LA S T R A D U C C I O N E S D E C H A R LE S R O LLI N
Y S U LU G A R E N LA B I B LI O G R A FÍ A P E D A G Ó G I C A ESP A Ñ O LA
D E L S I G LO XV III
ENCARNACIÓN MEDINA ARJONA
UNIVERSIDAD DE CA D I Z
La repercusión que la obra de Rollin tuvo en España durante todo el siglo
XVIII no fue fortuita. Es necesario buscar su explicación tanto en la propia personalidad
del autor, como en la importancia y significación de su obra.1 Profesor de retórica y
elocuencia latina en el Colegio de Francia y posteriormente rector de la Universidad de
París, Rollin fue apartado varias veces de su cargo rectoral debido al convencido
jansenismo que predicaba y su oposición a la bulazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQ
Unigenitus promulgada en 1713 por
Clemente XI. Alabado por muchos -Voltaire, Montesquieu-, censurado por otros,2
reorganizó y perfeccionó la enseñanza. Aunque sus libros se presentan con un cierto
carácter enciclopédico, están plan teados siempre desde la in quietud didáctica y
pedagógica.
El Panégyrique de Louis XIV\ el Avènement de Philippe V au trône d'Espagne, el
Traité des études ou De la manière d'enseigner les belles lettres (1726-1728), su Histoire
ancienne (1730-1738), así como la edición de la Institución oratoria de Quin tilian o o la
Histoire romaine (1738-1748) en 16 tomos continuada por Crévier 3 marcaron de una
u otra forma un cambio en el movimiento del ideario educativo, hasta el pun to de que
la autoridad intelectual y educativa de Rollin perduró en Occidente durante más de un
1 Desde el punto de vista cuantitativo, pueden dar cuenta de la importancia de este autor las doscientas
sesenta y tres referencias, en diferentes ediciones, registradas informáticamente en el Catálogo colectivo del
patrimonio bibliográfico español (1998: www.mcu.es/cgi-bin/ccpb/), además del fon do no informatizado
que, sabido es, lo supera con creces.
2 Así está atestiguado por la polémica aparecida en Bibliothèque française ou Histoire littéraire de la France de
1727. En dicho número están recogidas las "Observations adressées à M. Rollin, ancien Recteur et Professeur
Royal, sur son Traité de la manière d'enseigner et d'étudier les Belles Lettres par M. Gibert ancien Recteur et
Professeur de Rhétorique au Collège Mazarin" (1727 : X, 198); la réplica "Lettre de Mr. Rollin à M. Gibert
Ancien Recteur de l'Université, au sujet de ses Observations sur le Traité de la Manière d'enseigner et d'étudier
les Belles Lettres" {id.\ 234), y de nuevo la refutación "Répon se de M. Gibert à la Lettre de M. Rollin, Ancien
Recteur de l'Université" {id.\ 250). Aludo a esta polémica en "La culture française dans les études du 'Real
Colegio de Cirugía de Cadix ( 1748-1800)", comunicación presentada en el coloquio Recepción de los autores
franceses de la época clásica en los siglos XVIIIy XIX, en prensa.
3 Reeditadas siete veces entre 1728 y 1789 (I a edición: 1726-1728, in-12, 4vol), se harían nuevas ediciones
en Didot (23 tomos entre 1845-63) y Hachette (7 tomos entre 1837-41).
siglo. Los grandes rasgos de esta propuesta pedagógica se podrían resumir en: a) el latín
relegado a un segundo plano, b) la lengua francesa ocupando un lugar privilegiado y
vehiculando todas las ciencias, c) el estudio de la Historia como escuela de moral, y d)
la aversión a la educación mundana (Mialaret & Vial 1981: 286-288).
Podemos imaginar la repercusión que podrían tener todas estas iniciativas en
España, donde se vivía también una intensa pasión por la teoría educativa en estos
momentos. Pero es también desde el amplio punto de vista de la cultura en general, y
de la traducción misma en particular, desde el que nos van a interesar estas traducciones
de Rollin, pues las consideraciones que sobre ellas hacen sus contemporáneos y quienes
las manejan nos permiten calibrar no sólo el estado de la cuestión de la traducción en
estos momentos en España, sino las cualidades, prioridades, etc., que según la mentalidad
del momento se exigen a un buen traductor, así como toda una filosofía subyacente
sobre el "espíritu" de las lenguas traducidas, correspondencias entre ellas, junto con
otros problemas relativos a los formalismos de fidelidad, etc.
