como un complemento a la publicación de Coutts en la Revista Médica de Chile, en el sentido de dar un espacio relevante a la importancia jurídica del tema. Después de todo, la esterilización eugénica se discutía a partir de su aplicación mediante leyes que obligaban a ciertas clases de ciudadanos a una esterilización obligatoria en Estados Unidos desde 1907 y en Alemania desde la ley de 1933, entre otros países que habían promulgado leyes similares. De manera general se suele aseverar que la medicina proporcionaba las razones biológicas y el derecho los mecanismos prácticos y los fundamentos sociales y jurídicos, generalmente basados en la idea de defensa social, para la justificación y operación práctica de la esterilización eugénica. De tal manera que bien vale la pena analizar con cierta detención este texto, como una manera de comprender la articulación entre medicina y derecho en el caso de la esterilización eugénica en Chile. 817Las ediciones de estos Anales se extendieron desde 1935 hasta 1972, dando cuenta de la vida académica de la facultad universitaria más influyente en el derecho y en la política chilena de esa época. 818Para un acercamiento a las ideas de campo científico y estrategias que se desarrollan en él, puede consultarse entre otras obras de este autor BORDIEU, P. 2005. Intelectuales, política y poder. Eudeba, Buenos Aires. 268 El autor de este trabajo, Juan Andueza, era en esa época profesor de Medicina Legal en la Escuela de Derecho de la sede de Valparaíso de la Universidad de Chile. Juan Andueza Larrazábal provenía de una familia de emigrantes vasco-franceses asentada en Chile a mediados del siglo XIX. Nació en 1890 y tuvo una trayectoria notable en el derecho. Se graduó el año 1913 en la Universidad de Chile como Licenciado en Leyes y Ciencias Políticas con una tesis titulada Condición jurídica del ebrio819. Sólo cuatro años después, hacia 1917, Andueza era docente titular de la Cátedra de Medicina Legal en la Escuela de Derecho del puerto de Valparaíso, la que dependía de la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Partiendo desde la Medicina Legal, Andueza se interesó en la criminología, el psicoanálisis y la eugenesia. En su calidad de profesor de Medicina Legal asistió, entre otras instancias internacionales, a las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas de 1938820 y al Congreso Latinoamericano de Criminología que se realizó en Buenos Aires en 1938821. Entre 1943 y 1969 fue presidente del Colegio de Abogados de Valparaíso, por lo que cabe considerarlo una figura importante del ejercicio profesional del Derecho en Chile822. En 1948 fue nombrado profesor extraordinario, la más alta jerarquía académica del sistema universitario en ese periodo, en la cátedra de Medicina Legal de la Escuela de Derecho de Valparaíso, Universidad de Chile 823; cargo que 819ÍNDICE DE LOS TÍTULOS Y GRADOS. Anales de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, Universidad de Chile, N° 71, tomo 133, jul.-dic, 1913, <http://www.anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/viewFile/24600/25968> [consulta: 7 de Abril de 2013] 820Allí participó con el trabajo El psicoanálisis en criminología, publicado en HORWITZ, I. (Comp.) 1938, Actas de la Primera Reunión de las Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas. Santiago De Chile. Prensas de Universidad de Chile. Para una visión general de la trayectoria intelectual de Andueza puede consultarse el trabajo de SÁNCHEZ, M. 2014. , Itinerario intelectual de un profesor chileno de medicina legal en la década de 1930.Revista Historia y Justicia. N°2: 1-26, <http://revista.historiayjusticia.org/wp-content/uploads/2014/04/RHyJ_2014_2_VR_Sanchez.pdf> [consulta: 27 julio 2015]. 821Véase CARNEVALI, R. 2013. La ciencia penal italiana y su influencia en Chile. Política Criminal, N° 6: 1-19, <http://www.politicacriminal.cl/n_06/A_4_6.pdf> [consulta: 7 Abril 2013]. 822Ver la página web COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO, <http://www.abogadosvalparaiso.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=50&Itemid=18>, [consulta: 7 Abril 2013]. 823MEMORIA DEL DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE 1946-1954. 1955. Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales 269 abandonó a principios de la década de 1950, probablemente debido a las responsabilidades profesionales que le impuso una importante asignación profesional. Hacia 1949 se le encomendó la sucesión testamentaria de Arturo López Pérez, millonario chileno que tenía participación accionaria en las famosas galerías comerciales francesas Lafayette y en el Metro de París, que había fallecido enfermo de cáncer en esa ciudad. La viuda del millonario López Pérez, Ana Ross, motivada por la amarga experiencia de la muerte de su marido y a instancias del médico chileno Enrique Raventós, decidió crear una fundación para la investigación y cura del cáncer en Chile. Como persona de confianza tras su acción profesional en la sucesión testamentaria, Juan Andueza se convirtió en el primer director de la Fundación Arturo López Pérez824, dedicada a la atención e investigación oncológica, cargo que ocupó desde inicios de la década del 50 hasta su muerte en 1972. El texto del profesor Andueza, Las leyes de esterilización de 1935, presenta la estructura recurrente de muchos escritos eugénicos: la eugenesia encuentra su base histórica en las leyes hebraicas, en Esparta y en Roma; cuya continuación moderna son las leyes de 1907 en Estados Unidos, las que no harían sino actuar, en la opinión del jurista, frente a “cifras alarmantes para el porvenir de la raza”825. La degeneración en curso resultaba fatídica para Andueza, al considerar el proceso que tanto preocupa a los eugenistas: la reproducción diferencial de los aptos y los inaptos; cuestión que le sirvió para poner en juego en el artículo a los clásicos de la herencia degenerada: Los Jukes y los Kallikak826. Luego, Andueza hizo una descripción detallada de la ley alemana de 1933 y sus fundamentos, tanto en lo biológico como en lo jurídico; así como un repaso a las objeciones. Del total del artículo de Andueza se desprende una aprobación en lo de la Universidad de Chile: 1-47, <http://catalogo.bcn.cl/ipac20/ipac.jsp?profile=bcn&index=BIB&term=214815> [consulta: 7 abril 2013]. 824Para una breve historia de esta institución véase FUNDACIÓN ARTURO LÓPEZ PÉREZ. <www.falp.cl> [consulta: 7 abril 2013]. 825ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización. Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, Vol. 1, No. 1-2: Enero-Junio Primera época. Separata: 1-16, p. 5 826ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 5. 270 general para la aplicación de una ley semejante en Chile. Sin embargo, lo que resulta más destacable en el texto de Andueza es el uso naturalizado de muchas expresiones provenientes de la llamada psiquiatría nazi827 y del contexto eugénico estadounidense más radical. Así, en el texto de Andueza podemos encontrar expresiones sobre ciertos grupos de la población como “portadores de lacras trasmisibles”828, “enajenados e imbéciles albergados en los hospicios” “débiles mentales”, “degenerados”, “pervertidos sexuales”, “débiles de espíritu”829, “socialmente inaptos”830 y sobretodo resultan llamativas las expresiones de la eugenesia más recalcitrante como las de “inferiores”, “defectuosos” y “anormales”831, “indeseable”832, “la carga de los débiles mentales”, el “fardo”833 insoportable para la economía y para la posteridad que representan todos estos defectuosos. En el análisis pormenorizado de la ley, Andueza la encontró justificada para la debilidad mental, la locura circular, la Corea de Huntington, la sordera, el alcoholismo y las deformaciones corporales; mientras que la encontró discutible le en los casos de epilepsia, esquizofrenia, ceguera y las deformidades físicas menores. Al igual que en el texto de Coutts, es relevante señalar la plena conciencia del artículo respecto de una legislación que resultaba de gran impacto al provenir de un régimen que iniciaba su vida política y que estaba dispuesto a llevar adelante, con todas sus consecuencias el discurso eugénico. Andueza reconocía que “esta ley ha causado gran revuelo en todo el mundo”834, entre otras por la escala de su aplicación, que ya se podía estimar en “400.000 individuos en Alemania, según cálculos autorizados”835. Las opiniones podían dividirse, señalaba el jurista, pero 827Véanse TORRUCO, M. 2002. Psiquiatría nazi, Horizonte Sanitario: 45-49 y UWE, H. 2001. Un siglo de psiquiatría alemana., Revista Persona N° 4: 11-52. 828ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 1. 829Todas expresiones de la página 4 del texto 830ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 5. 831ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 6. 832ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 8. 833ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 7. 834ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 8. 835ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., P. 8. 271 resultaba casi imposible permanecer indiferente; para unos, escribió, “entraña una verdadera regresión a los tiempos bárbaros mientras para otros establece un nuevo jalón en la marcha de la humanidad836”. En conjunto, el texto del Dr. Coutts y el de Andueza, destacan por su inserción en medios de oficiales y de gran prestigio, como la Revista Médica de Chile y los Anales de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile; por su referencia directa a la ley de esterilización promulgada en Alemania el 14 de Julio de 1933 y por su acercamiento ambiguo a la ley, la que critican y reprueban al interior de un mismo discurso, por lo que la admiten justificada y justificable en tal o cual contextos, con tales o cuales salvedades y excepciones. Con estos trabajos y dada el alza de la marea eugénica en el país, se abría claramente un espacio para la discusión y posible aplicación de una ley de esterilización eugénica obligatoria en el país. 4.6 La vanguardia médica y la medicina católica: los debates de 1936 Si la Convención Médica de Valparaíso de 1936 ha sido descrita como “un hito en la historia del aborto en Chile”837, la respuesta católica a esta avanzada de los médicos progresistas y de izquierda del puerto chileno, podría ser señalada como un hito en la historia del conservadurismo. Los médicos porteños plantearon el problema del aborto como un problema social, que debía ser enfrentado en perspectiva nacional y eugénica838. El problema básico que diagnosticaron era la pobreza y su enfoque se dirigió principalmente hacia la idea de “maternidad consciente”839; una idea de raigambre anarquista, en 836ANDUEZA, J. 1935. Las leyes de esterilización, Op. Cit., p. 8. CAMPO PEIRANO, A. 2008. La nación en peligro: el debate médico sobre el aborto en Chile en la década de 1930, Op. Cit., p. 150. 838DEL CAMPO PEIRANO, A. 2008. La nación en peligro: el debate médico sobre el aborto en Chile en la década de 1930, Op. Cit., p. 152. 839DEL CAMPO PEIRANO, Andrea. 2008. La nación en peligro: el debate médico sobre el aborto en Chile en la década de 1930, Op. Cit., p. 157. Sobre la idea de la maternidad consciente y el anarquismo en el contexto argentino, ver LEDESMA, N. La maternidad consciente y voluntaria como estrategia para la emancipación sexual femenina. Cuadernos de Historia de las Ideas, vol. 8, nº 8: 1-19, <http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/cps/index> [consulta: 29 junio 2015]. 837DEL 272 cuyo contexto todos los medios anticonceptivos eran admitidos. La reacción más contundente, aparte de algunas polémicas de prensa, se concretó en la Jornada Católica de Estudios Médicos de la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos840, realizada en Santiago a fines de 1936. Como el sector médico progresista había planteado en un sólo frente cuestiones relativas a la maternidad consciente, el aborto eugénico, la esterilización eugénica y las medidas anticoncepcionales, la respuesta católica vino articulada en una forma similar, llevando hacia un mismo terreno todas aquellas medidas. La Jornada Católica de 1936 fue organizada en tres secciones: la científica, la médico social y la médico moral; siendo esta última la que agrupaba más intervenciones, la mayoría de ellas dedicadas a una argumentación contra la anticoncepción y la esterilización eugénica. Cómo además, la esterilización eugénica, era un problema no menor en las relaciones entre el régimen nazi y el Estado Vaticano, las intervenciones variaban su interlocutor – a veces en forma muy difícil de distinguir -, entre el nazismo y los médicos favorables a la anticoncepción y la esterilización en Chile. El objetivo central de la Jornada era hacer aparecer una opinión católica y científica, frente a lo que sus organizadores consideraban una “desorientada y amorfa opinión médica actual”841. El comentario directo a las cuestiones eugénicas en las Jornadas comenzó con el trabajo “Los Católicos ante el problema científico de la eugenesia”, del Dr. Roberto Barahona. Siguiendo una línea ya bien desarrollada en el contexto italiano a través del pensamiento de Agostino Gemelli, de la biotipología de Nicola Pende y de la encíclica Casti Connubii, Barahona afirmó que en realidad la Iglesia Católica no condenaba al eugenismo “porque sabe muy bien que nada hay de censurable en pretender mejorar la calidad del elemento humano en el mundo” 842, sino 840La Academia de Medicina de la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos (ANEC) fue fundada en 1911 y refundada como Academia de Medicina San Lucas, por Decreto Canónico de fecha 15 de abril de 1940, firmado por el Cardenal José María Caro. Quedó adscrita a la Junta Arquidiocesana. 841MONTERO, E. 1938. Introducción. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 3-6, p. 4. 842BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 85-200, p. 188 273 específicamente “algunos de los procedimientos propuestos o llevados a la práctica, cuando ellos vulneraban principios inamovibles de la moral o de la religión”843. Para Barahona, Iglesia y Eugenesia eran en realidad fuerzas coincidentes, ya que consideraba que: la iglesia es la mejor ayuda de la Eugenesia, por cuanto, al defender la institución familiar, al velar por los derechos económicos sociales de las clases desvalidas y al consagrar la actividad de muchos de sus mejores hombres a la educación sana de la juventud, hace Eugenesia verdadera, sólida, desinteresada844 Así, la visión de una iglesia anti eugénica era consideraba por Barahona como una “mala fe” de “nuestros leaders eugenistas”845. Coincidiendo con la agenda pronatalista del fascismo, señalaba que en realidad la Iglesia condenaba “todo procedimiento que lleve a una limitación voluntaria y artificial de la natalidad” 846y pasaba a enumerar una serie de argumentos científicos a favor de las familias numerosas, señalando que eran la condición del surgimiento de genios y favorecían la longevidad, entre otros. La limitación del número de hijos en las clases modestas, podía afectar además las fuerzas dinámicas de la sociedad y traer: una disminución de las reservas vitales de la sociedad y su ruina fatal. Este es un punto sobre el cual conviene llamar la atención: las sociedades se renuevan constantemente y lo hacen a expensas de las clases modestas: Mario y Cicerón, Miguel Ángel y Los Medicis, Lincoln y Mussolini, no han sido excepciones, sino sólo representantes máximos de un proceso que se viene realizando día a día desde la noche de los tiempos847 Barahona resumió su posición a través de una confesión de fe en que aunaba ciencia y dogma: “creo en cambio en la Eugenesia robusta que nace de una nación consciente, patriota y cristiana”, afirmaba, para concluir que “creo, finalmente en la eugenesia del sacerdote, que al trazar el signo de la Cruz en la absolución, levanta 843BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 188. R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 188. 845BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 188. 846BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 192. 847BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 195. 844BARAHONA, 274 a un hombre caído y lanza al mundo un nuevo hijo de Dios 848. Así, para Barahona, eugenesia, medicina y sacerdocio eran coincidentes en sus objetivos. Así como Barahona coincidía con la política pronatalista del fascismo italiano y consideraba a Mussolini un genio surgido de una reserva poblacional; en la misma sección médico-moral, el Dr. Agustín Orriols argumentó contra el aborto, aduciendo entre una multitud de argumentos, las fuertes penas que el código alemán señalaba para aquellos que practicasen manipulaciones en el cuerpo de la embarazada 849. De lo anterior surge un caleidoscópico panorama: los católicos podían estar en contra de la esterilización eugénica y el aborto, al mismo tiempo que podían ser admiradores de Mussolini y de ciertos aspectos de la política nazi. Entre los textos presentados en las Jornadas, el más vociferante tal vez fue el del el Dr. Juan Wilson de Viña del Mar, en el que a través de la discusión de la anticoncepción, se cuelan durísimas afirmaciones antisemitas y un llamado al exterminio del adversario moral e intelectual. Para Wilson había un pueblo “que rige el comunismo, es el que consagra a sus secuaces en la obscuridad de la noche como si fueran murciélagos, el que hace gritar a cierta prensa pagada, de socialización, de ciencias, etc.”850, en clara referencia al pueblo judío. Aquellos que creían en la estrategia perversa del sentimentalismo judío, debían perecer: “los ingenuos que creen las patrañas ideadas por ellos ¡qué se consuman! ¡qué se exterminen!”851, exigía en su texto. Para Wilson no había contradicción entre ciencia y religión. La Biblia ya había condenado la anticoncepción, por lo que en realidad, según este médico viñamarino, “no hay contradicción entre la religión y la ciencia sincera. Otra vez queda demostrado que sin Dios no hay ciencia”852. Al hacer repaso de las medidas anticoncepcionales disponibles, Wilson mencionó el coitus interruptus, la castración, 848BARAHONA, R. 1938. Los católicos ante el problema científico de la eugenesia, Op. Cit., p. 200. A. 1938. Interrupción del embarazo. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 201-221, p. 205. 850WILSON, J. 1938. De los hijos, fin primario del matrimonio. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 223-238, p. 224. 851WILSON, J. 1938. De los hijos, fin primario del matrimonio, Op. Cit., p. 224. 852WILSON, J. 1938. De los hijos, fin primario del matrimonio, Op. Cit., p. 238. 849ORRIOLS, 275 el condón y la esterilización por vía quirúrgica, que en “uso en algunos países hoy en día con el propósito de esterilizar a los criminales se discute bajo otro punto de vista, que es el de la herencia, y que por el momento a nosotros no nos concierne”853.Tan sólo un año después de la realización de las Jornadas, Wilson fue parte de la visita de un contingente médico en una visita a Alemania, organizada por la Academia Médica Germano Íbero Americana, que dependía del Instituto Iberoamericano de Berlín854y la casa Bayer. Wilson, previamente seleccionado por su afinidad con las ideas fascistas para este viaje, declaró a su regreso que “Es el error más grande creer que Hitler es un sátrapa”855 y que “en Italia pude apreciar la organización maravillosa de este país bajo el régimen fascista de Mussolini”856. Los beneficios del nazismo y el fascismo le parecían evidentes. Los argumentos científicos que se aducían en las Jornadas en contra de los métodos anticonceptivos, se mezclaban con advertencias sobre el mal a que se exponía la mujer que los usaba. En general, en los trabajos presentados a las jornadas, la anticoncepción tenía como consecuencia la enfermedad y la anormalidad. Como indicaba Eduardo Keymer en su intervención, “toda mujer casada que se entrega habitualmente a las maniobras preventivas, se convierte, fisiológicamente hablando, en una anormal que puede ser castigada en su salud física, y sobre todo en su equilibrio nervioso-endocrino-simpático”857. El orador más importante de las Jornadas fue el presbítero y médico, dr. Carlos Hamilton, que era el asesor eclesiástico de la Academia de Medicina de la ANEC. Hamilton intervino con tres conferencias en las que trató la esterilización eugénica, el método Ogino de contracepción y el aborto. Fue también el orador principal del cierre de las Jornadas. 853WILSON, J. 1938. De los hijos, fin primario del matrimonio, Op. Cit., p. 234 organismo al que el nazismo había encomendado la propaganda del régimen entre los países de lengua castellana 855El Mercurio de Valparaíso, 19-12-1937. 856El Mercurio de Valparaíso, 19-12-1937. 857KEYMER, E. 1938. Uso de anticoncepcionales. Problema económico social. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 239-252, p. 247. 854El 276 Las palabras de Hamilton en las Jornadas parecen las de mayor consistencia ideológica, a pesar de algunas afirmaciones que hoy resultan ominosas, como la de la conveniencia de que siguieran existiendo “tarados”, ya que “Hasta hay utilidad social en que existan algunas personalidades morbosas… (¡para excitar al estudio y la caridad!)”858. En lo fundamental, Hamilton seguía con rigor la doctrina de Pio XI en la encíclica Casti Connubii de 1930, que condenaba la esterilización eugénica, pero que rescataba el valor intrínseco de una eugenesia verdadera, en la que podían confluir ciencia y religión, sin contradicciones, como ya analizamos. La posición de Hamilton se acopla, en este sentido, en forma fluida con las definiciones que se han hecho en torno a la idea de una “eugenesia latina”, en la que predomina el pensamiento católico. Para Hamilton, “la doctrina católica tiene de su parte la moral, la sociología, la medicina y el sentido común; ella salvaguarda juntamente la dignidad humana y el porvenir moral y hasta físico de la raza”859 y señalaba que “la palabra de la verdad científica coopera con la inmutable voz de la verdad divina”860. Así, la pugna entre ciencia y fe le veía el presbítero como una “añeja mentira"861 y, en su visión, se volvía posible que sacerdote y médico fueran parte de una misma y única gesta de fe, en que el ejercicio de la medicina sería “sacerdocio de caridad”862. Asimismo, para Hamilton, los sacramentos manifestaban una terapéutica superior, sobretodo la “la divina psicoterapia del sacramento de la Confesión”863. Ciencia eugénica y catolicismo no sólo podían convivir, sino que era fuerzas afines y coincidentes. 858HAMILTON, J. 1938. El problema de la esterilización eugénica. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 253-287, p. 274. 859HAMILTON, J. 1938. El problema de la esterilización eugénica., Op. Cit., p. 286. 860HAMILTON, J. 1938. La continencia periódica en el matrimonio según el método del Dr. Ogino y la solución cristiana al problema de los hijos. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 289-320, p. 292. 861HAMILTON, J. 1938. La continencia periódica en el matrimonio según el método del Dr. Ogino y la solución cristiana al problema de los hijos, Op. Cit., p. 292. 862HAMILTON, J. Discurso del asesor eclesiástico. Jornada Católica de Estudios Médicos. Santiago de Chile, Academia de Medicina de la ANEC, pp. 391-399, p. 395. 863HAMILTON, J. Discurso del asesor eclesiástico, Op. Cit., 396. 277 4.7 El debate eugénico en la Revista de Ciencias Penales En 1935 surgió un nuevo e importante espacio de difusión y discusión para las ideas eugénicas, con un significativo acento en el debate de la esterilización eugénica. En Septiembre de 1934, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile acordó la creación de un Seminario de Derecho Penal y Medicina Legal, iniciativa académica que, como ha señalado la historiadora Silvana Veẗ, estaba orientada a “la investigación de las características de la delincuencia y los delincuentes nacionales, y para servir de lugar de encuentro a iniciativas que se desarrollaran en el país en torno a dichas temáticas”864. El Seminario de Derecho Penal y Medicina Legal de la Universidad de Chile, en conjunto con la Dirección General de Prisiones, dieron impulso y realidad al anhelo de publicar una revista exclusivamente dedicada a las ciencias y disciplinas cuyo objeto era el hecho criminal. Así nació la Revista de Ciencias Penales, cuyo primer número apareció en Marzo de 1935, bajo la dirección de Abraham Drapkin. La presentación de la revista resulta inmediatamente reveladora del clima de ideas en el que se movería la publicación. Para Drapkin, la Dirección General de Prisiones tenía a su cargo “esos inmensos laboratorios humanos que constituyen los penales”865 en los que la sociedad ubicaba a “esos sub-hombres que exige sean reintegrados con plena capacitación para la vida social o definitivamente segregados del grupo que sufre sus actividades nocivas, si no admiten redención”866. En coherencia con la idea de que los reos conformaban un sub grupo de la especie humana, una sub especie que debía ser controlada científicamente, la revista dio un espacio importante a la ciencia de la selección y criba de la especie 864VETÖ, S. 2015. Psicoanálisis y eugenesia en el campo criminológico chileno de la década de 1930 y 1940. Indagaciones a partir de algunos escritos del juez de Menores Samuel Gajardo. En: LEYTON, C.; PALACIOS, C. y SÁNCHEZ, M. (eds.). Bulevar de los pobres. Racismo científico, higiene y eugenesia en Chile e Iberoamérica siglos XIX y XX. Santiago, Ocho Libros, pp. 163-193. Aunque el artículo de Vetö trata con detalle la obra del juez Samuel Gajardo en el contexto de la recepción del psicoanálisis, ofrece también interesantes datos de contexto sobre el campo criminológico chileno en la década de 1930 [en prensa]: 865DRAPKIN, A. 1935. Presentación. Revista de Ciencias Penales. Año I (1):I. 866DRAPKIN, A. 1935. Presentación, Op. Cit., p. I. 278 humana. Entre otros intervinientes, fue en la Revista de Ciencias Penales que comenzaron a expresar sus puntos de vista eugénicos los médicos Eduardo Brücher Encina y Luis Cubillos, quienes tendrían un papel de importancia en la discusión de la esterilización eugénica posterior. En ese primer número de la revista apareció un trabajo de Brücher con el expresivo título “Un nuevo método de defensa social: la esterilización”867. Proyectando sobre el horizonte de las culturas de la antigüedad la moderna idea de la defensa social, Brücher, describía que “desde los tiempos más remotos y en las legislaciones más antiguas se encuentran, siempre, preceptos de defensa social contra los anormales, especialmente contra los anormales físicos”868 y, como era canónico en la tradición eugénica más radical, en la época actual “por conceptos individualistas y falsamente humanitarios, se permiten cruzamientos ciegos, con producción de toda clase de degenerados y anormales, sin adoptar los adecuados medios de defensa social”869; situación que en “una formidable reacción en los países más cultos”870, había cambiado para “autorizar al Estado, en pro de la defensa social, no sólo para aislar al elemento indeseable y nocivo, sino aún, para privarlo de su descendencia”871. Para Brücher la esterilización se encontraba en la cúspide de una larga evolución y progreso en las prácticas de la defensa social, cuyos escalones habían sido el aislamiento de anormales, el tratamiento obligatorio de las enfermedades de trascendencia social, la protección al matrimonio joven y sano, la protección a la 867BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Revista de Ciencias Penales. Año I (1):34-40. 868BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 34. Como en otros textos que comentaban la esterilización eugénica y las medidas más radicales del movimiento eugénico, Brücher hizo en su artículo una conexión con los códigos de la antigüedad, mencionando explícitamente el Levítico de Moisés, el Código de Manu, el Zend Avesta, las prácticas infanticidas espartanas y algunas ideas y relatos de Plutarco, como el de que los hombres facilitaban sus mujeres a los vencedores de las Olimpiadas. 869BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 34. 870BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 34. 871BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 34. 