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En La reina Carlota: Una historia de Los Bridgerton, los problemas de salud mental a los que se enfrenta el joven rey Jorge (interpretado por Corey Mylchreest) son una parte clave de la trama. La totalidad del cuarto episodio, "Al servicio del rey", se centra en los acontecimientos de los tres primeros episodios desde la perspectiva de Jorge, y en la incapacidad de los médicos reales para tratarle. Aunque la historia que vemos en la serie es ficticia, es probable que el verdadero rey Jorge III padeciera una enfermedad mental.
Jorge subió al trono a los 22 años y fue rey de Gran Bretaña hasta su muerte en 1820, a los 81 años. En la última década de su reinado, se le consideró mentalmente incapacitado para gobernar, y su hijo mayor, el príncipe Jorge Augusto Federico, fue nombrado Príncipe Regente, marcando el inicio de la era de la "Regencia".
¿Qué le pasaba al rey Jorge III? ¿Cuál era la causa de su enfermedad mental, o de su "locura", como se la llamaba? Incluso el sitio web oficial de la familia real escribe: "Jorge III es ampliamente recordado por dos cosas: perder las colonias americanas y volverse loco". Esto está lejos de ser toda la verdad". Puede que las verdaderas respuestas se pierdan en la historia, pero hay algunas teorías.
En la década de 1960, los psiquiatras Ida Macalpine y Richard Hunter sostuvieron en el British Medical Journal que Jorge padecía porfiria aguda, un trastorno metabólico que afecta al sistema nervioso. Investigaciones recientes, como un artículo de Timothy Peters en 2011 en Clinical Medicine, afirman que Macalpine y Hunter fueron "muy selectivos en su información e interpretación de sus signos y síntomas y que el diagnóstico de la porfiria aguda no puede sostenerse", argumentando que "trataron de eliminar "la mancha de la locura" de la Casa de Windsor."
En cambio, Peters propone que el rey Jorge III padecía en realidad síndrome maniaco, posiblemente trastorno bipolar. Señala que a Jorge se le diagnosticó en su momento lo que entonces se llamaba "psicosis maníaco depresiva".
Otros investigadores han estado de acuerdo con este diagnóstico; Peter Garrard y Vassiliki Rentoumi, analizando las cartas escritas por Jorge III durante "periodos mentalmente sanos y aparentemente mentalmente enfermos", respaldaron el diagnóstico de trastorno bipolar, escribiendo: "en la clasificación moderna de las enfermedades mentales, el síndrome maniaco parece ser ahora el diagnóstico que mejor se ajusta a los datos disponibles sobre el comportamiento." Garrad declaró a la BBC: "La teoría de la porfiria está completamente muerta. Se trataba de una enfermedad psiquiátrica".
El sitio web de la familia real señala: "Puede que nunca sepamos exactamente qué le pasaba a Jorge III, puede que fuera hipomanía, pero los investigadores que estudian sus papeles han descubierto que las crisis nerviosas se producían a menudo en medio de la agitación en casa, incluida la muerte prematura de su hija menor, la princesa Amelia, a causa de la tuberculosis". La hipomanía es un tipo de manía que suele formar parte del trastorno bipolar.
En la última década de su vida, además de la manía aguda y la ceguera por cataratas bilaterales, Jorge posiblemente también padeció demencia.
Como describe la serie, los tratamientos a los que fue sometido Jorge fueron dolorosos e inhumanos, e incluyeron el uso de una camisa de fuerza, sangrías, ampollas y mucho más. El Dr. Francis Willis, médico que trató a Jorge, escribió en su diario en marzo de 1801: "Los pies de Su Majestad fueron metidos en agua caliente y vinagre durante media hora. Poco después de esto Su Majestad dio tal apariencia de estar exhausto, que su vida estaba desesperada - su pulso también había aumentado rápidamente".
Sea lo que fuere lo que le ocurriera al rey Jorge III, está claro que los médicos de la época no tenían los medios para tratarle. Como escribió el novelista William Makepeace Thackeray sobre Jorge III en su obra "The Four Georges": "Todo el mundo conoce la historia de su enfermedad: toda la historia no presenta una figura más triste que la del anciano, ciego y privado de razón, vagando por las habitaciones de su palacio, dirigiéndose a parlamentos imaginarios, pasando revista a tropas imaginarias, celebrando cortes fantasmales".
Jorge moriría en el castillo de Windsor en 1820.
