Estancia de los pr�ncipes en Leiza
Querido lector, tras este descanso post navide�o vuelvo a retomar la biograf�a del aitacho donde la dejamos. Y para coger el hilo voy a hacer un breve resumen de los acontecimientos de aquella primavera y verano de 1937, de la mano de t�a Lola (hermana de mi padre Ignacio) y del periodista Romero Raizabal, a�diendo un reportaje gr�fico gracias a las fotos que ten�a recopiladas y otras que amablemente me ha prestado una sobrina fiel seguidora del blog.
Comenzamos por un resumen del relato de t�a Lola:
"En los avances de Vizcaya cay� gravemente herido S.A.R. el Pr�ncipe Cayetano de Borb�n-Parma, que guardaba su inc�gnita bajo el t�tulo de Conde de Labardine. En el hospital de San Sebasti�n ... nos manifest� su deseo de ser trasladado al Alfonso Carlos cuanto antes, y as� que fue posible, lleg� a nuestro Hospital...
Mejorado ya de sus heridas quiso convalecer en Leiza y a casa lleg� armando un jaleo tremendo, pues a un pr�ncipe, quieras o no, siempre hay que tratarlo de una manera especial. Continuamente recib�a comisiones, visitas de importancia...
Tambi�n vino a verle su hermano, el Pr�ncipe D. Javier, el cual edific� al pueblo por su piedad y sencillez en la iglesia donde ayud� a Misa el domingo...."
El pr�ncipe regente D Javier quiso peregrinar al Castillo de San Francisco Javier para rogar su intercesi�n en la dif�cil situaci�n en que se encontraba Espa�a y mi padre Ignacio se encarg� de prepararlo todo.
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En las dos im�genes anteriores la comida de hermandad que tuvo lugar en Javier con D. Javier, D. Gaet�n y D. Luis de Borb�n Parma tras la peregrinaci�n a la cuna del santo, organizada por Ignacio Baleztena en Julio de 1937 |
As� describe Romero Raizabal, Leiza y Petrorena (la casa familiar) en un art�culo escrito en plena guerra:
"En el fondo de una copa fenomenal y agreste, bordeada de monta�as cubiertas de �rboles, la casa de los Baleztena es un rinc�n muy a prop�sito. Tiene un empaque grave y se�orial, y aroma sus habitaciones, alimentado desde hace un siglo a costa de grandes sacrificios y de menudos actos cotidianos, el pebetero de la Lealtad. No hay una pieza que no tenga retratos o recuerdos de nuestros reyes y de nuestros caudillos, y ante el pueblo es un gran relicario de nostalgias carlistas.
(En Leiza) Antes que D. Javier y que D. Gaet�n, Carlos VII y su cu�ado D. Roberto, el hermano de D�a. Margarita, padre de los Se�ores, y antes D Carlos V y la Princesa de Beira, estuvieron oyendo Misa en la hermosa iglesia de piedra, y el cura de Santa Cruz paseo por sus calles y sus caminos, sus arrogancias y rebeld�as legendarias...
Para un pr�ncipe requet� que ha sido herido en esta guerra por la Causa de Espa�a, este rinc�n navarro tiene m�s aliciente todav�a.
Y a muy poca distancia de la l�nea de la frontera con Guip�zcoa, donde muri� el primer muchacho de los nuestros..."
T�a Lola nos cuenta que:
"Hicimos preciosas excursiones: la Oliva, Leire, Bazt�n, donde visit� el hospital de Lec�roz reconociendo a muchos de los compa�eros de su Tercio".
Y Romero Raizabal narra varias de estas excursiones organizadas en buena parte por mi padre Ignacio y realizadas con el coche de t�a Lola:
"Ignacio Baleztena es un buen cicerone. Conoce palmo a palmo el pa�s...
- Aquello es Montejurra. Ah�, a la izquierda, entre aquellos jarales, cay� el General Concha. Muri� en aquella casa...
- �L�car! En donde el padre del Se�or llevaba al cuello el relicario de la Santa Cruz, que hoy lleva Vuestra Alteza Real...
- Esto es Ab�rzuza. Detr�s de estas monta�as est�n las Amescoas, donde la famosa batalla de Zumalac�rregui.
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El pr�ncipe D Gaet�n de Borb�n Parma con carlistas de Lacar
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D. Gaet�n en Lacar hablando con veteranos del pueblo
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En los claustros de Irache, los Padres escolapios explicaban al Pr�ncipe como era el Monasterio, cuando la dulce D�a. Margarita lo transformara en hospital de sangre... Ignacio Baleztena dij�:
- Cuantas veces el padre del Se�or vendr�a a Irache para ver a su hermana..."
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D. Gaet�n de Borb�n Parma en Tierra Estella
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Y prosigue t�a Lola:
"Aquella etapa tan animada, tan interesante iba a tener un trist�simo final. Por tel�fono, sin preparaci�n, como se daban entonces las noticias, nos lleg� una horrible: �Javierico se mor�a!.
�Y Dios se lo llev�!. De aquella alternativa gloriosa en que viv�a en el frente, como dec�a en una de sus cartas: o volver a casa o subir al cielo, eligi� la �ltima, la mejor; y vimos cerrarse, aquellos preciosos ojos azules.
Despu�s de los funerales volvimos a Leiza y la sombra protectora de la casa, una vez m�s, acogi� nuestra pena."
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Foto dedicada por D. Gaet�n de Borb�n Parma a Luisa Baleztena, madre de Javier Jaurrieta Baleztena: "A Luisa Baleztena madre de un martir muy cari�osamente Gaet�n de Borb�n Parma. Leiza Julio 1937"
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Y ya una vez en Leiza el aitacho se vio metido de lleno en la organizaci�n de un homenaje... del cual hablaremos en la pr�xima entrada si Dios quiere
Fuente: PREM�N DE IRU�A