279 madre y el niño, el aborto, la castración y, finalmente, como la medida más científica y avanzada, la esterilización872. Tras explicar los procedimientos quirúrgicos involucrados, Brücher presentó un catálogo de causas por las que se podía proceder a la esterilización: salvación de la vida, sanción penal, motivo social-humanitario, motivo higiénico-racial, razones económicas y, finalmente, una razón que despreciaba, la conservación de la belleza física en la mujer. La justificación eugénica o como la llama Brücher el motivo higiénico-racial, tenía claramente como objetivo, según el médico chileno, “ir mejorando la raza y liberándola de anormales”873. Para Brücher, esta causa, lamentablemente, había servido de argumento a muchos opositores de la esterilización. La cuestiones hereditarias por si mismas no le parecían a Brücher tan significativas, pero si se presentaban junto a otros factores, como la falta de responsabilidad en la paternidad, le parecía que si justificaban plenamente la esterilización874. Frente al panorama de la natalidad incontrolada Brücher desestimaba el valor de la esterilización, toda vez que existían otros métodos anticoncepcionales disponibles875. El texto de Brücher terminaba presentando un estudio de legislación comparada, cuya introducción resulta significativa, ya que en ella se volvía sobre la categoría del sub hombre. Según Brücher las legislaciones eugénicas de diferentes naciones del orbe actuaban en “en sub hombres en general, físicos y psíquicos que, dada su facilidad de reproducción, inmensamente superior al de los tipos intelectuales y otros grupos cultos, amenazan producir el dominio del sub hombre”876. El repaso legislativo de Brücher incluía a Estados Unidos y Alemania como ejemplos particularmente exitosos y modelos a seguir. Sobre Alemania, Brücher 872BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 35. E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 35. 874BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 36. Concretamente Brücher llamaba a esto la mancomunión de las taras con la falta de responsabilidad paternal. 875BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 36. 876BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 37. 873BRÜCHER, 280 expuso el caso con información actualizada y con pleno convencimiento respecto del aspecto racial de la medida, señalando que “el régimen nacista actual ha dictado la Ley de Esterilización, por motivos higiénico raciales”877, junto a las consideraciones económicas y el deseo de “purificar la raza germana aria, hasta dejarla sin mancha de degeneración”878. En este contexto no dudo en citar a Hitler, para señalar que dejar sin descendencia a un defectuoso “significa el acto más humano de la civilización; con ello se impide que nazcan millones de degenerados”879 y que “existe una gran cantidad de seres de poco valer, con los que es preciso terminar, para que no llegue el momento en que arrasen con la civilización”880. La cifra necesaria de esterilizados en Alemania la estimó, en una primera etapa, en un millón de personas. En todo caso, introduciendo un leve matiz, Brücher lamentaba que las exageraciones de la ley nazi facilitaran la crítica; exageraciones que reconocía reales, como en el caso de “una chilena, hija de alemanes y casada con un alemán, [que] antes de poder entrar a Alemania y poder tener hijos alemanes, tuvo que probar que no había indios en su ascendencia”881. Las críticas a la esterilización Brücher las estimaba limitadas a los católicos, los moralistas y los individualistas; y, por lo demás, desedeñables, ya que la medida se aplicaba en aquellos casos en que ya no era posible la acción educativa que, en general, era la que proponía la Iglesia Católica. Las palabras del Pío XI en la encíclica Casti Connubii le parecían simple y desdeñosamente objeto de “curiosidad”882. La conclusión final del Dr. Brücher era que la esterilización debía implantarse en el país tanto por los motivos que llamó social-humanitarios como por los higiénicoraciales: por cuanto los anormales y delincuentes degenerados existen, no tienen el sentido de la responsabilidad para con su descendencia, son una carga para la familia, una carga peligrosa y pesada para la sociedad que los 877BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 38. E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 38. 879BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 38. 880BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 38 881BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 39. 882BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 39. 878BRÜCHER, 281 mantiene a costa del trabajo de los hombres útiles y sanos, y son una amenaza para la humanidad, por el predominio del sub hombre que avanza por el cruce ciego de nuestra raza, dada la poca natalidad de las clases superiores y que puedan arrasar con nuestra civilización, tan penosamente adquirida883 En este verdadero compendio de las ideas eugénicas más duras y racistas, importa destacar que si en 1892 la idea del “sub-hombre” en el texto del Dr. Luis Vergara Flores estaba en el contexto de la degeneración y podía ser usada para describir a los grupos sociales más golpeados y desfavorecidos por la corriente de industrialización y modernidad, para la fecha en que escribe Brücher (1935) resulta una categoría validada en el contexto de la ideología nazi, que dividía el mundo básicamente entre la raza creadora de cultura, los sub-hombres (degenerados, eslavos, polacos, latinos, amarillos, que se asimilaban a los animales de carga) y, finalmente, el doble asimétrico de la raza creadora de cultura, el parásito judío 884. Las prisiones e instituciones de encierros manicomial, como se comentó al inicio de este capítulo, habían sido el campo de experimentación para los procedimientos quirúrgicos de castración y esterilización entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, mucho antes de que se impusiera la necesidad de regular su legalidad u obligatoriedad. Por el efecto dramáticamente presentado a través de los casos clásicos de la literatura eugénica, como los Jukes y los kallikaks, el control de la sexualidad y la fecundidad de los criminales y débiles mentales se imponía como un deber ineludible de civilización. Esto constituía, en todo caso, la otra punta del arco eugénico en materia de sexualidad, ya que las primeras relaciones de la eugenesia con la sexualidad se habían dado en el seno del socialismo inglés, favoreciendo las tendencias del radicalismo sexual libertario885. 883BRÜCHER, E. 1935. Un nuevo método de defensa social: la esterilización. Op. Cit., p. 40. textos que he tomado como referencia para el problema del anti semitismo son los ya citados de Carl Amery y Philippe Burrin 885Como señala Daniel Kevles, “el radicalismo sexual se combinó a menudo en Inglaterra con las tendencias socialistas fabianas y produjo, típicamente, las ideas eugenésicas de George Bernard Shaw y Havelock Ellis”, KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía? Una polémica que dura cien años. Barcelona, Planeta, p. 26 884Los 282 En Chile, en la década de 1930, la cuestión de la conducta sexual de los reos y otros tipos de los llamados anormales se analizó en un contexto disciplinario y preventivo, que estaba dispuesto a reconocer y favorecer, bajo el control de la ciencia y la disciplina de las instituciones del Estado un lugar a la actividad sexual de los encerrados. Dado el contexto de exploración, difusión y apropiación de la endocrinología y del psicoanálisis en Chile en la década de 1930, en que se puso tanto énfasis en cuestiones sexuales, resulta comprensible que la actividad sexual de los presidiarios y débiles mentales se convirtiera en un nuevo espacio de discusión eugénica en Chile en esta década. Los eugenistas chilenos replicaban, en ese sentido, el pensamiento eugénico imperante desde 1920 en adelante aproximadamente, que tendía a “clasificar como depravadas casi todas las manifestaciones sexuales que salvaban las fronteras de los ámbitos burgueses preponderantes”886. La verdadera obsesión por la sexualidad desbordante de criminal y del anormal que puede verse en los debates alrededor de la esterilización, han llevado a plantear en algunos contextos, la idea de que este debate comprende dentro de sus dinámicas una proyección de los conflictos sexuales y emocionales no resueltos del grupo que debate el asunto, que estaba mayoritariamente formado por hombres profesionales de clase media, católicos y de ascendencia europea en el caso chileno. En palabras de Kevles, referidas a los profesionales eugénicos protestantes y de clase media en Estados Unidos, pero que aplican bastante bien para el caso chileno, “la insistencia en lo erótico, la denuncia del feminismo y la ofensa genital, implícita en la esterilización, sugieren que la corriente eugenésica principal obedecía, en parte, al impulso psíquico de una inquietud sexual reprimida”887. La vida sexual del encarcelado fue objeto de un extenso artículo publicado en el segundo número la revista de Ciencias Penales por parte del Director de la Dirección General de Prisiones, el abogado Manuel Jara Cristi (1895-1953); cuya opinión en este sentido puede verse como la doctrina oficial del Estado. El Director 886KEVLES, 887KEVLES, D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía?, Op. Cit., p. 95. D. 1986. La eugenesia ¿ciencia o utopía?, Op. Cit., p. 95. 283 relata que ha “ido adquiriendo la certeza de que la abstinencia sexual no debe perdurar”888. Jara Cristi basaba su convicción tanto en el negativo efecto para la salud del reo por la abstinencia sexual, como a que ella propiciaba el florecimiento de la conducta homosexual, que se resistía a la más acuciosa vigilancia. Obrando como Director General de Prisiones Jara reglamentó y favoreció la vida sexual del reo, siempre que esta se diera en el contexto matrimonial y con claras prevenciones eugénicas; es decir, que, en sus palabras, podían tener relaciones sexuales con sus esposas legítimas los reos que no presentasen “vicios orgánicos, taras o estigmas trasmisibles a su descendencia”889, precisando un poco más adelante que había cuidado personalmente que “el trato sexual se realice entre personas de cuerpo sano y mente sana, ajenas a enfermedades, taras, vicios orgánicos o estigmas trasmisibles. Precisamente, dentro de la reglamentación he establecido como requisito previo al otorgamiento de la franquicia, el examen médico y psicológico” 890. Sin embargo, a pesar de estos preventivos de clara orientación eugénica, para el Director había otros casos que sólo podrían ser considerados “acudiendo a la esterilización”891, procedimiento que según aclaraba “evita la procreación de sujetos gravemente tarados, imbéciles, idiotas, cretinos epilépticos, degenerados, criminales y mentales, etc.”892. El procedimiento quirúrgico implicado lo presentaba el Director General de Prisiones, en el caso del hombre, asimilable a “la extracción de una pieza dentaria”893; mientras que en el caso de la mujer, pensaba, que se podía alternar la cirugía con la esterilización por radiación, aunque esta última le parecía un procedimiento que debía ejecutarse con cautela por su efecto en las secreciones internas. En resumen, la autoridad máxima del sistema carcelario chileno en este período pensaba que “la esterilización, implantada en la forma y términos anotados, 888JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización. Revista Ciencias Penales. Revista de Ciencias Penales. Año I (2):111-117, p. 111. 889JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 113. 890JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 113. 891JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 114. 892JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 114. 893JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 114. 284 aportaría a la acción de las autoridades penitenciarias un elemento de inapreciable valor, orientándolas hacia el camino que las doctrinas de la defensa social han ido poco a poco señalando”894. La seriedad y coherencia de los planteamientos del Director General de Prisiones quedaba refrendada la final del artículo por un Reglamento para las visitas conyugales de los penados que incluía instrucciones específicas para que “los penados esterilizados natural o quirúrgicamente, definitiva o temporalmente, quedarán habilitados para recibir, conforme al Reglamento, la visita de sus mujeres, las que se realizarán en locales independientes y con la debida reserva”895. 4.7.1 La posición del Dr. Luis Cubillos ¿Una disidencia? Si bien puede apreciarse una posición bien definida y con mucho apoyo a favor de la esterilización eugénica de los reos, es posible identificar algunos actores que presentan posiciones con ciertos matices, que en todo caso no pueden presentarse como posiciones opuestas a las bases de los razonamientos eugénicos, sino que tan sólo como muestras de un grado de matiz respecto de su aplicación. En este sentido, el dr. Luis Cubillos, presentaba una posición en contra de la esterilización eugénica obligatoria y a favor de su voluntariedad; pero sus argumentos e ideas eran de un determinismo biológico no menos vociferante que el de Brücher. Por ejemplo, Cubillos pensaba que “el estudio del delincuente es ante todo un problema biológico”896 y que no había duda que dada la importancia del factor herencia “se comprenderá que de padres tarados, alcohólicos, sifilíticos y toxicómanos en general pueden dar una nutrida falange de delincuentes” 897. En resumen, Cubillos planteaba la solución esterilizadora con el matiz de la voluntariedad, pero el fundamento de su aproximación al fenómeno criminal y a la 894JARA, M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 115. M. 1935. Abstinencia y esterilización, Op. Cit., p. 117. 896CUBILLOS, L. 1935. Delincuencia: problema biológico-social y legal. Año I, (2): 146-153, p. 148. 897CUBILLOS, L. 1935. Delincuencia: problema biológico-social y legal, Op. Cit., p. 148. 895JARA, 285 defensa social contra los delincuentes tenía los mismos fundamentos deterministas biológicos. El optimismo y la fe en la biología y en la dilucidación de los misterios de la herencia, fundamentaban una visión utópica en el Dr. Cubillos: “el día en que la biología por su intermedio (la herencia), pueda dar nomas claras y precisas, el horizonte de la vida fundamentada sobre bases científicas se habrá iluminado de una nueva fuente de felicidad”898; al mismo tiempo que estaba consciente de que se trataba de una utopía para el futuro ya que admitía que: las prácticas eugenésicas tienen, sin duda, sus aplicaciones bien determinadas, pero pensar en ellas como en una verdadera panacea, nos parece una aberración. Las leyes de la herencia no están lo suficientemente aclaradas en el sentido de la invariabilidad de la trasmisión de los caracteres morbosos, ya sean orgánicos o psíquicos, para poder sentar cláusulas y dictaminar en forma científica en el aspecto legal o jurídico 899 Sin embargo, todas estas prevenciones y matices contrarios a la esterilización eugénica por parte del Dr. Cubillos, no la excluían totalmente ya que ciertas circunstancias podían volverla, en definitiva, admisible, como terminó por concluir el médico: “la esterilización puede llegar a justificarse como medida extrema y sobre todo después de haberse agotado todo otro método de defensa social, y que se haya evidenciado en forma clara y precisa de que la descendencia nacerá también anormal”900. Otros interlocutores comentados o publicados en la Revista de Ciencias Penales seguirían insistiendo en la esterilización como parte de las estrategias admisibles y recomendables para precaverse contra la herencia degenerada de los criminales, 898CUBILLOS, L. 1935. Delincuencia: problema biológico-social y legal, Op. Cit., p. 150. L. 1935. Delincuencia: problema biológico-social y legal, Revista de Ciencias Penales, Año I, (4): 488-497, p. 489. 