María Anunciada Carolina Bonaparte y Ramolino (Ajaccio, 24/04/1782- Nápoles, 18/05/1839) fue la séptima descendiente y tercera niña superviviente del matrimonio entre Carlo María Buonaparte y María Leticia Ramolino. Era, por consiguiente, hermana menor de Napoleón I de Francia. Por su matrimonio con Joaquín Murat llegó a ser Gran Duquesa consorte de Berg y Reina Consorte de Nápoles, actuando de regente de este último reino durante pequeños períodos de 1812 a 1815 y finalmente durante la minoría de su hijo de 1815 a 1822.
Nacimiento y primeros años[]
María Anunciada Carolina Bonaparte nació en la ciudad de Ajaccio, Córcega, en el Reino de Francia, hija de Carlo María Buonaparte (noble patricio de Toscana) y María Letizia Ramolino.
En Córcega, Carolina y su familia pasaron por momentos de extrema dificultad tras la muerte de su padre en 1785. Como tal, la educación de la joven sería bastante rudimentaria y es probable que trabajara de costurera.
En junio de 1797 su hermano Napoleón, por aquel entonces un importante militar y político de la república, reúne a la familia en Mombello, donde Carolina de 15 años presencia el matrimonio de sus dos hermanas Elisa y Paulina. En la luna de miel la familia visita los lagos italianos y es ahí donde Carolina conoce a Joaquín Murat, un importante aide de camp de Napoleón de 30 años con el cual se enamora.
Disgustado ante la prespectivadel matrimonio, Napoleón manda a su hermana a la escuela de Mme Campan para que esta refine su educación, siendo su compañera su sobrina adoptiva Hortensia de Beauharnais.
Habiendo re-encontrado a Murat en una fiesta poco antes, Carolina se encontraba enamorada de él y el sentimiento era recíproco. Como tal, tras el golpe del 18 de brumario de 1799 Murat se encargó personalmente de entregar las noticias a Mme Campan, intentando sin éxito ver a Carolina en el proceso.
Furioso, Napoleón intenta casar a su hermana con otros posibles candidatos. Sin embargo, tras la presión de su propia mujer Josefina, Napoleón acepta y la pareja se casa finalmente el 18 de enero de 1800.
Tras el atentado en la Rue de Saint Nicaise, aunque el carruaje de María Carolina no fue atacado fue tal el susto y el alboroto que la joven, en avanzado estado de gestación casi pierde al niño. Sin embargo, consigue recuperarse y el niño nacerá poco después.
Gran Duquesa consorte de Berg[]
Carolina empezó a encelarse de su cuñada Josefina cuando esta se convirtió en Emperatriz, argumentando que ella merecía un rango también aristocrático.
Desilusionada ante el no ser elegida reina de Polonia, la princesa montó tal escena en una cena con invitados (entre ellos el emperador) e importantes figuras polítcas en la cual sollozó durante toda la cena, acusando a Napoleón de querer más a los Beauharnais que a su propia familia.
Bonaparte, cansado, se reunió con ella y le otorgó a ella y a sus hermanas el título de princesa francesa. Poco después, tras rechazar ella un principado suizo él le otroga el título de Gran Duque de Berg a su esposo, convirtiéndola en la Gran Duquesa consorte de Berg. Los grandes duques nunca visitarán el territorio.
El 20 de febrero de 1808 la tropas de Murat entran en España. Ilusionada ante la posibilidad del trono español, las esperanzas de Carolina se desvanecen ante la elección por Napoleón del hermano de ambos, José, como rey. A Murat se le dejó elegir entre el Reino de Nápoles y el de Portugal, escogiendo este el primero.
Reina Consorte de Nápoles[]
-veáse también: Reino de Nápoles-
La posesión de los Murat sobre el trono de Nápoles fue confirmada en el tratado de Bayonna en 1808 y sería ratificada en 1815 en el Congreso de Viena por las principales potencias y, a regañadientes, por los Borbones, quienes mantienen su dominio sobre Sicilia.
EN el tratado de Bayona, Carolina y su esposo aceptan el trono ofrecido a ellos por el emperador a cambio de ceder todas sus posesiones francesas. Sin embargo, Carolina es más lista que su hermano y, antes de firmar, manda todos los muebles y obras de arte de la pareja rumbo a Nápoles, donde remplazarán a aquellas del Palacio Real, cuyos muebles originales habían sido en gran medida llevados por José a España.
Aparte de una relación cada vez más deteriorada con su esposo, que está dolido que su nuevo trono le fuera encomendado simplemente por ser cuñado del emperador y no por mérito propio; así como el hecho que su esposa fuera bastatne dada al vicio de la lujuria extra-conyugal le lleva a que se distancien; destaca el papel de la nueva reina en la vida no solo social de Nápoles, redecorando el Palacio Real y organizando grandes fiestas; sino que además propició la creación de industrias manufactureras como la seda y el algodón, vendidos en Francia al mejor postor. Destacan también su interés en la restauración y excavación de Pompeya y la creación de escuelas para jóvenes daas.
Carolina serviría como una de las múltiples personalidades que influyeron en el divorcio de Josefina y Napoleón, introduciendo a Napoleón a Éléonore Denuelle de La Plaigne, una joven que se convertiría en la madre del primer hijo natural del emperador.
