Espatulas - Forceps de Velasco

viernes, 5 de abril de 2013

La triple tragedia


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                            

 

 

 

 

 

FÓRCEPS SÍ O NÓ

 

LA TRIPLE TRAGEDIA OBSTÉTRICA

 

 

AUTOR

 

Dr. Álvaro Velasco Chiriboga

Profesor Honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia

 

 

Resumen histórico seleccionado

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

Escribir el presente boceto me ha llevado un tiempo bochornosamente largo por las exigencias diurnas y nocturnas de mi profesión, se refiere a hechos acaecidos en una época decisiva a principios de la edad contemporánea llena de tensión en diferentes territorios de Europa, por enconados y sangrientos conflictos de las diferentes naciones o mejor, reinados. La misión central del relato es analizar una conducta médica, obstétrica, criticada por opiniones múltiples del momento, acerca  de si debió utilizarse un fórceps o no para evitar la tragedia.

 Se exploran además los antecedentes de los participantes y las consecuencias del suceso. El relato es el producto de una selección de artículos relacionados con el suceso mencionado   obtenidos al revisar cientos de registros escritos en muchas fuentes y transcritos en páginas web o libros varios de historia cuya sinceridad en muchos casos es cuestionable ya que la historia oficial puede estar muy sesgada y la individual está colmada de fantasías. Es prácticamente imposible para quienes vivimos en el nuevo mundo viajar al viejo mundo a obtener datos directamente de los archivos o bibliotecas antiguas de muchas ciudades o villas y lógicamente el obstáculo lingüístico es inconmensurable. No hago elucubraciones ni pretendo inventar ningún acontecimiento. El objeto de esto es brindar al lector  el conocimiento de algunas situaciones, como tantas otras, que habrían deseado conocer pero nunca han tenido tiempo de embarcarse en tan dispendioso oficio.

Hace algunos años, escribí un libro sobre las Espátulas Rectas de Velasco1 y en ellas mencionaba el nacimiento de un futuro Rey de Inglaterra, hijo de la Princesa Carlota Augusta de Gales. Ésta Princesa era a su vez única hija legítima de Jorge Príncipe de Gales quien fuera posteriormente Príncipe Regente y luego Rey Jorge IV, después del fallecimiento del Rey Jorge III.    El alumbramiento de la Princesa Carlota tuvo resultados calamitosos que a su tiempo se denominaron como la “Triple Tragedia Obstétrica”. Siempre me quedó la inquietud de continuar indagando  porqué éste funesto acaecimiento cambió la historia del mundo europeo. ¿Quién era la Princesa Carlota Augusta de Gales?,  ¿Quienes fueron sus Padres?,  ¿Quienes sus médicos?,  ¿Cómo se atendían los embarazos y partos?,  ¿Quiénes eran las Midwifes y los man-midwife?,  ¿Quién heredaría el Título de Rey,  ¿Qué hizo por el reinado?.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I

 

Quién  fue la Princesa Carlota Augusta de Gales?

 

                                                    
Princesa  Carlota Augusta de Gales                                 Príncipe Leopoldo de Saxe-Coburg

Según la Genealogía Real, la Princesa Carlota Augusta de Gales2 era hija única del Príncipe Jorge Augusto de Hannover3,4,5,6 Príncipe de Gales y su esposa Carolina Amelia Elizabeth de Brunswick Wolfenbüttel3,8 Princesa de Wales (1795-1820) y Reina Consorte (1820-1821). Nació el 7 de enero de 1796 en Carlton House residencia de los Reyes. El nacimiento de Carlota fue muy aceptado y festejado por el pueblo británico pues representaba la Segunda Heredera del Trono de Inglaterra y además porque aborrecía al Príncipe Jorge por su vida licenciosa. Las relaciones entre sus padres en cambio fueron exageradamente ásperas.

 

 

 

II

Los padres de la Princesa Carola

                                                                                                                       

                                          

       Jorge IV                         Carolina de Brunswick        Matrimonio de Jorge IV y Carolina

El Príncipe Jorge de Gales amaba a María Ana Fitzherbert4,6  (Viuda de Eduardo Weld, 1775 y viuda de Tomás Fitzherbert) con quien contrajo secreto matrimonio católico romano el 15 de diciembre de 1785, de ella había afirmado que sería la única mujer que él adoraría. Esta unión era nula e ilegal pues un Acta de Matrimonios Reales del año 1772 establecía que todos los miembros de la familia real podían casarse únicamente con el consentimiento del Rey o de su Consejo Privado, se había solicitado el permiso pero no fue otorgado debido a que María Ana era católica.

El Príncipe Jorge y Carolina eran primos pues ésta era hija de la Princesa Augusta de la Gran Bretaña, hermana mayor de Jorge III5. Ellos no se conocían pero el enlace se llevó a cabo por insistencia de Jorge III. Era imprescindible que el Príncipe tuviera hijos legítimos para asegurar la herencia real y la Princesa Carolina aseguraría la unión de Bretaña con Brunswick vínculo útil para las luchas contra Napoleón. No está por demás decirlo, el Parlamento aumentaría las entradas económicas del Rey para el pago de las enormes deudas contraídas por el Príncipe. No fue un amor  muy romántico.       

 Cuando el Conde Lord Malmesbury7 llegó a Brunswick para escoltar a Carolina a su nueva vida en Inglaterra  en su  íntima opinión personal, consignada en su diario, pensó que ella no estaba capacitada para la boda Real, pues carecía de decoro, moral y juicio, además era indiscreta y a menudo no se bañaba ni cambiaba las vestimentas sucias.

Cuando los novios se entrevistaron por primera vez, el Príncipe pidió unas copas de brandy, Carolina opinó que era gordo y feo y en la cena hizo fuertes alocuciones acerca de Francess Villiers9, Condesa de Jersey, otra querida de Jorge, nombrada como Ayudante  de Cámara de Carolina. La boda, decidida bajo presión de sus padres el Rey Jorge III10,11 del Reino Unido de Irlanda, Príncipe Elector de Hannover, Duque de Brunswick-Luneburg, Duque de Bremen y Príncipe de Verden y la Reina Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, se llevó a cabo el día 8 de abril de 1795. Se dice que Jorge se presentó a su boda, borracho. La unión perduró solamente dos días pero el encuentro fue suficiente para que Carolina quedase embarazada en alguna de las tres relaciones íntimas que tuvieron, el vínculo  por tanto se produjo en la fecha de ovulación de Carolina, a los 9 meses nació una niña que se llamaría Carlota Augusta de Gales2. Por su turbulenta personalidad los esposos se separaron formalmente después del nacimiento de su hija y se mantuvieron distantes el resto de sus vidas. El Príncipe continuó su relación con María Fitzherbeth5 hasta 1811, se afirma que además tuvo relaciones con  miles de mujeres a quienes después de la relación les cortaba un mechón de cabello que metía en un sobre distinguido con el nombre de la señora, cuando falleció le encontraron siete mil sobres marcados. 