900CUBILLOS, L. 1935. Delincuencia: problema biológico-social y legal, Revista de Ciencias Penales, Año I, (4): 488-497, p. 491 899CUBILLOS, 286 como es el caso del juez de la Corte de Apelaciones de Valdivia Guillermo Toledo Rodríguez901 y del criminólogo peruano Julio Altmann902. Que la esterilización eugénica estaba en los intereses primordiales de la Revista de Ciencias Penales y las instituciones que la supervisaban (la Dirección General de Prisiones y el Seminario de Medicina Legal de la Universidad de Chile), resulta confirmado por la publicación en 1936 del texto legal por el que el régimen nacionalsocialista alemán daba estatus legal a la obligatoriedad de la esterilización compulsiva en los casos calificados por la misma ley903 y por la atención deparada a las palabras de las altas autoridades nazis al respecto904. 4.8 Un proyecto de ley. Salvador Allende, Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. Como puede constatarse hasta aquí, la discusión y el debate en torno a la esterilización eugénica en Chile se remonta los inicios de la década de 1930. Los actores involucrados en esta discusión fueron figuras de trascendencia institucional y académica, como Juan Noé, Waldemar Coutts, Manuel Jara, Luis Cubillos, Juan Andueza, Roberto Barahona, Carlos Hamilton, como ejemplos del conjunto de intervinientes que pugnaban a favor y en contra de la medida. En esta perspectiva, que un médico formado en la Universidad de Chile, fundador del Partido Socialista y jefe de la campaña presidencial del Frente Popular en la región de Valparaíso, tuviera ideas que se relacionaban con la “defensa de la raza” hacia 1939, resulta de innegable interés, pero no puede verse como una cuestión extraña al ambiente 901FONTECILLA, R. 1935. El problema sexual de los penados de Guillermo Toledo Rodríguez. Revista Ciencias Penales. Año I (3): 292-295. 902ALTMANN, J. 1936. Eugenesia y Criminalidad. Revista de Ciencias Penales, Año II (9); En: PALACIOS, C. y LEYTON, C. 2014. Industria del delito. Santiago de Chile, Ocho Libros, pp. 78-82. 903LEY DEL 14 DE JULIO DE 1933 PARA PRECAVER UNA DESCENDENCIA CON TARAS HEREDITARIAS. 1936. Revista de Ciencias Penales. Año II, (6-7): 138-141. 904INTERNATIONALESKONGRES FUR BEVOLKEREUNGSWISSENSCHAFT FEIERLICHE EROFFNUNGSSITZUNG. REICHSDRUCKEREI, BERLÍN, 1935. 1936 Revista de Ciencias Penales. Año II, (6-7): 171. La reseña de este congreso presta especial atención a las palabras del Ministro del Interior nazi Wilhelm Frick sobre esterilización y castración. 287 político, médico y científico que eran hegemónicos en ese momento. Tampoco corresponde juzgar este periodo exclusivamente en base a los acuerdos morales y humanitarios surgidos tras el derrumbe nazi en 1945. Así, la falsa polémica levantada por el investigador Víctor Farías en torno a la figura de Salvador Allende905, diluye algunos de sus aspectos más estridentes en un conocimiento histórico más profundo906. Por otra parte, la faceta eugénica del programa de acción de Salvador Allende como Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social en 1939 resulta indesmentible. Lo que resulta vociferante y falso a la luz de lo que documenta esta trabajo es que estas medidas fueran en ese momento “rechazadas unánimemente por la opinión pública internacional y que, característicamente, sólo se llevaban a cabo en la Alemania nazi desde julio de 1933”907. Aunque está fuera de los objetivos de esta tesis dilucidar por completo esta polémica o establecer un análisis profundo del pensamiento médico social de Salvador Allende, una historia de la esterilización eugénica en Chile tiene uno de sus puntos obligados en el texto que escribiera con máxima celeridad como parte de su diagnóstico al asumir el Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. En Marzo de 1937 Salvador Allende fue elegido diputado por Quillota y Valparaíso. Dejó la diputación arduamente conseguida para asumir como Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social el 28 de Septiembre de 1939, en sustitución de Miguel Etchebarne Riol; con un intermedio, finalizó su gestión en este ministerio el 2 de Abril de 1942908. 905Nos referimos a la obra de Víctor Farías. Santiago de Chile, Editorial Maye. escribió Bordieu “basta con tener un poco de cultura histórica para conocer la propensión de los pequeños intelectuales a instaurarse como justicieros” BOURDIEU, P. 2005.Las condiciones sociales de la circulación de las ideas. En: Intelectuales, política y poder. Buenos Aires, Eudeba, p. 166. 907FARÍAS, V. 2005. Salvador Allende Antisemitismo y Eutanasia, Op. Cit., p.25. 908Ver la introducción de Alejandro Jiménez a la edición de TADECH de Realidad Médico-Social de Salvador Allende. ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena. Santiago de Chile, Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. Edición TADECH con introducción y notas de Alejandro Jiménez. 906Como 288 Según Alejandro Jiménez, el texto en que Allende estableció las bases y líneas de su acción ministerial puede verse como “la máxima prueba documental que se pueda tener de la significativa trascendencia social que para Salvador Allende reviste el nuevo gobierno y su compromiso con esta gestión”909 y como su exposición pública del estado sanitario del país para justificar su acción posterior como Ministro. Otras perspectivas han visto en “Realidad Médico Social Chilena” una visión total del proyecto político social frentepopulista, constituyendo un reflejo del “proyecto global del Frente Popular: mejorar las condiciones de vida de los chilenos más menesterosos, incorporarlos a la vida ciudadana, e impulsar el desarrollo económico del país en estrecha relación con sectores populares organizados”910. En general, el texto se enmarca en la tradición de la defensa y mejoramiento de la raza, discurso cuyos elementos eran canónicos de la política chilena de todo el espectro político desde 1925. Para Allende esa defensa era necesaria por motivos históricos y económicos; pero agregaba a ello el legítimo derecho de las clases menos privilegiadas al “goce de la vida”. Como lo explicó puntualmente en su libro, la defensa de la raza estaba justificada por distintos objetivos devolver a la raza, al pueblo trabajador, su vitalidad física, sus cualidades de virilidad y de salud que ayer fueran su característica sobresaliente; readquirir la capacidad fisiológica de pueblo fuerte, recobrar su inmunidad a las epidemias; todo lo cual habrá de permitir una mayor rendimiento en la producción nacional a la vez que una mejor disposición de ánimo para vivir y preciar la vida911 En el curso de su diagnóstico médico social, Allende se decantó en múltiples ocasiones y temas por un enfoque en el que priman las cuestiones ambientales y económico sociales, planteando un encuadre integral en los problemas de la 909JIMÉNEZ, A. 1999. Introducción. En: ALLENDE, S. Realidad Médico Social Chilena. Edición Tadech, pp. 7-35, p. 20 910ROSENBLATT, K. 1995. Por un hogar bien constituido. El Estado y su política familiar en los Frentes Populares. En: GODOY, L., HUTCHINSON, E., ROSEMBLATT, J. Y ZÁRATE, M. Disciplina y desacato. Construcción de identidad en Chile, siglos XIX y XX. Santiago de Chile, Ediciones SurCedem, pp. 181-222, p. 181. 911ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 39. 289 atención sanitaria del pueblo, al que quería ver fuerte y sano, y así lograr lo que llamó “la rehabilitación de nuestra raza”912. El enfoque sanitario allendista en este periodo es bastante complejo, ya que introduce con mayor fuerza que ninguno de sus antecesores la importancia del factor económico social y el deseo de llevar a los y las chilenas en general a un estado de dignidad y salud. Sin embargo, este objetivo lo transmitía hacia fines de la década de 1930 en los mismos términos de la tradición del diagnóstico médico de la sociedad que había comenzado en 1888 con Orrego Luco. Así, para Allende la mortalidad era un desafío, el poblamiento acelerado un anhelo, las enfermedades venéreas debían ser perseguidas judicialmente y la raza era un factor esencial a tener en cuenta. Allende, como una mayoría abrumadora de los médicos, abogados, educadores y profesores chilenos de este periodo pensaba que las razas existían y que un objetivo digno y progresista era el de “la defensa de la raza”; una idea que el presidente del gobierno, Pedro Aguirre Cerda se había encargado de recalcar desde el primer momento de su mandato. Lo que es imposible imputarle a Allende, más allá de las disquisiciones que ha levantado su memoria de grado en Medicina, Higiene Mental y Delincuencia, de 1933, es que asumiera una organización jerárquica y cualitativa de ellas. En resumen, la necesidad de “sanear el país”, en el pensamiento allendista del período del primer gobierno radical en Chile, es un mensaje a favor de las clases desfavorecidas, pero enunciado en los términos que eran los habituales del pensamiento médico de su época; es decir, en la forma de un pensamiento racista, como muestra el siguiente texto de Allende, en que el acento en la raza entronca con el objetivo de dignificar a las masas: “es menester que se ponga a prueba la vitalidad del organismo nacional y la capacidad de las masas populares, con el fin de reivindicar las cualidades de la raza y el derecho a vivir como pueblo culto”913. En algunos pasajes del texto de Allende es posible identificar algunos de los tópicos clásicos de la eugenesia, como el valor productivo de la población y el deseo de mejorarla: 912ALLENDE, 913ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 39. S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 229. 290 el capital humano, que es la base fundamental de la prosperidad económica de un país, ha sido subestimado y ha sido abandonado a su propia suerte. Ahí radica principalmente la causa de que nuestra población haya aumentado tan escasamente, ella debe ser mejorada y acrecentada a base del número y de la calidad de los habitantes autóctonos; su crecimiento progresivo, es la condición primera de la prosperidad de un país, y resulta del estado de salud y cultura de sus componentes914 Sin embargo, esta coincidencia con el pensamiento eugénico en términos discursivos por parte de Allende, termina justo ahí donde los defensores de la eugenesia filo fascistas y conservadores comenzaban a culpar al criminal y al poco apto por su falta de moral, de buenas costumbres, por su mal linaje heredado, y se dedicaban con fruición a darle nombre a los defectuosos como débiles mentales, inaptos, fardos pesados, asociales y un largo etcétera. Términos que es imposible encontrar en el lenguaje de Allende. Sin embargo, es el mismo Allende el que se inserta a si mismo en un pensamiento eugénico, al proponer dentro de su “trípode legislativo”, las que llamó “medidas eugenésicas negativas”915; consistentes en la punición legal del contagio venéreo, el tratamiento obligatorio de los toxicómanos y la esterilización de los alienados, junto a otras medidas que también llamo como de “eugenesia positiva” 916, consistentes en el pago de un salario prenatal a la embarazada, el aumento del salario en proporción al número de integrantes de una familia, el impuesto a los solteros y un aporte de capital para los recién casados. Este conjunto de medidas legales de orientación eugénica, aparece al final del extenso trabajo y con un carácter más bien operativo. Allende insiste en que tales medidas “podríamos llamarlas”917 de eugenesia negativa y positiva, afirmando su independencia del proyecto eugénico, pero concediendo tal vez a la comunidad médica, medidas por las que ese grupo venía luchando arduamente desde principio de siglo y que incluían, por ejemplo, la protección a la madre trabajadora que había 914ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 230. S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 248. 916ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 249. 917ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 248-249. 915ALLENDE, 291 defendido el médico y eugenista católico Carlos Mönckeberg, la persecución al contagio venéreo por la que tanto había luchado su maestro Waldemar Coutts, la esterilización que defendía en sus clases el profesor Noé, por nombrar algunos de los antecedentes del pensamiento eugénico que era dominante en la formación médica chilena de aquellos años y del que Allende se hace eco. Realidad Médico Social, más que una obra producto de una larga meditación y análisis es un texto de batalla escrito en tiempo record de unas pocas semanas con el fin de lograr un apoyo amplio a la gestión ministerial. Como le expresó al gremio médico en 1941, Allende estimaba que su único mérito en Realidad Médico Social Chilena había sido poner por escrito y condensar lo que el “gremio médico, a través de sus charlas, discusiones y publicaciones, ha venido planteando desde hace muchos años, o sea, que las condiciones biológicas están regidas por las condiciones de vida, vale decir por el standard de vida de la población”918. Por un lado, entonces, se plantea como un innovador al decantarse sin duda por un enfoque socio económico de la salud popular; por otra, es un vocero del gremio médico, un articulador de las demandas del actor social que tenía en sus manos el destino de la salud pública. Como hemos visto, la eugenesia estaba sin duda entre las preocupaciones de importancia para el gremio médico en el periodo y, dentro de ese campo, la esterilización de alienados, criminales y otros sectores que se consideraban peligrosos para la supervivencia del colectivo, era un tema muy activo desde inicios de la década de 1930919. Por otra parte, la eugenesia se presentaba como una tecnología social de vanguardia y, frente al duro panorama sanitario chileno, el mismo Allende había señalado que “la higiene social, la salubridad pública, la medicina, no admiten transacciones”920. 918CONVENCIÓN DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA DE CHILE Celebrada en Santiago los días 1 al 3 de Noviembre de 1940. Sesión inaugural. 1940. Revista AMECH. Vol 1 (16): 6-9, p. 6. 