Castillo de Edimburgo

Una historia legendaria marcada por alianzas, batallas, asedios y conquistas. Eso es lo que lleva a sus espaldas el Castillo de Edimburgo, que pese a haber sido reconstruido y modificado en varias ocasiones, mantiene la estructura e idea inicial del siglo XII. En concreto, la de ser una fortaleza para la defensa de la ciudad. Hoy en día, tú mismo puedes recorrer sus habitaciones y salas, en un viaje precioso a lo medieval que te regalará también las panorámicas más exquisitas de toda la capital escocesa. ¿Quieres averiguarlo? ¡Completa el tour Castillo de Edimburgo y alucina!

Aunque el castillo es un gran monumento en sí, en su interior se encuentran múltiples elementos de gran valor e interés. Por ejemplo, esta imponente edificación es el lugar donde se encontraron las Joyas de la Corona Escocesa, las más antiguas de toda Gran Bretaña y las segundas más antiguas de Europa. Otro gran elemento que reposa en el castillo es el Mons Meg, un cañón del siglo XV muestra la imponente potencia de fuego de la que disponía el castillo. 

Sin embargo, las nuevas alas del castillo, así como las partes nuevas de la ciudad, reflejan un estilo mucho más georgiano, quizás por las reformas más recientes que vivió Edimburgo después de los sucesivos asedios. 

Otro de los grandes atractivos del castillo es el cañonazo de la una en punto, un ritual que se mantiene desde 1861. En su momento este evento servía para marcar la una en punto con el máximo rigor, sin embargo actualmente es un gran reclamo turístico. 

El Palacio Real es otro de los edificios que se encuentra bajo la protección de los muros del Castillo. En este caso, se trata de un edificio del siglo XVI donde, entre otras cosas, falleció la reina María de Guisa y nació el rey Jacobo VI. Frente al mismo, te encontrarás una gran plaza abierta desde la que tomar fotos excelentes de todo. Además de esto, otro de los imperdibles es la Capilla de Santa Margarita, el edificio más antiguo de Edimburgo. Data del siglo XII, y conserva verdaderas obras de arte, como vidrieras o esculturas.

Por último, también verás el famoso Mons Meg, el espectacular cañón que apunta a Edimburgo y que en su día fue un regalo al rey Jacobo II. Además, también contemplarás el One o'Clock Gun, que se dispara todos los días a excepción del domingo, siendo uno de los espectáculos imperdibles en Edimburgo.

El Castillo de Edimburgo te dejará un sinfín de sensaciones desde el momento en el que te pones a subir Castle Hill. Alucinarás cuando descubras que se alza sobre un volcán extinto y que solo es posible acceder a él por uno de sus cuatro lados. Además, desde arriba vas a poder ver unas de las mejores vistas panorámicas de Edimburgo. Si te estás preguntando si tienes que visitar o no el Castillo de Edimburgo o tienes alguna duda en acercarte a sus inmediaciones, ya te damos nosotros la respuesta: ¡Por supuesto que hay que ir!