 

 

III

Dinastía Güelfa de Brunswick-Luneburg /Casa de Hannover

                                                                                         

                                Rey Jorge III                  Reina Carlota de Mecklemburgo-Strelitz

                   La Dinastía Güelfa de Brunswick-Luneburg/Casa de Hannover a la cual pertenecían los Reyes Jorge podría extinguirse. La sucesión de Jorge I, Jorge II, y Jorge III se había realizado sin interrupción de acuerdo a las leyes y protocolos existentes. La sucesión de Jorge III, recae en Jorge Augusto Federico, primogénito, Duque de Cornualles y Duque de Rothesay, posteriormente Príncipe de Gales y Conde de Chester en 1762.

 

En 1810  Jorge III5 sufrió, en sus últimos atribulados años, una recaída de su rara enfermedad denominada porfiria por lo cual a Jorge Augusto se le otorgó el título y funciones de Príncipe Regente que conservó hasta el 29 de enero de 1.820 día del triste fallecimiento del Rey Jorge III, ciego, sordo y loco. Desde entonces Jorge Augusto Federico  obtiene la Dignidad de Rey “Jorge IV”3. Este nuevo rey, terco, extravagante, mujeriego no tenía hijos legítimos por lo que sus padres presionaron el matrimonio con su prima a quien odiaba desde tiempo atrás. Jorge IV es recordado por la victoria en la batalla contra el poderoso Emperador de Francia Napoleón I en Waterloo bajo el mando de Arthur Wellesley, Primer Duque de Wellington en 1815 y por la Guerra de 1812, guerra angloamericana con ningún lado victorioso.

 

 También se le menciona por su vida licenciosa y extravagante, por ejemplo, el 20 de junio 1811 tuvo 3.000 invitados a una fiesta con alojamiento y todas las comodidades de la época, numerosas bandas participaron en ella en los diferentes salones y jardines de Carlton House, el costo de los contratistas, decoraciones, servidumbre, comida, era elevadísimo, con este tipo de derroche las deudas fueron enormes y su padre rechazó pagarlas a menos que contrajera el matrimonio propuesto. Aceptó contraer nupcias con Carolina de Brunswick y se produjo le esperado, un embarazo y una hija, a quien se llamaría Princesa Carlota, pero el vínculo  matrimonial resultó un gran fracaso. La pareja se separó al tercer día, Carolina permaneció en el Palacio a pesar de que el Príncipe había restringido las visitas de la madre a su hija. En agosto de 1797 dejó Carlton House y vivió en una casa arrendada cerca a Blackheath desde donde la madre iba a visitar a su hija y viceversa.

 

Cuando Carlota tenía 8 años, en 1804 el Príncipe se posesionó de las habitaciones de Carolina en Carlton House y ella pasó al Palacio de Kensington , Carlota se mudó a Montangue House donde fue acompañada por sus gobernantes, Lady Elgin, obligada a jubilarse, Miss Hay Hayman, despedida por ser amiga de Caroline (la mama de Carlota) y Lady Crifford muy simpática y condescendiente para disciplinar a Carlota. Pero a pesar de sus gobernantes su educación no fue exitosa y muy poco adecuada para su posición real. Puede deducirse que la niñez de Carlota fue poco feliz, por las desavenencias paternas.

 

El Rey Jorge III considerando el profundo abandono en la educación de su nieta se preocupa mucho y contrata profesores para su educación, con miras a una posible Reina, para evitar el crecimiento bajo un abandono paterno que la conduciría a un comportamiento extremadamente perjudicial. También se intentó educarla en la religión anglicana pero Carlota no puso atención a esta docencia. Llegó a ser una buena pianista.

 

 

Cuando Carlota tenía 10 años supo que su madre estaba bajo una “Investigación Delicada” para la cual se nombró una Comisión de gente de la mayor eminencia: el Primer Ministro del Reino Lord Grenville, el Canciller Lord Erskine, el Jefe de Justicia del Reino Lord Ellenborough y el Secretario de la Casa Lord Spenser. Carlota sufrió mucho por la enorme ofensa que se infringía a  su madre.

 

Carolina estaba cuidando un niño que había adoptado William Austin,  Jorge presumía que este niño era hijo de ella obtenido en adulterio, pero la investigación no pudo afirmar que la denuncia fuera evidente. Después del informe se le permitió a Carlota seguir viendo a su madre una vez a la semana.

 

 Veamos cómo se origina esta investigación: Carolina tenía un instinto maternal muy pronunciado y adoptó nueve niños pobres que mantenía en hogares pobres. En 1802 adoptó un niño de 3 meses que llevó a su casa para cuidarlo personalmente. En 1805 unos vecinos, Sir John and Lady Douglas se desamistaron con ella y la acusaron de infidelidad alegando que  William Austin era  hijo ilegítimo de Carolina. La madre verdadera del niño William se llamó a indagatoria y ésta  afirmó que el niño era su hijo y que ella lo había llevado a la casa de Carolina. Con esta  clara declaración la Comisión designada para la “Investigación Delicada” determinó que no existían fundamentos para la acusación de infidelidad y por tanto se  suspendió.

 

Jorge III, el pueblo y su hija Carlota apoyaron a Carolina.

 

Jorge IV, ahora Regente, desde que la enfermedad de Jorge III, la porfiria, le había llevado a una incapacidad total y definitiva, reprimió en su inmenso odio las visitas de Carolina a Carlota desde febrero 1811 e inició una continua acción de vigilancia para aislar socialmente a su esposa quien finalmente en agosto del 1814 parte hacia Italia; en su camino  contrata a Bartolomeo Pergami12 como amo de casa y a su hermana Angélica Condesa de Oldi como ayudante de cámara. Hicieron en 1816 un crucero por el Mediterráneo, Pergami fue honrado con la Orden de Malta y Caballero de la Orden de Jerusalén. Cuando la Princesa falleció en 1817 Jorge IV no le informó nada a su madre Carolina quien se notifica de ello por sus amistades.

 

Carolina fue nuevamente acusada de infidelidad con Pergami y  Jorge IV pidió el divorcio lo que Carolina nunca aceptó considerando que era imposible admitir la falsedad enunciada.

 

 

Ahora era Reina del Reino Unido pero el Rey y aún el Papa no reconocieron el título y le ofrecieron a Carolina una anualidad de £50.000 para permanecer alejada de Inglaterra, esto no fue aceptado. En el 19 de Julio intentó atender a la ceremonia de la coronación del Rey y también de ella pero le impidieron el ingreso por todas las puertas del palacio. Regresó a sus habitaciones en Brandemburg House y esa noche padeció fuertes dolores abdominales y tres semanas después falleció el 7 de agosto de l821.