Desde el punto de vista cronológico, la primera de estas traducciones de Rollin
que vamos a tratar 4 es lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB
Historia antigua de los egipcios, de los siriosy de los babilonios a
cargo de Francisco Javier Villanueva y Chavarri, y llevada a cabo entre 1755 y 1761.
Como viene a indicarse indica en el subtítulo, se trata de una traducción-adaptación,
una obra "compuesta y reducida a una [...] de las dos que separadamente escribió"
Rollin. Aunque la idea de condensar los dos tratados no pareció muy exitosa según
palabras (veintiún años más tarde) de Pedro Joseph de Barreda y Bustamante -"y no sé
si acertó en mudar el método del Autor, y querer darle estilo propio" (Rollin 1776:
Prólogo, s. p.)-, podríamos, sin embargo, encuadrar con airosos argumentos dicha
traducción en las expectativas bibliográficas que el movimiento pedagógico demandaba,
atestiguado por el espíritu divulgador propio de la "traducción-abreviación" (Urzainqui
1991:627).
La primera de estas expectativas estaría en que el autor traducido es un ejemplo
del rechazo que se está produciendo a los libros mundanos, de comedias, etc. que ya
prohibía el jansenismo para la educación de los niños (Mialaret & Vial 1981: 287),
tratando de llevar ésta hacia la temática histórica, que encuentra en esta segunda mitad
del siglo XVIII una tierra fértil para su cultivo. En la época anterior, Fontenelle y
Malebranche habían acusado a esta misma enseñanza histórica de "détourner les enfants
de la contemplation de la vérité" (Mialaret & Vial 1981: 286), pero ahora estaría
sometida a la moral, describiría los vicios, mostraría los errores y sería accesible a los
niños porque ha dejado de ser un conjunto de fábulas para abarcar, además de la
historia política, la de costumbres y la de la vida cotidiana (Mialaret & Vial 1981:
287). A ello habría que añadir que, si bien criticado por alguno de sus colegas
contemporáneos, el compendio resumido, la síntesis en aras de una mejor enseñanza
4
La traducción inmediatamente anterior, Rolin abreviado o compendio de la historia antigua. [...] Reducido y
traducido del francés en lengua castellana por el abad de San Martín de Chassonvila, Amberes, Marc-Michel
Bousquet y Compañ ía, 1745, no reúne las dos obras históricas de Rollin.
adaptada a la juventud, está justificada desde la originalidad de Rollin. Como apuntan
Mialaret & Vial (1981: 286): "pour les filles, après les lectures pieuses, les récits d'histoire
seuls conviennent". Por último, dicha labor de traducción, adaptación y refundición
de las dos voluminosas obras de Rollin se inserta explícitamente e intencionalmente
entre los textos pedagógicos españoles del siglo XVIII a través del "Prólogo" con el que
Villanueva y Chavarri se dirige al rey recordándole su responsabilidad en la educación
de los jóvenes:
Los famosos legisladores que los primeros dieron reglas para el gobierno político, y
económico de las ciudades, de los pueblos, y de los reinos, pusieron en esta parte su
mayor atención, persuadidos a que serían inútiles el establecimiento de las leyes las más
sabias, y ociosos todos sus develos, sin el cuidado de ir criando aquellas tiernas plantas,
que aun más pertenecen a la república que a sus padres, e introduciéndolas poco a poco,
y desde la niñez el suco de las patrias leyes, de las costumbres y de la religión de sus
mayores. (Rollin 1755a: s. p.)
También es cierto que Villanueva, oficial de la Secretaría de la Nueva España,
no puede ser considerado con este texto prologal como ideólogo de la pedagogía pues,
en realidad, una completa lectura de las páginas introductoras nos revelan que se trata
de una personal adaptación del "Discurso preliminar" de Rollin a su zyxwvutsrqponmlkjihgf
De la maniere
d'enseigner [...] ou Traité des études, que es el obra siguiente a que nos vamos a referir.
