Carlos III del Reino Unido, el rey más ecologista

Carlos III del Reino Unido, el rey más ecologista

Tras la muerte de Isabel II del Reino Unido su hijo, el hasta ahora Príncipe de Gales, se ha convertido en nuevo rey. Mucha gente conoce sus historias amorosas, pero quizá menos conocido es el amor del monarca por el medio ambiente.

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De izquierda a derecha el Príncipe Harry, el duque de Cambridge y el, por entonces Príncipe de Gales y actual Rey Carlos III del Reino Unido junto al Secretario de Relaciones Exteriores William Hague, en la Conferencia sobre el comercio ilegal de vida silvestre celebrada en Londres.
Foto: Cordonpress

La afición a la jardinería del nuevo monarca del Reino Unido es bien conocida. En 1986, en una entrevista televisiva, el por entonces Príncipe de Gales declaró: “Hablo con las plantas, de verdad, es muy importante hablar con ellas, me responden”. Estas palabras fueron objeto de burla dentro y fuera de su país, pero reflejaban una pasión que siempre le ha acompañado: el amor por la naturaleza.

Entre los actuales reyes europeos, Carlos III es el que ha subido al trono con mayor edad (73 años). Durante todos estos años muchos elementos de su carácter han podido cambiar, pero hay algo que no ha disminuido con el paso del tiempo: su preocupación por el medio ambiente. Prueba de que este ecologismo ha permanecido inalterable durante años es, por ejemplo el discurso ecologista (el primero de muchos) que pronunció en febrero de 1970, con 21 años, en el que expresó su alarma por la creciente cantidad de residuos plásticos que contaminaban el entorno. Hoy nos parece un problema evidente –se ha calculado que más de cinco billones de trozos de plástico ensucian los océanos– , pero por entonces solo importaba a unos pocos científicos y algunos ecologistas que eran tachados de hippies y exagerados.

El antiguo Príncipe de Gales y actual rey del Reino Unido, Carlos III, durante un evento de sostenibilidad y participación del G7 en St James's Palace en Londres en junio de 2021.
Foto: Cordonpress

Más de 50 años de activismo real

Ese discurso fue el principio de una continua tarea conservacionista que ha ido dejando frases lapidarias por el camino. En 1989, durante un encuentro mundial de expertos sobre la capa de ozono, dijo que “desde la Revolución Industrial, los seres humanos han estado alterando ese equilibrio [de la naturaleza], eligiendo persistentemente opciones a corto plazo, y al diablo con las repercusiones a largo plazo”. En 2011, durante la cumbre climática de la ONU celebrada en París, sentenció: “Es muy simple: debemos salvar nuestros bosques, porque no existe un Plan B para abordar el cambio climático o muchos de los otros desafíos críticos que enfrenta la humanidad sin ellos”.

“Es muy simple: debemos salvar nuestros bosques, porque no existe un Plan B para abordar el cambio climático o muchos de los otros desafíos críticos que enfrenta la humanidad sin ellos”, apuntó en una cumbre climática Carlos III del Reino Unido.

Su ecologismo tuvo uno de sus momentos más mediáticos en el Foro Económico Mundial celebrado en 2020 en Davos (Suiza). Allí conoció a la famosa activista medioambiental Greta Thunberg, y en un discurso duro y directo advirtió de la gravedad del cambio climático: “¿Queremos pasar a la historia como las personas que no hicieron nada para sacar al mundo del borde del abismo a tiempo para restablecer el equilibrio, cuando pudimos haberlo hecho? Yo no quiero”.

Además, aprovechó esa cita anual de líderes mundiales para anunciar el lanzamiento de la Iniciativa Mercados Sostenibles, destinada a involucrar a las empresas en la transición hacia un futuro sostenible. Según sus propias palabras, se trata de un “plan de recuperación que pone a la naturaleza, las personas y el planeta en el centro de la creación de valor global”. En 2007, el primogénito de la que fue reina durante más de 70 años, Isabel II, ya había impulsado el Prince´s Rainforest Project, para luchar contra la deforestación de las selvas tropicales.

El Príncipe de Gales se reunió con la activista climática Greta Thunberg tras dar un discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
Foto: Cordonpress

Un rey mediático y premiado

Carlos III ha usado todos los medios a su alcance en su cruzada verde: además de sus discursos, sus declaraciones y su patrocinio y apoyo a todo tipo de proyectos conservacionistas y sostenibles, ha grabado documentales, publicado artículos e incluso ha publicado libros al respecto. De hecho, el pasado mayo se lanzó en español Armonía, un ensayo que escribió en colaboración con Ian Skelly, locutor de la BBC, y el ambientalista Tony Juniper. En esta obra publicada en inglés en 2010, el monarca defiende que la solución al cambio climático y la pobreza pasa por “alcanzar el equilibrio con la naturaleza”.

El rey del Reino Unido, Carlos III, saluda a un perro durante su visita a las comunidades afectadas por las inundaciones en Somerset en 2014.
Foto: Cordonpress

En 1990, presentó para la BBC el documental Su Alteza Real el Príncipe de Gales: La Tierra en Equilibrio. Una Visión Personal del Medio Ambiente, en el que insistía en que debíamos cambiar nuestra relación con la naturaleza. Prueba de esta visión ecologista es que sus más de 50 años de lucha por preservar los ecosistemas y la biodiversidad han sido reconocidos con varios premios internacionales que han destacado su contribución a la preservación y protección del medio ambiente.

¿Un reinado igual de verde?

El “eterno heredero”, como se le ha llamado habitualmente, ha aterrizado en el trono inglés en plena crisis climática, con el calentamiento global desbocado incluso en el verde y fresco Reino Unido, donde este verano se vivió una ola de calor histórica (en Heathrow se alcanzaron 40,2 ºC) que paralizó el país y llevó al nuevo rey a decir que “los compromisos sobre las cero emisiones netas nunca han sido más importantes que ahora que todos nos sofocamos”. Él ha procurado predicar con el ejemplo: según la Casa Real Británica, cuando era Príncipe de Gales, “alrededor de la mitad del uso de energía doméstica y de su oficina provenía de fuentes renovables”, y se intentaba que su actividad tuviera el mínimo impacto ambiental, incluidos sus viajes.

Cuando era Príncipe de Gales, “alrededor de la mitad del uso de energía doméstica y de su oficina provenía de fuentes renovables”, afirman desde la Casa Real Británica.

El nuevo rey Carlos III del Reino Unido siempre ha tendido a expresarse libremente, sin tapujos, y su interés por la naturaleza podría acercarlo a la juventud británica

, entre la que no es nada popular. Sin embargo, ¿cómo podrá conjugar su defensa del medio ambiente con su obligación estricta de mantener la neutralidad política, algo en lo que su madre fue ejemplar durante sus 70 años de reinado?

El año pasado, Carlos se reunió por videoconferencia con los líderes de la Commonwealth para acelerar las acciones contra el cambio climático e impulsar inversiones sostenibles. Puede ser una pista de lo que intentará promover desde su puesto simbólico un hombre que dijo en una ocasión: “Siempre he creído que vivir en un planeta finito significa que, para mantener su viabilidad, debemos reconocer que esto impone ciertas restricciones y límites a nuestra ambición humana”. Solo el tiempo lo dirá.

 

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