Carta a un joven Agente del Ministerio Público

Carta a un joven Agente del Ministerio Público

Joven, sobresaliente, distinguido y amigo de la sociedad:

Usted que se ha dedicado en forma seria y continua para culminar sus estudios como Licenciado en Derecho: Ahora considérese un profesional sobresaliente. Sí señor abogado usted es una persona especial ya que hoy demuestra tener un perfil de investigador, que no ha temido al reto que le espera, que en momentos seguramente, ha pensado y sentido el miedo por lo peligroso de ser en la actualidad un representante del Ministerio Público Federal, pero para que no se sienta solo o confundido permítame recordarle lo siguiente:

Su esencia como ser humano esta formada de una estructura sumamente especial, la cual es necesaria para desempeñar su próxima e inmediata labor. Esa estructura esta amalgamada de tres elementos, a saber:


Su vitalidad biológica, su equilibrio psicológico y su desempeño con calidad moral como miembro de nuestro grupo. Piense que "por eso" desde este momento esos tres factores son indispensables para el desarrollo de las tareas que le esperan y por lo cual usted será exigido en cada instante cuando sea nuestro representante social: Y ya que usted acepta ser nuestro protector y por tanto nuestro amigo, cuente con todos nosotros y vea que: Usted no esta solo.


Ahora fije en su mente el hecho de que su investidura deberá portarla con respeto y madurez para sí mismo y para con los demás, porque usted ha sido distinguido merecidamente al ser designado Agente Investigador del Ministerio Público Federal. Y eso amigo, a nosotros nos llena de orgullo.


Recuerde que su labor no terminará fuera de su oficina o de sus horas de servicio; créame que se deberá entregar en cuerpo, alma y mente el tiempo que usted decida desempeñar tan hermosa, destacada y honrosa actividad profesional. Seguramente su vida se trasformará a tal grado que su cargo lo perseguirá en donde sea que se encuentre; Ya que usted al ser un miembro sobresaliente, en grado de "confronta positiva", será analizado (figuradamente) como sí se le practicáramos una necropsia médico legal en nuestro laboratorio forense personal y grupal; Por eso ¡ojo! Mucho ojo: para que siempre y adonde se dirija actúe con ética y licitud en todo momento.


Ahora y siempre que usted quiera, lo consideramos nuestro amigo y apoyo, sabiendo que en ciertos momentos será un protector que luchará contra fuerzas organizadas que lo tentarán, lo trataran de difamar, lo amenazarán y en momentos hasta lo presionarán dé tal forma que, créame amigo, lo inquietarán. Pero acuérdese que no esta solo, que no lucha solo, que mientras sé conduzca con esmero cuenta con la mayoría de nosotros.


No nos defraude, en usted confiamos como pueblo. Cuando las fuerzas diablesas lo confundan: recuerde las necesidades del Pueblo de México, piense en nuestros indígenas, en esos niños descalzos, en esas mujeres violentadas, en esos padres desesperados que no han sabido ser protegidos y por ende no han sabido guiar a los suyos por mucho tiempo; acuérdese que muchos paisanos no tienen un bocado que llevar a su boca; vea en las calles a esos jóvenes que se pierden en la drogadicción, y por último observe a esos viejos que mueren sin una luz de esperanza de que su país algún día podrá cambiar.


Cuando físicamente se canse, solo traslade su mente al campo, en donde nuestros campesinos por unos pocos pesos tienen jornadas verdaderamente criminales y sin embargo ahí están sin declinar ante el viento, la sequía, el maltrato económico y social, perdurando por mucho tiempo callados, humildes, serenos y jamás descuidando su misión aceptada en esta vida. Ellos, no conocen días festivos, "puentes" y demás pretextos para dejar su jornal.


Sea destacado y trate con respeto a su grupo de colaboradores, ellos son parte suya, no los vea como esclavos, son parte de su equipo, sin ellos esta usted perdido. Salúdelos, respételos, escúchelos, atiéndalos como director y apóyelos como verdadero amigo.


Le recomiendo que no se identifique con personas, situaciones, manifestaciones conmovedoras, desgargantes, aberrantes o malintencionadas, ya que eso lo enfermará. Purifique su mente y goce
de su tiempo libre, de su familia, de sus amigos, de una buena comida, de una tortilla con sal o de un simple vaso con agua de limón.


Mi experiencia como ser humano y en la esfera del amor me compromete en este momento a emitir el siguiente Dictamen:


Si ahora no lo tiene, busque el verdadero amor. Apóyese en él. Y si lo decide, con su pareja: Procreen y eduquen excelentes mexicanos.