El Modo de enseñar y estudiar las bellas letras. Para ilustrar el entendimiento y
rectificar el corazón (1755), traducido por María Catalina de Caso y publicado el mismo
año que el compendio de Villanueva y Chavarri, ofrece sustanciosos textos adicionales,
ya desde la labor de traducción, ya desde el punto de vista del concepto de educación
de la época, en cuanto que, según Mialaret & Vial ( 1981: 284), esta obra de Rollin era,
entre 1726 y 1760 "le livre de chevet, le Mentor, le modèle de tous ceux qui font
profession d'enseigner".
Editada la traducción en tres volúmenes, el primero de ellos pone en manos del
lector, además del prólogo en latín de Ch . Rollin, una dedicatoria de Catalina de Caso
a la reina María Bárbara. En ella, la traductora loa la virtud de la reina y su buena
crianza basándose en que había sido "ilustrada con las ciencias, admirada de los
extranjeros por las muchas lenguas que [poseía], y venerada por todas las demás virtudes"
(Rollin 1755b: I, s. p.). Para justificar su demanda de aprobación real, la traductora
alude también al "importante asunto" de la obra.
En este punto merece la pena decir algunas palabras sobre esta mujer excepcional.
María Catalina de Caso nació en Flandes y se educó en Francia; hija del brigadier
ingeniero jefe Eugenio Alberto de Caso, originario de Asturias, tuvo, según Antonio
Joaquín de Rivadeneyra, la "educación propia de su sexo [...] escribir, coser, bordar,
hacer encajes, &c" (Rollin 1755b: I, s. p.). Cultivó igualmente el dibujo y la tapicería,
cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes y Letras, además de formarse en geografía
y arquitectura militar. Aplicada a la erudición sagrada y profana, viajó con su padre por
Alemania, Inglaterra y Francia, lo que le proporcionó "un rico tesoro en la perfecta
posesión de seis lenguas" (Rollin 1755b: I, s. p.). Casada con el comisario de Guerra
Joseph Blanco, pasó a la corte y luego a Zamora donde enviudó al cargo de tres hijos.
Fue entonces cuando, según sus propias palabras, la soledad la animó a emprender la
traducción.
La "Aprobación" de fecha 16 de diciembre de 1754 que de esta traducción hace
constar el capellán de honor de la reina, Joseph de Rada y Aguirre, da cuenta de una
especial valoración de la misma en un momen to de proliferación fructífera de
traducciones:
hallo todas las circunstancias que hacen apreciable una buena traducción. Es clara, pura,
elegante, y sin dejar de ser libre, tan exacta y fiel, que explica con energía todo el sentido
del original. Semejantes traducciones no son tan fáciles co m o algunos imaginan; por lo
cual, entre la casi immensa turba de traductores del francés al español, como hace sudar
hoy las prensas, apenas hay quien llene el gusto de los que entienden perfectamente los dos
idiomas. (Rollin 1755b: I, s. p.)
El capellán afirma seguir la voz de los más célebres entendidos del momento en
valoración de traducciones, los autores delzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
Diario de los literatos, quienes ya en 1742 se
quejaban de las malas versiones españolas, exceptuando sólo las de Teodosio. Entre las
buenas condiciones de Catalina de Caso que le permiten erigirse en buena traductora
al mismo nivel de Teodosio destaca el censor: a) "sabe con fundamento y de raíz las
lenguas española y francesa", b) "tiene bastante noticia de la latina", c) "el gran estudio,
que ha hecho en las obras de Rollin"; todo lo cual le permite construir una obra "perfecta
en este género". La admiración por el trabajo bien hecho es tal que se la invita a traducir
el resto de las obras del rector francés, así como las vertidas anteriormente por entender
que le faltaban a éstas "pureza y exactitud" (Rollin 1755b: I, s. p.).
Con fecha 19 de diciembre de 1754 aparece firmado por el padre Nicolás Gallo,
presbítero de la congregación del Salvador, una nueva Aprobación que dice así: "Porque
una traducción cabal, y sin los defectos que comúnmente adolecen las traducciones, es
una especie de prodigio que se desea mucho ver, pero que rara vez se halla" (Rollin
1755b: I, s. p.). Del buen traductor, el P. Nicolás Gallo exige juicio, buen gusto y
propiedad, todo lo cual encuentra en la obra aprobada. El buen juicio y buen gusto
influyen en el traductor a la hora de elegir el autor y el tema. En este caso, suficientemente
justificada la personalidad de Rollin, destaca el censor sin embargo un gusto elevadísimo
de Catalina de Caso al elegir un tema tan árido y seco, pero tan útil como es la educación
de la juventud y el provecho que esto va a traer.