919A todos los ejemplos que abundan en este trabajo sobre la presencia de la eugenesia y la esterilización como preocupación médica de importancia generalizada en este periodo podemos sumar una convocatoria especialmente radical hecha al Congreso Panamericano de Medicina Social que se celebraría en Chile en 1938. Entre los 17 temas propuestos el asignado con el número 6 era el de Esterilización y eutanasia. CONGRESO PANAMERICANO DE MEDICINA SOCIAL. 1937. Revista AMECH 1(2): 41. 920ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 229. 292 Allende, por lo demás, dejó establecido que alguna de las medidas eugénicas que estaba integrando a su programa de acción ministerial ya estaban en curso desde antes de su llegada al cargo. A la indicación de establecer leyes que penaran el contagio venéreo y el tratamiento obligatorio de los toxicómanos agregó una indicación a continuación de ambas menciones: “mensaje en la Cámara de Diputados”921, indicando claramente que estas eran medidas puestas en marcha por el Gobierno antes de su llegada al Ministerio. La persecución del delito de contagio venéreo y el certificado prenupcial, las siguió impulsando durante todo su ministerio. Respecto de la esterilización de los alienados Allende señaló en Realidad Médico Social Chilena que esta medida se encontraba en estudio “en estudio en la sociedad de Neuro-Psiquiatría”922. Según señala el estudio iconoclasta de Víctor Farías, la redacción de un proyecto de esterilización eugénica fue indicada por el Ministro Allende a una comisión. Según Farías: El Ministro de Salubridad Salvador Allende confió la elaboración e implementación del proyecto de Esterilización de Alienados Mentales a científicos abiertamente racistas como el Dr. Eduardo Brücher, asociado éste a su vez con el Dr. Hans Betzhold, la mayor autoridad sobre Eugenesia en Chile y un ferviente partidario de la Eutanasia nazi conformando en los hechos un cuadro científico-político alucinante923 Como hemos insistido, la eugenesia y la esterilización podían encontrarse por derecho propio en el recuento de preocupaciones médicas de la salud pública chilena. Por otra parte, desde 1935 por lo menos, el Dr. Brücher era un partidario de la esterilización eugénica, apoyándola en forma activa, en todas las instancias institucionales a las que pertenecía. En la edición de 1942 de su libro Eugenesia, Hans Betzhold menciona la existencia de dicha comisión, indicando que: Ahora, en 1940, se abre en Chile la idea de implantar una legislación que contemple la esterilización de elementos patológicamente asociables. Esta feliz iniciativa se debe al Ministro de Salubridad Nacional, Dr. Salvador Allende, quien ha designado una Comisión para que elabore un Proyecto de Ley De Esterilización924 921ALLENDE, S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 248. S. 1939. Realidad Médico Social Chilena, Op. Cit., p. 248. 923FARÍAS, V. 2005. Salvador Allende Antisemitismo y Eutanasia, Op. Cit., p. 26. 924BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 80. 922ALLENDE, 293 Tratándose de un libro de 370 páginas dedicadas exclusivamente al tema eugénico, Betzhold nada menciona sobre su participación en ella. Según señala Julio Silva Solar, hacia 1939 existía “una comisión de médicos chilenos”925 que favorecía la esterilización desde antes de la llegada de Allende al Ministerio y que “no había un proyecto de Allende al respecto. El proyecto era de la comisión médica aludida y como ministro del ramo Allende cortó su vuelo sin siquiera ingresarlo al Parlamento, poniendo término a una discusión que en ese tiempo despertaba encontradas opiniones”926. Por su parte el académico Pablo Oyarzún, testimonia que el Doctor Gustavo Vila, en conversación con su padre habría señalado, respecto del proyecto de esterilización de alienados que se discutía en la Sociedad de Neurología lo siguiente: “Allende me llamó para advertirme el envío y me pidió que hiciera un comentario según mi parecer. Entendí que quería deshacerse del proyecto. Probablemente hizo lo mismo con su amigo el doctor Cubillos, que también trajo un comentario demoledor. El proyecto feneció rápidamente y nunca más se volvió a hablar de él”927. En definitiva, es claro que la esterilización eugénica era un tema que ya se encontraba en discusión en diferentes sociedades médico profesionales antes de la llegada de Allende al Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. Por otra es un hecho establecido que la propuesta figura en el programa de acción del Ministro Allende en 1939. En Realidad Médico Social Chilena, Allende señala que las propuestas mencionadas se podrían llamar de eugenesia positiva y negativa. Efectivamente, Allende usa el condicional, “se podrían”, lo que hace sentido con la nula presencia del lenguaje eugénico más duro en su texto (tarados, asociales, imbéciles, débiles mentales, fardos, vidas inútiles). Por otra parte, la visión de un pueblo mejor, más sano, productivo, un buen “capital humano”, una “raza 925SILVA, J. 2005. Nota editorial. En: Higiene Mental y Delincuencia, tesis para optar al título de médico, 1933. Santiago de Chile, Ediciones ChileAmérica-CESOC, p. XXXVI. 926SILVA, J. 2005. Nota editorial. En: Higiene Mental y Delincuencia, Op. Cit., p. XXXVI. 927OYARZÚN, P. 2005. Farías sobre Allende: el mito de la desmitificación. En: Higiene Mental y Delincuencia, Op. Cit., p. XXIX. 294 restaurada” hace parte de un la tradición de la defensa de la raza por la que el pensamiento y el lenguaje eugénico se naturalizaban como los objetivos de desarrollo nacional en que todas las ideologías y opciones políticas coincidían. El elemento que aporta la visión de Allende y que a nuestro juicio tiende a separarlo del pensamiento eugénico, por más que lo use como parte un lenguaje prácticamente ineludible en su época, es su idea de un pueblo que se vuelve apto tanto para el trabajo como para el goce de los bienes terrenales. Como señala el testimonio de Pablo Oyarzún, la propuesta de proyecto de ley de esterilización eugénica patrocinado por el dr. Brücher al interior de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal fue seguida de sendos artículos del dr. Gustavo Vila y del dr. Luis Cubillos, que rebatían la posición de Brücher. Todas estas intervenciones y propuestas fueron publicadas por la Revista AMECH, el órgano oficial de la Asociación Médica de Chile, que velaba por los intereses del gremio médico ante el agitado panorama de extensión del aparato y la burocracia estatal en materia de salud pública desde la segunda parte de la década de 1920 en adelante. De aquí que podamos establecer una pequeña cronología y secuencia de hechos plenamente documentados. Salvador Allende asumió el Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social el 29 de Septiembre de 1939. En pocas semanas redactó su diagnóstico médico social que avalaría su gestión, el trabajo conocido como Realidad Médico Social Chilena, al tiempo que comenzaba su labor ministerial. Entre las comisiones iniciales mandatadas por el flamante Ministro estuvo sin lugar a ninguna duda la encargada al Dr. Eduardo Brücher para el estudio de un proyecto de esterilización de los alienados, tema que Brücher había abordado en forma reiterada en los años precedentes, por lo que puede considerársele como el experto técnico llamado a consolidar una propuesta del Ministro. Brücher redactó el proyecto con suma celeridad, dado que el Dr. Vila recalcó que la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal, había recibido el proyecto para su estudio y debate con cierta antelación a la sesión de debate, que se realizó el 30 de Noviembre de 1939. Señalaba Vila que: 295 con motivo del reciente proyecto de ley relacionado con la esterilización de alienados, un grupo de médicos pertenecientes a la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal, hemos creído del caso que ella se ocupe de tan debatido y candente problema, y el señor Ministro de Salubridad, ha tenido la gentileza de enviárnoslo para su conocimiento 928 Esta información de Vila revela que el proyecto fue encargado los primeros días de la gestión ministerial de Allende. Brücher por su parte, en el número de Diciembre de la Revista de la AMECH, al presentar el proyecto indicó que “el actual Ministro de Salubridad, Dr. señor Salvador Allende, entre otras medidas para obtener mejores generaciones futuras, nombró a una comisión para que elabore un proyecto de ley de esterilización de alienados”929, agregando más adelante que esta comisión estuvo formada por el mismo dr. Eduardo Brücher, por el dr. Juan Garafulic 930 y el profesor de Medicina Legal de la Universidad de Chile, Alfonso García Gerkens. Luego de la sesión de discusión en la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal y la publicación de los textos en la revista de la Asociación Médica de Chile en el número 13 de Diciembre de 1939, Salvador Allende no se volvió a referir nunca más a la ley de esterilización. Como veremos, el tema seguiría siendo presentado al debate académico y social por el mismo Brücher y por Hans Betzhold, pero nunca más volvió al escenario institucional de un Ministerio y de un pre proyecto legislativo. Escenario que por otra parte, resulta muy particular del contexto chileno, ya que la esterilización sólo fue objeto de proyectos institucionales en Latinoamérica en el Estado de Veracruz, México, durante la marea laicizante posrevolucionaria y en Puerto Rico, en manos de profesionales de la salud que la 928VILA, G. 1939. Humanismo y Esterilización. Revista AMECH 2(13):17-18, p. 17. E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización de los Alienados. Revista AMECH 2(13):11-15, p. 11. 930Según se aclara en el mismo texto de Brücher y en el debate que tuvo lugar en la sesión decimocuarta del Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología de Santiago en 1941, ver EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología. Santiago de Chile, Imprenta Leblanc. Tomo Segundo, pp. 155-288. 929BRÜCHER, 296 solicitaron a la autoridad norteamericana que gobernaba la isla en la década de 1930931. Concretamente ¿Bajo qué bases el Dr. Brücher presentó el proyecto de ley de esterilización y cómo respondieron al proyecto los médicos que criticaban la medida? Si estos médicos, Vila y Cubillos, fueron empujados por el mismo Allende a desbaratar su propio proyecto de esterilización es algo que resulta incontrastable con documentos. Como afirma el filósofo Pablo Oyarzún, efectivamente así habría sido. Allende se habría comunicado con Vila y Cubillos para que hicieran críticas contundentes al proyecto y así poder desentenderse de él. Esta versión afirmaría la idea de que el proyecto de esterilización se habría integrado a Realidad Médico Social Chilena y al programa de acción ministerial como una forma de reflejar el amplio espectro del pensamiento médico y ganar una posición de unánime apoyo del gremio al nuevo ministro. El Dr. Brücher presentó el proyecto como parte de una “aceptación casi unánime por la lucha contra las consecuencias de la procreación incontrolada de los sujetos tarados”932. Sobre esa base recurrió a los argumentos clásicos de los eugenistas radicales: el falso humanitarismo de los que atacaban la esterilización, el costo económico de los tarados y la tradición antigua que avalaba eugenesia desde el Levítico, el Código de Manu y las prácticas espartanas. Reiterando los argumentos que había expuesto en la Revista de Ciencias Penales en 1935, proponía la esterilización “como una medida médico-genética y como una medida económico social”, que juzgaba eficaz tanto en cuestiones de herencia como en cuestiones de carácter social ya que los hijos de los tarados, pensaba, serían “carne de presidios y manicomios y significarán millones de pesos para el gobierno”933. Para apoyar sus ideas con datos estadísticos Brücher acudió a los textos clásicos de la Higiene Racial alemana, especialmente a Ernst Rudin (1874-1952), el pionero del estudio 931STEPAN, N. L. 2005. A Hora da Eugenia, Op. Cit., p. 141. Para una visión general de mucho interés sobre el movimiento eugénico en Puerto Rico ver BRIGGS, L. 2001. Reproducing Empire: race, sex, science, and US imperialism in Puerto Rico. San Francisco, University of California Press. 932BRÜCHER, 933BRÜCHER, E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización, Op. Cit., p.11. E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización, Op. Cit., p.11. 297 de la herencia en enfermedades mentales y fanático nazi elevado a figura nacional por Hitler934, y puso de por medio a los Juke y a los kallikak. Aunque no pretendía la megalomanía racista purificadora del Reich de los mil años, Brücher pensaba en un programa esterilizador, que si bien terminaba juzgar como momentáneo, debía durar unos doscientos años. Según Brücher, “en Chile son alrededor de 12 mil los degenerados existentes (alienados y criminales); de estos según los cálculos más pesimistas podrían esterilizarse unos 2000 por generación, lo que haría que al cabo de unos doscientos años no tendríamos otros anormales que el escasísimo porcentaje que resulta de gente sana”935. La esterilización, según Brücher no presentaba mortalidad, y siguiendo la tradición de atribuirle efectos terapéuticos la juzgaba favorable para tratar “la actual frigidez femenina”936. Brücher no tenía dudas respecto de la entrada del proyecto a debate legislativo y señaló que “está desde el 27 de noviembre de este año en el Ministerio de Salubridad para el estudio de algunas modificaciones, antes de su presentación definitiva”937. El proyecto legislativo, que contó con la asesoría del Profesor García Gerkens de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile era, con muy pocas modificaciones, una copia del proyecto nazi del 14 de Julio de 1933. El dr. Gustavo Vila enfrentó la cuestión dejando claro la pertinencia de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal para discernir el tema, indicando que “nos corresponde cuando menos a nosotros el referirnos de modo muy principal, al obscuro problema de la Herencia de las enfermedades mentales”938. Fundamentalmente, Vila cuestionó la heredabilidad de las enfermedades mentales y el carácter dramático de los cambios en los conocimientos que alguna vez se habían tenido por ciertos en la biología. Tanto la herencia y la psiquiatría eran para Vila, finalmente, “dos inmensas incógnitas para 934Entre otras muchas figuraciones al interior del nazismo como autoridad en Higiene Racial, Rudin recibió en 1939 la medalla Goethe para las artes y las ciencias. 935BRÜCHER, E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización, Op. Cit., p. 13. 936BRÜCHER, E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización, Op. Cit., p. 13. 