 

 

 

 

 

IV

 

 

Regresamos a Carlota de Gales

 

La existencia de Carlota a los 15 años continuó en Windsor con unas tías. En su aburrimiento se enamoró de un primo ilegítimo George August Frederick Fitz Clarence, hijo de William IV Hanover, Rey del Reino Unido, luego galanteó con el Teniente Charles Hesse 7 otro primo ilegítimo. En 1813 cuando Carlota  tiene 17 años el Príncipe Regente considera que Carlota está en condiciones de casarse, sugiere como la mejor opción al Príncipe heredero Guillermo de Orange de Gloucester y Edimburgo, hijo y heredero de Guillermo V de Orange8 ,  en 1814 se firmó un contrato aunque Carlota impuso como condición absoluta en que durante su matrimonio su madre sería siempre bienvenida en su casa lo cual no fue aprobado por Guillermo y Carlota disolvió el compromiso.

 

Jorge impuso un aislamiento total a Carlota hecho que la indujo a fugarse y se dirigió a casa de su madre en Connaught Place en donde se reunieron con dirigentes liberales a los cuales apoyaba Carlota en contra de su padre, entre todos convinieron que debía regresar a casa de su padre para eludir mayores inconveniencias en sus relaciones, su padre la envió incomunicada a  Cranbourne. Carlota fue aislada en Cranbourne Lodge en Windsor con visitas prohibidas exceptuando solo las de  su abuela. Finalizando 1814 fue visitada por su padre quien le informó que su madre abandonaría Inglaterra para viajar a Europa, Carlota profundamente entristecida dijo: “Sabe Dios cuánto tiempo va a pasar hasta que nos volvamos a ver”. Nunca la volvió a ver.

 

En 1814 se celebró en Londres la victoria sobre Napoleón a la cual asistieron  los Soberanos de los países aliados. Entre los acompañantes del Emperador de Rusia estaba el apuesto joven Duque Príncipe Leopoldo de Saxe-Coburg9 quien se enamoró de Carlota pero ella no reparó en él pues  se había enamorado del Príncipe Federico, de 19 años, sobrino  del Rey de Prusia. Cuando el noviazgo con su primo Federico de Prusia termina en 1815, Leopoldo quien ha mantenido amistad con el Duque de Kent manifiesta sus deseos de compartir su vida con Carlota en cartas que su Ayuda de Campo transportaba a Carlota. En 1816 fue invitado a Inglaterra, cuando el Príncipe Regente conoció al Príncipe Leopoldo tuvo una gran opinión de él y aprobó el enlace que se llevó a cabo el 2 de Mayo de 1.986. La Cámara de los Lores recibió el anuncio con todo el entusiasmo. El parlamento concedió a Leopoldo una suma de £ 50.000 al año y compró a los desposados la Casa Claremont. Su unión se recibió con enorme júbilo entre todos los súbditos.

 

Leopoldo es el último hijo del Duque Soberano Francisco de Sajonia-Coburg-Saafeld y su esposa la Condesa Augusta de Reuss-Ebersdorf, a los 5 años es nombrado Coronel del Regimiento Imperial Izmailovski y a los 12 es elevado a General. El indeseable Emperador Napoleón I invadió el Condado de Sajonia en 1.806 y expropió las propiedades familiares cuando tenía 16 años.

 

 El primer aprendizaje del valor de las relaciones familiares Leopoldo lo tuvo cuando su hermano mayor el Duque Ernesto I de Sajonia recuperó algo de sus tierras por restitución que Napoleón hizo gracias a la influencia del Zar Alejandro I de Rusia quien lo hizo debido a que la hermana de Leopoldo y Ernesto I, la Duquesa Juliana había casado con el Gran Duque Constantino de Rusia, hermano del Zar Alejandro I.

 

Para agradecer la entrega de estos territorios Leopoldo viajó a París, ciudad en la cual, por su gallardía, conquistó a muchas mujeres de la corte de Napoleón, según se comentó a su tiempo hubo rumores sobre algún amorío con Hortencia de Beauhaernais, hija de la Emperadora Josefina y esposa del Príncipe Luis Bonaparte, hermano de Napoleón. Nuestro amigo en París aprendió  discreción, diplomacia y esmeradas maneras.

 

Ingresó a las milicias en 1807 y cuando se formó la coalición contra Bonaparte fue General Mayor de la Caballería Rusa en 1813 y en 1814 entró a París con las fuerzas aliadas. Actuó posteriormente como emisario en diferentes capitales de Europa y en uno de esos viajes conoció a Carlota como ya lo he mencionado.

 

En el matrimonio Leopoldo se dedicó a la doma de Carola quien por el abandono en su educación por las imposiciones de su padre era impetuosa y rebelde, pronto ella fue sumisa y amante comprendiendo que ésta era la única época  feliz de su vida. Por sorpresa para todos, tuvieron una vida libre de escándalos gracias a los dones y hábitos del esposo. Carlota adoptó las costumbres de su amado Leo y fueron tremendamente bien queridos por las multitudes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

V

 

 

El embarazo de la Princesa Carlota

 

 

En sus primeros meses, Carlota estuvo embarazada 2 veces pero sufrió la pérdida de ambos pero en un tercer embarazo en 1817 el embarazo se desarrolló normalmente, la futura madre se sentía la mujer más feliz del mundo hasta que los médicos sabios de la corte empezaron a complicar la evolución natural del mismo. Y aquí comienza la “Triple Tragedia Obstétrica”.

 

 


Barón Von Christian Friederich Stockmar

                                                                                

El médico de Leopoldo era el Barón Von Christian Friederich Stockmar10 quien rehusó unirse al grupo real de médicos ingleses destinado a atender a Carlota, primero porque no estaba de acuerdo con el tratamiento anticuado que venían realizando y porque como extranjero sería culpado de cualquier evento desgraciado que pudiera ocurrir y no obtendría ningún crédito si el resultado fuera favorable; era el más adelantado de conocimientos médicos del lugar y en la época en que acontece. La paciente venía siendo tratada con sangrías repetidas, y rigurosa dieta para disminuir el tamaño del feto. Esto debilitó notoriamente a Carlota antes de su parto.

 

 

                                                       
   Sir Richard Croft, 6º Baron                                                         Dr. Matthew Baillie

 

Muchos análisis de los eventos ocurridos han sido muy bien descritos por J.Dewhurst (1980) y detallados cuidadosamente en análisis cuidadosos por Eardley Holland (1951 y F. Crainz (1977).

Para cuidar su embarazo y parto fue elegido Sir Richard Croft, Sexto Barón11, este había realizado sus primeros estudios con el cirujano/apotecario Dr. Rupert Chawner hermano de su madrasta, estudió en el Hospital Bartholomew en Londres y luego practicó en Oxford. Completó sus estudios en Londres como estudiante del Dr. John Hunter12 ; por recomendación del Dr. Matheu Bayllie13, estudió con el Dr. Thomas Denman14 , casó con Margaret Denman hija gemela del Dr. Denman afamado médico y partero de Londres eminente  obstetra de Londres, autor de un Tratado de Partería publicado en 1788, muy reconocido por los médicos de entonces, asistió a muchas conferencias del Dr. William Smelie afamado partero (men-midwife) conocido aún en nuestro tiempo por su famoso fórceps y asistió a clases de anatomía y cirugía. Fue acreditado por la Compañía de Cirujanos de Londres como una persona digna para atender cirugía. Asistió a las lecturas dictadas por el Dr. William Hunter.