Refiriéndose a la propiedad como exponente de una buena traducción, y tras
criticar la confusión de idiotismos de una lengua a otra que abun daban en las
traducciones de la época, el censor ejemplifica así las excelencias de la de Catalina de
Caso: "Yo hallo en ella lo que no hallo en otras muchas, y es paréceme, que cuando la
leo, leo un autor que jamás estuvo escrito en otra lengua que la castellana, y esto para
mí es la regla de discernir las buenas de las malas traducciones" (Rollin 1755b: I, s. p.).
Joaquín de Rivadeneyra y Barrientos, consultor del Santo Tribunal, en su
"Dictamen" de 8 de enero de 1755, además de loar la inteligencia de la traductora y de
la obra, se detiene a explicar en varias páginas unas consideraciones sobre la dificultad
de conseguir una buena traducción. Dificultad que consiste fundamentalmente en
tener "los fondos de un caudal grande en todos los términos de un idioma [...] y [en]
que cada idioma tiene su modo de explicación correspondiente al modo de su concepto"
(Rollin 1755b: I, s. p.). Acudiendo a algunas ideas sobre el modo de traducir de Cicerón,
reclama la necesidad de liberarse de la versión de palabra por palabra.5 Parafraseando a
Madame Dacier en el prefacio a la traducción de Homero, Rivadeneyra apunta que
toda traducción resulta más extensa que el original por la necesidad de matizar, y
basándose en las traducciones al griego que el padre Petau hizo de Cicerón, defiende la
flexibilidad a la hora de traducir pensamientos y expresiones. El consultor Rivadeneyra
ejemplifica luego sus observaciones apoyándose en dos versos de Horacio de la Oda 4,
libro I -"Palida mors aequo puisât pede/Pauperum tabernas, Regumque turres"- y las
diversas traducciones que de ellos habían hecho Mme Dacier, el padre Tarteron y el
español Villen de Viedma. Todo ello para terminar encomiando la obra de Catalina de
Caso, así por la justeza de la traducción como por el singular aporte a la educación, ya
que, por el aprovechamiento que podrán los jóvenes sacar de dicho libro, cree
Rivadeneyra que deberían éstos "venerar" a dicha señora por "madre común" (Rollin
1755b: I, s. p.).
Ciertamente, la envergadura de la obra original es un mérito que sitúa a la
traductora española al nivel profesional de Anne Dacier (1654-1720) quien marcó el
final de laszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
belles infidèles (Delisle & Woodsworth 1995: 155). Por otra parte, las
traducciones de educación interesan además porque es una época volcada sobre la
moral, y el mérito de Catalina de Caso estará en situar para siempre y de forma explícita
la concepción educativa de Rollin como modelo a seguir, aunque, por supuesto, el
original francés era conocido ya en nuestro país.
Respecto del contenido de la obra, en ella se señalan tres objetivos en la
instrucción: a) la formación del entendimiento, al que el estudio proporciona "elevación
y extensión" (Rollin 1732: 6), ayudándole a sacar las consecuencias más distantes y
"rectitud" (Rollin 1732:6), alejando las falsas preocupaciones que nacen de la ignorancia;
b) la formación de las costumbres, pues el hombre "no nació para sí sólo, sino también
para la sociedad" (Rollin 1732: 12), y por eso recomienda la lectura de Autores, el
conocimiento de las virtudes de los hombres grandes y unas reflexiones, "breves y
penetrantes, despedidas como una saeta" (Rollin 1732 : 27), que el maestro debe
proporcionar; y c) el objetivo de la instrucción es el estudio de la religión -de ahí que el
"reglamento de la Universidad de París de 27 de junio de 1703 estableciera que todos
los días se aprendiera algo de las Escrituras Sagradas" (Rollin 1732: 33)-, pues en esto
5
El tema de la mayor o menor literalidad en el ejercicio de la traducción sería tratado en esta época además
por Antonio de Capman y en su Arte de traducir el idioma francés al castellano, de 1776 (Checa 1991: 595).
no hay que olvidar que el jansenismo, siendo un movimiento renovador en el aspecto
educativo, sus fines son profundamente religiosos.
