Este s�bado, 6 de febrero, se cumplen 33 a�os de la muerte de Carmen Polo y Mart�nez Vald�s, se�ora de Meir�s con grandeza por concesi�n del Rey Juan Carlos, quien, como esposa de Franco, ejerci� durante casi 40 a�os de primera damade este pa�s.
Falleci� de una bronconeumon�a en su domicilio de la calle Hermanos B�cquer, mientras dorm�a, y fue enterrada en el pante�n del cementerio de Mongorrubio en El Pardo, que desde 2019 comparte con el propio Franco, tras ser inhumados sus restos del Valle de los Ca�dos por decisi�n del Gobierno Sanchez. A su entierro acudieron destacados ultras como Blas Pi�ar, l�der de Fuerza Nueva, o el comandante Pardo Zancada, uno de los golpistas del 23F, as� como gran n�mero de personajes del r�gimen, que entonaron el Cara al soly abuchearon a los ReyesJuan Carlos y Sof�a, all� presentes, al grito de "traidores".
Carmen Polo era una mujer de car�cter un tanto altanero, t�pico de la clase alta de provincias a la que pertenec�a, que ten�a gran influencia sobre su marido. Un poder que ejerc�a desde su peque�a corte del palacio de El Pardo, donde vetaba a todo aquel que no mostrara una adhesi�n plena a los principios y a la r�gida moral ultracat�lica del r�gimen. Muy p�a, cuentan que estando en Salamanca en plena guerra civil, Franco se acercaba cada tarde desde su cuartel militar a rezar con ella el rosario para complacerla.
De gustos exquisitos, su amor por las joyas le vali� el apodo de "la collares" por su afici�n a lucir collares de perlas de varias vueltas. Tambi�n tenia debilidad por las antig�edades, con las que decor� el palacio de El Pardo o el reci�n expropiado pazo de Meir�s, en parte recolectadas en hogares de amigos y conocidos que no dudaban en regal�rselas a la menor muestra de inter�s por "ser vos quien era". Tanto que se dice que algunos de ellos, cuando visitaba sus casas, guardaban la plata por si se encaprichaba de algo.
Nacida con el estreno del siglo XX en Oviedo, pertenec�a a una familia relumbrona de Asturias, ya que su padre, Felipe Polo, era un prestigioso abogado y rico terrateniente y su madre, Ramona Mart�nez-Vald�s, descend�a de una familia "bien" de toda la vida. Muri� cuando Carmen contaba 13 a�os, siendo educados ella y sus tres hermanos por una t�a suya, Isabel, que la matricul� en el colegio de las ursulinas, formaci�n que complet� en casa gracias a una institutriz francesa.
Conoci� a Franco en la primavera de 1917, cuando destinaron su guarnici�n a Asturias, pero la familia Polo no aprobaba el noviazgo, de hecho su padre no fue a la boda, por considerar poca cosa al "comandant�n", como le apodaban, para emparentar. Sin embargo, era uno de los militares m�s descollantes del momento y gozaba del favor del rey Alfonso XIII, que fue padrino de su boda con Carmen Polo el 23 de octubre de 1923, representado por el general Losada.
Quince meses despu�s del enlace, Franco fue ascendido a coronel al mando de la legi�n y destinado a Melilla, donde ya le acompa�� su mujer, cuya vida en adelante se vio sometida a sus continuos cambios de destino. En septiembre de 1926 naci� su �nica hija, Carmen, a la que apodaban "Nenuca" y a la que Franco envi� junto a su madre a Francia con nombre falso para protegerlas durante el Alzamiento Nacional.
En 1940 tras la victoria y ya convertido en "caudillo" , Franco fijo su residencia en el palacio de El Pardo, donde vivi� Carmen Polo hasta la muerte de su marido el 20 de noviembre de 1975.
Manej� con mano de hierro los destinos de su familia, tanto el de su hija, Carmencita, que se cas� con Crist�bal Mart�nez-Bordi�, marqu�s de Villaverde , como de sus siete nietos, de cuyas vicisitudes familiares, puntualmente blanqueadas, daba cuenta el Nodo. Cuentan que una de las pocas decisiones de las que no pudo hacer desistir a su marido fue en que revocase el nombramiento de Juan Carlos como sucesor a t�tulo de Rey, que realiz� en julio del 69, para nombrar a Alfonso de Borb�n, duque de C�diz, que se cas� en 1972 con su nieta Carmencita, lo que hubiera supuesto convertir a su guapa niet�sima en reina.
Tras la muerte de Franco, Carmen Polo se traslad� al edificio de la madrile�a calle Hermanos B�cquer donde vivi� retirada de la palestra hasta su fallecimiento con 87 a�os en 1988.
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