 

 Las enseñanzas fueron muy atendidas y aplicadas por el Dr. Croft pero no fue miembro del Royal College of Physicians ni se conoce de él contribución alguna a la Literatura Médica. En 1816 después de la muerte de su hermano, obtuvo por herencia el Título de Barón y era muy reconocido por la nobleza. Sin embargo era tildado de inseguro, carente de confianza en sí mismo, y se piensa que el compromiso con la Corte para el cargo de partero de la Princesa Carlota se hizo por su alta posición social.  Tenía 55 años de edad.    

 

Acompañó a Croft, el Dr. Matthew Bayllie también de Lanarkshire, cuñado del Dr. Croft, casado con la gemela menor hija del Dr. Denman y sobrino de William y John Hunter por lo cual en el círculos de la Corte. quien no tuvo una actuación notoria.  Mucha información de lo acontecido en el trágico evento fue reportada por él.

 

Otro médico, consultor, llamado para atender a Carlota fue el Dr. John Sims de 69 años de edad, se graduó en Medicina en la Universidad de Edinburgo en 1774. En Londres obtuvo entrenamiento en 1779 y fue admitido en el Colegio Real de Médicos en 1780, fue  nombrado Médico y Partero del Hospital de Caridad para pacientes casadas pobres. Más conocido por su otra profesión: Taxonomista, Primer editor de la Revista Botánica de Curtis, editor de los Anales de Botánica, Miembro Fundador de la Sociedad Lineana y elegido como Miembro de la Sociedad Real.

 

Se duda que  el Dr. Sims conocido por sus actividades botánicas fuera hábil, pero su función en el Royal Maternity Charity demuestra en sus records confirman su excelente capacidad.

 

Todos los nombrados eran conservacionistas, siguiendo fielmente las enseñanzas del Dr. Dennan, y eran enemigos de las intervenciones obstétricas iniciándose en esos años.

 

 

 

VI

 

 

El parto

 

 

Según los records personales de la familia de Croft, publicadas en 1949, la Princesa fue sometida a una dieta que la llevó hasta casi la inanición y se le sometió a sangrías purgas diarias. Croft llegó a Claremont en los primeros días de octubre. A las 7 de la noche del 3 de noviembre de 1817 se presentó ruptura de membranas  y se iniciaron las contracciones muy suaves cada 8 a 10 minutos. A las 3 a.m. del 4 de noviembre la Princesa tuvo vómitos y se pensó que el parto estaba cerca por lo cual llamó al Dr. Baillie y al Arzobispo de Canterbury, al Obispo de Londres, al Señor Canciller y al Secretario de Guerra quienes debían atestiguar de la legitimidad del recién nacido llegaron a las 8 a.m., sorpréndase, la Princesa solamente tenía 3 cm. de dilatación, a las 11 de la mañana tenía 4 cm. de dilatación. A las 9 de la noche, después de 26 horas de período de dilatación se encontraba en dilatación completa. Solicitó la asistencia inmediata del Dr. Sims y entre los tres se decidió observar y esperar, a las 4 de la tarde el segundo período del parto llevaba  24 horas y a las 9 de la noche del día 5 de Noviembre nació espontáneamente un niño de 9 libras, muerto. Es de anotarse que desde horas antes se había notado la presencia de meconio, signo de sufrimiento fetal o muerte del mismo. Después, la Princesa comió y todos se dispusieron tristemente a descansar. Veinte minutos después la paciente empezó a sangrar y Croft hizo extracción manual de la placenta que aún no había sido expulsada, Carlota manifestó que esa era la parte más dolorosa de su parto. Al día siguiente a las 11:45 de la mañana la paciente tuvo náuseas y dificultad para respirar, se llamó al Dr. Stockmore y poco después la paciente falleció.

 

                                                                

                     Sir Everard Home                               General Sir David Dundas        

 

El Rey ordenó practicarle la autopsia que fue efectuada por Sir Everard Home17 y Sir David Dundas18 . El Primer Barón Sir Everard Home estudió con su cuñado John Hunter en el Hospital San Jorge y ayudó a éste  en muchas investigaciones anatómicas. Hay evidencia de que plagió y destruyó algunos escritos de Hunter. Calificó en el Hall de Cirujanos y luego fue cirujano asistente del hospital naval de Plymouth. En 1808 fue nombrado Cirujano del Rey y Nombrado Barón en 1813. Ingresó como Miembro a la Sociedad Real recibiendo la Medalla Copley en 1807. Era por tanto un médico muy reconocido. 

 

El Primer Barón Sir David Dundas fue un General Británico comandante Jefe de las Fuerzas de 1809 a 1811 y Gobernador del Hospital Real de Chelsea desde 1804 hasta su muerte en 1820. Fue ordenado Barón en 1815.

 

El informe de la autopsia  describe dos onzas de líquido en el pericardio, tres pintas de líquido en el estómago y 12 onzas de sangre en su útero y concluyeron que no había evidencia de descuido o abandono y que todo se había hecho con todo lo que la ciencia humana podía ofrecer o que la destreza humana pudiera efectuar.

            

La Princesa fue enterrada con su hijo a sus pies en la Casa de las Tumbas Reales en la Capilla de San Jorge, Windsor.

 

 

 

 

VII

 

 

Consecuencias.

 

Croft inició una profunda depresión y tres meses después el 18 de febrero de 1818, atendiendo a la esposa del Capellán Real, se retiró a descansar y  se oyó un ruido por lo cual fueron a buscar a Croft encontrándolo muerto en  la cama con una pistola en cada mano, se sella así la “Triple Tragedia Obstétrica”.

 

La Princesa era la única hija legítima de  Jorge IV y era por tanto la heredera directa en la sucesión ya que Jorge IV no tenía ningún otro hijo legítimo. Carlota era muy querida por su pueblo y  la pesadumbre fue general declarándose luto nacional.

 

En su inmenso pesar Leopoldo continuó viviendo en Claremont y pasó el resto  de la temporada en la recientemente adquirida, Casa Marlborough. Regresa al continente, en 1.830 le es ofrecida la Corona de Grecia la cual rechaza y en 1831 el Congreso Belga le propone ser el Rey de Bélgica honor que acepta; en defensa de su título real, y agradeciendo al pueblo francés  casa con Luisa María de Orleans9 , primera reina de los Belgas, hija de Rey de Francia Luis Felipe I.

 

Leopoldo nombrado Rey de Bélgica continuó arreglando matrimonios para sus parientes llegando, su familia, a ser una de las supremas familias reales de toda Europa. Tuvo cuatro hijos:

Luis Felipe Víctor Ernesto de Bélgica, muere muy joven.

Leopoldo Luis Felipe María Víctor de Bélgica, futuro Rey belga.