En 1755, conviven en España elzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
Traité des études y la traducción de Catalina de
Caso. Consciente ésta de que la traducción no es el lugar de aportaciones teóricas, sí
apunta a una necesidad social de la misma en general, y en particular de ésta de Rollin,
y se demuestra en que la obra ya había sido traducida en otros países. No es exagerado
decir además que, tanto por su prólogo como por el asentimiento de los diferentes
aprobaciones y dictámenes que lo acompañan, los textos traducidos necesitan ocupar
su ubicación en la historia de la pedagogía española como lo ha ido ocupando en el
resto de Europa.
En medio de un catolicismo ilustrado, de un filojansenismo y un regalismo
cuyo pretexto era la colaboración del rey en la modernización del país (Laspalas 1993:
697), la política educativa en España experimentó a partir de Fernando VI un auge
basado en el "mito de la instrucción" (Delgado 1993a: 650). Sujeta a las mismas
corrientes ideológicas que propiciaron en Francia una verdadera "pasión por la
pedagogía" (Mialaret & Vial 1981: 289), triunfaron aquí los tratados relativos a la
enseñanza. A la vez que en el país vecino, los procedimientos y temas más diversos se
presentaban al lector interesado -a quien se le proponía siempre una forma nueva de
acercarse al problema- bajo diferentes formas: síntesis -Émile (1762) de Rousseau-,
parte de una 'suma filosófica -OEuvres philosophiques y Cours d'étude pour l'instruction
du prince de Parme ( 1769-1773) de Condillac-, tratados -De l'homme et de son éducation
de Helvétius (1772)-, discursos académicos -Plan d'études du P. Navarre (1762-1763),
Discours sur l'éducation de l'abbé Delille (1776)-, encargos de soberanos -Plan d'une
université russe de Diderot-, encargos del Estado -Essai d'éducation nationale ( 1763) de
La Chalotais-, o artículos -en l'Encyclopédie- (Mialaret & Vial 1981: 289).
Así, las traducciones de Francisco Javier de Villanueva y, especialmente, la de
Catalina de Caso se sitúan en un momento germinador de la reflexión pedagógica y
sirven de revulsivo, junto con el pensamiento de Feijoo, para la creación de un elenco
bibliográfico sobre el tema.
Hay que hacer notar que, inmediatamente anteriores a estas dos versiones y
contemporáneos a los tratados de Rollin, se sitúan algunos discursos del Teatro crítico
universal (1726-1740), de Feijoo, bien que alejados de los supuestos rollinianos por su
utilitarismo e influidos más claramente por Locke, Newton, Fontenelle, Malebranche,
Buffier y Saint Aubin entre otros (Fernández 1993a: 729). Sin embargo, aunque es
cierto, como indica Escolano, que la Ilustración constituye la primera iniciativa
pedagógica plenamente moderna (Mérida-Nicolich 1993: 686), es justo ver alguna
motivación de la base igualitaria, en cuanto obligación y responsabilidad del Estado,
defendida por el jansenismo a partir de las premisas de Rollin.
Baldiri Reixac, ya en 1749, publicó el libro Instruccions per a la ensenyança de
minyons, cuya fuente documental es el Traité des études. Siguiendo las pautas del rector
francés, llega el párroco catalán incluso a traducir e incluir párrafos enteros de éste
(Marqués 1993: 763). Adapta, pues, Reixac, las recomendaciones de Rollin a las
necesidades educativas de la enseñanza rural en Cataluña.
En 1754 los escolapios dan a conocer por primera vez su zyxwvutsrqponmlkjihgfedcba
Método uniforme, al
que seguirían otras cuatro ediciones dentro del siglo XVIII, y en el que predicaban una
normalización escolar arraigada en la propuesta de san José de Calasan z en las
Consituciones (Faubell 1993: 711).
En 1766 aparece el Tratado del origen y arte de escribir bien, ilustrado con veinte
y cinco láminas de Luis de Olot, que no es tanto un tratado caligráfico como un tratado
de educación, en el que la huella de Reixac se deja sentir hondamente (Delgado 1993b:
765). En dicho tratado se observan los estudiosos una menor frecuencia en las citas de
Rollin frente a las de Quintiliano.
El filojansenismo se extendió por España incorporando a buena parte de los
eclesiásticos en el proyecto de regeneración cultural del país. Buscando dar un mayor
rigor a las costumbres del clero, más autonomía a la razón, y purificar la religión de
miedos como las supersticiones, el desprecio a lo extranjero, etc., se formó un grupo de
"obispos ilustrados" (Laspalas 1993: 695), entre los que destacamos a Tavira por su
Plan para la reforma de la Universidad de Salamanca de 1767.