937BRÜCHER, E. 1939. Proyecto de Ley de Esterilización, Op. Cit., p. 13. 938VILA, G. 1939. Humanismo y Esterilización, Op. Cit., p.17. 298 el hombre”, que no permitían “un pronunciamiento sobre esta materia” 939. La novedad fundamental del alegato del Dr. Vila es que puso la cuestión de la esterilización en el contexto político de la época. Frente a la avance de los derechos del colectivo “en sus formas de fascismo o socialismo”940, señaló, se veía surgir una crisis del humanismo; pero mientras en el fascismo el hombre era: arrollado, triturado por las fuerzas por el nacimiento de las nuevas fuerzas estructurales, en el segundo [el socialismo], el hombre es incorporado al nacimiento de estas mismas fuerzas. Esto es, el socialismo implica el humanismo; el fascismo, el antihumanismo. Lo que estereotipadamente tanto se ha repetido: el fascismo es barbarie; el socialismo, humanidad941 Finalmente, ante una criatura tan compleja como el ser humano que Vila no pensaba explicable ni por la biología ni la sociología, el psiquiatra se preguntaba “por qué a apresurarnos a limitar sus posibilidades existenciales, antes que se haga todo lo posible porque el medio y el ambiente lo enriquezcan”942. Por su parte, el dr. Luis Cubillos se remitió a la gran variedad teorías sobre la herencia que habían surgido durante el siglo XIX, como una muestra de lo arriesgado que era predecir el futuro de la genética. Tanto la genética animal, como la de la cría de caballos fina sangre, como la genética patológica humana eran territorios altamente inestables, pensaba Cubillos. A pesar de que había criticado por igual a Lamarck, Weismann y Mendel ocupó el lenguaje técnico mendeliano para sus críticas más directas sobre una ley de esterilización de alienados y basado en las mismas cifras proporcionadas por el trabajo de Ernst Rudin sobre herencia de la patología mental que alentaban a Brücher, concluyó que la esterilización era desaconsejable. Cubillos tampoco albergaba una opinión optimista del perfil humano de los alienados y criminales, a los que de todas maneras consideraba “terrenos degenerativos de menor valía”943. 939VILA, G. 1939. Humanismo y Esterilización, Op. Cit., p.17 G. 1939. Humanismo y Esterilización, Op. Cit., p.18. 941VILA, G. 1939. Humanismo y Esterilización, Op. Cit., p.18. 942VILA, G. 1939. Humanismo y Esterilización, Op. Cit., p.18. 943CUBILLOS, L. 1939.Algunos conceptos sobre herencia patológica y leyes de esterilización. Trabajo leído por el Dr. Luis Cubillos, en sesión de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal, 30 de Noviembre de 1939. Revista AMECH 2(13):18-23, p. 22. 940VILA, 299 Cubillos presentó además la supuesta evidencia de algún tipo de curación de las patologías mentales con métodos modernos en estudio, como el shock insulínico o cardiozólico. Cubillos continuó su exposición con una larga cita del que presentó como “el más grande de los criminalistas italianos de los últimos tiempos”944, Salvatore Ottolenghi (1861-1934), en la que el criminólogo italiano ponía en duda el carácter inocuo de la esterilización desde el punto de vista de la salud hormonal y psíquica del individuo. Cubillos presentó también el trágico y clásico caso que se usaba para atacar la esterilización: Beethoven, hijo de una tuberculosa y un alcohólico, jamás hubiera nacido. Finalmente, se decantaba por usar de “otros medios que brinda la higiene mental” y por la aprobación del resto de las medidas del Ministro, como la de asistencia a la mujer embarazada, el certificado prenupcial, la lucha antivenérea, la higiene del trabajo y el “mejoramiento económico-social de las clases proletarias, asistencia obligatoria y adecuada de los alienado y psicópatas, organización y creación de hospitales psiquiátricos y dispensarios de higiene mental, institutos de selección y orientación profesional, readaptación social de los lisiados, asistencia médico social del niño en sus diversas modalidades”945. Aunque no lo llamó así, Cubillos se decantaba por el programa de la eugenesia positiva, no sin dejar de abrir la puerta a una aplicación restringida de la esterilización eugénica. Aunque la rechazaba como política pública de amplia aplicación no la desestimaba en casos bien estudiados. Nuevamente, eugenesia positiva y negativa, anglosajona y latina, podían ser complementarias y compatibles. En resumen, la comisión nombrada por el Ministro Allende para el estudio de la esterilización eugénica existió sin lugar a dudas y llegó a gestar un pre proyecto de ley que, en las esperanzas de los miembros de la comisión, debía pasar a discusión legislativa con cierta prontitud. Con todo, las palabras de Farías siguen siendo poco fiables, quien señala que: las personalidades determinantes en la Comisión encargada de la redacción del ominoso Proyecto de Ley, nombradas por Allende, estaban directa o indirectamente vinculadas a la teoría y la política del Tercer Reich 944CUBILLOS, 945CUBILLOS, L. 1939.Algunos conceptos sobre herencia patológica, Op. Cit., p. 22. L. 1939.Algunos conceptos sobre herencia patológica, Op. Cit., p. 23. 300 en Chile. Ante todo destaca la figura directiva del Dr. Eduardo Brücher y de su fuente científica más relevante, el Dr. Hans Betzhold, ambos chilenoalemanes946 Efectivamente, Brücher y Betzhold eran personalidades médicas y políticas afines al nazismo y a su política guiada por la biología, pero no vieron sus esfuerzos ligados en el proyecto. Brücher apenas menciona la introducción de Luis Vicuña Suárez al texto de Betzhold sobre eugenesia a modo de ejemplo, pero no refiere ninguna idea relevante de Betzhold; quien por su parte menciona al proyecto, encomiándolo sin duda, pero con total prescindencia en su elaboración. El panorama acumulado aquí permite abrir una duda razonable en torno a que la inserción de la esterilización eugénica en el programa de acción ministerial por parte de Allende se trató de una condescendencia a los anhelos de un sector de los médicos chilenos, más que a una convicción profunda del nuevo ministro, constatándose que efectivamente no insistió nunca en esta medida en particular, ni institucional, académica, política o personalmente, después del 30 de Noviembre de 1939. 4.9 Eugenesia de Hans Betzhold Hess Aunque no pueda asumirse con propiedad la presidencia de Betzhold de una comisión para el estudio de la esterilización eugénica de los alienados, nombrada por Salvador Allende como Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social, 946FARÍAS, V. 2005. Salvador Allende Antisemitismo y Eutanasia, Op. Cit., p. 73. Sobre otras afirmaciones de Farías respecto de Allende se han escrito ya muchas páginas; sobre todo por Joan Garcés, que tomó como suya, como amigo personal de Allende, la tarea de hacer frente a cada una de las afirmaciones de Farías. Sobre el antisemitismo del que Farías acusa a Allende hemos encontrado un dato de posible interés. Hacia 1939 llegó a Chile como refugiado, el médico judío alemán Hienrich Finkelstein (Leipzig 1865 - Santiago de Chile 1942). Finkelstein ya se había retirado de la actividad profesional en Berlín en 1933, pero fue la política anti judía nazi la que lo alejó de la docencia en 1935. Los sucesos conocidos como la Kristallnacht (noche de los cristales rotos) en 1938 le llevaron a buscar refugio fuera de Alemania, llegando al país en 1939. Salvador Allende que ya era Ministro cuando el médico judío llegó a Chile, tomó personalmente la tarea de obtener una pensión honoraria para Finkelstein que era, por lo demás, una eminencia médica en nutrición infantil. Ver AGUIRRE, C. 2002. La Sociedad médica de Santiago y el desarrollo histórico de la medicina en Chile. Santiago de Chile, Sociedad Médica, p. 185. 301 resulta evidente que la eugenesia fue una preocupación de importancia para Betzhold. Un par de años antes de la llegada de Allende al Ministerio mencionado, Hans Betzhold Hess (1897-1951) fue galardonado con el premio Carlos Van Buren de 1938 que otorgaba la Sociedad Médica de Chile por una obra cuyo título sumario es, simple y directamente, “Eugenesia”. La obra que recibió esté mismo premio en 1939 fue “Realidad Médico Social Chilena” de Salvador Allende, lo que vuelve a dar cuenta de la precedencia y prescindencia del interés de Betzhold por la eugenesia, respecto de un eventual encargo de Allende. La obra de Betzhold da cuenta de una intensa y prolongada reflexión sobre la eugenesia en sus aspectos teóricos y prácticos. Como obra premiada en 1938 y con una extensión de 370 páginas, revela un trabajo e interés de larga data por parte del autor. La obra recibió además un premio de la Municipalidad de Viña del Mar y fue objeto de dos ediciones por parte de la prestigiosa editorial Zigzag de Santiago de Chile; la primera en 1939 y la segunda en 1942, ambas con varios anexos relativos a las legislaciones de inspiración eugénica en Alemania y Chile. La segunda edición del texto está dedicada a “la Universidad de Chile en el primer centenario de su fundación”947 En ella, Betzhold da una mirada al amplio espectro del pensamiento y las prácticas eugénicas a través de su historia, en el contexto mundial y nacional de la época. Obra fundamental para la comprensión de una eugenesia emergente dentro el contexto nacional desarrollista chileno, perfectamente alineada al mismo tiempo con el pensamiento nazi, la analizaremos aquí exclusivamente en relación al debate de la esterilización eugénica, aunque sus intereses eugénicos son múltiples. El prólogo a la segunda edición del texto de Betzhold fue encargado por la editorial a una figura de prestigio latinoamericano en varios campos (criminología, derecho, eugenesia, entre otros), el exiliado español residente en Argentina, Luis Jiménez de Asúa (1889-1970). Ya en la introducción al texto, la esterilización era mencionada como un aspecto central de la discusión eugénica y como un aspecto 947BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. II. 302 indispensable, que el prologuista destacó así: “hace bien el autor del libro en insistir sobre la índole de las medidas esterilizadoras”948. Jiménez de Asúa llamaba a favorecer su uso exclusivamente “cuando la descendencia ha de resultar fatalmente tarada, como en casos de oligofrenia profunda o también en la hipótesis de necesidad médica”949 y a sospechar de una aplicación desmedida en el campo de la medicina y el derecho de unos conocimientos que iban siendo cuestionados desde la misma ciencia. Asúa, en relación a las leyes de esterilización, señaló que “no es de su tinte político que yo recelo. Es de su raíz científica”950. En el desarrollo de su trabajo Betzhold hacía coincidir el deseo de un pueblo sano y productivo con las medidas coercitivas más duras. Por ejemplo, para el médico viñamarino la castración no debía considerarse como una acción punitiva, por lo demás legítima, sino como “una acción curativa en un individuo que se estima gravemente enfermo”951. Otra línea constantemente reiterada en el texto es el papel de la eugenesia alemana como un modelo exitoso implementado por una nación culta y desarrollada. Para Betzhold el Congreso Internacional de Criminalistas de Frankfurt del Meno de 1932, marcaba el momento en que la “eugenesia se desprende de los últimos prejuicios que la involucraban y la retardaban en su irrupción definitiva”952; evolución que llevaría a la eugenesia a un pleno éxito en el mismo país ya que, señalaba, “el partido nacionalsocialista alemán comenzó a fijar sus principios políticos con respecto a los problemas nacionales alemanes y, en esa línea, tan pronto como el 14 de Julio de 1933 dictó la ley para precaver una descendencia con taras hereditarias”953. Betzhold presentó también en su texto un completo repasó a las primeras experiencia en esterilización eugénica en los internados y cárceles de los Estados Unidos, desde fines del siglo XIX hasta los últimos reportes de la década de 1930, llegando a señalar que “en realidad, en los Estados Unidos, donde se dispone de la 948BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. XVII. H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. XVII. 950BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. XVIII. 951BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 13. 952BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 14. 953BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 14-15. 949BETZHOLD, 303 experiencia más vasta sobre leyes de esterilización y sus resultados”954. Como referencia intelectual y moral que avalaba la esterilización eugénica, Betzhold citó a una veintena de autores, entre los que destacan el filósofo Friedrich Nietzsche, el psiquiatra Emil Kraepelin, el fisiólogo francés Alexis Carrel y el eugenista brasileño Renato Kehl. La visión de Betzhold, en resumen, estaba vinculada con los tópicos de la higiene racial alemana: la vida de los anormales carecía de valor y gravaba la supervivencia de los sanos, la naturaleza poseía leyes eternas e incuestionables que determinaban todo aspectos de la vida humana como una lucha. Los tiempos de las guerras tribales y masacres humanas los juzgaba como “la época gloriosa para la Eugenesia”955, a pesar de que cada guerra traía como consecuencia el mestizaje, que consideraba “un desastre biológico”956. Polemizando con los valores modernos Betzhold pensaba que libertad, igualdad y fraternidad eran “un error biológico”957; terminando por señalar que los eugenistas “clamamos libertad justamente para poder señalar y evidenciar nuestra desigualdad”958. Betzhold usa profusamente un lenguaje inserto de lleno en las categorías de la psiquiatría nazi: el demente es un “lisiado intelectual”959; los débiles y enfermos crónicos son “mercadería averiada”960; los pobres son “carne en pingajos que merodea consultorios o policlínicas”961. Hitler y su política de esterilización eugénica le merecen los más elogiosos comentarios. En “Mi Lucha” y sus ideas, señala, “se inspiran los dirigentes alemanes y caracteriza al Gobierno actual de Alemania la preocupación primordial de sanear el cuerpo del pueblo”962. En relación a Chile y el ejemplo alemán, Betzhold señaló que: Ahora, en 1940, se abre paso en Chile la idea de implantar una legislación que contemple la esterilización de elementos patológicamente asociables. Esta feliz iniciativa se debe al Ministro de Salubridad Nacional, Dr. Salvador 954BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 17. H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 26. 956BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 27. 957BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 32. 958BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 32. 959BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 58. 960BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 58. 961BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 264. 962BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 79. 955BETZHOLD, 304 Allende, quien ha designado una comisión para que elabore un Proyecto de Ley de Esterilización. Este proyecto ha sido terminado y deberá ser enviado a las Cámaras963 Betzhold presenta al proyecto esterilizador chileno como en discusión en 1940, cuando parece claro que las discusiones al interior de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría a fines de Noviembre de 1939 ya habían sellado la suerte del proyecto de ley. Betzhold pensaba que “generaciones posteriores agradecerán tan valioso aporte en favor de la comunidad”964. Sobre las resistencias que la ley de esterilización eugénica había despertado en Alemania y en Chile, Betzhold tenía claro que estas provenían mayoritariamente de la Iglesia Católica. Betzhold presenta en todo caso una posición muy particular, ya que en lugar de atacar el sentimentalismo religioso, el dogmatismo y la inviolabilidad del individuo y de su cuerpo; se concentró en las posibilidades de que finalmente se produjese un acuerdo entre la eugenesia y el pensamiento católico, incluyendo en él, a la esterilización eugénica. Por ejemplo, pensaba que respecto de la ley de esterilización eugénica en Alemania ,“he observado la opinión que puede apreciarse ahora, cinco años después de su promulgación, que la oposición de la Iglesia Católica tiende a ser menos estricta”965 y que “la opinión de algunos es francamente favorable hacia un entendimiento”, y había “fundadas esperanzas de una solución conciliatoria”966, señalando la coincidencia de eugenesia y fe al preguntarse si “¿No es justamente un interés grande por conservar la criatura creada por Dios y denominada hombre, el fin que persigue deliberadamente la iniciativa que involucra una ley de esterilización voluntaria”967, punto de entendimiento que iría abriendo otros espacios de confluencia. Betzhold ponía, finalmente, a Jesús en las filas de los eugenistas: “Tengo el convencimiento de que si Él volviera a la tierra, aprobaría 963BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 80. H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 81. 965BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 86. 966BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 86. 967BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 87. 964BETZHOLD, 305 la determinación de esterilizar a los que por estar dañados, pueden transmitir esos daños a una posible descendencia”968. La visión de una eugenesia plenamente realizada en el contexto chileno, Betzhold la consideraba una aspiración realista dado que importantes instituciones y legislaciones, ya existentes y de prestigio, como la Caja del Seguro Obligatorio y la Ley de Medicina Preventiva, se podrían terminar de articular en un “Instituto Nacional de Eugenesia”969; institución que tendría además con múltiples funciones propias que incluirían la responsabilidad de formar “la carrera de médicos eugenistas, y los nuevos instructores eugenistas”970 y administrar las Oficinas Eugenésicas que estarían a lo largo del país. Brevemente, sobre el panorama migratorio producto de la Segunda Guerra Mundial en curso, Betzhold llamó a interponer un criterio eugénico frente al internacionalismo migratorio: se ha permitido ahora (1939) la entrada al país de grandes núcleos de refugiados ¿Se ha pensado en eugenesia al autorizar tales ingresos, sin control? ¿No sería aconsejable detener por ahora, esa iniciativa? ¿Son tan fuertes los vientos de hermandad internacional los que ahora soplan, que no permiten oír las voces de “cuidado” que por ahí se oyen? ¿Dónde quedó el espíritu de responsabilidad cívica que caracterizó a la generación anterior?971 La visión final de Betzhold en su libro propone la idea de “Superhombre chileno”972, en el que se han conjugado finalmente un tipo físico sano, bien constituido, con una educación labrada sobre las bases de la Higiene Mental por los profesores chilenos. 968BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 98. H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 186. 970BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 186. 971BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 258-259. 972BETZHOLD, H. 1942. Eugenesia, Op. Cit., p. 299. 969BETZHOLD, 306 4.10 A modo de epílogo: los debates eugénicos en el Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Santiago de Chile, 1941. Uno de los últimos episodios en que se discutió la esterilización eugénica en Chile en términos de una medida de posible implementación inmediata, fue durante el Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, realizado en Santiago de Chile, entre el 19 y el 26 de Enero de 1941; encuentro que contó con el más amplio apoyo de la Universidad de Chile y del Instituto de Ciencias Penales de Chile. A sus sesiones organizadas en torno a 17 temas previamente acordados, asistieron las principales personalidades de la criminología latinoamericana; un campo en el que tenían destacada presencia los médicos psiquiatras y los especializados en temas forenses y legales. En el caso del tema décimo cuarto, Eugenesia y Criminología, tratado en la sesión del 23 de Enero de 1941, la discusión convocó a una parte considerable de los médicos cuyo pensamiento eugénico hemos estudiado en este trabajo, además de un delegado que expuso la posición argentina y la presencia del relator del tema, el psiquiatra Guillermo Uribe Cualla, figura fundamental de la medicina legal colombiana del siglo XX973. La exposición del relator, junto con exponer algunas cuestiones teóricas en relación a la herencia criminal, hizo un balance a nivel latinoamericano de las principales medidas eugénicas aplicadas en el mundo occidental: certificado prenupcial, el delito de contagio venéreo, el control de las migraciones y la esterilización. A pesar de la diversidad teórica y temática, la discusión de la asamblea presente se centró casi en forma exclusiva en el debate de una posible ley de esterilización eugénica, dando cuenta de la importancia que esta medida en particular había tomado en el escenario eugénico en Chile y Argentina. Las intervenciones de los miembros asistentes representan desde las posturas más radicales que insistían en la conveniencia de aplicar lo antes posible la medida, 973Para ver la importancia de Uribe Cualla en el contexto de la medicina legal colombiana ver ESCOBAR, C. 2002. La Medicina Legal en Antioquia. Revista IATREIA 25(2):121-126. 307 hasta las que la veían como un elemento repulsivo, pasando por las posiciones moderadas, la opinión católica y una visión crítica del rol de la biología en los asuntos humanos. Participaron de la discusión algunos de los médicos y profesores cuyos trabajos hemos analizado en páginas anteriores de este trabajo, como el Dr. Waldemar Coutts, el presbítero Carlos Hamilton, el Dr. Eduardo Brücher y los profesores Juan Noé y Alejandro Lipschütz. También formaron parte de la discusión los médicos chilenos Jorge del Valle, Alfredo Cárdenas, Juan Garafulic y Manuel Francisco Beca. A ellos se sumó la intervención del médico argentino Alfredo Molinario; cuya posición en el debate, como veremos, resulta coincidente con lo que la historiografía ha señalado respecto de Argentina en este periodo. Por reunir en un debate único a buena parte de los principales interlocutores chilenos del campo eugénico en este periodo, junto a la concurrencia de la opinión argentina predominante, el análisis de este debate presenta el estado al que la discusión de la esterilización eugénica había llegado en Chile y el contraste que esta posición ofrece con el campo eugénico argentino, configurando un panorama final para el tema de este capítulo. El psiquiatra colombiano Guillermo Uribe, relator general del tema decimocuarto, al tocar el tema de la esterilización eugénica dio cuenta del impacto de la medida, según señaló, “sobre todo desde que se aplicaron en Alemania en grande escala”974 y fijó desde un inicio su posición contraria, incluso antes de que la ley alemana fuera promulgada. Por ejemplo, Uribe expuso que “la esterilización nos parece en la hora actual, desde el punto de vista de la profilaxia mental, una medida sin bases científicas serias, y que no tiene en cuenta los factores etiológicos de la psicopatía: sífilis, alcohol, miseria, ansiedad”975. La esterilización eugénica era para Uribe, en resumen, un procedimiento “odioso”976, y señaló que “en los países latinos y de 974EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología. Santiago de Chile, Imprenta Leblanc. Tomo Segundo, 155-288, p. 217. 975EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 218. 976EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 225. 308 civilización cristiana, una viva reacción se ha marcado contra estos métodos”977, debida principalmente a un principio de raíz cristiana, que el psiquiatra designó como el de la inviolabilidad de la personalidad humana. Sobre el argumento meramente utilitario y económico a favor de la esterilización Uribe hizo un vínculo que revela una información muy clara con un fenómeno contemporáneo de la época, indicando que “es sobre una afirmación de la misma clase, que se basan los médicos alemanes que solicitaban, antes de la esterilización, la supresión pura y simple de los alienados e incurables”978. Uribe hizo así, en forma contemporánea a los sucesos, el vínculo que luego se haría tradicional en la historiografía sobre el tema, al señalar que la esterilización eugénica marcó la pendiente por la que se llegaría a la eutanasia de las vidas inútiles y, finalmente, al exterminio. Al comenzar el debate el dr. Coutts fijó la posición oficial de la delegación chilena respecto de la esterilización, señalando que “aún no poseemos los conocimientos científicos suficientes para sustentarla con certeza”979; una precaución técnica que podría superarse eventualmente. Aunque por otra parte, hay que señalar que Coutts, en este debate como en sus escritos anteriores, defendió lo que hoy llamaríamos un enfoque integral y multicausal en la lucha contra las enfermedades venéreas, que eran consideradas en la época una fuente de herencia degenerada. Hemos documentado también lo ambigua que era su posición y su estrategia discursiva, al punto que para algunos historiadores, Coutts es un defensor de la esterilización eugénica. Al tomar la palabra el presbítero chileno Carlos Hamilton, el principal orador de las Jornadas Católicas de Estudios Médicos de 1936, se presentó como “profesor 977EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 225. 978EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 226. Sobre las relaciones entre eutanasia y esterilización eugénica puede consultarse un dramático y bien documentado panorama en GÖTZ, A. 2014. Los que sobraban. Buenos Aires, Crítica. 979EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 272. 309 de Derecho, de Deontología Médica y Sociología”980 y presentó la posición católica bajo la idea de la primacía de la persona humana por sobre los intereses del Estado y que por eso, en consecuencia los católicos “rechazamos la esclavitud; por eso rechazamos la trata de blancas; el salario inhumano; la esterilización”981 La intervención del dr. Eduardo Brücher propuso volver a poner la atención sobre la enorme carga económica y social que suponían los criminales, vagabundos y anormales, para señalar que “es necesario que los países, por un motivo de defensa social, se aprovechen tanto de los procesos de adaptación como los de selección”982. Brücher se declaró partidario del certificado prenupcial, del castigo a un delito de contagio venéreo y de la esterilización. Señaló también que “debo informar que en Chile se ha hecho un proyecto de ley de esterilización, en el año 1939, por el profesor García Gerkens, el doctor Garafulic y el que habla”983. Según consta en las actas, la intervención de Brücher fue recibida con aplausos. Una intervención posterior en la sesión, por parte del Dr. Manuel Francisco Beca, puntualizó además que: la verdad es que ese proyecto [de esterilización eugénica] existe o, mejor dicho existía, para los alienados; pero nadie ha pensado en aplicarlo a la delincuencia, y aún más, al estudiarse su aplicación a los alienados en la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal, fue desechado por carecer de base científica suficiente984 El profesor Juan Noé, al tomar la palabra en la sesión, dedicó algunas palabras muy medidas, pero cargadas de superioridad científica para la alborotada defensa del catolicismo que había hecho Hamilton. Sin embargo, lo más notable de la intervención de Noé, que tan rotundo había sido respecto de los males hereditarios 980EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 273. 981EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 273. 982EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 274. 983EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 275. 984EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 285. 310 albergados en el plasma germinal en su intervención en el Congreso de Tuberculosis de 1926 y que le había dedicado cursos completos a la herencia con un marcado tinte determinista y favorable a la eugenesia más radical; fue su tono conciliador, moderado y ambientalista. Hizo, fundamentalmente, una defensa de la plasticidad de las células, a través de la que pudo llegar a afirmar que “un problema más importante que el de la eugenesia, es precisamente, crear el ambiente eugénico en el sentido más amplio de la palabra; en el sentido psíquico, o sea, la educación; en el sentido familiar, en el social; y en el sentido económico” 985. Del eugenista radical de las décadas de 1920 y 1930, quedaba para 1941, sorprendentemente, una postura muy moderada centrada en la mejora ambiental. El profesor Lipschütz, que según puede recordarse, había llegado a Chile en 1926 procedente de Europa Central como un aventajado discípulo de Eugen Steinach, el científico pionero de la endocrinología a inicios del siglo XX, manifestó en la sesión una posición decididamente opuesta al determinismo biológico y a la biología como forma única y principal de acercarse a los fenómenos humanos. Aunque queda fuera de las posibilidades de este apartado describir la complejidad de la trayectoria de Lipschütz en Chile, fue en nuestro país en dónde el profesor letón profundizó sus vínculos con el marxismo, inició su militancia comunista y emprendió un estudio profundo del psicoanálisis y de la condición del indígena en el continente. Atrás, en el tiempo y en el espacio, quedaba el fisiólogo que había participado de los proyectos del determinismo endocrinológico más burdo y emergía ya con total claridad para el momento de este Congreso el intelectual crítico. Lipschütz resumió su postura en tres puntos básicos: el tipo criminal determinado por la biología, que tanto obsesionaba a los criminalistas de inspiración lombrosiana, no existía. Tampoco existía, según Lipschütz, la herencia criminal: “nada, absolutamente nada, habla en favor de una transmisión hereditaria de una conducta criminal determinada”986, señaló; y, en tercer lugar, las condiciones biológicas las 985EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 277. 986EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 278. 311 consideraba tan plásticas y, en la caso de los humanos, tan influenciada por el contexto social, que nada podía predecirse sobre su base. Lipschütz cerró su intervención señalando una idea básica que los eugenistas y racistas de la primera mitad del siglo XX, lo mismo que los sociobiólogos, psicólogos evolucionarios y neodarwinistas de la actualidad, habían y han querido olvidar: No hay nada en la biología humana que se realice fuera de la comunidad humana. No hay en cosas humanas nada puramente biológico. La biología aplicada a la humanidad, es una abstracción necesaria, por cierto, para los fines de investigación científica. Pero, en la realidad humana no podemos obrar con abstracciones; no podemos construir nuestro futuro sobre abstracciones. Tenemos que obrar siempre con la realidad social compleja, como se presenta ante nosotros en el seno de la humanidad987 La posición de Lipschütz sería seguida por otros intervinientes, como el jurista Manuel López Rey, que señaló que las esperanzas depositadas por el derecho penal en los avances endocrinológicos, se habían visto limitadas severamente por el avance de los mismos conocimientos biológicos y que, en definitiva, a la fase determinismo absoluto de la biología en el campo criminal, seguía otra, en la que todo podía admitirse pero sólo debía permanecer aquello que sobreviviera a la confrontación del tiempo. Lo que parece revelarse, en suma, es un momento de crisis y cambios profundos en las relaciones entre la biología y los asuntos humanos que se habían situado bajo su jurisdicción cognitiva. La posición de Lipschütz, en este sentido, adelantada en un lustro a la marea crítica que se alzaría después del desastre nazi, al fin de la Segunda Guerra Mundial988. La posición del delegado argentino en esta sesión se presenta coherente con lo que la historiografía ha señalado sobre el campo eugénico en el país trasandino en este periodo. El dr. Alfredo Molinario señaló que “en países como los nuestros, de 987EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 280. 988Es la misma posición que en a finales de la década de 1980 se verían obligados a levantar los críticos del darwinismo social sociobiológico de los neoconservadores globales. 312 civilización cristiana”989, la esterilización “no es siquiera concebible”990; poniendo otra vez, como Hamilton, la inviolabilidad del cuerpo en el dogma católico, como un elemento cultural que hacía incluso impensable esta medida en un país latinoamericano. Al cerrar la sesión tomó la palabra el dr. Juan Garafulic, que retomó las ideas eugénicas en nombre “de los que tenemos ideas doctrinarias de avanzada” 991 y que, aunque luchan por una “revolución social totalmente integral”992, que sacudiese las bases de todas las injusticas, saben que ese cambio no puede producirse y consolidarse en forma instantánea y, por lo tanto, hay un deber en torno a “tomar las medidas de emergencia necesarias fin de aliviar los dramas que se producen entre los hombres en la colectividad”993. El principio de realismo, la defensa de la colectividad y las ideas de avanzada, pensaba Garafulic, volvían “improcedente el absolutismo con que se ataca a algunas leyes eugénicas y me parece suicida hacer primar ciertos conceptos doctrinarios, más o menos líricos y esotéricos, sobre la espantosa realidad de la vida colectiva”994. Dada la coincidencia de Garafulic y Brücher - un declarado admirador de Hitler -, en el estudio y redacción de una ley de esterilización eugénica en 1939, no resulta claro si sus ideas “de avanzada” se orientaban hacia un nuevo orden nazi fascista o hacia una revolución social de aspiración socialista y democratizante. En todo caso, y tal vez esto es lo más importante a destacar respecto del panorama chileno en torno a la eugenesia en la década de 1930, resulta claro que en ella predominaban quienes admiraban el nuevo orden que surgía en Alemania (Brücher, Mönckeberg, Betzhold, Coutts, entre 989EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 281. 990EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 281. 991EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 287. 992EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 286. 993EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 287. 994EUGENESIA Y CRIMINALIDAD. 1941. Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, Op. Cit., p. 288. 313 otros), pero ello no limitó, que las ideas eugénicas se mantuvieran también muy vigentes entre aquellos que luchaban por un educar al pueblo y regenerar y defender la raza desde una coalición política antifascista en el poder; es decir, en nombre del progreso, del socialismo y del antifascismo. Después del debate al interior del Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, realizado en Santiago de Chile a principio de 1941, la esterilización eugénica no volvió a discutirse en el contexto de su posible implementación como política del Estado chileno. 314 CONCLUSIONES El panorama que dibuja este trabajo abarca desde las ideas psiquiátricas a fines del siglo XIX hasta la discusión de la esterilización eugénica a principios de la década de 1940, en el contexto chileno. En la documentación, estudio y análisis en perspectiva histórica de algunos importantes capítulos de la historia del pensamiento médico biológico chileno el trabajo reporta resultados significativos. Las grandes etapas en que se estudió esta trayectoria histórica fueron sistemáticamente comparadas con las líneas dominantes del campo eugénico en Argentina, dado que la hipótesis central consistió básicamente en comprobar la pertinencia de aplicar las categorías prevalecientes en el campo eugénico latinoamericano y argentino, al contexto chileno. Dado el desarrollo precedente y de mayor envergadura de la historiografía sobre la eugenesia en el país trasandino, algunas de sus conceptualizaciones y categorías ya se venían trasladando acríticamente al campo chileno. Por ello resultaba de interés comprobar si la idea de una eugenesia latina era o no productiva, pertinente y eficaz para la historia de la eugenesia en Chile. Desde los primeros pasos comparativos resultó evidente que las condiciones estructurales impuestas por los fenómenos migratorios a que se vio afectada la nación argentina alentaban una máxima cautela en la asimilación de los dos campos eugénicos. Si bien hay puntos de amplia coincidencia en torno al rechazo al salvaje y al necesario control de las migraciones, el pensamiento psiquiátrico chileno puso en escena, desde fines del siglo XIX, la idea de un bajo pueblo que degeneraba biológicamente, poniendo las bases para el discurso de Nicolás Palacios en torno a la necesidad de defender la raza, que a diferencia del panorama multirracial y multinacional que predominó en la Argentina de fin de siglo, pensaba Palacios que en Chile todavía podía retrotraerse hacia un origen único y distinto de amplias 315 potencialidades futuras, si la díscola elite latinizada tomaba la decisión de proteger a su base racial, su raza chilena. En torno a las primeras acciones prácticas de intervención social basadas en la eugenesia, como la lucha antialcohólica, antivenérea y antituberculosa se dieron grades coincidencias entre el campo chileno y argentino. Pero así como en Argentina, antes de 1930 se comenzaron a forjar las condiciones que permitirían establecer una continuidad científica de carácter imperialista entre la biotipología de Nicola Pende y el campo eugénico argentino, también en Chile es posible identificar, desde fines del siglo XIX los elementos que, en términos del pensamiento médico, volvían el campo eugénico chileno más proclive a un eje Santiago-Berlín, que a uno que nos vinculase con un polo imperial “latino”, como Roma o París, como fue del caso en Argentina con el eje imperial científico Roma-Buenos Aires. Así, el campo eugénico chileno no presentó una imposibilidad ontológica, religiosa o cultural esencialista para limitar la eugenesia a sus aspectos constructivos y ambientales. La discusión de la esterilización eugénica alcanzo un alto grado de desarrollo en el país, favorecida por la influencia de la Higiene Racial alemana y el fortalecimiento de un discurso nacional desarrollista que necesitaba fortalecer y defender la raza. En el plano epistemológico tampoco resultó comprobada en el caso chileno, la relación que suele establecerse entre el lamarckismo y una visión optimista de la evolución biológica. Lo que resultó bien documentado en nuestro trabajo fue la temprana instalación del mendelismo en la enseñanza médico biológica chilena, constituyendo así otro factor en favor de un determinismo biológico fuerte. En resumen, dada la comparación con el campo eugénico argentino y el estudio pormenorizado de algunos episodios significativos en el desarrollo del campo eugénico chileno, podemos establecer que este último no presenta puntos de productividad en términos del conocimiento histórico a través de la llamada eugenesia latina, sino que presenta aspectos bien documentados que la resisten y 316 reclaman otras categorías, no necesariamente nuevas, pero en todo caso diferentes a las que se asumen como predominantes en la región. En el caso chileno, los resultados de esta investigación no pretenden agotar la investigación sobre la eugenesia en el país, sino más bien colaborara a poner las bases para la afirmación de un campo legítimo y un programa de investigación fecundo y relevante. Nuestra investigación se ha centrado en el pensamiento médico y desde ya asume una perspectiva particular y acotada, que podrá articularse con otros programas de investigación en curso; por ejemplo, en torno a educación y eugenesia, psicoanálisis y eugenesia, educación física y eugenesia995, entre otros. Luego de ese punto en que la esterilización eugénica en Chile alcanzó la forma de un proyecto de ley que podría llegar a discutirse en Congreso y de los ecos de ese proyecto en 1941, no se volvió a discutir seriamente la posibilidad de incorporar esta medida eugénica a las políticas públicas del Estado Chileno. Unos pocos años más tarde, la exposición de los crímenes perpetrados por el nazismo en nombre de la eugenesia, parecieron sepultar definitivamente los sueños eugénicos. La eugenesia, en todo caso, no se hundió en el ocaso de los trastos viejos que despiertan la mala conciencia del siglo XX. Muy pronto se travistió en genética y siguió impulsando diversos proyectos científicos y sociales. Se planteó como solución a la “bomba demográfica” y el inminente colapso de la civilización dado el creciente número de pobres en los países del tercer mundo a través del familiy planning, que los Estados Unidos le impusieron a India, África y América Latina. El determinismo biológico y la eugenesia volvieron subrepticiamente a la lucha política en la depuración impuesta a América Latina en los años 70 para liberarla de los marxistas, los subversivos y los nuevos degenerados. En Estados Unidos se reavivó la perspectiva eugénica con la llegada de los neoconservadores al poder en la década del 80. Invocaron al determinismo biológico y la eugenesia, bajo una nueva 995Los autores que aludimos para cada uno de los casos señalados son María Josefina Cabrera, Silvana Vetö y Felipe Martínez. 317 disciplina, la sociobiología. A finales de los años 90 en un país sudamericano, en una sorprendente y trágica unión de neoliberalismo y feminismo radical, alrededor de 300.000 personas pobres de origen indígena fueron esterilizadas por unidades médicas mandatadas por la autoridad política. Al momento de cerrar este trabajo se anuncia en Chile la formación de un clúster científico financiado por el Estado chileno para buscar las causas genéticas de la alta tasa de suicidios y depresión prevalecientes en la sociedad chilena. Causa que según el médico a cargo del rimbombante estudio hay que buscarlas en la evolución humana, en las estepas africanas y en el genoma (¿defectuoso otra vez?) de los chilenos996. La crisis de salud mental en un contexto neoliberal extremo, queda como un elemento obsceno; es decir, fuera de la escena Todo eso es, en todo caso otra historia, otras historias; cuyas raíces en el contexto chileno hemos intentado exponer en este trabajo. En ese sentido, esta tesis doctoral ha pretendido contribuir principalmente al conocimiento historiográfico de la eugenesia en Chile y en forma tangencial a la perspectiva histórica y crítica sobre ciertos aspectos de los rumbos actuales de la región. Sobre este último punto, a modo de reflexión, resuenan en nosotros las palabras de Aly Götz sobre la persistencia, aceptación y extensión de la voluntad de mutilar y/o eliminar a un sector de la población, ya que según el historiador alemán “una sociedad que se autoinflinge continuamente tales heridas y pérdidas acaba embruteciéndose y haciéndose cada vez más agresiva con el exterior. Una sociedad así deja de tener escrúpulos”997. ESTUDIO BUSCA CAUSAS GENÉTICAS Y SOCIALES DE LA ALTA TASA DE SUICIDIOS Y DEPRESIÓN EN CHILE. 2015. Diario La Tercera, Santiago de Chile, 26 de Junio. Según la nota “Juan Pablo Jiménez, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y miembro del Instituto Milenio de Investigación en Depresión y Personalidad es el líder de este estudio”. 997GÖTZ, A. 2014. Los que sobraban. Historia de la eutanasia social en la Alemania nazi 1939-1945. Buenos Aires, Crítica, p. 294. 996 BIBLIOGRAFÍA Fuentes primarias AGOTE, L. 1910. Nuevo método para fijar la herencia. En: GREVE, G. Trabajos de la V sección Ciencias Médicas e Higiénicas del Cuarto Congreso Científico (1° Panamericano). Santiago, Imprenta Barcelona, pp. 142-147. AICHEL, O. 1927. La importancia de la herencia en la especie humana. Revista Universitaria de la Universidad Católica de Chile, Noviembre de 1927. Separata, pp. 1-23. AICHEL, O. 1933. 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