Felipe Eugenio Fernando María Clemente Balduíno Leopoldo Jorge de Bélgica Conde de Flandes y padre del Rey Alberto I.

María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Bélgica Emperatriz de México, esposa del Emperador Maximiliano I de México.

Tiene además dos hijos con su querida Arcadia Claret quien fue nombrada Baronesa de Eppinghoven, el barón Jorge y el barón Arturo.

 

Fallece, de 74 años, el 10 de diciembre de 1865 en el Palacio Real de Laeken en Brucelas.  

 

Jorge IV fallece el 26 de Junio de 1830 a los 67 años de edad. Le sucede  su hermano menor Guillermo Enrique duque de Clarence19, tercer hijo de Jorge III, reinó como Rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Rey de Hannover y Duque de Brunswick-Luneburgo, conocido por su acción en contra de la esclavitud en las colonias británicas. Se le llamó el Rey Marinero, como capitán fue enviado a las Indias Occidentales, luchó en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Tuvo una relación de 20 años con una actriz irlandesa, Dorotea Brand, conocida como Mrs. Jordan su nombre artístico, con ella tuvo diez hijos ilegítimos que recibieron el nombre de Fitzclarence. Por obligaciones políticas de separó de ella en 1811 y en 1818 casó con la Princesa Adelaida de Sajonia-Meindengen a quien triplicaba en edad. Tuvieron cinco hijos pero ninguno llegó a la edad adulta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VIII

 

 

La sucesión del Reinado

 

 

                                                        

Eduardo de Hannover Duque de                                   Princesa Victoria

                   Kent                                                             de   Saxe Coburg-Saafeld

 

La sucesión se plantea incierta. Entre los hijos de Jorge III, El Rey Jorge IV tenía 4 hijos ilegítimos: Con Grace Dalrymple a Georgina Seymour. Con Elizabeth Milbanke vizcondesa de Melbourne a George Lamb. Con una condesa de Brandon a Henry Ryan. Con Elizabeth Fox a George Seymour Crole. Ninguno optativo a la sucesión.

 

Hijos legítimos de Jorge III: Ernesto Augusto, Duque  de Cumberland, octavo hijo de Jorge III,  tuvo 2 hijas muertas, los hijos del Duque de Sussex estaban eliminados de la sucesión pues el matrimonio era nulo por haberse realizado sin el consentimiento del Rey.

 

El Federico Duque de York y de Albany, segundo hijo de Jorge III, elegido a los 6 meses de edad Príncipe-obispo de Osnabrück, sería el sucesor de Jorge IV, casó con la Princesa Federica Carlota de Prusia se separaron poco después de la boda, no tuvo descendencia legal. Se menciona un hijo ilegítimo Carlos Hesse y probablemente otro bastardo suyo Juan Molloy. Fallece antes que su hermano Jorge IV.

 

Eduardo Augusto del Reino Unido, Duque de Kent y Strathearn20, quinto de los 15 hijos de Jorge III, presunto heredero de su hermano mayor Jorge IV tuvo gran número de amantes entre ellas Adelaida Dubus con quien se dice tuvo una hija bastarda; soltero de 50 años de edad vivía con Madame de Saint Laurent dejó a su amante en 1818 para buscar matrimonio legítimo que asegurara la sucesión real.

 

Leopoldo sugirió la unión de Eduardo Augusto con su hermana la Princesa María Luisa Victoria Princesa de Saxe-Coburg-Saafeld21, viuda del Príncipe de Leiningen y la unión sacramental se efectuó el 29 de mayo de 1818 unión de la cual nació en 1.819 la futura Reina Alejandrina Victoria de Inglaterra22 . Después la Reina Victoria se casaría con el Príncipe Alberto de Saxe-Coburg-Gotha23 el hijo menor del hermano mayor de Leopoldo, Duque Ernst.

 

 

 

 

         

Reina Victoria                                           Familia Real                           1.843   Reina Victoria

y su Altesa Real Alberto

 

 

Nadie puede imaginar que habría sucedido si Carlota y su hijo no hubieran fallecido pero si puede asegurarse que el designio de la Reina Victoria fue muy afortunado, nació el 20 de junio de 1819, su padre y abuelo fallecieron en 1820, la supervisión de su crianza la hizo tiránicamente su madre la princesa alemana Victoria de Sajonia-Coburgo-Saafeld14. Las leyes imperantes no preveían la posibilidad de un Rey infante por lo cual se promulgó en 1831 la Ley de Regencia que estipulaba la Regencia de su madre hasta la mayoría de edad de Victoria que fue coronada a los 18 años, en 1.838, como Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda; en el Reino de Hannover imperaba la Ley Sálica por cuanto este se perdió y allí el trono pasó a su tío menor el Duque de Cumberland. En 1840 contrajo matrimonio con su primo el Príncipe Alberto de Sajonia-Coburg-Gotha25 quien fue un apuesto  marido, ejemplar, amante, compañero y de una fina inteligencia política. Victoria  no gustaba de los embarazos y sufría de  depresión postparto, tuvo 9 vástagos que fueron desposados con miembros de las principales casas reales de Europa, por lo cual se le confirió el título de “La Abuela de Europa”.

 

En 1840 James Young Simpson es Profesor de midwifery (partería) en la Universidad de Edimburgo  y en 1847 fue nominado  médico de la Reina de Escocia, era muy conocido por el diseño de una variación del fórceps de Smelie, el fórceps de Simpson es el modelo que más se utiliza todavía en nuestro tiempo (2012). En 1847  estuvo experimentando con un nuevo anestésico, el cloroformo el cual aplicó el 8 de noviembre a la Sra. Wilhelmina Carstairs hija de un médico, se trataba de un caso con estrechez pélvica en quien se practicó versión interna y extracción podálica bajo el nuevo anestésico, la paciente estuvo tan agradecida que a su hija la bautizó “Anestesia”, el caso fue reportado a la Sociedad Médico–Quirúrgica de Edimburgo el 10 de Noviembre de 1847 convirtiéndose en el primer cirujano que utilizó anestesia en Obstetricia.

 

La Reina Victoria fue atendida  por el Dr. Simpson durante el nacimiento de su séptimo hijo el Príncipe Leopoldo, el 7 de abril de 1853 apoyado por John Snow27 (quien perfeccionó la técnica de aplicación de cloroformo en pequeñas dosis durante el parto) con la administración del nuevo anestésico, cloroformo,  la Reina quedó muy impresionada con el alivio recibido, repitió la experiencia con su octava hija Beatriz el 14 de abril de 1857, desde entonces a éste procedimiento se le denominó ”Cloroformo a la Reina” y fue utilizado hasta hace pocos años.

 

En su descendencia se comprobó que era portadora del gen de la hemofilia que padeció su hijo Leopoldo y dos de sus hijas Alicia y Beatriz transmitieron  hemofilia a sus hijos, otros descendientes que sufrieron ésta enfermedad fueron, el bisnieto Zarevich Alexis Nikoláyecich de Rusia, Alfonso de Borbón y Battenberg y el Infante Gonzalo de Borbón y Battemberg. En sus antecedentes familiares no existe hemofilia por lo cual se considera que hubiese habido una mutación espontánea del gen. Cerca del 30% de los casos de hemofilia aparecen por mutaciones espontáneas.

