El fenómeno Tamara: la marquesa de Griñón se convierte en la mujer más influyente del momento

Su ‘nanosegundo en el Metaverso’ ya forma parte de la memoria sentimental colectiv

Pedro del Hierro

05/10/2022 6:58 CEST

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Durante estos días frenéticos en los que la vida de Tamara Falcó ha dado un volantazo de 180 grados y la relación con su ya expareja se ha quebrado por completo, las expectativas profesionales de ambos protagonistas también han sufrido un cambio drástico. Íñigo ha subido cuarenta mil seguidores en sus redes sociales, pero su futuro empresarial se encuentra más que en entredicho, ya que se ha convertido en algo así como un mentiroso patológico para la opinión pública. Ahora mismo, pocos se aventurarían a ofrecerle un contrato o colaboración. El caché de Íñigo baja y, sin embargo, el de Tamara se dispara. Ha ganado cerca de doscientos mil seguidores en Instagram. Las muestras de cariño se multiplican por mil en las redes sociales, donde está casi retratada como una heroína, una nueva ‘princesa del pueblo’. Personalidades de todos los ámbitos se rinden ante su templanza y fortaleza.

Desde Susanna Griso a Belén Esteban, pasando por Ágatha Ruiz de la Prada, y todo gracias a ser como es. A la sencillez, la naturalidad y la brillantez con las que Tamara explicó, ante los objetivos de las cámaras, cómo se sucedieron los acontecimientos. Incluso, la Guardia Civil ha utilizado la ya icónica frase del “nanosegundo en el Metaverso” y han sacado camisetas con esta declaración de intenciones. Pero la valentía no solo ha encumbrado a Tamara en España, ya que también ha generado el interés internacional: este delicado asunto ha saltado a medios como el Daily Mail. De hecho, tal y como desliza su entorno a ¡HOLA!, este periódico británico ya ha intentado ponerse en contacto con ella.

La frase “ni un nanosegundo en el Metaverso” ya forma parte de la memoria sentimental colectiva. Hasta la Guardia Civil la ha utilizado para ilustrar una campaña

No está cerrada al amor

No obstante, pese a todo lo ocurrido, Tamara no ha dejado de creer en el amor. Es más, su hermano Enrique Iglesias, contó Tamara en el programa de Pablo Motos, ya le está buscando novio. “Tengo un novio ruso para ti”, le dijo y ella le contestó: “Enrique, que estamos a sábado…”, y ante el temor de que ese futuro amor eslavo tuviera que ir a hacer la guerra, Enrique le soltó: “Hay muchos rusos que ya se han ido y están en Estados Unidos”. Pero lo que no ha perdido de ninguna de las maneras ha sido la fe en Dios. “Dios te ama” es la frase que guía sus acciones. Se la dijo el padre Cruz Miguel Pérez, que ha acudido a verla todos los días desde que se produjo la ruptura, hasta su viaje a México. Este sacerdote navarro, párroco de la Iglesia de Santa Adela, de Madrid, está muy ligado a la familia: ya acompañó a su tío Fernando Falcó, III marqués de Cubas, en sus últimos días, al igual que fue el encargado de oficiar la ceremonia religiosa en el enlace entre su primo Álvaro Falcó y su amiga Isabelle Junot, el pasado mes de abril, en el palacio del marqués de Mirabel (Cáceres). El padre Cruz también ha acompañado a Tamara en algunos de sus viajes de peregrinación a Medjugorje, en Bosnia y Herzegovina. Aquí fue donde le escuchó por vez primera “este mantra” vital: “Dios te ama, Tamara”. “Con lo que he hecho, no me puede amar”, pero el párroco se lo volvió a repetir: “Dios te ama”. Porque el amor es lo que importa.

Los grandes apoyos de Tamara

Desde que abandonó su casa, en la mañana del pasado sábado 24, para instalarse en el domicilio familiar de Puerta de Hierro, Falcó ha contado con el incondicional apoyo de su madre. También el de Ana Boyer, que viajó con sus dos niños, Miki —ahijado de Tamara— y Mateo, para estar junto su hermana. Los pequeños la han ayudado a recuperar la sonrisa en los días más duros tras la ruptura. Pero no solo los familiares más cercanos han apoyado a la marquesa de Griñón. Numerosos han sido los amigos y familiares que se han trasladado hasta la casa de Isabel Preysler para darle calor. Es el caso, por ejemplo, de su primo Álvaro Castillejo Preysler o el de Casilda Finat, vizcondesa de Rías, y su hermana melliza, Ana.