Ese mismo año, encargado por el ministro Roda, Mayans redacta su Informe
sobre los estudios. De vital importancia en la renovación científico-cultural, se propone
una enseñanza uniforme, secularizadora y regalista.
En 1775 Campomanes, en su Discurso sobre la educación popular de los artesanos
y su fomento, animaba al clero y a la nobleza a promover y financiar programas de
reformas educativas mediante "premios y pensiones a alumnos", así como "traducción
de obras extranjeras" (Viñao 1993: 658). Y, efectivamente se notó un creciente interés
por la traducción de libros sobre educación, no sólo de Rollin, sino también de Fénelon,
o de Mme Leprince de Beaumont (Fernández & Nieto 1991: 586).
Sólo un año después aparece la Historia de las artes y ciencias (1776) de Ch .
Rollin, traducida por Joseph Barreda y Bustamante. La obra delimita su lugar entre los
manuales de la época por medio del Prólogo del traductor. "Me hago cargo, que este
trabajo parecería tal vez superfiuo, e inútil; porque como por la misericordia de Dios,
estamos ya tan ilustrados los españoles, mirarían nuestros eruditos con un alto desprecio
una obra tan superficial; pero yo, que procuro seguir el espíritu del autor, no he pensado
traducir esta historia para los sabios, o eruditos; [...] sino para niños o jóvenes" (Rollin
1776: s. p.).
Desde el punto de vista de la versión misma, Barreda excusa los posibles
galicismos, advirtiendo que los ha evitado por no creerse con suficiente autoridad para
introducir vocablos nuevos, aunque reflexiona sobre si "¿hemos de ser tan rígidos
censores de tal cual voz en los escritos, cuando oímos tantas en las conversaciones que
vierten muchos de intento por acreditarse de civilizados, no siendo en realidad sino
ridículos?" (Rollin 1776: s. p.).
Cinco años después sale a la luz una versión española delzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZY
Supplément que Rollin
añadió al Traité des études en una de sus numerosas ediciones.6 Se trata de Educación y
estudios de los niños y niñas y jóvenes de ambos sexos, con traducción de Joaquín Moles.
Aparece esta nueva traducción en plena inquietud por la educación de la mujer, apenas
unos años antes de que Martín Sarmiento propusiera en su Discurso sobre el método
(1789) una juventud formada en las ciencias útiles. Así mismo, esta traducción de
Educación y estudios es anterior al Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres
(1790) de Josefa Amar, que recomienda la práctica de la virtud, el cumplimiento de los
mandamientos y el deseo de lo bueno como rectores de la dirección de las costumbres
enseñadas (Labrador 1993: 760).
La educación moral impregna, pues, todos los tratados, informes y discursos
sobre educación. Desde Hervás y Panduro con sus seis tomos de Historia de la vida del
hombre (1789-1799), donde pasando por la infancia, la pubertad y la juventud, dirige
finalmente su atención hacia la anatomía moral de la vida (Martínez-Escalera 1993:
755), hasta Jovellanos, quien en su obra de madurez Memoria sobre educación pública
(1808) divide la educación literaria en intelectual y moral (Fernández 1993b: 750), o
hasta Meléndez Valdés en su Discurso sobre la necesidad de prohibir la impresión y venta
de lasjácaras y romances vulgares por dañosos a las costumbres públicas (1827) ,7 se desprende
que la moral que rigió la etapa francesa que va desde 1700 a 1760, dominada por las
propuestas de Charles Rollin, ocupan el campo pedagógico español entre 1755 y el
final del siglo XVIII.
Ahora bien, a la educación moral prevalente planteada por Rollin y basada en
el "racionalismo estricto e intimismo religioso" del jansenismo que invita a una
persistente e inteligente autonomía moral (Abbagnano & Visalberghi 1988: 310),
podrían buscársele unos precedentes que arrancando de Quintiliano -a quien el rector
francés llama "maestro del paganismo"- y su Institución oratoria, respeta por encima de
todo al niño, completado con las ideas pedagógicas de Plutarco, para quien la enseñanza
de la moral consiste en la virtud del ejemplo' (Abbagnano & Visalberghi 1988: 127).