 

La Reina Victoria era emocional, obstinada, honesta y sincera, en su reinado se continuó estableciendo gradualmente una monarquía constitucional moderna. Durante su poder que duró 63 años, récord solo superado en la actualidad por su tataranieta Isabel II, se efectuó un  gran cambio, político, social, cultural, científico y se apoyó a la revolución industrial, no es nuestro objetivo rememorar la historia política, ni tampoco su influencia en la expansión del Reino. Baste con decir al respecto que la Época Victoriana es un ícono nacional que tiene una trascendencia inigualable en Inglaterra. Rememorando, la pérdida de la Princesa Carlota, muy dolorosa, no fue irreparable.

 

 

 

 

VIII

 

 

Análisis de la atención obstétrica.

 

Para un obstetra moderno el caso es muy fácil de atender con los conocimientos actuales de la fisiología del embarazo y parto, los avances de la nutrición y sistema de vida durante el embarazo, la investigación científica aplicada, los modernos sistemas tecnológicos para valorar el estado de la salud materno fetal. Habría sido muy fácil establecer que la paciente estaba en muy malas condiciones maternas por la dieta impuesta y las sangrías efectuadas. La atención del embarazo sería con recomendaciones higiénicas, dietéticas, ecografías y monitorias fetales  y la atención del parto se haría con ayuda de una cuidadosa monitoria fetal, quizás la aplicación de ocitócicos o la práctica de una cesárea habría evitado el desastre. También habría quienes aplicarían el término “caso de alto riesgo social” por lo tanto: Cesárea.

 

Es necesario transportarse a la época y lugar en que se desarrolla este evento, casi recién salida la oscura era medieval e iniciándose la era contemporánea y moderna, los conocimientos relativos a la asistencia del embarazo son muy escasos, es una etapa transicional desde la oscura noche de la edad media (Siglo II al siglo XVI) con un retroceso e ignorancia en el cual se olvidó lo que se había aprendido en la medicina griega y cae en la superstición y superchería que se ejercía especialmente por algunas mujeres que fueron tildadas hasta de brujas y perseguidas por su oficio por personajes seglares y oficiales estimulados por el manual de la Inquisición escrito por Kramer y Sprenger29 autorizados por el Papa Inocencio VIII para salvar la Iglesia de Cristo en peligro por las artes de Satán, la persecución también fue efectuada por las iglesias protestantes. Transcribo un relato resumido de J.A. Beruti y escrito por Demetrio Mereskowski acerca del parto el 3 de enero de 1475 de la Duquesa Beatriz de Sforsa en Milán.

 

La Duquesa está de parto. Unos criados llevan un lecho largo y angosto provisto

De  un colchón duro conservado desde tiempos inmemoriales en el guardarropa del  palacio y en el que han tenido sus partos todas las duquesas de la casa Sforza.  La parturienta tiene el rostro enrojecido y sudoroso, con mechones de su cabello  pegados a la frente y de su boca abierta se escapa un continuo lamento.

A su lado cuchichean las comadres, las criadas, las curanderas y las comadronas. Una vieja dama dice: sería necesario hacerle tragar clara de huevo  cruda mezclada con seda purpúrea desflecada. Otra asegura que lo que debía  hacerse era: que tome siete gérmenes de huevo de gallina disuelto en una yema,  Otra propone, envolver la pierna derecha con piel de serpiente y atarle sobre  el vientre la caperuza del marido. Una propone hacerle beber alcohol filtrado  por polvo de cuerno de ciervo y grana de cochinilla. Una vieja murmura  la piedra de águila en la axila derecha y la piedra de amante bajo la axila  izquierda y acercándose al Duque con un gran plato de estaño le dice:

Alteza dignaos comer carne de lobo para que la parturienta se sienta mejor. El

Médico  principal y dos asistentes más, indican en latín a un médico joven: tres onzas de limo de río mezclado con nuez moscada y coral rojo machacado, otro dice  que sería mejor una sangría y el viejo doctor contesta: ya lo había pensado pero  Marte está en el signo de Cáncer en la cuarta esfera solar y además está la influencia  de una fecha impar. El médico joven pregunta: ¿No creéis Maestro que  haría falta añadir limazas de río, estiércol de marzo y bosta de vaca? El Duque desesperado va al encuentro de unos canónigos y de unos frailes que traen  una parte de las reliquias de San Ambrosio, el cinturón de Santa Margarita, el diente de San Cristóbal, un cabello de la Virgen, etc”.

                      

.A. Beruti termina el relato de la siguiente manera: Su alteza dio a luz un niño muerto y ella también murió el martes 2 de enero de 1497 a las 6 de la mañana.

 

También se relata en las historias de obstetricia el caso del Dr.  Wertt de Hamburg en 1522 fecha en que estaba vigente la prohibición de la asistencia de hombres en el nacimiento normal de cualquier embarazada. El Dr. Wertt estando muy ansioso de aprender de primera mano el proceso del parto, se disfrazó de mujer a asistió a un parto con la mala suerte que una partera reconoció el subterfugio e hizo una tormenta escandalosa de protesta después de lo cual el Dr Wertt fue quemado en la hoguera de la inquisición, acto que fue observado por otros médicos que así realizaron el riesgo de usurpar la autoridad de las parteras.

 

                                             

 

El progreso de los conocimientos es lento y francamente no muy satisfactorio especialmente por persistir el concepto imperante de que el embarazo y el parto solo podían ser atendidos por mujeres parteras (midwifes) que en su mayoría carecían de educación, conocimientos, carácter  y personalidad adecuada suficiente para una buena atención obstétrica. Aun así acrecentaron sus conocimientos con los libros que se empezaron a escribir entre ellos el escrito por Roesslin en 1513 titulado “Der Swaangern Frauwen und Hebammen Rosengarten” (Jardín de Rosas para Comadronas y Embarazadas) escrito en Alemán y posteriormente traducido al francés e inglés, la mayoría de las observaciones basadas en escritos de Sorano de Efeso (150 d.C.) considerado como el padre de la Obstetricia, Hipócrates, de Galeno y  de autores árabes y judíos. En 1532 el hijo de Roesslin publicó  una traducción del libro en latín el cual fue el precursor del “ De Conceptu et generatione Hominis”, texto de Jacob Rueff publicado en latín en 1554. En Mallorca en 1541 “El libro del arte de las comadres o madrinas del regimiento de preñadas y de los niños”, autor: El Expertísimo Doctor en Artes y Medicina Mestre Damián Carbón. En 1668 Francois Mauriceau publica su texto “Trate des Maladies de Femmes Grosses” este texto es traducido al Inglés por Hugh Chamberlen en Londres.