Que además de su proveedor, sea usted su estandarte, su admiración, su consejero, sea su mejor cuate. Que sus relaciones entre pareja desborden de pasión, de excelso sexo con mares de sólido amor; que haya una comunión y entrega en ese acto sublime y carnal. Hágalo todo eso como el fuego del sol, vamos, sea como el Popocatepetl que cuando suspira a todos hace temblar. Con tan fácil y sencilla receta haga una entrega total ya que le conviene, le conviene amigo: Porque con eso usted estará lleno de tranquilidad corporal y espiritual.


Créame que ejerciendo las anteriores y lindas acciones y ciertas anotadas omisiones usted podrá brillar, crecer y presentarse con una actitud positiva en su trabajo, con su familia y ante los demás.
Técnicamente, le aconsejo seguir los tres principios del buen  investigador: Los ojos abiertos, las manos en los bolsillos y la boca cerrada. Tener los ojos abiertos significa que usted deberá de observar a las personas, escenas y evidencias reuniendo a la mayoría de sus sentidos, tomándose el tiempo necesario, sin apresuramiento y  basándose en la doctrina criminalística, médico forense, criminológica y en la de otras ciencias con fines análogos. Las manos en los bolsillos, para que usted no sea uno de los cinco  principales contaminadores de escenas y evidencias; para eso usted cuenta con el auxilio de los peritos y policías, no obstante quién dirige a la "orquesta" es usted señor investigador, ya que en este  momento debe conocer a la perfección la "partitura de la sinfonía" para pesquisar. La boca cerrada, se basa en el principio de callar para no influir en las decisiones de los demás y desde luego no permitir que las opiniones ligeras de algunos principiantes de veinte  o más días ó años de carrera influyan en sus investigaciones.


Aléjese, corra de la contaminación, no necesariamente del smog, sino de algunas personas acéfalas que se encuentran actualmente en casi todos los niveles de nuestro medio y que como peritos, policías, jefecillos o compañeros son dioses terrenales (terrenales porque son ídolos de barro) y critican todo lo bueno; Olvídese de ellos ya que son insignificantes, se comprende porque están peleados con la vida y continuamente intentan con sus acciones putrefactar a todo lo cercano y lejano de su entorno. Ellos son un clan en peligro (gratamente) en extinción. Por eso afine sus conocimientos normativos penales y use los conocimientos enunciativos de la química, física y biología.
Y nunca, nunca de los nuncas sobrestime o subestime a víctimas o victimarios; Emplee el método científico, el inductivo, el deductivo y siga la huella de las evidencias subjetivas directas (testimonios), de las evidencias subjetivas indirectas (suposiciones) y de las evidencias materiales (criminalísticas y del orden médico forense).


Lo anterior le brindará un criterio de investigador que aunado a los principios del Derecho le mantendrá acorde con la realidad de los hechos para que finalmente: Tome decisiones con madurez.


Siga estudiando, frecuente foros académicos, participe en ellos como congresista y conferencista; escriba sus experiencias, dé a conocer sus tesis sobre temas de su competencia. Y no sea tibio, no sea "gente pequeña" como aquellos que critican todo lo que bien intencionados mexicanos han escrito y solo admiran como "caballos lecheros" a las opiniones técnicas externas (en ocasiones excelentes y en otras muy pobres). Esos, desde luego, nunca se han atrevido a publicar una pequeña opinión de su asignatura forense.


No sea uno más. Que no le minen sus fracasos, tómelos como  aprendizaje. Sea tenaz en sus pesquisas, cuidadoso con sus  contrincantes, apéguese a la verdad y triunfara como luchador social.

Y aunque no nos conozcamos desde hoy tenga la plena seguridad de que estamos agradecidos con usted solo por su buena intención de defendernos y protegernos; Y sepa que confiamos en que usted se conducirá positivamente.

Usted, joven Agente Investigador del Ministerio Público Federal representa para la mayoría de nosotros los mexicanos el actual Caballero Águila (con una rosa en la mano y en la otra una arma contuso contundente). Así es, usted es la manifestación jurídica de nuestro digno, majestuoso y querido Pueblo de México.


Finalmente y por leer estas sencillas líneas ya fijadas y emitidas por ideas que con ignición disparó mi mente y desde luego maculadas de fluidos biológicos abundantes de mí aparto cardiopulmonar:

¡Le doy la bienvenida joven agente del Ministerio Público al mundo de las ciencias forenses!


Dr. Alberto Isaac Correa Ramírez
Catedrático de las áreas Biológicas Forenses
Instituto Nacional de Ciencias Penales
México, D.F., 1° Mayo del 2002.

Nota: el Popocatepetl es un volcán de México.