María Catalina de Caso muestra, sin embargo, un talante más estricto en su Prólogo de
la traductora al discreto lector. Se extiende ésta en unos principios a seguir para evitar
que los niños, "con estas ilícitas libertades, que se les permiten, y con las conversaciones
que oyen, se [vayan] haciendo, unos monstruos indómitos, llenos de vicios, capaces de
despreciar a sus propios padres, como cada día se experimenta" (Rollin 1755b: I, s. p.).
Ante lo que muchos padres y maestros creen que criar a un hijo es enseñarle a leer, a
6
"Dan s les éditions suivantes, Rollin adjoindra à ces six Livres un Supplément qui sera imprimé en tête
d'ouvrage, et qui comprend quelques courtes réflexions sur ce que l'on doit faire apprendre aux enfants dans
les premières années, & même sur les études qui peuvent convenir aux jeunes personnes de l'autre sexe
jusqu'à un âge plus avancé' (1,1) (soit 120 pages en deux chapitres, l'un pour les enfants, l'autre pour les
filles)" (Besse 1998: 15).
7 El Discurso sobre la necesidad de prohibir la impresión y venta de las jácaras y romances vulgares por dañosos a
las costumbres públicas, y de substituirles otras canciones verdaderamente nacionales, que unan la enseñanza y el
recreo está recogido en Escritos pedagógicos de la Ilustración (Mayordormo & Lázaro 1988: 61-69).
escribir y doctrina cristiana, Catalina de Caso propone ir más allá. Es necesario enseñar
al niño en qué consisten los vicios, el deshonor personal, y el daño que causan a la
sociedad. Concibe, pues, la autora su prólogo como un pequeño manual o guía de
conversación en el seno familiar. Los vicios retratados son la soberbia, la murmuración,
la adulación, la envidia, el engaño, la injuria, la traición y la pereza. Basándose en citas
de san Crisostomo, san Agustín, san Jerónimo, san Anselmo, además de pasajes bíblicos,
la autora, con un discurso duro y casi intransigente, hace recaer en padres y maestros la
obligación de cultivar rigurosamente la virtud en la juventud.
Es nuestra opin ión , las lecciones de moral intransigente que propon e la
traductora provocan, si no una contradicción, sí por el lugar que ocupan una lectura
forzada o algo viciada delzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDC
Traité des études en un sentido poco acorde con el espíritu
filojansenista de Rollin. Se trata exactamente de esa traductora capacitada "por su lugar
privilegiado de mediador [a], para proponer visiones desenfocadas" (Donaire & Lafarga
1991: 11). Es un ejemplo, pues, de cómo además de constructores de lenguas nacionales,
difusores de conocimientos e importadores de valores culturales (Delisle & Woodsworth
1995), los traductores, conscientes de la repercusión que tiene la obra vertida, bien que
respetuosos con el texto, se apoderan algunas veces, como María Catalin a de Caso,
del espacio prefacial tratando de mediar intelectual y eruditamen te entre el lector
y la obra original.
Referencias bibliográficas
1. Textos
GIBERT. 1727. "Observations adressées à M. Rollin, ancien Recteur et Professeur Royal sur son
Traité de la manière d'enseigner et d'étudier les belles lettres ' Bibliothèque Française ou
Histoire Littéraire de la France X, 198.
GIBERT. 1727. "Ré po n se de M. Gibert à la Lettre de M. Rollin" Bibliothèque Française ou Histoire
Littéraire de la France X, 2 5 0 .
ROLLIN, Charles. 1727. "Lettre de Mr. Rollin à M . Gibert ancien Recteur de l'Université, au
sujet de ses Observations sur le Traité de la manière d'enseigner et d'étudier les belles
lettres ' Bibliothèque Française ou Histoire Littéraire de la France X, 2 3 4 .
ROLLIN, Charles. 1732. Traité des études ou De la manière d'enseigner et d'étudier les belles lettres.
Par rapport à l'esprit & au coeur, Paris, Jacques Estienne (4 a éd.; la I a ed. es de 17261728).
ROLLIN, Charles. 1755a. Historia antigua de los egipcios, de los sirios, de los babilonios, de los medos,
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Joseph Rico.
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ROLLIN , Charles. 1755b.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB
Modo de enseñar y estudiar las bellas letras. Para ilustrar el entendimiento,
y rectificar el corazón. Escrito en idioma francés por Mons. Rollin. Traducido al castellano
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