 

La enseñanza del oficio ya no se consideraba empírica y de transmisión tradicional de experta a aprendiz, en París Ambrosio Paré gran cirujano militar francés  funda una escuela para parteras. Una de las alumnas de esta escuela atendió en la Corte Francesa a una niña llamada Henrietta María quien fue a los 16 años Reina de Inglaterra por su matrimonio con el Rey Charles I en 1625, a su vez Entre los primeros man-midwifes (parteros) esta Peter Chamberlen este atiende los nacimientos de las esposas del Rey Jaime I y el Rey Carlos I como médico de la Corte Inglesa. Para no extenderme mucho enumerando parteras famosas debo mencionar el magnífico trabajo desarrollado por Miguel Ángel Alarcón Nivia, Janer Sepúlveda Agudelo e Iván Camilo Alarcón Amaya “Las parteras, patrimonio de la humanidad” presentado en la magistral “Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología Vol.62 No.2  Bogotá abril/junio 2.011.

 

 

La función de la partera era y es exitosa, respetando la función normal del organismo y no se complicaban con intervenciones desconocidas, con este proceder el resultado podía ser bueno. Cuando el caso se desviaba de lo normal y el paciente requería alguna intervención se llamaba al médico para alguna versión interna, o aplicación de fórceps, recientemente diseñado y difundido entre los médicos cirujanos los cuales a su vez no habían atendido partos, y sus conocimientos prácticos empezaban solo hasta después de las enseñanzas de los textos ya mencionados y en Londres los de Hunter, Smelie y Dennan quienes escribieron sus tratados, y publicaron sus ilustraciones obtenidos en dibujos precisos tomados en pacientes recién fallecidas durante un parto    no faltan los iconoclastas como Don Shelton que desean menospreciar el trabajo de éstos caballeros, pioneros de la Obstetricia inglesa, afirmando que Smelie y Hunter realizaron asesinatos en serie para obtener las modelos de sus grabados expuestos en sus libros como lo detalla en su artículo del Journal of the Royal Society of Medicine).  La atención del alumbramiento por hombres que tenían velada su presencia en los partos se inicia en el siglo XVII y los primeros parteros, accouchers, man-midwifes . En Francia el más famoso fue Mauriceau (1637-1709) conocido por su maniobra en la atención del parto en pelvis aunque desconocía que ésta acción obstétrica había sido descrita anteriormente por Jacques Guillemeau (1550-1613) cirujano del Hotel Dieu de París, yerno de Ambrosio Paré ambos cirujanos de la Realeza Francesa. Los primeros cirujanos parteros eran solamente consultores a quienes se llamaban cuando la partera solicitaba su presencia por un parto complicado, los cirujanos no tenían conocimientos ni práctica de la materia y actuaba practicando versión interna e intervenciones destructoras del feto cuando se consideraba muerto lo cual, permítame decirlo era una afirmación dudosa pues el estetoscopio (del griego: pecho y examinar) de René Theófile Hyacinthe Laënnec (1781-1826) se inventó en 1816.

Un grupo de Médicos de Niort, capital de Deux-Siévres, Francia, en los años 1650 discute las funciones del feto y tienen una polémica conocida gracias a uno de ellos,Philippe Le Goust médico de Confolens, Francia, critica a su colega Marsac a través de uno de sus colegas, Lussaud dicho que “el corazón trota como aspa de molino” como lo oyó aplicando su oreja sobre el vientre de una paciente embarazada. Conclusión que solo la conocen ellos restringidamente y su descubrimiento resultó estéril.[1]

Una segunda información sobre los latidos fetales es referida por Francois Percy (1754-1825) en 1818 quien comentando en unas memorias relativas a la auscultación del corazón y los pulmones presentada por Laennec ha dicho que las observaciones del Médico M. Mayor, hábil Cirujano de Génova ha dicho que puede reconocerse si un feto está vivo o muerto aplicando la oreja en el vientre de la madre.   igualmente lo hace Felipe Legoust, Francois Isaac Mayor (1779-1855) de Génova pone en vigencia su utilidad fue el primero en reconocer los latidos fetales pero no le pone mayor atención a esto, Jean Alexandre Lejumeau, Visconde de Kergaderec (1787-1877), alumno de Laénnec, le da la completa significación clínica de este descubrimiento para diagnosticar la presencia de gemelos, situación, presentación y posición del feto y la vitalidad del mismo en 1822, esto lo da a conocer en su publicación “Mémoire sur l´auscultation applique á l´étude de la grossesse” en Paris en 1822 el cual transcribe Laënnec en su propio libro. El Dr Kennedy en 1833 asocia los latidos en diagnostico de sufrimiento fetal. Pero allí están también los sabios iconoclastas: Cuarenta y cinco años después, Francis Ramsbottom eminente obstetra de Londres no usa el estetoscopio ni recomienda su uso. James Hamilton[2], Profesor de Partería Edimburgh conocido por haber propuesto suturar el útero en la cesárea y por haber impuesto el nombre de eclampsia a las convulsiones en el embarazo y parto, se opone duramente a la recomendación de Robert Collins (1801-1868) de utilizar en estetoscopio sobre la piel desnuda de la paciente por considerarlo indignante para el médico y la paciente.

books.google.com/books/about/Milestones_in_Midwifery_An...

 

 

La práctica de la obstetricia fue hegemonía femenina, los hombres no eran permitidos en las habitaciones habilitadas para el  parto, por razones religiosas, de pudor y simplemente por costumbre. Se menciona el caso, no confirmado, del Dr. Wert quien al parecer fue quemado vivo en Hamburgo por haber asistido a un nacimiento por una simple curiosidad científica. Los médicos cirujanos recopilan, someten a prueba y se apropian de los saberes y prácticas tradicionales de las parteras e intentan convertir el arte de partear en un saber científico para controlar el ejercicio de las matronas a quienes se empieza a exigir pruebas de conocimiento y asistencia a las escuelas de obstetricia que empiezan a  formarse, consiguiendo así el dominio sexual de la profesión lo cual ocasiona numerosas acusaciones de altruismo de parte y parte. Las matronas de la época gozaban de prestigio social y los médicos aprovechando sus propios conocimientos utilizan la formación de la matrona como vehículo de autopromoción. Los médicos parteros empiezan a ponerse de moda entre las familias pudientes en el siglo XVII  y por tanto para el caso que da origen a esta narración fue requerido el Dr. Croft.

 

Hubo una esmerada atención médica?  

 

De acuerdo a las normas existentes en nuestro caso, hubo exceso a favor del  parto natural que se prolongó exageradamente en el período de dilatación, nada se pudo hacer, la cesárea  no se había definido como un procedimiento seguro.

 

La primera cesárea efectuada en mujer viva aparece citada por los españoles E Recaséns y J.M. Uzandizaga, quienes la dan por practicada en España por el Obispo Pablo Mérida, en el año 250 d.n.e. La cita, aunque dudosa reporta la extracción de un feto muerto, salvándose la madre, y según Recaséns podría haberse tratado de un embarazo ectópico.