Aunque la relación se mantenía cordial amigable y leal en lo militar, Napoleón y Murat se distanciaron en lo político debido a varias situaciones en las que Murat hizo enfuriar al emperador (un intento de conquistar Sicilia en 1810, pedir a todo ciudadano extranjero en servicio público renunciar a su nacionalidad en 1811…). Carolina sirvió de intermediaria entre ambos y en la campaña en Rusia de 1812/1813 sirvió como la regente del Reino.
Asesinato de su esposo[]
Tras el final de la campaña, se reúnen en París las principales potencias europeas para negociar unos cambios definitivos de las fronteras y para negociar la rendición condicional del Reino Unido. El marido de Carolina se quedó para negociar por parte de Nápoles, buscando llegar a una conclusión sobre la isla de Sicilia, bajo posesión borbónica pero reclamada por Nápoles.
El acta final del Congreso reconoce la soberanía de los Borbones sobre Sicilia y de los Murat sobre Nápoles, obligando a ambas naciones a reconocer la una a la otra y a desistir de todo reclamo sobre los otros reinos. Se rompía así oficialmente la unión personal de ambos reinos, en vigencia desde la Edad Media. Murat tuvo que acceder a regañadientes obligado por Napoleón y, tras la firma del Congreso el 9 de junio, volvía a Nápoles, donde su esposa le recibió calurosamente.
Sin embargo, poco duraría la dicha ya que el rey, queriendo celebrar la soberanía de Nápoles, decide dar un tour por las provincias, siendo asesinado por un borbonista el 9 de octubre de 1815 en la ciudad de Pizzo. El asesinato destrozó a Carolina, quien se convirtió en la regente del nuevo rey Aquiles I.
Últimos años[]
La regencia de su hijo duraría hasta que se le declaró mayor de edad en 1821, sirviendo Carolina de regente. Aunque la familia Murat era bastante popular, todavía los napolitanos guardaban un especial sentimiento por la familia Borbón, y muchas veces se quejaban de la dominante presencia francesa en la capital. Estas quejas empezaron a reunirse en la figura de Carolina, en quien muchos veían una figura parecida a la de José Bonaparte en España, es decir, más francesa que napolitana. Por ello, cuando en 1820 se expandieron las noticias de la revolución de 1820 en España, muchos napolitanos tomaron la iniciativa.
Aunque la regencia estaba planeada para terminar en 1821/22, las tropas de caballlería de Nola se levantaron el 2 de julio de 1820 en contra de los Murat al mando de Michele Morelli y Giuseppe Silvati. El resultado sería que la regente abandonaría el poder, mientras que Aquiles I sería declarado mayor de edad a los 19 años y obligado a otorgar una nueva constitución al reino y cambiar la situación de Monarquía absolutista a constitucional. El joven rey, popular entre la gente y los liberales, accede y se proclama un nuevo parlamento en Nápoles.
La reina madre Carolina, ahora sin ningún poder político, se encargaría de buscar buenos matrimonios para sus hijos. Sin embargo, su personalidad caprichosa y arrogante, así como la poca relevancia que tenía la Casa Murat fuera de Italia lleva a que en vez de ser una ayuda para sus hijos se convierta en buena mandera en un estorbo. Finalmente, tuvo que volverse a su fmilia en busca de candidatos, siendo una de las mayores partidarias en el matrimonio de su hijo Aquiles con su sobrina Zenaida, infanta de España e hija mayor de José I; bajo al esperanza de, al no tener José descendientes varones, se cambiaría la ley para que su hijo y su nueva nuera se convirtieran en reyes de España. El intento de casar a su hija Luisa con su sobrino Napoleón LUis (más tarde Napoleón III de Francia) fracasó y este terminaría casandose con la princesa Josefina de Baden.
En 1830 la reina se volvería a casar, tras 15 años de viudez, a la edad de 48 años (la misma edad a la que murió su sposo) con Francesco MacDonald, creado Conde de Lipona (1777-1837). El matrimonio no tuvo descendencia.
MacDonald fallecería en 1837 y la reina, con 55 años, se echaría un amante de nombre desconocido que casi causa la bancarrota de Carolina, teniendo que intervenir sus hijas y el mismísimo rey para detenerlo. Carolina falleció en su villa en Nápoles, a los 57 años de edad el 18 de amyo de 1839.
Matrimonios y descendencia[]
María Anunciada Carolina Bonaparte desposó el 18 de enero del año 1800 a Joaquín Murat (1767-1815). El novio y la novia se llevaban 15 años de diferencia. Juntos tuvieron 4 hijos:
- Achille Charles Louis Napoléon Murat, (21 de enero de 1801-15 de abril de 1887). Sucedió a su padre como Rey de Nápoles. Contrajo matrimonio el 12 de julio de 1820 en Madrid con Zenaida Bonaparte, Infanta de España (1801-1854). Sin descendencia.
- Princesa Marie Letizia Josephine Annonciade Murat (26 de abril de 1802-12 de marzo de 1859). Se casó en 1829 con Carlos Luciano Bonaparte, III Duque de Guastalla. Con descendencia.
- Lucien Charles Joseph Napoléon Murat, (16 de mayo de 1803-10 de abril de 1878). Principe soberano de Pontecorvo. Se casó en 1826 con Elisa Baciocchi, Princesa de Lucca y Piombino. Con descendencia.
- Princesa Louise Julie Caroline Murat. (21 de marzo de 1805-, 1 de diciembre de 1889). Se casó en 1827 con el archiduque José de Austria, Palatino de Hugría; La princesa tenía 22 años en el momento de la unión, el archiduque 48. Con descendencia.