 

Se ha afirmado también la cesárea realizada en Gran Bretaña con sobrevida de la madre que fue practicada por la partera Mary Donally en 1738, la paciente se llamaba Alice O´Neale de 33 años, había estado en parto durante 12 días y se pensaba que su hijo había muerto desde el tercer día, la partera utilizó una navaja y suturó la pared abdominal con seda y aguja de sastre. La mujer se recuperó con una gran hernia ventral13.

 

Estas notas son interesante pues siempre se ha atribuido la primera cesárea al castrador de cerdos, Jacques Nüffer de Sigershausen en 1.500 a su propia mujer Elizabeth Alice Pachín quien abrió el abdomen de su mujer extrajo el niño sin ninguna lesión y suturó el abdomen según costumbre veterinaria, anécdota igualmente dudosa relatada por Caspar Bauhim, en su traducción al latín de la obra de Rousset.

 

Marcellus Donatus, también citado por Bauhim otorga el mérito a su compatriota italiano Cristophorus Bainus con la extracción de un feto muerto en el año de 1540.

 

Sin embargo el primer caso de operación cesárea in vitam aceptado sin objeción ocurrió el 21 de abril de 1610 cuando los cirujanos Jeremías Trautman y Cristoporus Seet en Witemberg, Alemania, le practicaron en la esposa de un tonelero con ruptura de útero a consecuencia de una accidente. El niño logró sobrevivir pero la madre falleció a los 25 días de operada.

 

En el año 1581 fue publicado el libro “Traité Nouveau de L’hystérotomotokie ou L’enfantment cesarien”, del ya mencionado Rousset, primer libro dedicado a la operación cesárea y donde se recomienda por primera vez como procedimiento médico en una mujer viva. Esta obra se consideró magistral durante todo el siglo siguiente, a pesar de sus erróneas observaciones, entre las que se encuentra su objeción a la sutura de la herida uterina, sofisma que arrastró durante casi 300 años el arte de la obstetricia. Rousset nunca practicó la operación; simplemente recibió la información a través de cartas de médicos amigos, y reportó 14 cesáreas exitosas, algo completamente inconcebible durante el siglo XVI, sobre todo teniendo en cuenta que seis de ellas fueron ejecutadas en una misma paciente, hecho que el propio Bauhim catalogó de “prope incredibilis et a veritate nonnhil alienae” (casi increíble y ajeno a la verdad)(1,4,6,8). Esto demuestra el carácter eminentemente teórico de los planteamientos de Rousset, como igualmente teóricas parecen ser las descripciones de la operación realizadas por Ambrosio Paré (1510-1590) y Jacques Guillameau, quienes se pronunciaron en su contra al considerar inaceptables los riesgos que involucraba. Cita de Ricardo Arencibia Jorge, Cesarean sección: un historical account. Revista de Salud Pública vol.4 No.2 Bogotá May/Aug. 2002

 

 

En los catorce casos de cesárea ejecutada por Francisco Rousser en 1581, la mortalidad era de un 100%, cifra en que permanece  hasta la aparición de la anestesia: Humphrey Davy descubre el oxido nitroso en 1800 se usa en reuniones de amigos, se aplica en medicina en 1845 en una intervención odontológica, el Dr. Crawford  Willianson Long aplicó éter en una cirugía  y William Thomas Green Morton aplica lo usa en una intervención dental en 1842, la aplicación de la anestesia en obstetricia la inicia Simpson 1874 con Cloroformo descubierto en 1831 por Samuel Guthrie colono americano y dado a conocer por Liebig y Woehler en 1837, en 1884 Karl Koller descubre las propiedades de la cocaína y la utiliza en oftalmología localmente y Paul Reclus en 1895 la usa en infiltraciones, August Bier en 1898 la utiliza en inyección intraespinal.

 

De técnica de las suturas, se mencionan como las primeras las de Lauverjat, MM. Stoltz, en 1874, Kehrer y Saenger en 1881.

 

De los conocimientos sobre sepsis: Aunque algunos obstetras recomendaban lavarse las manos con cloruro de cal antes de atender los parto, así lo hacía Oliver Wendel en América Oliver Wendell Holmes (1809-1894 ) en 1843, el mérito de la antisepsia se atribuye a Ignác Pülop Semmelweis (1818-1865) quien altamente impresionado por la muerte de su colega Jacob Kolletschka (1803- -47) por septicemia adquirida por una pequeña herida en un dedo hecha durante el estudio post-morten de una paciente fallecida por fiebre puerperal, da órdenes de iniciar la antisepsia con cloruro de calcio antes de ingresar a la sala de partos, su obra “Die aetiologie, der begriff und die prophilaxis des kindbettfiebers”  obtuvo una feroz hostilidad por los tocólogos de su país que le condujo a una locura temprana y hospitalización en un manicomio de Viena. Paradójicamente falleció en 1865 de una infección en la mano obtenida durante una intervención ginecológica. Por se recuerda también en estos antiguos escritos que Gustav Michaelis de Kiel (1798-1848), muy rememorado por su descripción anatómica del “Rombo de Michaelis”, adoptó en su hospital las medidas profiláctica develadas por Sammelweis y obtuvo excelentes resultados después de haber considerado cerrar la Institución pues la mortalidad por fiebre puerperal era muy alta, obtuvo en ocho meses de trabajo disminuir la mortalidad a un solo caso.  Lord Glasgow Joseph Lister (1827-1912) en 1879 recomienda ácido carbólico o fenol en 1842 Pasteur hace sus prodigiosos descubrimientos sobre los gérmenes y vacunas.

De la técnica quirúrgica: Cesárea sin sutura, Hull 1801, Burns 1837, Gustav Adolf Michaelis 1838. etc. Cesárea clásica, Max Saenger sutura con hilos de plata de plata en dos planos, 1882. Cesárea segmentaria, Schickelé, 1921 y  John Monro Kerr, 1.926. W. Zaege, guantes de goma.  (mas información en libros viejos en Google con “Lauverjat medico” pag 1-2-3)

 

El fórceps siempre estuvo a disposición del Dr. Croft pero no lo utilizó, aún no se tenía mucha seguridad para utilizarlo a pesar de las enseñanzas de Smelie, por otra parte no habría tenido utilidad desde el punto de vista del feto que ya había fenecido. La hemorragia por la cual falleció la madre habría sido igual o mayor por los desgarros de la intervención. En conclusión puede afirmarse que la paciente fallece por manejo inadecuado durante su gestación, parto y postparto de acuerdo a las normas actuales de la obstetricia, pero podría decirse que acertadas, con muchos reparos, considerando las condiciones médico-quirúrgicas del tiempo en que suceden.   

 

 

 

 

IX

 

Bibliografía

 


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12.   M.G. Julio Enrique Huamán Berríos. Profesor Principal de la Facultad de Medicina Humana de la UNCP.  PDF Adobe.

 



[1] http://www.biusante.parisdescartes.fr/sfhm/hsm/HSMx1982x016x001/HSMx1982x016x001x0037.pdf